El retorno de Vampyres: entrevistamos al director y los protagonistas
Saber que una película tan mítica y ‘nuestra’ (a pesar de ser británica) como Las hijas de Drácula, o mejor dicho, Vampyres, iba a tener una nueva versión actualizada, provocó que muchos nos hiciéramos cruces. No por alejar a las chupasangres protagonistas, esas no nos provocan miedo precisamente, sino por la ‘profanación’ que supone revisar un film de culto tan perfecto y querido como es el de José Ramón Larraz. Y más después de haber visto despropósitos como el que se perpetró con ¿Quién puede matar a un niño? del apreciado Narciso Ibáñez Serrador… Pero del espanto pasamos a la tranquilidad cuando supimos quien estaba detrás del proyecto, que no era otro que Víctor Matellano, gran estudioso del cine de género en España, tal y como ha demostrado en dos libros imprescindibles[1] y en su pequeña pero interesante filmografía[2] que homenajea continuamente a aquellos actores, ya mitos, del cine fantástico y de terror español. Estamos seguros de que Vampyres mostrará respeto por el film de Larraz y aportará una nueva visión que refrescará el panorama terrorífico español.
Así que mientras esperamos verla con impaciencia, abrimos boca entrevistado al director y parte del reparto del film. Todos ellos nos contarán los detalles del rodaje y nos adentrarán en el fascinante mundo de Vampyres.
Pero comencemos por el principio…
… Y EN EL PRINCIPIO FUE LARRAZ
Proveniente del mundo del cómic y la fotonovela, no fue difícil para el barcelonés José Ramón Larraz pasar a idear planos con la cámara y contar historias en imágenes, ahora en movimiento. A caballo entre España e Inglaterra, donde se instala durante una larga temporada, no deja escapar la oportunidad de investigar ese nuevo campo estrenándose en 1970 con Whirpool, película que fue seguida por producciones españolas y otras rodadas y producidas en Inglaterra, como su obra más recordada: Vampyres (1974), un film influenciado por las más eróticas y sangrientas producciones Hammer, lo que le supuso, a pesar de haber aligerado convenientemente parte de su metraje, la clasificación ‘X’ en las salas británicas. En España se estrenó íntegra, aunque hubo que esperar seis años para verla y con una ‘S’ bien visible en su cartel, no fuera que “por su temática o contenido pudiera herir la sensibilidad del espectador”. En Las hijas de Drácula, que es el horripilante título que recibió Vampyres en España, Fran (Marianne Morris) y Miriam (Anulka), son dos vampiras enamoradas que buscan a sus víctimas haciendo auto-stop, seduciéndolas y llevándolas a su mansión, donde se alimentan de su sangre. Creándose entre Fran y una de sus presas, Ted (Murray Brown), una extraña dependencia.
No exageró el director cuando señaló que en su película “el vampirismo es algo bestial, casi parece canibalismo”[3] por las pasiones desatadas de sexo y sangre. Cuenta Larraz que “el guión lo escribí en una semana, ni un día más”[4], transcurriendo “tres semanas de rodaje con unas chicas de Playboy que no habían visto una cámara ni desde lejos”[5] , cumpliendo de sobra los objetivos que los productores le demandaron: “A lot of blood and a lot of sex”[6]. El resultado es un éxito que sobrevive hasta nuestros días como un film de culto y el más conocido del director, que posteriormente continuó rodando más historias, muchas de ellas puramente alimenticias y ya en su país de origen, compaginando terror, (un dudoso) humor y erotismo. Pero tan satisfactoria fue la experiencia de Vampyres que el mismo productor, Brian Smedley-Aston, animó a Larraz muchos años después a rodar una segunda parte, para la que Larraz escribió el guión, quedando la cosa en suspenso… hasta ahora.
