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Una entrevista con Javier G. Romero: El cine en la sangre
Javier G. Romero es responsable de Quatermass, publicación que comenzó como fanzine y se reinventó número a número convirtiéndose en lo que conocemos ahora: lujosos libros monográficos editados en gran formato que analizan exhaustivamente cine fantástico y de terror por nacionalidades. Tuve la fortuna de descubrir esta publicación mediante la revista Fangoria, entonces editada en España por ediciones Zinco. Ese primer número de Quatermass, el cero, con fecha de publicación junio de 1993, tenía un formato A5 y todo su contenido en blanco y negro. Su aspecto era superior a la media de fanzines (portada en color, lomo…) y sus interesantes artículos eran tratados con erudición y seriedad. Entre sus contenidos figuraban entrevistas a Álex de la Iglesia y Paul Naschy, un dossier Quatermass donde se analizaban los films de la serie, y un artículo sobre películas de caníbales. Este primer número fue seguido en febrero de 1994 por uno que superaba de largo la primera entrega con, entre otros, un extenso artículo sobre El planeta de los simios, una entrevista de Joe Dante a Vincent Price y como en todos los números, una sección dedicada a las bandas sonoras realizada por el hermano de Javier, Ángel, auténtico especialista en la materia.
Con el tercer número (octubre 1994), Quatermass cambia de formato pasando a editarse en A4, con mejor papel y apariencia profesional, comenzando también, por desgracia, las largas esperas entre número y número. Sus 114 páginas reunieron contenidos difícilmente superables, entre ellos una enternecedora entrevista a Peter Cushing y dos estupendos artículos en profundidad sobre Freaks (a cargo de Borja Crespo) y Tiburón (realizado por el propio Javier).
Para poder adquirir el siguiente número hubo que esperar todo un año, y aunque llegó con algunas páginas de menos respecto al anterior (84 páginas), la espera valió la pena, destacando un artículo sobre Amando de Ossorio y su ciclo de los Templarios. Este tercer número sería el último editado en formato revista.
El 4-5, publicado siete años después (otoño de 2002), resultó ser una grata sorpresa al tratarse de un imprescindible libro a todo color dedicado integramente al cine fantástico español, en el que además de entrevistas y artículos son analizados 112 títulos por todo un plantel de colaboradores de lujo. Una aventura que se repitió en el siguiente tomo (nº 6, verano 2004), aunque centrado en esta ocasión en el cine fantástico británico. Todo un lujo que seguirá en ascenso con la publicación del séptimo y, hasta ahora, último número de Quatermass (invierno 2008) centrado en el cine fantástico italiano.
Largas esperas dulcificadas en parte por catálogos especiales dedicados al Ciclo de Cine Fantástico de Bilbao, que se encargó de organizar Quatermass de 1995 a 1999, así como otros destinados al concurso de fanzines de la Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián, que si bien no saciaban al seguidor, servían al menos para dar señales de vida y de continuidad de la publicación.
Por su parte Javier también colabora en numerosos proyectos ajenos, como en los libros El cine fantástico y de terror de la Universal, El cine fantástico y de terror alemán, Cine fantástico y de terror español 1984-2004 y American Gothic (todos editados por el Festival
de cine fantástico y de terror de San Sebastián). Además de otros volúmenes como El demonio en el cine (Valdemar), El giallo italiano (Nuer), Jess Franco (Profondo Rosso), Juan Piquer Simón, mago de la serie B y Los mundos perdidos de Willis O’Brien (ambos de Museo Fantástico) y también coordina los dos tomos editados por Peor Imposible: Hecho en Europa y Bolsilibro & cinema bis.
Toda una larga trayectoria que demuestra el amor de Javier por el cine fantástico y que se amplía hacia otros géneros con el nuevo fanzine Cine-Bis, que recupera a todo color el primer formato de Quatermass y del que está a punto de salir su segundo número. Todo ello sin olvidar su presencia en la red por medio del blog Expediente Quatermass.
Así que, a la espera del nuevo Quatermass (pues Cine-Bis no es sustituto de aquel) hemos querido hablar con Javier G. Romero sobre su ya larga dedicación a escribir sobre nuestro cine más querido en esta…
ENTREVISTA A JAVIER G. ROMERO
¿Cómo nace el fanzine “Quatermass”?
