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Archive for noviembre 2021

VAMOS DE ESTRENO * Viernes 26 de noviembre de 2021 *

26 noviembre 2021 Deja un comentario

RESIDENT EVIL: BIENVENIDOS A RACCOON CITY (Resident Evil: Welcome to Raccoon, Johannes Roberts, 2021)

USA/UK/Alemania. Duración: 107 min. Guion: Johannes Roberts. Videojuego: Capcom Fotografía: Maxime Alexandre Productora: Constantin Film, Sony Pictures Entertainment (SPE), Tea Shop & Film Company. Distribuidora: Screen Gems Género: Terror

Reparto: Kaya Scodelario, Hannah John-Kamen, Robbie Amell, Tom Hopper, Avan Jogia, Neal McDonough, Donal Logue, Chad Rook, Lily Gao, Nathan Dales, Stephannie Hawkins, Josh Cruddas, Marina Mazepa

Sinopsis:  La que fue una pujante ciudad sede del gigante farmacéutico Umbrella Corporation, Raccoon City, es ahora un pueblo agonizante del Medio Oeste. El éxodo de la compañía dejó a la ciudad convertida en un erial… con un gran mal gestándose bajo la superficie. Cuando ese mal se desata, un grupo de supervivientes deben unirse para destapar la verdad detrás de Umbrella y sobrevivir a la noche.

Muchos pensamos, ilusos de nosotros, que con Resident Evil: El capítulo final (Resident Evil: The Final Chapter, Paul W. S. Anderson, 2016), se cerraba totalmente una serie iniciada 14 años antes y seis entregas después. Ese último capítulo retornaba a donde todo comenzó, a Raccoon City. Pues no. Johannes Roberts,  fan de la saga, guionista y director de Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City ha desarrollado una historia paralela a la que en 2002 protagonizara Milla Jovovich e iniciara la saga, solo que con otros protagonistas, testigos del estallido de la epidemia, que se trasmite con suma velocidad y que convertirá a  los habitantes de esa pequeña población en sedientos infectados.

Johannes Roberts, director británico que tiene en su haber interesantes propuestas dentro del género de terror, se toma su tiempo para presenta personajes y circunstancias, pero una vez estalla la violencia, la acción ya no se detiene hasta el final. Sangre, mordiscos y muchos tiros en esta cinta que da todo lo que ofrece. Tan sencilla como eficaz y a pesar de algunos agujeros en su guion, los personajes de Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City han venido para quedarse, así que ya pueden familiarizarse con sus protagonistas, Kaya ScodelarioHannah John-Kamen Robbie Amell, pues no creemos que tarden en volver a luchar contra la pérfida compañía farmacéutica Umbrella. 

LA CASA GUCCI  (House of Gucci, Ridley Scott, 2021)

USA/Canadá. Duración: 150 min. Guion: Roberto Bentivegna, Becky Johnson. Libro: Sara Gay Forden Música: Harry Gregson-Williams Fotografía: Dariusz Wolski Productora: Metro-Goldwyn-Mayer (MGM), Scott Free Productions, Bron Studios Género: Drama

Reparto: Lady Gaga, Adam Driver, Jared Leto, Al Pacino, Jeremy Irons, Salma Hayek, Jack Huston, Reeve Carney, Camille Cottin, Youssef Kerkour, Madalina Ghenea, Mia McGovern Zaini, Florence Andrews

Sinopsis: Inspirada en la impactante historia real del emporio familiar tras la legendaria firma de moda italiana, La Casa Gucci nos descubre, a lo largo de tres décadas de amor, traición, decadencia, venganza y, en último término, asesinato, el verdadero significado de un apellido, su valor y lo lejos que puede llegar una familia para hacerse con su control.

Drama basado en el ascenso y asesinato en 1995 de Maurizio Gucci, nieto del fundador del imperio de la moda Gucci, que apareció asesinado por orden de su exmujer Patrizia Reggiani, conocida como la «viuda negra de Italia». El film adapta el libro The House of Gucci: A Sensational Story of Murder, Madness, Glamour, and Greed, escrito por Sara Gay Forden y publicado en 2001. Y con estos mimbres Ridley Scott ha realizado una obra impecable, que a pesar de su extensa duración (150 min.), consigue captar la atención del espectador hasta su conclusión.

Rivalidades familiares, intrigas y juegos de poder, auténticas puñaladas empresariales por la espalda y glamour en este drama familiar que cubre casi dos décadas, de 1978 a 1995, y en el que Lady Gaga brilla especialmente como Patrizia, la pérfida y manipuladora esposa de Maurizio (Adam Driver), al que se propone cazar ya desde el inicio con la intención de subir en la escala social y permanecer en lo más alto. Y todo lo consigue, hasta que su desmedida ambición termina poniéndola en su lugar y dejando patente la enorme distancia cultural y de clase que la separa de su marido Maurizio, y de su mundo. Adam Driver realiza un trabajo perfecto y comedido como el contradictorio heredero del imperio Gucci en esta trama que también cuenta con Al Pacino y Jeremy Irons como los hermanos Aldo y Rodolfo Gucci, dos grandes actores a los cuales es un placer y privilegio ver actuar y comprobar como, con tan solo una sutil mirada, pueden llegar a expresar tanto.

En este reparto tan solo chirría, y no porque no se esfuerce, sino porque su actuación roza lo histriónico, Jared Leto, al que (no) reconocerán como Paolo Gucci, el hijo idiota de Aldo, al que interpreta casi como de una caricatura de italiano se tratara. Y es que posiblemente La casa Gucci debería haber sido rodada en italiano, pues sus personajes hablan en inglés con acento transalpino y a veces utilizan expresiones en italiano, todo lo cual consigue causar cierta extrañeza en el espectador. También destacan Salma Hayek y el siempre eficaz Jack Huston, un actor capaz de destacar por pequeño que sea su papel.

Todo el glamour y toda la miseria que se oculta tras las bambalinas de las grandes empresas y del mundo de la moda quedarán en evidencia en La casa Gucci, un apasionante viaje impecablemente orquestado por Ridley Scott que merece mucho la pena emprender.

Categorías: VAMOS DE ESTRENO

Diario de Serendipia en Sitges 2021: Palmarés y conclusiones

23 noviembre 2021 Deja un comentario

Bueno, pues el 54 Festival de Sitges 2021 ya es historia. Ahora toca hacer una reflexión sobre qué tal ha ido esta edición y listar el Palmarés. Durante el año, Serendipia irá recuperando algunas de las películas que le han quedado pendientes de ver y repasará algunas de las vistas mientras se vaya preparando una nueva edición que, esperemos, ya se celebre con total normalidad. 

Confieso que, como todas las cosas que se aman, con el festival de Sitges guardo una relación de amor/odio. Cada vez que se inicia, con las complicaciones de acceder a algunos de los pases deseados o las decisiones de la organización con respecto a prensa, además de la cuesta arriba de preparar todo para esos días de festival, raro es el año en que no proclamo que el próximo año quizás sea un buen momento para descansar. Pero una vez sumergidos en la vorágine de “nuestro Sitges”, lo cierto es que comprendo algo que Montse no se cansa de decirme y demostrarme, que esta burbuja de tiempo, este plano de realidad nos es realmente imprescindible. Es nuestro viaje particular, nuestro Nunca Jamás, ese lugar en el que todo es posible.

Cuando indico “nuestro Sitges” lo hago de manera ambivalente. Por un lado porque tod@s y cada uno de los asistentes a esta torre de Babel del fantástico viven un festival totalmente diferente. Para un@s habrá tenido un nivel excelente, mientras que para otr@s la calidad de la selección cae, año tras año, en picado. Un@s habrán conseguido acceder a todas las películas que deseaban ver, mientras que otr@s se habrán quedado sin poder ver todas sus favoritas. Una película a un@s les parecerá la mejor y para otr@s será la peor. Mientras algun@s, cínicamente no dejarán de señalar las cintas que no les han agradado, raramente dirán de manera espontánea las que sí.

Y todo es verdad.

Y todo es mentira.

Todo dependerá del cristal con el cual se mira.

Pero de uno u otro modo todos, todos volvemos a Sitges. Pues todos tenemos “nuestro Sitges”. Estoy tentado a decir que este ha sido muy especial, pues de una manera u otra todos lo son por diferentes razones. Esta vez hemos vivido el festival y formado parte del mismo desde otras perspectivas: desde la butaca, desde luego, pero también desde el escenario y hasta desde la pantalla de la televisión. Asimismo, proyectos de los que cuales hemos formado parte, han visto la luz y con mucho éxito.

Así que, ¿de qué quejarse? si el mismo Carlos Pumares, gran ausencia este año, siempre se quejaba de todo, pero  admitía que el festival de Sitges era su favorito.

Pues eso.

En ese ente llamado Serendipia conviven dos personalidades muy diferentes en cuanto a la manera de ver y vivir el cine: la parte bella y más cultivada, analiza las imágenes en su mente de manera fría; mientras que para la parte más tosca del ente, el cine es pura evasión a otros mundos y todo lo relacionado con él pura magia. Ese es el que colecciona películas y material cinematográfico, trayendo al festival libros y carátulas para que se las firmen los actores y directores que se va encontrando, de manera casual, por el camino. Ha aprendido que esa es tan solo una de las partes de “su Sitges” y que no debe obsesionarse, dando prioridad a otras cosas, dejando así que sea el azar el que permita que “el milagro” suceda.

Y unas veces sucede, y otras no.

Uno tiende a sentirse herido por las pequeñas inquinas que se encuentra por el camino, en forma de individuos maleducados con un mal día que descargan su frustración en los demás, ya sea con una inesperada mirada de odio o un comentario desagradable sin motivo, que destaca precisamente por el contraste entre tantas y tantas personas, tantos y tantos amigos y compañeros que uno saluda día tras día. Una rueda que no cesa al incorporar a nuestro imaginario a nuevas personas que, como nosotros, viven su propio Sitges particular.

Voluntarios y sobre todo una seguridad amable, educada. No invasiva, que ha permitido que la mayoría de los equipos de las películas se movieran libremente por el festival y les permitieran, si así lo deseaban, relacionarse con todo aquel que se les acercaba para pedirles un autógrafo o una fotografía, pues todo forma parte del cine y, particularmente, de cada uno de los diferentes Sitges que se viven en el festival. Unos serán felices haciéndose una foto en un photocall como si fueran estrellas; otros con una firma o una foto con un director admirado; otros disfrutando de una rara película; o con la charla de un amigo compartiendo mantel; o con un paseo, continuamente interrumpido por el encuentro con viejos conocidos; o corriéndose una juerga nocturna; o con todo ello.

Pero para cada uno de ellos será “su” Sitges particular, ese al que, pase lo que pase, volverán cada año.

Avanzamos. Recordamos cuando el año anterior, durante la edición del festival, fueron endurecidas las medidas anti-covid con lo que los bares y restaurantes tuvieron que cerrar. Aquello dejó una imagen triste y desolada en algunas zonas de Sitges, como reflejamos en nuestro artículo. En esta edición, muy al contrario, durante el segundo fin de semana el Procicat suavizó las medidas sanitarias permitiendo el 100% del aforo en los cines, razón que facilitó que se añadiera una sesión doble la noche del sábado al domingo en el Auditorio. Ahora, la esperanza es que la edición número 55 del Festival de Sitges sea la de la vuelta a la normalidad. A vernos las caras. A respirar y sonreir en los cines.

PALMARÉS SITGES 2021

SECCIÓ OFICIAL FANTÀSTIC A COMPETICIÓ / SECCIÓN OFICIAL FANTÀSTIC A COMPETICIÓN / OFFICIAL FANTASTIC SECTION IN COMPETITION

Millor pel·lícula / Mejor película / Best Feature Lenght Film
Lamb(Valdimar Johánnsson)

Premi especial del jurat / Premio especial del jurado / Special Jury Prize
After Blue (Bertrand Mandico)

Millor direcció / Mejor dirección / Best Direction
(sponsored by Moritz)
Justin Kurzel (Nitram)

Menció a pel·lícula / Mención a película / Mention to Feature Lenght
The Innocents(Eskil Vogt)

Menció especial a òpera prima / Mención especial a ópera prima / Mention to
Ex-aequo:
The Blazing World(Carlson Young)
The Execution (Lado Kvataniya)

Millor interpretació masculina / Mejor interpretación masculina / Best Actor
(sponsored by Vilamòbil)
Ex-aequo:
Caleb Landry Jones (Nitram)
Franz Rogowski (Luzifer)

Millor interpretació femenina / Mejor interpretación femenina / Best Actress
(sponsored by So de Tardor)
Ex-aequo:
Noomi Rapace (Lamb)
Susanne Jensen (Luzifer)

Millor guió / Mejor guion / Best Screenplay
Silent Night(Camille Griffin)

Millors efectes especials / Mejores efectos especiales / Best Special Effects
(sponsored by Kelonik & Antaviana)
Mad God(Phil Tippett)

Millor fotografia / Mejor fotografía / Best Photography
(sponsored by Lavazza)
Limbo (Cheng Siu Keung)

Millor música / Mejor música / Best Music
(sponsored by Primavera Sound)
Daniele Luppi (Mona Lisa and the Blood Moon)

NOVES VISIONS

Millor pel·lícula / Mejor película / Best Feature Film
El apego (Valentín Javier Diment)

Menció a la pel·lícula / Mención a la película / Mention to the Film
2551.01 (Norbert Pfaffenbichler)

Millor direcció / Mejor dirección / Best Direction
Anita Rocha da Silveira (Medusa)

Millor curt Noves Visions Petit Format / Mejor corto Noves Visions Petit Format / Best Noves Visions Petit Format Short
Brutalia, Days of Labor(Manolis Mavris)

SITGES DOCUMENTA

Premi a la millor pel·lícula / Premio a la mejor película / Award Best Motion Picture
Inferno Rosso. Joe d’Amato Sulla Via Dell’Ecccesso (Manlio Gomarasca, Massimiliano Zanin)

BLOOD WINDOW

Premi Blood Window / Premio Blood Window / Blood Window Award
A nuvem rosa (Iuli Gerbase)

JURAT DE LA CRÍTICA / JURADO DE LA CRÍTICA / CRITICS’ JURY

Premi de la Crítica José Luis Guarner / Premio de la Crítica José Luis Guarner / José Luis Guarner Critic’s Award
Ex-aequo:
After Blue (Bertrand Mandico)
Mad God (Phil Tippett)

