Serendipia’s Sitges Film Festival 2018: Sexta cápsula
MARTES 9 DE OCTUBRE (Fotos: Serendipia)
Tras una jornada cinematográficamente hablando magnífica, como fue la del día anterior, pasamos a una menos memorable que se inicia con Dragged Across Concrete, la última película de S. Craig Zahler, responsable de Bone Tomahawk (2015) y Brawl in Cell Block 99 (2017). En este thriller, incluido en la Sección Órbita del festival, Zahler repite con el protagonista de la última, Vince Vaughn y añade a un eficaz Mel Gibson como pareja de policías desencantados que decidirán tomarse la justicia por su mano. Con buenos diálogos, personajes ásperos, duros y de actitud reaccionaria, caras conocidas (como la del propio Gibson, Udo Kier y Don Johnson), tiene el lastre de que durante sus 159 minutos el fuego se cuece demasiado lento, tanto que cuando la acción llega, sabe a poco. Y, sin embargo, ese lastre es, en verdad, una auténtica marca de estilo a través de la cual nuestro director da cuenta de la imposibilidad de la épica en una época, la nuestra, en la que el acceso a la acción donadora de sentido es inalcanzable, no es tiempo de héroes ni en la ficción ni en lo real, estamos abocados a ver y ser antihéroes perdidos en un mundo burocratizado según la definición kafkiana del término. El uso de la lasitud como tempo del desarrollo de la trama, que enmarca unos diálogos lacónicos, es un perfecto recurso para dar cuenta del desencanto como actitud dominante ante el mundo que nos tocó vivir. Con sólo tres títulos en su haber como director, S. Craig Zahler se nos muestra como un autor que tiene mucho que decir sobre nuestro tiempo.
Y de nuevo excursión al pueblo para recalar en el Retiro con dos producciones pertenecientes a la Sección Panorama. No tuvimos tanta suerte con ellas como en la jornada anterior.
St. Agatha (Darren Lynn Bousman), que fue presentada por dos de sus productores, Seth Michaels y Sara Sometti, es una de esas películas cuyo cartel resulta más atractivo que la propia película. Su guión convierte una residencia de monjas para futuras madres solteras en poco menos que una cárcel, pudiendo así adscribirse al subgénero WIP (Women in Prison): malos tratos a las internas, desapariciones sospechosas, venta ilegal de niños a parejas pudientes… Pero ni por el lado puramente Exploitation llega a funcionar esta producción de escaso presupuesto y, lo que es peor, escaso ingenio. Por su parte He’s out There explota de nuevo el tema de las casas alejadas acechadas por un loco-con-máscara armado con…¡exactamente!: un hacha y dotado además de mucho tiempo para hacer cupcakes envenenadas y llenar el bosque de cepos y trampas. Una peliculita de terror simpática y predecible que al menos sabe jugar bien sus cartas manteniendo la tensión y resultando, al menos, entretenida. Además, está protagonizada por Yvonne Strahovski, cuyo rostro les puede resultar familiar por su papel como Hannah McKayen en las dos últimas temporadas de la serie Dexter o por su participación en la reciente Predator (Shane Black, 2018).
MIÉRCOLES 10 DE OCTUBRE ____________________________________________________________________
Una mujer aparece caminando por el túnel del metro, sube a la estación y orina haciendo caso omiso a todas las personas que están esperando el próximo convoy. No recuerda ni quien es ni nada de su pasado. Dos años después las autoridades que se han hecho cargo de ella descubren que tiene una familia y la llevan de vuelta con ellos a lo que fue su hogar, donde vivirá con un marido y un hijo que no recuerda. Ha perdido su identidad. No es la que era y tan solo quiere marcharse. Es otra persona diferente. De madre y esposa modelo ha pasado a ser una especie de punk asocial. Finalmente el misterio que habrá dentro del misterio se resolverá y todo encajará, dejando con su conclusión un poso de tristeza en el espectador.
Fuga, producción checa dirigida por Agnieszka Smoczynska, directora también de Córki dancingu (The Lure, 2015), aquella extraña película con sirenas cantantes, está escrita y protagonizada por Gabriela Muskala y es una excelente cinta, profunda y muy bien narrada que conseguirá que compartamos la confusión de la protagonista y su familia ante la situación que todos atraviesan. Una sorpresa demoledoramente triste. Porque la muerte del amor siempre lo es.
Radicalmente diferente fue el tono de Assasination Nation (Sam Levinson, 2018) que nos muestra una autentica caza de brujas en el Salem contemporáneo. Redes sociales, sexo, sexo e hipocresía. ¿Qué sucedería si todos nuestros secretos, todas nuestras imágenes y todos nuestros mensajes fueran difundidos y puestos a disposición de todos? ¿Seguro que ustedes no tienen nada que ocultar? Quizás no lo recuerden pero… ¿seguro que no tienen algún secreto que les pondría en un aprieto si se difundiera en las redes sociales? Una interesante propuesta con un final algo descontextualizado pero que agradó mucho a gran parte del sector femenino del público. Grandes verdades y un alegato feminista necesario contra esta sociedad tremendamente hipócrita que hemos heredado y que las redes sociales parecen haber empeorado. A cada época le corresponden nuevos terrores y también nuevos monstruos, Levinson hace un buen retrato de nuestro temor ante la exposición en redes, donde podríamos caer en manos de las desalmadas prácticas de aquellos que, amparados por el anonimato que ofrece la Web, son capaces de ponernos ante la cuerda floja animados tan so lo por la búsqueda del mayor número de likes. El monstruo puede ser cualquiera, incluso el que parezca más inofensivo. Bien, bien.
Dennison Ramalho, autor del guión de la última película de Zé do Caixao (Encarnaçao do Demonio, 2008) es el director de la producción brasileña Morto Não Fala. Presente en el festival, antes que presentar su película prefirió denunciar la situación que se avecina en su país ante la (por entonces) presumible victoria en la elecciones del ultraderechista Jair Bolsonaro, previsión que finalmente se ha cumplido.
En cuando a la película, se trata de un alegato en contra de la violencia que impera en Brasil. Un trabajador del turno de noche de la morgue descubre que puede hablar con los cadáveres y estos les cuentan las circunstancias de su muerte. Por ellos también se enterará de que su mujer le engaña con el dueño de una tienda, y utilizando la información que recibe de los difuntos preparará una venganza. Sórdida, sucia, con mucho de quadrinhos, que es como se denomina a los comics en Brasil, tipo EC, con los muertos reclamando su venganza de ultratumba, Morto Não Fala no está exenta de cierto humor, negro, por supuesto, pero es sobre todo el reflejo de un universo de pandilleros, de cadáveres en las calles y de favelas vigiladas por niños con pistola. Una continuación del malsano mundo que nos presentó en su cortometraje Ninjas (2011).
Y para terminar el día y animar un poco la jornada ¿qué mejor que un movido thriller coreano? Pues eso es lo que es Dok-Jeon (Believer, Lee Hae-young). Un torbellino de acción, tensión, mafiosos muy peligrosos con secuaces más peligrosos aún y todo ello en una trama a la que le cuesta arrancar pero que una vez se dispara, se suceden importantes balaseras. Ideal colofón para otra jornada de cine.
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