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Archive for the ‘Las lecturas de Serendipia’ Category

Supersonic Man vuelve con… ‘Simon Says’

Supersonic Man vuelve a las páginas del cómic con una nueva entrega con guion y dibujos de Héctor Caño titulada Simon Says, en una edición muy limitada de 100 ejemplares firmados y numerados que no hay que perderse. Cine de culto y cómic de culto.

Los cómics que realiza Héctor Caño sobre Supersonic Man, como ya hemos dicho con anterioridad, son un acto de amor. Amor al cómic de superhéroes, pero también al cine. Ese cine fantástico y de terror humilde en medios, pero rico en imaginación, que se realizó en España durante los años setenta y ochenta. Y Juan Piquer Simón fue un director de esos. Un hombre orquesta y un visionario capaz de imaginar una infraestructura en Levante con la cual realizar cine de aventuras, fantasía y terror, “a la americana”. Un cine que pudiera exportarse sin sonrojo. Y todo eso lo hizo en un momento en el cual el cine fantástico y de género se había extinguido y tan solo unos pocos francotiradores se jugaban su patrimonio personal para continuar haciendo lo que les gustaba. Así, Piquer Simón creó a Supersonic Man, el primer superhéroe cinematográfico autóctono, que cobró vida en el film homónimo de 1979, pero también dirigió cintas de terror como Mil gritos tiene la noche (1982) o Slugs, muerte viscosa (1988); de ciencia ficción como La grieta (1990) y Los nuevos extraterrestres (1983); y diversas adaptaciones del universo de Julio Verne, como Viaje al centro de la tierra (1977) o  Los diablos del mar (1982).

Pues bien, Héctor Caño ha mezclado el universo de J.P. Simón y el suyo propio, añadiendo diversos homenajes al cómic español y ha lanzado, junto a José María Gil Gil, el entrañable Txemita, responsable del fanzine Neutrón, un nuevo cómic centrado en el superhéroe español. Un cómic del que tan solo saldrá un centenar de copias a la venta. 100 ejemplares para 100 seguidores de este personaje que podrán escoger entre ¡15 variantes de portada! Varias de ellas ilustradas por Héctor Caño, pero otras por Cels Piñol, Paco Alcázar o Sanchís, dibujante de la primera colección que se editó sobre el personaje.

De sus páginas destaca la evolución en el dibujo de Caño, así como la elegante distribución de las viñetas y las espectaculares splash pages, todo ello realizado del mismo modo que el precedente Un hombre solo contra España (2019): a lápiz y entintando, tan solo, las “masas de negro”, tal y como especifica su autor aunque, repetimos, el resultado es significativamente mejor

El cuaderno, que continúa el anterior mencionado, consta, al igual que aquel, de dos historietas:  Simon Says, protagonizada por Supersonic Man y otra que transcurre en el Siglo XXXV a más de 30.000 millones de años luz de distancia y que está protagonizada por Silencio (otra encarnación de Supersonic Man) y Fantastika, Supersonic Girl, un personaje creado por Juan Piquer Simón con la colaboración del histórico ilustrador Jano, que realizó el dibujo con el objetivo de promocionar un proyecto que, por desgracia, no llegó a materializarse. Esta segunda historieta está realizada por Grego Pulp utilizando técnicas y herramientas digitales

En la primera aventura se presenta al lector un nuevo personaje, antagonista para Supersonic Man, que está extraído también del imaginario del cineasta valenciano, Pieces, referencia directa al nombre que recibió en Estados Unidos la película Mil gritos tiene la noche, un salvaje slasher repleto de sangre y artesanales, pero efectivos, trucos. Rodada en plena fiebre por el subgénero, la película se encuentra entre las favoritas de directores especializados en el género como Eli Roth. Pero la referencia al universo Piquer Simón no se queda en el nombre del personaje, también el aspecto está basado en uno de los carteles promocionales del film, el que mostraba a un personaje similar al clásico La Sombra, tan similar que el dibujo se corresponde a una ilustración de Mike KalutaMaster of Men (1976). La diferencia es que el personaje de Piquer Simón blandía una motosierra, una herramienta que tiene gran protagonismo en Mil gritos tiene la noche, y no precisamente para podar árboles. Aunque en el caso del cómic de Héctor Caño servirá para arrancar las malas hierbas, pues Pieces, armado con su motosierra, despedaza a varios críticos, productores, profesionales del cómic y todo aquel que habló mal del cine de Juan Piquer Simón, así que el Comisario Dan le encargará a Supersonic Man que investigue quién puede ser el asesino. Este Comisario Dan es un claro referente al Inspector Dan, personaje que comenzó su andadura en los años cuarenta dibujado por Eugenio Giner con guiones de Rafael González Martínez y otros autores, guiño-homenaje de Caño a los personajes del cómic clásico español, una práctica habitual en sus cómics. Con todo, Héctor Caño ha hecho suyo el personaje, pero sin dejar de respetar su esencia. Ha creado alrededor suyo un universo propio que ha mezclado con el del film de Piquer Simón ofreciendo al lector un Supersonic Man más poderoso que nunca y que, aún así, estará en serios aprietos cuando deba enfrentarse a su propia némesis.

Y no queremos desvelar más. Tan sólo añadir que la edición en preventa ya está agotada.

Nosotros, por supuesto, ya tenemos reservado el nuestro.

Las lecturas de Serendipia: ‘Impact Vol. 1′

IMPACT VOL. 1


Diábolo Ediciones. Encuadernación en tapa dura. Formato magazine, 168 páginas a todo color


Llega una nueva entrega de la lujosa e imprescindible edición de los clásicos EC que realiza Diábolo Ediciones. Tras completarse Tales from the Crypt y Weird Science, e iniciarse Shock SuspenStories, una de las más interesantes de EC Comics (y ya es decir), llega Impact, título perteneciente a la New Direction y, como tal, con contenidos suavizados al haber sido publicada tras las audiencias del Senado sobre la delincuencia juvenil de 1954. Se trata de un tomo único, que contiene la colección completa con sus cinco números. 

Tras los problemas que obligaron a EC a retirar sus títulos clásicos del mercado, Gaines y su equipo intentaron encajar en la industria del cómic con unas cabeceras atractivas y plenas de calidad, pero por desgracia exentas de la garra que poseían los títulos de la etapa anterior. Así nacieron seis colecciones que se publicaron con carácter bimensual:  Extra! (sobre periodismo); Psychoanalysis (con casos médicos explicados mediante esta técnica); M.D. (protagonizado por médicos); Valor (con historietas de aventuras); Aces High (aventuras de aviación) e Impact, que adaptaba a las nuevas circunstancias el final sorprendente que tan buenos réditos dio a la editorial. Prosiguieron su andadura Incredible Science Fiction y las recientes Panic y Piracy, mientras Mad, pasaba poco después a editarse en formato revista. A pesar de todo, la editorial sufrió sabotajes por parte de distribuidores y quiosqueros, así como por parte de la propia industria, lo que obligó a Gaines a añadir, a partir de mayo de 1955 y bien visible en portada, el sello del Cómic Code en todas sus publicaciones. Pero todo había terminado. A pesar de ceder a las presiones, EC se vio obligada a cerrar todas sus colecciones, y tras replantearse otras opciones, EC tiró la toalla, prosiguiendo en activo tan solo  la longeva revista Mad.

Pero esa es otra historia.

El nuevo tomo que ofrece Diábolo ediciones pertenece a una de estas últimas colecciones, Impact, lo que nos permitirá comparar y  analizar cómo afectó esta autocensura a los cómics de Bill Gaines. La serie no contará con un equipo fijo de dibujantes y guionistas, que en muchos casos serán anónimos. Tan solo las portadas serán realizadas por un mismo artista: Jack Davis.


Reed Crandall (1917 – 1982)

Reed Crandall nació en Winslow, Indiana en 1917 y se graduó en 1939 en la Escuela de Arte de Cleveland. Con su compañero de escuela Frank Borth, Crandall encontró trabajo pintando carteles en los escaparates de las tiendas. Tras mudarse a Nueva York con su madre y su hermana, Crandall encontró trabajo en el Eisner and Iger Studio, iniciando una carrera en el cómic que cubrió desde 1939 hasta 1973. Su primer trabajo aparece en la editorial Quality Comics, donde creó al superhéroe Firebrand con guion de SM «Jerry» Iger.  Otros trabajos iniciales incluyen el entintado del arte a lápiz de Jack Kirby en dos de las primeras historias del Capitán América. En 1942 comenzó su larga carrera como artista de su serie distintiva, la tira del equipo de aviadores de la Segunda Guerra Mundial Blackhawk, en Military Comics #12-22 (octubre de 1942 – septiembre de 1943). Tras su servicio en la Segunda Guerra Mundial en, precisamente, la Fuerza Aérea del Ejército, prosiguió la serie en Modern Comics, concluyendo en agosto de 1953 con una historia de siete páginas más portada en el número 67.

Crandall se casó con la artista Martha Hamilton y tuvieron dos hijos. Debutó en EC Comics con la historia de seis páginas Bloody Sure, escrita por Al Feldstein y publicada en The Haunt of Fear # 20 (agosto de 1953). A partir de entonces participó en diversas cabeceras de la editorial: Crime SuspenStoriesShock SuspenStoriesTales from the CryptTwo-Fisted TalesThe Vault of HorrorExtra!ImpactPiracy y Weird Fantasy y su serie secuela, Weird Science-Fantasy .

Tras la desaparición de EC, trabajó como autónomo en diversas editoriales como  Atlas Comics (futura Marvel), así como para Gilberton Company, donde realizó proyectos conjuntos con George Evans a principios de los años sesenta. En 1965 comenzó a colaborar en Blazing Combat, el cómic bélico de Warren, y pronto pasó a contribuir a la línea de publicaciones de terror en blanco y negro de la compañía, incluidas Creepy y Eerie, para las que realizó su mejor trabajo. A mediados y finales de la década de los sesenta ilustró historias de superhéroes y espionaje para Tower Comics , y de Flash Gordon para para  King Comics.

Crandall, que había abandonado la ciudad de Nueva York en la década de los sesenta para cuidar a su madre enferma en Wichita (Kansas), tuvo problemas con el alcohol. Fallecida su madre y recuperado de su adicción, dejó el mundo de la ilustración en 1974 para trabajar como vigilante nocturno y conserje en la sede general de Pizza Hut en Wichita. Después de sufrir ese año un derrame cerebral, pasó el resto de su vida en un asilo de ancianos y murió en 1982 de un ataque cardíaco. El que posiblemente sea su último trabajo, Soul and Shadow,  se publicó en Creepy #58 (1964), trabajo del que podemos ver, a la izquierda, una de sus viñetas originales.




 


Un repaso pormenorizado de los contenidos de Impact Vol. 1             

(Portadas: Jack Davis)



IMPACT #1: marzo-abril de 1955. 

Si esta colección es recordada lo es, sin lugar a duda, por este primer número, que contiene una de las más representativas y, a la vez, innovadoras historietas nunca editadas por EC, La raza superior (Master Race), única contribución de Al Feldstein en Impact y toda una creación artística de Bernard Krisgstein, que cierra el cuaderno ofreciendo una nueva y dinámica estructura de página y viñetas que dotan de movimiento a los personajes de esta trama subterránea protagonizada por un  antiguo nazi, director del campo de concentración de Belsen que, años después del fin de la guerra y ya instalado en Estados Unidos,  se cruza en el metro con uno de los internos. Con un argumento y dibujo de impacto, esta historieta es muy posible que originalmente fuera destinada a algunos de los títulos de la anterior etapa de la editorial pero que, colgada, pasara a formar parte de este primer número de Impact.  Una historia a la que Jack Davis rinde pleitesía en su fabulosa portada.

El resto de historietas contrastan, ya no en la calidad de su arte, siempre a la altura de la editorial, sino en que esos finales shock, sangrientos y espeluznantes a los EC nos tenía acostumbrados, pasan a ser, en su mayor parte, inofensivas conclusiones. Unas veces tristes, otras irónicas, e incluso en alguna ocasión, felices, como es el caso de Un poli duro (Tough Cop), historia que, ilustrada por Reed Crandall, abre el cuaderno y en la que veremos que las cosas no siempre son lo que aparentan. El medallón del diamante (The Diamond Pendant) es la contribución de Graham Ingels al número. Con un guion de Carl Wessler basado en una historia de Guy de Maupassant, Ghastly no tiene ocasión de lucirse con sus seres de ultratumba, pero la historieta consigue dejar helado al lector. El vestido (The Dress) es una extraña propuesta de ingeniosa conclusión ilustrada por el siempre eficaz George Evans sin guionista acreditado. El cuaderno se cierra con Master Race, de la que ya hemos hablado.


IMPACT #2: mayo-junio de 1955. 

Un segundo número que tiene la particularidad de ser el primero de los cómics EC con el sello del Comic Code en su portada. Tras una promoción de las nuevas series M.D. y Psychoanalysis, se inicia el cuaderno, que cuenta con artistas de primera: Reed Crandall dibuja  Tu madre sabe lo que te conviene (Mother Knows Best), una historieta que habría encajado en Psychoanalysis. Jack Davis ofrece Divorcio (Divorce), la historia que se referencia en portada que cuenta con un sonrojante guion de Carl Wessler, responsable también del guion de El traje (The Suit), que ilustrada por Graham Ingels bien podría haber formado parte de Tales from the Crypt. Joe Orlando cierra el cuaderno con  Bien pagado (Paid in Full), una historia repleta de buenos sentimientos de la que se ignora quien fue el responsable del guion.


IMPACT #3: julio-agosto de 1955.

Reed Crandall abre el fuego con Cadena perpetua (Life Sentence), una historieta en la que se desconoce la identidad del guionista. La deuda (The Debt) está ilustrada por Jack Davis con guion de Carl Wessler y es otra historia que no desentonaría en la New Trend, anterior etapa de la editorial. Jack Kamen dibuja A ciegas (Totally Blind), su única contribución a Impact. Con guion de Otto Binder, tiene mucho en común con Marianela, de Benito Pérez Galdós, ya saben, chica fea de la que se enamora un atractivo joven invidente y… lo que pasa a continuación -no- les sorprenderá. En todo caso, resulta muy curioso lo que le cuesta a Kamen dibujar a una mujer fea, pues no siempre lo consigue. Finalmente, El hada buena (The Good Fairy) es la historieta de portada que ilustra Graham Ingels con guionista desconocido un predecible final feliz.

En este tercer número comienza The Punch Bowl, la página del correo del lector. Las opiniones sobre el primer número de Impact están divididas. Master Race gustó, desde luego, y en general la revista, pero también hay quejas con respecto a las historietas, indicando que los finales son previsibles y no demasiado buenos. Un lector incluso se avergüenza del camino que ha tomado la editorial, aunque lo que posiblemente no sabía este lector es que este cambio de rumbo era obligado por las circunstancias y con el objetivo de que los sueldos siguieran llegando puntualmente a los empleados de la editorial.


IMPACT #4: septiembre-octubre de 1955.

Otra de las grandes portadas e historietas de Impact es la que abre este cuarto número, El solitario (The Lonely One), con dibujo de Jack Davis y guion de Jack Oleck. Un drama bélico ambientado en la guerra de Corea, que tan solo dos años antes había finalizado y en el que el valor y el racismo son los dos grandes protagonistas. Toda una lección de humanidad. Graham Ingels y Carl Wessler ofrecen Más dura será la caída (Fall in Winter), una historieta protagonizada por un oficinista modélico que, tras 30 años trabajando en la misma empresa es, durante el mismo día, despedido y acusado de robo, todo lo cual le hará tomar una decisión desesperada. Hasta el final (The Bitter End) es casi un folletín de guionista desconocido que ilustra un atípico Reed Crandall con una línea clara muy alejada de las detalladas y barrocas historietas que dibujará para Warren. George Evans cierra el número con Médico rural (Country Doctor), una historia sobre el sacrificio de un doctor que cuenta con una trama de Carl Wessler que podría haber formado parte de la colección M.D.


IMPACT #5: noviembre-diciembre de 1955.

Llegamos al último número de Impact, que cuenta con una  fabulosa y pugilística portada de Jack Davis que hace referencia a la historieta Mucho más (So Much More), ilustrada por Bernard Krigstein y de la que se desconoce el autor. Mucho más cierra el cuaderno y la colección y en ella Krigstein no ofrece uno de sus mejores trabajos, muy al contrario, es un dibujo muy diferente al que ofreció en el primer número, con un entintado duro, grueso, y un dibujo que recuerda al de otros artistas, como Larry Lieber o Gene Colan. Adiós con el corazón (Heart Interest) es otra de esas historias que hubieran encajado más en otra colección, en este caso M.D., pero su final inesperado la hace merecedora de formar parte de Impact. Ilustra George Evans. Joe Orlando dibuja Los viajeros (The Travelers), una extraña narración que cuenta con un guion de Carl Wessler y un cruel final. El general (The General) es la última historia que Ingels dibuja para Impact y al igual que sucede con el resto, con excepción de Los viajeros, se ignora su guionista. Una historieta con final sorprendente e irónico.

Este último número no tiene correo del lector por razones que se ignoran, en su lugar hay una sorprendente página con recomendaciones de películas y discos, donde hay una halagadora crítica de La dama y el vagabundo (Lady and the Tramp, Clyde Geronimi, Hamilton Luske y Wilfred Jackson,  1955), la producción Disney que recientemente se había estrenado.





Artículos publicados: 

Tales from the Crypt Vol. 1
Tales from the Crypt Vol. 2
Tales from the Crypt Vol. 3
Tales from the Cript Vol. 4
Tales from the Crypt Vol. 5
Weird Science Vol. 1
Weird Science Vol. 2
Weird Science Vol. 3
Weird Science Vol. 4
Shock SuspenStories Vol. 1

Las lecturas de Serendipia: ‘Informe Madelman Vol. 3’

INFORME MADELMAN VOL. 3

INDUSTRIAS PLÁSTICAS MADEL, S.A.