Mi relación con el fandom comenzó de manera muy curiosa. A mediados de los 80 empecé colaborando en el fanzine “Les ami(e)s de Stephen King”, que editaba en París Jacqueline Caron, y que como su propio título indica estaba consagrado al famoso escritor, tanto a sus novelas como a las adaptaciones cinematográficas. Contacté con Jacqueline a través de un anuncio que publicó en el nº 78 de la revista francesa “L’Écran Fantastique”, y desde entonces le enviaba artículos, que yo mandaba traducir al francés, e incluso ilustraciones, algunas de las cuales se usaron como portada. Recuerdo que en enero del 89 el periódico yanqui “The Overlook Connection” reprodujo, por cierto, mi portada para el nº 10, lo cual me hizo una ilusión enorme, como puedes suponer. A todo esto añádele que desde siempre fui un ferviente admirador de la revista “Terror Fantastic”, que igualmente me gustaba mucho el “Famosos Monsters del Cine” editado por Garbo y que además solía comprarle a Manolo Valencia su mítico “2000 Maníacos” (se pagaba por giro postal; no existían ni internet, ni Paypal, ni nada, todo eso era ciencia-ficción). Por añadidura, en los 80 eclosionó en España el fenómeno de los videoclubs, por lo que infinidad de títulos más o menos legendarios se hicieron accesibles. Yo estaba ya muy predispuesto hacia el fantástico gracias a aquellos ciclos de cine de terror que emitía TVE en los años 70, los grandes clásicos de la Universal, Karloff, Lugosi, Lon Chaney… Entre unas cosas y otras, cayeron también en mis manos otros fanzines míticos, como el “Morpho” de Carlos Aguilar, el “Transylvania Express” de Salvador Sainz, el “Tenebrae” de Eduardo Escalante Ávila (a quien había propuesto un artículo sobre Chuck Connors, que nunca vio la luz pues el fanzine dejó de publicarse), el “Aullidos” que editaba Licántropos Asociados, bajo cuyo epígrafe se hallaban Carlos Díaz Maroto, Manuel Aguilar, Eugenio Sánchez y el propio Escalante… Sin olvidar, ya a nivel profesional, las primeras etapas de “Fantastic Magazine” y la edición española de “Fangoria”. Y así, por fin, me decidí a editar mi propio fanzine. Como entonces no tenía nada que mostrar para captar escritores, opté por sacar un anuncio en la prensa local bilbaína solicitando
redactores para una nueva publicación especializada en cine. La respuesta fue muy buena, y cada día, después del trabajo, iba quedando en un bar con los candidatos a quienes entrevistaba mientras nos tomábamos un café. De aquí salió el equipo original de lo que sería “Quatermass”, cinco escritores entonces poco conocidos, excepto quizá Josu Olano y Borja Crespo, que empezaba a despuntar; a ellos se sumaron Aitor Guezuraga, Iñigo Ruiz de Oña y Ángel García Romero, que de todos actualmente es el que aún perdura en mis publicaciones. El éxito del fanzine fue fulminante y con los beneficios se iba autofinanciando. Además, se me ocurrió una campaña promocional a base de carteles con los que empapelábamos Bilbao, en los que íbamos dosificando la información: cada equis tiempo los cambiábamos por otros más y más explícitos conforme se acercaba la fecha de lanzamiento del primer número. Lo cierto es que en aquella etapa pionera, llena de ilusión, todos disfrutábamos muchísimo. Y esto ocurría en 1993.
¿Por qué durante su andadura «Quatermass» ha tenido diferentes editoriales y distribuidoras?
Se trata de una evolución lógica. “Quatermass” ha ido creciendo y tocando todos los formatos, desde sus orígenes como fanzine, hasta los actuales tomos monográficos, pasando por el de prozine y revista. Entonces, cada uno de estos “ciclos de vida” ha generado las correspondientes alianzas con otros profesionales. Por ejemplo Fernando Tarancón, de Astiberri Ediciones, contactó conmigo y me propuso coeditar un “Quatermass”, lo cual me pareció una propuesta estupenda, pues yo le conocía ya personalmente y él mismo había editado un par de fanzines, si bien centrados en el cómic, que es su especialidad. Gracias a su colaboración pude sacar sin mayor demora el ejemplar que preparaba entonces, la Antología del Cine Fantástico Español, número con el que comencé la etapa de tomos monográficos. Con Astiberri hice también el dedicado al fantástico británico. “Quatermass” había crecido: formato grande, cientos de páginas a color, miles de fotografías, colaboración de escritores internacionales… Así que el siguiente número, la Antología del Cine Fantástico Italiano, que exigía una inversión económica muy importante, lo coedité con la empresa que impulsó el Festival Internacional de Cine Clásico de Granada – RetroBack. El resultado ha sido el libro más completo sobre el fantástico transalpino editado en lengua española: casi 400 páginas en color, 1.700 fotografías, un equipo de 50 escritores de todo el mundo (de España, Italia, Francia, Reino Unido, Japón…), amplias entrevistas exclusivas a mitos del calibre de Dario Argento, Lamberto Bava, Michele Soavi, Barbara Steele, Erika Blanc, Rosalba Neri, Sergio Stivaletti, Corrado Farina, Pupi Avati, Renato Polselli, Luigi Cozzi, Ruggero Deodato, John Phillip Law… Fue un trabajo titánico como pocas veces se ha emprendido en un libro de cine en este país, del cual por fortuna estoy muy satisfecho. Aunque resultó especialmente agotador. Por lo tanto, esos cambios que mencionas obedecen al desarrollo de la publicación y al nuestro como personas. Es decir, intentamos evolucionar hacia un cierto grado de madurez ética, artística, profesional. Es la propia vida, las propias experiencias, las que nos llevan hacia adelante.
Tuviste una desagradable experiencia cuando te plagiaron un artículo ¿Nos cuentas qué sucedió y como terminó la cosa?