VAMPYRES DE VÍCTOR MATELLANO
Muchos nos hemos ilusionado ante la perspectiva de ver una nueva versión o continuación de aquella película que rodara Larraz hace ya la friolera de 40 años. Un film que se mantiene fresco y enigmático. Sexy y violento. Todo un reto cuyo origen y proceso nos narra el propio director en esta entrevista que le hemos realizado:
– Háblanos de tu relación con José Ramón Larraz y de cómo nace el proyecto Vampyres
Larraz y yo nos conocíamos desde hace unos dieciséis años, nos presentó Jack Taylor en su casa. Nos hemos frecuentado durante estos años de forma más o menos continuada, siempre con amistad. Sobre todo en los dos últimos años, y siempre hablábamos de hacer algo juntos. José Ramón era una persona muy interesante, un gran conversador, y francamente tenía un talento impresionante. Lo admiro, lo quiero y lo recuerdo con mucha frecuencia. Al plantearnos volver a la historia de ‘Las hijas de Drácula’ lo primero que hacemos es reflexionar conjuntamente sobre el papel sobre qué cuestiones se debían mantener de la anterior versión y cuáles no. A partir de ahí trabajamos una nueva sinopsis y una primera vuelta sobre el nuevo guión. Después, ya con las aportaciones de Ángel Mora, nuestro productor ejecutivo, termino de escribir las últimas versiones, siempre en base a lo trabajado con Larraz. Respecto a la primera película, cambia el tercer acto, algunos personajes se desdoblan, desaparece alguno y aparecen otros nuevos. Lo que más nos preocupaba a José Ramón y a mí era dotar al personaje protagonista de motivaciones claras, así como evitar que en el último tercio decayese el ritmo.
– ¿Conseguiste a los actores que buscabas? ¿No fue posible la intervención de las actrices originales como guiño al film del 74?
Mano a mano con la directora de casting, Ana López, que es una gran profesional, fuimos elaborando el reparto. Para ello se hicieron pruebas con cámara a diferentes actores y actrices, las escenas más comprometidas del guión. Creo que el reparto ha quedado muy ajustado a los personajes, de gran calidad. Respecto a las intérpretes de la primera película, que estaban fantásticas en aquella, obviamente no estaban en edad. Hubiese sido un guiño, cierto, pero te aseguro que toda la película es un guiño en sí mismo, y también al resto de películas de Larraz como ‘Whirpool’ o ‘Symtoms’.

El director junto a Marta Flich (a su derecha) y Almudena León durante una presentación de Vampyres en el festival Nocturna, donde se proyectaron unas secuencias del film.
– ¿Qué tal las nuevas vampiras? ¿Nos cuentas algo de ellas?
Marta Flich y Almudena León son nuestras vampiras. Hubo que hacer mucho casting para esos personajes, aunque en el caso de Almudena lo tenía claro, ya que hemos colaborado bastante juntos y conozco sus posibilidades, cómo trabaja. Lo más difícil que han conseguido, con gran técnica, es su compenetración. Era complicado, muchas escenas de sangre y desnudos, no caer en la parodia… Lo bueno que tienen tanto Marta como Almudena es que poseen un método muy técnico, muy ágil, no fallan ni una toma, lo necesario para un rodaje rápido como este. Marta Flich simplemente llena la pantalla, tiene una presencia espectacular, además de ser una de las actrices más divertidas que he conocido en un rodaje. Muy generosas las dos.
– ¿Es tan alto el grado de erotismo al del film de Larraz?
Yo creo que ‘Las hijas de Drácula’ fue realmente innovador respecto al erotismo. No tanto por los desnudos, o las escenas de cama como por el tratamiento de la perversión. Eso lo hemos mantenido, era vital. Y lo que hemos potenciado es el misterio, la acción, y los toques gore.
– ¿Qué tal ha ido con Caroline Munro? ¿Fue muy difícil conseguir su colaboración?
Caroline es un ser maravilloso. Estaba presente en mi documental ‘Zarpazos!’. Es sencillo que acepte si le gusta el personaje, y este le gustó, especialmente escrito para ella. Un personaje que posee las claves de la historia. Es un lujazo trabajar con ella.

Caroline Munro durante el rodaje de Vampyres. A su vera puede verse a Víctor Matellano y Colin Arthur.
– También has contado con actores de la talla de Lone Fleming, May Heatherly, Antonio Mayans y Conrado San Martín. ¿Qué tal fue con estos veteranos?
Son todos amigos, lo ponen muy fácil y se las saben todas. De ellos, la que tiene el papel más largo es Lone, también escrito expresamente para ella. Antonio personifica un claro homenaje a ‘Vampyr’ de Dreyer, una de las películas preferidas de José Ramón. Y May y Conrado interpretan al matrimonio senior que al final quiere comprar la casa. Respecto a otras colaboraciones más jóvenes, tenemos a Fele Martínez y Luis Hacha, muy grandes también.