Premi Citizen Kane a la direcció revelació / Premio Citizen Kane a la dirección revelación / Citizen Kane Award for Best New Direction
Valdimar Johánnsson (Lamb)

Premi de la crítica al Millor curtmetratge de Secció Oficial / Premio de la crítica al Mejor cortometraje de Sección Oficial / Critics’ Award for Best Official Selection Short Film
(sponsored by Fotogramas)
Los huesos (Cristóbal León y Joaquín Cociña)

MÉLIÈS D’ARGENT

Premi al Millor Curtmetratge /Premio al Mejor Cortometraje / Award for Best Short Film
T’es morte Hélène(Michiel Blanchart)

Premi a la Millor Pel·lícula / Premio a la Mejor Película / Award for Best Feature Film
Tres (Juanjo Giménez)

MÉLIÈS D’OR

Mejor película para Censor(Prano Bailey-Bond)Mención especial para The Feast (Gwledd)(Lee Haven Jones)Mejor cortometraje para Last Dance (Danny Gibbons y Alex Scott)Mención especial para T’es morte Hélène (Michiel Blanchart)

Méliès Career Award (concedido por la Méliès International Festivals Federation (MIFF))

Lucile Hadzihalilovic 

CARNET JOVE

Premi Jurat Carnet Jove al millor llargmetratge de gènere fantàstic / Premio Jurado Carnet Jove al mejor largometraje de género fantástico / Carnet Jove Award for Best Fantasy Genre Feature Film
Mona Lisa and the Blood Moon (Ana Lily Amirpour)

Premi al millor llargmetratge d’animació / Premio al mejor largometraje de animación / Award for Best Animated Feature Film
Cryptozoo(Dash Shaw)

Premi al millor curtmetratge d’animació / Premio al mejor cortometraje de animación / Award for Best Animated Short Film
Other Half (Lina Kalcheva)

BRIGADOON

Premi Brigadoon Paul Naschy / Premio Brigadoon Paul Naschy / Paul Naschy Brigadoon Award
Unheimlich (Fabio Colonna)

Menció especial del Jurat / Mención especial del Jurado / Mention to
Viewers : 1 (Daigo Hariya y Yosuke Kobayashi)

PREMIS SGAE NOVA AUTORIA / PREMIOS SGAE NOVA AUTORIA / SGAES’ NOVA AUTORIA AWARDS

Millor direcció / Mejor dirección / Best Direction
La caída del vencejo (Gonzalo Quincoces)

Millor guió / Mejor guión / Best Screenplay
Goodnight Mr. Ted (Nicolas Solé)

Millor música original / Mejor música original / Best Original Music
Goodnight Mr. Ted (Gonçal Perales)

En total, 103.038 espectadores que confirman la recuperación tras el flojo, por el tema de todos conocido, 2020, un dato que supera ampliamente la asistencia del año pasado, con 59.315 espectadores, y se encamina hacia los números prepandémicos de 2019, año en que se contabilizaron 130.206 asistentes. En cuanto a las cifras, esta edición del certamen ha superado las 60.000 entradas vendidas, toda una celebración de retorno a la normalidad que casi se acerca al dato de 2019 (66.000 entradas) después de un 2020 en el cual se vendieron 34.000.El Festival, además, ya ha anunciado las fechas de su 55ª edición, que tendrá lugar del 6 al 16 de octubre de 2022 y que celebrará el 40º aniversario de grandes hitos del cine de género como Tron (Steven Lisberger, 1982), La cosa (John Carpenter, 1982) y Conan el Bárbaro (John Milius, 1982).

 

Categorías: Sitges Film Festival

Diario de Serendipia en Sitges 2021: Remontando la pandemia. Décima cápsula y Coda

23 noviembre 2021 Deja un comentario

Y llega la última jornada. Y lo cierto es que el cansancio ya -casi- puede con Serendipia. No va a ser un día maratoniano, tan solo tres películas. Si ayer nos despedíamos por todo lo alto del cine Prado hasta el próximo año (el Retiro no lo hemos pisado en esta edición), este será el día en que lo hagamos del Tramontana, donde hemos visto 22 películas de las 40 del total. 

Fotos: Serendipia

El último madrugón del festival y con una película que, a priori, promete ser la más divertida y loca del festival, pues, ¿Qué puede fallar con la unión del director japonés Sino Sono y del actor Nicolas Cage? ¿Qué puede salir mal? Pues las expectativas en gran medida fallaron, pues Prisoners of the Ghostland (2021), última película de Sono, no ha gustado a casi nadie. Y eso que es una locura protagonizada por Cage embutido en cuero en un ciudad del siglo XXI habitada por  samuráis, vaqueros y geishas. Pero esta versión de Mad Max salida de la pluma de un loco no llega a convencer, a pesar de contar con la participación de la actriz argelina Sofia Bouteda, a la que pudimos ver como letal agente en Kingsman: Servicio Secreto (Kingsman: The Secret Service, Matthew Vaughn, 2014); como princesa resucitada en La momia (The Mummy, Alex Kurtzman, 2017) o en Climax, de Gaspar Noé, donde también tuvo ocasión de exhibir sus habilidades con la danza; y que es lo mejor de este show. Poderosa en el plano de lo visual, esta parodia casi onírica de las películas de acción, no termina de cocinar bien sus dosis de excentricidad y acaba desperdiciando su potencial. Su calificación en Rotten Tomatoes demuestra que, la cierta indulgencia con la que la ha visto la crítica, no ha calado en el público (6,3 de los profesionales, frente al 2,5 de la audiencia) y esto es casi lo peor que podía pasarle a un filme de estas características.

Tides (Tim Fehlbaum, 2021) fue la siguiente propuesta y última que vimos dentro de la sección Oficial Fantàstic Competició, una correcta producción germano-suiza de ciencia-ficción de cariz ecologista ambientada en un escenario postapocalíptico, con todo lo cual no extrañará a nadie que esté producida por Roland Emmerich. Una nave retorna a la Tierra para comprobar si vuelve a ser habitable, pues a causa de las guerras, las pandemias y el cambio climático ha habido un éxodo de la especie hacia el exoplaneta Kepler-209, cuya atmósfera ha vuelto estériles a sus habitantes. Antes de ellos hubo una nave avanzadilla, la Misión Ulises, con la que se perdió el contacto. En ella iba el padre de Blake, la protagonista (Nora Arnezeder), que embarcó en esta segunda misión con la esperanza de encontrarlo. Con una primera parte muy similar a El planeta de los simios (hablo de la original de 1969), incluidos los humanos asilvestrados, la intriga se va desarrollando y, naturalmente, Blake, única superviviente de la nave descubrirá lo que pasó con los integrantes de la Ulises y con su padre. También por primera vez le vendrá el periodo. Conclusión: no tenemos remedio pero… siempre hay una pequeña  esperanza (al menos en la ficción). Todo en una interesante cinta que, con su crítica social y su denuncia del espíritu del colonialismo, se alzó con cuatro estatuillas en los Premios del cine alemán, incluyendo el de banda sonora. La película de Fehlbaum se estrenará comercialmente con el título internacional en inglés, The Colony. Ya nos pilló con todo el agotamiento del mundo pero lo cierto es que gana enteros cuando la recordamos con perspectiva, lo que no obsta para concluir que con un poco más de pulso y mejor calibrado de la intriga podría haber salido de la medianía en la que se instala. Tides fue proyectada en compañía de un cortometraje de lujo, Mask of Evil Apparition, de Alex Proyas, que parecía más el teaser de una producción de más envergadura. En sus veinte densos minutos de duración puede apreciarse todo el imaginario del mejor Proyas (clones, gemelos, ciudad nocturna, art decó…), que también es guionista del proyecto.

Para esta jornada tan solo nos quedaba una sesión, el pase de prensa de la cinta de clausura, The Green Knight (David Lowery, 2021), que pudimos ver en Tramontana junto al cortometraje Goya 3 de mayo (2021), de Carlos Saura, el cual en 14 minutos recrea los antecedentes que culminan en la escena que inspiró a Goya una de sus grandes obras maestras. De factura impecable, nos pareció mucho más interesante su inicio, donde la imagen nos sumerge en el horror por medio de los grabados que componen la serie Los desastres de la guerra, que el cuerpo del relato, pues no logra transmitir el dramatismo de la pintura de Goya. Y de un viaje a la historia de nuestras tierras, por arte de magia de la sala oscura, descendimos sobre un lienzo cinematográfico pintado por David Lowery en el que nos remontamos todavía más en la historia, hasta la Edad Media, pues The Green Night es la última adaptación del romance artúrico Sir Gawain y el Caballero Verde, un poema que representa la típica fábula de tentación de la literatura medieval en la que el héroe es sometido una serie de adversidades reunidas como exámenes o «pruebas» de la virtud moral. El director de A Ghost Story (2017) despoja al relato de cualquier asomo de ropaje épico, baja a los héroes de Camelot a pie de calle con una clara voluntad desmitificadora, pero, lejos de convertirlo en un sumario prosaico, lo dota de la poesía que se desprende de lo usual si se tiene la suficiente sensibilidad para verlo. Descender a la altura de lo diario lo que la tradición ha enaltecido como maravilloso es una carta que ya jugaba en su obra de 2017 (y que agradó más a Serendipia que la que nos ocupa), Lowery parece explorar nuestro mundo desacralizado a través de los tropos de lo fantástico, haciendo que sumen del mismo lado fuerzas contrapuestas como pueden ser la voluntad de desmitificar y la capacidad de crear nuevas fantasías, en su obra nos encontramos con la magia que permanece después de eliminar lo insólito y extra-ordinario. Podría decirse que hace humano al misterio. Su Sir Gawain es el héroe menos heroico que nos ha regalado cualquier viaje a lo artúrico, la cinta de Lowery se aparta de las adaptaciones hollywoodienses, pero también, en buena medida, de la Excalibur de John Boorman con la que buena parte de la crítica se empeña en ponerla en relación, cuando lo único que comparten es ser dos tratamientos autorales del material legendario. Lowery cuestiona la idealización en una medida en que Boorman no lo hace, reduce lo feérico a lo imprescindible y el peso de su relato lo tiene la condición trivial del sobrino de Arturo, movido más por lo que otros esperan, que por su propia aspiración. Dev Patel encarna a un Gawain aniñado que obra conforme se espera de un aspirante a caballero de la mesa redonda, más que bravura lo que posee es una inocente inconsciencia y un gran afán por agradar, cuando concluya su viaje y haya madurado, ante la visión de lo que le deparará el futuro, declinará la oferta del destino y preferirá acabar antes de haber empezado. El viaje de aprendizaje y prueba es ocasión para que fluya lo sobrenatural, Lowery no lo escatima, pero parece más interesado en dejar ver la parte más humana (más mísera, si se quiere) que la leyenda ocultaba o, mejor dicho, sublimaba. El director de Milwaukee no es un materialista, pero sí que busca ser naturalista, lo imaginario es subsidiario de lo real en su obra, poblada esta por antihéroes con una pátina de melancolía que les confiere cierta magia. La magia de lo humano florece sirviéndose de lo feérico para dejarlo atrás, en un mundo que siempre tiene carácter pictórico gracias a la estrecha colaboración de Andrew Droz en la dirección de fotografía de sus dos últimos filmes. La cadencia narrativa de Lowery no es plato de gusto para todos los paladares, pero, sin duda, el suyo es uno de los nombres que habrá de ser tenido en cuenta cuando hablemos del fantástico del S. XXI (dejemos, lo de si es elevado o no, para otros más amantes de las etiquetas).

Serendipia se recogió con buen sabor de boca, mientras iba tropezándose con las opiniones más dispares sobre lo que acababa de ver. Y es que Sitges es más que un certamen, hay casi tantos festivales personales como espectadores convoca.

CODA: Diario de Serendipia en Sitges 2021: Remontando la pandemia. Décima cápsula y 1/2

El domingo es un día habitualmente dedicado a maratones cinéfagos para el público en general pero, en tiempos de pandemia, ha pasado a ser una jornada más tranquila con sesiones individuales de películas ya ofrecidas durante el festival. Es una jornada que Serendipia suele emplear en dormir y en preparar el equipaje para la vuelta, pero este año se ofreció la película sorpresa en domingo, lo que daba opción a verla como prensa, así que nos apuntamos. Además, tocaba degustar un menú especial en Aigüadolç con unas personas también muy especiales, Quim Crusellas y Víctor. Y vaya si el menú fue especial, ¡basta ver la foto que lo inmortaliza!  Previamente al ágape, en l’Auditori, Serendipia tuvo ocasión de hablar con Emilio Gutiérrez Caba, toda una institución del cine y teatro español que forma parte de la memoria sentimental de varias generaciones y que, además, es un señor muy amable y muy cercano que se fue a casa con un merecidísimo Premio Nosferatu. También nos topamos, y no nos lo esperábamos, con Carlos Saura, a quien pudimos saludar brevemente y que recibió el Gran Premio Honorífico.

Y con el estómago agradecido nos aventuramos a ver la película sorpresa, con la que nos despediríamos este año, de l’Auditori y del festival. Dashcam (2021) es una divertida propuesta de Rob Savage, el director que, hasta ahora, ha sacado más rédito de la pandemia con Host, una fantasía de terror que se desarrolla durante una llamada de Zoom entre varios amigos que, como esta, tan solo puede entenderse en este marco que estamos viviendo. Tanto una como otra, representan un tipo de cine, de carácter totalmente independiente, que conecta más con el público joven, pues le habla en el mismo idioma que ellos utilizan a diario. En esta ocasión el director llevará al espectador a una emisión en streaming protagonizada por una negacionista del Covid y activista pro-Trump que se encontrará cara a cara con el terror y que, en lugar de huir despavoridamente, se meterá de cabeza en el mismo. Con mucho de comedia, servida por la protagonista, Annie Hardy, y por supuestos espectadores que van dejando comentarios en vivo durante la sesión, Dahscam es terror del siglo XXI realizado con los medios y el lenguaje del siglo XXI, y cuenta con el apoyo de Blumhouse, compañía que ha sabido ver el filón y con la que Savage ha firmado un contrato para tres películas.

