Archivo
Fecinema Confidential
Enviados dos agentes ocultos bajo el seudónimo de Serendipia a investigar el Festival Internacional de Cinema Negre de Manresa (Fecinema), nos encontramos con que han desaparecido y lo único que han dejado tras de sí ha sido esta transcripción descabellada seguramente realizada bajo la influencia de opiaceos. Juzguen ustedes:
«De nuevo en Manresa y todo sigue siendo extraño. Los días amanecen con una espesa niebla y la temperatura es caótica. Los naturales del lugar son extrañamente amables pero… oímos murmullos a nuestras espaldas en diferentes lenguas arcanas. Al preguntar precisamente sobre el acento autóctono, uno de los lugareños, que ejercía de boticario nos comentó: “nosotros matizamos mucho los sonidos”, una explicación que únicamente añade inquietud en nuestro espíritu. Nuestra misión en Manresa es la de ser testigos y analizar el extaño ritual cinéfilo que se viene desarrollando ya durante 13 años y la mejor forma de hacerlo es infiltrarnos entre los principales de este pagano rito. Decidimos investigar en una taberna de nombre Las Vegas, que parece ser uno de los lugares de reunión de esta blasfema secta. No conseguimos resultado alguno, pero mientras ojeo el escaparate de una librería adyacente se me acerca una extraña mujer preguntando por el horario de apertura. Le indico que supongo que a las cinco. Más tarde y desde Las Vegas la veo sentada en un banco de la plaza. Se hacen las cinco y no hace gesto de ir hacia la librería. Las seis y no entra. Sigue ahí… sentada… ¿vigilando? El posadero de La Peixera, lugar donde nos alojamos, nos ofrece un plano para intentar descrifrar toda esta extraña y enrevesada arquitectura manresana que hace que, entre cuestas y bajadas nuestro organismo se resienta de cansancio. Cuando nos indica el camino más accesible para llegar al templo donde se desarrollarán gran parte de los actos, que tiene el significativo nombre de Atlantida, nos avisa de que hay una calle “por la que es mejor no pasar de noche”. Lo que provoca nuestra inquietud… Durante nuestra estancia anterior en Fecinema hace dos años no sacamos ninguna prueba contra estos seres, a pesar de haber sido testigos del aterrador sacrificio ante un público enfervorizado de un individuo al que no pudimos identificar por no estar lo suficientemente cerca, pero del que pudimos averiguar que nadie reclamó sus restos. Restos que por otra parte desaparecieron tras ser retirados del escenario por parte de la organización
del evento sin que pudiéramos averiguar donde habían sido depositados. Todo esto nos hace sospechar que quizás también los servicios funerarios del lugar podrían estar en conexión con esta extraña y peligrosa secta. Decidimos retirarnos a nuestros aposentos, cercanos a un lugar de imposible e inacabada arquitectura , cuyo cambio más destacado ha sido la edificación de un puente de colosales proporciones por el que es continuo el flujo de seres de diversa calaña. La ciudad está repleta de extrañas pintadas y símbolos y las nuevas edificaciones no pueden ocultar la arcana arquitectura repleta de arcos y antiguos muros. Combinación que también poseía nuestra pensión donde pasamos una primera noche revuelta en la que costó conciliar el sueño y en la que tuvimos un, sobre todo, breve descanso, circunstancia esta posiblemente motivada por la extraña particularidad de que nuestra habitación no tuviera persianas, protegiéndonos únicamente del inclemente sol unos leves visillos … Solo sería el principio. Tras recoger una acreditación de prensa con la que infiltrarnos, nos dirigimos al cine Atlántida,(compuesto por tres salas de diferentes aforos) donde nuestra presencia despierta
ciertos comentarios y recelos. Hay que destacar que tanto las retrospectivas como varios títulos de cine fantástico tienen entrada libre. También se celebran otras actividades interesantes y relacionadas con el tema del festival. En esta ocasión una exposición con los carteles finalistas; un club de lectura protagonizado por Alberto Marini y su obra Mientras duermes; un juego de pistas infantil; presentación del libro Barcelona Skyline de David C. Hall; proyección de los primeros cortos de directores de largometrajes; feria cinematográfica (en esta ocasión enfrente de la sede de festival) y La cara del asesino, una demostración práctica de como se confecciona un retrato robot.