Entiendo que este asunto despierte cierto morbo; al fin y al cabo, no es nada habitual en el fandom que una publicación modesta como lo era la nuestra al principio de su andadura, se enfrente a una revista profesional de gran tirada, hasta el extremo de llevarla ante los tribunales. Corrígeme si me equivoco, pero que yo sepa no conozco otro caso similar de “fanzine versus revista” que haya terminado en juicio, al menos en este país. Todo esto pasó hace mucho tiempo, en 1999: aquella revista madrileña, hoy extinta, plagió un artículo de 18 páginas, sobre la saga de “El planeta de los simios”, que yo mismo había escrito en “Quatermass” cinco años antes. Contraté a un bufete bilbaíno especializado en propiedad intelectual y ellos se encargaron de todo. Lo curioso fue que el plagio venía firmado por el propio director de la revista, cuyo nombre obviaremos piadosamente, ya que en la actualidad el hombre continúa en el negocio de la edición de libros de cine, y, como suele decirse, “ya ha saldado sus cuentas con la sociedad” (o al menos conmigo). El juicio duró tres años y medio, nada menos, y la parte demandada arremetió con toda su artillería, enterrándome bajo un recurso tras otro, intentando así alargar el proceso hasta el infinito y que yo desistiera. Supongo que, en su arrogancia, no entendían cómo un simple fanzine, surgido de la nada, se atrevía a plantarles cara. Al fin se les sentenció a pagar la correspondiente indemnización y a hacerse cargo de las costas totales de un juicio que ellos mismos habían contribuido a encarecer hasta el absurdo. Incluso la revista “Interviú” habló del asunto, ya que en aquellos años el tema de los plagios estaba de moda a raíz del que presuntamente había cometido Ana Rosa Quintana con su novela “Sabor a hiel”.
¿Por qué decides cambiar el formato a tomos monográficos?
Como te he comentado antes, la propia evolución de “Quatermass” me ha llevado, número a número, a ir un poco más allá, a intentar mejorar cada nueva entrega. Además, conforme la publicación ha ido
haciéndose un hueco y alcanzando notoriedad entre los aficionados, ha suscitado así mismo el interés de los profesionales, que han ido involucrándose con agrado en el proyecto. Siempre ha estado en mi ánimo cuidar hasta los menores detalles de “Quatermass”. A nivel técnico, por ejemplo, ya desde el número 0 quise que el fanzine tuviese encuadernación en rústica, con lomo, y portada a todo color. De igual modo, he puesto un especial cuidado en el diseño y la maquetación, hasta llegar a encargarme yo mismo de esta faceta. “Quatermass” es un proyecto muy personal que desde el principio ha obedecido a mi propia visión, siempre he tenido en mente hacer la publicación que a mí, como lector, me hubiera gustado adquirir. Por esta razón doy una gran importancia a cada ingrediente, ya sea técnico o artístico, desde la búsqueda de material gráfico, hasta el tipo de papel. Y, por supuesto, los escritores: por las páginas de “Quatermass” ha pasado cerca de un centenar de autores de todas las nacionalidades, desde gente que empieza hasta veteranos curtidos, todos con el denominador común de la profesionalidad y el talento. En este sentido, para mí es un placer contar con algunas de las mejores firmas de este país, y del extranjero, autores a los que siempre he admirado y que ahora forman parte del equipo habitual. Entonces, pasar de una publicación con contenidos generalistas sobre cine fantástico a los actuales tomos monográficos me parecía de lo más lógico para ir cubriendo con el mayor detalle cada aspecto del género.
¿Qué tal fue con el Festival de cine de Bilbao que organizaste? ¿Por qué terminó?
Aquí, si me lo permites, he de corregirte: el certamen no ha terminado. Continúa su andadura con buena salud. De hecho, este año 2014 ha celebrado su vigésimo cumpleaños con diversos actos especiales. La idea del festival se me ocurrió como prolongación de las actividades de “Quatermass”; al año siguiente de editar el primer número, redacté un proyecto bastante detallado y lo presenté al Área de Cultura del Ayuntamiento de Bilbao, en busca del apoyo necesario para sacarlo adelante. Les pareció una idea estupenda y, así, en abril del 94, surgió la primera Semana de Cine Fantástico de Bilbao. Durante las dos primeas ediciones el Ayuntamiento se limitó a un papel de colaborador, y al tercer año, cuando comprobaron que el certamen funcionaba bien y obtenía cierto respaldo de público y mediático, decidieron sumarse a la organización junto con “Quatermass”. Yo dirigí la Semana durante su primer lustro de vida, cinco años bastante duros en el sentido de que había que levantar y
poner en rodaje un festival partiendo de cero. Además, en Bilbao el único certamen cinematográfico que había entonces era el Festival Internacional de Cine Documental y Cortometraje, del que, por cierto, llegué a formar parte de su comité de selección algún tiempo después y durante varios años. En cualquier caso, la experiencia de la Semana, que a partir del sexto año pasó a llamarse Fant, ya bajo el sello exclusivo del ayuntamiento, fue muy positiva e intensa, y me siento orgulloso de haber legado a mi ciudad, Bilbao, un certamen de estas características, que aún hoy, veinte años después, sigue en marcha. Durante mi etapa recuerdo con gran cariño la visita de grandes del género como Paul Naschy, Jesús Franco o Chicho Ibáñez Serrador, a quienes homenajeamos, e incluso de jóvenes cortometrajistas que pronto pasarían al largo, como Jaume Balagueró, Nacho Cerdá, Koldo Serra, Norberto Ramos del Val, Juan Antonio Bayona… Entre otros cineastas, también invitamos a Óscar Aibar, y en cuanto a escritores cinematográficos igualmente organizamos mesas redondas con profesionales como Carlos Aguilar, Jesús Palacios, Rubén Lardín, Jesús Parrado… En la actualidad, el Ayuntamiento saca a concurso público la organización del Fant, y así, cada dos años, lo coordina una asociación cultural o gestoría diferente.