Finalizada la proyección, tanto el director como su alocada protagonista saltaron a la arena de l’Auditori para hacer frente a una sesión de Q+A, pero Serendipia optó por retirarse y recogerse. Habían sido 10 días sumergidos en una burbuja de cine con muchos amigos dentro, y ya era hora de ir volviendo a la (cruda) realidad.

Tan solo quedan las conclusiones de esta edición y el Palmarés, pero serán en la próxima, y última, entrada en el Diario de Serendipia en Sitges 2021.

Categorías: Sitges Film Festival

Diario de Serendipia en Sitges 2021: Remontando la pandemia. Novena cápsula

22 noviembre 2021 Deja un comentario

Ante el ya inevitable agotamiento vamos recortando pases. Así que la jornada será más llevadera, todo lo cual no evitará que Serendipia vuelva a pegarse el eterno madrugón para asistir a la sesión despertador, nunca mejor dicho, de l’Auditori. También se meterá entre pecho y espalda un documental en Tramontana y terminará el día con una estupenda visita (menú incluido) al centro de Sitges para ver la materialización de un milagro cinematográfico ¿No creen en los milagros? Pues eso es porque no han estado en el Festival de Sitges.

Fotos: Serendipia

El que Nitram, la película con la que Serendipia iniciaba las 8.30 su jornada cinéfaga estuviera firmada por el australiano Justin Kurzel, responsable de la tan dura como recomendable Snowtown (2011), fue suficiente para que fuéramos con las expectativas muy altas. Unas expectativas que, no tan solo se cumplieron, también se superaron. Nitram es un relato sórdido y abocado hacia la fatalidad sobre dos desheredados que unen sus destinos. El joven Nitram (un gran Caleb Landry Jones), cuyos problemas mentales le convierten en un niño grande, presa de peligrosos ataques de ira, vive con su padre y su dominante madre (una excelente Judy Davis). Pero todo cambiará cuando conozca a Helen (Essie Davis), una artista desequilibrada y retirada que vive sola con su fortuna. Cuando, jugando con el volante, Nitram causa un accidente en el que Helen pierde la vida, algo terminará de explotar en su perturbada mente y comenzará a gastar el dinero heredado en armas de fuego. Kurzel, que ya había demostrado que sabía retratar la violencia y brutalidad con Snowtown, vuelve a un escenario similar, aunque en este caso no se detenga en los resultados, sino más en los antecedentes que pueden hacer que se desate una tragedia como la que le sirvió de inspiración, la matanza de Port Arthur, en Tasmania, en el año 1996.  Eludir la masacre, de la que tendremos noticia por su repercusión en los informativos, en una elegante elipsis que deja en suspensión el acto de Martin Bryant para llevarnos a un plano de la madre que ha abandonado el salón donde los noticieros vomitan los hechos, no hacerla explícita, permite a Kurzel tratar al monstruo desde su faceta humana, en un logrado esfuerzo por comprenderle. El tratamiento del personaje, junto a la matizada interpretación de Landry, hace nacer en nosotros una empatía malsana, la misma que sintieron los primeros espectadores de Psicosis por Norman Bates, porque estamos esperando que el joven rompa la asfixia cotidiana, que estalle la olla a presión de su desarrollo en un entorno que lo aparca por no ser como todos. Nada escapa a este análisis de lo atroz, todas las variables son puestas en la balanza -su discapacidad mental, la influencia de un padre depresivo y una madre rígida, el ‘bullying’ del que fue objeto, el fácil acceso a las armas de fuego- para que cada cual asuma sus propias responsabilidades, sin que ello suponga considerar a Nitram como víctima. La matanza fue la obra de una persona que tomó voluntariamente la decisión, pero Kurzel susurra (que no grita) que el pecado colectivo también existe. Esta pieza, casi ensayística, que se detiene en los detalles que inauguran los interrogantes sobre la gestación de la brutalidad, fue considerada por Variety como uno de los mejores ejemplos, hasta la fecha, de cine sobre tiroteos de masas.

Y vuelta al Tramontana, en esta ocasión para ver un documental, The Taking (2021), realizado por Alexandre O. Philippe, notable director de documentales sobre cine que ha ofrecido perlas como 78/52: la escena que cambió el cine (78/52, 2017) centrado en la escena de la ducha de Psicosis; Memory: The Origins of Alien (2019) o Leap of Faith: William Friedkin on The Exorcist (2019). En esta ocasión analiza un escenario, el iconográfico Monument Valley, lugar que tanto fascinó a John Ford y otros cineastas. Y lo hace recurriendo a valiosas escenas de archivo de numerosos westerns, así como imágenes publicitarias, mezclando todo con la historia del pueblo Navajo, tribu que habitaba ese lugar, que terminó siendo símbolo del sueño americano tras desposeer de sus tierras a sus habitantes originales y convertirlos en una parodia de sí mismos como figurantes en aquellos mismos westerns. Con declaraciones en off de especialistas como Jennifer Nez Denetdale, Liza Black o Christopher Frayling, el director evita mostrar bustos parlantes, con excepción de unas, tan reveladoras como divertidas, imágenes de archivo pertenecientes a una entrevista con John Ford. Espectacular y emocionante, The Taking es un viaje, siempre necesario, a la historia del cine.

Y esa misma tarde Serendipia tenía otra cita, también histórica, pues iba a exhumarse un film, hasta ahora perdido,  de José Mojica Marins: A Praga.

Ese mediodía decidimos comer en el pueblo para estar cerca del Prado, donde dentro de la sección Seven Chances, tendría lugar la proyección del film de Mojica Marins. Y desde la terraza de un restaurante Serendipia divisó la inconfundible figura de nuestro amigo, el crítico y analista cinematográfico Carles Mir, que se sentó con nosotros presto a tomar unos vinos, enriqueciendo la comida con su divertida y cultivada charla. Le comentamos lo de A Praga y, no solo se suma entusiasmado a venir a verla, si no que nos cuenta que entrevistó a José Mojica Marins durante la segunda visita que hizo al Festival de Sitges, al que acudió en compañía de Satán, un imponente guardaespaldas negro.

Basada en el cómic (quadrinhos en Brasil) A Praga, escrito por el habitual Francisco Lucchetti y publicado en el segundo número de O Estranho Mundo de Zé do Caixão, la historia se adaptó como guion y pasó a formar parte de la serie televisiva Além, Muito Além do Além (Más allá, mucho más allá), que presentaba Zé Do Caixâo, el ya mítico personaje creado por Mojica Marins, pero este metraje se perdió en un incendio. En 1980, el director brasileño volvió a rodar A Praga en Super-8, con muy pocos actores y un nivel de producción del todo humilde, que quedó inconclusa y largamente olvidada en los estantes debido a la falta de recursos para terminarla. Durante los preparativos de una gran retrospectiva de la obra de Mojica Marins que tuvo lugar en São Paulo y Brasil en 2007, para la que se realizaron nuevas copias en 35 mm de no menos de 25 películas, Mojica y el productor Eugenio Puppo encontraron los rollos de A Praga y decidieron terminarla. Puppo armó la materia prima (con ayuda del cómic, pues no había guion que seguir para realizar el montaje); filmó escenas adicionales en digital con Mojica Marins caracterizado como Zé Do Caixâo, así como un epílogo, supervisado por el propio Mojica; recuperó el audio mediante lectura de labios; editó y supervisó el proceso de postproducción; y el resultado, que tenía una duración de 51 minutos, se mostró durante la retrospectiva. Puppo y Mojica intentaron transferir el resultado a 35 mm. para que pudiera ser exhibido en festivales internacionales, pero hubo que esperar hasta 2020 y a que Heco Produções se encargara de digitalizar A Praga en 4K, gracias a lo cual ha podido ser disfrutada desde la pantalla del cine Prado. El filme, que fue presentado por uno de sus hijos, Crounel Marins, cuenta como una joven pareja, Juvenal y Mariana, se van de viaje y Juvenal, sin saberlo, toma algunas fotos de una extraña anciana (interpretada por Wanda Kosmo) que finalmente se revela como una bruja siniestra. La bruja lanza una maldición sobre el hombre por fotografiarla. Una herida comienza a abrirse en su costado que tiene un hambre insaciable de carne cruda que debe alimentar constantemente para detener el dolor ardiente. Ante la perplejidad de sus médicos, la herida de Juvenal se vuelve más hambrienta a medida que avanza la película, el hombre delira y asesina a su esposa, pensando que ella lo dejará por su condición. Luego, la bruja reaparece y lo convence de que alimente la herida con el cuerpo de su esposa muerta. Meses después, la policía descubre los esqueletos separados de la pareja uno al lado del otro. Se ofreció conjuntamente con el documental A Ultima Praga de Mojica, donde en poco más de 20 minutos, se narra todo el proceso de recuperación de la película.

Tras el pase, Crounel Marins habló con todos nosotros, incluido Carles Mir, que le contó el encuentro que tuvo con su padre. Todo en una velada irrepetible, un auténtico milagro cinematográfico que consiguió traer de nuevo, al año de su fallecimiento, a José Mojica Marins y a su alter ego, Zé do Caixâo, al Festival de Sitges. Y con honores póstumos de estreno.

Finalmente, y aunque la vimos con posterioridad por cortesía de su director, Javi Camino, este día también se estrenó en Sitges Jacinto, una producción gallega -y en gallego- protagonizada por Jacinto (Pedro Brandariz Gómez), un aniñado gigante que no habla y que vive en Mallou, una sombría aldea abandonada entre las montañas, con sus padres y su amigo, el cerdo Martiño. Rodeado de películas de terror en VHS e inmerso en la religión, su mundo cambiará con la llegada de dos nuevas vecinas amantes del heavy metal extremo -y satánico- (Anxela Baltar y Corinna Rautenberg). Jacinto sospecha que las recién llegadas son vampiras que planean acabar con su familia, así que para impedirlo pondrá en práctica todo lo que ha aprendido viendo pelis de terror. También contará con los nefastos consejos de su hermano Millán (Juanma Buiturón), más interesado en sacar provecho de las tierras de sus padres. Como es de suponer, Jacinto reventará en una explosión final bañada de sangre. Todo en una auténtica obra de orfebrería, bien realizada y cuidada al extremo, todo lo cual no evita que se cuele un indiscreto micrófono en plano que, seguro, se habrá convertido en la peor pesadilla de su director y guionista, Javi Camino, pero que para nada empaña el buen resultado de Jacinto. La película, basada en parte en los crímenes sucedidos en Santoalla (Petín, Ourense), es también para su director, «un relato de mi infancia y adolescencia. El mundo de Jacinto es muy parecido a mi propia infancia. Sus pasatiempos son cosas que yo mismo solía hacer de pequeño: disfrazarme en carnaval y pedir puerta a puerta, hacer tirachinas, enterrar tesoros, ver películas VHS… Pese a estar encarnado por un hombre de 50 años no deja de ser un niño, dependiente de sus padres, como todos lo fuimos en algún momento«. Una perfecta cinta festivalera, que a pesar de haberse realizado con pocos medios, hubiera merecido, en nuestra opinión, competir en Oficial Fantàstic Competició, donde si lo hicieron otras producciones españolas con más presupuesto y pretensiones, amparadas por potentes  distribuidoras, pero cuyos resultados dejaban mucho que desear. Apostar por nuevos talentos. Descubrir. Y Jacinto fue celebrada por los espectadores de Sitges, que le otorgaron el premio Panorama Fantástico. Ha iniciado una larga ronda por diversos festivales en los cuales la acogida ha seguido siendo más que favorable.

Categorías: Sitges Film Festival

Las lecturas de Serendipia: ‘Weird Science’ Vol. 1

20 noviembre 2021 Deja un comentario

En nuestra primera entrada sobre EC Comics hablamos del origen del sello y de sus primeras publicaciones dentro del New Trend, la nueva dirección que Bill Gaines, tras heredar el sello editorial a causa del fallecimiento de su padre, había emprendido con la publicación de nuevos títulos con los que pretendía sacar su editorial de la bancarrota. Vimos así el nacimiento de Tales from The Crypt en abril-mayo de 1950, que inicialmente como The Crypt of Terror sustituyó, prosiguiendo su numeración, a la colección Crime Patrol. También repasamos la llegada de los EC Comics a España y analizamos el primer tomo de Tales from the Crypt (que reunía los seis primeros números) editado por Diábolo Ediciones, que con el primer tomo de Weird Science prosigue la edición más fiel y cuidada de estos influyentes cómics.

No pasó mucho tiempo antes de que a las tres cabeceras dedicadas al terror se les sumaran, principalmente por capricho de Gaines,  dos centradas en la ciencia ficción, Weird Fantasy y Weird Science, que a partir del número 22 se unificarían en una sola, Weird Science Fantasy. Y decimos que por capricho del editor porque todavía, a finales de los años cuarenta/principios de los cincuenta, la ciencia ficción no había alcanzado la popularidad que viviría durante la década de los cincuenta, así que puede decirse que Feldstein y Gaines fueron todo unos visionarios y estos dos títulos, pioneros en el género.

Weird Fantasy y Weird Science eran herederos directos de las publicaciones pulp de los años treinta y cuarenta y del creciente fandom, del que saldrían varios de los más reconocidos escritores de ciencia ficción norteamericanos. Esta popularidad hacia el género se debe a varios factores, como la publicación de noticias sobre los primeros avistamientos de platillos volantes; el nacimiento de la era atómica, iniciada con las dos explosiones en Japón que cambiaron el rumbo de la II Guerra Mundial y los continuos experimentos norteamericanos con bombas de gran potencia en las Islas Marshall, un archipiélago de más de mil islas en el Pacífico, a medio camino entre Hawái y Australia. Un total de 67 explosiones entre 1946 y 1958 para medir el poder de las armas nucleares, que causaron la muerte de muchas personas, el desarrollo de distintos tipos de cáncer en la población y defectos y mutaciones en los neonatos.  Sin olvidar la Guerra Fría con su carrera armamentística y el siempre endeble equilibrio de fuerzas, que propiciaban una continua amenaza de inicio de hostilidades entre Estados Unidos y  el Telón de Acero. Todo este caldo de cultivo sirvió de alimento a novelistas, guionistas de comics y, sobre todo, a la industria del cine para advertir de los riesgos de la energía atómica mediante atractivos argumentos, ya sea mostrando los efectos de las mutaciones en humanos e insectos, que indefectiblemente se manifestaban en un descomunal aumento de tamaño, como mediante el temor a las invasiones extraterrestres, protagonizadas por unos seres fríos, calculadores y sin conciencia, que reflejaba la imagen que se tenía del comunista, ese archienemigo de los valores norteamericanos nacido tras la II Guerra Mundial con el ciego objetivo de terminar con el american way of life.

