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El hijo de John Old: una charla con Lamberto Bava

24 diciembre 2019 Deja un comentario

Lamberto Bava mamó cine desde la cuna. Nieto de Eugenio Bava (1886-1966) cámara y técnico de efectos ópticos durante el cine mudo, e hijo de uno de los más importantes e influyentes directores de cine de Italia, Mario Bava (1914-1980), Lamberto nace en Roma en 1944 con el destino marcado por el celuloide.

Fotos: Serendipia

Comencé en el cine como ayudante de mi padre, Mario Bava. Cuando rodaba con él yo era el más joven y ahora soy el más viejo del equipo. Han pasado 30 o 40 años y ¿qué he hecho durante todos estos años? Rodar. Y, bueno, también viajar, conocer gente, dar entrevistas, ir a festivales… Y es que el cine ha cambiado mi vida y quizás debería comenzar a vivir.

Recuerdo la primera vez que mi padre me llevó al cine. Daban una película de un gran actor italiano, Aldo Fabrizi[1], muy amigo de mi padre. Y el primer encuentro que tuve con un actor, a los seis o siete años fue precisamente con Aldo Fabrizi, que para mí era como un ogro, con su gran panza y mirada intensa.

John Phillip Law y Mario Bava durante el rodaje de Diabolik (1968)

Joe Dante ha escrito en el prologo de un libro sobre mi padre algo que me parece muy acertado, que para comprender el cine de Mario Bava no basta con ver una película o dos, hay que verlas todas. De sus películas, las que más me gustan son Las tres caras del miedo (I tre volti della paura, 1963) y Operazione Paura (1966). Según ciertos estudiosos su cine consta de tres fases: la fase gótica, una  segunda como precursor del Giallo, y una tercera como pionero del Splatter, pero cuando rodábamos juntos recuerdo que él no decidía hacer una película gótica o un Giallo, él escogía una historia, para él eso era lo importante. Y cuando estaba dirigiendo cambiaba a menudo lo que no le gustaba del guión, de tal modo que la historia no la contaba el guión, la contaba la atmósfera que él creaba, una atmósfera con la que superaba, en muchas ocasiones, a la propia historia. Su cine era así, la atmósfera narraba. Por ejemplo, recuerdo los estupendos títulos de crédito de Seis mujeres para el asesino (6 donne per l’assassino, 1964) con los actores posando como maniquíes. Aquí la atmósfera la consigue el color y el asesino, impersonal y sin rostro, rodado en cámara subjetiva.

Programa de mano de Seis mujeres para el asesino (1964)

Creo que es el primer film en el que se hizo. Yo hasta los 16 años no pensaba en hacer cine y precisamente durante el rodaje de esta película, recuerdo que estábamos en un parque, era de noche y estaba todo oscuro y en silencio, tan solo se escuchaba el canto de los grillos y de pronto se encendió la luz, la imagen, y se creó el cine. En ese mismo momento decidí que iba a dedicar mi vida a esta profesión.

Ser el hijo de Mario Bava no fue fácil. Fue mi padre y mi maestro. Y aunque mis películas son de épocas diferentes a las suyas, en todas está la huella de mi padre. O eso espero.

Mi padre y yo también hicimos publicidad. Rodar publicidad ayuda a medir el tiempo, que en la publicidad es diferente al tiempo cinematográfico. Antes en Italia se llamaba carosello (carrusel) a la publicidad, que duraba tres minutos, pero uno de mis primeros trabajos como director de publicidad fue un spot de 15 segundos para Alemania, así que tuve que ajustar el tiempo a la historia que debía contar. Todo esto ayuda mucho porque ofrece una sensación diferente del tiempo.

EL CAMINO HACIA DEMONS

Lamberto Bava comienza a ejercer como ayudante de dirección de su padre en Terror en el espacio (Terrore nello spazio, 1965), cubriendo el resto de la carrera de Mario Bava hasta su última película, Shock (1977) en la que, además, dirige varias escenas y colabora en el guión. También ejerce de asistente de director de Manlio Scarpelli o Ruggero Deodato antes de iniciar su provechosa alianza con Dario Argento, que le produjo su obra más recordada, Demons (Dèmoni, 1985). 

