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El cine en zapatillas: ‘Call TV’ y ‘La última ola’ (Regia Films)
CALL TV (Norberto Ramos del Val, 2017)
España. Duración: 85 min. Guión: Pablo Vázquez y Ricardo López Toledo Fotografía: César Montegrifo Música: José Sánchez-Sanz- Formato Pantalla: 2,40:1 (16/9) Anamorphic Widescreen Audio: Castellano 5.1 Subtítulos: Inglés Extras: Videoclip, Falsos Spots, Trailer. Caratula reversible.
Reparto: María Hervás, Ismael Martínez, Álvaro Lafora, Ana del Arco
Sinopsis: Presentar un Call TV no debería ser una tarea muy complicada; aguantas a los salidos, les ríes las gracias a unas cuantas señoras aburridas y hablas sola delante de una cámara toda la noche. Eso es lo mismo que piensa Lucía (María Hervás), una actriz en horas bajas, que huye de un pasado tan trágico como disparatado cuando acepta la oportunidad que le ofrece Charly (Ismael Martínez) para empezar a trabajar esa misma noche. Ésta podría fácilmente convertirse en la peor noche de su vida cuando, por una llamada misteriosa, el programa se convierte en un telesecuestro. Hugo (Álvaro Lafora), su fan número uno, sale al rescate junto a su tarada novia Avril (Ana del Arco).
Todos hemos visto mucho cine. A título personal, pero también a título colectivo, y eso es tanto como decir que hace mucho que nosotros y la sociedad perdimos la ingenuidad, la han perdido los espectadores, pero también (y quizás sobre todo) la han perdido las gentes que se dedican profesionalmente a esto del séptimo arte. El cine de hoy es un arte de bisnietos de aquellos pioneros que establecieron las bases, por eso tiene mucho de autorreferencia, de revisita, de homenaje y, todo ello siempre en el mejor de los casos, de revisión y reinvención de códigos. Apenas existen películas, en Occidente al menos y dejando de lado los blockbusters, que no tengan también una pátina de ensayo, no se dejan leer linealmente pues estamos obligados a rebobinar para no perdernos la cita que resultará clave en el análisis que nos propone. Ni siquiera las más frescas gozan de una frescura total. Y, créannos, a veces da pereza, mucha pereza. Con la edad uno es cada vez más partidario de que los experimentos se hagan con gaseosa, uno se atrinchera en su personal repertorio de clásicos y allí, en ese refugio/altar nos solazamos de las excursiones a lo moderno.
Por todo eso, tiene mucho mérito que Norberto Ramos del Val nos saque una y otra vez de nuestra batcueva y nos lleve de excursión por sus propuestas pintorescas. Será porque siempre sabe cómo ganarse nuestras simpatías, aunque pertenezcamos a generaciones distintas y su humor no siempre sea el nuestro. Será, también, porque su enfoque, su voz cinematográfica, es particular, personal e intransferible, y siempre nos gusta aquello que no es clon de nada. Esta vez nos ha sacado a bailar con Call Tv, su película casi normal que aspira a escalar mundos más amplios que ese universo de gafapastas que siempre parece ser el reducto al que quedan relegadas las películas que se escapan del tópico. Norberto nos trae una película nocturna, disparatada, que tiene a Jo que noche o Algo salvaje en su maletero, sin caer nunca en la cita, que no es un homenaje sino un nuevo jalón en ese río de thrillers en clave de comedia en el que la irrealidad y lo real se dan la mano en una vorágine de acontecimientos divertidos y tristes a la vez, patéticos y simpáticos a partes iguales.
Call TV, como su título indica, toma como falsilla el submundo de esos programas de preguntas trampa que llenan las emisiones de madrugada, tan casposos, pero que tan buenos momentos dan a los noctámbulos que no consiguen bajar su espitado ánimo, que no consiguen salir de esos estado alterados de la mente inducidos por la noche y sus trampas. Un subproducto grotesco que en manos de Norberto (y de Pablo Vázquez, su guionista casi de cabecera) se convierte en el envoltorio perfecto para la revisión crítica de las constantes de nuestro tiempo, como ambos comentaban en Las Horas Perdidas, “habla de metacine, de la lucha de sexos, de la serie B, de la soledad, de la madurez, de la sociedad en la que vivimos ahora mismo, la maldita crisis que nos hace sentir más indefensos y más hostiles los unos con los otros, la envidia, la voracidad del trepismo, el cinismo como filtro para ver el mundo globalizado, la normalización de la megalomanía, y de los mundos reales y virtuales que nos rodean“. No hay ni gota de ingenuidad en la historia de Lucía (soberbia María Hervás), una actriz venida a menos que se ve obligada a aceptar un trabajo depresentadora en un Call TV y cuya primera noche se convertirá en un horror pesadillesco; pero sí hay raudales de frescura, introducidos en gran manera porque Norberto siempre hace cine para sí mismo (trata de rodar la película que le gustaría ver a él como espectador) que es la mejor manera para dirigirse a los demás. Una frescura que tiene que ver también con el uso de los giros de guión, que se nos ocurre tildar de arbitrarios y que logran darle al filme su tono de crónica surrealista (y que hacen que la película no sea tan normal como su director cree, dicho sea de paso).
Mucho cine dentro del cine es el que respira esta cinta. Por sus planteamientos argumentales que permiten incluso bromas con el supuesto cine snuff, con los vídeos virales de Internet, con el mundo de los cineastas con ínfulas y con su extremo opuesto que es el universo de la telebasura (los extremos se tocan, ya se sabe). Pero también por las influencias que no se ocultan, esos azules y rojos llegados de Mario Bava, esa sangre de tono irrealmente encendido que nos llevan de cabeza al giallo, género de las entretelas de Norberto, y esa revisión de los roles que nos propone al dar a las mujeres el papel protagonista, lejos de su papel de rubias florero y reinas del grito que han poblado el género.
Y mucho de crítica social, introducida en gran medida por esa inversión de los protagonismos habituales. Los personajes de Norberto están siempre poseídos por la impotencia, el asombro y el desconcierto, pero dentro de ello son las mujeres las que tienen verdadera capacidad de reacción frente al plantel de varones cretinos que las rodean. Norberto nos las sirve además vestidas (por desvestidas, en ocasiones) de una sensualidad enormemente bella, como solo puede retratarlas un hombre que se siente atraído por las mujeres y que es feliz de que así sea. Por todo ello su obra es un idóneo vehículo para plantear la guerra de los sexos, tan subrayada en nuestro presente, y lo es para hacerlo con la exquisita incorrección política que tanta falta nos hace.
Y lo mejor de todo es que la reflexión no oculta la acción, la voluntad de analizar no margina la de divertirse. La película es un divertido divertimento, lo han pasado bien sus artífices y lo harán sus espectadores. Créannos, de las contadas veces en las que vale la pena abandonar eso que Josep Plà llamaba “tebaida de la misantropía”, una de ellas es la posibilidad de ver el cine de Norberto, que es moderno (más de lo que a él quizás le gustaría), pero que se acerca a la añorada inocencia del cine de los clásicos por vía de la irreverencia.