– ¿Buscaste conseguir la atmósfera que consiguió Larraz en su film? ¿Seleccionaste localizaciones similares a las de él?
Lo más importante del cine de Larraz es la atmósfera y por supuesto que era prioritario. Las localizaciones siguen esa estela de misterio y belleza.
– ¿En cuanto tiempo se ha rodado? ¿Has podido contar con los medios necesarios?
Se ha rodado en cuatro semanas, un tiempo muy ajustado. Si me preguntas por los medios, todos los directores decimos que tenemos poco tiempo y que nos hubiese gustado tener más medios. Pero creo honestamente que la película ha tenido lo esencial.
– ¿Ha habido alguna escena especialmente complicada de rodar?
Las escenas más complicadas, las de sangre. Y las menos, las de sexo. Sinceramente, nunca había rodado sexo anteriormente y no me ha sido al final complicado, los actores han aportado mucho y lo han puesto fácil.
– ¿Ha tenido muy complicado Colin Arthur el trabajo en fx?
Es la tercera película que hago con Colin, aparte del documental. En ‘Wax’ tuvo trabajo, pero aquí ha tenido mucho trabajo. Intento ponérselo fácil, pero a veces no lo es, pero como es un grande, soluciona cosas realmente difíciles. Para nosotros era muy importante tenerlo, porque estuvo en la película original. También por su carácter personal, su técnica y lo que representa. Y aporta todo.
– ¿Alguna anécdota del rodaje que quieras compartir?
Hay muchas, como las inclemencias meteorológicas, ya que hemos pasado frío, calor, hemos tenido lluvia etc. Otras, como el reencuentro profesional de Colin y Caroline, cuarenta años después de hacer juntos ‘El viaje fantástico de Simbad’ de Harryhausen. O el reencuentro de Caroline con la figurinista de ‘Superman’, Yvonne Blake, en el rodaje. También llevaban cuarenta años sin verse desde que rodaron una película con Richard Widmark…[7]
– ¿Tendremos ocasión de ver alguno de tus films en el Festival de Sitges?
‘Wax’ se pasa ahora en el festival Nocturna de Madrid y en el Festival de Alicante. ‘Zarpazos!, tras su paso por festivales, se comercializa el mes que viene. Sin duda Sitges es el festival de festivales, el sueño de cualquier aficionado al fantástico, como nosotros lo somos. Nos gustaría que estuvieran las películas, claro, y por supuesto ‘Vampyres’.
‘Vampyres’ es la primera producción de Artistic Films y espero que haya más. Ha sido una apuesta muy arriesgada y valiente, que creo hemos hecho con mucho amor y dedicación. Y que espero que eso se traduzca en la pantalla en una gran película.
HABLAN LOS PROTAGONISTAS: MARTA FLICH, ALMUDENA LEÓN Y CHRISTIAN STAMM
Marta Flich y Almudena León son dos jóvenes y competentes actrices que han afrontado el difícil papel de interpretar los roles que inmortalizaron Anulka y Marianne Morris en el film de Larraz. Marta, con colaboraciones en televisión y en algún largometraje como Omnívoros (2013, Óscar Rojo), recientemente se ha interesado por otras facetas del cine, como demuestra su primer cortometraje, 2×0 (2013), que ha escrito, interpretado, coproducido y dirigido y en el que además ha colaborado en la banda sonora. Para Almudena León este es el primer papel importante en el cine tras colaborar con Víctor Matellano en su película Wax (2014) y participar en cortos como Waiting (2013, Rhoda N. Wainwrigh). Por su parte Christian Stamm es un actor de origen alemán que desde temprana edad ha estado dando botes por Italia, Francia, Estados Unidos, Madrid y finalmente Barcelona, donde se ha instalado y ha decidido apostar por la interpretación, profesión que ha hecho suya y que le ha llevado a realizar un buen número de papeles para cine y televisión.
Los tres respondieron amablemente nuestras preguntas:
– ¿Cómo entrais en el proyecto Vampyres?
Almudena León: Tras un proceso de casting, como siempre. Me convocaron a casting porque ya habían visto mis anteriores trabajos en ‘La venta del Paraíso’, ‘Wax’ y en teatro con la obra ‘Mujeros’.
