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Sitges 2013: inauguración y clausura, Grand Piano&The Sacrament
Con un palmarés muy repartido se ha cerrado la 46 edición del Festival de Sitges, llega la hora de los balances y los resúmenes. La presente ha sido una edición en la que han abundado las películas correctas pero han faltado aquellas que destacasen con brillo propio (aunque hay que señalar que la ganadora, Borgman, era la que más circulaba como favorita en los mentideros), tampoco han abundado los filmes propiamente fantásticos viéndose más títulos pertenecientes a géneros más o menos concomitantes, tendencia que se apreciaba ya en las películas que han marcado la apertura y el cierre, Grand Piano de Eugenio Mira y The Sacrament de Ti West. La primera un thriller de corte hitchcockiano y la última un falso documental centrado en las sectas destructivas.
Sitges 2013, como viene siendo la tónica de las últimas ediciones, iniciaba su singladura con una producción catalana de reparto y factura internacional. El tercer largo de Eugenio Mira, bajo la producción de Rodrigo Cortés (cuya impronta se nota en el filme), es un impecable ejercicio de estilo puesto al servicio de una historia en la que destaca su premisa de arranque, auténtica traba que obliga al director a agudizar su ingenio para que no decaiga el ritmo y la intriga de un relato de escasos personajes y espacios fílmicos. El punto de partida nos pone ante un pianista (un acertado Elijah Wood) que retorna a los escenarios después de haber cometido un error imperdonable en su último concierto cinco años antes. El suspense lo pone una nota en su partitura que le amenaza de muerte si falla una sola nota, premisa que fuerza a Mira a desarrollar casi en tiempo real un argumento que le circunscribe prácticamente al escenario de la sala de conciertos como único espacio narrativo y a mantener en pantalla durante más de tres cuartos del metraje al solista interpretando al piano. Si el filme se salda con notables resultados es gracias al manejo de la cámara y la puesta en escena que se basta por si misma para generar el clima de intriga.
El carácter de filigrana de Grand Piano se manifiesta ya en los títulos de crédito acompañados por la música de Víctor Reyes (el compositor que ha trabajado en todas las películas de Rodrigo Cortés) que abren la cinta recordándonos los trabajos de Saul Bass. La vocación hitchcockiana, pues, está presente ya desde el encabezamiento. Y se mantendrá durante todo el metraje puesto que se trata de un filme en el que el trabajo de dirección y montaje es lo más remarcable: el tempo de este recital para cámara y piano viene marcado por una planificación milimétrica que no escatima recursos (complejos planos secuencia ente bambalinas; con grúa, sobrevolando las cabezas de los espectadores; planos cenitales; elegantes panorámicas, etc.). Una planificación que es quizás incluso demasiado perfecta, pues tras este ejercicio de estilo podría camuflarse una falta de nervio y fondo. Para quien esto escribe, que siempre se ha confesado fan de los prodigios formales virtuosos, Grand Piano fue uno de sus títulos favoritos del festival, bastante por encima de los filmes que sirvieron de inauguración en las últimas cinco ediciones.
Si el festival se inauguraba con buen sabor de boca también terminaba con un filme más que correcto: The Sacrament de Ti West. Inspirada en el caso real del colectivo de Guyana, la película producida por Eli Roth, nos adentra en el mundo de las sectas destructivas mediante el recurso del Found Footage o falso documental. La trama nos cuenta la historia de unos periodistas de la revista Vice que realizan un reportaje sobre una comunidad que vive aislada, en la que se encuentra viviendo la hermana de uno de ellos.
Ti West hace gala de saber dominar la estrategia expresiva que ha decidido utilizar para narrarnos The Sacrament, así durante más de dos tercios del filme nos vemos sumergidos en un documental narrado en primera persona por los reporteros. El director sabe dosificar la historia presentada a modo de la extrañeza y el descubrimiento de los protagonistas. La película se desarrolla con buen pulso y cierta intriga porque el punto de vista elegido nos permite identificarnos como espectadores de la misma trama, nada se adelanta de antemano sino que asistimos al rodaje en primera persona como si nosotros mismos estuviéramos en la piel de los reporteros. Así sutilmente Ti West nos conduce por la inquietud que produce ir descubriendo que no todo es limpio en la comuna dirigida por un enigmático personaje que es llamado Padre por todos los integrantes, mientras algunos de los entrevistados se expresan como extasiados por su nuevo plan de vida en el seno de la comunidad, otros se irán acercando a los reporteros para expresar sus temores: como en toda secta es fácil sumarse a ella pero la salida es casi imposible.