LA ÚLTIMA OLA (The Last Wave, Peter Weir, 1977)
Australia. Duración: 110 min. Guion: Peter Weir, Tony Morphett & Petru Popescu Música: Charles Wain – Fotografía: Russell Boyd & Ron Taylor Formato Pantalla: 1,85:1 (16/9) Anamorphic Widescreen Audio: Castellano, Inglés – Subtítulos: Castellano
Reparto: Richard Chamberlain, David Gulpilil, Nandjiwarra Amagula, Olivia Hamnett, Frederick Parslow, Vivean Gray, Walter Amagula, Roy Bara
Sinopsis: Una serie de violentas precipitaciones meteorológicas suceden por toda Australia y al mismo tiempo el abogado David Burton (Richard Chamberlain) vuelve a sufrir unas extrañas pesadillas que no tenía desde que era un niño. Cuando David decide hacerse cargo del caso de asesinato de un aborigen australiano a manos de un grupo de sus iguales en la ciudad de Sídney, todos los extraños sucesos que ocurren en los últimos días empezarán a relacionarse y a tomar un increíble sentido…
Tras un buen puñado de cortometrajes y algún mediometraje, el australiano Peter Weir debutó con la extraña comedia fantástica Los coches que devoraron París (The Cars That Ate Paris, 1974) y de ahí fue directo a su primera obra maestra, Picnic at Hanging Rock (1975) película que no ha hecho más que reclutar entusiastas fans desde su estreno. Extraña, mágica… mucho de ella conserva La última ola (The Last Wave, 1977) siguiente propuesta del director dentro de un cine fantástico que sugiere, más que mostrar y en el que lo fantástico surge de entre lo cotidiano. Hay en La última ola profecías apocalípticas, sueños proféticos y templos arcanos ocultos entre los desechos de la sociedad que ha ocupado el lugar de los auténticos habitantes de Australia, sus aborígenes. Con un innegable mensaje ecologista, que contribuye a la vigencia de esta propuesta, La última ola es una de esas películas que Serendipia estaba deseando recuperar y que está protagonizada, casi exclusivamente, por un Richard Chamberlain en estado de gracia que apostó por rodar con Weir, a pesar de ser desconocido todavía en Estados Unidos, tras ver Picnic at Hanging Rock. El cine de Peter Weir vuelve a hablarnos del olvido de lo primordial, del valor de la naturaleza, casi mágico, y de cómo le damos la espalda. Nuestras sociedades priman el consumo, abrazan una moral que se basa en estereotipos y así, poco a poco, vamos corrompiendo nuestro entorno. Pero esa naturaleza que hemos olvidado sigue presente y acabará rebelándose en contra nuestra. La última ola parece decirnos que el apocalipsis es inevitable. Estamos pues ante un ejemplo de cine-denuncia, que tiene la virtud de maridarse con lo fantástico, y esa fusión es la que la convierte en una cinta fuera de lo común.
Ambos títulos disponibles en: http://www.regiafilms.com/
El cine en zapatillas: ‘Amor y muerte en el jardín’ (Sauro Scavolini, 1971)
AMOR Y MUERTE EN EL JARDÍN (Amore e Morte nel Giardino Degli Dei, Sauro Scavolini, 1971)
Italia Duración: 85 min. Guión: Sauro Scavolini y Anna Maria Gelli Fotografía: Romano Scavolini Música: Giancarlo Chiaramello Formato Pantalla: 1,85:1 (16/9) Anamorphic Widescreen Audio: Castellano, Italiano Subtítulos: Castellano
Reparto: Peter Lee Lawrence, Erika Blanc, Ezio Marano, Orchidea de Santis, Rosario Borelli, Franz von Treuberg
Sinopsis: Un anciano profesor especialista en ornitología (Franz von Treuberg) se instala en una vieja villa rodeada de un bosque para estudiar las aves locales. Durante uno de sus registros, paseando por el enorme jardín, encontrará entre la maleza una serie de enigmáticas cintas magnetofónicas. Tras limpiarlas y reproducirlas, conocerá la historia de los antiguos inquilinos de la villa: Azzura (Erika Blanc) y su hermano Manfredi (Peter Lee Lawrence). También Timothy (Rosario Borelli), marido de Azzura, y Viola (Orchidea de Santis), amiga de Manfredi. Las cintas recogen las sesiones psiquiátricas de Azzura con el doctor Martin (Ezio Marano). A través de las escuchas, poco a poco el anciano profesor se adentrará en una oscura historia cuyo desenlace le afectará violenta e inesperadamente…
Esta trágica sinfonía visual orquestada por la partitura de Giancarlo Chiaramello se encuentra más cerca de ser una pieza minimalista de arte y ensayo que un giallo al uso, a pesar de que contará con sus dosis de misterio, erotismo, sombras acechantes y algún gotear de sangre. Lo que nos ofrecerá Sauro Scavolini será un muy perverso juego en el que el incesto será el principal ingrediente. No esperen asesinos con manos enguantadas y afiladas armas blancas, pues este no es ese tipo de filme, pero su belleza radicará en lo extraño de la relación entre los hermanos y el juego de dominación que ejercerá Azzura, interpretada por la siempre magnífica Erika Blanc sobre su hermano Manfredi, un Peter Lee Lawrence en desintoxicación de tantos westerns rodados en Almería, donde por cierto conoció a la que sería su esposa, Cristina Galbó. De hecho Amor y muerte en el jardín sería una de las últimas películas protagonizadas por el actor, pues moriría de manera harto prematura tan solo tres años después de rodarla. A modo de curiosidad cabe añadir que Erika Blanc fue pareja también de Peter Lee Lawrence, junto al que interpretó otros giallo como Giorni d’amore sul filo di una lama (1973) de Giuseppe Pellegrini
Sauro Scavolini fue ante todo guionista y no se prodigó mucho como director. De hecho además de este, su primer trabajo, tan solo estrenó otra película en cines, realizando unos pocos trabajos más en televisión. Y es una lástima, pues demuestra un buen dominio de los elementos con los que cuenta: pocos pero escogidos actores y prácticamente un único escenario, el de la villa.
Con un magnífico colorido y una impecable calidad de imagen, Regia Films añade con este título otra interesante obra en su ya extensa colección dedicada al Giallo. No deberían perdérsela.
El cine en zapatillas: Trópico de cáncer (Al tropico del cancro, Giampaolo Lomi, Edoardo Mulargia, 1972)
Con semejante calor nada se antoja más apetecible que servirse una bebida helada y plantarse (aire acondicionado/ventilador mediante) ante la pantalla para ver cualquiera de los dos veraniegos lanzamientos que Regia Films ha editado dentro de su prolífica e imprescindible ‘Colección Cinema Giallo’: Trópico de cáncer (Al tropico del cancro, Giampaolo Lomi y Edoardo Mulargia, 1972) y Pesadilla en la playa (La spiaggia del terrore, Umberto Lenzi, 1988) cuyo comentario pueden leer aquí. Dos cintas bien diferentes pero con puntos en común: despiporre, caradura, diversión y muchos ingredientes más que harán las delicias del cinéfago más exigente. Vamos con la primera:
TRÓPICO DE CÁNCER (Al tropico del cancro, Giampaolo Lomi y Edoardo Mulargia -como Edward G. Muller-, 1972) Editada en DVD por Regia Films (Colección Cinema Giallo)
Italia. Duración: 90 min. Guion: Giampaolo Lomi, Edoardo Mulargia, Anthony Steffen Música: Piero Umiliani Fotografía: Marcello Masciocchi Productora: 14 Luglio Cinematografica / Plata Cinematografica Género: Thriller
Formato Pantalla: 2,35:1 (16/9) Anamorphic Widescreen Audio: Castellano, Italiano – Subtítulos en Castellano
Reparto: Anthony Steffen, Anita Strindberg, Gabriele Tinti, Umberto Raho, Stelio Candelli,Kathryn Witt, Alfio Nicolosi
Sinopsis: Fred (Gabriele Tinti) y Grace (Anita Strindberg) son un matrimonio occidental que llega a Haití para unas supuestas vacaciones, pero en realidad el motivo del viaje es adquirir la fórmula de una nueva droga de estimulación sexual creada por el Doctor Williams (Anthony Steffen), antiguo amigo de Fred que reside en Puerto Príncipe desde hace años. Grace desconoce por completo el motivo real del viaje, y Fred no dejará de provocar situaciones sospechosas en su búsqueda oculta del potente afrodisíaco, provocando la atracción de Grace por un habitante local. Lo que Fred desconoce es que hay muchos más interesados en adquirir la fórmula de su antiguo amigo, y no dudarán en pasar por encima de quien haga falta para lograr su objetivo dejando un rastro de macabras muertes a lo largo de la paradisíaca isla…
Para alcanzar a entender la trama, recogida en la anterior sinopsis, hace falta que haya transcurrido gran parte de la película ya que, quien sabe si por guión, montaje o dirección, Trópico de cáncer resulta un embrollo ininteligible, un puñado de escenas que parecen no tener conexión unas con otras colocadas a lo loco pero que en conjunto hacen del visionado de esta película una experiencia fascinante. Y también divertida. Para intentar desentrañar este embrollo comencemos por los directores:
Giampaolo Lomi tan solo dirigió una película en solitario en 1975 (I baroni), pero formó parte del equipo de dos impactantes documentales como son Hombres salvajes, bestias salvajes (Ultime grida dalla savana, Climati y Morra) y sobre todo Adiós tío Tom (Addio zio Tom, 1971), el infame documental de los tunantes Jacopetti y Prosperi en el que ejerció de ayudante de dirección y que posiblemente le habilitó para rodar las bellas escenas captadas en Haití. No en vano se especifica al finalizar la cinta que, ‘las secuencias documentales son estrictamente auténticas en cada detalle‘.
