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VAMOS DE ESTRENO (o no) * Viernes 10 de mayo de 2019 *
VIVIR DEPRISA, AMAR DESPACIO (Plaire, aimer et courir vite, Christophe Honoré, 2018)
Francia. Duración: 132 min. Guion: Christophe Honoré Fotografía: Rémy Chevrin Productora: Les Films Pelléas / arte France Cinéma / Canal+ / Ciné+ Género: Drama
Reparto: Vincent Lacoste, Pierre Deladonchamps, Denis Podalydès, Rio Vega,Willemijn Kressenhof, Adèle Wismes, Clément Métayer, Sophie Letourneur,Marlene Saldana, Teddy Bogaert, Adèle Csech
Sinopsis: Jacques es un escritor que vive en París. Todavía no ha cumplido 40 años pero cree que lo mejor de la vida ya no está por llegar. Arthur es un estudiante que vive en la Bretaña francesa. Lee, sonríe mucho y se niega a aceptar que hay algo imposible en la vida. Jacques y Arthur se gustan y viven como si estuvieran en un sueño romántico o en una historia triste.
A veces una sola obra graba el nombre de su autor en la historia. Andrea Chénier, de toda su producción, es la pieza que ha hecho célebre al verista Umberto Giordano, y el aria para soprano, La mamma morta, la que ha hecho que esa ópera figure en todos los repertorios. Los cinéfilos siempre asociarán la versión de Maria Callas a la escena cumbre de Philadelphia (1993, Jonathan Demme), una escena que, aunque reconozca la pericia de su director al construirla, no puedo contemplar sin sonrojarme. Y es que se me antoja una muestra de sentimentalismo impúdico, pensada para que el público medio alivie su conciencia, pues le permite sentirse liberal al empatizar con un problema como el SIDA en los años noventa. Hasta no faltan los críticos que consideran el filme de Jonathan Demme como la película definitiva sobre el tema, cuando no es más que la muestra del oportunismo mainstream sobre un problema que no tuvo (ni tiene) nada de lírico. Por lo contrario, sensible que no sensiblera, la última cinta de Christophe Honoré, nos aporta una visión del amor en tiempos del SIDA que no cae ni en tópicos ni en adornos.
Año 1993. Arthur (Vincent Lacoste) es un joven estudiante de veinte años que vive en Rennes. Su vida cambia el día que conoce a Jacques (Pierre Deladonchamps), un escritor que vive en París con su joven hijo. Durante el verano, Arthur y Jacques viven una historia amor. Pero Jacques sabe que este amor lo tiene que vivir rápidamente. El ímpetu y la renuncia se dan la mano en esta historia de amor, el primero para Arthur, el último para Jacques, un amor que ha de ser apresurado porque la vida apremia, herida de muerte como está. Honoré ha querido retratar la ambivalencia del sentimiento, es un revulsivo, pero también un desgarro cuando el vivirlo se hace imposible por esa Espada de Damocles que es la enfermedad. Aquí el retrato del SIDA es un drama íntimo con el que se homenajea a toda aquella generación que vivió en carnes su sentencia.
No es la película definitiva sobre la enfermedad ni lo pretende, solo busca asomarnos al vacío de vidas rotas a las que se les arrebató la posibilidad de envejecer junto a la persona amada, de ver concluidas las expectativas de realización en lo profesional y en lo personal. Es un hola y un adiós que se condensan y se funden en una despedida precipitada por el propio anhelo de dar lo mejor de uno mismo al otro, al que se le querrá ahorrar la contemplación de la decadencia. Un irse en el punto del encuentro para no dejar la memoria del dolor. Que todo concluya en el momento de la esperanza. Sin drama ni aspaviento. Más que una historia de amor imposible, esta es una película sobre una vida imposible, que nos instala en el espacio de la melancolía.
Para Honoré los 90s son la década que no termina, por eso la idea general del diseño de producción fue recrear un tiempo sin reconstituirlo. Apela a la memoria desde un ramillete de citas que perlan aquí y allí los fondos. Libros, películas, músicas, tejen un marco referencial que apunta a las vivencias de cada uno, de modo que nos sintamos transportados al corazón de esta historia sintiéndola nuestra. Nos implicamos en los despertares y en los adioses porque los hemos vivido, y los rememoramos con nuestros cinco sentidos que se ven estimulados por lo que acontece en la pantalla. Cada escena es nuestra particular Magdalena de Proust, por eso entendemos tan bien lo que nos cuentan. Humana, profundamente humana y humanista, se nos muestra esta obra como un testimonio y un canto que no es solo remembranza sino también es ahora, pues lo que describe se mantiene vigente. El amor y la muerte en su abrazo siguen y seguirán siendo esencia del existir humano, Honoré lo sabe bien y lo narra con una historia que bien podría ser el universal en el que todos nos reflejamos.
