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Diario de Serendipia en Sitges 2021: Palmarés y conclusiones
Bueno, pues el 54 Festival de Sitges 2021 ya es historia. Ahora toca hacer una reflexión sobre qué tal ha ido esta edición y listar el Palmarés. Durante el año, Serendipia irá recuperando algunas de las películas que le han quedado pendientes de ver y repasará algunas de las vistas mientras se vaya preparando una nueva edición que, esperemos, ya se celebre con total normalidad.
Confieso que, como todas las cosas que se aman, con el festival de Sitges guardo una relación de amor/odio. Cada vez que se inicia, con las complicaciones de acceder a algunos de los pases deseados o las decisiones de la organización con respecto a prensa, además de la cuesta arriba de preparar todo para esos días de festival, raro es el año en que no proclamo que el próximo año quizás sea un buen momento para descansar. Pero una vez sumergidos en la vorágine de “nuestro Sitges”, lo cierto es que comprendo algo que Montse no se cansa de decirme y demostrarme, que esta burbuja de tiempo, este plano de realidad nos es realmente imprescindible. Es nuestro viaje particular, nuestro Nunca Jamás, ese lugar en el que todo es posible.
Cuando indico “nuestro Sitges” lo hago de manera ambivalente. Por un lado porque tod@s y cada uno de los asistentes a esta torre de Babel del fantástico viven un festival totalmente diferente. Para un@s habrá tenido un nivel excelente, mientras que para otr@s la calidad de la selección cae, año tras año, en picado. Un@s habrán conseguido acceder a todas las películas que deseaban ver, mientras que otr@s se habrán quedado sin poder ver todas sus favoritas. Una película a un@s les parecerá la mejor y para otr@s será la peor. Mientras algun@s, cínicamente no dejarán de señalar las cintas que no les han agradado, raramente dirán de manera espontánea las que sí.
Y todo es verdad.
Y todo es mentira.
Todo dependerá del cristal con el cual se mira.
Pero de uno u otro modo todos, todos volvemos a Sitges. Pues todos tenemos “nuestro Sitges”. Estoy tentado a decir que este ha sido muy especial, pues de una manera u otra todos lo son por diferentes razones. Esta vez hemos vivido el festival y formado parte del mismo desde otras perspectivas: desde la butaca, desde luego, pero también desde el escenario y hasta desde la pantalla de la televisión. Asimismo, proyectos de los que cuales hemos formado parte, han visto la luz y con mucho éxito.
Así que, ¿de qué quejarse? si el mismo Carlos Pumares, gran ausencia este año, siempre se quejaba de todo, pero admitía que el festival de Sitges era su favorito.
Pues eso.
En ese ente llamado Serendipia conviven dos personalidades muy diferentes en cuanto a la manera de ver y vivir el cine: la parte bella y más cultivada, analiza las imágenes en su mente de manera fría; mientras que para la parte más tosca del ente, el cine es pura evasión a otros mundos y todo lo relacionado con él pura magia. Ese es el que colecciona películas y material cinematográfico, trayendo al festival libros y carátulas para que se las firmen los actores y directores que se va encontrando, de manera casual, por el camino. Ha aprendido que esa es tan solo una de las partes de “su Sitges” y que no debe obsesionarse, dando prioridad a otras cosas, dejando así que sea el azar el que permita que “el milagro” suceda.
Y unas veces sucede, y otras no.
Uno tiende a sentirse herido por las pequeñas inquinas que se encuentra por el camino, en forma de individuos maleducados con un mal día que descargan su frustración en los demás, ya sea con una inesperada mirada de odio o un comentario desagradable sin motivo, que destaca precisamente por el contraste entre tantas y tantas personas, tantos y tantos amigos y compañeros que uno saluda día tras día. Una rueda que no cesa al incorporar a nuestro imaginario a nuevas personas que, como nosotros, viven su propio Sitges particular.
Voluntarios y sobre todo una seguridad amable, educada. No invasiva, que ha permitido que la mayoría de los equipos de las películas se movieran libremente por el festival y les permitieran, si así lo deseaban, relacionarse con todo aquel que se les acercaba para pedirles un autógrafo o una fotografía, pues todo forma parte del cine y, particularmente, de cada uno de los diferentes Sitges que se viven en el festival. Unos serán felices haciéndose una foto en un photocall como si fueran estrellas; otros con una firma o una foto con un director admirado; otros disfrutando de una rara película; o con la charla de un amigo compartiendo mantel; o con un paseo, continuamente interrumpido por el encuentro con viejos conocidos; o corriéndose una juerga nocturna; o con todo ello.