Pero lo principal son las películas, y el temible ceremonial cinéfilo se inaugura con el estreno estatal del film de Robert Redford, La Conspiración (The Conspirator, 2010) que versa sobre el asesinato de Lincoln, cuya investigación y juicio posterior se sustentó con injusticias y falsas acusaciones a inocentes, que fueron sacrificados para vengar un magnicidio promovido por ciudadanos del Sur, que conservaban aún las armas calientes tras la reciente Guerra Civil. Correctas actuaciones y un film que no llegó convencer del todo. Robert Redford nos ofrece una cinta sobria y elegante, aunque, si, tal como afirman ciertos críticos, pretende hacernos pensar sobre los crímenes infligidos sobre los presos de Guantánamo, le falta mordiente. Se limita a ser una nueva entonación del mea culpa a la que tanto nos tienen acostumbrados los estadounidenses, que, si bien reconocen haber cometido errores, hacen siempre mayor hincapié en su capacidad de autocrítica y superación. Así, en la película que nos ocupa, tras una exposición que se hace quizás demasiado larga todo queda cerrado con un bonito plano cenital que se convierte en panorámica durante el cual, un texto nos informa que el protagonista, conciencia del país, fue fundador del liberal Washington Post, siendo este su primer y último caso como abogado. Informándonos también de que este fue el último juicio militar sobre civiles incluso en tiempos de guerra. Afortunadamente hemos hecho un enlace con Antonio Busquets, al que ya conocemos de otras veladas en Sitges, quien tras la proyección nos presenta e introduce en diferentes lugares, como el cavernoso Skelos, donde la amabilidad, la estupenda selección musical, la conversación y el alcohol consiguen que pronto nos sintamos embriagados, ¿producto quizás de algún narcótico introducido en nuestra bebida? No recordamos nada de esa noche, únicamente que el breve descanso fue agitado, repleto de horribles pesadillas e interrumpido nuevamente por la inclemente entrada de luz diurna en nuestra estancia. Al día siguiente, todavía con secuelas de la noche anterior, hacemos una tarde-noche cinéfila en la que repasamos un clásico de Sidney Lumet, la archiconocida, pero no por ello menos bien recibida Doce hombres sin piedad (Twelve Angry Men, 1957) que combinamos con dos films de terror, May (Lucky McKee, 2002) y The Children (Tom Shankland, 2008) ya que, como es bien sabido, durante el festival también se proyecta una estupenda selección de este género. Curiosamente ambos films eran casi homenajes a Ibañez Serrador y a sus dos películas. May, una especie de Amelie perversa, nos sumerge, en clave de humor negro en el estrambótico imaginario de una joven que no ha conocido otra amistad que la muñeca que le fabricó su madre, inalcanzable dentro de urna de cristal. Cuando su naturaleza reclama el contacto físico con sus semejantes, se desata una espiral de horror (y humor) con festín gore incluído que concluirá con las construcción de un nuevo amigo con las partes favoritas de los pocos contactos humanos que ha podido conseguir. La película obtuvo diversos galardones, entre ellos dos en Sitges otorgados a su protagonista Angela Bettis, que realiza un memorable papel, y a su guionista y también director Lucky McKee, que inició su carrera con este film. Mucho más interesante resultó The Children, una cruenta rebelión infantíl
muy bien construida con pulso firme y creciente tensión. Una producción británica que ya se pudo ver en Sitges y que nos sumerge en una fábula en la que una extaña enfermedad, probablemente causada por las fantasías new age de la medicina natural de sus padres (a lo que hay que añadir una educación que se pretende igualmente alternativa y al margen de la escuela) aquejará a los más pequeños haciendo asomar lo más monstruoso de la infancia. No se corta el director de mostrarnos violencia de y sobre los niños, unos sobrecogedores infantes magistralmente dirigidos, y rodeando todo ello con la magia de un gélido paisaje aislado que deja a los adultos a merced de los niños infectados. Este tema que ya lo trató de forma brillante nuestro Ibañez Serrador en la merecidamente célebre ¿Quién puede matar a un niño? (1976), aunque allí se quisiera casi justificar la explosión de violencia prepúber por ser los niños las principales víctimas en guerras, hambrunas y demás lacras.