Por su parte Edoardo Mulargia tiene un currículum mucho más extenso, sobre todo dentro del cine de género. Ya en su segundo trabajo, ¿Por qué seguir matando? (Perché uccidi ancora, 1965), un spaguetti western dirigido a medias con José Antonio de la Loma (¡!) decide firmar con el seudónimo Edward G. Muller, que también utilizará en Trópico de cáncer. Es en aquella película, rodada en régimen de coproducción con interiores filmados en Esplugas de Llobregat (Barcelona) y exteriores en Fraga (Huesca), donde coincide por primera vez con Anthony Steffen, protagonista de Trópico de cáncer y responsable, junto a los dos directores, de perpetrar el guión. Con Steffen el director rodará otros spaguetti western y las dos últimas películas de su carrera en 1980, El infierno de las mujeres (Femmine infernali) y Orinoco, paraíso del sexo (Orinoco: Prigioniere del sesso), ambas también coproducidas con España con prácticamente el mismo equipo y protagonizadas, además de por Steffen, por esa cuasi leyenda del cine de (trans)género que fue Ajita Wilson.
Ambientada en Haití, donde presumimos que los tres bribones pasaron unas felices vacaciones, Trópico de cáncer podría haber estado firmada por ese otro trotamundos que fue Joe D’Amato, por la fotografía, por estar rodada en un lugar exótico e incluso por figurar en su reparto un actor que será habitual en sus películas, Gabriele Tinti, algunas de las cuales protagonizó la que sería esposa del actor, Laura (Emanuelle negra) Gemser.
El interés femenino del reparto viene de la mano de Anita Strindberg, actriz sueca afincada en Italia cuyo nombre artístico anterior, Anita Edberg, resultó demasiado obvio incluso para el cine italiano, en el cual desembarcó formando parte del reparto de varios filmes remarcables, entre ellos La cola del escorpión (La coda dello scorpione, Sergio Martino, 1971), Una lagartija con piel de mujer (Una lucertola con la pelle di dona, Lucio Fulci, 1971) ¿Quién la ha visto morir? (Chi l’ha vista morire?, Aldo Lado, 1972) y Atormentada (L’uomo senza memoria, Duccio Tessari, 1974), todas ellas editadas por Regia dentro de esta misma colección.
Con estos mimbres y el permiso de las autoridades de Haití para rodar donde les plazca disponiendo de todos los extras sin remunerar que deseen, se consigue que Trópico de cáncer tenga una factura impecable. Suntuosos palacios, multitudinarias ceremonias vudú con sacrificio de animales… todo bellamente rodado con una magnífica fotografía que la calidad de la copia que nos ofrece Regia no hace más que resaltar. Y si a todo esto añadimos unas gotas de sexo y las enguantadas manos de un misterioso asesino que nos dejará asistir a sus obras por medio de la cámara subjetiva, nos da como resultado este giallo un tanto atípico en el cual escena tras escena, pasamos del desconcierto a la perplejidad. Con personajes que la noche antes estaban plácidamente compartiendo mesa y mantel, y en el siguiente plano protagonizan una persecución por las calles de Haití; cadáveres que aparecen sin sangre, algo cuyo motivo todavía está por explicar; escenas sin conexión aparente en una disparatada trama que parece no saber a donde quiere llevarnos o cómo; y de propina la extraña fascinación que un joven nativo despierta en la protagonista y cuya razón, de peso, se desvelará durante el extraño y alucinógeno sueño que tendrá al ser drogada por no sabemos quien. La película culminará con un final extremo y desaforado que convertirá su visionado en una experiencia inolvidable.
Como siempre, recomendamos ver las películas en versión original y aquí más encarecidamente aún si cabe, ya que en el doblaje se ha añadido una música que pervierte la magnífica banda sonora del prolífico Piero Umiliani.
El cine en zapatillas: El hombre y el monstruo
EL HOMBRE Y EL MONSTRUO (Rafael Baledón, 1958) DVD Regia Films
México. Duración: 75 min. Guión: Raúl Centeno Música: Gustavo César Carrión Fotografía: Raúl Martínez Solares Formato Pantalla: 1,33:1 (4/3) Fullscreen Audio: Español neutro Blanco y negro.
Reparto: Enrique Rambal, Abel Salazar, Martha Roth, Ofelia Guilmáin, Laura Baledón, José Chávez, Carlos Suárez
Sinopsis: Ricardo (Abel Salazar) es un periodista que acude a un lejano caserón para entrevistar al famoso pianista Samuel Magno (Enrique Rambal) quien aparentemente ha dejado de tocar para convertir a la joven Laura (Martha Roth) en la mejor pianista del mundo. Pero cuando Abel llega al caserón encuentra el cadáver de una joven que ha tenido un accidente de tráfico, aunque Abel sospecha que la causa de la muerte es otra debido a los profundos arañazos del rostro de la joven y a la posición del cuerpo. Tras este primer impacto, Abel poco a poco irá descubriendo un horrible secreto que al parecer convierte a Samuel en algo que nadie podría esperar cada vez que toca una melodía concreta, una melodía con una atroz y enigmática historia detrás
Hace unos días, con motivo del estreno en el Festival de Sitges de la cinta mexicana Tenemos la carne, dirigida por el jovencísimo Emiliano Rocha, alguien escribió, con total ausencia de criterio y sin haber visto ni siquiera la película en cuestión, un pequeño artículo con un desafortunado y totalmente falso título: «Tenemos la carne, la primera película mexicana de horror que no da pena«. El post, publicado en el portal mexicano Arca TV levantó cierta polémica por su falso titular y por el resto de su contenido, lo que posiblemente terminó consiguiendo que fuera retirado.