¿Cuál ha sido tu mayor satisfacción desde que entraste en este mundo? (me refiero al fandom)
El fandom me ha dado muchísimas satisfacciones. Entre ellas la oportunidad de encaminar mis pasos profesionales hacia la escritura, la edición de publicaciones y el diseño/maquetación, facetas en las que me hallo sumamente cómodo. Además, el contacto directo con los lectores y aficionados que propicia “Quatermass” es impagable; y no digamos el conocer a tantos otros profesionales del gremio, con inquietudes y aspiraciones muy similares. Aunque también es cierto que existen envidias y rencillas absurdas de gente que pretende enturbiar el buen ambiente del fandom. A éstos, que son pocos, mejor les olvidamos, que la vida es corta. En cualquier caso, gracias a “Quatermass” he tenido la ocasión de conocer y trabar amistad con algunos de los grandes cineastas del fantástico patrio: Paul Naschy, Jesús Franco, Amando de Ossorio, Ibáñez Serrador, Eugenio Martín, Jorge Grau, Raúl Artigot… todos grandes personas, con sus virtudes y defectos, pero inolvidables. Compartir tiempo y charlas con estos y otros cineastas cuyas obras tan buenos ratos me han hecho pasar ha sido, sin duda, un auténtico privilegio.
A propósito de este tema, ¿a quién te hubiera gustado conocer o entrevistar y no ha sido posible?
Hay muchísimos cineastas que admiro y que quizá nunca llegue a conocer. De todas formas, me quedo con aquellos con los que he coincidido, de manera más o menos prolongada en el tiempo y con diferentes grados de amistad. Aparte de los que he citado, también añado a Dario Argento, Pupi Avati, Francesco Barilli, Curtis Harrington, Ernest Borgnine, la encantadora Caroline Munro… No sé, he conocido a muchos, y de todos guardo un entrañable recuerdo, incluido, y de manera especial, el gran John Phillip Law, una persona excepcional, cuya biografía, “John Phillip Law. Diabolik Angel”, escrita por Carlos Aguilar y Anita Haas, con prólogo del mismísimo Ray Harryhausen, tuve el placer de editar en 2008. Un libro por el que tengo, como es lógico, un enorme cariño, y en el que el propio
John colaboró de manera muy activa, con enorme ilusión, hasta pocos días antes de su fallecimiento.
Supongo que estarás realizando otro “Quatermass”. ¿Tendremos que esperar mucho?
Para contestarte a esto tengo que hacer referencia a varias de las respuestas anteriores. Pero, por centrar la cuestión, te diré que tras los primeros números estaba convencido de que en adelante todo iría como la seda, que el proceso de confección de “Quatermass” ya no tendría ningún misterio para mí y que, a partir de un momento dado, cada nuevo número saldría sin mayores contratiempos debido a la experiencia acumulada. Nada de eso. Al ir creciendo y ampliándose el concepto de la publicación, cada nuevo “Quatermass” ha resultado más complejo que el anterior, en todos los sentidos: por ejemplo, y para que te hagas una idea, entre el equipo pionero de cinco redactores y la
asamblea de cincuenta autores del “Quatermass” especial Italia hay una diferencia logística abismal. Contactar con cada uno de ellos en su propio idioma, realizar las traducciones y adaptaciones de los artículos, buscar el ingente material gráfico (para ese “Quatermass” terminé escaneando cerca de 4.000 imágenes, de las que finalmente se usaron 1.700), acordar fechas con los cineastas, técnicos y actores entrevistados… Todo el tema de facturación, pagos a los colaboradores, imprentas… Una locura. Y de la mayor parte de estas gestiones me encargo yo personalmente, además de diseñar/maquetar, escribir mis propios artículos, hacer las correcciones ortotipográficas, gramaticales y de estilo… Sin contar con trabajos de redacción o maquetación que llevo a cabo para periódicos, revistas, fanzines y libros de otros editores. Así que, respondiendo a tu pregunta, te diré que, en efecto, “Quatermass” tiene su propio ritmo, llámalo “sosegado” si quieres, pero me gusta dedicar a cada cosa su tiempo para evitar en lo posible chapuzas o trabajos hechos de cualquier manera. Y en cuanto al nuevo “Quatermass”, llevo trabajando en él desde hace un par de años, recopilando información, películas, fotografías, etc., como paso previo al contacto con los escritores.
¿Recientemente has lanzando “Cine-Bis”, nueva publicación paralela a «Quatermass»? ¿Qué diferencias hay entre ambas?
