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Nocturna 2015: Primeros títulos e invitados
El Festival Nocturna que se celebrará en Madrid del 25 al 31 de mayo está que arde. Ya están anunciadas las primeras novedades y títulos, así como uno de los invitados estrella. Esta cita con el fantástico comienza a posicionarse entre las imprescindibles. Nosotros, al menos, ya hemos incluido Nocturna en nuestra agenda.
ALGUNOS TÍTULOS
La sección Oficial Fantástico presentará títulos como Infini (Shane Abess, 2015), un film de ciencia ficción en el que un equipo de elite deberá rescatar al único superviviente de un accidente biológico en una estación minera; June ( Gustavo Cooper, 2015) que nos presentará la historia de una niña huérfana que es poseída por un ente sobrenatural que quiere acabar con la humanidad; o Kill me three times (Kriv Stenders, 2014) en la que Simon Pegg encarna al asesino profesional Charlie Wolfe quien recibirá un encargo que lo introducirá en una espiral de muerte y venganza.
Dark Visions, la sección mas indie de Nocturna 2015 nos ofrecerá títulos como III (Pavel Khvaleev, 2015) en la que cuando una extraña epidemia asola una aldea europea, una mujer tratará de salvar la vida de su hermana a través de una serie de rituales que la llevaran a un nuevo mundo dentro de su mente donde tendrá que erradicar sus miedos mas profundos. Hellmouth (John Geddes, 2014) nos devolverá a las películas de género de los años 50 con la historia de un enterrador que viajará hasta el infierno para salvar el alma de una bella mujer.
Madness, la sección oficial que acoge las emociones mas fuertes de Nocturna nos ofrecerá títulos como Lost after dark (Ian Kessner, 2014), todo un homenaje a los salseros de los 80 en la que un grupo de adolescentes se enfrentarán a un sádico asesino caníbal. También se podrá ver Headless (Arthur Culliper, 2015) el slasher que se podía ver en Found (la película fue presentada en el festival el año pasado) y en la que simulando un slasher perdido realizado en 1978 nos presenta a un asesino enmascarado que se deja llevar por una espiral de canibalismo, asesinato, y necrofilia.
Dentro de la sección Panorama podrá verse Monsters: Dark Continent (Tom Green, 2014) que transcurre siete años después de los hechos del film de Gareth Edwards. Las zonas infectadas se han extendido por todo el mundo mientras la humanidad lucha por su supervivencia.
FREEDY GOES TO NOCTURNA
Robert Englund (Glendale, California), conocido mundialmente por interpretar el papel de Freddy Krueger en la serie Pesadilla en Elm Street, cuyo título inaugural se proyectará en el Festival con motivo de los 30 años de su estreno en nuestro país, recibiría el premio Maestro del Fantástico, y además presentará el estreno español de sus dos últimas películas. En la sección Panorama veremos The Last Showing (Phil Hawkins, 2014) en la que Englund interpreta a un proyeccionista que tras ser despedido decide vengarse convirtiendo a una pareja de espectadores en los involuntarios protagonistas de su película de terror. Y en la sección Oficial Madness se verá Fear Clinic en la que Robert Englund da vida a un doctor trata de curar las fobias de sus pacientes con medios muy poco ortodoxos.
El Festival Internacional de Cine Fantástico de Madrid, NOCTURNA 2015 es una producción de La Cruzada Entertainment con la colaboración de Scifiworld Entertainment.
Si quieres saber más sobre el Festival Internacional de Cine Fantástico de Madrid, NOCTURNA entra en su página web:
‘Blade Runner’ vuelve a los cines el 18 de marzo
El montaje final y definitivo de Ridley Scott se estrenará en 35 pantallas de nuestro país
Visualmente espectacular, llena de acción, visionaria y precursora desde su estreno, Blade Runner regresa a los cines en su montaje final y definitivo de Ridley Scott. La película vuelve a la cartelera treinta y tres años después de su estreno original en 1982 –cuando logró más de un millón de espectadores- y ocho años después de su último estreno en 2007, cuando se proyectó el montaje final del director.
En un papel sobresaliente como Rick Deckard, policía del siglo XXI, Harrison Ford despliega su masculino y a la vez vulnerable porte en este oscuro thriller futurista. En una época donde la alta tecnología resplandece entre un decadente entorno social y urbano, Deckard da caza a replicantes rebeldes, con instintos asesinos, mientras se siente atraído por una mujer cuyos secretos pueden debilitar su alma.
A continuación, la relación de ciudades y cines en los que se exhibirá la película a partir del próximo miércoles 18 de Marzo.
