¡Bruja, más que bruja!: zarzuela, humor y esperpento
Celebrando su 40º aniversario de estreno, A Contracorriente edita, en versión remasterizada, una de las obras menos vistas de Fernando Fernán-Gómez, «¡Bruja, más que bruja!», una sorprendente comedia musical de carácter costumbrista totalmente adelantada a su época y que contó con un pase especial en la última edición del Festival de Cine de Málaga y una corta carrera en salas cinematográficas.
¡Bruja, más que bruja! (Fernando Fernán-Gómez, 1977)
A Contracorriente (DVD/Blu-ray)
España. Duración: 92 min. Guión: Fernando Fernán-Gómez y Pedro Beltrán Música: Carmelo Bernaola Fotografía: Polo Villaseñor Productora: Laro Films Género: Comedia.
Reparto: Francisco Algora, Emma Cohen, Mary Santpere, Fernando Fernán Gómez, Estela Delgado, Fernando Sánchez Polack, José Luis Barceló, Manuel Ayuso
Sinopsis: Al volver del servicio militar, Juan (Paco Algora), se encuentra que su tío Justino (Fernando Fernán-Gómez), cacique del pueblo, se ha casado con la novia de éste, Mariana (Emma Cohen). Juan acudirá a la bruja del pueblo (Mary Santpere) para que le ayude a vengarse de su tío y así heredar y liberar a su amada.
«Hice ‘Bruja, más que bruja’ cuando la gente veía la zarzuela como algo muy respetable. Yo quería que fuera una película muy fea y muy mal hecha, pero que hubiera divertido mucho al espectador. Y esto, no lo conseguí. Hay, me parece, 7 u 8 personas no más a los que les parece una película magnífica y curiosísima, pero como te digo, son 7 u 8, y entre ellas, 2 son franceses.»
Fernando Fernán-Gómez es, para el grueso del público más joven y el españolito educado por bellacos programas televisivos e internet, ese señor mayor que tenía tan mal genio y tanta mala gaita. Para las generaciones anteriores es, afortunadamente, uno de grandes del cine español. Fantástico actor y director. Un hombre libre y de gran personalidad que hizo de su vida un sayo hasta el final. Nacido en Perú, por ser sus padres cómicos y estar de gira por entonces por Sudamérica, estudió Filosofía y letras pero la sangre es la sangre y su vida se dirigió hacia los escenarios y más tarde al cine. Además de actuar y dirigir fue un prolífico escritor: desde novela a ensayo y de literatura infantil a poesía. Tras casarse con María Dolores Pradera, con quien tuvo dos hijos, fue pareja de la joven Emma Cohen desde que se conocieron en 1973 hasta el fallecimiento de Fernán-Gómez en 2000.
Más de 200 películas como actor, 30 como director, en la mayoría de ellas también autor del guión, avalan parte del genio de este iconoclasta creador, de entre cuyas obras, Bruja, más que bruja es otro perfecto ejemplo de esa genial forma de ver la vida y el cine que ya despuntó desde bien temprano, con su primera obra, Manicomio (1954), que dirigió conjuntamente con Luis María Delgado, uno de los grandes olvidados del cine español.
Zarzuela, humor y esperpento: «¡Bruja, más que bruja!»
El propio director dejaba bien clara su intención sobre como quería hacer la película en su ‘Nota para el posible productor’ que la copia en DVD y Blu-ray de A Contracorriente incluye como obsequio, «Esta película no quedará muy bien hecha; no resaltará por su perfección formal, por sus valores plásticos. (…) Los comparsas, los coros, los bailarines (?) no serán muy expertos ni manifestarán nunca un gran entusiasmo por su oficio.» Esa y no otra era la intención del director. La exageración, el feismo premeditado como espita para provocar el humor. Algo que, visto ahora y tras otros experimentos posteriores de corte similar como los realizados por José Luis Cuerda, parece más que evidente, pero que en la época no lo supo entender o valorar toda la crítica. Y esto lo hemos descubierto tras bucear en hemeroteca. El motivo de haberlo hecho es haber visto un viejo recorte de la época publicado en la prensa durante la tercera semana de su estreno en el Alexandra de Barcelona que contenía una frase que nos llamó la atención: ‘Público y crítica divididos.’
Y así, esto es lo que leímos en la crítica de su estreno en Barcelona, realizada por A. Martínez Tomas y publicada en La Vanguardia: «La película es mala de remate. Un bodrio extravagante, realizado -no llegamos a ver claro con cuáles intenciones.» Martínez demuestra estar totalmente desorientado o no tener ningún tipo de sentido del humor. Tras calificar de gratuitos los desnudos de Emma Cohen, con los que, para el crítico, la actriz «se coloca a la altura, en este terreno, de Ágata Lys» concluye: «A veces la intención humorística o irónica excusa y hasta puede justificar los mayores errores, pero todo tiene, en verdad, un límite. Si no hay ingenio, o éste se sustituye, sólo con mala intención, los resultados suelen ser diferentes. Como ocurre exactamente en este filme.» Desde luego Fernando Fernán-Gómez sabía a lo que se exponía, no en vano describió su película como «un experimento muy arriesgado (…) mezcla de sátira, de ironía y de parodia de la zarzuela y del musical.» Rodado con la única intención de divertir al espectador.
Muy diferente fue recibida la cinta por Donald, crítico del ABC, que supo entender la intención del cineasta: «La intención de la película se cumple: alcanza la cota cómica deseada y en todo momento evidencia su sentido crítico y, sobre todo, se aparta de esos moldes convencionales del género«. Aunque naturalmente puede llegar a comprende que algún espectador quede sorprendido ante lo que sucede en la pantalla: «Es muy posible que su originalidad, por apartarse de esos moldes, choque o desconcierte a más de un espectador, que, de todas maneras, se entregará a la diversión, a la fuerza hilarante.”
Como vemos, la cara y la cruz para una película a la que el tiempo ha tratado divinamente. Vista ahora, ‘¡Bruja, más que bruja!’ mantiene la frescura y la originalidad que tuvo en su momento y que ciertos críticos no supieron ver. Su humor y su estilo se adelantaba unos años al de la trilogía de culto de José Luis Cuerda compuesta por Total (1983), Amanece que no es poco (1989) y Así en el cielo como en la tierra (1995). Y es posible que como reconocimiento y agradecimiento a la deuda que estos títulos y su director mantienen con ¡Bruja, más que bruja! sea por lo que Fernando Fernán-Gómez aparece en el tercero de ellos interpretando el papel más importante de la historia, el de Dios Padre, como no podría ser de otra manera.
Una curiosidad: creo que la productora de este film es la misma que la de «El huerto del francés». La esperanza es lo último que se pierde…
Desde luego hay que tener esperanza, yo creo que al final se editará, pero el problema es con el actual propietario de los derechos que se ve que pide una barbaridad por cederlos. A ver si algún día la soñada edición en condiciones…
Si es así, tendría sentido que esta haya salido y no «El huerto…», porque aquí en España Fernán-Gómez tiene más tirón que Naschy. Paradójicamente seguro que en el extranjero es al revés (y es una pena en ambos casos).