Marta Flich: La directora de cásting me llama para decirme que tengo el perfil de una de sus protagonistas. Así que hago el cásting y… ¡Tachán! me dan la noticia de que voy a encarnar a una de las vampiras de Vampyres.
Chistian Stamm: Alguien me llamó porque había visto mi material por ahí y me invitó al casting.
– ¿Cuál es vuestro papel en la película?
M. F.: Fran, una vampira inquietante y cruel que tiene una relación con su otro yo que es otra vampira y que se dedica a seducir, para beber sangre, matar y posteriormente comerse a la víctima. Hasta que llega Ted, un pastor protestante del que se enamora. Ahí empiezan sus problemas.
A. L.: Soy una de las dos Vampiras, Miriam. Es un personaje que oculta muchas cosas, a pesar de que muestra bastante (Risas). Su mirada dice mucho.
C. S.: Soy Ted, el protagonista principal, detrás de Caroline Munro.
– ¿Hubo alguna escena especialmente complicada de rodar?
A. L.: Las escenas en la bodega, en Talamanca, y la de la bañera creo que son las más bonitas, pero las más complejas. Por el frío que hacía y por los efectos especiales. Al haber sangre, cortes, etcétera, requerían mucha concentración por nuestra parte y mucho respeto por parte del equipo para que todo saliese bien a la primera. Tuvimos que medir perfectamente por donde hacer el corte, ya que era yo la encargada de cortar el cuello a una de las actrices, pero el gran Colin Arthur se ocupó de enseñarme bien cómo hacerlo.
M. F.: Por las condiciones climatológicas, hacía mucho frío, se hizo complicado rodar con tan poca ropa e incluso llegué a meterme en una bañera con agua fría a muy pocos grados. ¡Terrible! Pero son una de esas cosas que quedan como anécdota y que acabas contando con una gran sonrisa.
C. S.: Las de cama.

Almudena León
– Hablando de escenas de cama ¿tuvisteis algún problema respecto a rodar escenas eróticas?
M. F.: No. Es más incómodo rodar una escena erótica con corsé que en top less.
A. L.: La verdad es que no. Confío mucho en Daniel Salas, el director de foto, y en Víctor Matellano, ya que ellos querían cuidar mucho la estética de la película, por tanto, sabiendo que no eran desnudos frontales ni ordinarios, la tranquilidad era mayor. Además no soy una actriz pudorosa, creo que el cuerpo de la mujer es muy bonito y a estos personajes les da un realismo brutal. Para mí era necesario verlas desnudas, como animales, con un instinto primario de devorar y beber sangre sin importar nada más que eso. Aunque tengo que reconocer que el rodar desnuda, además del frío que pasamos, hacía que, como actriz te sintieses muy expuesta y muy vulnerable. Pero siempre en set se pedía ‘equipo mínimo y respeto máximo’. Eva Ferradas, ayudante de dirección, era la encargada de ello.
C. S.: Pues al final no surgió ningún ‘problema’ en estas escenas (aparte de algún que otro morado que me hizo una de las vampiras…), pero porque el rodaje estaba muy bien preparado y muy bien cuidado todo. El ‘dire’ nos instruyó muy bien, los actores nos mentalizamos bien, y el equipo de producción fue más que serio y profesional en todo lo que hacían.

Christian Stamm pasando… ¿frío o miedo?
– ¿Qué tal fue en general el rodaje?
M. F.: Genial. Mucha complicidad con el equipo. Grandes profesionales. No puedo estar más contenta con todos ellos. Una familia.
A. L.: Ha sido un rodaje maravilloso, con un equipo fantástico. Es cierto que era muy cansado porque han sido muchas horas, hemos pasado frío, hemos tenido complicaciones lógicas de rodaje. Pero hemos hecho muy buena amistad con todo el equipo, y yo en especial con mi otra vampira, Marta Flich.
C. S.: Súper agradable. Con un director y un equipo de producción como la copa de un pino, y unos compañeros actores estupendos todos.
– ¿Cómo ha ido con los actores veteranos?
M. F.: Yo coincidí con Antonio Mayans. Es un ser encantador, profesional y absolutamente carismático. Tuve un trato exquisito.
A. L.: Es un lujo poder trabajar al lado de figuras del cine de terror como Caroline Munro. Tuve la oportunidad de conocerla, y me parece preciosa. A Lone Fleming también la conocía por otros trabajos en los que hemos coincidido y es un amor de persona, muy cercana y muy cariñosa. La adoro y la admiro. Con Antonio Mayans coincidí un día de rodaje, y es un encanto también. Para mí ha sido un placer compartir película con ellos.