Jon Diez de Ulzurrun

Diábolo Ediciones, 2023. Tapa dura, 17 x 24. 320 pgs. Color.




En Proyecto Naschy pensamos que la nostalgia, como tal, es reaccionaria. No somos amigos de ensalzar los tiempos pretéritos y sus armatostes y siempre miramos hacia adelante, aunque sin olvidar el pasado. Sin duda nos lo pasábamos estupendamente bien con el cine Súper-8, pero nada que ver con el VHS, una maravilla que se quedó obsoleta cuando llegaron los dvd y blu-ray. Pero eso no significa que no persista el cariño hacia esos ingenios iniciales que nos permitieron coleccionar nuestras primeras películas en formato físico, así como el descubrimiento de muchas de ellas. ¿Un reflejo de tiempos más felices? ¿O éramos nosotros los diferentes? Pues va a ser que si. Por lo que ni cualquier aparato de VHS y ni cinta original idéntica a aquella que alquilaste en el video club te va a llevar a aquellos tiempos. Si acaso a una dosis de felicidad de cinco minutos de duración antes de volver a enchufar nuestro blu-ray y ver nuestra película favorita en inmejorables condiciones.

Dicho este rollo, los Madelman, esos pequeños «hombres articulados dispuestos para la acción«,  fueron el juguete de mi vida. Y los recuerdo con un cariño entrañable. Así que he disfrutado leyendo este tercer volumen del Informe Madelman, que con tanta dedicación ha escrito Jon Diez de Ulzurrun tras haber repasado todos los Madelman de primera generación (sin pies) en su Informe Madelman Vol. 1  y el resto, (con cambio de aspecto y pies al fin), en Informe Madelman Vol. 2. Tan solo con estos dos completos tomos nos podríamos haber dado por satisfechos, pero el autor ha reunido en un tercer volumen nueva información y detalles sobre la historia de la empresa, así como los secretos de la fabricación de muñecos y accesorios en un libro que, lejos de ser un complemento inútil, resulta harto valioso para los interesados en la evolución del Madelman y la empresa que lo fabricó, pero también para conocer los métodos de fabricación y la administración en la industria juguetera española de los años sesenta a los noventa.

Se analizan el resto de productos Madel fabricados antes, durante y después del éxito de su figura de acción, aportando numerosa documentación, planos de diseño, facturas y, lo más importante, testimonios de dos antiguos trabajadores de la compañía, como Luis Andrés Campos, que formó parte del equipo creativo de Madelman y el cual, con envidiable memoria, repasa junto al autor los procesos de fabricación y los materiales de todos los accesorios  Madelman, desvelando muchas curiosidades que sabrán agradecer los coleccionistas y simpatizantes. Por su parte, Francisco Herrero, responsable de la publicidad del producto, hablará sobre el auge y caída del Madelman, así como de las estrategias de promoción y exportación. El autor aprovecha también la obra para hablar detalladamente de los «otros» Madelman: la línea 2050, los de Popular de Juguetes, Altaya… así como de prototipos, rarezas, figuras custom y un sinfín de información que hace justicia a estos pequeños amigos que muchos tuvimos y amamos.

Un tercer volumen con el cual el especialista en el tema, Jon Diez de Ulzurrun, responsable de otros libros y documentales sobre estos «hombres articulados dispuestos para la acción«, culmina Informe Madelman, un imprescindible tríptico que conforma el más profundo estudio sobre esta legendaria y entrañable figura de acción.

Las lecturas de Serendipia: Paco Roca nos asoma a ‘El abismo del olvido’

21 diciembre 2023 Deja un comentario

EL ABISMO DEL OLVIDO

Paco Roca

Astiberri, 2023. 296 páginas. Color. Cartoné apaisado, 24 x 17 cm


El 14 de septiembre de 1940, 532 días después del final de la Guerra Civil española, José Celda fue fusilado por el régimen franquista junto a otros 11 hombres en la tapia trasera del cementerio de Paterna, en Valencia, y enterrado con ellos en una fosa común. Más de siete décadas después, y tras una larga travesía por el lado oscuro de un país acomplejado por su pasado, Pepica, la hija de José, una anciana ya octogenaria que tenía 8 años cuando mataron a su padre, logró por fin localizar y recuperar sus restos para restaurar su dignidad.

En la batalla personal de Pepica Celda contra el olvido fue decisivo el papel de Leoncio Badía, un joven republicano que había sido condenado tiempo atrás a trabajar como sepulturero en el cementerio de su pueblo «para enterrar a los tuyos«. Jugándose el pellejo, Leoncio, un hombre obsesionado con el sentido de la vida y el orden del universo, había colaborado durante años y en secreto con las viudas de los represaliados de la guerra para identificar sus cadáveres, darles sepultura de la forma más digna posible, localizar sus fosas y ocultar mensajes entre sus restos, convencido de que algún día alguien podría sacarlos de allí.

Mi abuelo materno, Herminio, que pertenecía al cuerpo de carabineros, sin filiación política conocida, terminada ya la guerra, cuando volvía en bicicleta a su casa, donde le esperaban su esposa Remedios y sus cuatro hijas pequeñas, una de ellas Martina, mi madre, se cruzó con un camión o un tanque, no está claro este punto, y nunca llegó a su hogar: apareció muerto en la cuneta. Tanto era el miedo ante los vencedores, que nunca he podido averiguar que es lo que fue de él, pues mi abuela y sus hijas, no hablaban de ese tema. Mi abuelo no tiene tumba conocida. Mi abuelo ya se encuentra al borde de El abismo del olvido.

Paco Roca vuelve a viajar al pasado con El abismo del olvido para recuperar, junto a Rodrigo Terrasa, la historia real de Leoncio y de José, ejemplo de las decenas de miles de españoles que fueron represaliados de forma salvaje tras el final del conflicto en España. Pero también la de otros anónimos, difuntos no reclamados. Olvidados y a los que ya nadie espera. En un viaje que irá del pasado al presente, los autores  acompañarán  a Pepica Celda en su búsqueda,  e intentaran desentrañar las miserias de un país obsesionado con despreciar su memoria, compartiendo algunos datos que demuestran que este país es, todavía hoy, un pueblo sin escrúpulos en el que los descendientes de los vencedores de la «cruzada» mantienen «atado y bien atado» El abismo del olvido.

No debería sorprender a nadie decir que cuando se habla de cómic y se nombra a Paco Roca estamos nombrando a uno de los mejores, sino el mejor, autor de cómic español de todos los tiempos. Paco cuenta con una ya abultada obra a sus espaldas, bien laureada en todos los certámenes nacionales e internaciones que así lo demuestra. Pero sobre todo lo demuestra el lugar que las sentidas narraciones de este pequeño gran valenciano ocupan en el corazón de los amantes del noveno arte. Algunas de las más importantes obras de Paco como ArrugasLos surcos del azar o El invierno del dibujante lo han aupado al lugar que ocupa en el mundo del cómic.

En El abismo del olvido mezcla la familia, muy significativa en la práctica totalidad de la obra de Paco, con la historia, retrocediendo al origen de la tragedia, a lo que provoca todo, la guerra civil y su más sangrienta si cabe, postguerra. Y siempre desde el bando de los perdedores. De ese gobierno legítimo que fue traicionado por una parte de su ejército. De ese gobierno que, en gran parte, fue exterminado, mientras que los supervivientes tuvieron que callar y olvidar. Pero en esta ocasión los protagonistas son, por una vez, los ausentes. Los que agolpados en fosas comunes fueron objeto de las iras de los vencedores. Del egoísmo hacia sus propiedades. De la venganza.

Difuntos que permanecen en deshonrosas fosas de honor, rodeados de sus camaradas. Unos localizados y recordados por hijos y nietos. Otros, cada vez más, olvidados por el paso de los años y el fallecimiento de sus familiares directos. Un olvido al que todavía hoy se quiere condenar a esos españoles. Un olvido abismal del que Paco no puede rescatarlos, pero que si puede, al menos, denunciar con el lenguaje que tan bien se le da: el del cómic. Recuperarlos de El abismo del olvido.

Para ello, Paco Roca ha contado con la colaboración de Rodrigo Terrassa, periodista de larga trayectoria que, además de ejercer de coguionista junto al dibujante, ha aportado documentación que ha volcado en un artículo en el que veremos a los personajes reales que han inspirado este cómic, que como otros anteriores, se presenta en forma de álbum apaisado, el formato más clásico y entrañable del tebeo español, que enriquece esta obra del valenciano, un artista que sabe trasmitir sentimientos con su arte.

Porque si, porque hablar de Paco Roca es hablar del mejor autor de cómic español de todos los tiempos.


Paco Roca (Valencia, 1969) estudió en la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Valencia. Aunque su trabajo se centra en los cómics, compagina su tiempo con la ilustración y las charlas y talleres. En el terreno de los cómics, su obra se ha traducido a una docena de países. Entre su bibliografía destacaEl juego lúgubre(2001), El Faro(2004), Arrugas (2007), Las calles de arena (2008), o El invierno del dibujante, (2010). Después de ilustrar La metamorfosis, de Franz Kafka, (2011) se embarcó en Los surcos del azar (2013), y ya en 2015 con La casa. Sus obra más reciente antes de Regreso al Edén ha sido El tesoro del cisne negro, (2018) con guion de Guillermo Corral, y Regreso al Edén (2020).

Algunos de sus cómics han sido llevados al cine como es el caso de Arrugas (Ignacio Ferreras 2011) que obtuvo el Goya a la mejor película de animación y al mejor guion adaptado; Memorias de un hombre en pijama (Carlos Fernandez de Vigo, 2018) o la serie La fortuna de Alejandro Amenábar, que adapta El tesoro del Cisne Negro, o la recientemente finalizada, La casa de Álex Montoya.

Paco Roca fue nombrado en 2016 hijo predilecto de su ciudad, Valencia.

Nueva cita con el imprescindible ‘Cine-Bis’

21 diciembre 2023 Deja un comentario

El décimo número de Cine-Bis se ha hecho esperar, pero la espera bien ha valido la pena. La que muy posiblemente sea la mejor publicación sobre cine que se edita en España, (algo que a su editor bien seguro que no le gusta que lo diga), llega nuevamente cargada con artículos muy interesantes y otros que uno nunca podría haber imaginado cuanto le llegarían a interesar. Me explico: sólo soy capaz de disfrutar un extenso artículo sobre cine y toros si se hace con tanto minuciosidad y pasión como lo hacen Ángel Comas y el propio editor de la revista, Javier G. Romero. Más fácil lo tiene la Cine-Bis para cazarme con otros temas como el cine de justicieros, que se aborda ya desde la portada en un más que interesante artículo que firma Fernando Rodríguez Tapia, o con el magistral repaso que Daniel Aguilar da a los Yôkai en el cine, del que en este número se publica su primera entrega. A mí, que personalmente disfruto con las entrevistas extensas y realizadas por alguien que sepa con quien está hablando y que conozca la trayectoria del entrevistado, me han encantado las dos que se incluyen, una con la deliciosa Analía Gadé, cuyos recuerdos y álbumes fotográficos y de recortes de toda una vida artística han terminado danzando por tiendas online en injusto destino tras su muerte. Una querida actriz, pura historia del cine español, que tiene mucho que contar y así lo hace a David Pizarro. Por su parte Carlos Aguilar y Anita Haas realizan una fantástica entrevista al entrañable actor alemán Dan van Husen, un todoterreno habitual en aquel cine rodado en Almería en régimen de coproducción en los años setenta en el que era una de sus presencias habituales. Cine-Bis tampoco pierde oportunidad de revisitar en detalle raras perlas del terror europeo como es el caso de la producción belga-italiana La Plus Longe Nuit du Diable /La Terrificante Notte del Demonio (Jean Brismée, 1971). Y finalmente, siempre atento a nuevas incorporaciones de interés, publican sus primeros  artículos en Cine-Bis José Abad, que ofrece un exhaustivo vistazo a la filmografía que ha dado de sí Miss Marple, un personaje creado por Agatha Christie hoy, ciertamente, en el olvido. Y el especialista en cine de animación Adrián Encinas, con un extenso artículo sobre el maestro Jirí Tmka.

Y todo, como es habitual, regado con un buen número de imágenes, pero imágenes bien seleccionadas y de gran calidad, también cartelería y programas de mano, todo lo cual convierten este Cine-Bis en, como bien saben, una lectura imprescindible y un objeto bibliográfico de primer orden. Realizado con pasión, conocimientos y exhaustividad. Un trabajo por el cual vale la pena esperar el tiempo que haga falta y que hay que atesorar como lo que es -repito- la mejor publicación sobre cine que se edita en España.

Las lecturas de Serendipia: ‘Shock SuspenStories’ Vol. 1

20 diciembre 2023 Deja un comentario

SHOCK SUSPENSTORIES VOL. 1


Diábolo Ediciones. Encuadernación en tapa dura. Formato magazine, 216 páginas a todo color


Llega una nueva entrega de la lujosa e imprescindible edición de los clásicos EC que realiza Diábolo Ediciones. Tras completarse las dos colecciones que tenía en curso (Tales from the Crypt y Weird Science), comienza Shock SuspenStories, una de las más interesantes de EC Comics (y ya es decir) por su crítica directa hacia una sociedad que daba muestras sobradas, (eso sí, de puertas para dentro), de estar en avanzado estado de descomposición.

Shock SuspenStories se inició como auténtico cajón de sastre (que no desastre) de EC Comics. Como cuentan los mismos editores en la presentación que acompaña al primer número, la intención inicial de la colección era que incluyera una historieta de terror, otra de ciencia ficción, una de crímenes y, finalmente, una bélica. Un popurrí compuesto por los cuatro géneros que le habían dado más rédito a la editorial, aunque potenciando el impacto final. El shock. Pero la fórmula solo se cumplió en el primer número, algo que no es extraño, pues cuando hablamos de los cómics E.C., hablamos de, casi, un único género: el terror, alrededor del cual se desarrollan los diferentes géneros. Lo más importante es que, ya a partir del segundo número, se dio paso a incluir historietas que, vistas hoy, pero mucho más entonces, ponían el dedo en la llaga al señalar algunos de los trapos sucios del paraíso capitalista: racismo, paranoia anticomunista, linchamientos, abuso policial… temas que no eran habitualmente tratados en ningún otro medio y que encontraron su lugar natural en los E.C. Comics contribuyendo a, por un lado, educar a los jóvenes lectores (instruir deleitando), pero también a desatar las iras de los guardianes de la moral que muy pronto, tal y como vimos en otro capítulo, acabarían cuestionando, acusando y contribuyendo al fin de los revolucionarios cómics de Gaines.

El equipo creativo que se encontraba tras Shock SuspenStories no podía ser mejor: Al Feldstein a los guiones, a menudo en colaboración con Bill Gaines; y el arte de Jack Kamen, Wally Wood, Joe Orlando, Graham Ingels y Jack Davis. Sin duda un equipo ganador que consiguió sacar adelante los 18 números que con cadencia bimensual llegaron a los quioscos norteamericanos de febrero de 1952 a enero de 1955.


William Maxwell «Bill» Gaines (1922 – 1992)

William M. Gaines en su oficina de New York en mayo de 1990. (David Cantor)

Nacido en Brooklyn (NY), el padre de Bill, Max C. Gaines, fue uno de los creadores de la industria del cómic, cuyo inesperado fallecimiento en 1947, obligó a Bill a hacerse cargo del negocio familiar. Hasta entonces, al nuevo editor, los cómics no le habían interesado lo más mínimo, pero poco a poco se aficionó al medio y  decidió realizar algunos cambios en la editorial fundada por su padre, que pasó de ser Educational Comics y publicar títulos como Historias ilustradas de la Biblia, a convertirse en Entertaining Comics, sello que cambiaría la historia del medio con la edición de sus tres títulos dedicados al terror: Tales from the Crypt, The Haunt of Fear y The Vault of Horror; los dos de ciencia ficción: Weird Science y Weird Fantasy (más tarde unidos en Weird Science-Fantasy); los dedicados a crímenes: Shock SuspenStories y Crime SuspenStories; el de género bélico:  Front line combat; y de aventuras, Two-Fisted Tales y Piracy. A los que se les sumaron dos de carácter cómico: Mad y Panic. Un conjunto de títulos y un estilo que fue copiado pero nunca igualado por la competencia, y que a los buenos guiones, sumaba grandes ilustradores.

Pero a finales de la década de los cuarenta, la industria del cómic fue convirtiéndose, al igual que la del cine, en blanco de crecientes críticas debidas a su contenido violento y sexual, que se pensaba podía influir en los niños, lectores potenciales de cómics. El problema llegó a un punto crítico en 1948 con la publicación por el Dr. Fredric Wertham de dos artículos: Horror in the Nursery (en Collier) y La psicopatología de los cómics (en Revista Estadounidense de Psicoterapia). Como resultado, en 1948 se fundó la Asociación de Editores de Revistas de Cómics, con el fin de auto-regularse, pero resultó ineficaz y  E.C. abandonó la asociación en 1950. 

Johnny Craig, Al Feldstein y Bill Gaines

En 1954 todo se tambaleó con un nuevo ataque al medio, ahora en forma de libro, escrito nuevamente por el Dr. Fredric Wertham, La seducción del inocente, que terminó provocando una investigación del Subcomité del Senado sobre Delincuencia Juvenil, siendo los cómics que publicó Gaines los que más llamaron la atención del Congreso de Estados Unidos. En 1954, Gaines tuvo que testificar ante el subcomité, al mismo tiempo que una investigación federal provocaba una reorganización en las empresas de distribución de cómics y revistas pulp en todo Estados Unidos, conflicto que terminó provocando el desplome de las ventas y el cierre de varias editoriales. 