Dirigida por Al Feldstein, Weird Science llegó a los kioscos en mayo-junio de 1950 con el número 12 en portada, pues continuaba la numeración de otras colecciones anteriores, concretamente Happy Houlihan (1 y 2), Saddle Justice (3 al 8) y Saddle Romances (9 al 11), y así seguiría hasta el número 15, que daría paso al 5 y de ahí hasta el 22, que unificaría los dos títulos dedicados a la ciencia-ficción. Por lo tanto, la colección tiene dos números 12, dos 13, dos 14 y dos 15. Feldstein se encargaría asimismo de las primeras portadas, así como de los guiones, que ilustraron él mismo y otros como Jack Kamen o un primerizo Wally Wood, que maduraría su estilo hasta convertirse en uno de los mejores ilustradores de comics de ciencia ficción. Por su parte Harvey Kurtzman escribiría la mayoría de sus historietas.

Como veremos, Weird Science también será pionera en adaptar relatos de escritores como Ray Bradbury, que utilizaba la ciencia ficción como metáfora de problemas y situaciones contemporáneas, al igual que

Una de las mejore historias del libro, obra de Harvey Kurtzman

Weird Science que colará algunos guiones, en apariencia inofensivos, con los que criticará la sociedad norteamericana de la época. Cabe recordar que todas estas historietas tendrán un final shock, una resolución sorprendente e inesperada, una de las características de los cómics EC que la diferenciaban de la competencia. No siempre ganaban «los buenos». Es más, rara vez sucedía.

Weird Fantasy y Weird Science fueron las series que peores ventas tuvieron de todas las que conformaron el New Trend, pero su influencia fue innegable, pues el tratamiento que hacían de la ciencia ficción, más madura y alejada de la Space Opera representada hasta entonces por personajes como Flash Gordon o Buck Rogers, contribuyeron a enriquecer el género. También sembraron una profunda semilla en una generación de niños y adolescentes, entre los que estaban Joe Dante, Steven Spielberg o George Lucas.

Precisamente, el creador de Star Wars es uno de los encargados de abrir el primer volumen de Weir Science, recién editado por Diábolo ediciones, con un prólogo en el que narra la gran influencia que estos cómics tuvieron en su educación y en el trabajo que más tarde realizaría para el cine. El tomo contiene los números de Weird Science 12, 13, 14, 15, 5 y 6 y al igual que el anterior volumen, incluye todas las portadas al comienzo de cada comic book, así como propaganda de la época, correo del lector y relatos, todo en inmejorable calidad de papel.


Repasemos pormenorizadamente los contenidos del  Weird Science Vol. 1:

WEIRD SCIENCE 12 (1) Mayo-Junio 1950. Portada y guion: Al Feldstein: Un inmejorable comienzo con un cuaderno en el que predomina la fantasía, desmarcándose de platillos volantes, alienígenas o naves tripuladas al espacio y que incluye cuatro historietas escritas por Al Feldstein. La primera de ellas, Perdido en el microcosmos, (Lost in the Microcosm), dibujada por Kutzman, podría decirse que básicamente cuenta la misma historia que The Shrinking Man, Aka, The Incredible Shrinking Man de Richard Matheson, publicada en 1956 y que dio origen al año siguiente a la estupenda película El increíble hombre menguante (The Incredible Shrinking Man) de Jack Arnold, pero aún con un contenido ético y filosófico más marcado. Sueño mortal (Dream of Doom) cuenta con un Wally Wood todavía muy alejado de la perfección que alcanzaría en el dibujo y narra una pesadilla durante la cual los autores se permiten bromear y parodiar a sus compañeros dibujantes y al editor (¡Gill Baines!). Experimento… con la muerte (Experiment… in Death) cuenta con el arte de Jack Kamen que ilustra un relato sobre unos científicos que experimentan con la vida más allá de la muerte. Y finalmente, en «Cosas» del espacio exterior («Things» from Outher Space!), habrá seres de otro planeta infiltrados entre nosotros que tan solo se diferenciarán de los terrícolas por un pequeño detalle. Una ingeniosa historieta, ilustrada por el propio Feldstein, cuyo argumento recuerda vivamente uno de los episodios de la posterior serie televisiva The Twilight Zone, concretamente Will the Real Martian Please Stand Up? de la segunda temporada (1961),  escrito por Rod Serling. Además, el cuaderno cuenta con dos relatos escritos por Gardner Fox, escritor y guionista de cómics que creó personajes como Flash (con Harry Lampert) y el Hombre Halcón (con Dennis Neville), así como La Liga de la Justicia. En futuros números se mantendrán estas pequeñas narraciones, aunque sin acreditar autor.

WEIRD SCIENCE 13 (2) Julio-Agosto 1950. Portada y guion: Al Feldstein (excepto el indicado): En su primera historia, La invasión de los platillos volantes (Flying Saucer Invasion), Feldstein escribe y dibuja lo que casi es una crónica con todas las teorías sobre qué podrían ser los ovnis, de los que cada vez con mayor frecuencia se producían avistamientos, así de como el ejército decide ocultar, desmentir y dar explicaciones racionales a estos fenómenos. El monstruo del meteoro (The Meteor Monster) es una fantasía ilustrada por Wally Wood y Harry Harrison sobre un pequeño ser llegado de otro mundo que puede dominar la mente humana. Con La micro-raza (The Micro-Race!) Feldstein, con ilustraciones de Jack Kamen, narra una nueva historia protagonizada por un científico cuyas buenas intenciones no llegarán, precisamente, a buen puerto. Finalmente, El hombre que corrió contra el tiempo (…The Man Who Raced Time) de Harvey Kurtzman, es una estupenda paradoja espacio-temporal.

WEIRD SCIENCE 14 (3) Septiembre-Octubre 1950. Portada y guion: Al Feldstein: La destrucción de la Tierra (Destruction of the Earth!) es el primero de los muchos guiones de Feldstein, que también ilustra, que inciden en el riesgo de la mala praxis con la energía atómica. ¡Sonidos de otro mundo! (The Sounds from Another World) ¿sufren las plantas? El científico Henry Sonotown ha inventado un ingenio que parece demostrar que si o…  La historia, con dibujos de Harvey Kurtzman, posee un elemento humorístico que el ilustrador no dejaría de desarrollar y que culminaría más adelante como alma mater de Mad. La máquina que salió de la nada (Machine from Nowhere), que ilustra Harry Harrison, es quizás la más floja del cuaderno, con viajes en el tiempo y, nuevamente, holocaustos nucleares. Finalmente, El hombre eterno (The Eternal Man), con el siempre excelente Jack Kamen a los  lápices, es un relato sobre robots y vida eterna con un final sorprendentemente optimista. Con este número se inicia el Correo Cósmico, un punto de encuentro con los lectores realizado en tono humorístico y con el que la editorial tantea cual es el tipo de historieta que agrada más a su público. También, a partir de aquí el cómic comenzará a tener una estructura y un orden de artistas similar, abriendo Al Feldstein, seguido de Harvey Kurtzman, Wally Wood y finalmente, cerrando el cuadernillo, Jack Kamen.

WEIRD SCIENCE 15 (4) Noviembre-Diciembre 1950. Portada y guion: Al Feldstein (excepto el indicado): ¡Pánico! (Panic!) es una fantasía de Feldstein basada en la famosa emisión radiofónica de La guerra de los mundos que realizaron Orson Welles (aquí Carson Walls) y su equipo y que tanto pánico despertó en la población, aunque con un sorprendente giro final. El niño radioactivo (The Radioactive Child) de Kurtzman narra, con su habitual humor, un accidente nuclear que afectará a un matrimonio de pescadores y a su futuro hijo, que a resultas de ello desarrollará un intelecto que el dictador de un pequeño país pretenderá utilizar para llevar a cabo sus pérfidos planes. Casa…¡con tiempo! (House, in Time!) es uno de lo escasos comics que Graham Ingels ilustró para Weir Science. Experimentos espacio-temporales con final desolador. Y para terminar, He creado un…¡Gargantúa! (I Created a… Gargantua!), que ilustrado por Jack Kamen ilustra sobre lo peligroso que puede ser presentarse como conejillo de indias para un experimento de crecimiento. Bert I. Gordon rodaría siete años más tarde The Amazing Colossal Man, en la que su protagonista pasa por idénticas circunstancias.

WEIRD SCIENCE 5  Enero-Febrero 1951. Portada y guion: Al Feldstein (excepto el indicado): La novia del futuro (Made of the future!) de Feldstein es una historia protagonizada por un solitario que, de visita al Rockefeller Center efectuará un viaje al futuro del que retornará con un bello y práctico souvenir… Retorno (Return), ilustrado por Wally Wood con guion de Felstein y Bill Gaines es una fantasía futurista de retorno a la Tierra tras un holocausto nuclear. La última guerra del mundo (The Last War on Earth) de Harvey Kurtzman incide en los peligros de las armas nucleares, mientras que El hombre que murió…¡A tiempo! (The Man Who Was… Killed in Time!), ilustrado por Jack Kamen, es otra ingeniosa paradoja temporal. Con este número, Weird Science iniciará su nueva numeración.

WEIRD SCIENCE 6  Marzo-Abril 1951. Portada y guion: Al Feldstein (excepto el indicado): El último cuadernillo de este primer tomo de Weird Science de Diábolo Ediciones se abre con El engendro de Venus (Spawn of Venus) historieta ilustrada por Al Feldstein que tiene la particularidad de tener como villano a una masa devoradora similar, y volvemos al cine y la retroalimentación entre 7º y 9º arte, a la masa púrpura que protagonizó, ocho años más tarde, The Blob (Irvin S. Yeaworth Jr.). ¡Hombre y superhombre! de Kurtzman está protagonizada por dos cuñados, uno científico y enclenque y otro un culturista cerebro de chorlito que, mediante un experimento, aumentará la masa de su cuerpo y lo que sucede a continuación no se lo creerán. ¡El hundimiento del Titanic! (Sinking of the Titanic!) ilustrado por Wally Wood y que, por fortuna, no tiene nada que ver con el film de Cameron. Es una nueva paradoja temporal cuyo final, en este caso, se ve venir. Eso sí, se nota en algunas de sus viñetas la influencia de Will Eisner, para cuyo estudio también trabajó, concretamente se detecta fácilmente en las viñetas 1 y 2 de la segunda página. Y para cerrar el sexto cuaderno y el tomo, de nuevo  Kamen con ¡Divide y vencerás! (Divide and Conquer) historieta protagonizada por un científico que se venga de su joven e infiel esposa con un experimento de lo más curioso.


Una vez finalizado el tomo, uno se maravilla de la gran capacidad de trabajo de estos incansables artistas y de la imaginación e ingenio derrochado en estas historietas, pequeñas obras maestras entre las cuales no hay ninguna de relleno y que como hemos podido ver han influido en varias de las más famosas cintas de ciencia-ficción de los cincuenta. Finales sorprendentes, contenidos variados, contacto con los lectores, dibujos atractivos… EC era diferente, y su éxito influyó también en otras editoriales de cómics pero, como ellos bien advierten en el Correo Cósmico del sexto número, no todos habían sido bendecidos con tal confluencia de talento: «Recordad, buscad los AUTÉNTICOS cómics de ciencia ficción, WEIRD SCIENCE y WEIRD FANTASY. Las imitaciones que están apareciendo en el mercado no se pueden comparar. ¡Si habéis comprado alguno ya lo sabréis!«.

Novedades Diábolo Ediciones: Noviembre 2021

20 noviembre 2021 Deja un comentario

Diábolo llega en noviembre con tres interesantes novedades: El octavo tomo de la Biblioteca de Cómics de Terror de los años 50, en esta ocasión un monográfico dedicado enteramente a uno de los dibujantes pre-code más influyentes, El que roba a los muertos y otras historias de Lou Cameron; También, por primera vez en España, Melvin Monster de John Stanley con sus hilarantes y crueles historietas creadas en los años sesenta reunidas en tomos a todo color del que se presenta el primero; y finalmente Lo que se oye desde una silla del Prado y otras historias inquietantes de Pedro Antonio de Alarcón, una nueva entrega, la quinta, de la Colección Fantasmas. 

MAS INFORMACIÓN:

Diario de Serendipia en Sitges 2021: Remontando la pandemia. Octava cápsula

19 noviembre 2021 Deja un comentario

Sin llegar a convencer del todo a Serendipia, que en cuestiones de los años sesenta y su iconografía pop es muy exigente, ese día vería una de las películas que más le gustó y que será, sin lugar a duda, uno de los bombazos de estas Navidades, pero también otras como Agnes de Mickey Reece, The Blazing World de Carlson Young y Here Before de la irlandesa Stacey Gregg.

Fotos: Serendipia

Última noche en el Soho (Edgar Wright, 2021) es una delicia que, sin duda, será una de las bombas de estas fiestas. La gran mayoría de medios han situado la acción en el Londres del Swinging London, lo que es un error, pues si bien se desarrolla en aquella época, refleja otro tipo de ambiente nocturno, muy alejado del brillo kaleidoscópico y Pop-Art que tanto idolatran sus protagonistas Eloise (Thomasin McKenzie) y Sandie (Anya Taylor-Joy), la fantasmal presencia del pasado que, al igual que Eloise, fue a Londres buscando brillo y encontró sombras. Mediante la fantasmal presencia de Sandie será como Eloise aprenderá que no puede idealizar el pasado dejándose cegar tan solo por su resplandor, pues tras él conviven las tinieblas. El Londres que muestra el film es un fiel reflejo del original, que tuvo en el Soho uno de sus epicentros, con locales como el Marquee, Ronnie Scott’s y Flamingo (cuya marquesina se ve fugazmente), frecuentados por los Mods con sus brillantes Scooters y los grupos que, más tarde, formarían parte de todo aquel universo, bastante comercial y ya cercano al mainstream, que dio en llamarse Swinging London. Un universo que convivía con el de cabarets y locales de mala nota que protagoniza Última noche en el Soho, frecuentados por prostitutas, clientes con sus chulos,  repletos de vicio y sueños rotos y en los que los ecos del Pop-Art y de ese Londres joven y moderno estaban totalmente ausentes. De ahí que la banda sonora se nutra, principalmente, de canciones standards de la época pero musicalmente mainstream (Cilla Black, Dusty Springfield o Sandie Shaw), dejando a los grandes grupos como The Kinks o The Who de fondo, como la música de la idealizada época que escucha la protagonista en sus modernos auriculares. Dejando aparte este error, del que no es culpable el director, sino la costumbre de algunos periodistas de repetir como loros lo que leen, Última noche en el Soho es una película impecablemente ambientada y muy bien narrada. Una fantasía situada entre dos épocas que terminarán mezclándose. Plena de intriga, horror, sordidez, bajos fondos, denuncia social y también  glamour, mucho glamour personalizado en la estupenda Anya Taylor-Joy, que se atreve incluso a interpretar una sobrecogedora versión de Downtown, el éxito de Petula Clark.

