Nuestros amigos de Festerror organizan Grindhouse #6
Grindhouse es el nombre que recibe por metonimia (como nos gusta usar palabros) un género y las salas de exhibición de programas dobles donde se proyecta, compuestos por películas de serie Z, exploit y gore. Quizás debamos a Tarantino el renovado auge que están teniendo estas sesiones, o al menos el que hayan alcanzado el buen nivel de popularidad que gozan, pero lo cierto es que más allá de quienes las hayan reivindicado, este tipo de espectáculos convierten la asistencia al cine en algo más que en el mero hecho de ver películas en pantalla grande: ir al cine se convierte en toda una fiesta. Una fiesta en la que se goza el hecho cinematográfico en toda su intensidad, en ocasiones incluso al margen de la calidad fílmica de las películas proyectadas. Es en ese aire de celebración donde se cuece la cultura popular que acompañó al cine en sus inicios, cuantas más sesiones grindhouse se celebren más afición y amor por el cine se cultivará.
Esas sesiones son las que pueden devolver el público a las salas, y eso lo saben bien nuestros amigos de Festerror que llevan ya unas cuantas organizadas. Y este sábado 23 de noviembre nos esperan en Lloret (por cierto, no os perdáis el precioso cementerio modernista de la villa) con un programa realmente tentador: Sharknado (Anthony C. Ferrante, 2013) y Curse of Chucky (Don Mancini, 2013).
La primera nos narra la lucha por la supervivencia de una serie de individuos que se las tienen que ver con la amenaza de un tornado cargado de tiburones. Un tornado. Y tiburones dentro. Inundaciones, ventiscas, cosas que se rompen. Y varios tornados. Y tiburones dentro que caen de los cielos, atraviesan ventanas y profanan piscinas. Se trata de una producción de The Asylum, compañía nacida en 1997 con el propósito de consagrarse al exploit, adorada como inagotable fuente de trash por algunos y denostada por otros por la nula calidad de sus subproductos. Como sea Sharknado ha sido todo un fenómeno viral por la marea de retweets de los parabienes de unos cuantos famosos entre ellos Will Wheaton, Damon Lindelof o la mismísima Mia Farrow; y hay ganas de disfrutarla en el ambiente adecuado: aquel en el que los fallos de raccord, el salto de eje o el etalonaje, se convierten en causa de carcajadas y burlas. Un público entregado y predispuesto a divertirse desde el ridículo. Caldo de cultivo para la farra y el despiporre.
En cuanto a Curse of Chucky, para algunos es la mejor entrega de la original porque abandona la comedia y regresa a la creación de tensión sin renunciar, eso sí, a las chanzas que caracterizan al personaje. Pensada en principio como reboot, ha acabado siendo una acertada secuela con el siguiente argumento: Nica (Fiona Dourif) está destrozada tras el terrible suicidio de su madre. Su hermana mayor Barb (Danielle Bisutti) regresa a su casa para ayudarle en este duro trance, trayéndose con ella a su hija pequeña, quien posee un muñeco parlante llamado Chucky que llegó misteriosamente por correo. A medida que una serie de brutales asesinatos comienzan a aterrorizar a la familia, Nica sospecha que Chucky puede ser la clave del derramamiento de sangre, pero lo que sabe es que éste está decidido a terminar un trabajo que comenzó hace más de 20 años, y esta vez lo va a llevar acabo hasta el final. No hay mucho que añadir, Chucky lleva años rulando entre nosotros, es un auténtico icono del terror con el que ha crecido toda una generación y cuya premisa es lo suficientemente bizarra como para atraernos de entrada.
Lo dicho, la cita es este sábado en Lloret, como siempre se derramará cerveza a raudales y el cachondeo está garantizado (podéis incluso acudir disfrazados). Y todo ello gratis, además (bueno, la cerveza a precio módico), no se puede pedir más. Si queréis sumaros a la fiesta esta es la dirección:
Casal de l’Obrera.
Av. Vila de Tossa, 1. Lloret de mar (Girona)
¡¡Os esperan a todos!!
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