Aunque los cómics salieron bien parados de la investigación, Gaines  convocó una reunión con sus colegas editores y sugirió que la industria del cómic se reuniera para luchar contra la censura externa y ayudar a reparar la reputación dañada de la industria. Formaron la Asociación de Revistas de Cómics de América y su Autoridad del Código de Cómics. Pero el nuevo código CCA y sus reglas parecían haber estado creadas para terminar, en especial, con los cómics de Gaines: amplió las restricciones del ACMP y, a diferencia de su predecesor, el código CCA se aplicó rigurosamente y todos los cómics requerían la aprobación del código antes de su publicación. Al no ser esto lo que Gaines pretendía, se negó a unirse a la asociación, que, entre sus nuevas reglas figuraba el prohibir las palabras «horror», «terror» o «raro» en la portada de los comic books. Así que cuando los distribuidores se negaron a gestionar muchas de sus cabeceras, que se publicaron sin el sello del Comic Code, Gaines puso fin el 14 de septiembre de 1954 a la publicación de sus tres títulos de terror y los dos SuspenStories. Pero eso solo fue el principio del fin.

Mirando de salvar su editorial, EC cambió de enfoque iniciando lo que se llamó New Direction, con una línea de cómics más realistas y que comprendían historias de médicos (M.D. y Psicoanálisis) y periodistas (¡Extra!), pero también aventuras (Aces High y Valor) y un equivalente de SuspenStories que se tituló Impact. La ciencia ficción en un cómic con otro nombre. Dado que las ediciones iniciales continuaban sin llevar el sello del Comics Code, los mayoristas se negaron a distribuirlos, así que, después de consultar con su personal, Gaines comenzó a regañadientes a enviar sus cómics al Comic Code, que llevaron a partir del segundo número, bien visible, el sello en portada.

A pesar de la calidad que seguían teniendo las propuestas de E.C, este intento de renovación fracasó comercialmente y después del quinto número, todos los títulos de la New Direction fueron cancelados. Como recordaba el propio Gaines, «Saqué los seis primeros números, seis bimensuales, y vendieron entre el 10 y el 15 por ciento. No puedes creer lo horrendas que fueron las ventas. Y más tarde descubrí que era porque los mayoristas habían dicho: «¡a por él!» Y  me atraparon»

La salvación vino de un lado inesperado. Gaines convirtió Mad en revista en 1955, en parte para mantener en plantilla a su talentoso editor, Harvey Kurtzman, que había sido tentado con ofertas de otros lugares, y también para evitar las restricciones del Comic Code. De todos modos, Kurtzman dejó Mad un año después y fue reemplazado por el prolífico Al Feldstein, mano derecha de Gaines, que supervisó Mad desde 1955 hasta 1986. 

En 1961 Gaines vendió Mad a Premier Industries, un fabricante de persianas venecianas, pasando de mano en mano hasta llegar a formar parte del grupo Warner Communications, pero el viejo editor prosiguió siéndolo hasta el día de su muerte, que se produjo a los 70 años, mientras dormía plácidamente en su casa.

Ateo convencido desde los 12 años, William M. Gaines se casó tres veces: la primera vez con su prima segunda Hazel Grieb mediante un matrimonio concertado por su madre. En 1947 se divorciaron. En 1955 Gaines se casó con Nancy Siegel, con quien tuvo tres hijos, Cathy (1958) , Wendy (1959) y Christopher (1961) y de la que se divorció en 1971. Finalmente, en 1987 se casó con Anne Griffiths, con la que permaneció casado hasta su fallecimiento cinco años después.


Un repaso pormenorizado de los contenidos de Shock SuspenStories Vol. 1 

(Guiones: Al Feldstein)



SHOCK SUSPENSTORIES #1: febrero-marzo de 1952. 

Inaugura la nueva colección Al Feldstein con una impactante portada que no hace referencia a ninguna de las historietas que contiene el cuaderno y que, temáticamente, podría pertenecer perfectamente a Crime SuspenStories. El resto de portadas de los siguientes números, todas relacionadas con alguna de las historietas del interior, serían ilustradas por Wally Wood.

Como ya hemos indicado, el plan original es que cada comic book incluyera cuatro historietas de cuatro géneros diferentes: policíaco, terror, ciencia ficción y bélico. En el relato criminal ¡Un trabajo limpio! (The Neat Job!) Jack Kamen retrata a una abnegada ama de casa que tiene como marido a un puntilloso maníaco del orden. El final no se lo pueden imaginar, pero todo terminará en impecable orden, al gusto del marido. ¡Cobarde! (Yellow!) es la historieta bélica, pero tal y como EC entiende el género, con el terror como ingrediente principal. Jack Davis se encarga de dibujarla. ¡Los monstruos! (The Monsters!) es la historia de ciencia ficción y corre a cargo de Joe Orlando, cerrando Graham Ingels con una terrorífica ¡La alfombra! (The Rug!) en la que sucede algo al protagonista que muchos desearíamos sucediera a los defensores de la caza como deporte.


SHOCK SUSPENSTORIES #2: abril-mayo de 1952. 

Palabras mayores. Aún mayores. El número se abre con una impactante portada de Wally Wood que hace referencia directa a la historieta que ilustra Jack Davis. Una imagen que podría suceder hoy mismo y no solo en Norteamérica: el linchamiento del diferente. Del disidente.

El cuaderno se inicia con ¡Sin salida! (Kickback!), una historia criminal ilustrada por Jack Kamen protagonizada por una joven y bonita esposa que cuida a su anciano (y millonario) marido, impedido e inmovilizado por un ataque cardíaco. Ustedes no pueden imaginarse el plan que pasará por la cabeza de la esposa cuando conozca a un atractivo joven. O si. Deja de deshojar la margarita (Gee, Dad…It’s a Daisy!) es una historia de ciencia ficción que demuestra que, donde las dan, las toman. ¡Los patriotas! (The Patriots!) es una de las historietas más influyentes del cómic. Se celebra un desfile militar para celebrar el retorno de los soldados de la guerra de Corea. Todos los vitorean menos un individuo, actitud que llama poderosamente la atención de algunos de los ciudadanos que hay a su alrededor. Que pasarán a reaccionar cuando pase la bandera y este no salude ¿el resultado? una de las historietas icónicas de E.C. Comics y en general del noveno arte. Ghastly ilustra ¡Halloween!, con la que termina el número, una historia de terror que solo podría ilustrar Graham Ingels. Curiosamente, en la página de presentación del primer número se consultaba a los lectores sobre si estas últimas historias de terror deberían estar presentadas por alguno de los tétricos host de la editorial, algo que, al parecer, no importó al lector. También, en este número, los editores mostraron su interés de conocer la opinión de sus lectores sobre ¡Los patriotas!, sabedores de que por su temática, este tipo de historias podrían impactar a los aficionados.


SHOCK SUSPENSTORIES #3: junio-julio de 1952.

La reacción de los lectores ante la «arriesgada» (en palabras de los editores) historieta publicada en el anterior número no tarda en llegar. Tanto entusiastas «es importante que tengamos cuidado de no acusar a la gente sin pruebas. Se puede causar un daño irreparable a personas inocentes. Los Patriotas ilustra bien esta peligrosa tendencia que ahoga nuestra democracia«. Como en forma de crítica a los editores, «¡Creo que es terriblemente injusto representar al americano medio como una bestia salvaje y viciosa! Toda la historia me resultó muy exagerada. No creo que algo así pueda llegar a ocurrir«. E.C. no se amilana ante todo ello y tanto en este número, como en los siguientes, volverá a añadir historietas en esta linea. En esta ocasión Wally Wood ilustrará ¡El culpable! (The Guilty!), una historia sobre racismo, linchamientos y abuso policial que, naturalmente, creará también división de opiniones entre los lectores. Pero antes, Kamen presenta su historia criminal con una reunión muy especial. Como para perder la cabeza en ¡El postre justo! (Just Desserts!), una historia que se caracteriza por tener una viñeta-shock final a toda página. Wood se encarga de la ciencia ficción en ¡El gran chasco! (The Big Stand-Up!) una historia de amor interplanetaria que resultará ser imposible. Cierra Graham Ingels con ¡Mala pata! (Stumped!), la historieta de la portada, protagonizada por tramperos a la búsqueda de pieles en parajes helados, donde uno de ellos tendrá, como reza el título, muy mala pata…


SHOCK SUSPENSTORIES #4: agosto-septiembre de 1952.

Continúan llegando a la editorial felicitaciones por las historietas «arriesgadas», de algunas de las cuales se reproducen fragmentos en la página de contacto con los lectores, Shock Talk. Kamen abre el número con ¡Un buen partido! (Split Second!), una historia criminal protagonizada por otra de las mujeres fatales que tan bien sabe retratar el artista y que, como es habitual, pagará su maldad con la vida. La Shock SuspenStory del número es Confesión (Confession) en la que la gran protagonista será la corrupción policial y el abuso de autoridad. Ahí es nada. Wally Wood se encarga de ilustrarla, mientras Joe Orlando lo hace en ¡Estrictamente comercial! (Strictly Business!), la habitual historia de ciencia ficción con final (in)feliz que precede a la de terror de, en este caso, Jack Davis, que con ¡Golpe bajo! (Uppercut!) nos lleva a un ring de boxeo ¿tendrá el lector estómago para llegar hasta el final? Ya lo veremos.


SHOCK SUSPENSTORIES #5: octubre-noviembre de 1952.

Shock Talk, el correo de los lectores, pasa a ocupar el habitual espacio interior en la revista, como en las otras publicaciones, y allí van llegando las reacciones a las historias «comprometidas», tanto favorables como, en contra. Veamos dos de estas últimas: (…) «la historia del negro me resultó intolerable. No tengo prejuicios contra ninguna raza, pero la historia me impactó… me di cuenta de que podía llegar a ocurrir. Pero no creo que sea el tipo de historia que debe publicarse en un cómic«. O esta, quizás más furibunda: «He leído El culpable… Me parece que es la historia más desagradable, degradante y gratuita que ha llegado a mis manos. No encuentro el sentido a su cómic… ¡Cada vez que se plantea un problema de minorías, se pone como ejemplo a los negros!». Pues como si fuera en respuesta a estas dos cartas, este quinto número nos lleva desde de su portada a un nuevo escenario desolador: el de un lichamiento realizado por unos hombres con armas y sin escrúpulos. Una de las mejores portadas de E.C. Comics y de Wally Wood. A continuación, tras un anuncio de Mad, revista que, paradójicamente, será la única que sobrevivirá de la editorial, Kamen ilustra su habitual historia criminal, ¡Vía Crucis! (Well-Traveled!), protagonizada por un marido que verá materializados dos de sus sueños… para desgracia de su esposa. ¡Odio! es la Shock SuspenStory del número que se referencia en portada. También realizada por Wally Wood, en ella se demuestra que el antisemitismo no es algo que sea patrimonio exclusivo de la Alemania nazi. La ciencia ficción llega de la mano de Joe Orlando con A flor de piel (What Fur?!), que tiene un argumento bastante similar a Deja de deshojar la margarita, historieta incluida en el segundo número. El mensaje es idéntico: hay que respetar la naturaleza y a todas las especies. Jack Davis nos trae el terror (aunque también podría funcionar como Crime SuspenStory), con ¡Un fiambre muy sabroso! (Cold Cuts!), cuyo título en español deja bien poco a la imaginación.


SHOCK SUSPENSTORIES #6: diciembre de 1952-enero de 1953.

Sin ningún tipo de sutileza y demostrando mucho valor, tras una portada que ofrecía los efectos de un linchamiento en el número anterior, en este nos encontramos con otra que hace una nada velada referencia al Ku-Klux-Klan, también realizada por Wally Wood, y que corresponde a ¡Bajo la máscara! (Under Cover!), una historia también ilustrada por Wood en la que una mujer es castigada (y ejecutada) por relacionarse con «los elementos más viles de nuestra sociedad«. Un alegato anti racista que no se queda tan solo en eso, pues muestra como este grupo de encapuchados está compuesto por las propias fuerzas vivas del sistema, que «¡A salvo bajo sus máscaras de prejuicios, estos traficantes encapuchados de odio racial, religioso y político siguen actuando!» (…)»¡Es hora de denunciar a estos usurpadores de nuestras libertades constitucionales!«.

Kamen abre con una impactante escena de bella y bestia para ¡Acierto mortal! (Dead Right!) en la que la protagonista descubrirá, muy tarde, que no hay que dejarse llevar por los vaticinios y cantos de sirena de pitonisas y adivinas, aunque de hacerlo, hay que  interpretar bien las señales si no se quiere llevar una muy desagradable sorpresa. En ¡Ablandado! (Not so Tough!), Joe Orlando nos lleva nuevamente a una misión espacial que, en este caso, finaliza de modo sorprendente por culpa del abuso de autoridad del despótico comandante de la nave. El horror cerrará, una vez más, la publicación, y ¿quién mejor que «Ghastly» para hacerlo? junto a él conoceremos a Una vieja muy dulce (Sugar ‘n Spice ‘n) nada amiga de los niños…


De los árboles del Sur cuelga una fruta extraña,
sangre en las hojas y sangre en la raíz,
cuerpos negros balanceándose en la brisa del Sur,
extraña fruta colgando de los álamos.

Billie Holiday cantaba en Strange fruit (extraña fruta) de Abel Meeropol, sobre una extraña fruta que crecía en los árboles del Sur, una fruta extraña creada provocada por turbas de paletos racistas que temían la pérdida de sus privilegios. Y lo cantaba en una canción que el sello habitual de la artista, Columbia, se negó a grabar, lo que obligó a que Billie Holliday la registrara para otro sello, Commodore. Una canción que terminó convirtiéndose en estandarte de la campaña contra los linchamiento y canción protesta del colectivo negro en su lucha por los derechos civiles.

El linchamiento, la muerte de personas por la acción extrajudicial de una muchedumbre, ha existido en Estados Unidos sobre todo desde finales del siglo XVIII hasta la década de los 60 del siglo xx. Así, entre 1880 y 1970, se linchó a 3265 negros, 1082 blancos, 71 mexicanos, 38 indios, 10 chinos, y un japonés.​

El linchamiento en los estados del sur se asocia con la reimposición de la supremacía blanca tras la Guerra de Secesión y alcanzó su punto álgido a finales del siglo XIX y a principio del XX, tras la retirada del Sur de las tropas federales, y la toma de control de las asambleas legislativas estatales por parte de los demócratas sureños: se aprobaron nuevas normas constitucionales y electorales para evitar que los negros y muchos blancos pobres se inscribieran en el censo electoral. Los inscritos fueron castigados con violencia si votaban, o para evitar que votasen. Se promulgaron una serie de leyes de segregación racial para restablecer la supremacía blanca y se instauró la segregación racial entre negros y blancos, otorgando un estatus de segunda clase a los ciudadanos de piel negra. También se produjeron linchamientos por el control de las tierras. Tan alto fue el índice de violencia que se vivía, que entre 1910 y 1970 se produjeron dos grandes oleadas de migraciones de ciudadanos negros hacia las ciudades del norte y del medio oeste. Así, 6,5 millones de negros americanos abandonaron el sur.

Los motivos para que se produjera un linchamiento eran de lo más variados. Solo un tercio de las víctimas negras eran acusadas de violación o intento de violación (aunque se alegaban infracciones sexuales muy a menudo para justificar el crimen). La acusación más habitual era asesinato o intento de asesinato, seguida por una lista de infracciones que incluían agresión verbal o física, competencia desleal o independencia mental. Se formaron multitudes blancas de linchamiento para restaurar lo que se consideraba orden social. La «política» de linchamientos solía conducir al asesinato de las víctimas por multitudes blancas. En ocasiones, las fuerzas de seguridad participaban directamente, o mantenían al sospechoso en la cárcel hasta que se formaba un gentío que perpetraba el crimen. Con frecuencia las víctimas morían a manos de pequeños grupos de vigilantes blancos a altas horas de la noche. No obstante, en ocasiones los linchamientos se convirtieron en un espectáculo de masas con un ambiente circense destinado a poner de relieve el poder de la mayoría. A menudo los linchamientos se anunciaban antes en periódicos, y se sabe que se organizaban para que los periodistas tuvieran tiempo de escribir sus artículos. Incluso los fotógrafos aprovechaban para realizar fotos y venderlas a los periódicos y editores de postales. Los linchamientos se solían publicitar como amenaza velada para afroamericanos y para cualquiera que incumpliera las normas sociales.

Menos del 1% de los participantes en turbas de linchamiento fueron condenados por tribunales locales. A finales del siglo XIX, los jurados de la mayoría de los estados del Sur estaban compuestos solo por blancos, porque los afroamericanos habían sido eliminados del censo electoral y solo los votantes registrados podían formar parte de un jurado. Gracias a los jurados, estos delitos rara vez iban más allá de la investigación.

​A comienzos del siglo XX, los linchamientos eran un deporte fotográfico en Estados Unidos. La gente enviaba postales de linchamientos que había presenciado. Esta práctica era tan indigna que un colaborador de Time escribió en el año 2000 que «ni siquiera los nazis cayeron tan bajo como para vender recuerdos de Auschwitz, sin embargo, las escenas de linchamiento se convirtieron en un floreciente departamento de la industria de las postales. Hacia 1908, el comercio había crecido tanto, y la práctica de enviar postales de las víctimas de estos asesinatos se había hecho tan repugnante que el Director General de Correos de EE.UU. prohibió enviarlas por correo».​

En 1915, tres sucesos resaltaron las tensiones raciales y sociales: el juicio y linchamiento de Leo Frank, el estreno de la película El nacimiento de una nación (The Birth of a Nation, D.W. Griffith, 1915) y el resurgimiento del Ku Klux Klan, que entre 1910 y 1930 adquirió poder y popularidad en las ciudades con mayor ritmo de crecimiento, alcanzando su máximo número de miembros e influencia alrededor de 1925. ​

El asesinato en 1915 cerca de Atlanta (Georgia) de Leo Frank, judío americano director de una fábrica, adquirió gran resonancia. Al principio, los relatos de los periódicos sensacionalistas hicieron que la ira popular se concentrase en Frank, declarado culpable del asesinato de Mary Phagan, una joven empleada en su fábrica. Frank fue condenado después de un juicio plagado de defectos en Georgia, y sus apelaciones fueron desestimadas. Cuanto el gobernador conmutó la pena de muerte impuesta a Frank por cadena perpetua, una turba autodenominada «Caballeros de Mary Phagan» lo sacó de la prisión de Milledgeville (Georgia) y lo linchó.