Con Dario Argento había que tener todo preparado a la perfección. Haciendo con él  Inferno (1980), recuerdo que rodamos toda la noche y era fantástico, sentías como el cine te llegaba muy adentro. Un día me telefoneó y me dijo que había producido Zombi (Dawn of the Dead, 1978) de Romero y que si tenía algún proyecto él me lo producía. Entonces una película producida por Argento era algo muy especial, pues era un productor muy inteligente. Así que después de escribir y reescribir una idea que tenía entre manos, terminó siendo tres historias, de entre las que Argento escogió la segunda, que fue la que le pareció más potente y que se convirtió en Demons. Pero se ideó como tríptico: en una los demonios tenían su origen en el cine; en otra en la televisión; y en la tercera en la literatura. De hecho la tercera es El engendro del diablo (La chiesa, 1989), que hizo Michele Soavi, y cuya historia extendió hacia la religión, pero la  base la escribí yo, aunque no figure en los créditos. Inicialmente Demons no se rodó pensando en que tuviera continuidad, recuerdo la alegría que se llevó Darío cuando, tan solo dos semanas después de haberse iniciado el rodaje, ya había vendido el filme en Estados Unidos y Japón. Y a un precio superior a su coste. Así que ya volvió pensando en su secuela.

Mi experiencia trabajando con Dario en  películas como Tenebre (1982) o Inferno (1980) es que sabes cuando estás haciendo una buena película, y yo sentí eso con Demons. Dario y yo nos conocíamos muy bien, sabía perfectamente lo que hacía y galvanizaba las mejores ideas. Era un productor muy inteligente.

La banda sonora era muy importante, pues se trataba del primer film italiano con sonido Dolby Stereo, así que pusimos especial cuidado en la selección musical. Por un lado Claudio Simonetti compuso la música incidental, y por otro contamos con canciones de grupos Heavy por entonces muy poco conocidos en Italia como Scorpions, Saxon, Mötley Crüe o Accept, entre otros.

Rodando Demons: Dario Argento, su hija Fiore y Lamberto Bava

El rodaje de Demons fue complicado. Por ejemplo, meter una moto en un cine no es tarea fácil y tardamos tres días en rodar esa escena, para la cual se tomaron muchas medidas de seguridad. Lo de rodar en Alemania fue idea de Dario Argento. De hecho íbamos a rodarla enteramente en Berlín, pero como todavía estaba en pié el muro que separaba las dos Alemanias, se decidió finalmente rodar los interiores en Roma. Pero las escenas del principio, las del metro, se hicieron en Berlín. Y el cine es real y el edificio todavía existe[2].  Se trata de un cine antiguo, abierto desde la época del expresionismo y por eso hicimos un guiño a aquella época poniendo un cartel de Nosferatu. Por cierto, el hombre de la máscara es Michele Soavi, mi asistente de dirección, que más tarde dirigió varios filmes[3]. Yo lo conocí cuando rodé mi primera película, Macabro (1980), donde se presentó como actor. A partir de ahí me dijo que le gustaba el cine que hacía y lo cogí como ayudante de dirección.

A Sergio Estivaletti lo conocí dos años antes de Demons, porque el distribuidor de Macabro me llamó un día y me dijo que  tenía un sobrino que quería trabajar en el cine como técnico de efectos especiales y que si pudiera ayudarlo le haría un favor. Colaboró en Phenomena (1985) de Dario Argento y también en Demons, mano a mano con Rosario Prestopino. Eran dos equipos de FX y Sergio se ocupó de las transformaciones.

Hace unos años hubo un proyecto de rodar Demons 3. Escribí una historia que gustó mucho a Argento, pero nos encontramos conque no se sabía quien tenía los derechos sobre el título. Y es importante tenerlo claro y firmado para que no caiga ninguna demanda. Argento no recordaba si lo había vendido a Goffredo Lombardo de Titanus, que fue su distribuidor… Yo tengo el contrato preparado, pero después de los años que han pasado no creo que el proyecto siga adelante.

CINE DE GÉNERO EN ITALIA: PASADO Y PRESENTE

Yo he tenido siempre que rodar en inglés, incluida la serie de televisión Fantaghirò, y esta es una traba para un autor. Se tiene mucho en cuenta la cantidad de espectadores que hay en Estados Unidos, así que las películas se hacen en inglés para venderlas allí y cubrir costes. Siempre ha sido un factor comercial. Inglaterra y Estados Unidos tenían una industria poderosa, mientras que en Italia veníamos de una guerra, así que había una atmósfera muy eléctrica. Y con España, además de esto, teníamos en común que se rodaba con pocos medios, así que nosotros teníamos que ofrecer algo diferente: el Giallo, el sangriento, tenía que haber una diferencia con el cine que se hacía en América. Ahí estaba el gótico, por ejemplo. Y mi padre, como pionero en todos esos subgéneros, estaba adelantado a su época.

El cine que más me gusta es el fantástico. Y del italiano mis directores favoritos son mi padre, Argento y Michele Soavi.  Fulci era un gran director, pero hizo todo tipo de cine y no era un gran amante del género, aunque lo hizo al final y muy bien.