Hasta ahí nada más adecuado que la cámara en mano para actuar como testigo y testimonio, y ningún pero puede ponerse al uso que de ella hace Ti West. Sin embargo, en el tercer acto, el recurso resulta más forzado y prácticamente tenemos la impresión de contemplar un relato en tercera persona rodado con cámara objetiva, por la precisión de los encuadres que no hacen pensar que quien filma esté implicado en lo filmado. Ese es el único reproche que puede hacerse a una película que no deja de ser correcta pese a ello. A pesar de que en el último acto el recurso resulte forzado e incluso tramposo no deja de transmitirnos la tensión que sienten los protagonistas y el horror del destino final de los miembros de la comuna.
The Sacrament no resultó ser tampoco una película excepcional, más bien fue un cierre mediano para una edición que se ha definido, como ya decíamos, por la proyección de productos notables que no excelentes. Nos dejó con buen sabor de boca pero con la sensación de que no habíamos degustado tampoco un plato memorable.
Por fín ya está disponible en Amazon Spanish Posters & Art from Classic Monsters Films
Editado en Estados Unidos con texto bilingüe en castellano e inglés por Bear Manor, Spanish Posters & Art from Classic Monster Films / Pósters y programas españoles de films clásicos de terror es un libro que reúne en sus páginas los más importantes programas, pósters y objetos de propaganda que se editaron en la época en España para promocionar los más memorables films fantásticos y de terror. Si bien los carteles anteriores a la guerra civil son rarezas muy difíciles de encontrar, se ha podido incluir alguna pieza gracias a la colaboración de coleccionistas y publicaciones sobre el tema. También se incluyen algunas carteleras de vestíbulo y curiosidades. Pero el gran protagonista es el pequeño gran superviviente: el programa de cine.
Quizás para dar un objeto que, además de informar sirviera de recuerdo coleccionable de la película visionada, se creó el programa de mano, un manejable artículo de propaganda que se repartía en los vestíbulos de las salas. Ya desde el nacimiento del cine hay constancia en España de la existencia de estos programas o folletos, que se imprimían en varios formatos (sencillos, dípticos, trípticos, troquelados…) y soportes (siendo el más habitual el papel y el cartón). Muchos de ellos reproducían el cartel original, mientras otros ofrecían fotomontajes, escenas del film e incluso retratos de los protagonistas de la cinta. Prácticamente hay programa de todos los títulos estrenados en España –salvo pequeñas pero dolorosas excepciones- hasta su casi total desaparición a principios de los setenta.
Spanish Posters & Art from Classic Monster Films recopila cronológicamente muchos de estos programas de mano, actualmente algunos de ellos cotizadas piezas de colección, así como carteles, carteleras de vestíbulo y window cards. También hay algunas muestras de programas y carteles sudamericanos que hemos estimado que enriquecen la selección. En total más de 250 imágenes a todo color que nos ayudarán a dar un paseo imaginario por aquellos cines y a respirar la historia del mejor cine de terror y de sus inmortales estrellas, que ya desde el principio gozaron de gran aceptación entre el público español, al que ofrecieron imborrables recuerdos.
SOBRE EL AUTOR
Aficionado desde siempre al coleccionismo cinematográfico y a los atractivos carteles de cine, especialmente de terror, Carlos Benitez descubre siendo niño el programa de mano y cae fascinado ante él, ya que se trata de un artículo económico y tremendamente atractivo que colecciona incansablemente durante treinta años. Muchos años después su pasión por el cine fantástico y de terror le lleva a realizar, junto a su compañera Montse Rovira, el blog Proyecto Naschy, centrado en estos géneros. Ha colaborado en libros dedicados al cine fantástico como Juan Piquer Simón, mago de la serie B (Fantcast) y Juan Piquer Simón, un titán en el confín de la tierra (Caltiki Ed.), así como en Los mundos perdidos de Willis O’Brien, obra que celebra el 80 aniversario de la realización de King Kong editado por Fantcast. También, junto a Montse Rovira, ha escrito para la colección Double Feature de Tyrannosaurus Books el libro La residencia / ¿Quién puede matar a un niño?, que analiza los dos largometrajes de Narciso Ibáñez Serrador. Ha colaborado en los documentales Un chico de portada, dedicado al gran ilustrador de carteles cinematográficos Macario Gómez (Mac) y en Lentejuelas de Sangre, centrado en la faceta cinematográfica del artista Pierrot.