En la década de los 30 varias organizaciones comunistas se unieron para apoyar la eliminación del linchamiento. Muchos sureños se sentían agraviados por lo que consideraron una «interferencia» en los asuntos locales. Según uno de los investigadores, un blanco de Tuscaloosa dijo: «Lo único que faltaba eran judíos de Nueva York entrometiéndose y propagando ideas comunistas».​

Varias obras literarias y películas retrataron algunos de estos asesinatos cometidos por turbas furibundas, destacando cintas como Furia (Fury, 1936), la primera película norteamericana de Fritz Lang; Matar a un ruiseñor (To Kill a Mockingbird, 1962) de Robert Mulligan, basada en la novela de Harper Lee; o  Conspiración de silencio (Bad Day at Black Rock, 1955) de John Sturges, pero los cómics de E.C., se adelantaron en la denuncia contra el racismo y los linchamientos por religión o raza. Su denuncia sigue abierta y su mensaje vigente hoy en día.

Las lecturas de Serendipia: ‘La universidad de la vida #Ranciofacts 6’

4 noviembre 2023 Deja un comentario

LA UNIVERSIDAD DE LA VIDA #RANCIOFACTS 6

Pedro Vera

¡Caramba!, 2023. 112 páginas. Color. Rústica con solapas. 20 x 27 cm


Durante el reciente Festival de Sitges Serendipia se topó con un habitual del mismo, Manuel Bartual, dibujante de cómics y editor de ¡Caramba! al que, tras los saludos de rigor y hablar sobre algunas novedades a punto de ser editadas, no pudo evitar preguntarle, con impaciencia, para cuando estaría disponible la nueva entrega de Ranciofacts de Pedro Vera. Y es que no nos cansamos ni nos cansaremos de repetir que Pedro Vera es lo mejor que le ha pasado al cómic humorístico español en los últimos años. Pero también es lo más grande que le ha sucedido a los futuros estudiosos que quieran saber como era y de donde salió el español medio del siglo XX y XXI, pues el dibujante manchego ha sabido capturar mejor que nadie todos los guiños, costumbres y frases que nos unen, que nos aúnan, pese a quien pese, a todos los habitantes de esta península ibérica.

Así que, hagánse un gran favor y adquieran ya la sexta entrega de Ranciofacts, esa enciclopedia del milenario saber rancio ibérico que, afortunadamente, tiene visos de no terminarse nunca. Superado el tema del coronavirus, que sirvió para dejar en la quinta entrega un documento definitivo sobre lo que aportó todo ello a la idiosincrasia rancia, Pedro Vera vuelve con una recopilación que trae lo peor de cada casa, recurriendo, pues dibujado sería harto difícil de creer, a pruebas fotográficas de destrozos en forma de tatuaje, figuras de cera nada realistas, animales disecados, grafitis, juguetes de mercadillo, casetes de gasolinera o fotos de estudio de embarazadas y sus parejas, la última lacra que estan sufriendo nuestras sufridas córneas. Pero hay más, mucho más. Desastres más grandes que la vida, frases popularizadas en twitter o varias páginas dedicadas a First Dates, ese fenómeno televisivo, auténtico experimento sociológico que explica, mejor que cualquier estudio, las carencias de aprendizaje que poseé el español medio y que le ha llevado a, por ejemplo, dejarse llevar por líderes que «hablan claro y no se callan» y  dar su voto a la extrema derecha. Y todo ello Pedro Vera lo ha sabido captar y trasladar a sus cada vez mejores viñetas, pues nada escapa al sabio ojo del cronista, auténtico cazador de comportamientos revenidos y frases y sentencias con olor a humedad, a cochambre, a rancio.

Cada semana desde las páginas de El Jueves se publica Ranciofacts, que ¡Caramba! reúne regularmente en imprescindibles tomos, como hizo antes con otra creación del autor, Ortega y Pacheco, cuyas aventuras reunió la editorial en cuatro espléndidos tomos que conforman todo un festín para el fan de la obra de Pedro Vera en particular y del amante del cómic de humor en general.

No dejen escapar pues La universidad de la vida, pues en sus páginas queda más que latente que de esta pandemia no salimos ni mejores ni más fuertes, pero sí más rancios.

Pedro Vera

Tras participar en la fundación de la revista El Tío Saín y colaborar con publicaciones como La ComictivaKovalsky FlyAnnabel Lee o Subterfuge, Pedro Vera (Murcia, 1967) comienza a publicar sus historietas en 1998 en la revista El Jueves.

Es el padre de personajes como Nick Platino o los famosos Ortega y Pacheco, de los que ¡Caramba! ha recopilado todas sus entregas en la colección Ortega y Pacheco Deluxe. En 2012 crea en la misma revista, Ranciofacts, donde repasa semanalmente las costumbres y dichos más rancios de la cultura popular española. La serie ha sido recopilada en libro por ¡Caramba! en cuatro volúme, nes, Ranciofacts (2014 ), Mi puto cuñado (2015), Rancio no, lo siguiente (2016) Saliendo de la zona de confort (2018)  Aquí, sufriendo (2020) y el tomo monográfico Ranciofacts de cine (2022)

Las lecturas de Serendipia: ‘La vida y usted 2’ de Paco Alcázar

26 septiembre 2023 Deja un comentario

LA VIDA Y USTED 2

Paco Alcázar

¡Caramba! Tapa dura. 21,8 x 17 cm., 104 páginas a color


Si finalmente la Humanidad consiguiera erradicar su existencia, y una especie extraterrestre aterrizara en las ruinas de una tienda de cómics, podría llevarse una idea muy cercana de lo que era esa estúpida civilización y el porqué de su extinción si encontrara, al revolver entre los cascotes, un ejemplar de La vida y usted 2, la nueva entrega de la enciclopedia perpetrada por el, nunca suficientemente ensalzado, Paco Alcázar y que recopila hojas aparecidas en la revista Mongolia.

Magníficamente editado, con una cuidada portada a juego con el estilo de sus dibujos, realizados como si de uno de esos viejos diccionarios o manuales se tratara, sus páginas rezuman un humor que, no puede calificarse simplemente de negro: está muy por encima, es corrosivo y contagioso como un virus, trasmite desazón y malestar. Pero sigue siendo humor. Y del mejor.

Minimalista, si quieren, dice mucho con poco, y bajo la apariencia inofensiva de sus dibujos hay mucha mala leche. No creemos que busque denunciar las injusticias, el racismo, la sociedad, en definitiva. Pero a su modo lo hace, aunque de una forma muy gamberra, pero no exenta de lógica, pues algunas de las respuestas a sus preguntas son tan razonables como absurdas. Realmente, es difícil trasmitir lo que supone leer la obra de Paco Alcázar.

Los que seguimos a Paco Alcázar desde sus inicios como terrorista gráfico, con aquellas tiras en blanco y negro dibujadas esquemáticamente pero cargadas de estilo, que publicó en diversos fanzines, a su larga colaboración con la revista El Jueves, donde dibujó al odioso Silvio José, el buen parásito, pasando por su visión del mundo del cine o ese delicioso tomo dedicado a Nicolas Cage, sabemos que es, gráficamente, un camaleón. Pero lo que no cambia es su manera ácida de ver el mundo, pues nadie dice las cosas como Paco Alcázar. Y nada ni nadie, incluido él mismo, está a salvo de la hiel de Paco Alcázar. Así que no se nos ocurre nada mejor que seguir recomendando sus irresistibles, y terapéuticos, trabajos, incluidos los dos volúmenes de La vida y usted, cuyo segunda entrega podría ser la última, a tenor de la nota que, algo oculta, añade el autor: «Con este volumen termina la vida y usted. Para la muerte y usted, simplemente permanezca a la espera«.


Astiberri Editorial


Las lecturas de Serendipia: ‘Tales from the Crypt’ Vol. 5

24 septiembre 2023 Deja un comentario

TALES FROM THE CRYPT VOL. 5


Diábolo Ediciones. Encuadernación en tapa dura. Formato magazine, 216 páginas a todo color


Llega una nueva entrega de la lujosa e imprescindible edición de los clásicos EC que realiza Diábolo Ediciones y lo hace retornando a la hedionda cripta en la que esperan The Crypt-Keeper, The Old Witch y The Vault-Keeper dispuestos a poner los pelos de punta al lector con las terroríficas historias incluidas en este nuevo tomo de Tales from the Cryptel quinto y último de la serie, que reúne los números que van del 41 al 46.

Sin decaer en ningún momento, prosigue la trayectoria ascendente de la más emblemática publicación de E.C. Comics. Y lo hace continuando la dinámica adquirida en números anteriores: las portadas de los seis números que componen el tomo son obra de Jack Davis, así como la primera historieta de cada uno de ellos, reservando la última para el gran Graham (Ghastly) Ingels. La mejor forma de que el lector no olvide la revista de cómics que acaba de leer. Contando, además, con la participación de otros artistas como Jack Kamen, Bernie Krigstein, George Evans, Joe Orlando y el gran Reed Crandall. En esta ocasión, Al Feldstein no firma todos los guiones, muchos de ellos están firmados por Carl Wessler, sin que la calidad de los mismos se resienta.  El tomo no incluye prólogo y, siendo como es el último, en varios de los cuadernos que contiene hay referencias e incluso comunicados en los cuales se explican los problemas que la editorial estaba atravesando y que, finalmente, conseguirían que se cerraran las colecciones policíacas y de terror, mientras se anunciaban, en el último número, los planes editoriales de publicar nuevas colecciones adscritas a lo que se dio en llamar New Trend (nuevo rumbo), series que se sumaron efímeramente a los títulos supervivientes hasta que cerraron todo, a excepción de Mad, que transformado en revista, pudo librarse de las garras del Comic Code. 


AL FELDSTEIN (1925-2014)

Albert Bernard Feldstein (octubre de 1925 – abril de 2014), fue un escritor, editor y artista estadounidense cuya labor más recordada es la que desempeñó en E.C. Comics de 1956 a 1985, ya como editor de la revista Mad.

Originario del barrio de Brooklyn (Nueva York) , gana algunos premios de dibujo, lo que le convence de estudiar arte. Tras la II Guerra Mundial entra de chico-para-todo en el Iger Studio. Allí se foguea realizando fondos a lápiz y tinta para terminar dibujando planchas completas. De ahí pasa a Fox Comics, donde era poco menos que explotado. Y poco después contacta con Bill Gaines, que acababa de asumir el cargo de editor de EC Comics tras la muerte de su padre en un accidente, con el que entablará una larga y provechosa relación de trabajo

Al llegar a EC en 1948, Feldstein comenzó como artista, pero pronto combinó el arte con la escritura y finalmente editó la mayoría de los títulos de E.C. Aunque originalmente escribió e ilustró aproximadamente una historia por cómic, además de hacer muchas portadas, Feldstein finalmente se centró en la edición y la escritura, reservando su arte principalmente para las portadas. Desde finales de 1950 hasta 1953, editó y escribió historias para siete títulos de E.C., abordando temas candentes que otros medios procuraban evitar, como el prejuicio racial, la violación, la violencia doméstica, la brutalidad policial, la drogadicción y el abuso infantil. Formando, también, todo un equipo de escritores colaboradores que incluía a Robert Bernstein , Otto Binder , Daniel Keyes , Jack Oleck y Carl Wessler.

Después de que las presiones de la industria y el gobierno obligaron a Gaines a cerrar la mayoría de sus títulos E.C., Feldstein se separó brevemente de la empresa. Pero cuando Harvey Kurtzman dejó Mad en 1956, Gaines recurrió a su antiguo editor, así Feldstein pasó los siguientes 29 años al frente de lo que se convirtió en una de las revistas más importantes e influyentes del país. Tras retirarse de Mad en 1985, Feldstein comenzó a pintar oleo, dotando de vida a la fauna salvaje norteamericana.  


Repaso pormenorizado de los contenidos de Tales from the Crypt Vol. 5: (Portadas: Jack Davis. Guiones: Al Feldstein y otros)



TALES FROM THE CRYPT 41Abril-Mayo 1954. 

Tal y como refleja el anuncio ilustrado por Alan Davis que hay en el reverso de la portada, también dibujada por él, y que es la escogida por Diábolo para este quinto tomo, el E.C Fan-Addict Club va sobre ruedas. También comprobamos que todos los guiones continúan siendo de Al Feldstein. El Guardián de la Cripta abre el número presentando Operación amistad (Operation Friendship) historieta dibujada por Davis que, en esta ocasión, no está relacionada con la

Bill Galvan realiza un homenaje en Archie Comics a la portada de Jack Davis

ilustración realizada para la portada. En Operación amistad tenemos un  retorcido relato de camaradería llevada hasta sus últimas consecuencias. ¡Vuelve, pequeña Linda! (Come back, Little Linda!) es una enternecedora historia de amor… al estilo E.C., ilustrada por el siempre soberbio George Evans. La página de correo de los lectores aborda diversas, entre ellas la mala distribución que tenían los cómics en los quioscos, y concretamente, el Guardián de la Cripta insta a los lectores a que ayuden a «mis estúpidos editores a deshacerse de un millón de revistas de E.C. en 3-D» que, al parecer, habían sufrido una mala distribución o, sencillamente no habían sido bien recibidas por los lectores. Más abajo les hablamos de ellas. Corriente de atracción (Current Attraction) es la historieta de portada, dibujada por Jack Kamen. Y para cerrar, un Toque de rancho (Mess Call), llamamiento al que acude raudo Ghastly Ingels con un menú no apto para todos los estómagos.


TALES FROM THE CRYPT 42Junio-Julio 1954.

Es en este número en el que se produce un cambio radical de paradigma en lo que respecta a los guiones. Al Feldstein va cediendo su sitio a otras plumas, y así, tres de las historias están escritas por Carl Wessler. Tras la vampírica portada de Jack Davis, encontramos una deliciosa propaganda de Panic realizada por Bill Elder en la cual un variopinto grupo de individuos se abalanzan sobre una quiosco hasta destrozarlo, todo con tal de hacerse con un número de la revista. Abre el habitual Davis con Concierto para violín y hombre lobo (Concerto fror Violin and Werewolf) que hace referencia a esa imagen, real o no, de los gangsters portando metralletas de incognito en estuches de violín. A la primera luz del alba (By the Dawn’s Early Light) es la historia de vampiros que se anuncia en la imagen de portada. Por lo que vemos, el nuevo guionista se decanta por los monstruos clásicos, pues sus dos primeras historietas están protagonizadas por hombres lobo y vampiros. El baño (The Bath) es la única historieta guionizada por Felstein (junto a Jack Oleck) del número. Está dibujada por el genial Bernie  Krigstein y protagonizada por un cruel terrateniente del Amazonas que se dará un baño de realidad. El último. Finalmente ¡Encapotado! (Hoodwinked!) es una deliciosa historia de dos hermanos, muy diferente entre ellos, y la relación de amor-odio que tienen y que terminará, bueno, terminará mal, por supuesto. Dibuja, como es norma,  Graham (Ghastly) Ingels.


TALES FROM THE CRYPT 43. Agosto-Septiembre 1954.

A partir de este número comienzan a ponerse las cosas serias. Y se hace partícipe de ello en todo momento al lector, con la primera referencia a la caza de brujas que se había entablado contra la violencia en los cómics. Y, como no podría ser de otra forma, está realizada con humor e ironía, pero con un lenguaje directo. Después de mostrar unas viñetas caricaturescas en las que vemos como en Rusia está contundentemente prohibido leer cómics, añade, «Aquí, en América, todavía podemos publicar cómics, periódicos, revistas de moda, libros y la Biblia. No tenemos que enviarlos primero a un censor. Por ahora…Porque hay algunas personas en América que quieren censurar… que quieren acabar con los cómics«. Y la nota prosigue entrando en la humorada, pues se llega a la conclusión de que detrás de todo esto se encuentran, por supuesto, ¡los comunistas! Otras disciplinas artísticas como el cine ya estaban siendo investigadas por el Comité de Actividades Antiamericanas, y muchas carreras, e incluso vidas, se quedaron por el camino. Ahora era el turno de los cómics.

En lo que respecta a su contenido de este número, prosiguen los movimientos entre los responsables de los guiones: Al Feldstein se hace cargo de tan solo uno, el ilustrado por Ghastly, mientras el resto se reparten entre el ya mencionado Carl Wessler y Otto Binder. La portada de Alan Davis, aunque modélica, como siempre, rompe un tanto con la norma de oscuridad y tenebrismo habitual, y hace referencia a la retorcida historia con la que, él mismo, con guion de Binder, abre el número, Cuatro partes iguales (Four-Way Split) en la cual su protagonista descubrirá por qué es imposible ser amigo de jefes y «superiores». Guerra fría (Cold War) con dibujos de Jack Kamen y guion de Wessler, es una extraña historia de poliamor… de ultratumba. Concurso con trampa (Clots my Line), con guion nuevamente de Otto Binder y viñetas de George Evans, ofrece una novedosa propuesta de concurso televisivo poco explotada y con la que todos los concursantes ganan… aunque no un apartamento en Torrevieja (Alicante). Finalmente, Graham Ingels ilustra la única contribución de Al Feldstein al número, Accidentes por compasión (Accidents and Old Lace), título y traducción al español que hacen referencia a los que tuvo el film de Frank Capra Arsénico por compasión (Arsenic and Old Lace, 1944), que adaptaba al cine el éxito teatral protagonizado por Boris Karloff que, más tarde, fue sustituido por Bela Lugosi. La historieta, además, está protagonizada por tres adorables ancianitas aficionadas a confeccionar artísticos tapices.


