Sitges 2014, inauguración oficial: hablando en positivo
Como cada año el Honorable Conseller de Cultura, Ferran Mascarell, ha presentado a la prensa la 47 edición del Festival. Junto a él estaban Miquel Forns, alcalde de Sitges, y Ángel Sala director del Festival. Por parte de la Generalitat se considera que se han cubierto los objetivos, que para la institución son catapultar el cine catalán y conseguir que el Festival de Sitges sea el más importante del mundo en su especialidad, para ello ha aumentado un 2% la asignación monetaria. El alcalde de la Blanca Subur, manifiestamente contento, expresaba la satisfacción que es para el municipio la celebración del certamen, con el que el ayuntamiento colabora económicamente y abasteciéndole infraestructuras.
Las palabras más esperadas son siempre las de Ángel Sala quien ha dedicado a los asistentes un discurso optimista. Para el director es el momento ya de hablar en positivo, después de estos años de crisis parece que está cambiando el signo de los tiempos y hay ya una mejoría. Con ese espíritu Ángel Sala ha dado las últimas informaciones sobre los filmes (ya anunciados antes en su totalidad) y sobre las ambiciones que mueven al festival y que son: apostar por la inclusión en la programación de películas pertenecientes a otros géneros considerados concomitantes, es decir, seguimos barajando un criterio amplio de lo que cabe relacionar con el fantástico; en segundo lugar no se han escatimado esfuerzos para apoyar los filmes emergentes, los nacionales, pero también (y sobre todo) latinoamericanos que se engloban en esta edición en una sección que recorre transversalmente todas las otras secciones; por último, el festival, que es ya el más reputado en su especialidad, está volcado a la promoción del cine catalán que nos traerá gratas sorpresas este año.
Una vez más el director ha insistido en la buena salud de la que goza el género, tanto por la profusión de títulos (que se están abriendo camino incluso en festivales que no habían tenido en consideración el fantástico), como por la influencia del fantástico en otros géneros. El Festival de Sitges hace eco de está explosión y nos trae una amplia muestra de todo ese panorama. Se ha procurado que la programación atienda los gustos de todos los públicos conformando un abanico que se extiende desde los filmes más autorales a los más cruentos que satisfarán a quienes siguen siendo devotos de los filmes de puro género. Recalcaba Ángel Sala la necesidad de la polémica y el debate como herramientas que permiten que el Festival genere tendencias y permita descubrir y lanzar el talento. Todo ello hace que la programación completa sea inabarcable, por ello se invita a que cada cual seleccione los títulos que más le interesen llevando a cabo una programación personal que multiplique como caja de resonancia los tentáculos del Festival. El Festival no es una imposición general, al contrario cada uno generará su propio festival lo que da riqueza al certamen.
La conclusión es clara, la 47 edición es una invitación a disfrutar en positivo de la pluralidad que está representando el fantástico en la actualidad. Una invitación al optimismo y la celebración. Sitges 2014, igual que el París de Heminway, nunca se acaba y será una fiesta constante.
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