Edgar Wright, viejo conocido del aficionado gracias a estupendas comedias como Zombies Party (2004) y Bienvenidos al fin del mundo (The World’s End, 2013), o la más reciente, Baby Driver (2017), ha tenido el detalle de contar con dos de las estrellas originales de aquel Swinging London de los sesenta, los actores Terence Stamp y Diana Rigg, recientemente fallecida y que como la agente Emma Peel revolucionó, entre 1965 y 1968, el mundo de la televisión junto a Patrick Macnee con la serie Los Vengadores (The Avengers).  A ella ha dedicado Edgar Wright el que es el último trabajo de la actriz,  que con su papel en Última noche en el Soho, se despide por todo lo alto.

Por cierto, gracias a la banda sonora del filme, muchos se enteraron (y se enterarán) de que Eloise, el gran (y casi único) éxito del fallecido cantante Tino Casal, era un versión de un tema popularizado por el olvidado Barry Ryan.

A continuación Serendipia deseaba haber visto We Need to do Something (Sean King O’Grady, 2021), pero, por lo que ya a estas alturas se pueden suponer, no fue posible, así que nos tomamos un merecido respiro y después… ¿Qué sería de Serendipia sin Noves Visions? Pues de cabeza al Tramontana para ver Agnes de Mickey Reece, cineasta independiente con base en Oklahoma City que ha dirigido más de veinte películas en la última década, esta su última obra concluida se anunciaba como película con monjas poseídas, sacrílego subgénero que agrada y reconforta mucho a Serendipia. Y lo que nos encontramos fue una cinta en la que una monja deberá ser exorcizada por un cura acusado de pederastia y un neófito, no ordenado todavía, como ayudante. Como no resulta eficaz su práctica, habrá de hacerse un segundo exorcismo para el que acudirán a un mediático sanador que la iglesia no reconoce como propio. Pese a lo espectacular de sus modos, también fracasará y todo acaba en un festival guiñolesco. Una trama con gotas de comedia que, de forma desconcertante gira radicalmente, tras un marcado intermedio, convirtiéndose en otra película. Y en una película muy extraña que supondrá una original reflexión sobre la crisis de fe. Extravagante e inusitada, dejó al público perplejo sin saber muy bien cómo debía posicionarse ante lo visto. Pero es indudable que hay algo que Reece pone en juego: la ausencia de respuestas definitivas. Como también hay que admitir que esta aproximación al subgénero de monjas poseídas supone un punto de vista rompedor que desancora los tópicos.

La extrañeza siguió flotando en el ambiente del Tramontana con la inclasificable The Blazing World (Carlson Young, 2021), perteneciente a la sección Oficial Fantàstic Competició y que, en realidad, sí supone una nueva visión de lo fantástico. Basado libremente en uno de los títulos fundacionales de la ciencia-ficción, de idéntico nombre (casi), escrito por Margaret Cavendish, la única obra conocida de ficción utópica escrita por una mujer en el siglo XVII, el mundo abrasador de Carlson Young, se erige como una creación visual rabiosamente personal  que hizo evocar a Serendipia aquel The Love Witch (2016) de Anna Biller, no porque guarden relación temática o estilística alguna, sino porque en ambos casos nos encontramos ante la creación de un imaginario propio pintado desde la inspección de la mirada femenina sobre lo fantástico. La propia directora interpreta al personaje central, Margaret, que no ha podido olvidar el recuerdo de ver a su hermana ahogarse mientras sus padres tenían una brutal discusión. Recuerdo imborrable que la irá arrinconando, en el cuadrilátero de la vida, en la esquina de la locura y el suicidio en tentativa. Young podría haber elegido otro género para dar salida a este viaje por el duelo no resuelto, pero ha escogido el más querido para el público de Sitges y lo ha hecho de tal modo que, cuanto más se adentra su película en lo simbólico, en lo onírico, en lo fantástico, más esplendorosa luce, auspiciada como está por la mirada acuosa del gran Udo Kier. Una obertura de corte operístico da inicio a un desbordado relato que nunca (casi) elude el exceso, así, desde el minuto cero, sabremos que estamos ante una obra nacida de la osadía del primerizo que no impactará a todos por igual, ni llegara de la misma manera a cada cual. La crítica americana la recibió con uñas afiladas, el jurado del festival de esta edición, en cambio, lo haría con los brazos abiertos como podremos comprobar cuando comentemos el palmarés. El descaro con el que Young aborda este su primer trabajo no deja indiferente, pero los que logren conectar con la propuesta serán fascinados. La directora no parte de cero, este largo continúa al anterior trabajo en corto, y el cambio de metraje hace titubear al relato en el cuarto inicial que continúa al preludio, pero ya desde el segundo acto encontrará su tono y se enfilará sin  mirar atrás en una espiral que es guiada por su propia pretensión. Algunos la tildaron de inverosímil, cuando, en realidad, es una de las obras más coherentes consigo mismas que hemos podido ver en un debut. Como guionista, como directora y como actriz  principal, Young pone la directa y nos deja caer en un submundo, el de los terrores y dolores de la protagonista, que parece trenzado con los materiales del carrolliano país de las maravillas, porque cuando la cinta despega lo hace a modo de cuento de hadas pasado por la psicodelia más desenfrenada. Cielos rosas, cuartos fluorescentes, neblina verde y muchos colores vibrantes acompañan nuestra travesía hasta la catarsis del reencuentro y el final feliz, guiados por Udo Kier como maestro de ceremonias, un Virgilio enigmático que es en sí mismo epítome de la desmesura de la novel autora. No todo es bueno en The Blazing World, su escaso presupuesto se hace notar en la tosca factura de algunos de sus efectos y la directora no repara en regar la cinta con abundancia de ellos, cosa que puede llegar a sacarnos de la historia, pero hay una fuerza especial en esta inexperiencia audaz que le hace las veces de red que impide su precipitación al vacío. La fuerza creativa de Young, además, cuenta como respaldo con el acendrado trabajo de diseño de arte de Rodney Becker y el sabio pulso en la fotografía de Shane F. Kelly.

The Blazing World es una ocurrencia con todas las connotaciones positivas y negativas que pueda tener el término, pero es una ingeniosidad con un marcado sabor de promesa. Solo el tiempo lo dirá.

Nos despediríamos de la jornada con Here Before (2021) de la irlandesa Stacey Gregg, quien, tras diez años de experiencia en televisión, debuta en cine con otro acercamiento a la resolución del duelo, al drama de la pérdida de una hija de corta edad, narrado en clave de thriller psicológico. Andrea Riseborough, la impasible asesina protagonista de Possessor (2020, Brandon Cronemberg), interpretará aquí, con su habitual solvencia, a Laura, una ama de casa de sonrisa nostálgica que está afrontando con su mejor disposición la muerte en accidente de tráfico de su pequeña. Los días se han ido doblegando a su firme voluntad y mantiene una vida apacible junto a su esposo y su hijo mayor, pero la llegada de nuevos vecinos pondrá a prueba su resistencia. Laura observa con estupor a Megan, la hija de los recién llegados, una niña de diez años con un parecido más que razonable a su propia infante. La conducta de Megan, además, alimenta su sugestión, nueva en el barrio, parece recordar situaciones y objetos referidos a la desaparecida. Here Before juega a la ambivalencia, la figuración sobrenatural planea como un murmullo sobre la trama, pero sin presentarla nunca como hipótesis principal, lo enigmático podría ser solo una proyección de los frustrados deseos de la protagonista. El relato reservará muchas sorpresas y giros al espectador más allá de esa naciente creencia y obsesión de la madre. Con la lluviosa ciudad de Belfast como telón de fondo, la bien construida intriga juega al despiste y Gregg sabe muy bien cuándo introducir el viraje definitivo que asombrará, casi desencantará, al público al devolverlo a la cruda realidad y a las explicaciones humanas, demasiado humanas. Si no excelente, sí es un debut notable, una opera prima que sabe navegar en el suspense y dejar por momentos la expectativa de lo fantástico como explicación, sin duda esto es lo que ha motivado su inclusión en la competición oficial de esta edición. De nuevo nos movemos por las orillas del género y de nuevo insinuamos que la delimitación del fantástico y del terror es una materia apasionante.

Y ya Serendipia inicia la recta final de un festival que todavía le tenía reservadas varias sorpresas, pero antes les dejamos con el penúltimo video-montaje de nuestro amigo Quim Crusellas, que tras una divertida introducción, les dará oportunidad de sumergirse en los entresijos del festival, incluida algunas imágenes de la presentación de El aullido del diablo, en la que pueden ver al que esto les está contando junto a Ángel Sala y Sergio Molina. Todo lo cual fue un lujo para Serendipia.

Categorías: Sitges Film Festival

En Navidad vuelven ‘Los Bingueros’ en Blu-ray gracias a Ediciones 79

19 noviembre 2021 Deja un comentario
Ediciones 79 tiene más sorpresa para el aficionado y coleccionista del mejor cine español. En esta ocasión van a editar por primera vez en HD una de las grandes joyas de la comedia española y quizás la película más famosa del destape: Los Bingueros (1979) de Mariano Ozores, con la pareja cómica compuesta por Fernando Esteso y Andrés Pajares y la participación de África Pratt, Rafael Alonso, Norma Duval, Isabel Luque y el imprescindible Antonio Ozores.
La edición contará con más de 2 horas de extras exclusivos, slipcover limitado y numerado e incluso un cartón de bingo muy especial. Muy pronto os daremos los detalles.
¡Pero quien mejor que el gran Fernando Esteso para dar la noticia!:

Miguel Ángel Vivas finaliza el rodaje de «Asedio» protagonizada por Natalia de Molina

19 noviembre 2021 Deja un comentario

El pasado 11 de octubre comenzó en Madrid el rodaje de Asedio, la nueva película del director Miguel Ángel Vivas, producida por Enrique López Lavigne para Apache Films, en asociación con Sony Pictures International Productions.

Tras rodar Tu hijo, película producida también por Apache Films y protagonizada por José Coronado, quien recibió una Nominación al Goya al Mejor Actor por la misma, y la serie de televisión Vis a Vis, convertida en un fenómeno internacional, Miguel Ángel Vivas se sumerge con Asedio en la historia de Dani, una mujer que quiere sobrevivir en un entorno de hombres, para lo cual tiene que ser más hombre que los demás, sumergida en un submundo desconocido en el que el abandono del Estado ha creado una realidad paralela, al margen de la ley. A partir de una idea original de Miguel Ángel Vivas y José Rodrigo e inspirada en hechos reales, Marta Medina (guionista y crítica cinematográfica) se encarga del guión de Asedio.

La ganadora de dos Premios Goya, y otras tres veces nominada, Natalia de Molina se mete en la piel de Dani. La acompañan Bella Agossou (‘Adú’, ‘El Cuaderno de Sara’), el debutante Oscar Eribo, y los actores Francisco Reyes, Fran Cantos, Chani Martin, Jorge Kent, Efraín Rodríguez, Lucas Nabor, Federico Pérez Rey, Luis Hacha, Fernando Valdivielso, Karlos Aurrekoetxea Alejandro Casaseca.

 

Sinopsis

Cuando en un desahucio Dani se ve envuelta en una trama de corrupción policial, se da cuenta de que su única ayuda es Nasha, la inmigrante ilegal a la que acaba de echar de casa, y su hijo Little. Ambas mujeres deberán unir sus fuerzas a la vez para paliar sus diferencias haciendo frente a un sistema corrupto mientras son asediadas en el edificio que la policía ha venido a desalojar. Así, mientras tratan de sobrevivir, deberán replantearse quiénes son y quienes les gustaría ser en realidad.

“Asedio” es una producción de Apache Films con la participación de RTVE y Prime Video, en asociación con Sony Pictures International Productions y coproducida por México City Project (México), cuyo estreno en salas de cine de toda España está previsto para el próximo año 2022 de la mano de Sony Pictures Entertainment IberiaTras su paso por salas de cine, la película estará disponible en Prime Video.

El 22 de diciembre llega a los cines ‘Silent Night’

19 noviembre 2021 Deja un comentario

Ya está disponible el póster español de Silent Night, la película navideña de tono apocalíptico y humor negro, protagonizada por Keira Knightley (Rompiendo las normasDescifrando enigma), Matthew Goode (Downton AbbeySecretos de estado), Lily-Rose Depp (The KingLa bailarina) y Roman Griffin (Jojo Rabit) entre otros.

Tras su premiere mundial en Toronto (TIFF) y haber pasado por algunos de los festivales fantásticos más importantes de la industria (Fantastic Fest – Austin -, Festival de Sitges – donde obtuvo el Premio al Mejor Guion y el Gran Premio del Público-), Silent Night llegará a los cines españoles el 22 de diciembre de la mano de Vértice Cine.

SINOPSIS 

Mientras el mundo se enfrenta al apocalipsis, un grupo de viejos amigos se reúne para celebrar la Navidad en una idílica casa de campo en Reino Unido.

Incomodados por la idea de la inevitable destrucción de la humanidad, deciden afrontar la situación con tranquilidad, abriendo otra botella de Prosecco y continuando con la celebración… Pero, por mucho que quieran fingir normalidad, tarde o temprano, tendrán que hacer frente a la idea de que es su última noche.

SOBRE LA PELÍCULA 

Silent Night es la opera prima de Camille Griffin quien anteriormente había dirigido siete cortometrajes. Aquí además de dirigir, Camille también se ha ocupado del guion. 