Los años sesenta, setenta y ochenta fueron una época muy fructífera, hacíamos un cine comercial, pero más tarde la situación cambió dando pie a un tipo de cine muy diferente. Se dejó de hacer cine de género y el poco que se hacía se rodaba casi sin presupuesto, y en esas condiciones no me interesaba hacerlo. La demanda de este tipo de cine había acabado.

El último filme de horror que hice fue hace unos quince años o así. El sexto sentido (The Sixth Sense, M. Night Shyamalan, 1999) cambió mi percepción del fantástico. Es un horror positivo, diferente. Y así hice productos destinados a la televisión tipo cuento de hadas, como Fantaghirò[4], que fue un éxito en toda Europa, siempre dentro del fantástico, que es lo que me gusta, pero diferente. Y de hecho el primer Fantaghirò me dio una de las satisfacciones más grandes cuando mi hijo pequeño, que tenía seis años y ahora tiene 33, un día al llegar del colegio me dijo que todos sus compañeros de clase le preguntaban que cuando haría otro Fantaghirò.

Tan solo he hecho dos películas que no eran de género fantástico y no las firmé con mi nombre. Mi padre firmaba algunas cintas como John Old, asi que yo las firmé como John Old Jr.  De una de ellas, Blastfighter (1984) recuerdo que cuando me encontré hace tres años a Tarantino me dijo que para él, esa era mi mejor película. El productor fue Luciano Mantino, uno de los más importantes que ha dado el cine italiano, con más de 300 películas en su haber. Con él había hecho también Cuchillos en la oscuridad (La casa con la scala nel buio, 1983), y me dijo que quería una película tipo Rambo porque era lo que estaba de moda. Yo le dije que no me gustaba copiar y que miraría a ver que se me ocurría, y de una noticia que leí en los periódicos sobre matanzas de animales para venderlos a los asiáticos, construimos el film, que rodamos en Clayton (Georgia), donde se rodó Deliverance (1972), el famoso filme de John Boorman.

No me gustan los remakes. Hice uno en 1990 de La máscara del demonio (La máschera del demonio, 1960) de mi padre, pero creo que no le hubiera gustado que lo hiciera. En mi caso fue un acto de amor hacia ese film. Lo hice basado, al igual que el suyo, en la historia de Gogol, pero muy diferente. Lo que si puedo asegurar es que, si se hace una nueva versión de Demons, yo no la haré.

Ahora estoy rodando Twins,  pero he tenido ciertos problemas con el productor, que no es serio. El dinero viene de varios lugares, entre ellos Francia y Alemania, tiene muchos efectos especiales y aunque se ha terminado de rodar, no se ha podido terminar de editar, pues al poco de comenzar a hacerlo, ha muerto el productor, quedando parada la película. A pesar de todo se han hecho buenas ventas en Berlín, pero ahora el problema es con uno de sus actores, Gérard Depardieu. Varios elementos fatalistas y las cosas van como van. Puede que Twins sea el último film que dirija, no lo sé, y tampoco sé si será bueno o no, pero lo que si me da un poco de miedo es que quede anticuado.

CINE DE GÉNERO EN ITALIA: FUTURO

Del futuro del cine italiano no quiero ni hablar, porque está muy negro. Yo recuerdo cuando comencé a rodar para televisión, que venía de hacer películas importantes como Demons,  y quise hacer cosas que me gustaran, siempre dentro del fantástico, y el fantástico no es solo horror, es también ciencia ficción, fábulas…nadie las quería hacer porque decían que el fantástico era más difícil de rodar que otro tipo de producciones, pero tienen su audiencia. Juego de tronos, que es la serie que más audiencia tiene,  no es muy diferente de lo que he hecho yo. Yo hago películas que me gusten como espectador, y a mí no me gustan las series, soy un espectador de cine y me gusta que las películas se terminen. Ahora todo ha cambiado y lo que más éxito tiene son las series, las buenas series, claro. Así que yo creo que ha cambiado el espectador y su forma de disfrutar del audiovisual. A mí me sorprendió mucho la primera vez que fui, hace tres o cuatro años, a una convención de cómic, la más importante que hay en Italia, Lucca, y estaba con una amiga fotógrafa y comprobé como internet ha conseguido que el público influya, con su opinión, en las producciones que se estrenan. También, estando en un festival, junto con algunos actores de Juego de tronos firmando autógrafos, las colas más grandes eran para los creadores de video juegos. Había más gente haciendo cola para ellos que en las de los directores y actores de cine.  Así que todo esto ha cambiado.