TALES FROM THE CRYPT 44. Octubre-Noviembre 1954.

Tras otra deliciosa portada de Jack Davis, el mismo dibujante abre, como es habitual, este número 44 con Olorosa obra (Forever Ambergris), el primero de los dos guiones firmados por  Al Feldstein incluidos en el cuaderno. Una historia muy retorcida de amistad, engaños, ballenas y… peste bubónica. El gran Red Crandall vuelve por segunda, y última vez a Tales from the Crypt para ilustrar Tumba marina (Burial at Sea) que con guion de Carl Wessler se desarrolla en una isla en la que, como suele suceder, hay un tesoro y alguien que lo quiere poseer a toda costa. La declaración (The Proposal) también escrita por Wessler pero ilustrada por Jack Kamen es una bonita historia de amor a tres bandas. Y finalmente vuelve Feldstein con La noche del verdugo (The Sliceman Cometh), una historia ideal para los viscosos lápices de  Graham Ingels. Localizada en la Francia revolucionaria, en la que tantos y tantas perdieron la cabeza, será precisamente una de ellas la que traerá de la ídem al cruel protagonista de esta historia.


TALES FROM THE CRYPT 45. Diciembre 1953-Enero 1955.

Otra portada antológica, que en esta ocasión hace referencia a la historieta que ilustra Jack Davis y guioniza Carl Wessler, responsable de todos los guiones de este número. Telescopio (Telescope) es una muy sórdida historieta sobre un naufrago y una rata, únicos habitantes de una isla y su  lucha por la supervivencia. Jack Kamen dibuja El sustituto (The Substitute), una historia en la cual no tendrá ocasión de dibujar atractivas damas, una de sus especialidades, pues se desarrolla en una colonia penal francesa de la que se fugará un preso con un plan que no puede fallar… o si. Bernie Krigstein ilustra Sueño asesino (Murder Dream), con dibujos muy influenciados por el surrealismo daliniano y con unas viñetas que buscan trasmitir movimiento, tal y como puede apreciarse en la página 5 de la historieta (que corresponde a la 167 del tomo). Una forma de narrar que culminaría en Master Race (Impact #1, Abril 1955), su obra maestra. Todo ello para reproducir en viñetas lo que resulta ser «el sueño de un maníaco«. Finalmente, con El cambio (The Switch), la vieja bruja y Graham Ingels cierran el número. Se trata de una tragicómica historia protagonizada por un octogenario que desea rejuvenecer su cuerpo para satisfacer a una dama de la que se ha enamorado. Para ello recurrirá a la cirugía. Como vemos, nada excepcional hoy día.




LA SEDUCCIÓN DEL INOCENTE

El número 45 de Tales from the Crypt no tiene página de correo, en su lugar hay, a toda plana, «un llamamiento a la acción«, una carta de los editores a sus lectores redactada ante las graves acusaciones del Subcomité del Senado sobre la Delincuencia Juvenil que culpa, precisamente a los cómics, y en especial a los de terror y crimen, de incitar a los niños a la violencia ya que «deforman las mentes de la juventud de América y afectan el desarrollo de las personalidades de aquellos que los leen«. Entre los responsables de esta campaña se encontraba Fredric Wertham, un psiquiatra germano-estadounidense que en su libro más conocido, La seducción del inocente (Seduction of the Innocent, 1954), consideraba que estas publicaciones causaban un apetito insaciable de violencia en los jóvenes: “En el mejor de los casos, interfieren con el sueño infantil. En el peor de los casos, invitan a los niños a imitar los crímenes que ven representados». Wertham también llamó la atención sobre lo que él consideraba implicaciones de amor homosexual en cómics como Batman y Wonder Woman. Los cómics, como vemos, eran para el psiquiatra los responsables de todo los males que atenazaban la civilización: “Los cómics en el peor de los casos son demoníacos, en el mejor simple basura”.

El impacto que causaron sus palabras, animó a crear la comisión de investigación del Congreso contra la industria de los cómics y a la creación del Comic Code, con el cual los propios editores autocensuraron sus publicaciones. Al igual que sucedió con el cine y el Codigo Hays en los años treinta. Pero Wertham no era el único que estaba  tras los ataques a la industria del cómic, pues como señalan los editores de E.C., asimismo también habría «ciertas editoriales que no publican cómics y que se beneficiarían de su desaparición, muchos grupos de adultos a los que les gustaría culpar de su falta de capacidad como padres responsables a las revistas de cómics, en lugar de a ellos mismos, y varios cazadores de titulares«.  Así que con esta carta abierta a los lectores, los editores instaban a que fueran ellos los que escribieran una carta al Congreso, «con tus propias palabras. Que sea una carta amable y educada«, tanto si pensaban que los cómics eran un entretenimiento inofensivo, como si pensaban que eran malos, «lo importante es que la Subcomisión escuche a los lectores reales de cómics y/o a sus padres (en caso de los más jóvenes), y no a personas que, sin haber leído un cómic en su vida, quiere destruirlos«.

El subcomité entrevistó tanto al doctor Wertham como a William Gaines, que expusieron sus argumentos en contra y a favor, todo lo cual fue televisado. Muchas de las conjeturas del psiquiatra, particularmente las de las alusiones sexuales ocultas (por ejemplo imágenes de desnudos femeninos ocultos en los dibujos de los músculos de los personajes y en la corteza de los árboles, o Batman y Robin como amantes homosexuales), fueron recibidas con hilaridad en la industria del cómic. Wertham también afirmaba que Wonder Woman tenía una segunda lectura relacionada con la sumisión y el bondage, algo que en cierto modo ya había sido mejor documentado por su creador, William Moulton Marston, que había admitido eso mismo; a pesar de ello Wertham también afirmó que la fuerza y la independencia de Wonder Woman ponían de manifiesto su carácter de lesbiana. Finalmente, aunque no se cumplió el objetivo buscado y no culpó a los cómics del supuesto auge de la delincuencia juvenil, sí que tuvo serias repercusiones para la industria, pues el subcomité recomendó que las casas editoriales bajaran el tono de sus publicaciones.

Gaines reunió a sus colegas editores y sugirió que la industria se agrupara para combatir la censura externa, formando la Comics Magazine Association of America, con su rama censuradora, el Comics Code Authority. Las normas del CCA eran aún más estrictas que las de la ACMP, ya que su cumplimiento era obligado y todos los cómics debían ser previamente aprobados antes de su publicación. Entre las nuevas normas impuestas por el Comics Code estaba la prohibición de que en la portada apareciera la palabra «horror», «terror» o «raro», y no era ninguna coincidencia que estas palabras fueran precisamente las que aparecían en los títulos de muchas de las series más vendidas de E.C. Gaines abandonó la asociación y rechazó someter sus historietas al Comics Code; pero cuando los distribuidores se negaron a repartir muchas de sus series, el editor se vio forzado a cerrar su cinco títulos más populares: los tres de terror y los dos de crímenes. Cerrando el resto poco después ante la perspectiva de un conflicto interminable. Y es que, como los propios editores de E.C. señalaron en una carta que abría el número 46 de Tales from the Crypt, «aunque en E.C. seguimos creyendo, como en el pasado, que las acusaciones contra los cómics policíacos y de terror son un completo disparate, a estas alturas no tiene sentido intentar defender este tipo de literatura. Económicamente, nuestra situación es grave. Las revistas que no llegan al quiosco no se venden. Nos vemos obligados a capitular. Nos rendimos. ¡ESTAMOS HARTOS!«. Pero no era una capitulación total, pues en la misma nota se anticipaba la nueva dirección que E.C Comics iba a tomar, centrándose en una línea de comic books de tono más realista. La que se denominó New Direction, que incluía títulos como M.D.(historias de médicos), Impact (suspense), Extra! (periodismo) y Psychoanalysis (historias de psiquiatras), entre otras. Además, moderó y renombró el título que aún tenía de ciencia ficción como Incredible Science Fiction y prosiguió con Mad, Panic, Piracy y Two-Fisted Tales. Con estos cambios, Gaines terminó sometiendose al Comics Code. Pero este relanzamiento fue un estrepitoso fracaso y ninguno de los nuevos títulos pasó del número cinco, así que tras varios conflictos con el Comics Code, incluyendo una demanda judicial, y las cada vez peores ventas de los títulos que aún tenía, Gaines decidió, en diciembre de 1955, abandonar por completo los comic books, transformando Mad en revista, con lo cual se libraba del Comic Code y pudo tener una trayectoria libre y prolongada durante sus 58 años de vida.

Muchos años después se demostraría que el libro de Wertham no estaba basado en un trabajo académico sólido. El material estaba manipulado para comprometer y fabricar evidencias en su beneficio. Pero el daño ya estaba hecho.




TALES FROM THE CRYPT 46. Febrero-Marzo 1955.

«Puede que nunca llegues a leer esta revista.  Es más , puede que nunca se imprima. Si se imprime, puede que nunca se distribuya. Si se distribuye, puede que se guarde en un fardo detrás del mostrador y nunca vea la luz del día. Pero si, por algún milagro, llega a los quioscos, éste será probablemente el último número que leas de esta revista«.

Sí, hemos llegado al último número de la colección. Un número que tal y como se indica en un mensaje de los editores, no iba a ser el último de Tales from the Crypt, sino el primero de una nueva colección, The Crypt of Terror, que se uniría a las otras tres cabeceras dedicadas al género que más rédito daba a la editorial. Pero no pudo ser.

En todo caso quedó un último número al nivel acostumbrado. Con los guiones de las dos primeras historietas escritos por Al Feldstein, y los otros dos por Carl Wessler. Abre Jack Davis con El reflejo (Upon Reflection) la historia de hombres lobo que, ¡ejem!, refleja la portada. Prosigue George Evans con Palos de ciego (Blind Alleys), donde un roñoso casero terminará recibiendo su merecido de mano de sus inquilinos. Success Story (cuya primera plancha original ilustra este artículo), está realizada por Joe Orlando y se ocupa de, posiblemente, la más terrorífica historia narrada en las publicaciones E.C., pues cuenta la historia de un joven recién casado cuyos suegros se instalan en su casa. Desbaratando su -hasta entonces- feliz matrimonio y creando tensiones que el protagonista terminará cortando de raíz. Finalmente cierra, como siempre, Ghastly con Trapos sucios (Tatter Up!) otra bonita y muy sórdida historia de amor con boda entre una tacaña octogenaria rica y un joven y atractivo muchacho, que comenzará la enfebrecida búsqueda del dinero de la vieja desde el primer día pero…

¡¡HORROR EN 3-D!!

La culpa de todo es de la televisión. En los años cincuenta la televisión había llegado a todos los hogares norteamericanos y restado audiencia a los cines, así que había que intentar innovar para combatir la fuerte competencia. Así, se probaron nuevos experimentos como el Cinemascope, el Drive-In o las películas en 3-D, mediante unas gafas con dos tonalidades (azul y rojo). Esta efímera moda pasó a otro tipo de medio, como las publicaciones de pin-ups (¡¡¡téngalas al alcance de sus manos!!!) y, por supuesto, a los cómics. E.C., siempre atenta a las novedades, editó dos números especiales: Three Dimensional E.C. Classics y Three Dimensional Tales from Crypt of Terror, preparándose uno más que quedó inédito, posiblemente por las pobres ventas motivadas, en gran parte, por la pobre distribución que comenzaban a tener los cómics de terror y crímenes. En todo caso, se trataba de historietas ya publicadas, adaptadas con viñetas nuevas, al sistema de tres dimensiones. Para completistas, estos dos cómics en 3-D han sido editaos en cuatro cuadernos por El Boletín. Y no solo eso, pues van acompañados de dos tomos (eso sí, en edición muy limitada) escritos por el especialista Enrique Torres en los cuales analiza estas historietas con la minuciosidad a la que tiene acostumbrado al lector.

Con este quinto tomo se cierra Tales from the Crypt, pero Diábolo ya está preparando nuevos tomos con otras colecciones E.C. Más tomos brillantes, de un nivel artístico y de guiones inmejorable, que se superan, número tras número, historia tras historia, viñeta tras viñeta.

 

Las lecturas de Serendipia: ‘Weird Science’ Vol. 4

WEIRD SCIENCE VOL. 4


Diábolo Ediciones. Encuadernación en tapa dura. Formato magazine, 214 páginas a todo color


Llega una nueva entrega de la lujosa e imprescindible edición de los clásicos EC que realiza Diábolo Ediciones y lo hace retornando a la ciencia ficción con el cuarto y último volumen de Weird Science

Con este cuarto tomo se cierra Weird Science pero, no teman, la ciencia ficción proseguirá con la serie que unificó las dos colecciones que EC dedicaba a esta temática, Weird Science y Weird Fantasy con el ingenioso título de Weird Science-Fantasy, que prosiguió las aventuras espaciales durante siete números más.

Ya hemos indicado en otras entradas que entre los factores que hicieron especial el sello de Bill Gaines figuraba el contacto continuo con el  lector, al que trataba como un amigo. Así, en el Correo cósmico del número 19 se advierte que, ante el gran número de cómics que se editan, «muchos vendedores de periódicos están devolviendo fardos de tebeos SIN ABRIR«, instando a los lectores a solicitarlos a los quiosqueros si no los ven exhibidos. Tampoco ocultarán la razón por la cual las dos series de ciencia-ficción terminarán unificadas en una sola, trimestral y 5 centavos más cara: las ventas insuficientes y la consiguiente pérdida de dinero. Y es que EC se resiste a dejar de publicar ciencia ficción, pues este género, que paradójicamente han contribuido a resucitar, es uno de los favoritos de los autores y editores, orgullosos, estos últimos, de contar con Ray Bradbury entre sus «colaboradores» habituales. Lo malo es que de Weird Science-Fantasy tan solo saldrán a la venta siete números más. Lo bueno es que la profusa propaganda que sus páginas traen de Mad y Panic auguran el nuevo filón en el que EC se refugiará y el que mantendrá viva la editorial: el humor.

Después vendría la investigación del Senado, un nuevo cambio de título y la instauración, bien visible, del sello del Comic Code en las portadas de todas las publicaciones EC. Pero mejor no avancemos acontecimientos y vayamos a los últimos cuatro números de Weird Science y los dos primeros de Weird Science-Fantasy, en los que prosigue la tónica de los anteriores: portadas de Wally Wood, guiones de Al Feldstein, en muchos de los cuales Bill Gaines colabora aportando, en su mayor parte, la idea central, que Feldstein desarrolla, y adaptaciones de relatos del escritor Ray Bradbury y un guion de Otto Binder.  A lo que se suma todo un equipo compacto de ilustradores capitaneado por Wally Wood, que abre cada cuaderno, a excepción del último, acompañado de Joe Orlando, artista y amigo, que en su mayor parte, los cerrará. Junto a ellos, completarán el elenco los ya habituales Jack Kamen y Al Williamson, además de George Evans, Roy Krenkel, Bill Elder, Bernie Krigstein y Frank Frazetta, auténticos colosos y visionarios del cómic y la ilustración moderna.


AL WILLIAMSON

Al Williamson (21 de marzo de 1931 – 12 de junio de 2010), fue un dibujante de cómics, de tiras de prensa e ilustrador de línea clásica. Williamson nació en Nueva York, aunque vivió su adolescencia y parte de su infancia en Bogotá, Colombia, de donde volvió en 1940. De nuevo en Nueva York, acudió a la Artist’s & Illustrators school (luego la School of Art & Design), donde tuvo como profesor a Burne Hogarth, a quien ayudaría en 1948 en las tiras dominicales de Tarzán. Este artista influenciará fuertemente a Williamson, así como a Frank Frazetta y Roy G. Krenkel, estudiantes también en la academia y con los que entablaría Williamson una estrecha amistad que les llevaría a compartir estudio.  Todos ellos, tras pequeños trabajos en diversas editoriales, entrarán en EC en 1952, donde dibujarán tanto conjuntamente como en solitario. Por entonces Williamson contaba con 21 años, siendo el más joven de todos los artistas de EC.

Tras el cierre de la editorial, Al Williamson trabajó principalmente para Atlas (la que luego sería Marvel Comics) haciendo historias del oeste, aventuras, horror, etc. También trabajó para ACG o Prize, donde colaboró con Jack Kirby y Joe Simon y realizó unas páginas de prueba para una posible tira dominical de Modesty Blaise. En 1964, como muchos de los artistas de EC, empezó a hacer historias para las revistas en blanco y negro de James WarrenCreepy y Eerie, pero acabó abandonándolas, junto con la mayoría de sus compañeros, ante los continuos retrasos en el pago de los salarios.

Trabajó brevemente en la versión en comic-book de Flash Gordon publicada por King Features, hoy muy apreciada por los coleccionistas. En 1967 se hizo cargo de la popular tira diaria de Agente secreto X-9 (con guiones de Archie Goodwin), que retitularon entonces «Agente secreto Corrigan«, y que seguiría publicándose hasta 1980.

Williamson también realizó la adaptación en forma de miniserie de 3 números de la película Flash Gordon de Dino De Laurentis y más tarde y a petición de George Lucas se hizo cargo de la tira de Star Wars, sustituyendo a Russ Manning. También hizo varios números del cómic book que sobre la misma película realizó Marvel, editorial para la que entintó muchísimas páginas, destacando Spider-Man 2099Daredevil (la mayoría de números entre el 237 y el 289) y Spider-Girl, así como las adaptaciones al cómic de Star Wars de Dark Horse y una miniserie de 2 números sobre Flash Gordon en 1995, con guiones de Mark Schultz.

En 1999 ve realizado su sueño cuando Jim Keefe, autor regular de Flash Gordon, pide su ayuda con la tira y lo acredita como «ayudante de dibujante».


