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David J. Skal: Algo en la sangre

18 diciembre 2017 Deja un comentario

Han trascurrido 120 años desde que se publicara Drácula, la inmortal novela de Bram Stoker, y David J. Skal, uno de nuestros autores favoritos, ha vuelto a escribir sobre el personaje y su creador.  Y es que como ya dijera Bela LugosiDracula never ends‘ y así parece estar sucediendo también en el caso de Skal, al que conocemos por magníficos libros como Tod Browning. El carnaval de las tinieblas, Monster Show y Hollywood Gótico, pero  también responsable de otros, inéditos en nuestro país, todos ellos centrados en nuestro chupasangre favorito: Dracula: The Ultimate, Illustrated Edition of the Worl-Famous Vampire Play by Hamilton Deane, que reproduce el guión teatral en el que también se basó la película de Tod Browning; V is for Vampire: The A to Z Guide to Everything Undead, en el que se repasa todo lo que han dado de sí los vampiros en el cine; o una completa edición de  Drácula anotada y que ahora, a los 20 años de su publicación, va a ser actualizada. A David J. Skal pertenece también el mérito de que, entre otras cosas, podamos disfrutar del Drácula hispano rodado por la noche por George Melford en los estudios y decorados de Universal mientras se filmaba, durante el día, la cinta de Tod Browning, ya que investigando para uno de sus libros se topó en la Filmoteca de Cuba con la única copia completa que quedaba en el mundo, pudiendo así recuperarse el trozo extraviado de los baúles de Universal Pictures.

Drácula-Bram Stoker-David J. Skal. Unidos entre sí por la sangre, pero a los que hay que sumar también a Oscar Palmer, responsable de Es Pop Ediciones, que no solo ha tenido el buen gusto de traducir y editar en nuestro país Hollywood Gótico y Algo en la sangre: la biografía secreta de Bram Stoker; asimismo tradujo Monster Show, que editó en su momento Editorial Valdemar y, por si todo esto fuera poco también tradujo para Valdemar su edición de Drácula, ofreciendo un soberbio volumen repleto de notas y, como se dice ahora, extras de incalculable labor. Lo dicho: Drácula-Stoker-Skal-Palmer… y Sitges. Pues el Festival en su 50 edición dedicada a Drácula tuvo a bien traer como invitado (y jurado) al autor de Algo en la sangre: la biografía secreta de Bram Stoker que junto a Oscar Palmer ofrecieron una charla sobre Stoker y el legendario vampiro que resumimos a continuación.

DAVID J. SKAL: ALGO EN LA SANGRE

Fotos: Serendipia

En la tradición folklórica los vampiros no son aristócratas. Muy al contrario solían provenir de baja extracción social y regresaban de la tumba para convertir en vampiros a sus propios familiares. El concepto de vampiro como aristócrata no nació hasta la literatura romántica. Tenemos ejemplos en El vampiro, escrito por John Polidori, amigo de Lord Byron. Así que Bram Stoker convirtió también a su vampiro en aristócrata continuando el patrón establecido por sus predecesores y no pretendía hacer ningún tipo de alegoría política, de lucha de clases. Esa ha sido una lectura que se ha hecho de la novela a posteriori.

Creo que Bram Stoker no reconocería a Drácula en la mayoría de las adaptaciones cinematográficas y en particular en el caso de Lugosi. A diferencia de lo que mucha gente cree, Drácula no era un seductor. De hecho siempre tengo que corregir a los que creen que Drácula es una historia de amor. Coppola convirtió Drácula en una especie de ‘La bella y la bestia’ que Stoker, sin lugar a dudas, no hubiera reconocido.  También es interesante indicar que Stoker no se inspiró en Vlad Tepes, el personaje histórico, aunque diera la casualidad de que ambos fueran bastante sanguinarios. De hecho Stoker descubrió a Tepes cuando ya llevaba tiempo trabajando en su novela. Stoker nunca describe detalladamente a Drácula. El personaje está siempre envuelto en sombras, dejando que el lector tenga su propia idea de Drácula.