Sensual, carnal, pero no sexualizada, se nos muestra íntima y sugerente sin ninguna ostentación. No es fácil lograr que las secuencias de cama desborden realismo y a la vez una delicadeza casi mágica, para ello hace falta un director y unos actores entregados a la tarea de reproducir la intimidad de la alcoba bajo la presencia de la cámara. Honoré las rueda con muy pocas tomas, reduciendo el equipo al mínimo y ensayándolas con anticipación para explicársela a los actores. Por su parte los intérpretes, en auténtico estado de gracia, las enfrentan con un enfoque abierto en el que el veterano Deladonchamps resultó fundamental para acompañar al joven Lacoste en su interiorización de un personaje que ha de aparecer como objeto de deseo. Hay momentos verdaderamente brillantes en los que nos hacen sentir como nace entre ellos la complicidad. Los personajes toman presencia en la carne de los actores y nos resultan tan creíbles como las gentes que nos cruzamos en nuestro periplo vital. Dos amantes que podrían ser cualquiera de nosotros, así de próximos nos los trae Honoré, así nos los despliega el buen hacer de sus protagonistas.
Honesta, sugerente, emotiva y sutil, así es Vivir deprisa, amar despacio, un derroche de buen cine que nos comunica la agridulce vivencia del amor en tiempos de la enfermedad. Una película llamada a quedarse grabada en nuestro imaginario.
VAMOS DE ESTRENO (o no) * Viernes 10 de mayo de 2019 *
EL INCREÍBLE FINDE MENGUANTE (Jon Mikel Caballero, 2019)
España. Duración: 93 min. Guion: Jon Mikel Caballero Música: Luis Hernáiz Fotografía: Tânia da Fonseca Productora: Montreux Entertaiment / Trepamuros Producciones Género: Drama fantástico
Reparto: Iria del Río, Adam Quintero, Nadia de Santiago, Jimmy Castro, Adrián Expósito,Irene Ruiz, Luis Tosar
Sinopsis: Alba (Iria del Río) acaba de cumplir 30 años y se dispone a disfrutar de un fin de semana en una casa de turismo rural con sus amigos. Sus planes de fiesta pronto se ven frustrados cuando su novio Pablo (Adam Quintero) la deja.
Alba se ve entonces atrapada en un bucle temporal donde los hechos del fin de semana comienzan a repetirse una y otra vez.
Pero algo es diferente, cada repetición dura una hora menos que la anterior. ¿Es el bucle una oportunidad para solucionar sus problemas o un castigo? ¿Qué pasará cuando el tiempo se consuma? ¿Qué pasará cuando todo acabe definitivamente?
Una película pequeña, de poco presupuesto, pero convincente. Buena dirección, buenos actores, buena narración con un guión ingenioso y unas bonitas localizaciones. Su director, Jon Mikel Caballero, demuestra haber tomado buena nota de los diversos trabajos que ha realizado para J. A. Bayona o Kike Maíllo y tras dos cortometrajes, Hibernation (2013) y Cenizo (2016) que suman 55 premios y 300 selecciones internacionales, dirige su primer largo con pulso firme y las ideas muy claras. El increíble finde menguante es un drama fantástico con toques de comedia que no puede negar su clara inspiración en Atrapado en el tiempo y otras cintas con bucles temporales en las que todo se repite una y otra vez pero, en este caso, con una cuenta atrás de por medio: cada repetición se acorta una hora, restando tiempo a la protagonista para resolver sus asuntos pendientes y su atasco vital. Un tiempo que se acaba, que caduca, como se termina la loca juventud de la joven protagonista, que treintañera, parece no darse cuenta de que hay que madurar y comenzar a plantearse lo que uno desea hacer con el resto de su vida.
Con algunos bonitos detalles, como el de las cápsulas del tiempo enterradas por una Alba niña en el bosque, o el que la pantalla se vaya comprimiendo conforme el tiempo se va acortando, lo que añade urgencia y ahogo a la historia, junto a una excelsas localizaciones naturales, hacen que la película sea algo más que una aventura, una enorme broma de jóvenes borrachos descontrolando en el bosque, a pesar de que Caballero comience su película como si de un clásico slasher se tratara, con los protagonistas llegando a la casa en la que se disponen a pasar un fin de semana etílico que resultará más largo de lo esperado, al menos para su protagonista, encarnada por Iria del Río, que realiza un magnífico trabajo, al igual que el resto del elenco en el que destaca Nadia de Santiago, una de nuestras debilidades, pero también Adam Quintero, Jimmy Castro, Irene Ruiz y Adrián Expósito. Sin olvidar la participación de Luis Tosar, como padre de la protagonista.
