VAMOS DE ESTRENO (o no) * Viernes 15 de diciembre *
SE ARMÓ EL BELÉN (The Star, Timothy Reckart, 2017)
USA. Duración: 86 min. Guion: Carlos Kotkin, Simon Moore, Tom Sheridan Música: Mark Mancina, Thomas Newman Productora: Sony Pictures Animation / Franklin Entertainment / Affirm Films / Jim Henson Company Género: Comedia de animación.
Sinopsis: Bo es un burrito pequeño, pero valiente, que anhela una vida más allá de su rutina diaria en el molino del pueblo. Un día reúne el coraje necesario para cumplir la aventura de sus sueños. En su viaje conocerá a Ruth, una adorable oveja que ha perdido su rebaño, y a Dave, una paloma con grandes aspiraciones. Durante su camino, en el que siguen una Estrella muy especial, encontrarán además a tres camellos y a otros excéntricos animales. Todos ellos se convertirán en los héroes no reconocidos de la primera Navidad.
Una fábula navideña protagonizada principalmente por animales a la que hay que agradecer que, al menos, recuerde a todos lo que se supone se celebra durante estas fiestas que se nos vienen encima. Y no es poco teniendo en cuenta la pérdida de la identidad que la Navidad tiene que afrontar tras semejante avalancha de mercadotecnia, luces, comercio salvaje y menús pantagruélicos. Se armó el belén (que comparte título con una comedia de Sáenz de Heredia protagonizada por el inefable Paco Martínez Soria), narra de nuevo la historia más grande jamás contada edulcorando sus pasajes más duros, otorgando look princesa Disney a la Virgen María y añadiendo humor a la historia del cornudo más famoso de la historia, con buena animación y un tono cómico contando como protagonistas principales con Bo, un burrito, y Dave, un palomo canalla que son amigos y que quieren ver mundo y que aspiran a formar parte de grandes acontecimientos. Las serendipias que se producirán en el camino les convertirán (junto a otros amigos que se cruzarán), en piezas fundamentales en el nacimiento de Jesús, dando de paso ocasión al filme de ofrecer a los pequeños espectadores las tan esperadas como siempre necesarias consignas de que la amistad, la diferencia, la familia y el bien deben prevalecer y cuidarse.
Una película correcta, divertida y entretenida también para los adultos de la que, es de esperar, no se rodará segunda parte…
LA HERIDA (Inxeba, John Trengove, 2017)
Sudáfrica/Alemania/Holanda/Francia Duración: 88 min. Guion: Malusi Bengu, Thando Mgqolozana, John Trengove Música: João Orecchia Fotografía: Paul Ozgur Productora: Riva Filmproduktion / Das Kleine Fernsehspiel / ZDF/Arte Género: Drama
Reparto: Nakhane Touré, Bongile Mantsai, Niza Jay Ncoyini
- Sinopsis: Como cada año, Xolani, obrero solitario, participa junto a otros hombres de su comunidad en un rito iniciático tradicional para jóvenes que están en los últimos años de la adolescencia: serán circuncidados y luego “preparados” para la vida de un hombre de verdad. Kwanda, procedente de una familia acomodada de Johannesburgo y, tutelado por Xolani, recibe las burlas de sus compañeros por ser de ciudad y demasiado sensible. Cuando Kwanda descubre que Xolani está enamorado en secreto de otro de los cuidadores la vida de los tres cambiará radicalmente.
- Premios
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2017: Cinema Jove: Mejor Largometraje – Luna de Valencia
MUCHOS HIJOS, UN MONO Y UN CASTILLO (Gustavo Salmerón, 2017)
- España Duración: 90 min. Guion: Gustavo Salmerón, Raúl de Torres, Beatriz Montañez Música: Nacho Mastretta Fotografía: Gustavo Salmerón Productora: Gustavo Salmerón P.C Género: Documental
- Reparto: Gustavo Salmerón, Julia Salmerón
- Sinopsis: Julita, la madre (Julia Salmerón), ha cumplido todos sus sueños de tener una familia numerosa, un mono y un castillo, y ahora sufre los efectos de la crisis económica, sin dinero para poder mantener el imponente inmueble, y a base de iniciativa y tacto logra mantener a la familia a flote.
- Premios: Festival de Karlovy Vary: Mejor documental
- Hamptons International Film Festival: Mejor documental
Gustavo Salmerón ha realizado un magnífico documental en gran parte gracias a la complicidad de los participantes en el mismo, su propia familia y en concreto la gran protagonista del mismo, Julita, su estrafalaria madre. Los tiempos están perfectamente medidos; el montaje es ejemplar; la selección musical es impecable y los personajes quedan perfectamente retratados.
Con la excusa de la búsqueda de unas vértebras pertenecientes a la abuela materna, ejecutada por los comunistas durante la Guerra Civil y guardadas en una caja de hojalata por el abuelo, comenzará este itinerario sobre la familia y su entorno, en el que se acumula tal cantidad de desechos que convierten la casi totalidad de las habitaciones del domicilio, en trasteros. Unos trasteros repletos de objetos inútiles, inservibles, acumulados durante toda una vida sin tirar nada. Incluso las cenizas de los difuntos tienen su espacio entre zapatos y vestidos de muñeca. Nada se desecha, todo se conserva.