Está claro que tanto “Quatermass” como “Cine-Bis” caminan por senderos paralelos, pero no idénticos: ambas publicaciones indagan en el cine de género, pero de manera complementaria; en el caso de la primera centrándose en exclusiva en el cine fantástico, mientras que la segunda ahonda en una globalidad de géneros, en ambos casos mediante un enfoque que intentamos sea riguroso a la par que ameno. No se trata de asustar a los lectores con ladrillos semióticos e incomprensibles, sino de captar su atención y apelar a su memoria cinéfila a través de textos bien trabajados y que supongan aportaciones atractivas. Para hablar de lo de siempre, y como siempre, mejor ni molestarse. De ahí que ambas publicaciones conecten bien con el interés de aficionados y profesionales, pues saben que nos esforzamos por ofrecer una visión lo más completa posible de cada tema, ofreciendo un alto nivel de implicación, investigación y reflexión personal de los autores. Todo ello en base a un nivel de exigencia, con criterios formados y bien argumentados. En cuanto a contenidos, en las páginas de “Cine-Bis” tendrán su espacio todos los géneros cinematográficos, no sólo el fantástico, el terror y la ciencia-ficción; también el policíaco, el western, el bélico, la comedia, el musical, el melodrama, el cine de aventuras, el erótico… Ya desde la propia portada dejo claros los objetivos del fanzine, y por eso debajo del título he añadido una leyenda en cinco idiomas (español, italiano, inglés, francés y alemán) a modo de declaración de intenciones: “Cine de género alrededor del mundo”. Además, la fabulosa acogida del nº 1 ha desbordado todas las previsiones y he tenido que imprimir otras dos ediciones más de este número inicial, en el que han convivido desde el cine de terror filipino hasta la Blaxploitation, pasando por sendas entrevistas exclusivas a Fernando di Leo y Helga Liné, un estudio de la inquietante película checa “El incinerador de cadáveres” (1968), un acercamiento a la obra del cineasta francés Alain Corneau, la ciencia-ficción apocalíptica de los 70 o las películas italianas sobre la mafia adaptadas de las novelas de Leonardo Sciascia… Naturalmente, este eclecticismo temático da pie también a presentar un apartado fotográfico espectacular, que he seleccionado con muchísimo cariño, dentro de una maquetación a todo color.
«Quatermass» también se ha adaptado a las nuevas tecnologías, ¿cómo te planteas tu blog «Expediente Quatermass»?
Siempre he sido un poco reacio al boom de las redes sociales, me parecían una pérdida de tiempo y fuente de cotilleos y banalidades. Sin embargo, reconozco que de un tiempo a esta parte, y tras comentarlo con amigos y colaboradores, he visto las posibilidades que ofrecen a nivel de promoción de publicaciones, además de facilitar un contacto directo con otros colegas y con los propios lectores y aficionados. A partir de ahí abrí un perfil en Facebook e inauguré mi blog, ambos encaminados a la difusión del Cine. En el blog añado así mismo otros temas culturales, como literatura y cómic, pero centrándome sobre todo en el Séptimo Arte. Lo actualizo de vez en cuando, no quiero que me esclavice o me condicione, ni vivir única y exclusivamente para alimentar el blog. Añado nuevas entradas según el tiempo libre que tenga o las materias que considere de interés. Por ejemplo, cuando falleció Patty Shepard le dediqué a la actriz un extenso artículo en dos partes donde procuré reflejar múltiples detalles poco conocidos de su vida, sin dejar de lado ni a sus padres ni a su hermana, también actriz,
ni a su marido, Manuel de Blas. De igual modo suelo incluir alguna entrevista, en este caso a Carlos Aguilar, a propósito de la salida de algunos de sus estupendos libros; también reseñas de películas, no necesariamente de actualidad, sino aquellas que por una razón u otra hayan captado mi atención, o sobre cómic, como el texto que dediqué a la increíble serie de ciencia-ficción “El mundo futuro” de Boixcar.
¿Qué opinas de las publicaciones vía online?
Me parece estupendo. Las nuevas tecnologías propician que se edite también en ese formato digital y hay algunas publicaciones “virtuales” francamente buenas, con un look absolutamente profesional. No obstante, pienso que existe una sensación generalizada de hartazgo en torno a la masificación de webs y blogs en internet, cuya proliferación satura la red y crea un estado general de confusionismo, de caos, donde se multiplica la información sin contrastar y los textos mediocres sepultan los trabajos de valor firmados por autores de talento. Internet es un medio absolutamente democrático, para lo bueno y para lo malo. Cualquiera puede hacerse un blog y soltar cuantas tonterías le apetezcan; como eso no puede evitarse, es función del usuario aprender a discriminar entre lo infame y lo válido. Hay webs magníficas y blogueros muy buenos que se molestan en aportar algo más que el simple chascarrillo, lo cual tampoco está mal, no pienses que abomino de los enfoques informales o gamberros; pero creo que podemos exigir algo más que el tópico y el lugar común que nada aportan. Porque, y está absolutamente comprobado, un sector de usuarios se topa con ese nivel general de pobreza y zafiedad, y va asimilándolo como algo natural, de tal suerte que cuando les pones un buen texto delante lo despachan con abulia y desprecio, sin hacer el menor esfuerzo por valorarlo de forma constructiva. Es una pena que, en determinados casos y cuestiones, estemos alcanzando ese nivel de embrutecimiento donde la caspa es magnífica y la calidad “una basura”. En realidad contribuyen a esto también la mayoría de los medios, con la televisión y determinado tipo de prensa en cabeza. Y así nos luce el pelo: a la cola de Europa en cuanto a la formación intelectual de las jóvenes generaciones. Escalofriante.