Y es que no hace falta ser un gran erudito en esa cinematografía para, tras apartar el gran paquete de entrañables películas de luchadores, recordar nombres como los de Carlos Enrique Taboada, Juan López Moctezuma, el propio Guillermo del Toro o Jorge Michel Grau para encontrar propuestas interesantes e imprescindibles. Tanto como las que en los años cincuenta ofreció Fernando Méndez con el El vampiro (1957) y El ataúd del vampiro (1958), díptico protagonizado por el conde Lavud/Duval encarnado por el asturiano Germán Robles. Y precisamente aquí queríamos ir a parar, ya que estas cintas fueron producidas y protagonizadas por Abel Salazar, un actor que interpretó, y muy bien, papeles de moderno galán en todo tipo de género, pero que también se encargó de producir cine destacando, por su temática fantástica, la adaptación mexicana de Las cinco advertencias de Satanás (1945) y la terrorífica El monstruo resucitado (1953), que introdujo al mad doctor en la cinematografía mexicana. Poco después Salazar funda la productora ABSA, con la que puso en marcha westerns, comedias, dramas románticos y por supuesto, películas de terror, en las que también participaba como actor, dando de pleno en diana con las ya mencionadas El vampiro (1957) y El ataúd del vampiro (1958). Entre las producciones de ABSA centradas en el género de terror figuran algunas que Regia ya ha ofrecido en su colección Terror Mexicano, como El espejo de la bruja (Chano Urueta, 1962) y La maldición de la llorona (Rafael Baledón, 1963); otras que esperamos ver editadas, como La cabeza viviente (1963); y El hombre y el monstruo (1959) con la que la productora tras importar con éxito el mito de Drácula y ubicarlo en una hacienda mexicana, repite la misma operación con un sosias de Jeckyll y Mr. Hyde, añadiendo a su personaje guiños a Svengali, Fausto, el hombre lobo y el fantasma de la ópera. Casi nada.
La cinta fue dirigida por el muy prolífico actor y director Rafael Baledón, que no se prodigó mucho con el cine de terror. El hombre y el monstruo fue su primera acercamiento y lo hizo reflejándose en el cine norteamericano, que basado en la escuela alemana, basa gran parte de su efectividad en el contraste de luz y sombras, pero con la acción situada claramente en el México contemporáneo, algo que personalmente nos fascina. De nuevo su reparto cuenta con
Abel Salazar como héroe de la función, algo bastante habitual en las películas que produjo, aunque en 1962 probó fortuna encarnando un rol terrorífico en El barón del terror (Chano Urueta), que ha terminado siendo una de las piezas clave del mejor cine psicotrónico. Su baron Vitelius d’Estera, que se transforma en un monstruoso ser sorbecerebros, ha contribuido a que sea considerada cinta de culto en Estados Unidos bajo el nombre de Brainiac. Tampoco conviene olvidar a Enrique Rambal, que interpreta al torturado músico que ha vendido su alma al diablo y que como efecto secundario a ese pacto se transforma en una monstruosa bestia cuando toca o suena una melodía concreta en el piano. Rambal, español nacido en Valencia e hijo del importante actor y director escénico teatral de idéntico nombre, se trasladó a México donde vivió durante toda su vida y participó en gran número de cintas, entre las que sobresale El ángel exterminador (1962) de Luis Buñuel, donde por cierto también encontramos a la también española Ofelia Guilmáin, que interpreta en la cinta de Baledón a Cornelia, la posesiva madre del músico. La actriz también se instaló en México, aunque en su caso obligada por razones políticas tras el final de la Guerra Civil.
Destacan en esta cinta, además de la fotografía, de la que se encargó Raúl Martínez Solares, que con ese elegante blanco y negro parece adelantarse a los goticismos que llegarían poco después de Italia, la partitura de Gustavo César Carrión, que ya poseía experiencia en sonorizar pesadillas por ser también el responsable de la música de El vampiro y El ataúd del vampiro y cuyos servicios serían reclamados de nuevo para el resto de producciones terroríficas de Salazar.
Vista ahora pensamos que la película no ha envejecido mal: su intriga está bien medida; no se ha recurrido al odioso cómico de turno que tanto mal haría al cine azteca; posee toques ciertamente macabros y algo enfermizos; y el monstruo es un recurso del que no se abusa, tarda en aparecer y en el que, aunque el maquillaje y los efectos especiales, pobres deudores de los de John P. Fulton para el hombre lobo de Universal, no son como para merecer una estatuílla, compensan por el encanto que destila esta pieza, modesta pero efectiva, perfecta muestra de la concepción del terror que se podía ver en los cines antes de la llegada de Hammer Films y Herschell Gordon Lewis con su explosión de rojo en las pantallas.
Una nueva ocasión de agradecer a Regia Films su la labor al editar estas películas y en tan inmejorables condiciones.
Regia Films: Más cine de terror mexicano y comedia ochentera a un precio muy especial
Regia Films anuncia nuevos títulos dentro de sus series Terror Mexicano y Video Hits. Junto a un descacharrante clásico cómico de los ochenta,que dio pié incluso a una secuela, una adaptación con sabor a jalapeños del siempre vigente clásico de Robert Louis Stevenson, El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde. Dos interesantes piezas y a un precio muy especial en regiafilms.com/
El hombre y el monstruo (México, 1958, Rafael Baledón ) DVD
México. Duración: 75 min. Guión: Raúl Centeno Música: Gustavo César Carrión Fotografía: Raúl Martínez Solares
Con Enrique Rambal, Abel Salazar, Martha Roth, Ofelia Guilmáin, Laura Baledón, José Chávez, Carlos Suárez
El hombre y el monstruo reinterpreta el clásico del Dr. Jekyll y Mr. Hyde para ofrecer una nueva y original historia de terror gótico con el encanto y la factura habitual del maravilloso cine de terror producido en México en las décadas de los años cincuenta y sesenta.
Sinopsis: Ricardo (Abel Salazar) es un periodista que acude a un lejano caserón para entrevistar al famoso pianista Samuel Magno (Enrique Rambal) quien aparentemente ha dejado de tocar para convertir a la joven Laura (Martha Roth) en la mejor pianista del mundo. Pero cuando Abel llega al caserón encuentra el cadáver de una joven que ha tenido un accidente de tráfico, aunque Abel sospecha que la causa de la muerte es otra debido a los profundos arañazos del rostro de la joven y a la posición del cuerpo. Tras este primer impacto, Abel poco a poco irá descubriendo un horrible secreto que al parecer convierte a Samuel en algo que nadie podría esperar cada vez que toca una melodía concreta, una melodía con una atroz y enigmática historia detrás…
Formato Pantalla: 1,33:1 (4/3) Fullscreen
Audio: Español neutro
Este muerto está muy vivo (Weekend at Bernie’s, Ted Kotcheff, 1989)
USA. Duración: 98 min. Guion: Robert Klane Música: Andy Summers Fotografía: François Protat
Con Andrew McCarthy, Jonathan Silverman, Catherine Mary Stewart, Terry Kiser, Don Calfa, Catherine Parks, Louis Giambalvo, Ted Kotcheff
Sinopsis: Larry (Andrew McCarthy) y Richard (Jonathan Silverman) son dos jóvenes empleados de una compañía de seguros que, trabajando horas extra en un caluroso fin de semana de verano, descubren un agujero de 2 millones dólares en la compañía por una póliza fraudulenta. Cuando se lo comunican al director de la compañía, Bernie Lomax (Terry Kiser), los dos jóvenes creen que van a subir puestos, y aún más se convencen cuando Bernie les invita a pasar el fin de semana en su lujosa casa de playa para estudiar los detalles del fraude. Pero Bernie guarda un secreto que los dos jóvenes tardarán en descubrir por un pequeño detalle: cuando Larry y Richard llegan a la fabulosa casa de playa de Bernie… ¡su anfitrión estará muerto!