El cine como algo que se disfruta en una sala con pantalla esta de baja. Producciones como la última de Guillermo del Toro (La forma del agua) es posible que vayan a disfrutarla en cines, pero es normal que las cosas cambien, que evolucionen. Creo que el cine como era en los años 60 y 70 comienza a ser un poco… en Italia la gente no va. Se hace cine porque se pasa en televisión y en plataformas. En Venecia ganó Roma (Alfonso Cuarón, 2018) que es de Netfllix. En Cannes se exhibió Suspiria (Luca Guadagnino, 2018) que es de Amazon. De aquí a unos años es posible que el cine se vea desde una máquina en tres dimensiones, con realidad virtual. Todo cambia y evoluciona.

ÚLTIMAS REFLEXIONES

Puedo estar viendo una película muy famosa y que me salga del cine. Me debe de enganchar. Yo cuando voy al cine lo hago como un espectador más, que todavía va al cine porque me gusta verlo en sala, y si hay cinco o seis estrenos que me interesan, escogeré el primero el fantástico, aunque amo todo tipo de cine. Todo depende de que te enganche el argumento. La historia es muy importante. No me gustan las películas de superhéroes, ni tampoco las de la serie Harry Potter, no se porqué. El último filme que me gustó fue It (Andy Muschietti, 2017), me pareció mucho mejor que la versión que hicieron para televisión. Pero es aún mejor el libro de Stephen King. Un grande. El gusto te cambia. Puede ser que una vez haya dicho que Blade Runner (Ridley Scott, 1982) era mi película fantástica favorita, pero ahora ya no lo sé. A mi me gustan los filmes que me sorprenden.

Mi padre decía siempre, si tú tienes constancia y quieres hacerlo. Debes hacerlo. Probarlo siempre. Eso es lo importante. Yo he enseñado dirección durante tres o cuatro años en una escuela de cine y había gente válida proveniente de toda Italia, lo único que encontraba es que, mi clase, en Cinnecità, comenzaba a las 10 de la mañana, yo estaba ahí y los estudiantes llegaban a las diez y cuarto o diez y media y yo les decía,  la cosa más importante en el cine es la puntualidad. Si hay que estar a las cinco de la mañana en un lugar, hay que estar a las cinco, no a las cinco y un minuto. Pero bueno, eso es importante en todos los trabajos. Me preocupa la gente que conozco que quiere hacer cine. Yo creo que ahora, y hablo de mi país, todo es más difícil. No solo el cine. Es más difícil vivir. Es más difícil para un joven. Yo recuerdo que cuando comencé a hacer cine todo los compañeros de la Universidad, a inicios de los sesenta, setenta, estudiaron una carrera. Hoy no es posible.

Me gustaría ser recordado por Demons y Fantaghirò. Hoy vivo de recuerdos. De como se trabajaba antes. Los recuerdos del pasado me dan más fuerza que la vida actual. 

Lamberto Bava, invitado de honor en el festival B-Retina 2018 recoge un ticket no muy diferente al del Metropol.

NOTAS
[1] Popular actor, escritor y director de cine italiano, Fabrizi inició su carrera cinematográfica en 1942 y a menudo escribÍa y dirigÍa sus propios guiones. Obtuvo reconocimiento internacional con el drama neorrealista de Roberto Rossellini Roma, ciudad abierta (Roma Città Aperta, 1945), en el que interpretaba  a un sacerdote que desafiaba valientemente al régimen fascista. Válido tanto para la comedia como para el drama, su carrera cubre cuatro décadas, durante las cuales interpretó memorables papeles en películas como  Guardias y ladrones (Guardia i ladri, Mario Monicelli, Steno, 1951) junto al cómico Totó. Murió de una enfermedad cardíaca en 1990 a los 85 años.
[2] Construido en la plaza Nollendorf de Berlín por los arquitectos Boswau & Knauer como teatro y sala de conciertos en 1906, poco después el edificio sufrió una remodelación adaptándose al estilo Art Nouveau con una capacidad para 1.438 asientos. En 1911 se convirtió en un cine conocido como el Lichtspiele Mozartsaal. En 1926 el cine fue regentado por la Ufa y la capacidad de asientos se redujo a 996. Su interior fue modernizado en 1930. La decoración original dio paso a un estilo Art Deco. En 1942 fue conocido como Nollendorf Palast y después de la guerra de 1946-51 como Neue Scala. Desde 1951 hasta que cerró como cine fue nombrado Metropol. A mediados de la década de 1970 se usó como iglesia evangelista. Y en 1985 se utilizó en Demons. Luego se convirtió en discoteca conservando la decoración del cine y el nombre Metropol. Fue uno de los más grandes y populares de Berlín oeste. Desafortunadamente se transformó en el club nocturno de lujo “Goya” el 1 de diciembre de 2005. Cerró tres meses después y ahora es alquilado por una empresa consultora.
[3] Michele Soavi dirigió algunas de las últimas grandes obras del cine de terror italiano: Aquarius (Deliria, 1987), El engendro del diablo (La Chiesa, 1989), La secta (La setta, 1991) y, sobre todo, DellaMorte Dellamore (1994).
[4] Fantaghirò consta de cinco tv movies rodadas entre 1991 y 1996.
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Novedades Cameo febrero 2020