Pero para cada uno de ellos será “su” Sitges particular, ese al que, pase lo que pase, volverán cada año.
Avanzamos. Recordamos cuando el año anterior, durante la edición del festival, fueron endurecidas las medidas anti-covid con lo que los bares y restaurantes tuvieron que cerrar. Aquello dejó una imagen triste y desolada en algunas zonas de Sitges, como reflejamos en nuestro artículo. En esta edición, muy al contrario, durante el segundo fin de semana el Procicat suavizó las medidas sanitarias permitiendo el 100% del aforo en los cines, razón que facilitó que se añadiera una sesión doble la noche del sábado al domingo en el Auditorio. Ahora, la esperanza es que la edición número 55 del Festival de Sitges sea la de la vuelta a la normalidad. A vernos las caras. A respirar y sonreir en los cines.
PALMARÉS SITGES 2021
SECCIÓ OFICIAL FANTÀSTIC A COMPETICIÓ / SECCIÓN OFICIAL FANTÀSTIC A COMPETICIÓN / OFFICIAL FANTASTIC SECTION IN COMPETITION
Millor pel·lícula / Mejor película / Best Feature Lenght Film
Lamb(Valdimar Johánnsson)Premi especial del jurat / Premio especial del jurado / Special Jury Prize
After Blue (Bertrand Mandico)Millor direcció / Mejor dirección / Best Direction
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Justin Kurzel (Nitram)Menció a pel·lícula / Mención a película / Mention to Feature Lenght
The Innocents(Eskil Vogt)Menció especial a òpera prima / Mención especial a ópera prima / Mention to
Ex-aequo:
The Blazing World(Carlson Young)
The Execution (Lado Kvataniya)Millor interpretació masculina / Mejor interpretación masculina / Best Actor
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Ex-aequo:
Caleb Landry Jones (Nitram)
Franz Rogowski (Luzifer)Millor interpretació femenina / Mejor interpretación femenina / Best Actress
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Ex-aequo:
Noomi Rapace (Lamb)
Susanne Jensen (Luzifer)Millor guió / Mejor guion / Best Screenplay
Silent Night(Camille Griffin)Millors efectes especials / Mejores efectos especiales / Best Special Effects
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Mad God(Phil Tippett)Millor fotografia / Mejor fotografía / Best Photography
(sponsored by Lavazza)
Limbo (Cheng Siu Keung)Millor música / Mejor música / Best Music
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Daniele Luppi (Mona Lisa and the Blood Moon)NOVES VISIONS
Millor pel·lícula / Mejor película / Best Feature Film
El apego (Valentín Javier Diment)Menció a la pel·lícula / Mención a la película / Mention to the Film
2551.01 (Norbert Pfaffenbichler)Millor direcció / Mejor dirección / Best Direction
Anita Rocha da Silveira (Medusa)Millor curt Noves Visions Petit Format / Mejor corto Noves Visions Petit Format / Best Noves Visions Petit Format Short
Brutalia, Days of Labor(Manolis Mavris)SITGES DOCUMENTA
Premi a la millor pel·lícula / Premio a la mejor película / Award Best Motion Picture
Inferno Rosso. Joe d’Amato Sulla Via Dell’Ecccesso (Manlio Gomarasca, Massimiliano Zanin)BLOOD WINDOW
Premi Blood Window / Premio Blood Window / Blood Window Award
A nuvem rosa (Iuli Gerbase)JURAT DE LA CRÍTICA / JURADO DE LA CRÍTICA / CRITICS’ JURY
Premi de la Crítica José Luis Guarner / Premio de la Crítica José Luis Guarner / José Luis Guarner Critic’s Award
Ex-aequo:
After Blue (Bertrand Mandico)
Mad God (Phil Tippett)Premi Citizen Kane a la direcció revelació / Premio Citizen Kane a la dirección revelación / Citizen Kane Award for Best New Direction
Valdimar Johánnsson (Lamb)Premi de la crítica al Millor curtmetratge de Secció Oficial / Premio de la crítica al Mejor cortometraje de Sección Oficial / Critics’ Award for Best Official Selection Short Film
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Los huesos (Cristóbal León y Joaquín Cociña)MÉLIÈS D’ARGENT
Premi al Millor Curtmetratge /Premio al Mejor Cortometraje / Award for Best Short Film
T’es morte Hélène(Michiel Blanchart)Premi a la Millor Pel·lícula / Premio a la Mejor Película / Award for Best Feature Film
Tres (Juanjo Giménez)MÉLIÈS D’OR
