El cine en zapatillas: Las lágrimas de Jennifer (Regia Films)
LAS LÁGRIMAS DE JENNIFER (Perché quelle strane gocce di sangue sul corpo di Jennifer?, Giuliano Carnimeo, 1972)
ITA. Duración: 90 min. Guion: Ernesto Gastaldi Música: Bruno Nicolai Fotografía: Stelvio Massi
Formato Pantalla: 2,35:1 (16/9) Anamorphic Widescreen Audio: Castellano, Italiano Subtítulos: Castellano
Reparto: Edwige Fenech, George Hilton, Paola Quattrini, Franco Agostini, Annabella Incontrera, Giampiero Albertini, George Rigaud, Ben Carrà, Carla Brait, Oreste Lionello
Sinopsis: Las modelos de fotografía Jennifer (Edwige Fenech) y Marilyn (Paola Quattrini) conocen al arquitecto Andrea Antinori (George Hilton), quien busca rostros para vestir el catálogo de una nueva promoción de viviendas. Andrea ofrecerá a las modelos ocupar un apartamento libre en un lujoso edificio donde recientemente se han cometido los asesinatos de dos mujeres jóvenes. Al poco tiempo de vivir allí, Jennifer comenzará a sentirse acosada por una amenazadora presencia. El comisario Enci (Giampiero Albertini), encargado de la investigación de los crímenes, tratará de resolver el caso antes de que el misterioso asesino logre acumular más víctimas…
Es toda una lástima que Giuliano Carnimeo no rodara ningún giallo más. Y es una lástima porque Las lágrimas de Jennifer, sin ser especialmente innovador, es un muy eficaz film que utiliza todos los recursos del subgénero de manera eficaz, dando al aficionado más de lo esperado. Glamour, muerte, asesino enmascarado con guantes (en este caso quirúrgicos), sectas post-hippie, esoterismo y noche, pues los protagonistas de la película de Carnimeo viven y respiran de noche, son seres nocturnos.
Los crímenes están bien resueltos y el asesino terminarán siendo, como es habitual, el menos sospechoso. Pero la gracia del giallo estriba, más que en descubrir quien es el asesino, anodino en la mayoría de casos, en sus colores, en su estética y en el vestuario de las protagonistas, y en este caso concreto, Edwige Fenech parece cambiar de modelo en cada plano, consiguiendo estar siempre perfecta y llena de glamour. Si a esto añadimos la presencia del socorrido George Hilton y del argentino George Rigaud (el San Valentín del díptico de Fernando Palacios) y la música de Bruno Nicolai tenemos un giallo de lo más completo. Elegante y modélico.
Una nueva entrega de la Colección Giallo de Regia Films de obligada presencia en sus videotecas.
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