Por todo ello nos ha convencido El increíble finde menguante, cinta que participó recientemente en el Festival de Cine de Málaga y en el Festival de Cine Fantástico de Bilbao- FANT, donde se ha llevado los premios al mejor guión y director. Buen comienzo.
DE LA INDIA A PARÍS EN UN ARMARIO DE IKEA (The Extraordinary Journey of the Fakir, Ken Scott, 2018)
Francia/USA/Bélgica/Singapur/India Duración: 92 min. Guion: Luc Bossi (Novela: Romain Puertolas) Música: Nicolas Errèra Fotografía: Vincent Mathias Productora: Brio Films / Little Red Car Films Género: Comedia
Reparto: Dhanush, Bérénice Bejo, Erin Moriarty, Barkhad Abdi, Gérard Jugnot,Sarah-Jeanne Labrosse, Seema Biswas, Abel Jafri, Uwamungu Cornelis,Mar Sodupe, Gandharv Dewan, Hearty Singh, Daniele Nisi, Amruta Sant,Omkar Ketkar, Pauline Maréchal, Edwin Gillet
Sinopsis: Aja, un joven que sobrevive en la India gracias a su ingenio y pillería, emprende un viaje a Francia para cumplir un sueño de su madre. En París, con pocos recursos económicos, decide pasar la noche en un IKEA donde conocerá a Marie. Pero sus esperanzas sentimentales se desvanecen cuando queda atrapado dentro de un armario que es enviado al extranjero, iniciando un viaje que cambiará su vida para siempre.
Basada en el best seller de Romain Puértolas «El increíble viaje del faquir que se quedó atrapado en un armario de Ikea», obra que fue traducida a 37 idiomas, el filme de Ken Scott, a pesar de la inequívoca buena voluntad puesta en él, no termina de ofrecer, bajo nuestro punto de vista, un producto satisfactorio. Si bien se trata de un cuento, una parábola sobre las cosas realmente importantes de la vida mostrado mediante una serie de casualidades y pequeños desastres que transformarán la vida del protagonista, así como su percepción de la existencia, el resultado, que podría haber resultado sanamente delirante, a la manera del realismo mágico, con denuncia incluida a los graves desequilibrios sociales entre clases y las reticencias hacia la emigración del tercer mundo, se queda a medio camino, con mucho de propaganda de Ikea y de recorrido turístico por Europa, ofreciendo de paso un mensaje un tanto equívoco y en ocasiones ofensivo lleno de tópicos. En todo caso no deja de ser un entretenimiento inofensivo, con algún buen gag y que posiblemente funcionará bastante mejor en su versión escrita, pues no en vano su autor ha publicado recientemente su continuación «Las aventuras de un faquir en el país de Ikea».
LA TRAGEDIA DE PETERLOO (Peterloo, Mike Leigh, 2018)
UK/USA. Duración: 154 min. Guion: Mike Leigh Música: Gary Yershon Fotografía: Dick Pope Productora: BFI Film Fund / Film4 / Thin Man Films. Distribuida por: Amazon Video Género: Drama
Reparto: Rory Kinnear, Maxine Peake, David Bamber, Marion Bailey, Kieran O’Brien,Adam Long, Tim McInnerny, Leo Bill, Nico Mirallegro, Teresa Mahoney, Karl Johnson
Sinopsis: ‘La tragedia de Peterloo’ es la representación épica de los hechos ocurridos en la Masacre de Peterloo de 1819, en la que una manifestación pacífica a favor de la democracia en Manchester se convirtió en uno de los episodios más sangrientos y notorios de la historia británica. Las fuerzas del gobierno británico cargaron contra una multitud de más de 60.000 personas que se habían reunido para exigir una reforma política y para protestar contra el aumento de los niveles de pobreza. La tragedia de Peterloo fue un momento decisivo en la democracia británica y fue el inicio de la fundación del periódico The Guardian.
Minucioso documento, de impecable ambientación y vestuario en el que los diferentes personajes parecen haber sido escogidos uno a uno para ofrecer la máxima verosimilitud con el fin de retratar la época y las costumbres de la Inglaterra de principios del siglo XVIII. El reputado director ingles, Mike Leigh, se toma su tiempo con la acción, cuidando cada una de las tomas, algunas de verdadera calidad pictórica inspiradas en Vermeer. El resultado es delicioso, su acción lenta, se toma su tiempo para llevar al espectador y a los diferentes personajes hasta el clímax. Un clímax que, aún sabido, enerva por lo familiar que resulta. Por mostrar como las guerras las ganan los políticos y los generales y siempre las pierden los trabajadores. Trabajadores que son obligados a pagar precios abusivos por los productos de primera necesidad que venden los terratenientes británicos. La cinta también muestra el comienzo de la industrialización y los inicios del movimiento obrero, y lo hace sin panfletismos ni soflamas. De manera sutil, casi documental. Sin embellecerlo ni magnificarlo. Un tipo de cine que, nos tememos, está condenado a desaparecer más allá del circuito de festivales.