Repasando pormenorizadamente los contenidos de

Weird Science Vol. 4


WEIRD SCIENCE 19. Mayo-Junio 1953. Portada: Wally Wood. Guion: Al Feldstein 

Tras una reseña biográfica de Ray Bradbury, Wally Wood abre con Los años preciosos (The Precious Years), en la que su protagonista vive en un eterno hastío sin ningún tipo de problema. Con tecnología que todo lo arregla y vida y juventud. eternas. Sumido en el aburrimiento, se planteará una nueva existencia. Al Williamson (junto a Frazetta y Krenkel) ilustra El que espera (The One Who Waits), una historia críptica con cierta atmósfera Lovecraftiana basada en un relato de Ray Bradbury. El nada habitual Bill Elder ofrece ¡El punto débil! (Right on the Button!). Con un dibujo que prefigura a algunos de los artistas underground de los setenta y ochenta, Elder ilustra una historieta con sorpresa final y muchas gotas de locura, pues las cosas no son siempre lo que aparentan…Finalmente el número cierra con Joe Orlando y ¡La llave del silencio! (Keyed Up!), una historia de terror que incluye venganza de ultratumba.

WEIRD SCIENCE 20. Julio-Agosto 1953. Portada: Wally Wood. Guion: Al Feldstein

¡Aborrecible! (The Loathsome!) es una denuncia a  la utilización que se ha hecho de la energía atómica, pero también incide en el temor al diferente. En este caso una niña mutante producto de la radiación y que tan solo busca un poco de amor. Un personaje, y en cierto modo una historia, que cuarenta años después, en 1994, Kurt Busiek y Alex Ross recuperaron para el episodio dedicado a los mutantes en su monumental Marvels. Y no es casualidad. Aun con tantos años de diferencia, la vigencia de lo que denuncia sigue siendo la misma, y el personaje, idéntico. Un magnífico homenaje a una editorial que creó escuela. Paquete sorpresa (Surprise Package) es la adaptación de un relato de Ray Bradbury que se encarga de dibujar Jack Kamen con su maestría habitual y en el avisa que es posible que en esas ocasiones en las que notamos diferente a nuestra pareja, no sea siempre por un simple malentendido o un nuevo corte de pelo. Los reformadores (The Reformers) es un alegato contra los moralistas que muy pronto, antes de lo que suponían, iban a cortar letalmente las alas a EC. Un relato, por cierto, muy de actualidad. 50 chicas 50 (50 Girls 50) es así, al estilo de los carteles taurinos, la historieta que firma Al Williamson en este número para lo cual ha contado con la colaboración, sin acreditar, de sus socios Frank Frazetta y Roy Krenkel. En ella su protagonista, que tiene un plan perfecto para ponerse morado de sexo con diferentes mujeres reconocerá, muy tarde, a su mujer ideal. Todo ello en un controvertido número que parece reflejar las tensiones que EC comenzaba a percibir por parte de las instituciones.

WEIRD SCIENCE 21. Septiembre-Octubre 1953. Portada: Wally Wood. Guion: Al Feldstein.

Wally Wood sigue puliendo su estilo, que ya casi está en la cima, alcanzada durante su etapa posterior en Warren. En Confidencial (Confidential) lleva al lector a las oficinas de EC en una  historieta protagonizada por Gaynes, Feldstein y el elenco de dibujantes de la casa cuando son acusados de subversivos por su rica imaginación, que parece predecir tecnologías y situaciones que se materializan poco después. Al final sabremos el porqué. Por cierto, la historia se inicia con un avión que choca contra la multitud que se apelotona en Times Square, Nueva York… Kamen vuelve a las páginas de Weird Science con Castigo sin crimen (Punishment without crime), un relato en el que de nuevo tendrán cierto protagonismo los robots. Y como es habitual, para mal. Williamson y Frazetta firman conjuntamente Dos son compañía (Two’s Company…), en la que parece demostrase que la soledad y la búsqueda del amor son capaces de superarlo todo. Y todo ello con la acción desarrollándose en una civilización prehistórica, para que Frazetta campe a sus anchas. En La cosa fea (The Ugly One) Joe Orlando muestra como lo que para unos es horrible, puede ser bello para otros. Y viceversa. Como vemos, los cómics de ciencia ficción de EC eran mucho más que simples historias sobre invasiones alienígenas.

WEIRD SCIENCE 22. Noviembre-Diciembre 1953. Portada: Wally Wood. Guion: Al Feldstein. ÚLTIMO NÚMERO.

Llegamos al último cuadernillo de Weird Science. Se abre con una nota del editor, In memoriam, donde explican las circunstancias que han propiciado la desaparición de los dos títulos de ciencia ficción de la editorial, los cuales, tal y como hemos comentado, se unificarían en una publicación inicialmente de carácter trimestral: Weird Science-Fantasy.

El número se abre con Nuevo principio (A New Beginning), una historieta nuevamente firmada por Al Williamson, aunque realizada conjuntamente con  Frazetta, Krenkel y Bernie Krigstein. Otra historieta en línea con Los años preciosos, incluida en Weird Science 19 y, por tanto, en este mismo tomo. Historias que, además, tienen la rara característica en común de tener un final feliz. Sí, estamos hablando de EC y de finales felices, cosa que no podemos decir de la siguiente historieta, Los cazadores de cabezas (The Headhunters) con arte de George Evans. Mi mundo (My World) es, por su parte, una poética declaración de principios y, porqué no, de amor, al mundo de la fantasía y a la obra que desempeñan los que se encargan de guionizar y dibujar esos universos, labor que recae en este caso en Wally Wood. El número lo cierra Joe Orlando con El desterrado de las estrellas (Outcast of the Stars), un broche de oro sobre el futuro, claro, en el cual no dejará de haber desigualdades sociales, pero en el que muchos hombres seguirán utilizando su imaginación para hacer felices a los demás.

WEIRD SCIENCE-FANTASY 23. Marzo-abril 1954. Portada: Wally Wood. Guion: Al Feldstein 

Tres meses después del cierre de Weir Science y Weir Fantasy llega a los quioscos el título que reúne ambas cabeceras y lo hace,  inicialmente, con cadencia trimestral. Se trataba de seguir publicando ciencia ficción aunque las ventas no ayudaran. Pero es que los editores eran los principales seguidores del género, así que se trataba de una obra de amor al género que, en forma de pulp, tanta afición levantó entre el fandom durante los años veinte y treinta.

La presentación de Weird Science-Fantasy se «moderniza», alejándose de las otras cabeceras, con la inclusión de un cohete despegado en un lateral y un fondo perpetuamente blanco. Pero, si exceptuamos el precio, cinco centavos más alto, el contenido era una continuidad de las dos revistas cerradas poco antes, con idéntico contenido y secciones. Aunque con algunos ajustes.

Wally Wood permanece inamovible como ilustrador de la, muy elaborada, portada y de la primera historieta, Los niños (The Children), un pesimista cuento futurista que vaticina un oscuro porvenir para la Humanidad. Historia de unos peces (Fish Story), firmado por Al Williamson y dibujado al alimón con Roy Krenkel, narra la amenaza que se cierne sobre la Tierra cuando es invadida por una especie alienígena submarina. La máquina voladora (The Flying Machine), historieta basada en un cuento de Ray Bradbury que el gran Bernie Krigstein se encarga de ilustrar, es una metáfora sobre los avances de la Humanidad, los nuevos hallazgos e inventos y la utilidad que el hombre hace de ellos. Cierra el cuaderno Comercio justo (Fair Trade). La contribución a los lápices de Joe Orlando es una parábola sobre el colonialismo. Como vemos, la denuncia social de los temas más variados no dejó de impregnar los guiones creados por Feldstein y Gaines.

WEIRD SCIENCE-FANTASY 24. Junio-julio 1954. Portada y guion: Al Feldstein. Guion: Al Feldstein.

Y con el segundo número de Weird Science-Fantasy llegamos al último cuadernillo del tomo. Un cómic book que cuenta con portada de Al Feldstein, pero sigue manteniendo el hábito de reservar la historieta inicial a Wally Wood que con …Para la posteridad (…For Posterity) traslada al lector a un planeta habitado unicamente por jóvenes y hermosas mujeres que se revolucionarán cuando llegue un cohete con dos afortunados viajeros espaciales.  De nuevo el temor al diferente será el tema de trasfondo de El profesor marciano,  historierta dibujada por Joe Orlando y escrita por el guionista de cómics Otto Binder, que justo un año antes se había visto obligado a abandonar Fawcett, la editorial para la que trabajaba, tras cerrar su división de comic books. Binder trabajó 12 años para Fawcett, donde escribió 986 historias de las 1743 dedicadas a la Familia Marvel, siendo cocreador, además, de Mary Marvel. Tras su paso por EC, el guionista colaboró con diversas editoriales, en especial con Timely, compañía que se convertiría en Marvel Comics, cocreando al Captain Wonder, a los Young Allies, a Tommy Tyme y a la superheroína Miss America. Asímismo escribió guiones para varias historias protagonizadas por el Capitán América, la Antorcha Humana, Namor, El Destructor, Whizzer y la All-Winners Squad. El pionero (The Pioneer) cuenta con Bernie Krigstein a los pinceles, y cierra el número Al Williamson, que junto a Roy Krenkel ilustran ¡Espulsión! (Upheaval!) en la que una nave espacial aterrizará en un planeta que resultará estar vivo y que lejos de matar a los viajeros estelares terrícolas optará por…

Con este tomo Diábolo concluye la edición a color y a todo lujo de Weird Science, pero no se apenen, la ciencia ficción continuará. Además, quizás con ánimo de aliviar la despedida, la editorial madrileña ha realizado un doble lanzamiento EC con el que combatir la canícula,  y lo hace volviendo a lo más refrescante: el terror. Muy pronto reseñaremos Tales from the Crypt Vol. 5, con el que también (sigh!) se cierra la correspondiente colección. Mientras tanto, vayan por la sombra, hidrátense y lean, lean los mejores cómics de todos los tiempos con Diábolo Ediciones.

Las lecturas de Serendipia: ‘¡Para ti, que eras joven!’

¡PARA TI, QUE ERAS JOVEN!

Albert Monteys y Manel Fontdevila

¡Caramba!/Astiberri, 2023. 200 páginas. Blanco y negro/Color. Cartoné. 22 x 29,7 cm

En 1997 dos jóvenes ilustradores de la revista El Jueves recibieron el encargo de realizar en comandita una serie semanal de dos páginas en las que hablasen de «cosas de jóvenes», nacía así Para ti, que eres joven (PTQEJ) una de las más prolíficas y populares secciones en una revista repleta de prolíficas y populares secciones. Cada semana Albert Monteys y Manel Fontdevila se repartían la labor convirtiéndose en un eficaz tándem humorístico que igual dedicaba la sección a la conciencia de clase, como a los animales asquerosos, la pareja, las adicciones, o las  guarradas básicas. También aprovechaban para hablar de lo que mejor conocían, su profesión. Un batiburrillo, al parecer, interminable y con un buen nivel de humor y costumbrismo que la convirtió en una de las favoritas de la revista y, en parte, en un antecedente de los Ranciofacts de Pedro Vera, cuyas historias también recopila ¡Caramba!/Astiberri.

Cuando se inició Para ti, que eres joven, Monteys contaba con 26 años y Fontdevila 32, y cuando abandonaron la serie en 2014, por razones que veremos a continuación, 43 y 49 años respectivamente, así que jóvenes, jóvenes ya no eran. Pero la serie, que nunca se centró exclusivamente en tópicos de la adolescencia, había evolucionado, por lo cual el espectro de lectores que se podía entender como  «jóvenes» era más que amplio. En todo caso, en 2014 Monteys era director de El Jueves y Fontdevila, además de PTQEJ realizaba, también con éxito, La parejita, otra magnífica y popular serie. Ambas se cerraron en junio de 2014, cuando Fontdevila anunció su marcha de la revista después de que la editorial RBA no permitiera publicar una portada de su autoría en la que se hacía referencia a la abdicación del rey Juan Carlos I. La editorial, en un primer momento, negó haber recibido presiones de Zarzuela y adujo que el retraso en la salida de la revista (que llegó a los kioskos un día más tarde de lo habitual) y el cambio de portada se habían debido a problemas técnicos. Sin embargo, otras fuentes aseguraron que se habían llegado a imprimir 60 000 ejemplares en el momento en que se dio la orden de sustituir la portada. A Fontdevila le acompañaron en su marcha otros dibujantes de la revista, como Albert Monteys, Paco Alcázar y Bernardo Vergara, que junto a otros lanzaron, en formato digital y con cadencia mensual, la revista Orgullo y satisfacción, pero los lectores parecían no estar todavía preparados para ese formato virtual, así que tras cerrar, pasaron a formar parte de la revista Mongolia y a realizar exitosos proyectos, por separado, para editoriales como Glénat y Astiberri.

Las historietas publicadas en El Jueves de Para ti, que eres joven, fueron recopiladas en diferentes tomos, como habitualmente se hacía con otras series, pero hubo un buen número de las mismas, las finales, que nunca se recopilaron, por lo cual para localizarlas había que hacerse con la publicación semanal o, de forma virtual, buscarlas en la hemeroteca de El Jueves. Afortunadamente  ¡Caramba!, mediante Astiberri, ha recopilado una amplia selección de las mismas en un monumental tomo: ¡Para ti, que eras joven! , 200 páginas del mejor humor y que, al ser la última tongada de historietas, apenas han sufrido el posible desfase producido por el paso del tiempo y los avances tecnológicos. 200 páginas dedicadas a temas como la fe, la muerte, los graciosos, la fiesta o el fin del mundo, y que finaliza con tres significativas entradas bajo el epígrafe ¡Todo está hecho! y una última, con la que se cierra el tomo, llamada Making of . Sin duda toda una declaración de intenciones.

Con todas las viejas páginas de Fontdevila y Monteys siguen conservando su frescura, y a estas, además, los autores han añadido nuevas para la ocasión, mostrando la génesis de la serie, el método de trabajo, las anédotas e historia ¡Para ti, que eras joven! , es un vistazo al día a día de todos nosotros, con el cual podemos reírnos de nuestra propia torpeza, forma de ser y reaccionar a situaciones que muchos hemos vivido. En resumen, un tomo repleto de mucho humor, pues no hay nada más sano que reírse de uno mismo, y en el que sus autores demuestran que el buen cómic no tiene fecha de caducidad.

 

Albert Monteys

Foto © Yago Partal

Albert Monteys (Web-Twitter)

Lleva haciendo tebeos de humor desde que tiene uso de razón. Después de publicar los cómics Mondo Lirondo con La Peñya y Calavera lunar en solitario, aterriza en la revista El Jueves, donde dibuja semanalmente hasta 2014. Es autor de las series Tato y ¡Para ti, que eres joven!, esta última junto con Manel Fontdevila. Actualmente intenta llevar adelante más proyectos de los que serían aconsejables, entre otros, la serie digital ¡Universo! en Panel Syndicate, cuyo primer volumen, recopilado en papel por Astiberri (2018), ha obtenido el premio a la mejor obra de autor español en el Salón del Cómic de Barcelona 2019, además de una nominación a los premios Eisner en 2017 en la categoría de mejor cómic digital, y cuyo segundo volumen está previsto para 2021. Sus obras más recientes son Solid State (Gigamesh, 2019), con Matt Fraction y Jonathan Coulton, y la adaptación de Matadero Cinco, de Kurt Vonnegut con guion de Ryan North.

Manel Fontdevila

Foto © Alba Diethelm

Manel Fontdevila (Web-Twitter)
Manel Fontdevila nace en Manresa, en 1965. Empezó su carrera en el mundo del cómic a los 15 años en el periódico local Regió 7, para el que realizaba un chiste diario. Estudió Bellas Artes en Barcelona y, paralelamente, colaboró en las revistas El Víbora, Makoki, Cairo, Tótem y Viñetas. Ha colaborado, entre otros autores, con Pep Brocal, Alfons López y Albert Monteys. Entra en 1995 en la revista El Jueves con la serie La parejita (premio al mejor guión en el Salón del Cómic de Barcelona), publicación que llegó a dirigir entre 2000 y 2004, y que abandona en 2014 a raiz de un episodio de censura. El mismo año y junto con otros compañeros afectados por la situación, dirige y edita el mensual digital de humor Orgullo y Satisfacción. Entre sus obras merecen destacarse también Para ti, que eres joven, que realiza en colaboración con Monteys, Mantecatos (premio a la mejor obra del año en el Salón del Cómic de Barcelona de 2004), Superputa (Glénat, 2007), el cuaderno de bocetos Reunión (¡Caramba!, 2011), además de la serie de tres tomos recopilados por Astiberri sobre su trabajo gráfico en Público: ¡La crisis está siendo un éxito! (2011), ¡Esto es importantísimo! (2012 ) y Profundamente anticlerical (2012). Sus últimos trabajos publicados son No os indignéis tanto (Astiberri, 2013), Tengo hambrecon guión de Santiago García (¡Caramba!, 2014), y En el lado bueno de la valla (Roca, 2014). Colabora habitualmente con eldiario.es en la sección de humor gráfico.

MÁS INFORMACIÓ-ASTIBERRI EDICIONES

 

Las lecturas de Serendipia: ‘La industria de los sueños 3: ¡Secuela maestra!’

LA INDUSTRIA DE LOS SUEÑOS 3: ¡SECUELA MAESTRA!

