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Diario de Serendipia en Sitges 2011: SEIS
Mañanita completa que comienza con Emergo (Carles Torrens), escrita por Rodrigo Cortés (Buried), film en la linea de Paranormal Activity aunque, por supuesto mucho más inteligente (lo que no es nada difícil). Puro divertimento, ágil, y con algún susto. Carrerita y toca el turno a Lars Von Trier y su Melancholia. Estuve por no ir, la verdad, ya que yo soy un ser bastante primario, al contrario de la otra parte de Serendipia, pero finalmente piqué y… no me arrepiento ya que, aunque tenga que joderme, no puedo decir nada en contra de este film que me pareció entretenido, ingenioso y en varios momentos emocionante, con inolvidables secuencias. Aunque puede que también influyera el que durante su proyección Serendipia aprovechó para comerse un pequeño tentenpié (bocadillo de chorizo concretamente) lo que quizás disfrutó como el que comete un sacrilegio robando en el cepillo de la iglesia.
Y ahora una de las que personalmente esperaba ver con más ganas, Twixt del Sr. Coppola, película que venía acompañada de comentarios poco alentadores. Pero eso de que fuera producto de una pesadilla del director me atraía, la verdad. El film tiena algunos buenos momentos, uno de ellos protagonizado por un enorme (textualmente) Val Kilmer, con eso les digo todo y una Elle Fanning como perdida que, eso sí, al final me puso la piel de gallina. Si definitivamente Twixt proviene de un mal sueño, nos gustaría saber que cenó Coppola la noche anterior para no pasar por sus malas experiencias.
Cerveza y bocadillo para aclarar ideas y despejarse y en una mesa está Antonio Busquets acompañado únicamente por una persona (Alfredo), momento ideal para ir a saludarlo, pero que dilato como el que no quiere que se termine el juego. No hay nada que hacer, vamos para allá y tras un segundo de presentación todo como la seda, oigan. Cascadas y cascadas de conversación y puntos en común. Como de toda la vida.
Tras un corto de animación absurdo, Mi burro, llega el ansiado momento del gore y el mal rollo con The Woman (Lucky Mckee), film que desató expectativas en todo el mundo, tanto que una gran parte de L’Auditori tenía vendidas filas preferentes. Divertida a ratos, defraudó a casi todos ya que, si este es el producto con el que el Festival «quiere probar la resistencia del espectador ante el terror llevado al extremo«, es que el «Síndrome Serbian Film» ha hecho mella en el certamen. Esperemos que no…
The Woman fue más una película ideal para maratón nocturno, ya que, sin ir más lejos el año anterior en uno de ellos se pudo ver un artefacto más brutal y efectivo como fue la nueva versión de I Spit on your Grave (Steven R. Monroe), que ofreció más violencia, más mal rollo, más sangre, más sexo y en general más diversión. A destacar, eso sí, la actuación de Pollyanna McIntosh como la mujer salvaje, con un salvajismo que se queda corto ante los dos protagonistas masculinos de la cinta. Pollyanna, resultó ser toda una belleza con la que pude conversar brevemente en castellano, ya que lo hablaba perfectamente al haber estado criada en la tierra de Juan Valdés.

Que alta, que simpática y que bien proporcionada está Pollyanna (The Woman) McInstosh (Foto Serendipia)
Después nos retiramos a uno de nuestros remansos de paz alejados (pero poco) del bullicio del Festival. Un lugar donde te sirven la cerveza al mismo precio que en los chiringuitos que hay alrededor de l’Auditori aunque, al lado de la playa, en silencio y sobre un mantel blanco atendido por serviciales camareros. Y es que… ¡Cómo abusan estos chiringuitos con los precios de los alimentos de primera necesidad!… Alguien lo tenía que decir…
Diario de Serendipia en Sitges 2011: CINCO
Otra glorioso día en Sitges… ¡¡¡Pero sin madrugar!!!, ya que nos damos una pequeña tregua (la única en todo el festival) aunque sea sacrificando con dolor The Yellow Sea (Na Hong-jin), cosa que se produjo no sin pocas batallitas entre Serendipia. Son las 11.45, momento en el que tenemos una cita con Takashi Miike en l’Auditori. Hara Kiri:Death of a Samurai es un film preciosista con un 3-D del todo innecesario cuyas dos horas pasan volando: uno no va al servicio; no respira; no se mueve: simplemente se mete en la película. Eso que, sencillamente, sólo pasa con las mejores, aunque defraudando a los que esperaban ser salpicados por chorretones de sangre desde la pantalla al ser una propuesta de factura clásica y exquisita, al igual que lo fue Jane Eyre.
Antes de la proyección nuestro amigo Manu nos avisa de que en la sala está Antonio Busquets y hace amago de presentárnoslo, pero como está un poco lejos y hablando con otras personas, lo dejamos para más tarde. Tras la proyección lo veo y voy hacia él pero… está, como casi siempre, hablando con alguien, así que decido que ya habrá otro
momento. ¡Esto comienza a ser exasperante!.
Bocadillo fugaz y para el Prado, donde nos esperan dos variopintas propuestas: la primera, Barbe Bleue (Catherine Breillat), es una de las varias adaptaciones de cuentos clásicos que se proyectaron durante el festival, que nos defraudó por parecernos sencillamente mala. Mientras que la otra de la noche, Meat (Victor Njeuwejenhuijs y Maartje Seyferth), ofrecía lo que prometía en el trailer, ya que era un film radical repleto de carne y sexo, aunque esa noche no teníamos el cuerpo (ni la mente) para muchos tangos, así que decidimos poner fin a la velada tras visionar una buena parte de ella, prometiendo verla otro día con más atención. Mención especial para corto previo REM, que se trajo su propia claca, por lo que, por supuesto, obtuvo una gran auto-ovación (con «espontáneos» ¡¡Bravos!! y todo) tras el cual gran parte del personal abandonó la sala con la «intima satisfacción del deber cumplido». Esos momentos de gloria irrepetibles… (y de vergüenza ajena).
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