Con un magnífico reparto, en el que no destacan grandes estrellas, La tragedia de Peterloo se presentó en la pasada edición del Festival Internacional de Cine de Venecia, y en la sección oficial de la reciente tercera edición del Festival Internacional de Cine de Barcelona-Sant Jordi (BCN Film Fest), donde obtuvo el premio Educacine.
STEVE BANNON, EL GRAN MANIPULADOR (The Brink, Alison Klayman, 2019)
USA Duración: 93 min. Música: Ilan Isakov, Dan Teicher Fotografía: Alison Klayman Productora: RYOT Films. Distribuida por Magnolia Pictures Género: Documental
Sinopsis: Crónica sobre la vida personal y la carrera profesional de Steve Bannon, el estratega político responsable de la campaña electoral de Donald Trump, que se marcó como propósito extender por el país y el mundo el nacionalismo ultraderechista.
El que fuera asesor y jefe de estrategia de Donald Trump durante la campaña que le llevó a la Casa Blanca y los primeros meses de su mandato, así como artífice e ideólogo del brexit, ha dedicado los últimos dos años a erigirse en el referente aglutinador de las diversas fuerzas neofascistas que aspiran, este mes de mayo, a entrar con fuerza en el Parlamento Europeo.
Alison Klayman muestra al objeto de su estudio en su salsa: reuniones, entrevistas, conferencias… pero también en la trastienda, devorando comida basura y consumiendo continuamente bebida energética, así como haciéndose multitud de fotografías con «las dos espinas a los lados y la rosa en el medio» (o sea, la mujer entre dos hombres). Steve Bannon, que se considera, textualmente, señalado por la Divina Providencia, es socarrón, casi simpático. Y vende su proyecto bajo el nombre de nacionalismo económico. Pero no nos engaña: a pesar de que en varios momentos del documental se invita a la directora a salir de diversas reuniones, para que su contenido no transcienda, se incluyen pequeñas y no tan pequeñas muestras de lo que en verdad está sucediendo. Tanto a él como a sus colaboradores se les escapan pequeñas perlas, pistas que retratan la catadura moral y política del personaje. Y es que la referencia que el mismo Bannon hace sobre Leni Riefenstahl no es gratuita, aunque su forma de adecuar su discurso, acomodando en el mismo cuando le conviene la mentira, nos recuerda mucho más a Goebbels. Y es que Steve Bannon es un alumno aventajado del jerifalte nazi, que tanto sabía sobre el poder de la propaganda sobre la población. Y se comprende que cuando no se está destrozando la salud con bebidas energéticas, Bannon esté siempre pendiente de su teléfono móvil, herramienta que no deja de consultar.
Alison Klayman, Pepito Grillo del ex-asesor muestra sus contactos, además de con líderes ultraderechistas europeos como el ministro del interior italiano Matteo Salvini o el ex líder del UKIP británico Nigel Farage, con políticos pro-brexit, millonarios chinos e incluso sus antiguos compañeros de Goldman Sachs, el banco que gobierna el mundo. Todo lo cual ayuda a desenmascarar al gran manipulador.
Y provocar bastante desazón.
Pues narra como Bannon y todos esos dirigentes ultraderechistas europeos pretenden dinamitar la Unión Europea. Lo que traman, lo que nos cuenta el documental, es inminente. Por eso nos parece fenomenal y muy oportuno que Filmin, en colaboración con #ConUnPack Distribución, lo estrene antes de las elecciones europeas, objetivo primordial de todas estas maquinaciones -no tan- en la sombra.
La película, que tuvo su premier en la reciente edición del Festival de Sundance, ha recibido el aplauso unánime de la crítica estadounidense y constituye una seria advertencia sobre lo que estamos viviendo, con el resurgir de la ultraderecha en países como Francia, Italia, Hungría, Polonia, Bélgica y, nosotros añadimos, España. Fuerzas que Steve Bannon planea aglutinar con objetivos que, más allá de terminar con la Unión Europea, todavía están por aclarar, pero que se adivinan peligrosos y respaldados por poderosos intereses. Un magnífico documental que debería pasarse en todas las televisiones públicas en horario de máxima audiencia. Quizás todavía estemos a tiempo de pararlo.
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