Formato Pantalla: 1,85:1 (16/9) Anamorphic Widescreen
Audio: Castellano, Inglés – Subtítulos en Castellano
Regia Films edita ‘La Frustra e il Corpo’ en Blu-ray
En estos tiempos de cambio para el sector audiovisual Regia Films lo tiene claro y apuesta por la calidad. Ante subproductos que juegan con la paciencia del coleccionista y explotan y presagian la desaparición del soporte físico, Regia sabe que siempre habrá público fiel para ediciones cuidadas, y es por ello que prepara el estreno de La Frusta e il Corpo (Mario Bava, 1963) en Blu-ray con la máxima calidad y en edición limitada. La película, que estará disponible con audios en inglés e italiano y subtítulos específicos para cada una de las dos opciones de idiomas disponibles, será el primero de tres que surgirán de la colaboración de Regia Films con la compañía Rekete Entertainment, contratados a la empresa británica Hollywood Classics y pertenecientes al catálogo de Euro London Film.
La Frustra e il Corpo se editará en edición limitada a 1000 unidades numeradas con funda y un precio de 17,95 €, que se completará con un libreto exclusivo escrito por Roberto García-Ochoa Peces y Carlos Díaz Maroto.
Sin duda La Frusta e il Corpo de Regia Films es el lanzamiento de este verano (sino del año) para los amantes del mejor cine de género. Ya saben, luego no se lamenten ni vayan clamando al viento que en este país no se editan películas en condiciones, y además a un precio aceptable.
Y no se pierdan los importantes extras:
Sinopsis: Un sádico noble del siglo XIX, regresa a su castillo después de un tiempo recorriendo el mundo, debido a la invalidez de su padre. Allí se vuelve a encontrar con su joven hermano, que a su vez está casado con su prima, una condesa. Cuando el noble es encontrado muerto en su habitación, una gran maleficio cae sobre la familia, pues su espíritu regresará de la muerte para atormentar sus vidas.
El cine en zapatillas: ‘Los vampiros’, sesión italiana de lujo con Freda y Bava
De nuevo Serendipia se sumerge en las oscuras aguas del mejor cine de terror italiano y lo hace con la película que inició el género en el país transalpino. Los vampiros (I Vampiri, 1957), es una magnífica e influyente cinta en la que estuvieron involucrados nombres capitales del fantástico como son Riccardo Freda y Mario Bava. Naturalmente hubo otras contribuciones anteriores al género, pero esta es la que inició esa basta producción que llenó los cines europeos y americanos durante los sesenta, los setenta y los ochenta con exquisitos delirios góticos, giallos malsanos e infames (y deliciosas) explotaciones de cintas americanas. Una pieza de museo que llega a nuestras manos impecablemente editada por Regia Films.
Los Vampiros (I Vampiri, Riccardo Freda y Mario Bava, 1957) DVD Regia Films
Duración: 81 min. Guión: Riccardo Freda, Piero Regnoli Música: Franco Mannino, Roman Vlad Fotografía: Mario Bava (B&W) Productora: Titanus / Athena Cinematografica
Reparto: Gianna Maria Canale, Carlo D’Angelo, Angelo Galassi, Wandisa Guida, Dario Michaelis, Renato Tontini, Charles Fawcett, Gisella Mancinotti
Sinopsis: En París, se multiplican los asesinatos de varias jóvenes que aparecen sin una gota de sangre en el cuerpo. El pánico siembra la ciudad ante los rumores de la llegada de unos vampiros que parecen ser los responsables de los acontecimientos. El periodista Pierre Lantin (Carlo D’Angelo) decide investigar por su cuenta, a escondidas de la policía, y descubre la misteriosa figura de la bella y joven condesa Giselle du Grand (Gianna Maria Canale) …
Formato Pantalla: 2,35:1 (16/9) Anamorphic Widescreen
Audio: Castellano, Italiano – Subtítulos en Castellano
Contenido Extra:
Escenas añadidas en montaje USA (5 escenas, 12 min. aprox.)
Escena eliminada (recuperada parcialmente, 15 seg.)
I trucchi del maestro (extracto del programa de TV L’ ospite delle due, 2 min. aprox.)Libreto exclusivo de 20 páginas a color escrito por Carlos Díaz Maroto
Los vampiros representa un auténtico punto de partida para el cine de terror italiano. Un inicio algo tímido, tanteado, pues a pesar de que su argumento contiene elementos altamente sobrenaturales, el desarrollo tiene bastante de policíaco y su acción se ubica en época contemporánea. Pero la cinta de Freda servirá para que los directores italianos se desprendan del complejo y apuesten por rodar un cine de terror profundamente gótico, aportando al género varias obras maestras entre las que destacan El horrible secreto del doctor Hitchcock (L’orribile segreto del Dr. Hichcock, 1962) del propio Freda o La máscara del demonio (La maschera del demonio, 1960) y El cuerpo y el látigo (La Fruta e il Corpo), de Mario Bava.
Mario Bava conoció a al egipcio Riccardo Freda durante el rodaje de Espartaco (Spartaco, 1953), iniciando a partir de entonces una colaboración mutua durante la que Freda no dejó de animar a Bava, por entonces encargado de fotografía y efectos especiales, para que se lanzara a dirigir. Y precisamente gracias a Freda y su carácter, Bava se vio obligado a terminar Los vampiros cuando este, no conforme con los productores, abandonó el rodaje. Circunstancia que se repitió en Caltiki, el monstruo inmortal (Caltiki, el mostro inmortale, 1959). Poco después dirigió La máscara del demonio e inició una carrera cinematográfica tan interesante como influyente. Pura historia del mejor cine de género.
Realizada en dos semanas Los vampiros tiene, como hemos comentado, mucho de película policíaca, pero también se sirve de muchos elementos provenientes de las escuelas americana y británica del cine de terror. A pesar de que su acción se desarrolla en época contemporánea, es cuando Freda nos introduce en la mansión de la condesa Giselle du Grand (intenrpretada por la bella esposa del director, Gianna Maria Canale) cuando entramos en un escenario gótico en el cual no falta de nada: desde un Mad doctor con su correspondiente ayudante deforme; hasta lóbregos castillos y sombrías estancias con visillos mecidos por el viento. Sin olvidar el pintoresco panteón con surrealista decoración ósea.
En este escenario, el vampirismo que nos narra la cinta tiene más paralelismo con la historia de la también condesa Bathory y su obsesión por mantenerse joven mediante la sangre de sus víctimas, que con el clásico chupasangres, a pesar de que la condesa du Grand también cuenta con su Renfield toxicómano particular, Joseph Signoret, encarnado por Paul Muller, un actor suizo muy familiar para el seguidor del cine de Jesús Franco. En una escena eliminada en el montaje final (y aparentemente perdida), se explicaba que este personaje era un hombre reconstruido artificialmente, a la manera de la criatura del Dr. Frankenstein, por el doctor Julien du Grand, que encarna Antoine Balpetré, el científico que trata a la condesa y que tiene como ayudante a un tullido algo rijoso interpretado por Renato Tontini, actor de jocoso nombre.
La calabresa Gianna Maria Canale participó en un buen número de cintas, varias dirigidas por su marido, al que conoció en un rodaje y con el que se casó y convivió hasta la muerte del realizador en 1999. Su porte y voluptuosidad (no en vano había participado en 1947 en el certamen Miss Italia quedando segunda tras Lucia Bosé), les parecieron los ideales a los directores, que durante los años cincuenta y sesenta se la sortearon para participar en numerosos péplums y otras cintas de aventuras hasta su retiro en 1964. Por su parte, y a modo de curiosidad, señalar que Riccardo Freda se permite un cameo como doctor que realiza una autopsia.