24 diciembre 2019 Deja un comentario

Cameo nos presenta las novedades para febrero. Un buen lote en el que brillan especialmente los Parásitos de Bong Joon-hoo, pero que también cuenta con las últimas propuestas del siempre imprescindible y comprometido Ken Loach y de Oliver Laxe, sin olvidar la sensibilidad y energía de la reina del Soul, la inmortal Aretha Franklin. Se puede dar más, pero no mejor.

 

14 DE FEBRERO

PARÁSITOS
Considerada una de las películas más importantes del año y posiblemente de la década. Ganadora de la Palma de Oro en el pasado Festival de Cannes y dirigida magistralmente por Bong Joon-hoo abarca casi todos los géneros: comedia, thriller, drama.

LO QUE ARDE
Posiblemente la película más sorprendente del año.
Nominada a 4 Premios Goya (Mejor Película, Mejor Dirección, Mejor Actriz Revelación, Mejor Fotografía), dirigida por Oliver Laxe («Mimosas») y ganadora del Premio del Jurado en el Festival de Cannes, entre otros muchos.

 

21 DE FEBRERO

AMAZING GRACE
Todo el mundo merece ser llevado hasta la luna por Aretha Franklin

 

Qué ha dicho la prensa sobre ella:
«Su mera existencia es un milagro» The New Yorker
«La energía de su actuación es electrizante». Los Angeles Times
«No traigas pañuelos, trae una toalla» The New York Times
«Trascendente, emocionante, te deja sin aliento» NPR

 

25 DE FEBRERO

SORRY WE MISSED YOU
¿De verdad queremos un mundo en el que el trabajo nos aleje de la familia? De nuevo, Ken Loach retrata la sociedad en la que estamos inmersos y nos hace cuestionar el sentido de la vida. Una comprometida película de la que ya les hablamos en Proyecto Naschy con motivo de su estreno.

MÁS DETALLES E INFORMACIÓN EN EL VIDEO:

 

Categorías: DVD / BLU-RAY

Comienza 2020 con terror: ‘Bliss’ se estrenará el 31 de enero

24 diciembre 2019 Deja un comentario


Por si se os escapó en los festivales, el 31 de enero se estrana Bliss de Joe Begos, protagonizada por Dora Madison, Tru Collins, Rhys Wakefield, George Wendt. 


Sinopsis: La artista Dezzy Donahue atraviesa una crisis creativa interminable. Incapaz de detener su mala racha, Dezzy está estancada profesionalmente. En un esfuerzo por combatir su suerte, se entrega a las drogas pesadas. Su especie de novio, Clive, está preocupado, mientras que su amiga Courtney y su enigmático esposo Ronnie siguen alimentando sus impulsos más oscuros. Sin embargo, poco a poco la fiesta parece que termina y ahora Dezzy se encuentra sedienta de sangre y sufriendo visiones terroríficas. Al no haber sido nunca una persona con autocontrol, es incapaz de resistir sus nuevos impulsos peligrosos. Malas noticias para todos los que están en su vida, quienes están llenos del líquido rojo que Dezzy ansía desesperadamente.


Producida por Channel 83 Films
Distribuida por Begin Again Films en colaboración con Wild Duck.


SITGES. FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE FANTÁSTICO DE CATALUÑA. SECCIÓN MIDNIGHT X-TREME.


FESTIVAL DE CINE DE TERROR DE MOLINS DE REI  – MEJOR BANDA SONORA


SEMANA DEL CINE FANTÁSTICO Y DE TERROR DE DONOSTI – PREMIO BLOGOS DE ORO AL MEJOR LARGOMETRAJE


FANCINE (MÁLAGA). HORROR ZONE. 


FANTÀSTIK (GRANOLLERS)


TRIBECA FILM FESTIVAL 2019 (NUEVA YORK). SECCIÓN MIDNIGHT.


FRIGHTFEST 2019 (LONDON)


FANTASIA 2019 (CANADA). A COMPETICIÓN EN LA SECCIÓN OFICIAL. 

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