El día ofreció muchas más alegrías a los miembros de esta secta cinéfila: El prestamista (The Pawnbroker, 1964, Sidney Lumet) dentro de la amplia retrospectiva-homenaje al director; Premonición (Et Après, Gilles Bourdos 2009) en la sección N+F (el negro más fantástico) y dos films inscritos en la Sección oficial de cine negro: Derniere étage, gauche, gauche (Angelo Cianci, Francia / Luxemburgo, 2010) y London Boulevard (William Monahan, G.B / USA, 2011). Conjuntamente con la sección oficial se presentaban estos cortos a concurso: Fisio (Vicente Seva) y La huida (Victor Carrey). Pasadas las proyecciones y todavía con los nervios en nuestro interior, quisimos dejar de infiltranos por ese día, así que dirigimos nuestros pasos a la pensión, donde intentaríamos desintoxicarnos de los avatares de la larga noche precedente…
Al día siguiente el festival incrementó su vorágine con un pagano mercado dedicado a promover el culto al cine, que visitamos antes de volver a pisar La Atlantida, donde supongo que, sospechando nuestra misión, nos dieron la espalda siendo los únicos asistentes a la proyección de esa mañana. El film mexicano a competición Miss Bala (Gerardo Naranjo, 2011). Título nada afortunado para un correcto film que nos narra la historia de una inocente joven que parece estar siempre en el lugar y en el momento equivocado. Su deseo de salir de la miseria siendo reina de la belleza en un concurso de Miss Baja California la llevará a verse involucrada con un importante cártel de droga en Tijuana. El director trata de plasmar con verismo este hecho real y por ello recurre a una cámara que siempre persigue a la protagonista, cuando no es directamente subjetiva, para hacernos partícipes de sus sentimientos en una ciudad dura y sin esperanza. Por otra parte se hace escaso uso de la luz extradiegética y así nos vemos sumidos en la oscuridad que envuelve la trama. ¿Se hacen films optimistas actualmente en el país de Cantinflas?. Los otros films proyectados ese día a competición fueron Dernière séance (Laurent Achard, Francia 2011) Cuenta atrás (À bout portant, Fred Cavayé 2010) y los cortos Ella perdió el control (Haritz Zubillaga), La muerte de Otilia Ruiz (Idan Cuéllar) y La casa del lago (Galder Gaztelo-Urrutia). Tambien se pudo seguir disfrutando de Lumet con La ofensa(The
Offence, 1972) y Sérpico (1973) y del negro más fantástico con The Cottage (Paul Andrew Williams, 2008), The Collector (Marcus Dunstan, 2009) y Surveillance (Jennifer Lynch, 2008). Tras ser disuadidos de ver la planeada The Collector, hicimos caso a los encarecidos ruegos de nuestros amigos y fuimos a ver la británica The Cottage: un ingenioso film que se inicia como una comedia negra de la Ealing y termina a lo Abbott & Costello Vs. Caradecuero. Divertida y sangrienta. Muy diferente fue Surveillance , donde la sombra de Lynch está más que latente en su hija, tal y como demostró ya desde su debut con Mi obsesión por Helena (Boxing Helena, 1993). En la película, lo que parece una investigación rutinaria de unos asesinatos, resultará ser algo muy diferente con dos agentes del F.B.I (interpretados por Bill Pullman y Julia Ormond) que nos parecen inicialmente una réplica enigmática del agente Cooper con tensión sexual añadida, pero que al final nos mostrarán su auténtica naturaleza de asesinos natos. Resulta muy interesante el juego entre lo que declaran los testigos y lo que nos enseña la cámara, mostrando lo que realmente sucedió, dándonos así a conocer sus mentiras. El giro final es perfectamente creible (sin dejar de ser sorprendente), gracias a la forma en la que está tejida la trama. No se nos pone ante los hechos de antemano, así que sabemos menos que los propios personajes y, poco a
poco vamos conociendo lo sucedido conforme avanza la declaración de los testigos. Tras estas dos películas nos juntamos con otros individuos para investigar más a fondo los lugares de reunión de esta secta primogenia. De nuevo en Skelos, los brebajes siguen haciendo un efecto tan alucinógeno que nos pareció a ver a varios reconocidos críticos cinematográficos rindiéndose a los ritmos más desaforados, sin duda una alucinación producida por dicho bebedizo… o no. El aforo del local estaba tan saturado que decidimos cambiar de escenario, siendo dirigidos por nuestro cicerone Antonio a Madujazz, encantador lugar con encantadores dueños y una solera de treinta años. Sin duda un lugar histórico en el que pudimos exorcizar demonios y hablar de lo divino hasta su cierre y más allá. Una velada memorable. Volvemos a nuestro refugio intentado analizar los extraños e inquietantes símbolos que vemos en las paredes de Manresa. Unos criptogramas que sin duda tendrán un sentido arcano y terrible. Como terrible fue el sol que poco después nos despertó dándonos directamente en nuestros rostros… ¡¡Cuanto echamos de menos unas persianas!!