Destaca también la película de Freda y Bava por los tan efectivos como sencillos efectos de maquillaje que realizó Mario Bava, en especial para el envejecimiento de la condesa, que consiguió alternando iluminación roja y verde sobre el maquillaje de la actriz, algo que se explica en un pequeño extra incluido también con la película. Un efecto, por otra parte, bastante similar al que utilizó en 1931 Wally Westmore en la clásica El hombre y el monstruo (Dr. Jekyll and Mr. Hyde) de Rouben Momoulian. Por cierto, es curioso pero el envejecimiento final de la condesa posiblemente resulta más efectivo y completo en la versión USA con las escenas insertadas para su exhibición en el mercado norteamericano ¿Insertos? Sigan leyendo que les cuento.
Como hemos visto, aunque la cinta posee los elementos necesarios para el disfrute del espectador, parece que no resultaron ser los suficientes para el distribuidor americano, que decidió rodar y añadir al metraje unas escenas con las que incrementar las dosis de violencia, sexo y… ratas. Esta versión fue la que se estrenó en Estados Unidos en 1963 como The Devil’s Commandment. Pero respiren tranquilos, aunque Regia Films ha editado la versión original italiana de Los vampiros, ha tenido a bien incluir estas escenas como extras para satisfacción de coleccionistas y completitas. Y no solo eso, también entre los contenidos extras se ha incluido el prólogo del filme, con la ejecución de Signoret, que al parecer fue censurado en su momento.
Ambientada en París pero rodada íntegramente en Italia, Los vampiros no tuvo el éxito que merecía en Italia, circunstancia que el director achacó al hecho de haber firmado el filme con su nombre real, algo que para él echó para atrás a un público que no creyó en la eficacia de una cinta italiana de terror, así que de ahí en adelante firmó sus cintas de género como Robert Hampton. Pero fracaso en taquilla o no, Los vampiros preparó el terreno para las cintas de terror del propio Freda, Bava o Margheriti que vendrían a continuación y que tan solo sería el principio del desembarco del cine de terror italiano en las pantallas de todo el mundo. Un terror que supo captar las modas del momento y en muchos casos mimetizó, pero con un inequívoco sabor transalpino que tantos buenos momentos ofrecerá al aficionado y que Regia Films nos ofrece a todo lujo, con su formato de pantalla original, con opción a verla subtitulada, con reverencial respeto en su diseño de carátula a la cartelería original (¿Para qué realizar fotomontajes habiendo tan maravillosos carteles?) y libreto. Una pieza a todas luces imprescindible para los amantes del mejor cine fantástico.
TEXTOS CONSULTADOS:
– DEL GIALLO AL GORE. CINE FANTÁSTICO Y DE TERROR ITALIANO
VV.AA. Donostia Kultura, 1997
– QUATERMASS 7. ANTOLOGÍA DEL CINE FANTÁSTICO ITALIANO.
VV.AA Coord. Javier G. Romero. Retroback/Séptimo Vicio/Quatermass, 2008.
– SPAGHETTI NIGHTMARES
Luca M. Palmerini y Gaetano Mistretta. Fantasma Books, 1996.
El cine en zapatillas: El espejo de la bruja
TERROR MEXICANO: EL ESPEJO DE LA BRUJA (Chano Urueta, 1962) Editada por Regia Films
México 73 min. B/N Guión: Alfredo Ruanota, Carlos Enrique Taboada Música: Gustavo César Carrión Fotografía: Jorge Stahl Jr.
Reparto: Rosita Arenas, Armando Calvo, Isabel Corona, Dina de Marco, Carlos Nieto, Alfredo Wally Barrón
Formato de pantalla: 1,33:1 – 4:3 Fullscreen (Formato original)
Sinopsis: Sara (Isabel Corona) es ama de llaves en el caserón habitado por su ahijada Elena (Dina de Marco) y el marido de esta, Eduardo (Armando Calvo). Pero además Sara es una poderosa bruja que comparte su secreto con Elena. Juntas verán a través de un espejo mágico un futuro en el que Eduardo asesina a Elena para casarse con una joven mujer, Deborah (Rosita Arenas). Sara tratará por todos los medios de evitar el fatal acontecimiento, pero los espíritus ancestrales se lo prohibirán …
Los espejos siempre han casado bien con lo oculto, con lo fantástico. Desde el mágico espejo que consulta la pérfida madrastra de Blancanieves al espejo que libera la imagen de Balduin, El estudiante de Praga, los espejos pueden tanto devolvernos imágenes deformadas como ser puertas a otros mundos, tal y como nos mostraba recientemente Mike Flanagan en Oculus (2013). En El espejo de la bruja, nueva entrega de la colección de Regia Films dedicada al mejor cine de terror mexicano, el espejo servirá como estación de tránsito hacia otros mundos e instrumento mágico con el que bucear por el pasado y el futuro.
De nuevo se trata de una producción de Abel Salazar del que ya les hablamos con motivo del lanzamiento del primer título de la colección, La maldición de la llorona. Salazar, actor metido a productor, quiso probar suerte con el cine de terror realizando fundamentales aportaciones al género como El vampiro, El ataúd del vampiro, El mundo de los vampiros o la delirante El barón del terror (1962), que dirigió Chano Urueta, responsable de El espejo de la bruja.
Rodada antes de la irrupción generalizada del cine de luchadores enmascarados que infantilizaría el género, El espejo de la bruja juega con elementos terroríficos y sobrenaturales: puertas que chirrían, corrientes heladas, música fantasmal o castillos de cartón piedra. Todo es excesivo y bello en esta producción que contiene unos tan sencillos como efectivos trucajes. Fuertemente influida por el cine norteamericano de la época, El espejo de la bruja es también una historia de tintes góticos con Mad Doctor y referencias a Las manos de Orlac (Orlacs Hände, Robert Wiene, 1924) y Los ojos sin rostro (Les yeux sans visage, 1960) de Georges Franju, que tanto influyó a su vez en Jesús Franco y su Gritos en la noche, realizada el mismo año que El espejo de la bruja.
‘Satanaya’ y ‘Lucifudo’ son invocados por la bruja para que abran ‘todas las puertas de la infamia’ en esta historia escrita por los prolíficos Alfredo Ruanova y Carlos Enrique Taboada, que más tarde dirigió algunas de las obras capitales del cine de terror mexicano, como Hasta el viento tiene miedo (1968) o Veneno para las hadas (1984).
Entre los actores protagonistas destaca el sobreactuado Armando Calvo, hijo del actor español Juan Calvo. Nacido en Puerto Rico, desarrolló su carrera a caballo entre España y México; la venezolana Rosita Arenas, que vimos en La maldición de la llorona y que participó en un buen número de cintas mexicanas, entre ellas las dedicadas a la momia azteca; Isabel Corona, actriz que interpreta a la bruja y que estaba especializada en papeles dramáticos y Dina de Marco, cuya carrera se desarrolló sobre todo en televisión.
El espejo de la bruja es encantadoramente naif, tiene desagradables maquillajes, efectos artesanales y ambiente de pesadilla que hacen de esta delicia gótica una tan exótica como interesante adquisición. De nuevo hay que felicitar a Regia Films por esta iniciativa y por tan impecables ediciones.
El cine en zapatillas: Neogiallo, historia y fantasía
L’ETRANGE COULEUR DES LARMES DE TON CORPS (El extraño color de las lágrimas de tu cuerpo, Hélene Cattet y Bruno Forzani, 2013) Regia Films (Blu-ray)
Guión: Hélène Cattet & Bruno Forzani Fotografía: Manu Dacosse – Montaje: Bernard Beets Sonido: Dan Bruylandt, Yves Bemelmans, Olivier Thys y Mathieu Cox
Reparto: Klaus Tange, Jean-Michel Vovk, Sylvia Camarda, Sam Louwyck, Anna D’Annunzio, Manon Beuchot, Ursula Bedena, Birgit Yew, Hans de Munter
Nos encontramos ante un homenaje en toda regla al Giallo y más concretamente a su santo patrón Darío Argento. El extraño color de las lágrimas de tu cuerpo, que es a la estética del modernismo lo que Suspiria fue al Art Decó, nos introduce en un mundo de arquitecturas imposibles, barrocas, inspiradas en los grabados de Escher, que su director satura con un caleidoscopio de fascinantes colores que hacen de esta cinta todo un espectáculo visual en el que, como suele suceder en el Giallo, el argumento es lo de menos.