Madrid |
Cines Princesa |
Madrid |
Cinesa Manoteras |
Madrid |
Dreams Cinema Palacio Hielo |
Madrid |
Yelmo Cines Ideal |
Barcelona |
Balmes Multicines |
Barcelona |
Renoir Floridablanca |
Barcelona |
Yelmo Cines Icaria |
Zaragoza |
Cines Aragonia |
Pozuelo De Alarcón |
Kinepolis Madrid |
Valencia |
Cines Babel |
Valencia |
Yelmo Mercado Campanar |
Alcobendas |
Kinepolis Diversia |
Alicante |
Kinepolis Plaza Mar 2 |
Bilbao |
Multicines |
Cornellá De Llobregat |
Cinemes Full Hd |
Coruña (A) |
Cantones Cines |
Girona |
Albeniz Cinemes |
Granada |
Cinema Neptuno 2000 |
León |
Van Gogh |
Mairena Del Aljarafe |
Metromar Cinemas 12 |
Málaga |
Albeniz |
Málaga |
Yelmo Cines Plaza Mayor |
Palma De Mallorca |
Cines Ocimax |
Pamplona |
Golem Yamaguchi |
Paterna |
Kinepolis Paterna |
Puerto De Santa María (El) |
Bahia Mar |
Pulianas |
Kinepolis Granada |
Salamanca |
Minicines Van Dyck |
San Cristóbal De La Laguna |
Multicines Tenerife |
San Sebastián |
Trueba |
Santander |
Peñacastillo Cinemas |
Sevilla |
Minicines Avenida-Vistarama |
Valladolid |
Cines Broadway |
Vitoria |
Cine Florida |
Zamora |
Multicines Zamora |
Blade Runner se estrena en España el próximo 18 de Marzo del 2015
‘La piel quemada’ de Josep María Forn se proyectará con la presencia del director
Josep Maria Forn
Director (15 largometrajes y 8 cortos), Guionista, (18 largometrajes y 19 cortos), Productor (30 largometrajes y 62 cortos). Presidente de honor de la PAC. Ex director general de Cinema de Catalunya (1985-1989)
De toda su filmografía destacan Muerte al amanecer (1961); La vida privada de fulano de tal (1961); La piel quemada (1966); Companys, procés a Catalunya (1979); Subjudice (1998), (Premio del Festival de Málaga) y El coronel Macià (2006). De entre sus producciones destacan títulos como La ciutat cremada, Ocaña, retrato intermitente y Un cos al bosc, entre otras.
CONSULTAR HORARIOS EN:
Vamos de estreno (o no), viernes 13 de marzo 2015
CHAPPIE (*****)
Año: 2015 País: Estados Unidos Duración: 120 Género: Ciencia Ficción Dirección: Neill Blomkamp Reparto: Sigourney Weaver, Hugh Jackman, Dev Patel, Sharlto Copley Distribuidora: Sony Pictures Productora: Columbia Pictures, Media Rights Capital, Alpha Core
Como en Distrito 9, Blomkamp vuelve a tomar un corto suyo previo, Tetra Vaal, como punto de partida para contarnos la peripecia de Chappie (al que Sharlto Copley, actor fetiche del director, le presta voz y captura de movimientos), el primer robot consciente de sí mismo, una Inteligencia Artificial autónoma que no se diferencia de los humanos salvo porque es capaz de desarrollar un intelecto superior al de los hombres. En este esquema ya visto, la novedad es que Chappie no está predeterminado por su programa, al contrario su programación tiene como característica que se desarrollará por sí misma y sería inmortal de no ser porque su cuerpo no puede recargarse. Todo ello arropado por una trama que nos lleva a un Johannesburgo futuro, asolado por la delincuencia (un paisaje apocalíptico al modo de Mad Max) a la que se puede combatir gracias a los androides creados por Deon Wilson (Dev Patel), ingeniero de una empresa diseñadora de armas para la policía. El rival de Wilson es Vincent Moore (Hugh Jackman), creador del prototipo Alce (una especie de tanque con patas sin inteligencia propia), que ve como su proyecto es puesto aparte por culpa de los androides de Wilson. Cuando Wilson introduzca una nueva variante de su programa que permite esa Inteligencia Artificial inagotable, empezarán los problemas. (crítica completa aquí)
PURO VICIO (*****)
Año: 2014 País: Estados Unidos Duración: 148 Género: Noir paródico Dirección: Paul Thomas Anderson Reparto: Joaquin Phoenix, Josh Brolin, Katherine Waterston, Owen Wilson, Reese Witherspoon, Benicio del Toro Distribuidora: Warner Bros. Productora: Warner Bros. Pictures / Ghoulardi Film Company
La séptima película de Paul Thomas Anderson es la adaptación de la séptima obra de Thomas Pynchon cuyo argumento es casi el de una novela negra clásica. Casi porque aquí los lugares comunes del género están tratados con la distancia irónica que caracteriza a los homenajes paródicos. Es un noir desarrollado desde la visión alucinada de un hippie detective politoxicómano, Doc Sportello (un inspirado Joaquin Phoenix). Estamos en la California de finales de los sesenta, después de mucho tiempo sin verse, su ex, Shasta (Katherine Waterston), una seductora «femme fatale», le pide ayuda debido a los planes de hacer desaparecer a su amante, un magnate inmobiliario que pretendía devolverle a la sociedad todo lo que había expoliado. Este es sólo el cabo del ovillo que es la enmarañada trama en la que se mezclarán el tráfico de drogas, las mafias orientales, la corrupción, la inestabilidad política del momento, las alusiones a Manson y sus acólitas, moteros nazis trabajando como guardaespaldas de un judío, y un sinnúmero de personajes esperpénticos.