ocasión anterior fuimos testigos de tan graves acontecimientos. Las luces se cierran, entra el maestro de ceremonias y en la pantalla exhuman un cadáver que… ¡Resulta ser Antonio Busquets!¡Él y no otro fue el protagonista del sacrificio que vimos! Pero eso no es todo ya que… ¡La sangre se hiela en nuestras venas cuando Busquets irrumpe en la sala revivido y con un enorme martillo en sus manos!. Lentamente baja amenazando y lanzando blasfemos improperios contra todos pero, al llegar a nuestra altura nos ataca, siendo rápidamente separado por la organización que le obliga a decir unas palabras a un entregado público…
Decidimos abandonar la sala pero no nos lo ponen nada fácil ya que, posiblemente somos su objetivo. Intentamos mantener la calma pero pronto nos vemos de nuevo envueltos en un torbellino infernal que incluye varios locales nocturnos de la ciudad partiendo desde el Skelos, que por suerte está menos congestionado que la noche anterior. Tomamos lo que pensábamos eran unas inocentes gominolas pero que seguro que fueron las responsables de nuestra progresiva perdida de la conciencia. De allí al Sielu, discoteca repleta de jóvenes que danzaban posesos mientras coreaban una blasfema canción «Tremendo ¡¡Culo!! ¡¡Culo!!» un akelarre que nos llevaría a la Madujazz, donde tras cerrar volvimos a un Sieluque resultó ser un «Infiernu» y
de nuevo en procesión a La Gramola, donde tras dar una contraseña nos dejaron entrar. En todos estos lugares nos trataron excepcionalmente bien pero… no nos engañan, sabíamos que nos habían descubierto y que en cualquier momento podría pasar cualquier cosa… así que ahora sí que pudimos escabullirnos y, tras un bocadillo en La Peixera, intentar apaciguar nuestros ánimos… Después de muy pocas horas de sueño decidimos intentar averiguar lo que se cocería esa última jornada del festival. En la Plaza del Ayuntamiento hay un mercado de antigüedades que visitamos, pero pronto notamos que somos vigilados… Por la mañana se proyecta Renaissance (Christian Volckman, 2006), un film futurista de animación y ya por la tarde, Amor bajo el espino blanco(Zhang Yimou, 2010), dentro de la sección Pantalla de Actualidad. A la misma hora en otra de las salas se pueden ver todos los cortos finalistas al premio Plácido y, después de esto nos avisan de la arribada de un nuevo oficiante llegado de
otras tierras que hará una charla junto al ganador del mejor corto y el director del festival Carlos Ortega (Kop). Determinados a llegar hasta el fondo del asunto acudimos a la misma, el Gran Orador resulta ser Álex de la Iglesia. La ceremonia comienza con Kop anunciando a los ganadores del certamen: Premio Toni Galindo al mejor cartel (1000 euros + Plácido) para David Calvet. Premio al mejor corto (3000 euros + Plácido) para La Casa del lago de Galder Gaztelu-Urrutia. Premio al mejor largometraje (Plácido de plata) para Rundskop de Michaël R. Roskam y finalmente, Placidos de honor para Álex de la Iglesia y Sergi López. Tras el palmarés del jurado bombardeamos a preguntas a los oficiantes para intentar aclarar todo el misterio, que únicamente conseguimos complicar más ante algunas declaraciones de Álex: Sobre el cine y el género negro en particular: «Negro es mi corazón y
negro es el cine que me gusta»; «El cine coloca los malos pensamientos en un mundo de ficción»; (…) «vehicula el ansia de venganza y toda esa rabia se extrapola en una secuencia de cine»; » El cine de terror te saca de la realidad y ofrece otro mundo alternativo»; «El ácido más corrosivo que existe es la risa». También dió su opinión sobre cine e internet, indicando que hay que «cambiar el modelo de mercado», resaltando la labor de los blogs y declarando que «Los festivales son absolutamente necesarios» . Terminando con una soflama para afrontar la vida con energía: «Contra la crisis más cine». También se encontraba encantado de compartir espacio con Gaztelu-Urrutia, cortometrajista que, tal como indicó de la Iglesia «le expulsará del negocio ocupando su lugar». El director, ganador al mejor corto, que definió su obra como «cine negro con dosis de terror» , encuentra que el cortometraje es «un medio para alcanzar otros objetivos» y agradeció al festival el premio, que también es una forma de recuperar la inversión.