La producción es obra de Matthew Vaughn (Kingsman: El círculo de oroRocketman)

La película se terminó de filmar en Reino Unido justo antes del primer confinamiento por el COVID-19. En septiembre de 2020, con la grabación de los últimos planos, se completó la producción.

Categorías: TRAILERS RECOMENDADOS

Finaliza el rodaje de ‘La desconocida’, la nueva película de Pablo Maqueda

19 noviembre 2021 Deja un comentario

Ha finalizado el rodaje de La desconocidael segundo largometraje de Pablo Maqueda (Dear Werner. Walking on cinema, 2020). Basada en la exitosa obra de teatro Grooming, del Premio Nacional Paco Bezerra, cuenta con guion del propio Maqueda, Haizea G. Viana y Paco Bezerra.

Laia Manzanares en un momento de la trama ©Daniel Mayrit

La película está protagonizada por Laia Manzanares (El reino), Manolo Solo, ganador del Goya al mejor actor de reparto por Tarde para la ira y Eva Llorach, ganadora del Goya a la mejor actriz revelación por Quién te cantará, y cuenta con la colaboración especial de Blanca Parés (Julieta). El rodaje  se llevó a cabo en octubre y noviembre en diferentes localizaciones de Madrid y Albacete.Para el director, Pablo Maqueda, “el rodaje de esta película ha sido una de las experiencias más intensas y enriquecedoras de mi vida, no sólo a nivel profesional sino personal. He aprendido muchísimo de Laia y Manolo y de cada uno de los técnicos y técnicas de la película. Trabajar mano a mano con el director de fotografía Santiago Racaj ha sido un regalo, y tengo muchas ganas de sentarme con la montadora Marta Velasco y comenzar a dar forma a esta historia que espero que no deje indiferente a nadie”.El proyecto fue premiado en el Mercado Audiovisual de Cine Independiente Abycine Lanza del festival de cine Abycine 2019, uno de los referentes de la industria audiovisual española para la presentación de nuevos proyectos. La desconocida es una producción de Fórmula Cine A.I.E. y ELAMEDIA y cuenta con el apoyo del Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales- ICAA, Comunidad y Ayuntamiento de Madrid, Fundación IMPULSA Castilla La Mancha y la ECAM y con la participación de Telemadrid y Castilla La Mancha Media TV. La películas será distribuida en cines por Filmax. SinopsisCarolina (Laia Manzanares) es una joven ingenua y encantadora que conoce a Leo (Manolo Solo) a través de un chat. Él es un hombre adulto que se ha hecho pasar por un chico de 16 años y engañándola, ha conseguido quedar con ella en un apartado parque de la ciudad. Pero a medida que Leo conoce a Carolina empieza a sospechar que quizá ella no es tan inocente e inofensiva como aparenta.

Manolo Solo interpreta a Leo ©Daniel Mayrit

Pablo Maqueda (Madrid, 1985) Cineasta y productor. Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad Complutense de Madrid. Ha producido más de 25 largometrajes estrenados online, incluyendo trabajos de Chema García Ibarra, Manuel Bartual o Marçal Fores. En 2020 estrena el documental Dear Werner (Walking on cinema), nominado al Premio Feroz, colaborando en la película con el cineasta Werner Herzog. En 2021 dirige La desconocida, su segundo largometraje, un thriller adaptación al cine de la obra teatral Grooming del Premio Nacional Paco Bezerra, protagonizado por Laia Manzanares y Manolo Solo.

VAMOS DE ESTRENO * Viernes 19 de noviembre de 2021 *

19 noviembre 2021 Deja un comentario

ÚLTIMA NOCHE EN EL SOHO (Last Night in Soho, Edgar Wright, 2021)

UK/USA. Duración: 118 min. Guion: Krysty Wilson-Cairns, Edgar Wright Música: Steven Price Fotografía: Chung Chung-hoon Productora: Complete Fiction, Focus Features, Film4 Productions, Working Title Films Género: Thriller Fantástico

Reparto: Thomasin McKenzie, Anya Taylor-Joy, Matt Smith, Terence Stamp, Diana Rigg, Rita Tushingham, Synnove Karlsen, Joakim Skarli, Andrew Bicknell, Colin Mace, Michael Ajao, Will Rogers, Will Rowlands

Sinopsis: Thriller psicológico sobre una joven apasionada por la moda que misteriosamente puede entrar en la década de 1960, donde se encuentra con su ídolo, un atractivo aspirante a cantante. Pero el Londres de los sesenta no es lo que parece, y el tiempo comenzará a desmoronarse con sombrías consecuencias.

Última noche en el Soho (Edgar Wright, 2021) es una delicia que, sin duda, será una de las bombas de estas fiestas. La gran mayoría de medios han situado la acción en el Londres del Swinging London, lo que es un error, pues si bien se desarrolla en aquella época, refleja otro tipo de ambiente nocturno, muy alejado del brillo kaleidoscópico y Pop-Art que tanto idolatran sus protagonistas Eloise (Thomasin McKenzie) y Sandie (Anya Taylor-Joy), la fantasmal presencia del pasado que, al igual que Eloise, fue a Londres buscando brillo y encontró sombras. Mediante la fantasmal presencia de Sandie será como Eloise aprenderá que no puede idealizar el pasado dejándose cegar tan solo por su resplandor, pues tras él conviven las tinieblas. El Londres que muestra el film es un fiel reflejo del original, que tuvo en el Soho uno de sus epicentros, con locales como el Marquee, Ronnie Scott’s y Flamingo (cuya marquesina se ve fugazmente), frecuentados por los Mods con sus brillantes Scooters y los grupos que, más tarde, formarían parte de todo aquel universo, bastante comercial y ya cercano al mainstream, que dio en llamarse Swinging London. Un universo que convivía con el de cabarets y locales de mala nota que protagoniza Última noche en el Soho, frecuentados por prostitutas, clientes con sus chulos,  repletos de vicio y sueños rotos y en los que los ecos del Pop-Art y de ese Londres joven y moderno estaban totalmente ausentes. De ahí que la banda sonora se nutra, principalmente, de canciones standards de la época pero musicalmente mainstream (Cilla Black, Dusty Springfield o Sandie Shaw), dejando a los grandes grupos como The Kinks o The Who de fondo, como la música de la idealizada época que escucha la protagonista en sus modernos auriculares. Dejando aparte este error, del que no es culpable el director, sino la costumbre de algunos periodistas de repetir como loros lo que leen, Última noche en el Soho es una película impecablemente ambientada y muy bien narrada. Una fantasía situada entre dos épocas que terminarán mezclándose. Plena de intriga, horror, sordidez, bajos fondos, denuncia social y también  glamour, mucho glamour personalizado en la estupenda Anya Taylor-Joy, que se atreve incluso a interpretar una sobrecogedora versión de Downtown, el éxito de Petula Clark.

Edgar Wright, viejo conocido del aficionado gracias a estupendas comedias como Zombies Party (2004) y Bienvenidos al fin del mundo (The World’s End, 2013), o la más reciente, Baby Driver (2017), ha tenido el detalle de contar con dos de las estrellas originales de aquel Swinging London de los sesenta, los actores Terence Stamp y Diana Rigg, recientemente fallecida y que como la agente Emma Peel revolucionó, entre 1965 y 1968, el mundo de la televisión junto a Patrick Macnee con la serie Los Vengadores (The Avengers).  A ella ha dedicado Edgar Wright el que es el último trabajo de la actriz,  que con su papel en Última noche en el Soho, se despide por todo lo alto.

La película, quizás la mayor sorpresa cinematográfica que ha deparado este 2021, llega a los cines españoles tras su paso por el Festival Internacional de Cine de Venecia, el Festival de Cine de Sitges, y tras haber ganado el premio del público al mejor largometraje en la Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián.

 

Categorías: VAMOS DE ESTRENO

Diario de Serendipia en Sitges 2021: Remontando la pandemia. Séptima cápsula

18 noviembre 2021 Deja un comentario

Una nueva jornada en la que el cansancio comienza a hacer mella en Serendipia. Las películas se van editando en duración y sus argumentos mezclándose debido al sueño y las breves cabezaditas que van produciéndose… Pero afortunadamente encontramos un momento para cargar las baterías dando un paseo por la costa y visitando la King Kong Area:

Fotos: Serendipia

INCISO

KING-KONG AREA / COLECCIÓN FANTATERROR  (Ediciones Setanta-Nou)

A la zona de tiendas que hay en la linea de costa, se les ha añadido otra de actividades y bares que consiguen empalmar con la zona de tracker food, consiguiendo un paseo temático y en cierto modo un oasis entre cines que tuvo gran afluencia de público. Nuestra intención primera, eso sí, era poder ir a nuestro establecimiento preferido del festival, El Setanta-Nou, lugar de parada obligatoria para todo asistente y fan del cine de terror, pues allí podrá comprar a un precio sin competencia, lo mejor del cine fantástico y de terror en formato DVD y Blu-ray. Y ya habían llegado nuestros niños, bueno, nuestros en parte, pues Serendipia ha puesto su granito de arena para que salgan lo mejor posible, pues se trata de las primeras cuatro entregas de la Colección Fantaterror, bajo cuyo genérico nombre se reúne lo mejor del cine fantástico y de terror español en una necesaria iniciativa editada por el propio sello de la tienda, Ediciones Setanta-Nou. Cuatro titulazos cuyas ediciones especiales (con póster, libreto y slipcover) fueron las estrellas del festival: Pánico en el Transiberiano (Eugenio Martín, 1972), No profanar el sueño de los muertos (Jordi Grau, 1974), Ceremonia Sangrienta (Jordi Grau, 1973) y Misterio en la isla de los monstruos (Juan Piquer Simón, 1981). Cuidadas ediciones, con numerosos extras y con ánimo de continuidad, pues pendiente quedó El bosque del lobo (Pedro Olea, 1970) por falta de dos tempranos cortometrajes del director, El parque de juegos (1962) y Anabel (1963), ambos de temática fantástica, con los que Olea se graduó como director en la Escuela Oficial de Cinematografía (EOC) y que quedaron pendientes de servir por la Filmoteca Española. Además, durante la presentación de El aullido del diablo, Sergio Molina anunció parte de los nuevos once títulos de su padre con los que la colección proseguirá su andadura durante el próximo año. Así que se abre un 2022 interesante, seguro, para los amantes del cine de terror español y en particular los de Paul Naschy. También se presentaron, fuera de colección, dos estupendas ediciones en Blu-ray: una en formato doble dedicada a Elio Quiroga con No-Do (2009) y La hora fría (2006), y Amigo, la fenomenal opera prima de Óscar Martín, directores ambos presentes durante el festival, Óscar brevemente, pues partía hacia otro situado en los Cárpatos (no es broma) y Elio como jurado de la sección Noves Visions.

EXPOSICIÓN: LOS MUNDOS DE WALDEMAR DANINSKY

En un año dedicado a la bestia interior, con el hombre lobo en cabeza, no podía faltar un homenaje a nuestro licántropo particular y el más prolífico en el cine, Paul Naschy. Así, además de poder disfrutar en pantalla grande de El retorno del hombre lobo (Jacinto Molina, 1981), dentro de la retrospectiva dedicada a las películas del mito y con la actriz Silvia Aguilar como presentadora de lujo, se le sumó la exposición Los mundos de Waldemar Daninsky, comisariada por Diego López y que contó con material de su propia colección, así como perlas pertenecientes al propio Naschy, dentaduras, la katana original del film coproducido con Japón, La bestia y la espada mágica (Jacinto Molina, 1983) y guiones, entre ellos el santo grial, el manuscrito de Satanás contra el hombre lobo, que dio pie a La noche de Walpurgis (León Klimovsky, 1971). También había unas estupendas fotografías originales que muestran el proceso de maquillaje utilizado en La maldición de la bestia (Miguel Iglesias Bonns, 1975), realizadas por el artista Pierrot, publicadas en su revista, Vudú y aportadas por su biógrafo y autor del documental, Lentejuelas de sangre (2012), Eduardo Gión. Todo en una pequeña gran exposición de la que compartimos un video realizado y publicado por el canal de YouTube Los mundos de ENORM. Hemos intentado comunicarnos con su responsable para pedir permiso para hacerlo, pero de momento la búsqueda ha sido infructuosa. En todo caso, clicando en el nombre del canal, pueden acceder a muchas más entradas con un nexo común, el cine, especialmente fantástico y de animación: coleccionismo, figuras, muñecos, libros, cómic, VHS… , y todos esos objetos de los que se nutren nuestros sueños.

Pero después de este necesario inciso, vayamos a por más películas:

Y el día comienza con el madrugón habitual en la sesión despertador de l’Auditori, donde nos espera Antlers (Scott Cooper, 2021), una cinta que debe mucho al Festival de Sitges, como confesaba su guionista principal, y autor del cuento en el que se inspira el guion (y que puede leerse íntegro aquí, Nick Antosca (presente en esta edición por ser uno de los galardonados con el Premi Màquina del Temps): «es curioso, porque el proyecto de ‘Antlers’ nació aquí mismo [en el festival de Sitges de 2017] en el año que vino Guillermo del Toro. Yo vine como invitado para una masterclass a raíz del estreno de ‘Channel Zero’ y él presentaba ‘La forma del agua’. Yo soy un admirador de su trabajo y la sorpresa llegó cuando me dijo que quería trabajar conmigo. De ahí viene el hecho de que haya sido el productor de la película» (en la entrevista concedida a  eCartelera). Antosca es uno de los jóvenes valores del cine norteamericano (hasta ahora vinculado al audiovisual televisivo), para algunos al mismo nivel que Ari Aster o Jordan Peele gracias a su manejo de temáticas sobrenaturales contrapuestas con situaciones cotidianas y dramáticas. En The Quiet Boy, el cuento de partida, el escritor sigue la historia de Julia, una joven maestra de buenas intenciones, atrapada en la monotonía de un poblado en West Virginia quien, en su afán por ayudar al niño introvertido y desnutrido de su clase de cuarto año, termina por desatar una serie de sucesos violentos y atroces a manos de una fuerza sobrenatural que se alimenta del dolor. En su traslado al guion literario a esta trama principal se le sumaba la intención de anclar la historia la mitología de la tradición nativa americana y el espíritu diabólico ancestral del Wendigo. Folk Horror de raigambre norteamericana, ideada por un joven talento y producida por Guillermo del Toro, nada podía pintar mejor, sin embargo, el resultado no está a la altura de las expectativas: nos pareció bastante rutinaria y carente de ritmo, algo quizás achacable al cansancio acumulado por Serendipia, pero en sintonía con los comentarios que clamaba el murmullo de los espectadores. Es posible que la cinta se resienta del cambio de director a principios del rodaje y por los numerosos reshoots (retoques de filmación posteriores para mejorar lo insuficiente), con el consiguiente retraso de producción, pero lo cierto es que la versión final va falta de timón, no logra integrar las distintas capas de lo relatado, no consigue ensamblar bien el thriller psicológico de la maestra y el alumno introvertido con el terror sobrenatural de la maldición indígena. Pudiendo haber sido sugerente malbarata su atmósfera para convertirse en una monstermovie común y corriente. En todo caso pronto podrán comprobar por ustedes mismos si la cinta tiene carencias o fue Serendipia la que no estuvo atinada, pues tendrá estreno en cines el 19 de noviembre de la mano de Disney como Antlers: Criatura oscura.