Paco Alcázar

¡Caramba! Tapa dura. 15 x 15 cm, 160 páginas a todo color

Los que seguimos a Paco Alcázar desde sus inicios como terrorista gráfico, con aquellas tiras en blanco y negro dibujadas esquemáticamente pero cargadas de estilo que publicó en diversos fanzines, sabemos que es, gráficamente, un camaleón. Pero lo que no ha cambiado es su manera ácida de ver el mundo. Nadie dice las cosas como Paco Alcázar. Nadie está a salvo de la hiel de Paco Alcázar. Y todo, todo lo que hace, lo hace desde el conocimiento absoluto del tema que toca. Y se nota. Se nota que, en el caso que nos ocupa, a Paco Alcázar le gusta mucho el cine, y por ello, le da al mismo y a su entorno unas dolorosas patadas donde más les duele: en el ego, definiendo a directores por los platos que piden en restaurantes, o por la repetitiva fórmula que ha adquirido la industria con su política de estrujar a fondo los productos que manufactura. También tiene mucho que decir con respecto al infantilismo del espectador e incluso sobre sí mismo, tal y como reflexiona en el prólogo.

Con ¡Secuela maestra! ¡Caramba! suma a los dos tomos previamente editados una nueva recopilación de las mejores viñetas realizadas para Cinemanía por el autor, un trabajo que hay que atesorar junto al imprescindible Las 100 primeras películas de Nicolas Cage,  y que demuestran el gran amor hacia el cine que, en el fondo, profesa Paco Alcázar. Algo que recientemente se ha visto también reflejado en una serie de ilustraciones que ha realizado inspiradas en los grandes éxitos del cine español de todos los tiempos.

Sin duda Paco Alcázar es la muestra de que el cómic todavía puede ser, si no transgresor, al menos sí una ventana abierta para expresar, con pocas palabras y mucho talento, lo que pensamos sobre nuestro querido -y herido de muerte- séptimo arte, convertido, más que nunca, en una industria de sueños…y repetitivas pesadillas.

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Las lecturas de Serendipia: ‘Tales from the Crypt’ Vol. 4

TALES FROM THE CRYPT VOL. 4

Diábolo Ediciones. Encuadernación en tapa dura. Formato magazine, 216 páginas a todo color

Llega una nueva entrega de la lujosa e imprescindible edición de los clásicos EC que realiza Diábolo Ediciones y lo hace retornando a la hedionda cripta en la que esperan The Crypt-Keeper, The Old Witch y The Vault-Keeper dispuestos a poner los pelos de punta al lector con las terroríficas historias incluidas en este nuevo tomo de Tales from the Cryptel cuarto, que reúne los números que van del 35 al 40.

Continúa la trayectoria ascendente de la más emblemática publicación de E.C. comics. Y lo hace prosiguiendo la dinámica adquirida en números anteriores: las portadas de los seis números que componen el tomo son obra de Jack Davis, así como la primera historieta de cada número. La última de cada cuaderno está reservada para el gran Graham (Ghastly) Ingels, sin duda para que el lector se quede, textualmente, con el corazón en un puño. Finalmente Al Feldstein firma todos los guiones incluidos en el tomo, en los que colaboraba, en muchas ocasiones Bill Gaines, aportando la idea central. También, entre otras cosas, el tomo contiene un entrañable prólogo de Russ Cochran y seremos testigos de la creación del primer club de fans de sus publicaciones: The National E.C. Fan-Addict Club.

Haciendo historia número tras número.


GRAHAM INGELS (1915-1991)

Ghastly: Horrible. Así comenzó a firmar sus historietas de terror Graham Ingels, sin duda las más terroríficas y hediondas de los cómics E.C. Y claro, las que más gustaban. Nacido en Cincinnati, Ingels comienza a trabajar a los 14 años, tras fallecer su padre, el artista comercial Don Ingels. Dos años después estudia en la Hawthorne School of Art de Nueva York, mientras trabaja realizando sus primeros trabajos como ilustrador. Contrae matrimonio a los 20 años y tiene dos hijos. Durante la II Guerra Mundial ingresa en la Marina, pero no es enviado al frente, por lo que puede compaginar su instrucción con su nuevo empleo en Fiction House Publications, editorial para quien realiza tanto trabajos en sus revistas pulp, como en su división de cómics, apareciendo sus ilustraciones en Planet Stories, Jungle Stories, North-West Romances y Wing. Posteriormente, Ingels se convierte en director de arte de Better Publications, asignando los primeros encargos de cómics a George Evans, con quien entablará una amistad que se prolongará durante toda su vida, y a un joven Frank Frazetta, que reconoce a Ingels como el primero en el negocio que valoró su talento. Ingels dibuja cómics sobre crímenes para Magazine Enterprises (Manhunt, Killers) y westerns para una variedad de compañías, incluidas Magazine Enterprises (Guns), Youthful Magazines (Gunsmoke), Hillman Periodicals (Western Fighters) y DS Publishing Co. (Outlaws), entre otros. En 1948, Al Feldstein contrata a Ingels, que pasa a trabajar en los cómics que por entonces publicaba el sello, Gunfighter, Saddle Justice, Saddle Romances, War Against Crime, Modern Love y A Moon, a Girl… a Romance. Cuando los cómics románticos y del oeste se cancelan pasando a ser ser sustituidos por las cabeceras de terror, Tales From the Crypt, The Vault of Horror y The Haunt of Fear, se hace evidente, tanto para Gaines como para Feldstein, que Ingels es ideal para ellos. Su estilo se adapta a la perfección para los horrores góticos, las casuchas abandonadas, las criaturas grotescas y los retorcidos cadáveres retornados de sus tumbas. Nadie como él refleja el miedo y la desesperación. Graham Ingals, prolífico sin que su trabajo se resienta,  colabora en las tres publicaciones, siendo el artista principal de The Haunt of Fear, cuya historia principal presenta su vieja bruja. También es responsable de todas las portadas comprendidas entre los números 11 y el 28 de la publicación. Cuando cierran las colecciones de terror por el contraataque moralista que da paso a la  New Direction, Ingals  prosigue trabajando para esos nuevos títulos hasta el cierre definitivo, tras lo cual, comienza a escasearle el trabajo, pues el cómic de terror era lo que le había encumbrado y, sencillamente, ya no se hacía. Ingels deja de dibujar en 1959 y ocupa un puesto docente en la escuela por correspondencia de Artistas Famosos en Westport, Connecticut. Pero en 1962, con serios problemas de alcohol, deja todo y abandona a su familia, desapareciendo. Tendrían que pasar diez años para saber lo que había sido de él: se había fugado con una alumna de las clases de pintura a Florida, donde continuaba dando clases. Una nueva generación de fans y seguidores, que lo daban por muerto, quieren saber del gran maestro del cómic de terror, pero él rechaza toda entrevista, llegando a pedir a William Gaines que haga saber que si alguien le molesta, tomará medidas legales. El artista, que vive sus últimos años atormentado por la culpa de haber dejado atrás a sus hijos, de los cuales uno no le perdona nunca, ya rehabilitado, concedió, a regañadientes, una entrevista tras mucho insistir sus editores, pero nunca llega a celebrarse, pues un cáncer de estómago empeorado por el consumo prolongado de alcohol se lo lleva en 1991.


Repaso pormenorizado de los contenidos de Tales from the Crypt Vol. 4: (Portadas: Jack Davis. Guiones: Al Feldstein)



TALES FROM THE CRYPT 35Abril-Mayo 1953. 

El cuaderno se abre con un delicioso anuncio, a toda página, anunciando la salida del cuarto número de Mad, ilustrado por John Severin, y a continuación nos espera  El Guardián de la Cripta para presentar ¡Bajo el terror de la luna de plata! (By the fright of the Silvery Moon!) la historieta a la que hace referencia Jack Davis en su portada y que, al ser la primera, él mismo ilustra. Un relato algo previsible, pero impecable. Más sorprendente resultará ¡Un bocado a medianoche! (Midnight Mess!), detallado relato de vampiros realizado por Joe Orlando que contiene una mítica historieta, en especial para los aficionados al mejor cine de terror, pues fue adaptada a imagen real por la compañía británica Amicus en el film antológico Vault of Horror (Roy Ward Baker, 1973). Curiosamente, tanto  Vault of Horror, como su compañera de viaje Tales from the Crypt (Freddie Francis, 1972), sufrieron de censura, por lo que circulan dos versiones de ambos films, una expurgada de sangre y la otra con toda la gloriosa substancia roja en su lugar. Así, el final de Midnight Mess!, en la versión ligera de sangre termina con un plano fijo, mientras que en la versión original sin mutilar, vemos unos instantes de la agonía del protagonista… También se «justificará» su sacrificio, pues si en el cómic el protagonista es un ciudadano modélico, en el film será un sádico asesino, así que su final será algo así como merecido producto de justicia poética. Pero continuemos con el cómic y con la siguiente historieta, ¡Matrimonio hecho pedazos! (Busted Marriage!), en la que habrá sortilegios y venganzas de ultratumba por gentileza de Jack Kamen. Y cerrando Ghastly, siempre cómodo entre los no muertos y que en ¡La tumba de la momia! (This Wraps it Up!), ya pueden suponer quien se presentará sin anunciar.

El mítico final de Midnight Mess! comparado con su adaptación cinematográfica

TALES FROM THE CRYPT 36Junio-Julio 1953.

Tras una ficha-presentación del dibujante George Evans, Jack Davis monta al lector en un Taxi carmesí (Fare Tonight, Followed by Increasing Clottyness…), el mismo que puede verse en la portada. Un vehículo muy especial, como veremos… La curiosidad mató al… (Curiosity Killed…) está ilustrado por el recién llegado George Evans, magnífico dibujante que se estrena con una intrigante y muy retorcida historia. Turno de Kamen con Qué verde era mi calle (How Green was my Alley) en la que el juego a dos barajas de un casanova terminará… por los suelos. Y la vieja bruja traerá una nueva adaptación de una historia de Ray Bradbury, El manipulador (The Handler) en la que Graham (Ghastly) Ingels introduce al lector en la morgue, donde tan bien se desenvuelve y en la que el sádico y juguetón embalsamador se llevará una buena sorpresa… la última.

TALES FROM THE CRYPT 37Agosto-Septiembre 1953.

Tras mostrar al lector el hedor de la tierra de tumba removida y el putrefacto cadáver que de ella surge, Jack Davis, abre también el cuaderno, pero con una historieta que no guarda conexión con la portada ¡Bien muerto! (Dead Right!), es un relato de experimentos y teorías arriesgadas que, para no defraudar al lector, terminará mal, muy mal. Como también acabará mal el protagonista de ¡Felices gritos! (Pleasant Screams!), una contínua pesadilla que comenzará una y otra vez terminando siempre igual, de forma letal. A continuación, tras una muestra de la poesía y algunos proverbios macabros enviados por los lectores, llega el momento de ponerse ¡Al rojo vivo! (Strop! You’re Killing me!), con arte de Bill Elder, un viejo conocido en una de las cortadas, ¡disculpen!, contadas y sin duda memorables colaboraciones en la cripta. Y para terminar, la vieja bruja, que sacará de su caldero ¡Perros callejeros! (The Rover Boys!), con Graham Ingels encargándose del dibujo, pero no esperen encontrase con «el Torete», «el Corneta» o «el Fitipaldi», no, aquí tendremos perretes de verdad y no solo eso, averiguaremos porque algunos de ellos poseen una mirada casi humana.

TALES FROM THE CRYPT 38Octubre-Noviembre 1953.

Una de las portadas más míticas de Jack Davis, que esta vez estará, como veremos, realmente conectada con la historieta que abre este número, ¡Bien cerrado! (Tight Grip!) en la que un plan maestro para matar a la esposa y conseguir su herencia terminará hecha trizas con uno de los finales más memorables de E.C. ¡A flor de piel! (…Only Skin Deep!) representa la llegada del gran Reed Crandall a Tales from the Crypt. Un Reed Crandall que, si bien  llegaría al culmen (y la decadencia) de su arte en las publicaciones Warren, demuestra su detallada y reconocible técnica en esta simpática historieta de amor ¿ciego? A El Rincón del Guardián de la Cripta, la hoja dedicada al correo del lector llegará una carta desde Nueva Jersey solicitando organizar un club de fans de E.C., pero será la propia editorial la que tomará el testigo y organizará el suyo propio, en un «último esfuerzo para sacaros la pasta!«. La última carcajada (The Last Laugh) de nuevo con Bill Elder en los lápices, cuenta la historia de un bromista que va al médico equivocado con un resultado…¡para mondarse de risa! Y para terminar,  Graham Ingels invita al lector a tomar un Bocado Funerario (Mournin’ Mess), una historieta que demuestra que Tales from the Crypt puede servir de inspiración hasta a un personaje de historieta. Concretamente, la mencionada ¡Un bocado a medianoche! (Midnight Mess!), que hemos visto estaba en el número 35. Siempre innovando.

TALES FROM THE CRYPT 39Diciembre 1953-Enero 1954.

Otra portada antológica, seguida por una memorable ilustración de Bill Elder para promocionar Mad, y ya estamos de nuevo en la cripta del terror, donde nos recibe su anfitrión, El guardián de la cripta con su Palidez fúnebre (Undertaking Palor), en la que los tres angelitos de la portada demostrarán que son todo menos inofensivos. Entrando en La Cámara de los Horrores, su guardían nos llevará a ¡La tumba anhelante! (The Craving Grave!) con un Joe Orlando no muy inspirado y protagonizada por un sarcófago en buscar de contenido y cuya paciencia, tendrá recompensa. La página de correo del lector queda aplazada para otro número, pues hay un importante anuncio: el nacimiento del Club E.C. de fans-adictos, del que hablaremos abajo más detalladamente, pues  Jack Kamen espera con un nuevo cuento de hadas, ¡La bella durmiente! (Grim Fairy Tale!), pero con el inconfundible sabor a corrupción cadavérica que expele el Guardián de la Cripta. Un «cuento para cebollinos» más cómico que terrorífico y que sirve para adentrarnos en La sombra de la muerte (Shadow of Death), con el cual la vieja bruja y Graham Ingels cierran el número, que está protagonizada por un encantador anciano pero… ¡con muy mala sombra!

TALES FROM THE CRYPT 40. Febrero-Marzo 1954.

Y llegamos al último número de este tomo, con una estupenda portada de-ya-saben-quien protagonizada por un buscador de ostras que se lleva una desagradable sorpresa. Pero no será Jack Davis el que ilustre esta historieta, él se encargará de dar, literalmente, Alimento para el pensamiento (Food for Thought) en una historia que se desarrolla en un lugar tan bizarro y abierto a lo extraño como es la carpa de un circo, donde se producirá una venganza con un final que rizará el rizo del horror. En Perlas ensangrentadas (Pearly to Dead) George Evans nos llevará a bucear entre amor, celos, muerte y… venganza de ultratumba. Tras un anuncio a toda página que anuncia la llegada de Two-Fisted Tales, cómic bélico al estilo E.C., llega la tercera de las historias, Goleta de tierra firme (Prairie Schooner) ilustrada por… ¡Bernie Krigstein!, uno de los más innovadores e influyentes ilustradores de E.C. (y eso es decir mucho), que en su corta carrera en el cómic (se retiró en los sesenta para dedicarse a la ilustración), dejó obras antológicas, muchas de ellas en E.C., especialmente cuando la editorial se vio obligada a cerrar sus colecciones y abrir unas nuevas en lo que se conoce como “New Direction”, que se inició a raíz de la caza de brujas que padeció el medio a mediados de la década de los cincuenta, con historietas que se caracterizaron por un suavizamiento de los contenidos, lo cual no quitó que Krigstein realizara la extraordinaria Master Race. Goleta de tierra firme es una triste historia de locura y amor fraternal, magnífica, pero diferente al tipo de historias que acostumbran a formar parte de la linea de terror E.C., como sí es el caso de ¡Poco hecho! (Half-Baked!) el plato que nos reservan Ghastly y la vieja bruja para cerrar el cuaderno y este cuarto tomo de Tales from the Crypt, el penúltimo antes de que finalice la colección. En el relato, un cocinero de lo más sádico, terminará como las langostas que tanto le gusta torturar.

Todo ello en un tomo brillante, de un nivel artístico y de guiones que se supera, número tras número, historia tras historia, viñeta tras viñeta, y que deja al lector con más ganas de E.C.



CLUB DE FANS ADICTOS A E.C.



Como ya hemos señalado, en el número 39 de Tales from the Crypt, con fecha en  portada diciembre 1953-enero 1954, se publicaba en la hoja del correo del lector las bases para apuntarse al National E.C. Fans-Addict Club. Y  nacía con intención de ser activo, pasarlo bien y (realmente) sin ánimo de lucro, como se detallaba, «Ser miembro del Club de Fans Adictos a E.C. te costará dos octavos de dólar…¡25 centavos! Estos 25 centavos equivalen al coste exacto para nosotros (¡menos una pequeña fracción de un centavo!) de un sobre, un sello y los cuatro objetos arriba mencionados…¡el certificado, el carné, el parche y el pin!», además de «un boletín (…) que contenga artículos sobre la organización nacional y las delegaciones; adelantos sobre nuevos títulos, futuras historias y numeros especiales, etc.; artículos e historias enviadas por los lectores; y un correo de intercambio de números atrasados«, todo exclusivo para los miembros del club, algo que se conseguía, repetimos, por el módico precio de 25 centavos.

Este es el sobre en el que recibía el kit el fan-adicto.

Kit que comprendía este diploma original, dibujado por Jack Davis. Luego hubo otros, e incluso en los años 70 se reedito este mismo, pero esta imagen es la del original de 1953. Nótese que está firmado, como presidente, por Melvin, que era un chiste recurrente de Mad: En los primeros números se hacían continuas referencias al nombre de Melvin Cowznofski, quien acabaría saliendo en el número 24 con el rostro del niño de aspecto bobo y dientes delanteros prominentes y que luego cambiaría de nombre a Alfred E. Neuman, mascota de la revista que ya es un icono popular.

Dibujo original que realizó Jack Davis para el diploma

Parche de tela

Carnet personal

Y la insignia de aguja. En la imagen de arriba pueden verse todos los artículos juntos para hacerse una idea de los tamaños de los mismos.