Mejor película para Censor(Prano Bailey-Bond) Mención especial para The Feast (Gwledd)(Lee Haven Jones) Mejor cortometraje para Last Dance (Danny Gibbons y Alex Scott) Mención especial para T’es morte Hélène (Michiel Blanchart)
Méliès Career Award (concedido por la Méliès International Festivals Federation (MIFF))
Lucile Hadzihalilovic
CARNET JOVE
Premi Jurat Carnet Jove al millor llargmetratge de gènere fantàstic / Premio Jurado Carnet Jove al mejor largometraje de género fantástico / Carnet Jove Award for Best Fantasy Genre Feature Film
Mona Lisa and the Blood Moon (Ana Lily Amirpour)Premi al millor llargmetratge d’animació / Premio al mejor largometraje de animación / Award for Best Animated Feature Film
Cryptozoo(Dash Shaw)Premi al millor curtmetratge d’animació / Premio al mejor cortometraje de animación / Award for Best Animated Short Film
Other Half (Lina Kalcheva)BRIGADOON
Premi Brigadoon Paul Naschy / Premio Brigadoon Paul Naschy / Paul Naschy Brigadoon Award
Unheimlich (Fabio Colonna)Menció especial del Jurat / Mención especial del Jurado / Mention to
Viewers : 1 (Daigo Hariya y Yosuke Kobayashi)PREMIS SGAE NOVA AUTORIA / PREMIOS SGAE NOVA AUTORIA / SGAES’ NOVA AUTORIA AWARDS
Millor direcció / Mejor dirección / Best Direction
La caída del vencejo (Gonzalo Quincoces)Millor guió / Mejor guión / Best Screenplay
Goodnight Mr. Ted (Nicolas Solé)Millor música original / Mejor música original / Best Original Music
Goodnight Mr. Ted (Gonçal Perales)
En total, 103.038 espectadores que confirman la recuperación tras el flojo, por el tema de todos conocido, 2020, un dato que supera ampliamente la asistencia del año pasado, con 59.315 espectadores, y se encamina hacia los números prepandémicos de 2019, año en que se contabilizaron 130.206 asistentes. En cuanto a las cifras, esta edición del certamen ha superado las 60.000 entradas vendidas, toda una celebración de retorno a la normalidad que casi se acerca al dato de 2019 (66.000 entradas) después de un 2020 en el cual se vendieron 34.000.El Festival, además, ya ha anunciado las fechas de su 55ª edición, que tendrá lugar del 6 al 16 de octubre de 2022 y que celebrará el 40º aniversario de grandes hitos del cine de género como Tron (Steven Lisberger, 1982), La cosa (John Carpenter, 1982) y Conan el Bárbaro (John Milius, 1982).
Diario de Serendipia en Sitges 2021: Remontando la pandemia. Décima cápsula y Coda
Y llega la última jornada. Y lo cierto es que el cansancio ya -casi- puede con Serendipia. No va a ser un día maratoniano, tan solo tres películas. Si ayer nos despedíamos por todo lo alto del cine Prado hasta el próximo año (el Retiro no lo hemos pisado en esta edición), este será el día en que lo hagamos del Tramontana, donde hemos visto 22 películas de las 40 del total.

Fotos: Serendipia
El último madrugón del festival y con una película que, a priori, promete ser la más divertida y loca del festival, pues, ¿Qué puede fallar con la unión del director japonés Sino Sono y del actor Nicolas Cage? ¿Qué puede salir mal? Pues las expectativas en gran medida fallaron, pues Prisoners of the Ghostland (2021), última película de Sono, no ha gustado a casi nadie. Y eso que es una locura protagonizada por Cage embutido en cuero en un ciudad del siglo XXI habitada por samuráis, vaqueros y geishas. Pero esta versión de Mad Max salida de la pluma de un loco no llega a convencer, a pesar de contar con la participación de la actriz argelina Sofia Bouteda, a la que pudimos ver como letal agente en Kingsman: Servicio Secreto (Kingsman: The Secret Service, Matthew Vaughn, 2014); como princesa resucitada en La momia (The Mummy, Alex Kurtzman, 2017) o en Climax, de Gaspar Noé, donde también tuvo ocasión de exhibir sus habilidades con la danza; y que es lo mejor de este show. Poderosa en el plano de lo visual, esta parodia casi onírica de las películas de acción, no termina de cocinar bien sus dosis de excentricidad y acaba desperdiciando su potencial. Su calificación en Rotten Tomatoes demuestra que, la cierta indulgencia con la que la ha visto la crítica, no ha calado en el público (6,3 de los profesionales, frente al 2,5 de la audiencia) y esto es casi lo peor que podía pasarle a un filme de estas características.