Pero claro, muchos de los que tenemos cierta edad preferimos el papel ¿Qué te parece el nuevo revival del fanzine?
Maravilloso. Al fin y al cabo yo provengo del fandom y me siento orgulloso de estos orígenes. Por lo tanto, que en la actualidad esté eclosionando una nueva época dorada del papel tiene su lógica, en parte propiciada por ese hastío que provoca la profusión digital de publicaciones y blogs, pero también porque existe un ánimo por volver a la pureza de los orígenes, bien es cierto que apoyado en las nuevas técnicas de diseño e impresión. Pero, si te das cuenta, la mayoría de quienes estamos haciendo resurgir el fanzine en papel pasamos ya de los cuarenta, o incluso nos acercamos a los cincuenta. Espero que el ejemplo cunda entre los más jóvenes, aunque tienden al universo web, que es con lo que han crecido y lo que conocen. De todas formas el papel posee una fuerza “física”, un halo incluso romántico, hasta “contestatario”, del que carece internet: no hay más que ver los fanzines, tanto veteranos como recién llegados, que comparten espacio ahora mismo: maravillas como “Monster World”, “Exhumed Movies”, “El Buque Maldito”, “2000 Maníacos”, “Puppets and Clay”, “Amazing Monsters”, “La Configuración del Lamento”, “El Club de los Monstruos”… Así que desde aquí animo a todos aquellos con inquietudes a que las plasmen en papel y se unan a esta larga e ilusionante tradición de fanzines que tanto nos ha hecho, y hace, disfrutar.
Ya para terminar, ¿Nos dices algunos de tus títulos favoritas del Fantaterror español?
Hay una serie de títulos de la época clásica del fantástico ibérico que me entusiasman: las dos películas de Chicho, “La residencia” (1969) y “¿Quién puede matar a un niño?” (1975); dos estupendas de Jorge Grau, “Ceremonia sangrienta” (1972) y “No profanar el sueño de los muertos” (1974); varias buenísimas de Eugenio Martín, “Hipnosis” (1962), “Pánico en el transiberiano” (1972), “Una vela para el diablo” (1973); una de Javier Setó, magnífica, “La llamada” (1965); varias de las que Jesús Franco firmó durante los años 60, alguna de las dirigidas por Jacinto Molina, “El buque maldito” (1973) de Ossorio… No te voy a engañar, tengo especial debilidad por esa etapa del fantaterror. E incluso hasta las peores me suscitan algún interés. De las más modernas me agradan “Abre los ojos” (Alejandro Amenábar, 1997), “Memorias del ángel caído” (Cámara y Alonso, 1997), “El corazón del guerrero” (Daniel Monzón, 1999), “Intacto” (Juan Carlos Fresnadillo, 2001), “Nos miran” (Norberto López Amado, 2001), “[Rec]” (Balagueró & Plaza, 2007), “Los cronocrímenes” (Nacho Vigalondo, 2007), “La habitación de Fermat” (Piedrahita & Sopeña, 2007), “Paintball” (Daniel Benmayor, 2008), “Fin” (Jorge Torregrossa, 2012), “Los últimos días” (Álex & David Pastor, 2013), “Retornados” (Manuel Carballo, 2013)…
…Y algunas de las películas que vengan, ya que afortunadamente se sigue haciendo cine de género fantástico en todo el mundo. Está en boga para placer de cinéfilos que compaginan películas recientes con grandes clásicos y oscuras perlas olvidadas. Que disfrutan, analizan, coleccionan y escriben sobre ellas. Como usted y como yo. Como Javier, con el que nunca he coincidido en persona, pero con el que me carteo desde ese lejano número cero. Cartas de papel que siempre contestó e incluso publicó en Quatermass. Y ahora desde aquí. Desde este mundo virtual donde sigue igualmente siendo detallista y dedicado. Y es que es ya una larga andadura mostrándonos y contándonos lo que le dicen las películas. Viviendo el cine y compartiéndolo con nosotros. Con el cine en la sangre.
(Fotos: archivo Javier G. Romero)
Cine mutante en el Cryptshow
El cine, la televisión, los videojuegos, incluso los libros están perdiendo las formas y las fronteras. Como en una buena historia de H.P. Lovecraft, las antiguas maneras de contar historias están sometidas a mutación, se descomponen y toman vida convertidas en seres metamórficos, a medio camino entre lo analógico y lo digital, entre lo que pertenece al autor y lo que pertenece al público. Es el mundo bastardo del transmedia o crossmedia donde el cine no acaba en el cine.Judexfanzine y Cryptshow Festival se han propuesto aclarar dudas en la mesa redonda sobre » transmedia, crossmedia y multiplataforma: El cine mutante » Miércoles 2 de julio a las 19:00 en Can Frai (Badalona) Síguela en twitter en #cinemutante
Transmedia se ha convertido en la última palabra de moda entre guionistas, directores, productores y publicistas, junto con su primo hermano, Crossmedia. Ambas expresiones quieren definir una nueva forma de contar las historias donde estas ganan tridimensionalidad y se pueden disfrutar a través de diferentes medios y plataformas. Películas, series, aplicaciones para móviles, redes sociales, libros y cómics se convierten puertas de entrada a un mismo universo narrativo. La historia deja de ser sólo una historia para convertirse en un mundo que puede ser explorado y consumido de muchas maneras diferentes.