A continuación deseábamos haber visto Offseason (Mickey Keating, 2021), pero la ya habitual escasez de tickets para medios en los, insistimos, pases de prensa abiertos al público, causó que se agotaran en escasos minutos haciendo que volviéramos a Tramontana y a la sección Noves Visions y tuviéramos que escoger una película que en principio nos inspiraba cierto rechazo, Mayday (Karen Cinorre, 2021). Nuevamente el azar jugó bien sus cartas, pues, sin ser un descubrimiento de primera, resultó ser todo un soplo de aire fresco y una oda a la libertad e igualdad en forma de cuento de hadas. En clave femenina y con elementos de Peter Pan y Alicia en el país de las maravillas, en Mayday el enemigo a combatir, inicialmente, serán  los hombres, a los cuales cual sirenas, el grupo de mujeres protagonista dirigirán hacia la perdición. Pero ese enfrentamiento, retratado como una guerra basada en el exterminio mutuo, no satisfará a la protagonista, Ana (Grace Van Patten) que, a pesar de que en principio ha encontrado fuerza en ese nuevo mundo, escogerá buscar su lugar luchando y compitiendo como una mujer, y no a la manera del hombre. Contada en clave fantástica, entre bélica y de aventuras, la película está protagonizada por un estupendo elenco femenino (ademas de Van Patten, Mia Goth, Soko, Juliette Lewis) y con ella ha debutado en el largometraje su directora y guionista, Karen Cinorre.

Más Noves Visions con Vampir (Branko Tomovic, 2021), una producción británica con un inicio similar al de Drácula (y por extensión a casi todas las historias vampíricas), con la llegada de un forastero a una pequeña población, en este caso situada en Serbia y en la actualidad, en la que su protagonista, un escritor inglés (interpretado por el propio director, productor y guionista del film), se instalará en busca de tranquilidad, aceptando un empleo como sepulturero que le dará opción a una vieja casa adyacente al cementerio. Allí se dará cuenta de que los habitantes, además de tener un folklore y unas costumbres un tanto bizarras, tienen un tono de piel de lo más pálido. Pero no se adelanten, pues la historia no irá por donde pueden imaginar, y ahí, además de en la angustiante claustrofobia que el personaje nos contagia , radica la originalidad de esta interesante opera prima. El bajo presupuesto de Vampir es obvio, pero también lo es la capacidad de Tomović para crear una atmósfera con escasos medios.

Para terminar el día, una nueva cita en Sitges con un viejo conocido del Festival, Fabrice du Welz, que presentaba Inexorable (2021) dentro de la sección Oficial Fantàstic Competició. Una historia de obsesiones y mentiras protagonizada por un escritor, Marcel Bellmer (Benoît Poelvoorde), en busca de inspiración, padre de una niña angelical y felizmente casado con la hija del editor que convirtió su novela, Inexorable, en un bestseller. Todo es luz y espacio abierto cuando arranca la cinta, la familia acaba de mudarse a la, recientemente heredada, finca del editor, una mansión noble en la pacífica campiña belga, hasta «estrenan» perro para la pequeña ahora que han abandonado la ciudad. Completamente idílico e impoluto. Pero pronto ese espacio ideal será invadido por un elemento discordante que tendrá tanto de seductor como de turbador: la joven Gloria (Alba Gaïa Bellugi), un personaje que resulta ser un perfecto cruce entre la Annie Wilkes de Misery (novela llevada al cine en 1990) y la Alexandra «Alex» Forrest de Atracción Fatal (1987), con suaves toques de la Peyton Flanders de La mano que mece la cuna (1992). En la secuencia de presentación de la misteriosa Gloria, du Welz emplea espacios urbanos, cerrados y nocturnos, una elección de puesta en escena que ya muestra las dos fuerzas antagónicas que van a cortocircuitarse en el filme, sin necesidad de explicar más de lo necesario sobre el origen o la razón que mueve a la joven. La colisión entre los dos mundos, en un primer momento, no podría ser menos amenazante, Gloria aparece en el jardín familiar acompañando al perro de la niña, que se había extraviado en un descuido. Un gesto servicial que permite a la joven introducirse en el universo burgués  como un engranaje indispensable para el buen funcionamiento de ese hogar. Lo de Gloria es una auténtica home invasion seductora, sensual, de hecho. Nada saben de la extraña, más allá de esa afabilidad y diligencia que la hacen querida y necesaria, pero ella sabe todo sobre sus antagonistas e incluso se hará con la información más oculta, que, con sus manejos, acabará desmantelando el equilibrio del hogar hasta su aniquilación absoluta y trágica. Sabremos lo justo para definírnosla, es una admiradora del autor, la más acérrima, una verdadera fan fatal, que busca hacerse central para reactivar el genio  creativo del novelista, convirtiéndose para ello en su fantasía erótica primordial. Se quiere musa y quiere serlo a través de la pulsión sexual y la total posesión, aun en el caso de que ello conduzca a la muerte del artista y de ella misma. Nuevamente, pues, du Welz, se adentra en una radiografía de la pasión desmesurada, lo hace esta vez bajo el envoltorio del suspense, del thriller de personaje a la guisa en que tanto nos ofreció en los últimos ochentas, primeros noventas. Pero el belga usa los tópicos del género y los modos hollywoodienses con una impronta personal que, en el fondo, dinamita las estructuras morales del mismo en las producciones mainstream. Porque no hay una línea divisoria que separe a los personajes positivos de los negativos, puede que Gloria sea el lobo, pero en su intención podría estar el deseo de subvertir el darwinismo social que impide el flujo de una clase a otra. Lo que está claro es que los Bellmer del mundo no son ovejas, su ansia de control y poder es incisiva, por eso basta con rascar un poco la superficie de su aparente orden para descubrir su realidad disfuncional. En Inexorable nada nos mueve a la empatía, no es una pieza para el gran público, a pesar de ser una de las obras más convencionales del belga. No será la mejor de su filmografía, pero maneja bien la tensión y, sobre todo, tiene carácter.

¿Qué más podríamos decir? Quizás señalar que el elemento fantástico brilla por su ausencia y, en cuanto al terror, sólo se acerca a él en la medida en que lo fatídico y lo funesto son fuentes de trauma y angustia (tres términos que la teoría psicoanalítica ve concomitantes). Nos moveríamos, pues, en las arenas movedizas de lo limítrofe. Sólo lo apuntamos. ¡No hemos venido aquí para hablar de los límites del fantástico!

Y para finalizar inmejorablemente la jornada, nada mejor que una buena mesa compartida con amigos. En este caso Serendipia disfrutó de la compañía de su viejo amigo José Miguel Rodríguez, responsable del blog Dioses y Monstruos y uno de los fundadores de la recordada editorial Tyrannosaurus Books.

 

 

Diario de Serendipia en Sitges 2021: Remontando la pandemia. Sexta cápsula

15 noviembre 2021 Deja un comentario

Una jornada muy especial para Serendipia, pues además de tres interesantes películas, presentábamos, junto a Sergio Molina y Ángel Sala, nuestra propuesta para Seven Chances, El aullido del diablo (1988), la película maldita por antonomasia de Paul Naschy que, recuperada por el sello norteamericano Mondo Macabro, por fin se puede disfrutar en las mejores condiciones en formato blu-ray. Pero no era cuestión de desaprovechar la ocasión de que el público de Sitges y Serendipia disfrutáramos el film desde la pantalla del cine Prado, ideal para el goce cinéfilo de los sentidos, en la que fue toda una experiencia maravillosa.

Foto: Serendipia

Martes, sexto día de festival y de cabeza a l’Auditori para inaugurar una nueva jornada que se inicia bien pronto, a las 8.15 horas, en la que nos espera Tres, primer y esperado largo dirigido por el barcelonés Juanjo Giménez Peña, que con su cortometraje Timecode (2016) se llevó un buen puñado de premios, llegando a estar nominado al Oscar. Con Tres, el director vuelve a proponer un ingenioso argumento, protagonizado por una actriz de doblaje (estupendamente interpretada por Marta Nieto) que un día se dará cuenta que esta fuera de sincronía, primero y por diversos motivos, de manera personal y en su relación con los demás, y más tarde esta falta de sincronía afectará a su propia voz, que llegará con un retardo cada vez mayor, pues su cerebro ha comenzado a procesar el sonido más tarde que las imágenes. Tres, no deja de ser una metáfora en clave fantástica sobre la incomunicación. Y todo ello lo consigue el director mediante una original historia de cine dentro del cine perfectamente hilvanada que conseguirá angustiar al espectador y en la que el sonido es fundamental, sobre todo en su último tramo, en el que aprenderemos a apreciar esos sonidos ambientales tan bellos y que tan poco nos detenemos a escuchar. Sobre la génesis de la obra, el director explicó durante la rueda de prensa que para él “la vida tiene banda sonora y yo soy un apasionado del sonido”. También ha añadido respecto al género: “Me siento muy a gusto en el cine fantástico, mi próximo largo también lo será”. Una película como Tres requiere de actores que hagan creíble esta historia al espectador, y el director ha contado con los intérpretes ideales, pues además de con la mencionada Marta Nieto, que según declaró, “es el papel más difícil que he hecho nunca” y cuya desolada mirada refleja la desesperación vital por la que atraviesa su personaje, cuenta con un convincente Miki Esparbé. Tres elevó el nivel de calidad del cine español participante en esta edición del festival.

A continuación deseábamos ir al pase de prensa de The Innocents (De uskyldige, Eskil Vogt, 2021) en l’Auditori, pero ante la imposibilidad de poderlo hacer, pues los pases reservados se terminaron misteriosamente en segundos, tuvimos que improvisar un cambio de planes que nos llevó a… lo han adivinado: Noves Visions en la Sala Tramuntana. Así, tuvimos ocasión de ver A Nuvem Rosa (Iuli Gerbase, 2021), una producción brasileña escrita en 2017 y realizada durante 2019 que vaticinaba el confinamiento que sufriríamos en 2020. En la película, una nube tóxica de color rosa es la causante de que la población mundial deba encerrarse en casa, centrándose la historia en situaciones que, por desgracia, resultarán familiares para el espectador y en la que, el contacto con el exterior y los pedidos de todo tipo de víveres y electrodomésticos, se realizará mediante «el tubo». Lo demás, ya se lo pueden imaginar: relaciones difíciles después de largo tiempo confinados, familias separadas, comunicación por redes sociales y mensajería por internet… todo está muy bien llevado por la directora en su debut que incluso ha sabido añadir unas gotas de humor a la trama haciéndola así más incisiva si cabe. No salimos ganado con el cambio fortuito, pero tampoco perdiendo, con la añadidura de que la obra de Gerbase no habríamos podida recuperarla como sí pudimos hacer con la cinta noruega.

El director austríaco Ulrich Seidl, que tantas alegrías ha ofrecido al público más comprometido con películas como Import Export (2007), la trilogía Paraiso (2012-2013) y el sorprendente documental En el sótano (Im Keller, 2014) también ha tenido buen ojo como productor, siendo responsable, entre otras, de la perturbadora Goodnight Mommy (Ich seh, Ich seh, Severin Fiala y Veronika Franz, 2014) y la que nos ocupa, Luzifer (Peter Brunner, 2021) una rara y exigente cinta que compitió dentro de la sección Oficial Fantàstic y que venía precedida por el escándalo en su pase en el Festival de Locarno. Este «perro verde» requiere de públicos más curtidos que el que puebla el certamen suizo. Brunner comparte con el productor ese sentido del humor ácido y desconcertante que tan bien armoniza con el retrato de lo extraordinario. Un extraordinario que en Luzifer se desgrana de la cotidianidad que llega a haber en la subsistencia en condiciones límites. Limítrofes son los personajes protagonistas, excelentemente interpretados por Franz Rogowski en el papel de Johannes y  Susanne Jensen en el de su madre, madre e hijo viven aislados en las cumbres alpinas regidos por la ascética moral del padre (recientemente fallecido) que permitió a la madre superar su dependencia del alcohol, un fervor religioso en el que se mezcla el cristianismo más místico con el animismo pagano y a la luz del cual ha crecido Johannes entre el amor a la naturaleza y el temor al mal supremo. Johannes es un bendito, una persona sencilla y de pocos alcances, que nos recuerda al Kaspar Hauser de Herzog, un hombretón con alma infantil que no conoce más mundo que el que le ha rodeado, un paraíso, paradójicamente arisco, en el que se ha forjado su inocencia sin apenas contacto con otros humanos que no fueren sus padres. Madre e hijo viven en paz con la naturaleza que les circunda, pero esa paz se va a ver turbada por la presión de los especuladores que están talando el bosque para construir una estación de esquí. La propiedad de los protagonistas es un escollo para sus intereses e iniciarán un acoso que irá subiendo de tono hasta la violencia física. Vemos la acción a través de la mirada de Johannes desde su simpleza inicial, su curiosidad por los nuevos sonidos, el de las sierras, el zumbido de los drones que empiezan a rivalizar con las rapaces, hasta su cruel despertar a la vida y a la pérdida. El luzifer del título vive encarnado en el llamado progreso que aniquila el equilibrio de la naturaleza, la cinta de Brunner es una desoladora proclama ecologista que nos deja sin catarsis. Quedamos abatidos cuando abandonamos la sala acompañados por la última imagen, un Johannes destrozado rodeado por cientos de drones amenazantes. Imágenes punzantes, servidas por el brillante director de fotografía Peter Flinckenberg,  que exigen al espectador una atención intelectual que quizás no esté al alcance de todos, pero quienes la logren sentirán en sus carnes el arrebatado ritmo de la narración.