C. S.: ¡Todo un privilegio y un inmenso placer! ¡Con todos! Además, era fantástico escucharles y aprender de ellos y de su experiencia vivida.

Una magnética Almudena.
– ¿Habíais visto el film original?
M. F.: No, porque no me quise autosugestionar. No quise tomar referencias. Sólo quería oír las directrices de Víctor Matellano.
A. L.: Si, me consiguió la película una amiga y la vimos en su casa. Inmediatamente pensé que encajaba perfectamente en Miriam, porque era la idea que yo tenía del personaje y de lo que quería trabajar como actriz. Además me permitió darle una vuelta de tuerca a esta vampira que a día de hoy era muy diferente a la que creó Larraz en el 74.
C. S.: No lo había visto y preferí no verlo antes del rodaje, para no quedar ‘condicionado’
– ¿Os atrae el cine de terror? ¿Os gusta rodar este tipo de películas?
M. F.: ¡Me encanta! Tiene unas dificultades que no contempla el cine comercial en general y es que al trabajar con efectos especiales las tomas han de salir a la primera. Es muy adrenalínico. Es complejo y exigente. Además, el público de este tipo de pelis sabe muy bien lo que quiere y conoce perfectamente el género. Me encanta rodar este tipo de pelis, aunque reconozco que las sesiones son agotadoras.
A. L.: El género de terror no era de mis preferidos hasta que rodé esta película. Ahora adoro el género, y especialmente rodar este tipo de personajes que tienen un trastorno o patología que les hace mostrar los instintos más básicos y criminales. Los efectos especiales y el terror psicológico me han enamorado.
C. S.: Me atrae todo tipo de buen cine, incluido el de terror. Soy un gran fan del tipo de terror de Haneke (Funny Games). Y por supuesto me chifla rodar este tipo de película.

Marta seductora.
– ¿Alguna anécdota que querais compartir sobre el rodaje de Vampyres?
M. F.: Tuve que rodar una escena bastante atípica: Tuve que saltar con arnés desde unos 4 metros para hacer un salto en el que Fran volaba hasta colocarse en el suelo. El trabajo con los especialistas y los ensayos han sido un subidón muy adictivo. Ahí me di cuenta que debía confiar sin reservas en el trabajo de tres personas que acababa de conocer. ¡Uf! Muy grande ese momento. Me lo llevo conmigo.
A. L.: De un rodaje tan intenso te podría contar miles… Pero para mí hay un par de momentos que destaco del rodaje. Una de ellas fue cuando me subieron colgada de un arnés para hacerme caer a varios metros en caída libre. Y el momento de la bañera, cuando las dos vampiras empezamos a notar como nos caía la sangre por todo el cuerpo, en el set no se oía ni una respiración, solo estábamos las vampiras disfrutando de nuestro baño, con ese contraste de temperaturas entre el agua caliente de la bañera y la sangre que nos caía…. Hasta que escuchamos un CORTEEEEEN!!!! con una energía maravillosa que venía de Víctor, y ahí Marta y yo nos dimos cuenta que no solo era toma válida sino que les había flipado.

Pronto sabremos a quien apunta Christian
C. S.: Pues lo primero que me viene a la cabeza es algo que casi no llego a contar: casi la palmamos algunos con el coche de Ted (el Plymouth Fury III), que conducía yo: teníamos que bajar una cuesta con una pendiente muy pronunciada y acercarnos a un punto donde estaba todo el equipo de producción esperándonos. Mientras bajábamos, se caló el motor de ese coche tan viejo, y con ello dejaron de funcionar los frenos, que funcionaban con un sistema hidráulico. Así que nosotros bajando la cuesta a toda ostia, cada vez más rápido y acercándonos peligrosamente a los otros… ¡sin frenos! En el último momento y con el freno de mano (que en ese coche es más bien un ‘freno de pié’, un poco escondido), pude controlar el coche.