Como bien dice uno de sus hijos: «Todo parte del caos«. Y el caos es la protagonista, pues todo gira alrededor de Julita Salmerón y sus objetivos en la vida, que marcarán la existencia de toda su familia hasta el punto de sumirla en la miseria con tal de hacerlos realidad. El título del film, Muchos hijos, un mono y un castillo conforman las ambiciones de esta buena señora, que como veremos en este festín de Diógenes y horror vacui, vio cumplidos todos sus anhelos cuando, tras tener seis hijos, perder un séptimo y comprarse un mono del que se tuvo que deshacer cuando se asilvestró, heredó una fortuna y se la dilapidó en un castillo y en una desaforada carrera de ostentación materialista: pavos reales, cochinillos, cuadros, esculturas, ponis… todo con «buena cara y con alegría«, si, pero con el horror y la demencia a la vuelta de la esquina.
Recomendaba encarecidamente el otro día desde su columna del Periódico de Catalunya Ángeles González-Sinde este documental, enfocándolo sobre la protagonista y opinando que «si en lugar de ser mujer y perteneciente a esa generación, Julita hubiera nacido hombre en otro tiempo, hubiera encontrado el modo de canalizar su desbordante imaginación y toda esa energía creadora en algún oficio artístico«, pero son las obsesiones de Julita, mujer y cabeza de familia, y sus infantiles caprichos, los que llevan a la familia a la ruina, agravada por su obsesión por acumular todo tipo de objetos, muchos de ellos inútiles, de forma enfermiza, aberrante.
Lo que para Sinde es un «enorme humor que nos hace reír a carcajadas, optimismo y vitalidad» puede verse también como una decadencia, una entrada en la senectud que tiene mucho de fin. Julita hace parecer a los Panero de El Desencanto (Jaime Chávarri, 1976) como todo un legado de coherencia y cordura que, si provoca risas es, en todo caso, producidas por la perplejidad y el disparate de las situaciones. Unas risas que dejan un innegable regusto amargo y, para nada, optimista.
ALANIS (Anahí Berneri, 2017)
- Argentina. Duración: 82 min. Guion: Anahí Berneri, Javier Van De Couter Música: Nahuel Berneri Fotografía: Luis Sens Productora: Varsovia Films Género: Drama
- Reparto: Sofía Gala, Dante Della Paolera, Santiago Pedrero, Dana Basso, Silvina Sabater
- Sinopsis: Alanis es trabajadora sexual, tiene un hijo y comparte piso en el centro de Buenos Aires con Gisela. Ambas mujeres cuidan del bebé y reciben a sus clientes en el apartamento. Todo cambia cuando dos inspectores municipales irrumpen en su domicilio y detienen a Gisela acusada de trata. Expulsada de su piso, Alanis se traslada temporalmente a casa de su tía. Cuida a su hijo y ofrece en la calle lo que sabe hacer. Siempre en continuo movimiento, Alanis deberá pelear por encontrar su lugar.
- Premios
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2017: Festival de San Sebastián: Mejor dirección, Mejor actriz (Gala)2017: Premios Sur: 4 nominaciones incluyendo mejor director y guion original
“Tres días en la vida de una trabajadora sexual y su pequeño hijo. El cuerpo sexual y el cuerpo de madre como desafío actoral. La intimidad de Sofía Gala Castiglione con su hijo Dante: sus miradas, su trato animal, las tetas, las risas y llantos que me dejaron capturar. Una Buenos Aires multiracial, marginal e inmigrante. Las prostitutas dominicanas que llegaron engañadas con un futuro mejor, las peleas por ganar un lugar en la calle y los apartamentos “privados”. El vacío legal, la persecución y la vergüenza de quienes ejercen un trabajo, son víctimas de una forma de esclavitud o simplemente encontraron una forma de sobrevivir. Alanis es una película urgente, callejera, carnal, amorosa y política”
Con estas palabras describe la realizadora argentina Anahí Berneri su último trabajo, Alanis, película precisa y directa presentada en la sección competitiva del Festival de Cine de San Sebastián, donde fue reconocida con dos importantes galardones: la Concha de Plata a la Mejor Directora y la actriz protagonista, Sofía Gala Castiglione, la de Mejor Actriz por su extraordinaria y veraz interpretación de trabajadora sexual en su día a día, mientras se hace cargo de su hijo.
Poco hay que añadir pues al acertado comentario de la directora. Alanis, de textura casi documental, inunda la pantalla de ternura, sordidez, pobreza y realidado con una cámara-testigo inmóvil que ejerce de ventana desde la que vemos este drama incómodo, trágico y urbano. Una pieza maestra de esas que cuya textura áspera se conserva en la memoria mucho después de haber sido degustada.
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