Las lecturas de Serendipia: ‘Las puertitas del señor López’
LAS PUERTITAS DEL SEÑOR LÓPEZ
Carlos Trillo y Horacio Altuna
Astiberri Editorial. Encuadernación en tapa dura,22.5 x 29.5 cm, 200 páginas en blanco y negro
Considerado, y con razón, uno de los grandes hitos del cómic argentino, Las Puertitas de Señor López relata la rutinaria vida del señor López, un gris y gordito empleado de oficina agobiado por sus jefes, los compañeros de oficina y su esposa, de cuyos furores uterinos huye, al igual que de todos los problemas que se le presentan, hacia un mundo alternativo al que entra por la puerta de cualquier lavabo. Una vez dentro no sabe lo que puede encontrar: podrá ser un héroe, luchar en combate o, la mayoría de veces, a la mujer de sus sueños. Es un universo interno, íntimo, en el que se refugia ante ese mundo real que tan solo sucede. Ese mundo gris en el cohabita con el señor de negro de Mingote, el Mariano de Forges o el Walter Mitty del escritor y humorista gráfico James Thurber. Un mundo que amenaza por devorarlos en cualquier momento si no se bajan regularmente de él.
En Las puertitas del señor López que Astiberri edita, por expreso deseo de Horacio Altuna, con el texto adaptado al español peninsular y rotulado de nuevo, se han reproducido las planchas con gran fidelidad, de manera que pueden verse los trazos, correcciones, salidas de línea de viñeta y en algunos casos hasta el lápiz mal borrado… sin duda son lo más parecido al dibujo original que podemos encontrar y están impresos en un papel de textura rugosa y tono ligeramente amarillento que resulta ideal para este tipo de ilustración. Estas históricas páginas de Altuna y Trillo tienen un carácter totalmente atemporal y pueden leerse hoy como cuando se publicaron por primera vez, a finales de los setenta, de forma serializada en dos revistas de la editorial argentina Ediciones de la Urraca, El Péndulo (1979) y Hum® (1980), conviviendo con la dictadura argentina y la falta de libertad de expresión.
Las puertitas del señor López se recopiló por primera vez en Argentina en 1988 en un tomo de Ediciones de la Urraca que reunía en sus 144 páginas 25 historietas. Un recopilatorio que contó con una segunda parte con 12+1 historias más. Los argentinos tuvieron que esperar hasta 2006 para ver la serie editada íntegra, en esta ocasión por Clarín. Tanta fue la importancia de esta obra de Trillo y Altuna que fue adaptada al cine en 1988 en un film dirigido por Alberto Fischerman con Lorenzo Quinteros como el Sr. López. También la prolífica revista argentina de cómics Puertitas, editada por Trillo y en la que se publican obras de Bernet, Joe Kubert, Manara y el mismo Altuna, entre otros, debe su nombre a esta obra, así como también un programa de la televisión argentina.
En España la obra ha sido editada en diversas ocasiones, todas en forma tomo, a pesar de que la memoria nos ha jugado una mala pasada, pues pensábamos erróneamente que se había publicado previamente por entregas en Comix Internacional, algo que no nos hubiera extrañado nada del responsable de la primera edición íntegra, Josep Toutain, que lo recopiló en dos tomos de 96 y 104 páginas en los años 1983 y 1984 respectivamente. Previamente, en 1981, Ediciones Vilán había publicado un tomo de 48 páginas y con posterioridad a la edición de Toutain, Planeta DeAgostini publicó la serie completa en un único tomo de 200 páginas que salió a la venta en 2009.
Después de años de permanecer agotado, y tras haber hecho lo propio con otras dos obras del tándem creativo formado por Carlos Trillo y Horacio Altuna –El último recreo (2017) y Charlie Moon (2019)–, Astiberri recupera este cómic, que permanece tan vigente y fresco como cuando se publicó por primera vez en 1979.
Horacio Altuna dejó la carrera de Derecho para hacer lo que más le gustaba, que era dibujar cómics, comenzando a dibujar en 1965 la versión argentina de Superman, Super Volador. Trabajando más tarde para el mercado internacional, concretamente para Charlton en Estados Unidos y los sellos británicos Fleetway y Thompson, para los que dibuja muchos guiones de aventura juvenil o bélicos sin firma. En 1974 comienza a trabajar con Carlos Trillo, con el que realizan para Clarín El loco Chávez, además de este Las puertitas del señor López y otras, mientras sigue trabajando para el extranjero y mantiene su colaboración con Clarín. Su estilo se va asentando y comienza a destacar su interpretación de la belleza femenina. En 1982 se afinca en Sitges y trabaja para Toutain, así como para Playboy, donde sus mujeres protagonizarán historietas eróticas. La relación con Trillo se truncará y ya, como autor completo,
Horacio Altuna ha continuado su carrera durante el siglo XXI. Hay que destacar su ímpetu en defensa de los derechos de autor, hasta el punto de convertirse en el presidente de la Asociación Profesional de Ilustradores de Cataluña en 2007. Ha sido merecedor del premio Yellow Kid (1986) y del Gran Premio del Salón de Barcelona (2006).
Por su parte Carlos Trillo inició una larga relación profesional con Jordi Bernet, así como con Eduardo Risso y Carlos Meglia, entre muchos otros, dedicando su vida al cómic hasta su fallecimiento en Londres en 2011.
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