Finalmente, incluimos algunos boletines, con uno muy curioso e importante, el tercero, en el que ya se anuncian los problemas que pronto empeorarían y que, como puede verse en el quinto boletín, traería  cambios importantes para la editorial… pero, no nos adelantemos. Por lo pronto hay un emergente club de fans que debe ponerse en marcha y tras el que hay puesta mucha ilusión.


Las lecturas de Serendipia: ‘Biblioteca de Cómics de Terror de los años 50. ’Haunted Horror’

BIBLIOTECA DE CÓMICS DE TERROR DE LOS AÑOS 50 VOL. 10:

HAUNTED HORROR

Prólogo de Jerry Only

Diábolo Ediciones. Encuadernación en tapa dura. Formato magazine, 154 páginas a todo color


Los cómics de terror incluídos en esta biblioteca eran, en muchos casos, imitaciones y exploitations realizados a rebufo del éxito obtenido por los publicados por EC. Pero con solo echarles un vistazo puede verse que son radicalmente diferentes a aquellos, y esa diferencia explica porqué los de EC son reivindicados y en ningún momento se ven desfasados con respecto a otros y porqué triunfaron y tuvieron mucho más éxito que los de otras editoriales. Y la respuesta es que, como ya nos encargamos de comentar en los diversos artículos que venimos haciendo sobre la  reedición que Diábolo está realizando, los guiones de los cómics de EC poseían trasfondo social y muchas veces denunciaban situaciones que, de otra forma, era difícil abordar. Tambien venían cargados con un humor soterrado que se ganó la complicidad de los lectores, un humor tan negro que creó escuela, y unos lectores con los que la editorial mantenía la comunicación constante mediante sus páginas de correo. Finalmente,  los ilustradores eran brillantes, muy personales y con un estilo reconocible que los diferenciaba.

Entonces, ¿cual es el atractivo de las historietas que se nos ofrecen en esta Biblioteca de cómics de terror de los años 50? pues una inocencia naif en sus guiones y sus imágenes, pobladas de monstruos que, vistos hoy, más que de pesadilla parecen surgidos directamente de los miedos infantiles. Todo lo cual no quita que haya entre las diferentes historietas varias que sobresalen por poseer guiones audaces o mostrar un desatado sadismo. Los jornaleros, que abre el tomo, mezcla ambas cosas, una perversa propuesta «terrenal» con unas criaturas tan horribles como adorables. Pero también hay venganzas de ultratumba en El ojo implacable y El horror del ahorcado; maldiciones en Humo de fatalidad; pesadillas casi surrealistas en Muerte por muerte; un hotel  encantado en el que se celebra una Convención de cadáveres; una tierna historia de amor que termina en cuernos post mortem En línea con el corazón; la sorprendente propuesta de Los ojos en su mano; o la que más se acerca al espíritu EC, El veneno de un hombre.

Respecto a los ilustradores, destaca el prolífico Ross Andru, que posteriormente ganaría popularidad dibujando cómics bélicos para DC, además de personajes como Wonder Woman y The Flash. Pero Andru es conocido especialmente por su trabajo en Amazing Spider-man para Marvel y por ser el ilustrador del primer y recordado crossover entre las editoriales Marvel y DC, en el que se encontraron Superman y Spider-man. El tomo también incluye una muestra del arte de Warren Kremer, que el lector podrá disfrutar en toda su plenitud gracias a que su historieta, ¡Amnesia! está reproducida a partir de un original en glorioso blanco y negro, o Jack Cole, el prematuramente desaparecido creador de Plastic Man y George Tuska, dibujante y entintador todoterreno que estuvo trabajando durante diez años en la serie Marvel  Iron Man, entre muchos otros trabajos. Destaca también el atípico guion y el atractivo dibujo de Lo que acecha en el mar, con grandes viñetas y arte atribuido a Samuel M. Iger, antiguo socio de Will Eisner que fundó su propio estudio en 1940.

Una estupenda selección de cómics de terror realizada por Clizia Gussoni, Steve Banes y Craig Yoe con el sabor añejo de los años cincuenta en un tomo que cuenta, además, con introducción de Jerry Onli, fundador del grupo The Misfits y gran aficionado a este tipo de literatura.

Las lecturas de Serendipia: ‘Weird Science’ Vol. 3

WEIRD SCIENCE VOL. 3

Diábolo Ediciones. Encuadernación en tapa dura. Formato magazine, 216 páginas a todo color


Llega una nueva entrega de la lujosa e imprescindible edición de los clásicos EC que realiza Diábolo Ediciones y lo hace retornando a la ciencia ficción con el tercer volumen de Weird Science

Prosigue esta colección su recorrido por los mundos desconocidos y, en su mayoría, ostiles, y los experimentos científicos que terminan malamente. Como ya vimos al analizar el segundo tomo, la colección tendrá dos elementos que ya la caracterizarán de forma inequívoca: los guiones de Al Feldstein y el arte de Wally Wood y de su «escuela». Así, en este tomo, que reúne los cómic books que van del 13 al 18, todos los guiones serán de Feldstein, dos de ellos adaptados de relatos de Ray Bradbury; y Wood realizará todas las portadas y aportará la historia que abrirá cada número, acompañado de Joe Orlando, artista y amigo, que los cerrará. Junto a ellos, completarán el elenco, con algunas ausencias, Jack Kamen y Al Willimson.

Una cuestión que llama la atención al revisar estas historietas es la del entintado, a causa del cual varía el detalle y el trazo de un mismo ilustrador de una historieta a otra. Y en ocasiones de forma muy acusada: el detallista Al Williamson, cuyo arte y minuciosidad es bien latente en Cautividad (Captivity) o Semilla del espacio (Space-Borne!), se echa totalmente a perder en El monstruo de la isla (The Island Monster). Una cuestión que también se deja notar en otros ilustrandores.

Pero no solo en las historietas radica el interés que tiene esta reedición para el lector actual, pues tanto las páginas de propaganda como el Correo Cósmico servirán para mostrar la evolución y el crecimiento de E.C. Comics, pues informan tanto de la buena aceptación de las tres cabeceras dedicadas al terror, como de la trayectoria de la revista hermana, Weird Fantasy así como de la recién nacida Shock Suspenstories. También, mediante la propaganda, seremos testigos de la llegada de la histórica Mad. Por su parte, el correo traerá interesantes temas, como el pequeño escándalo provocado por una historieta entre un sector de lectores; las quejas por la falta del arte de Feldstein, ocupado exclusivamente en los guiones; además de curiosas misivas de un teniente o de un joven léctor, que cuenta cómo su padre quedó fascinado por los cómics de su hijo. Pequeños y adultos compartiendo lectura, algo inédito hasta entonces, cuyo mérito compartían los guiones y la calidad de los dibujos.

Para terminar de redondear el tomo, el prólogo está escrito por Gene Simmons, que además de lucir la lengua con su grupo Kiss durante los último 50 años, es todo un fanático de los cómics de terror, en especial, los de EC.


JOE ORLANDO

Joe Orlando a las puertas de EC con su carpeta bajo el brazo.

Joe Orlando nació el en Italia. Sus padres emigraron a los Estados Unidos en 1929 y muy pronto se sintió atraído por el dibujo. Se formó en la Escuela de Arte Industrial y a finales de la década de los cuarenta, realizaría su primer trabajo profesional para el cómic católico Treasure Chest. Desde 1948 trabajó regularmente para Charlton Comics y luego los editores Fox, Avon, Youthful para los que realizó historias de ciencia ficción. En septiembre del 1951 se publica su primera historieta en  EC Comics, Forbidden Fruit en el número 9 de Haunt of Fear. a la que seguirán muchas  más, especialmente de ciencia ficción, en Weird ScienceWeird FantasyWeird Science-Fantasy, Shock Suspenstories, pero también de terror en Tales from the crypt o Vault of Horror.

Durante su etapa en EC y hasta el cierre del sello en 1956, Orlando no deja de colaborar para otras editoriales como Avon o Timely. Tras la caida de EC Comics en 1956, dibuja para Mad, pero también para Marvel, Prize y otras editoriales, realizando cómics de todo género: western, bélico, terrorífico o fantástico.

Dibujo de Wally Wood que muestra a él mismo dibujando junto a Joe Orlando.

En 1964 participa en el primer número de Creepy editado por Warren Publishing, donde madurará su estilo. Compaginando este trabajo con el de otras editoriales como  Gold Key y Marvel, donde realizará tres números de Daredevil y un Giant-Man. A partir de 1966 también dibuja para DC, que dos años después le nombrará editor de House of MysteryPlop!, Swamp Thing, La hora de las brujas Weird War Tales, pasando a ser, posteriormente, vicepresidente encargado de proyectos especiales para el sello.

Durante la década de 1980, Joe Orlando se convirtió en profesor en la Escuela de Artes Visuales de Nueva York. Y en 1992, cuando Time Warner, propietario de DC comics, compró Mad, fue nombrado Director de Publicaciones Asociado. Cuando en 1996 se retiró de los cómics de DC, sin embargo mantuvo una oficina en Mad, donde trabajaría hasta su muerte en 1998.                                                                                                                                                                                                    (Fuente: frwiki.wiki)


Repasando pormenorizadamente los contenidos de

Weird Science Vol. 3


WEIRD SCIENCE 13. Mayo-Junio 1952. Portada: Wally Wood. Guion: Al Feldstein 

Wally Wood ilustra en Una decisión sopesada (A Weighty Decision), el primer viaje tripulado a la luna que tendrá lugar en 1954, a dos años de publicarse ese mismo número de Weird Science. Hoy sabemos que hubo que esperar algo más, por supuesto, pero la estética, entonces moderna, de esa historieta, hoy resulta irresistible y decididamente camp, con toda esa tecnología ficticia de inequívoco sabor 50’s. Y todo ello se tratará de una historia de amor y dependencia que tendrá una conclusión -casi-  humorística, sí, pero con el más negro de los humores. Marca de la casa. Así que, no es de extrañar, leyendo esta y otras historietas, que el equipo de EC tuviera en mente y llevara a cabo, muy, muy poco después, la publicación de la publicación humorística Mad, la única que sobrevivio de todas las cabeceras, ya como revista, tras la polémica debacle por todos conocida tras la investigación del Congreso. En Una inversión de futuro (Saving for the Future), Jack Kamen pone imágenes a otra propuesta no exenta de humor, en la que planes de futuro, perfectamente pergeñados, se vendrán abajo por la cosa más absurda. De nuevo Wally Wood con Él caminó entre nosotros (He Walked Among Us), el primer relato que creo cierta polémica entre los propios lectores, tal y como se refleja en el Correo Cósmico del número 15 ¿el motivo? el mismo por el cual John Lennon, tan solo 14 años después, tuvo problemas, al igual que Monty Phyton en 1979. Una cuestión compleja que, a pesar de todo, todavía colea. Con Reza tus oraciones (Say your Prayers), Joe Orlando cierra el número y demuestra que, a veces, el azar puede salvarnos a todos.

WEIRD SCIENCE 14. Julio-Agosto 1952. Portada: Wally Wood. Guion: Al Feldstein

Un atípico número, pues, a excepción de Wood y Orlando, abriendo y cerrando, como es habitual, los otros dos artistas debutan y se despiden, al menos de momento, de Weir Science. Wally Wood avisa que ¡Va a haber algunos cambios! (There’ll be Some Changes Made!) y… desde luego no se equivoca en la que quizás es la más chocante de las historietas del tomo. La verdad interior (Inside Story) aborda la temática de los universos paralelos y es la única ilustrada por Bill Elder, un viejo amigo de Kurtzman que resultará ideal para el proyecto que nacerá, tan solo, dos meses después, Mad. Otro «novato», Sid Check, se encarga de ¡Estrategia! (Strategy!), un delicioso relato protagonizado por alienígenas con mala suerte. Check, que, tal y como se indica en el propio Correo Cósmico del número, «viene de la ‘escuela de Wood y Orlando’ y trabajó con ambos antes de dar sus primeros pasos en solitario» es, ante todo, entintador como parte de un tandem formado junto a John Severin. Para terminar, prosigue la linea «humorística» con Heredarán la Tierra (They Shall Inherit), que ilustra el habitual Joe Orlando.

WEIRD SCIENCE 15. Septiembre-Octubre 1952. Portada: Wally Wood. Guion: Al Feldstein.

Wally Wood sigue puliendo su estilo, que ya casi está en la cima, alcanzada durante su etapa posterior en Warren. Muestra lo aprendido junto a Will Eisner, tal y como puede comprobarse en la distribución de viñetas de la segunda página de ¡Los marcianos! (The Martians!), en la que se demuestra que la belleza depende del ojo que la mire. Un excelente Al Willianson ilustra Cautividad (Captivity), con una magnífica utilización de tramas y una historieta con un final, aún más, inesperado. Jack Kamen con su habilidad para dibujar bellas mujeres, es el artista ideal para ilustrar ¡Un error de cálculo! (Miscalculation), en la que se hace realidad el sueño de muchos hombres pero que, como no podría ser de otra forma, termina mal. Finalmente, Joe Orlando se ocupará de ¡Como ganado! (Bum Steer!), una pesadilla que dejará, ahora sí, al lector con mal sabor de boca…

WEIRD SCIENCE 16. Noviembre-Diciembre 1952. Portada: Wally Wood. Guion: Al Feldstein.

Por lo pronto, la portada interior ya anuncia la llegada de Mad, un comic book que pasará a ser revista y que, como veremos, tendrá una larga trayectoria. El número se inicia con Más dura será la caída (Down to Earth), protagonizada por los alienígenas que también ilustran la portada del número, unos seres que, sin duda, inspiraron a Norman Saunders, ilustrador de las trading cards Mars Attacks para chiclets Topps. Y precisamente la imagen de esas criaturas son lo más memorable de una historieta que, en este caso, tiene una conclusión poco sorprendente, algo que sí que tiene ¡Semilla de Espacio! (Space-Borne!), fantásticamente ilustrado por Al Williamson que se inicia en boda, prosigue en luna de miel y… Resulta, cuanto menos, sorprendente la manera en la que se insinúa el acto sexual entre los dos amantes: «Me incliné…puse la hipervelocidad…y…«. ¡La herencia del pasado! (Given the Heir!), está ilustrado por Jack Kamen y es una de las clásicas historias en las que el plan perfecto terminará saliendo tremendamente mal. ¡El favorito del público! (The People’s Choice!) es una de las más divertidas del tomo. Un tanto ridícula en su conclusión, está ilustrada por Joe Orlando.

WEIRD SCIENCE 17. Enero-Febrero 1953. Portada: Wally Wood. Guion: Al Feldstein 

Como indica la portada este número contiene una adaptación al cómic de una narración de Ray Bradbury, en esta ocasión ¡Los largos años! (The Long Years!), un previsible pero humanista relato, que cierra el número y, por tanto, está ilustrado por Joe Orlando. Más imprevisible resulta ¡La edad del pavo! (Plucked!), que dibuja Wally Wood y que ofrece un final shock y, en cierto modo, divertido. Por su parte y tal y como hemos comentado más arriba, El monstruo de la isla (The Island Monster), ilustrado por Al Williamson, tiene un pobre entintado que empaña el brillante resultado habitual. Y todo en una historia remedo de King-Kong pasado por el tamiz de la ciencia ficción. Finalmente, Kamen pone imágenes a ¡Día libre! (Off day!), practicamente un chiste ilustrado protagonizado por un científico apocalíptico y… bastante despistado.

WEIRD SCIENCE 18. Marzo-Abril 1953. Portada: Wally Wood. Guion: Al Feldstein.

¡Marte es el cielo! (Mars is Heaven!) es otra nueva adaptación al cómic de un relato de Ray Bradbury, ahora con los pinceles de Wally Wood, que realiza una elaboradísima historieta con sórdido final ¿o se creían que Marte era el cielo? ¡Un final explosivo! (Snap Ending!) ilustrada por Al Williamson es una alucinante narración que recuerda el porqué los cómics EC han sobrevivido mejor que el resto de sus imitaciones el paso del tiempo. Por cierto, si se fijan en la penúltima viñeta de la página 5 verán una pequeña broma del dibujante, pues el niño gana un muñeco con gafas que luce una camiseta en la que pone BG, y que no es otro que Bill Gaynes, editor de EC Comics. ¡El paralelo! (The Parallel!) nos explicará, con la colaboración de Jack Kamen, qué son los denominados Déjà Vu. Un descubrimiento explosivo. Joe Orlando, puntual a su cinta, será el encargado de cerrar el número y con él este tercer tomo de Weir Science con ¡Desmontado! (Disassembled!), en la que el protagonista aprenderá, demasiado tarde, que no hay que llevarse sin permiso cosas de los platillos volantes pues, tarde o temprano, el propietario volverá a por ello. Un broche de oro para un tomo sin desperdicio y un final estupendo que dejará al lector con más ganas de EC., algo que, afortunadamente, no tardará en sucederer, pues Diábolo Ediciones ya tiene listo, recién sacado del horno, el cuarto tomo de Tales from the Crypt, cargado de nuevas y terroríficas historias cuya inminente publicación delata la alarmante proliferación de gusanos necrófagos que se han instalado en nuestros hogares.


Las contraportadas

Por cierto, hemos visto que Diábolo respeta la publicidad que las publicaciones incluían en sus hojas interiores sobre otros títulos del mismo sello, pero… ¿y las contraportadas? Pues como podemos ver en estos ejemplos tomados de dos de los números comentados, se incluía el ya clásico anuncio del método Charles Atlas para ponerse fuerte y ganarse el respeto de todo el mundo. En especial si  se completa el modelo con un slip de leopardo. De  hecho, Charles Atlas daba opción a escoger lo que se quería mejorar y siguiendo las instrucciones de un pequeño libro, se volvía uno más poderoso. O debería. Así que, como vemos, lo del culto al cuerpo que tan en boga está en la actualidad, ya comenzó mucho antes. Otros anuncios ofrecían un manual con el que pasar de ser un perfecto inútil a un increíble mecánico, apto para solucionar cualquier avería automovilística.