Para terminar de retorcerlo todo, el guionista, el director o el productor no son los únicos responsables del resultado final. Para que la cosa funcione, los usuarios deben poder hacer sus aportaciones o interactuar con la historia, de la que ya forman parte. ¿Qué son las narrativas transmedia y crossmedia? ¿Cómo es construyen? ¿Qué posibilidades expresivas tienen? Se trata sólo una moda para atrapar al público y vender más o es un signo de los nuevos tiempos?
Asistirán el productor, guionista y realizador de cine Marc Carreté , el director de cine Pablo Tejedor y el investigador Carlos Alberto Scolari .
El acto es gratuito pero el aforo es limitado. Rogamos confirmen su asistencia a premsa@cryptshow.com
Ponentes:
Marc Carreté Productor, guionista y realizador de cine. Cursó estudios de Imagen y Sonido en la Escuela Municipal de Medios Audiovisuales de Barcelona, posteriormente empezó a trabajar para distintas productoras audiovisuales, mientras cursaba y terminaba sus estudios de MBA. En 2010 constituye KRT MEDIA y trabaja en proyectos publicitarios y de comunicación. Ha dirigido dos cortometrajes: Mal cuerpo (2011) y Castidermia (2012), y un largometraje, Asmodexia (2014), que se ha proyectado en diversos festivales internacionales y se distribuirá en todo el mundo. De qué nos hablará: Ahora está al frente de un proyecto multiplataforma centrado en el fantástico y terror que incluirá largometrajes, cortos, juegos, aplicaciones para móviles y contenido experimental. Se llama Dear Fear y por lo pronto, ya ha desarrollado un juego basado en el cortometraje Fist of Jesus, de Adrian Cardona y David Muñoz, y está en camino de producir una web serie. “Dear Fear es el embrión de un proyecto empresarial que espero sea muy productivo los próximos años”. http://nopodrasdormir.tv/
Pau Teixidor se gradúa en la ESCAC (Escola Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya) en 2005 en la especialidad de documental. Desde entonces ha trabajado como auxiliar y segundo ayudante de dirección en diferentes producciones cinematográficas. Leyenda (2011), su debut en el cortometraje, le sirvió de plataforma para poder realizar su ópera prima, Purgatorio (2014), un proyecto producido por Apaches, Atresmedia Cine y CINE365, que ha contado con la participación de Atresmedia Digital. De qué nos hablará: Purgatorio es un proyecto que intenta explorar nuevas maneras de ver cine. Por un lado, consta de una película convencional de terror de 84 minutos, pensada para ser visionada en salas de cine, televisión y plataformas de pago por visión; y del otro, de Purgatorio Redux, montada en forma de 4 capítulos de 5 minutos cada uno pensados para ser consumidos en web y dispositivos móviles. “Queremos dejar claro que ambos montajes describen la misma historia; no hemos querido desarrollar un proyecto transmedia sino lo que hemos buscado ha sido adaptar la misma historia a diferentes canales y plataformas, es decir, crossmedia.”
Carlos Alberto Scolari Profesor de la Universidad Pompeu Fabra. Experto en ecología de los medios, narrativas transmedia y comunicación digital interactiva. Empieza a interesarse en el año 2005 en las nuevas formas narrativas de los medios tradicionales (como el cine o la televisión) a caballo entre el mundo analógico y el digital: Así llegó a la narrativa transmedia. Su primer artículo sobre el tema fue un análisis sobre la serie 24, si bien su caso de estudio favorito sería una nueva edición de Lost con adaptaciones a las tecnologías móviles. Además de sus textos teóricos o académicos, ha escrito un libro divulgativo sobre el tema dirigido a los profesionales: Narrativas transmedia. De qué nos hablará: Carlos Alberto Scolari nos dejará claros algunos conceptos básicos: ¿qué significa narrativa transmedia? ¿Y el storytelling? ¿Cómo participan los usuarios? Y ya que estamos… ¿ponemos algunos ejemplos? “La industria de la comunicación, al igual que muchos investigadores, sigue pensando en términos monomediáticos. A una empresa que durante cinco o seis décadas produjo libros, televisión o cómics le cuesta horrores, no digo producir, sino simplemente pensar en un relato transmedia.” http://hipermediaciones.com/ http://www.digitalismo.com/
Ya está lista la programación del festival Nits de Cinema Oriental de Vic
El Festival Nits de cinema oriental de Vic se prepara para comenzar una undécima edición, del 15 al 20 de julio, con nuevos alicientes pero con el mismo espíritu de siempre: acercar el cine asiático inédito a sus espectadores y ofrecer una pincelada de otras manifestaciones culturales del continente. Todo ello, apostando por la diversidad tanto en la oferta que se ofrece, como en el público que la recibe.
A todo esto, hay que añadir la función de mercado que ha activado el certamen en los últimos años, convirtiéndose en un punto de encuentro entre los productores y las distribuidoras españolas interesadas en adquirir filmes proyectados en la sección oficial del Festival Nits.