Luego vino la clausura con una entrega de premios estupendamente organizada y la sospechosa ausencia de Sergi López, del que, en vista de unas imágenes que se nos mostraron, quizás no volvamos a saber nada. Una vez se terminó la ceremonia, con las palabras del director del certamen, Kop declarando que el festival «mientras haya ganas y presupuesto seguirá adelante» y prometiendo para el próximo año «más y mejor», se continuó

Álex de la Iglesia recogiendo el Plácido de Honor de manos de José Luis Rebordinos, director del Festival de San Sebastián.
con el akelarre cinéfilo con la proyección del corto ganador seguido de Asesinos de élite (Killer Elite, Gary McKendry, 2011), un nuevo estreno a nivel estatal. Cuando intentábamos marchar fuimos interceptados por Antonio, que nos llevó a un agape que, de tan generoso y selecto nos hizo sospechar que quizás querian cebar nuestros, ya de por sí generosos, cuerpos, con intenciones más que oscuras. Tras retornar de La Madujazz, que nuevamente cerramos, marchamos despavoridos a nuestro refugio a hacer el equipaje, escribir estas notas apresuradas y volver a nuestra ciudad. Las calles están desiertas y el silencio es ensordecedor, cuando de pronto escuchamos un ruido monótono que sube por las escaleras y se para en nuestro piso… en el rellano… en nuestra puerta….abrimos y es…. ¡¡¡Antonio Busquets con su martillo!!!
Hasta aquí la transcripción de los hechos tal y como fueron hallados, junto con la imagen anterior en la que puede comprobarse lo enajenados que se encontraban nuestros enviados, Serendipia, así como otros acompañantes de igual o peor ralea. Pensamos que debieron enloquecer en su descripción de los hechos, ya que el paisanaje de la ciudad es extremadamente amable. Manresa es la capital interior que cuenta con productos autóctonos repletos de contrastes: en noviembre está el Fecinema, festival dedicado en el cine negro que ofrece, entre otras secciones, una extensa muestra de fantástico. Y si todo lo oscuro tiene su reverso, en febrero se puede degustar la luz que desprenden sus típicas Ametlles de Llum, dulces similares a las peladillas pero con la particularidad de ser, al igual que Fecinema, un producto genuino y exclusivo de Manresa. El Festival pese a los recortes que ha sufrido, mantiene su dignidad con una excepcional selección de títulos. En todo caso, quizás se echa de menos una mayor implicación de ciudadanos, comercios e incluso instituciones para apoyar su festival, una de las pocas manisfestaciones culturales con proyección internacional que se desarrollan en Manresa y Catalunya (¡¡Que son 13 años, señores!!), aunque como manifestó su director, ganas hay de continuar adelante, así que, ¿Por qué no reservan fechas y acuden a la decimocuarta edición del Festival de Cinema Negre de Manresa ya que, haciendo nuestras las palabras de Kop: ¡¡El próximo año más y mejor!!
Todas las fotos del festival y de Manresa: Serendipia
Aunque… esas pintadas no dejan de ser inquietantes…
Últimos comentarios