Tides (Tim Fehlbaum, 2021) fue la siguiente propuesta y última que vimos dentro de la sección Oficial Fantàstic Competició, una correcta producción germano-suiza de ciencia-ficción de cariz ecologista ambientada en un escenario postapocalíptico, con todo lo cual no extrañará a nadie que esté producida por Roland Emmerich. Una nave retorna a la Tierra para comprobar si vuelve a ser habitable, pues a causa de las guerras, las pandemias y el cambio climático ha habido un éxodo de la especie hacia el exoplaneta Kepler-209, cuya atmósfera ha vuelto estériles a sus habitantes. Antes de ellos hubo una nave avanzadilla, la Misión Ulises, con la que se perdió el contacto. En ella iba el padre de Blake, la protagonista (Nora Arnezeder), que embarcó en esta segunda misión con la esperanza de encontrarlo. Con una primera parte muy similar a El planeta de los simios (hablo de la original de 1969), incluidos los humanos asilvestrados, la intriga se va desarrollando y, naturalmente, Blake, única superviviente de la nave descubrirá lo que pasó con los integrantes de la Ulises y con su padre. También por primera vez le vendrá el periodo. Conclusión: no tenemos remedio pero… siempre hay una pequeña esperanza (al menos en la ficción). Todo en una interesante cinta que, con su crítica social y su denuncia del espíritu del colonialismo, se alzó con cuatro estatuillas en los Premios del cine alemán, incluyendo el de banda sonora. La película de Fehlbaum se estrenará comercialmente con el título internacional en inglés, The Colony. Ya nos pilló con todo el agotamiento del mundo pero lo cierto es que gana enteros cuando la recordamos con perspectiva, lo que no obsta para concluir que con un poco más de pulso y mejor calibrado de la intriga podría haber salido de la medianía en la que se instala. Tides fue proyectada en compañía de un cortometraje de lujo, Mask of Evil Apparition, de Alex Proyas, que parecía más el teaser de una producción de más envergadura. En sus veinte densos minutos de duración puede apreciarse todo el imaginario del mejor Proyas (clones, gemelos, ciudad nocturna, art decó…), que también es guionista del proyecto.
Para esta jornada tan solo nos quedaba una sesión, el pase de prensa de la cinta de clausura, The Green Knight (David Lowery, 2021), que pudimos ver en Tramontana junto al cortometraje Goya 3 de mayo (2021), de Carlos Saura, el cual en 14 minutos recrea los antecedentes que culminan en la escena que inspiró a Goya una de sus grandes obras maestras. De factura impecable, nos pareció mucho más interesante su inicio, donde la imagen nos sumerge en el horror por medio de los grabados que componen la serie Los desastres de la guerra, que el cuerpo del relato, pues no logra transmitir el dramatismo de la pintura de Goya. Y de un viaje a la historia de nuestras tierras, por arte de magia de la sala oscura, descendimos sobre un lienzo cinematográfico pintado por David Lowery en el que nos remontamos todavía más en la historia, hasta la Edad Media, pues The Green Night es la última adaptación del romance artúrico Sir Gawain y el Caballero Verde, un poema que representa la típica fábula de tentación de la literatura medieval en la que el héroe es sometido una serie de adversidades reunidas como exámenes o «pruebas» de la virtud moral. El director de A Ghost Story (2017) despoja al relato de cualquier asomo de ropaje épico, baja a los héroes de Camelot a pie de calle con una clara voluntad desmitificadora, pero, lejos de convertirlo en un sumario prosaico, lo dota de la poesía que se desprende de lo usual si se tiene la suficiente sensibilidad para verlo. Descender a la altura de lo diario lo que la tradición ha enaltecido como maravilloso es una carta que ya jugaba en su obra de 2017
(y que agradó más a Serendipia que la que nos ocupa), Lowery parece explorar nuestro mundo desacralizado a través de los tropos de lo fantástico, haciendo que sumen del mismo lado fuerzas contrapuestas como pueden ser la voluntad de desmitificar y la capacidad de crear nuevas fantasías, en su obra nos encontramos con la magia que permanece después de eliminar lo insólito y extra-ordinario. Podría decirse que hace humano al misterio. Su Sir Gawain es el héroe menos heroico que nos ha regalado cualquier viaje a lo artúrico, la cinta de Lowery se aparta de las adaptaciones hollywoodienses, pero también, en buena medida, de la Excalibur de John Boorman con la que buena parte de la crítica se empeña en ponerla en relación, cuando lo único que comparten es ser dos tratamientos autorales del material legendario. Lowery cuestiona la idealización en una medida en que Boorman no lo hace, reduce lo feérico a lo imprescindible y el peso de