Y DE REPENTE… FILIPINAS
Filipinas es el país invitado del Festival Nits 2014 y parte de la programación se dedica a su cinematografía. El que fuera el tercer país productor de cine del mundo durante los setenta, vuelve a vivir una época de gran creatividad, no sólo en su reconocida vertiente de cine de autor y experimental, sino también en la producción y distribución de filmes mucho más populares, de géneros tan preciados por el gran público como la comedia, el terror o la acción.
En la jornada inaugural de las Nits se podrá ver una muestra de este nuevo cine filipino accesible y de calidad con títulos imprescindibles como los dramas Graceland y Kabisera, o una comedia evocadora como Blue Bustamante.
También habrá una mirada retrospectiva a la época dorada que mencionábamos, cuando las películas de serie B inundaban las salas. Veremos un filme de aquellos maravillosos años y dos documentales recientes que revisan y explican por qué Filipinas fue el centro del mundo cinematográfico más loco. Andrew Leavold, director del documental sobre el mítico Weng Weng, el actor más bajito del mundo (80cm), estará en Vic para ofrecernos una nutritiva Master Class.
NOCHES DE TODOS LOS COLORES
Como decíamos, la diversidad es la palabra que define esta edición del Festival Nits. Por países participantes, por géneros, por estilos y, sobre todo, porque hay propuestas para todo tipo de público.
Hong Kong tendrá un día entero -el viernes 18 de julio- dedicado a su cine, en el que destacarán la acción y el terror con títulos como The White Storm, Once Upon a Time in Shanghai, la reconocida Unbeatable o la saga de historias de terror Tales from the Dark.
Desde la India llegan cuatro títulos que muestran su fructífera variedad cinematográfica: el film más taquillero de la historia del país, Dhoom 3; la delicada Lootera; i los filmes de acción D-Day o BCN Knockout!, una producción rodada mayoritariamente en Barcelona que supondrá una de las sorpresas del festival.
Las Nits han llevado varias veces a Vic el cine chino de éxito que se escapa de la doctrina de su gobierno. En este caso disfrutaremos de la intriga judicial Silent Witness y del film familiar Fake Fiction, una pequeña joya que presentarán en Vic su director y uno de los actores protagonistas.
Japón también tiene una buena representación en el certamen con la nueva comedia del director de Afro Tanaka, Daily Lives of the High School Boys; las extremas y divertidas Gun Caliber (premiere mundial en las Nits!) y Gothic Lolita Battle Bear; y piezas de anime para fans como Berserk III o Buda 2: Camino a la iluminación.
Corea del Sur nos descubrirá uno de los thrillers del año, Cold Eyes, y una cinta de animación que encanta allá donde va, Lifi, una gallina tocada del ala. Tailandia estará representada con la mezcla de terror y humor de Pee Mak, Malasia con la segunda parte de KL Gangster y Taiwán con la sencilla y cautivadora A time in Quchi. Singapur es este año el país debutante en el festival y lo hará con el biopic musical That girl in Pinafore.
También habrá matinales infantiles y las sesiones grindhouse, donde se podrán ver películas de culto hace tres décadas en su formato original. En total, 33 películas repartidas entre la Bassa dels Hermanos, el Cinema Vigatà y el Espacio ETC. Entre ellas hay una premiere mundial y algunas premieres internacionales y europeas.
Aquí puedes consultar la parrilla con todas las actividades y con un simple clic, puedes ver más información sobre los films.
¡¡¡Nos vemos en Vic!!!
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El premio Minotauro se vincula al Festival de Sitges
El Sitges – Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya, que celebra su 47ª edición del 3 al 12 de octubre, acogerá el fallo y entrega del Premio Minotauro. La undécima edición del reconocido premio tendrá lugar en el marco de actividades paralelas del Festival de Sitges. El 7 de octubre, por la mañana, se hará público el fallo del jurado en rueda de prensa y, por la tarde-noche, se celebrará la entrega oficial del premio al ganador en el Auditori del Festival.
Esta iniciativa vincula el Premio Internacional de Literatura Fantástica y Ciencia Ficción mejor dotado a nivel mundial con el primer festival de cine fantástico del mundo, y busca ofrecer a todos los aficionados al género la ocasión de disfrutar y participar del evento que significa la entrega de la distinción.
El Premio Internacional de Ciencia Ficción y Literatura Fantástica de Ediciones Minotauro alcanza ya su undécima edición. Autores como Javier Negrete, León Arsenal, Carlos Sisí o Clara Tahoces figuran entre sus ganadores y se ha consolidado como un referente de la literatura de género, siendo, además, el premio mejor dotado a nivel mundial en la categoría de ciencia ficción y literatura fantástica, con 10.000 euros.
Ediciones Minotauro es el sello editorial más significativo en el panorama de la ciencia ficción, la literatura fantástica y el terror en castellano. En su catálogo encontramos autores clásicos como Tolkien, Philip K. Dick o Ray Bradbury, junto a nuevos valores como Kim Stanley Robinson, John Scalzi o Christopher Moore, y autores nacionales como Laura Gallego, José Carlos Somoza o Nerea Riesco.
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