Un misterio, dos misterios. Dos desapariciones en el mismo edificio, extraños sonidos… una pesadilla lisérgica en la que lo principal es la imagen, psicodélica a veces, inquietante siempre. Tanto que sus directores no vacilan en recurrir incluso a imágenes subliminales para transmitirnos esa inquietud directamente a nuestro subconsciente.
Bruno Forzani y Hélène Cattet ya había demostrado su querencia por Argento en otros trabajos anteriores, especialmente en su primer largometraje, Amer (2009), donde recurrieron a partituras de Bruno Nicolai y Stelvio Cipriani. Pero es con El extraño color de las lágrimas de tu cuerpo con la que formalizan su amor por el director romano y por el género que lo encumbró.
Déjense llevar por El extraño color de las lágrimas de tu cuerpo, una experiencia nada convencional que incluye como banda sonora una selección de las melodías que regaron los Giallos originales a los que Cattet y Forzani homenajean: Bruno Nicolai, Alessandro Alessandroni, Riz Ortolani, Ennio Marricone, Nico Fidenco, Guido y Mauricio de Angelis… la plana mayor de la música cinematográfica italiana que completa esta intensa experiencia.
Era imprescindible, y Regia así lo ha comprendido, que era necesario que esta experiencia viniese arropada por una calidad de imagen y sonido acorde, así que ha decidido editarla a todo lujo en formato Blu-ray, y no solo eso, ha dado al objeto en sí mismo una cuidada apariencia que lo convierte en pieza de colección: limitada a 1000 ejemplares, viene en edición subtitulada, con sobrecubierta, libreto de de 20 páginas a color escrito por Roberto García-Ochoa Peces (doblekultocinema.com) y un póster con el magnífico arte original.
Una caja de maravillas que todo selecto gourmet del buen gusto debe poseer.
Video: 1080p FULL HD 2,35:1 – 16:9 Audio: DTS-HD MA 5.1 francés (con fragmentos en danés y flamenco) Subtítulos en castellano
Extras: Trailer original 1080p FULL HD 2,35:1 – 16:9, libreto, poster.
EL CIELO… PROXIMAMENTE (Defending your Life, Albert Brooks, 1991) Regia Films (DVD)
USA. 112 min. Guión: Albert Brooks Música: Michael Gore Fotografía: Allen Daviau Productora: Warner Bros. / Geffen Pictures.
Reparto: Meryl Streep, Albert Brooks, Rip Torn, Lee Grant, Buck Henry, Shirley MacLaine, Michael Durrell, Gary Beach, James Eckhouse, Julie Cobb, Peter Schuck
En el día de su cumpleaños, Daniel Miller (Albert Brooks) sufre un accidente. Acto seguido despierta en un tranvía ataviado con una túnica blanca… ha muerto y está en Ciudad del Juicio, una suerte de purgatorio donde su alma deberá pasar por un proceso judicial para decidir si seguirá evolucionando como ser del universo o, en caso de que el resultado no sea favorable, volver a la Tierra para tener una nueva oportunidad de vencer sus miedos y así ganarse su evolución.
Colaborador del programa Saturday Night Live, Albert Brooks es un actor, guionista y también director que se ha especializado en el campo de la comedia, que es donde se encuadra El cielo… próximamente, aunque en este caso la ha decorado de fantástico. En línea con amables fantasías post-mortem de los cuarenta como El difunto protesta (Here Comes Mr. Jordan, Alexander Hall, 1941) o El diablo dijo no (Heaven Can Wait, Ernst Lubitsch, 1943) y su posterior remake, El cielo puede esperar (Heaven Can Wait, Warren Beatty y Buck Henry, 1978), El cielo… próximamente tiene mucho humor, ironía (allí también hay burocracia), y un batiburrillo religioso New Age que gracias a la deliciosa interpretación de sus protagonistas, en especial una joven Meryl Streep, hacen que la cinta sea de agradable digestión.
Formato Pantalla: 1,85:1 (16/9) Anamorphic Widescreen Audio: Castellano, Inglés –Subtítulos en Castellano
ATENTADO, EL DÍA QUE CAMBIÓ EL MUNDO (Sarajevski Atentat, Veljko Bulajic, 1975) Regia Films (DVD)
Duración: 119 min. Guión: Vladimír Bor, Stevan Bulajic, Veljko Bulajic, Paul Jarrico Música: Juan Carlos Calderón, Lubos Fiser Fotografía: Jan Curík Coproducción: Yugoslavia-Checoslovaquia-Hungría-Alemania del Oeste (RFA); Jadran Film / Filmové Studio Barrandov / Kinema Sarajevo / Mundo Film
Reparto: Christopher Plummer, Florinda Bolkan, Maximilian Schell, Irfan Mensur, Rados Bajic, Ivan Vyskocil, Libuse Safránková
Gavrilo Princip (Irfan Mensur), Nedjeljko Čabrinović (Rados Bajic) y Trifko Grabe¸ (Jan Hrusínský) son tres jóvenes revolucionarios bosnios residentes en Serbia, donde Sarac (Maximilian Schell) les enseña a disparar armas de fuego con un claro objetivo: matar al archiduque y heredero al trono del Imperio austrohúngaro Francisco Fernando (Christopher Plummer).
Si realmente hay días que cambiaron el mundo, sin duda uno de ellos fue ese 28 de junio que desencadenó la Primera Guerra Mundial, la que se conoció como La Gran Guerra y que, visto lo visto poco más tarde, tan solo fue la antesala de lo que estaba por venir. Aquella Gran Guerra fue el final de muchas cosas, no tan solo del Imperio Austrohúngaro (que tan buen resultado ofreció a nuestro Berlanga como recurso cómico), y de la Rusia de los Zares, también fue el comienzo de la hegemonía norteamericana y el final de un cultura y forma de vivir que tenía en Europa como gran modelo. Precisamente Europa era, cuanto se rodó esta lujosa co-producción, un hervidero de películas de género que imitaba los modelos venidos de Estados Unidos, así que entre todas las producciones de esos años setenta destaca esta cuidada recreación de los hechos de Sarajevo dirigida por el Yugoslavo Veljko Bulajic, un realizador tan poco conocido como el cine de su país y del que destacaron también otras dos cintas, una también bélica aunque ambientada en la Segunda Guerra Mundial, La batalla del río Neretva (Bitka na Nertvi, 1969) y la histórico-terrorífica Covjek Koga Treba Ubiti (1979). En Atentado, el día que cambió Europa, el director pudo contar, al igual que en La batalla del río Neretva, de algún actor internacional para dar brillo al cartel, como fue el caso de Maximilian Schell, Christopher Plummer y Florinda Bolkan. Schell, actor austríaco internacional y hermano de la también actriz Maria Schell, disfrutaba de una merecida fama. Ganador de un Oscar en 1961 por su papel como abogado de nazis en Vencedores o vencidos (Judgment at Nuremberg, Stanley Kramer, 1961), disfrutó de una longeva carrera que finalizó cuando falleció en 2014. El canadiense Plummer continúa muy activo y puede verse actualmente en la interesante Remember (2015) de Atom Egoyan. En cuanto a Florinda Bolkan, se trata de una magnífica actriz brasileña instalada en Italia donde ha protagonizado un buen puñado de títulos, entre ellos algunos dirigidos por Visconti, Fulci, o Luigi Bazzoni, de cuya Huellas de pisadas en la luna (Le Orme, 1975) editada también por Regia Films, ya hablamos en Proyecto Naschy.