Suele pensarse que la enfermedad que mantuvo a Stoker de niño durante siete años en cama tenía un origen psicosomático. Tengo la teoría de que en la época Victoriana los padres suministraban opio y otras drogas a su hijos para protegerles de las enfermedades convirtiéndolos en pequeños toxicómanos. La propia madre de Stoker sobrevivió al cólera y estaba convencida de que fue gracias a las dosis diarias de whisky que recibía. De hecho Stoker permaneció durante esos siete años en estado de ensoñación, sin posibilidad de interactuar con el mundo, y el único consuelo lo encontraba en su propia imaginación y los cuentos que le contaba su madre. A Bram Stoker le encantaban los cuentos de hadas que su madre le contaba de pequeño. Más adelante descubrió las tradicionales pantomimas navideñas de su Irlanda natal. En estas funciones había un  personaje, el rey, en el que yo estoy convencido que se inspiró Stoker para su Drácula.  Más tarde, cuando Bram Stoker ejerció de crítico teatral escribió una serie de artículos sobre la pantomima y la importancia de esta para los niños como primer punto de contacto con la fantasía, algo que sin duda definía su propia experiencia de niño. En Drácula encontramos claras referencias a cuentos clásicos como Caperucita Roja. De hecho creo que la mejor forma de definir Drácula es como cuento para adultos.

Bram Stoker no dejó ningún diario escrito sobre sus motivaciones para escribir su obra más famosa, por lo tanto escribir el libro ha sido más difícil de lo que pensaba. Me ha llevado seis años terminarlo, siendo el que más tiempo me ha costado. Durante su escritura he aprendido, entre otras cosas, que es dificilísimo escribir una biografía a menos que se tenga la capacidad de viajar en el tiempo. Así que aunque he intentado ceñirme en la medida de lo posible a los hechos probados, gran parte de la biografía se basa en especulaciones. 

Todo comenzó a encajar cuando tomé en cuenta la figura de Oscar Wilde, conocido de Stoker y rival amoroso (Nota: de hecho, Stoker se casó con la novia de Oscar Wilde). También, aunque desconocemos muchos detalles, se ha planteado la posibilidad de que Bram Stoker fuera homosexual, pues se conserva correspondencia que así parece darlo a entender. Nosotros siempre buscamos nuestro propio reflejo  y el hecho de que Drácula no pudiera ver su imagen reflejada en el espejo parece indicar nuestra propia dificultad para vernos a nosotros mismos. De hecho hasta 60 años después de su publicación no se vieran los trasfondos freudianos y sexuales de la novela. Desconozco cuales eran sus demonios personales, pero intento descifrar algunos en el libro. En cierto modo la biografía tiene algo de ficción, pues hay que encontrar un modo atractivo de contar una historia, que a fin de cuentas es lo que todos queremos leer: más que hechos en sí queremos historias. Pero mi libro es mucho más que una simple biografía de Stoker. Supone una completa inmersión en el mundo artístico, social y sexual victoriano y espero que sirva para descubrir como se concebían en aquella época conceptos como la sexualidad, la vida y la muerte.

Como se ha indicado Bram Stoker fue crítico teatral y también secretario del actor Henry Irving. De hecho quería llevar Dracula al teatro y tenía en mente como protagonista ideal a su jefe, pero este no estaba interesado en el papel. Stoker falleció antes de que su novela llegara al teatro, pero estoy seguro de que de haber existido el cine en aquella época, Bram Stoker hubiera estado de acuerdo en que su novela era un material que se prestaba para ser llevado a la pantalla.

No creo que a Bram Stoker le gustara especialmente escribir. Más bien se sentía obligado a hacerlo. Escribía de forma obsesiva y los pensamientos le asaltaban a tal velocidad y tan frenéticamente los trasladaba al papel que su letra costaba de descifrar.

El novelista comentó a sus amistades la intención de escribir una secuela de Drácula, así que posiblemente a ello se deba el final alternativo existente y que es el que se publicó finalmente. En el manuscrito original el vampiro moría cuando el castillo volaba por los aires por culpa de una erupción volcánica. Un final que hay quien opina que fue cambiado por el que conocemos a efectos de dicha segunda parte.

Lo cierto es que recientemente se ha encontrado el primer borrador de Drácula. Con una extensión del doble de la novela que conocemos, podría ser que todo el material suprimido lo reservara Stoker para la secuela, posibilidad que personalmente no descarto. Formo parte del equipo que está trabajando con ese borrador. Una labor que nos llevará años pero que confío va a responder muchas preguntas sobre Drácula y su autor, así que valdrá la pena esperar.

Creo que me precipite cuando pensé que este sería el último libro que escribiría relacionado con la inmortal novela de Stoker. Y es que nunca terminaría de hablar sobre ella, pues es como un gran agujero negro. Es como el político perfecto, que da a todo el mundo lo que desea.

Aprovechando la ocasión, dando mucho trabajao al sr. Skal

 

 

 

 

 

 

 

 

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