WITH A LITTLE HELP FROM THE FRIENDS: LONE FLEMING Y ANTONIO MAYANS
Como ya hemos comentado, Víctor Matellano ha contado con la colaboración de lujo de veteranos actores y amigos de la talla de Lone Fleming, May Heatherly, Antonio Mayans y Conrado San Martín. Veteranos y venerados actores que enriquecen con su presencia el reparto del film. Hemos hablado brevemente con dos de ellos para que también nos comenten las impresiones vividas durante el rodaje de Vampyres.

Caroline Munro y Lone Fleming (Foto: Adán Latonda)
Lone Fleming no requiere de presentación. La actriz, muy querida por todos los aficionados al género terrorífico, es recordada como la exótica belleza de ojos imposibles que se pasea por películas tan admiradas como La noche del terror ciego (1972) y El ataque de los muertos sin ojos (1973) de Amando de Ossorio o Una vela para el diablo (1973) de su marido Eugenio Martín. Todavía muy en activo, ha colaborado con Víctor Matellano en Wax (2014), el corto The Ravine of the British (2014) y también en la recién estrenada La mujer que hablaba con los muertos, de César del Álamo. Lone interpreta en el film de Matellano a la “encargada del pequeño hotel rural en medio de un bosque, del que Caroline Munro es la dueña y con la que tengo cierta complicidad. En el hotel se aloja la gente que viene a pasar un fin de semana tranquilo… ¡y de eso nada! Ocurren cosas terroríficas…” Aunque rodó un único día, la actriz cuenta que hubo “Un ambiente de mucho cariño por parte de todos”, opinando que “Victor Matellano es un director que se preocupa de dirigir muy bien a los actores y que no para hasta que obtiene lo que quiere”.
No menos conocido para los seguidores del mejor cine de género es Antonio Mayans, compinche en mil y un rodajes del recientemente fallecido Jesús Franco e intérpreta en un buen número de películas. En Vampyres interpreta a “el hombre de la guadaña, un homenaje a la película Vampyr”, y aunque su participación fue pequeña, tuvo tiempo de detectar el buen ambiente del rodaje, “todo funcionaba como un reloj y con muchísimo nivel, mucha ilusión y raudales de energía positiva. Cuando solo vas a rodar un día no tienes oportunidad de ‘penetrar’ en los equipos, sin embargo en este se me recibió desde el primer momento con mucho cariño, me aceptaron enseguida. Me trataron como VIP y tenía hueco, ¡¡sentado¡¡ para ver en el monitor lo que se estaba rodando”. Para Antonio Mayans, el film de Matellano “tiene una estética muy superior” al de Larraz. Cuando piensa en la forma de rodar del director “La primera palabra que me viene a la mente (y que seguramente le molestará) es ‘dulcecito’, pero lleva muy controlado el tema y sabe perfectamente lo que quiere, solo que lo consigue con cariño. En todo lo que he visto de Víctor una de sus grandes virtudes es la de sorprender con imágenes sublimes”.

Víctor Matellano junto a Antonio Mayans, todo un homenaje a una de las imágenes icónográficas de Vampyr (Carl T. Dreyer, 1932)
[1] Spanish Horror (2011) y Spanish Exploitation (2011), ambos editados por T&B Editores.
[2] En su filmografía figura el documental Zarpazos! Un viaje por el Spanish Horror (2014), el largometraje Wax (2014) que incluye en su reparto a Jack Taylor, Antonio Mayans y Lone Fleming, además de homenajear a Paul Naschy y el cortometraje The Ravine of the British (2014) que cuenta también con Lone Fleming y Jack Taylor. También dirigió en la obra de teatro La danza de la muerte (2005) a Paul Naschy y Saturnino García.
[3] BIRRELL, S. Entrevista a J. R. Larraz en Quatermass nº 6. Bilbao, verano 2004. Pág. 46
[4] LARRAZ, J. R. Memorias. Del tebeo al cine, con mujeres de película. Editores de tebeos, Barcelona 2012. Pág. 121
[5] MATELLANO, V. Spanish Exploitation. T&B Editores, Madrid 2011. Pág. 114
[6] BIRRELL, S. Opus Cit. Pág. 47
[7] Talento por amor (A Talent for Loving, 1969 Richard Quine)
ÁLBUM FOTOGRÁFICO

Parte del equipo artístico durante la presentación de algunas escenas de Vampyres en el Festival Nocturna de Madrid: Ángel Mora, Antonio Mayans, Marta Flich, Verónica Polo, Almudena León, Lone Fleming, Luis Hacha y Víctor Matellano.
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