Serendipia no sabe muy bien porque se mete en tantos saraos, la verdad. Pero aunque sufrimos al ponernos delante de cámaras o público, nos terminamos poniendo. Suponemos que por afición. Por pasión. Porque no tenemos remedio y por lo bien que nos sentimos haciéndolo. Así que, en vista de que iba a estar disponible por primera vez en copia digital y remasterizada la la película de Paul Naschy El aullido del diablo (1987), nunca estrenada en cines y que tan solo pudo verse en un par de festivales y en la Filmoteca de Madrid, además de en dos intempestivos pases televisivos, nos propusimos poder verla en un marco tan encantador como es el cine Prado de Sitges. Por egoísmo. Por verla en pantalla grande y porque pudiera ser disfrutada por quien lo deseara. Así que cuando recibimos la nota anual de la ACCEC (Asociació catalana de la crítica i escriptura cinematogràfica) invitando a sus socios a proponer películas para la sección Seven Chances del Festival de Sitges, no tuvimos ninguna duda de que nos tocaba dar un paso al frente. Y lo dimos.

Poco después supimos que nuestra propuesta había sido aceptada, así que tuvimos que escribir un texto, que fue incluido en el catálogo oficial del festival, y nos tocó presentar la cinta. Ya desde el principio pensamos que sería más que imprescindible la presencia en la misma del hijo del actor y director, Sergio Molina, profundamente involucrado en que el legado artístico de su padre siga vigente además de, no lo olvidemos, testigo en primera persona del rodaje del filme, pues es el protagonista del mismo. A la presentación quiso sumarse el director del certamen, Ángel Sala, así que ante una presencia bastante abultada de público y crítica, se pudo disfrutar de la película maldita de Paul Naschy y la única que firmó con su seudónimo oficial. Una magnífica experiencia que Serendipia culminó, antes de retirarse a descansar, con una sabrosa pizza en la zona fronteriza entre el centro de Sitges y l’Auditori.

¿Puede pedirse más?

El aullido de Paul Naschy (Texto incluido en el catálogo oficial del 54 Festival Intenacional de Cinema Fantàstic de Catalunya)

No resulta exagerado considerar a El aullido del diablo como el aullido de dolor del propio cineasta. Tras una larga carrera durante la cual pudo encarnar a un amplio abanico de monstruos clásicos en una España que no estaba para nada habituada a ello, llegó un cambio de paradigma con la llegada de la Democracia al que Naschy supo adaptarse, abordando nuevas temáticas acorde con los tiempos. También pudo alcanzar la categoría de autor total de sus obras y comenzó a dirigir con bastante buen tino y siempre sin dejar de lado el cine de terror, que era el que realmente sostenía su vida y obra. Los años ochenta trajeron consigo una de las etapas más satisfactorias para Jacinto Molina, como artista y profesional, con sus trabajos para Japón, todo lo cual le animó a retomar su personaje más emblemático, su hombre lobo, su alter ego: Waldemar Daninsky.

Pero a mediados de los ochenta se produjo una debacle en su vida y carrera y todo comenzó a desplomarse como un castillo de naipes: el desastre de algunos de sus últimos proyectos, la muerte de su padre y la de su socio y amigo Masurao Takeda y la falta de trabajo en una industria en la que el cine de género prácticamente ha desaparecido, ocasionan que el actor sufra una depresión y se aferre, como todos hemos hecho alguna vez, a sus queridos monstruos.

Así nace en 1988 El aullido del diablo, una película maldita por diversas razones, entre ellas por la precariedad financiera, los problemas con el decorador, Tony Pueo, que motivaron su despido, la intoxicación alimentaria del equipo y, sobre todo, por la duda sobre la autoría del guion, algo absurdo al tratarse de uno de los más personales de Jacinto Molina, casi autobiográfico y repleto de sus constantes como guionista, factores todos que terminaron influyendo en el confuso, y a veces caótico, resultado que puede verse en pantalla.

Rodada en inglés y en cuatro semanas, Paul Naschy interpreta en la cinta a los hermanos Doriani: el ausente Alex, popular actor de cine de terror que ha dejado un hijo huérfano (Sergio Molina, el propio hijo de Naschy) a la tutela de su hermano Héctor, la otra cara de la moneda, un frustrado actor teatral que desprecia las películas de su hermano y que en privado se deleita con el dolor que infringe a las prostitutas que contrata. Es posible que un estudio psicológico pudiera explicar la razón por la que Naschy interpreta a ambos hermanos, de personalidades tan alejadas y extremas entre sí: el Naschy y el anti-Naschy. También puede verse el personaje de Héctor como una posible representación del cine oficial, que desprecia la fantasía y el terror ficticio mientras en privado se deja llevar por vicios inconfesables. Una hipocresía que Molina extiende hacia otros estamentos como la iglesia católica, con ese rijoso cura interpretado por Fernando Hilbeck.

En la cinta, última rodada en la propia finca familiar del actor en Lozoya del Valle, en las inmediaciones de Madrid, escenario de otras de sus películas como El espanto surge de la tumba, Naschy se deleitará encarnando a la práctica totalidad de los monstruos clásicos, pues estos se le aparecerán a su hijo Sergio sirviéndole de refugio y consuelo tras la pérdida de su progenitor. Por su parte el sádico Héctor Doriani gustará de disfrazarse de personajes como Fu-Manchú, Barba Azul o Rasputín para sus retorcidos juegos sexuales, lo que ampliará, aún más, el catálogo de caracterizaciones de Naschy para El aullido del diablo, sin duda todo un tour de force para el actor y por supuesto para el veterano maquillador Fernando Florido, que ya había colaborado con Naschy en diversas producciones. El monstruo de Frankenstein, Quasimodo, Erik, el fantasma de la ópera, Waldemar Daninsky o el propio diablo son encarnados por Naschy en una película que representa todo un colofón a ese denostado Fantaterror español, nacido para la explotación internacional, que tuvo su época de esplendor durante los años setenta y que con este doloroso aullido puede darse por cerrado.

Con un reparto en el que se habían barajado inicialmente los nombres de Herbert Lom y la actriz y escritora Isabel Pisano (protagonista de ‘Bilbao’ de Bigas Luna), finalmente sus papeles fueron interpretados por Howard Vernon, un veterano actor suizo asociado al cine de Jesús Franco, que encarna a un mayordomo versado en ocultismo y con varios esqueletos más ocultos en su armario y Caroline Munro, chica Bond que participó en algunas cintas de la Hammer, quien  interpreta a Carmen, la empleada de hogar y objeto de deseo de varios de los protagonistas. Ambos, junto a Héctor Doriani y su sobrino Adrián viven en una alejada mansión donde se desarrollará la historia.

Puede hablarse de El aullido del diablo como de un testamento, un compendio a la carrera y trayectoria de Paul Naschy que, curiosamente, firma la película como tal, y no con su nombre real, como era habitual. Un cóctel de monstruos clásicos en el que también hay lugar para otros históricos y también modernos, con una clara referencia a La noche de Halloween y La matanza de Texas. Pero también es, tal y como escribió el propio Naschy, un desahogo vital que culmina con una venganza total y apocalíptica, muy similar, por cierto, a la que concluye la primera versión del guion de Rojo sangre (2004) de Christian Molina, una película que guarda no pocos puntos en común con El aullido del diablo, en la que Naschy interpretaba a un actor en horas bajas y que culminaba con la destrucción del auditorio en el que se celebraba la entrega de los premios Murillo del cine español, con toda la plana mayor del mismo en su interior.

Puede afirmarse que el accidentado rodaje de El aullido del diablo fue uno de los factores que contribuyeron al ataque cardíaco que sufriría el actor en agosto de 1991, pues terminó siendo poco más que una traumática e inútil experiencia: la película no llegó a estrenarse en cines y tan solo pudo verse en dos pases televisivos (TVE y A3), uno de ellos a horas intempestivas, y en cine tan solo, que nos conste, en su estreno en pantalla grande en septiembre del año 2000, durante la 1ª Semana de Cine Fantástico y de Terror de Estepona, en un  homenaje a Caroline Munro en el que también estuvo presente Naschy, y finalmente en 2018, en un homenaje al actor realizado en Filmoteca Española.

No editada previamente en ningún tipo de formato doméstico, Mondo Macabro, uno de los sellos de cabecera del buen cinéfilo, ha sacado El aullido del diablo del baúl, le ha lavado la cara remasterizando la copia y, en todo su esplendor, la ha puesto a disposición de seguidores y simpatizantes del cine fantástico español, todo lo cual ha permitido, de la mano del Festival de Sitges, que el aullido de Paul Naschy pueda oírse desde la pantalla del emblemático cine Prado.

 

‘In the Earth’ y ‘Coming Home in the Dark’, grandes triunfadoras de la 40a edición del TerrorMolins

13 noviembre 2021 Deja un comentario

El TerrorMolins, que cierra hoy nueve días de cine de terror con el emblemático maratón de 12 horas de terror en el Teatre de La Peni, ha anunciado los films ganadores de su 40ª edición. In the Earth, la nueva película del británico Ben Wheatley, autor de obras como Kill ListTuristas (Sightseers) High Rise, se erige como ganadora de la 40ª edición del TerrorMolins. El film, rodado el 2020 y lleno de reminiscencias pandémicas combinadas con temas como la brujería y la vertiente oscura de la naturaleza, ha sido escogido como ganador por el jurado de la sección oficial, compuesto por Marc Martínez Jordán, Joan Millaret, Diana Rojo, David Pareja y Mireia Noguera. La otra gran triunfadora del festival ha sido la neozelandesa Coming Home in the Dark, de James Ashcroft, un crudo thriller que se acerca al pasado colonial del país oceánico a través de un relato contemporáneo sobre del secuestro de una familia. El film de Ashcroft ha ganado el premio a la mejor dirección, mejor guion y mejor actriz protagonista, además de una mención al actor. Los jurados del resto de selecciones competitivas han apostado por las propuestas más rompedoras, premiando la singularísima Masking Threshold, de Johannes Grenzfurthner —presente en el festival— en la sección Being Different; la animación salvaje de The Spine of Night, de Philip Gelatt y Morgan Galen King, en la sección Bloody Madness; y Crabs!, de Pierce Berolzheimer en la sección True Survivor. En cuanto a cortometrajes, la gran ganadora ha sido una obra igualmente arriesgada, la australiana Sweet Mary, Where Did You Go?, revisión oscura y onírica del pasado de Australia, y Transfer, que ha ganado el premio Víctor Israel a la mejor interpretación, el Méliès de Plata al mejor corto europeo y premio de la Crítica de Oro. Otros films destacados del palmarés son The Boy Behind the Door, con un premio y una mención, y AgnesThe Scary of Sixty-First y The Sadness, con dos galardones cada una.

Crecimiento de público y personas acreditadas

La 40ª edición del TerrorMolins afronta su último día presencial superando los 6.000 espectadores físicos, lo que supone una subida del 11% respecto a 2019. A estos se le tendrán que sumar el público de la vertiente online del certamen, que todavía sigue en Filmin y en la web del festival hasta el día 21 de noviembre. Además del público, durante los nueve días de festival han pasado por Molins de Rei unos setenta periodistas acreditados, 220 profesionales que han participado a las jornadas profesionales y más de ochenta invitados, entre talentos y jurados.

PALMARÈS 40 TERRORMOLINS


SECCIÓ OFICIAL LLARGMETRATGES

Millor pel·lículaIN THE EARTH
Millor direccióCOMING HOME IN THE DARK (James Ashcroft)

*Menció especial a THE BOY BEHIND THE DOOR (David Charbonier, Justin Powell)

Millor guióCOMING HOME IN THE DARK (James Ashcroft, Eli Kent)
Millot actriuCOMING HOME IN THE DARK (Miriama McDowell)
Millor actorTHE BOY BEHIND THE DOOR (Lonnie Chavis)*Menció especial a COMING HOME IN THE DARK (Daniel Gillies)
Millor fotografiaTHE MEDIUM (Naruphol Chokanapitak, Yossawat Sittiwon)Millor banda sonora originalY TODOS ARDERÁN (Joan Vilà)
Millors efectes i maquillatgeBRAIN FREEZE*Menció especial a LA PASAJERA
*Mencions a millor atmosfera a OFFSEASONi millor arrencada de llengua de la història a WE NEED TO DO SOMETHING

SECCIÓ BEING DIFFERENT
Millor pel·lículaMASKING THRESHOLD
Millor direccióAGNES(Mickey Reece)
Millor guióUNDERGODS(Chino Moya)
Millot actriuTHE SCARY OF SIXTY-FIRST(Betsey Brown)
Millor actorAGNES(Ben Hall)Millor fotografiaTHE SCARY OF SIXTY-FIRST(Hunter Zimny)

SECCIÓ BLOODY MADNESS
Millor pel·lículaTHE SPINE OF NIGHT
Millor direccióV/H/S 94(Simon Barrett, Steven Kostanski, Chloe Okuno, Ryan Prows, Jennifer Reeder, Timo Tjahjanto)
Millot actriuLA CRIADA (THE MAID)(Ploy Sornarin)
Millor actorTHE SADNESS(Tzu-Chiang Wang)
Millors efectes i maquillatgeTHE SADNESS(Azzurro Kuo)
*Menció a la banda sonora original de LA CRIADA (THE MAID)(Bruno Brugnano)

SECCIÓ TRUE SURVIVOR

Millor pel·lículaCRABS!

*Menció especial a SPICE BOYZ

SECCIÓ OFICIAL CURTMETRATGES
*Menció especial a ELLA Y LA OSCURIDAD

Millor guióINCARNATION(Noboru Suzuki)

Premi Víctor Israel a la millor interpretacióTRANSFER(Gène Bervoets)Millors efectes i maquillatgeTRANVÍA*Mencions al stop-motion de MALAKOUTi a la interpretació de BAIT


Premi Méliès d’Argent al millor curtmetratge europeuTRANSFERPremi de la Crítica d’Or al millor curtmetratgeTRANSFER


SECCIÓ Ç TRENCADA
Millor curtmetratgeONCE FAMILIAR
*Menció especial a AURORA LLENGUA AMB TÀPERES

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