Atentado, el día que cambió el mundo, es una interesante cinta histórica, muy bien ambientada y rodada en fastuosos palacios y localizaciones reales. Con un vestuario muy cuidado, la acción se nos narra desde dos puntos focales: por un lado vemos la preparación del atentado y las incidencias entre los responsables; y por el otro seremos testigos de la vida del archiduque Francisco Fernando y su esposa, que no es aceptada por el Emperador, mientras se dirigen a Sarajevo, donde se producirá el mortal incidente.
La copia que nos ofrece Regia es de aceptable factura, la versión en castellano nos permitirá vez los cortes que recibió en su pase en España, ya que estos pasajes se nos ofrecen en versión original subtitulada. Lo más curioso es que como extra pueden verse tres escenas extendidas que sí pudieron verse en los cines (y magnetoscopios) españoles y que en esta copia, al parecer de origen americano, se cortaron y que tienen más relevancia para la acción que la que se decidió cortar en España, posiblemente para aligerar metraje. Como curiosidad cabe añadir que en la banda sonora participó el santanderino Juan Carlos Calderón.
Formato Pantalla: 1,85:1 (16/9) Anamorphic Widescreen Audio: Castellano, Inglés –Subtítulos en Castellano
Tres nuevas referencias de Regia Films
Regia Films continúa con su magnífica colección dedicada al giallo con un nuevo e interesante lanzamiento. También ponen a nuestra disposición Poseso, el largometraje de animación stop-motion de Sam. Ambas con carátula reversible. Y en su colección Video Hits nos ofrece Una banda de dos (Big Shots, 1987) de Robert Mandel. Todo ello con la calidad Regia Films.
NOVEDADES REGIA FILMS: Octubre
Prosigue la andadura de Regia Films en aras de editar con excelente calidad dentro de su exclusiva colección ‘Cinema Giallo’, que ya cuenta con 26 entregas, los mejores títulos de ese subgénero netamente transalpino. De entre sus última novedades destaca especialmente Terror en la ópera, película dirigida por Dario Argento que junto a su protagonista, Cristina Marsillach, perpetuó una de las imágenes iconográficas rodadas por el director romano: los asustados ojos de la joven abiertos, sin poder cerrarse y obligada así a ver todos los horrores por tener los párpados amenazados con una fila de alfileres bajo ellos. La poesía de la crueldad disponible por primera vez en España desde su temprana edición en VHS.
Además, Regia presenta dos interesantes títulos inéditos dentro del sello Video Hits.
TERROR EN LA ÓPERA (Opera, Dario Argento, 1987) DVD
Italia, 1987, 103 Min. COLOR VERSIÓN UNCUT
Formato Pantalla: 2,35:1 (16/9) Anamorphic Widescreen
Audio: Castellano, Italiano, Inglés – Subtítulos en Castellano
(Doble subtitulado castellano, específico para audio italiano y audio inglés)
Betty (Cristina Marsillach) es una joven soprano que encuentra la oportunidad de debutar en una gran ópera como el Macbeth de Verdi tras el desafortunado accidente de la cantante principal, la gran Mara Czekova. Pese a la leyenda negra de que se trata de una ópera maldita, y pese a estar dirigida por Marco (Ian Charleson), un director de cine famoso por sus sádicas películas de terror, Betty aceptará el papel de Lady Macbeth… para convertirse en el blanco de un misterioso y brutal psicópata nada más pisar el escenario.
Dirigida por Dario Argento, Terror en la ópera ofrece al espectador un tardío giallo visualmente impactante y con un virtuoso manejo de la cámara que hará las delicias de todos los amantes del género y en especial del inconfundible estilo del genial director romano.
LA MUJER DEL LAGO (La Donna del Lago, Luigi Bazzoni, 1965)
Italia, 1965, 82 Min. B/N
Formato Pantalla: 1,85:1 (16/9) Anamorphic Widescreen
Audio: Castellano, Italiano – Subtítulos en Castellano
Bernard (Peter Baldwin) es un escritor sumido en una crisis creativa que acude a su habitual refugio, un hotel familiar a orillas de un lago, para hospedarse varias semanas y reencontrarse… además de reencontrar a Tilde (Virna Lisi), una atractiva camarera del hotel con la que tuvo un idilio en su última estancia. Pero la desolación se apoderará de Bernard tras descubrir la fatal noticia de la muerte de Tilde unos meses atrás. Según cuenta todo el pueblo, Tilde se suicidó envenenándose con yodo, pero gracias al fotógrafo Francesco (Pier Giovanni Anchisi), Bernard descubrirá una serie de pistas que le harán sospechar que Tilde en realidad fue asesinada…
La mujer del lago fue la ópera prima de Luigi Bazzoni, apoyado en la dirección por Franco Rossellini y con una fantástica fotografía en blanco y negro de Leonida Barboni capaz de crear una intrigante atmósfera que nos sumerge en un onírico, turbador, misterioso y temprano giallo.
AFLICCIÓN (Affliction, Paul Schrader, 1997)
Formato Pantalla: 1,66:1 (16/9) Anamorphic Widescreen
Audio: Castellano, Inglés – Subtítulos en Castellano
Wade Whitehouse (Nick Nolte) es el sheriff de una pequeña localidad de New Hampshire que a lo largo de su vida ha sido menospreciado por muchas personas, incluidas su ex mujer y su hija. A su vez soporta en su interior la traumática relación que mantiene con su padre Glen (James Coburn), un hombre rudo de agrio carácter. La ocasión de cambiar las cosas y ganarse el respeto de las personas que le rodean llega cuando se produce la muerte aparentemente accidental de un empresario en una partida de caza. Wade, convencido de que se trata de un asesinato, tratará de resolver el caso…
Escrita y dirigida por Paul Schrader, basada en la novela de Russell Banks, ganadora del Oscar al Mejor actor de reparto en 1998 (James Coburn) y nominada al Mejor actor (Nick Nolte), Aflicción sumerge al espectador en el extraño y errático camino hacia la redención del sheriff Wade Whitehouse con un reparto de auténtico lujo en el que también participaron Willem Dafoe y Sissy Spacek.
PROFESORES DE HOY (Teachers, Arthur Hiller, 1987)
Formato Pantalla: 1,85:1 (16/9) Anamorphic Widescreen
Audio: Castellano, Inglés – Subtítulos en Castellano
Alex Jurel (Nick Nolte) es el desinflado profesor del Instituto John F. Kennedy, donde los gamberros como Eddie Pilikian (Ralph Macchio, Karate Kid) campan a sus anchas. Tras haber luchado en sus comienzos como profesor contra el penoso sistema educativo, Alex finalmente dio su brazo a torcer para convertirse en un mediocre docente como el resto de sus colegas de trabajo. Pero las cosas cambiarán en el instituto cuando el director Rubell (Judd Hirsch) recibe una demanda por haber graduado a un alumno que no sabe ni leer ni escribir…
Protagonizada por Nick Nolte y acompañado en el reparto por JoBeth Williams, Judd Hirsch, Ralph Macchio, Morgan Freeman, Lee Grant y Robert Mulligan entre otros, Profesores de hoy cumple su cliché de irreverente comedia ochentera para además poner patas arriba el sistema educativo público norteamericano, realizando una apreciable crítica social aplicable más de 30 años después de su estreno.
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