SOBRE EL EDITOR
El libro ha tenido que publicarse en Estados Unidos y ha tenido que ser otro apasionado del cartelismo cinematográfico, Philip J. Riley, el que lo haya editado. Durante unos años Riley estuvo a cargo del archivo de Forrest J. Ackerman. Especialista en cine fantástico clásico, lleva publicando libros sobre cine desde los años setenta y es responsable de la reconstrucción fotográfica de películas perdidas de Lon Chaney como London After Midnight y A Blind Bargain, así como de numerosos libros monográficos dedicados a los clásicos del cine fantástico.
Spanish Posters & Art from Classic Monster Films tiene más de 250 imágenes a todo color en sus 140 páginas editadas en A4 y tapa blanda. Con texto bilingüe en castellano e inglés (pero poco y medido, ya que el interés reside en sus imágenes). Tiene un valor de 25,80 euros y puede adquirirse en este enlace de Amazon.es con unos muy razonables gastos de envío de 2,99 euros. Además de por pedido directo al propio editor, Bear Manor.
Nueva versión de Vampyres (Las hijas de Drácula)
Durante el 46 Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya – Sitges 2013 y dentro de la sección Coming Soon, se presentó esta nueva versión de Vampyres, escrita y dirigida por Víctor Matellano (Wax, Spanish Horror), con nuevo argumento de José Ramón Larraz. La película traerá a la actualidad la historia original rodada en inglés en 1974 y estrenada cinco años más tarde en España como Las Hijas de Drácula. El prestigioso Colin Arthur, creador de los efectos especiales de la primera versión, repetirá en esta ocasión al frente del maquillaje.
La trama se centra en dos insaciables vampiras que habitan en una oscura mansión donde atraen a hombres a los que les ofrecen orgías de sexo que terminan siendo orgías de sangre.
La película fue presentada por Víctor Matellano, así como por su productor Ángel Mora, responsable también de Empusa, de la que tanto les hemos hablado aquí y que inicia, con Vampyres, otra nueva andadura dentro del campo de la producción. Deseamos toda la suerte a ambos y prometemos informarles puntualmente.
John Carpenter. Un clásico americano de Juan Andrés Pedrero Santos
Enhorabuena a los fans de John Carpenter, ya que si hace unos días informábamos de la salida de un libro dedicado al director con el que debutaba una nueva editorial, Macnulti Editores, ahora compartimos información sobre otro. Y es que nunca son demasiados cuando la sequía ha sido tan pronunciada, así que bienvenida sea también esta propuesta, y más si proviene de un autor como Juan Andrés Pedrero Santos, que ha demostrado más que de sobra su querencia por el género fantástico con sus anteriores obras: Terror Cinema (2008), Johnny Weissmuller. Biografía (2010), el soberbio James Whale. El padre de Frankenstein (2011) y Ridley Scott. El imperio de la luz (2012), a lo que se añade su habitual presencia como articulista en la revista Scifiworld Magazine.
Casi cuatro décadas después de que John Carpenter comenzara su carrera en el cine –una carrera que parece se acaba, si nada lo remedia–, no es mal momento para dedicarle el merecido homenaje y tributo que Juan Andrés Pedrero Santos le rinde en el presente volumen, donde se hace un repaso exhaustivo a todo lo que ha dado de sí una vida dedicada al cine de género. Desde el principio de su filmografía, Carpenter siempre fue considerado como una de las personalidades más relevantes del panorama del cine fantástico moderno, representando, a su vez, tanto una renovación del concepto de autor dentro de la parcela del cine comercial como una referencia obligada en la historia del cine de terror y ciencia-ficción gracias a la trascendencia, representatividad y excelencia de algunas de sus obras más reconocidas. Aunque el terror y la ciencia-ficción han sido los marcos genéricos que más ha frecuentado el cineasta, un thriller de esencia tan hitchcockiana como ¡Alguien me está espiando! (1978) o un biopic –de necesaria revalorización– como Elvis (1979) demuestran que su carrera no solo transitó entre los márgenes del más puro cine fantástico. Desde Dark Star (1974) hasta The Ward (2010), pasando por sus icónicas La noche de Halloween (1978), 1997: rescate en Nueva York (1981) y La cosa (1982), en estas páginas le espera al lector un completo recorrido a la filmografía de uno de los maestros del terror moderno. John Carpenter. Un clásico americano, editado por T&B editores, con prólogo de Miguel Marías y entrevista al director, consta de 224 páginas más un pliego central de 16 páginas con fotos en blanco y negro. Fecha estimada de publicación a finales de Octubre de 2013.
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