El cine negro tuvo su época dorada en la década de los cuarenta y en El sueño eterno alcanzó una de sus cumbres. El clásico de Hawks es el epítome del género por excelencia, una suerte de compendio de los motivos arquetípicos entre los que no es menor el de exponer un embarullado argumento difícil de seguir. Y es que en el negro importa más la atmósfera y el retrato que el sentido narrativo. Anderson lo sabe bien y ha logrado dar ese toque a su cinta, pero retorciendo todavía más las digresiones narrativas. Tal se diría que estamos ante una pesadilla psicodélica fruto del consumo desbocado de estupefacientes (mientras la vemos nuestras neuronas establecerán conexiones con otras piezas inclasificables y alucinógenas como El gran Lebowski y Miedo y asco en Las Vegas).
Su título ‘Inherent Vice’ (aká traducido equívocamente como Puro vicio) se refiere al término legal conforme al cual se designa el vicio oculto que adolece una cosa de tal modo que provoca su deterioro, en el que se apoyan las aseguradoras a la hora de abonar a la baja sus indemnizaciones. Esa es la pista sobre cómo interpretar la peripecia de los personajes, todos ellos parecen estar al borde de la desintegración, moviéndose por un Los Ángeles fantasma, metáfora del sueño americano que no fue. Una melancolía sonámbula (acrecentada por la voz en off del narrador testigo) trufa esta cinta repleta de humor marciano, que Anderson recrea con una planificación enamorada de los primeros planos de su crisol coral. Como si quisiera hacernos transitar por su misma derrota, en su acepción marinera (rumbo o dirección que llevan en su navegación las embarcaciones), claro, pero también por su condición de vencidos, de perdedores.
Puro vicio es todo un ejercicio de antiépica que nos regala algunos momentos de antología (a destacar el excelente el trabajo de Robert Elswit, habitual director de fotografía de Anderson), pero que acusa (mal) su excesivo metraje. Y es que Anderson no pasará a la historia por su capacidad de síntesis, su denso universo personal se lo impide, y eso, en esta obra en concreto, se nos antoja un lastre. Hubiéramos preferido un trabajo más ágil, como el de Embriagado de amor (esa otra comedia extraña que nos regalaba en 2002), que compensara con un ritmo más dinámico el abigarramiento argumental, haciendo más claro el retrato y sirviendo mejor a la ironía. Reparo personal que no nos impide ver que nuevamente nos ha brindado una pieza singular que para sus fans acérrimos (que los tiene y muchos) podrá considerarse de culto instantáneo.
Chappie, un Frankenstein Naíf
Sentemos el principio: el ser humano es el animal que se cuenta fábulas. Y los relatos parecen inagotables, pero si los desnudamos de sus ropajes argumentales descubrimos que las historias se limitan a unas pocas estructuras y unos pocos temas que se repiten. Es más, si las sometiéramos a un ejercicio de reduccionismo extremo veríamos que todas las historias acaban hablando del amor y de la muerte, por separado cada uno o en la dialéctica que los relaciona. Eterno danzar de lo erótico y lo tanático.