su relato lo tiene la condición trivial del sobrino de Arturo, movido más por lo que otros esperan, que por su propia aspiración. Dev Patel encarna a un Gawain aniñado que obra conforme se espera de un aspirante a caballero de la mesa redonda, más que bravura lo que posee es una inocente inconsciencia y un gran afán por agradar, cuando concluya su viaje y haya madurado, ante la visión de lo que le deparará el futuro, declinará la oferta del destino y preferirá acabar antes de haber empezado. El viaje de aprendizaje y prueba es ocasión para que fluya lo sobrenatural, Lowery no lo escatima, pero parece más interesado en dejar ver la parte más humana (más mísera, si se quiere) que la leyenda ocultaba o, mejor dicho, sublimaba. El director de Milwaukee no es un materialista, pero sí que busca ser naturalista, lo imaginario es subsidiario de lo real en su obra, poblada esta por antihéroes con una pátina de melancolía que les confiere cierta magia. La magia de lo humano florece sirviéndose de lo feérico para dejarlo atrás, en un mundo que siempre tiene carácter pictórico gracias a la estrecha colaboración de Andrew Droz en la dirección de fotografía de sus dos últimos filmes. La cadencia narrativa de Lowery no es plato de gusto para todos los paladares, pero, sin duda, el suyo es uno de los nombres que habrá de ser tenido en cuenta cuando hablemos del fantástico del S. XXI (dejemos, lo de si es elevado o no, para otros más amantes de las etiquetas).
Serendipia se recogió con buen sabor de boca, mientras iba tropezándose con las opiniones más dispares sobre lo que acababa de ver. Y es que Sitges es más que un certamen, hay casi tantos festivales personales como espectadores convoca.
CODA: Diario de Serendipia en Sitges 2021: Remontando la pandemia. Décima cápsula y 1/2
El domingo es un día habitualmente dedicado a maratones cinéfagos para el público en general pero, en tiempos de pandemia, ha pasado a ser una jornada más tranquila con sesiones individuales de películas ya ofrecidas durante el festival. Es una jornada que Serendipia suele emplear en dormir y en preparar el equipaje para la vuelta, pero este año se ofreció la película sorpresa en domingo, lo que daba opción a verla como prensa, así que nos apuntamos. Además, tocaba degustar un menú especial en Aigüadolç con unas personas también muy especiales, Quim Crusellas y Víctor. Y vaya si el menú fue especial, ¡basta ver la foto que lo inmortaliza! Previamente al ágape, en l’Auditori, Serendipia tuvo ocasión de hablar con Emilio Gutiérrez Caba, toda una institución del cine y teatro español que forma parte de la memoria sentimental de varias generaciones y que, además, es un señor muy amable y muy cercano que se fue a casa con un merecidísimo Premio Nosferatu. También nos topamos, y no nos lo esperábamos, con Carlos Saura, a quien pudimos saludar brevemente y que recibió el Gran Premio Honorífico.
Y con el estómago agradecido nos aventuramos a ver la película sorpresa, con la que nos despediríamos este año, de l’Auditori y del festival. Dashcam (2021) es una divertida propuesta de Rob Savage, el director que, hasta ahora, ha sacado más rédito de la pandemia con Host, una fantasía de terror que se desarrolla durante una llamada de Zoom entre varios amigos que, como esta, tan solo puede entenderse en este marco que estamos viviendo. Tanto una como otra, representan un tipo de cine, de carácter totalmente independiente, que conecta más con el público joven, pues le habla en el mismo idioma que ellos utilizan a diario. En esta ocasión el director llevará al espectador a una emisión en streaming protagonizada por una negacionista del Covid y activista pro-Trump que se encontrará cara a cara con el terror y que, en lugar de huir despavoridamente, se meterá de cabeza en el mismo. Con mucho de comedia, servida por la protagonista, Annie Hardy, y por supuestos espectadores que van dejando comentarios en vivo durante la sesión, Dahscam es terror del siglo XXI realizado con los medios y el lenguaje del siglo XXI, y cuenta con el apoyo de Blumhouse, compañía que ha sabido ver el filón y con la que Savage ha firmado un contrato para tres películas.
Finalizada la proyección, tanto el director como su alocada protagonista saltaron a la arena de l’Auditori para hacer frente a una sesión de Q+A, pero Serendipia optó por retirarse y recogerse. Habían sido 10 días sumergidos en una burbuja de cine con muchos amigos dentro, y ya era hora de ir volviendo a la (cruda) realidad.
Tan solo quedan las conclusiones de esta edición y el Palmarés, pero serán en la próxima, y última, entrada en el Diario de Serendipia en Sitges 2021.
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