Uno de las motivos más repetidos es el del asalto prometéico, esto es el de la posibilidad (o no) de transgredir los límites y alcanzar la capacidad de componer el poema que ponga en pie a la materia, dicho en clave romántica. Y donde ponemos poema podemos poner creación. La voluntad de disolver nuestras limitaciones para convertirnos en dioses. Hace poco hablábamos en este blog de una de las últimas revisiones del mitema: Ex machina la ópera prima de Alex Garland como director, con la Inteligencia Artificial como telón de fondo. Hoy traemos otra, Chappie, el tercer largo de Neill Blomkamp. Siendo ambas películas hermanas, no podrían estar más en las antípodas una de otra. La película de Garland es una pieza de cámara en la que tiene mayor peso el diálogo que la acción, mientras que Blomkamp, en su línea habitual, nos trae un ejercicio de Ciencia Ficción mainstream en el que la reflexión viene servida como excusa para la acción y el derroche de efectos especiales.
Como en Distrito 9, Blomkamp vuelve a tomar un corto suyo previo, Tetra Vaal, como punto de partida para contarnos la peripecia de Chappie (al que , actor fetiche del director, Sharlto Copley, presta voz y captura de movimientos), el primer robot consciente de sí mismo, una Inteligencia Artificial autónoma que no se diferencia de los humanos salvo porque es capaz de desarrollar un intelecto superior al de los hombres. En este esquema ya visto, la novedad es que Chappie no está predeterminado por su programa, al contrario su programación tiene como característica que se desarrollará por sí misma y sería inmortal de no ser porque su cuerpo no puede recargarse. Todo ello arropado por una trama que nos lleva a un Johannesburgo futuro, asolado por la delincuencia (un paisaje apocalíptico al modo de Mad Max) a la que se puede combatir gracias a los androides creados por Deon Wilson (Dev Patel), ingeniero de una empresa diseñadora de armas para la policía. El rival de Wilson es Vincent Moore (Hugh Jackman), creador del prototipo Alce (una especie de tanque con patas sin inteligencia propia), que ve como su proyecto es puesto aparte por culpa de los androides de Wilson. Cuando Wilson introduzca una nueva variante de su programa que permite esa Inteligencia Artificial inagotable, empezarán los problemas.
La aventura de Chappie permite que Blomkamp vuelva a plantear viejos interrogantes en clave de humor para todos los públicos. Su criatura es un niño ingenuo que nos recuerda al Número 5 de la ochentera Cortocircuito (1986, John Badham), pero con un punto de mayor autoconciencia. A través del robot podemos reflexionar sobre la condición humana, nos identificamos con él cuando pregunta a su creador por qué le ha dado una inteligencia personal si lo ha atado a un cuerpo condenado a perecer. El sudafricano nos asoma al dualismo con herramientas del Siglo XXI, el envoltorio carnal (de titanio para Chappie) es perecedero, de ello no nos cabe duda, la incógnita es qué pasa con la conciencia, ¿podría perpetuarse si consiguiéramos aislarla y remitirla a otro cuerpo sin fecha de caducidad? A este núcleo lo acompañan derivaciones suyas como la del discernimiento entre el bien y el mal, la inclinación humana a la mentira y la manipulación, pero también a la virtud (con el perdón como horizonte), lugares comunes orquestados dentro de un canto a la importancia del sentimiento. Y todo esto desde el ánimo de la acción cartoonesca y el humor naíf. Un festín visual con la partitura electrónica de Hans Zimmer contrapunteando la intriga.
El principal problema de Blomkamp son las expectativas que se proyectaron sobre él tras su debut en el largo. Esperar más de él es lo que llevó a ver Elysium como una decepción, cuando es un más que correcto ejercicio que no pretende ser profundo pero que sí cumple con la función de introducir notas reflexivas a una obra en la que prima la acción, pensada, además para el público mayoritario (que no se caracteriza precisamente por desayunarse con El Ser y el Tiempo de Heidegger, no sé si me entienden). Y las escenas de acción no se le resisten al sudafricano. También esta Chappie que estamos comentando se busca ejercicio de evasión no reñido con un punto de especulación. Blomkamp cubre un espacio de espectro cinematográfico, el entretenimiento de masas, que no siempre es abordado desde una mirada suficientemente inteligente. Tal vez algún día el sudafricano nos dé la obra redonda que algunos parecen exigirle, pero de momento su carrera está consolidada y sus películas tienen sello propio aunque no sean cumbres.
Chappie nos parece una película simpática, muy coleccionable para los completistas del motivo prometéico. Pero quizás no deban hacerme demasiado caso, al fin y al cabo, aún conservo buena parte de mi alma infantil y Chitty, Chitty, Bang, Bang sigue siendo una de las películas que me llevaría a un retiro espiritual.
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