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A 2000 Maníacos le han salido los colores y Manuel Valencia nos lo cuenta todo
Pocos fanzines han sido tan prolíficos e influyentes como 2ooo Maníacos. Casi 25 años en el candelabro y 44 números a sus espaldas son todo un hito, ya no solo para el fandom, sino para cualquier publicación libre. La que ahora es una revista realizada con imprenta y a todo color, comenzó como lo hacían todos los fanzines en los ochenta, y todos los que los hemos hecho sabemos que los elementos imprescindibles para realizar un fanzine, además de, muy importante, tener algo que contar, es tener…
… pegamento, tijeras, máquina de escribir y hacer fotocopias (a ser posible de calidad)
Y es que los seguidores del cine fantástico, al igual que los del cómic, la música o los movimientos musicales (eso que los medios bautizaron como tribus urbanas) han sido dados a realizar sus propias publicaciones, principalmente por no haber en el mercado revistas que pudieran dar al aficionado lo que buscaba, en su propio idioma y de forma especializada. Intentos hubo, por supuesto. Sin ir más lejos y en cuanto a cine fantástico solo hay que recordar a la que todavía sigue siendo, en opinión de muchos, la mejor publicación sobre el tema, Terror Fantastic, pero tras su desaparición, y a pesar de que hubo otros intentos de corta vida y en gran medida carentes de interés, en los ochenta había tal sequía informativa que se hizo apremiante que los mismos aficionados se pusieran las pilas, y es así como surgen los primeros fanzines sobre el tema.
Ya en los setenta hubo algún antecedente, como Fantastic Films, que pasó a llamarse en su segundo y último número Neutrón, pero es en los ochenta cuando surgen los fanzines más influyentes, como Morpho de Carlos Aguilar y Transilvania Express, con Salvador Sainz al frente. De ambos salieron cuatro números que fueron seguidos por otros como Gothic (3 números), Serie-B (fanzine del futuro colaborador de 2000 Maníacos, Pedro Calleja, del que también se editaron cuatro números), Zombi, Van Helsing, Lycantropus… y alguno más. Todos ellos, como suele ser bastante habitual en este tipo de publicación, de corta pero intensa vida. Los noventa nos trajeron El Sueño del Fevre, Flash-Back (y su secuela de corta vida, Halloween), Tenebrae, Zineshock (editado por Jaume Balagueró), y El grito, un magnífico fanzine literario editado por el también maníaco Jesús Palacios, con números monográficos dedicados a Stephen King, Lovecraft o México. A todos ellos pronto se les uniría otro fundamental, Quatermass. Y muchos más pero, que nadie me corra a boinazos por no verse en este pequeño listado, ya que no hay intención de ser exhaustivo, todo esto es una pequeña introducción a nuestro protagonista y a…
La historia de 2000 Maníacos en 44 números
Y es que, con un pié en los noventa y de forma bastante humilde sale a la venta en septiembre de 1989 el primer número de 2000 Maníacos. Editado en fotocopias y blanco y negro, su formato es A5, algo bastante habitual por entonces a imagen a semejanza de la pionera publicación mod barcelonesa Reacciones, cuyo formato adquirieron muchos más, entre ellos los valencianos Mod News y Marabunta, fanzines amigos de Manuel Valencia. Este último estaba editado por Pablo Herranz, que poco después sería un importante colaborador de 2000 Maníacos, primero bajo el seudónimo de Piedras Blancas y actualmente con su nombre real.
La portada de ese primer número no deja de ser significativa. Nos muestra el nacimiento del hijo de la mujer barbuda y el esqueleto humano de Freaks (La parada de los monstruos). Y es que, efectivamente, había nacido «uno de los nuestros», un nuevo freak que se convertirá en el fanzine más veterano (o uno de los más), influyente y el que conseguirá aglutinar todo el fandom de los noventa y más allá.
Partiendo de un pequeño equipo, la publicación comienza siendo trimestral y teniendo cuarenta páginas que rápidamente se incrementan, ampliando colaboradores y mejorando sin parar número a número. Ya desde las primeras entregas Sergio Rubio habla de cine porno, algo que choca en algunos lectores partidarios de no mezclar ese tipo de cine con el terror. Pero también esos primeros números incluyen artículos sobre música o literatura, cuestiones que irán reduciéndose paulatinamente, pero no así el porno, que no solo ganará más espacio en la publicación, sino que incluso, como veremos, protagonizará números monográficos. Ya en el quinto número (noviembre de 1990) escriben sobre su visita al Festival de Sitges, entrando «en plantilla» además de uno de mis favoritos, el ya mencionado Piedras Blancas , Carlos Durbán, que más tarde pasará a formar parte de Flash-Back.
Los siguientes números muestran un avance en cuanto a temas tratados y un atractivo diseño en su interior, con una media de setenta y dos a ochenta y cuatro páginas. En el sexto número (febrero de 1991, aunque la portada esté equivocada y ponga el año anterior), comienza a demostrarse que en Sitges no pierden el tiempo, y ofrecen un buen surtido de entrevistas efectuadas allí, como las realizadas a Jeffrey Combs, Sam Raimi y Frank Henenlotter. Cada número agota su edición y se incorporan más colaboradores, como Borja Crespo y Manuel Romo.
Con el octavo número (noviembre de 1991) deciden mejorar el logo y la presentación, escogiendo por primera vez una imagen de Traci Lords para la portada, actriz que protagonizaría dos más. Es con este número con el que inician la que será una de sus mejores épocas, que continuará con el siguiente (marzo de 1992), un especial «Tutto Italia» de 90 páginas, y se confirmará especialmente a partir del número 11 (noviembre de 1992), ya con portada a todo color y especialmente con el 12 (marzo de 1993) con magníficas entrevistas a Tobe Hooper, Peter Jackson o Stuart Gordon. La publicación entra en una linea que no abandonará: secciones fijas, serie B, películas raras, porno y poco o nulo interés por los estrenos comerciales, todo ello aderezado con gotas de humor zopenco y erudición, mucha erudición. Y sin dejar de ingresar en el fanzine nuevos elementos que ayudarán a que el fanzine sea lo que es, como Álex Zinéfilo, Eduardo Guillot y Domingo Lopez, entre otros.
Por entonces parte de los redactores del fanzine pasan a colaborar en la segunda época de la revista Fantastic Magazine, cuando estaba dirigida por Jordi Costa, consiguiendo revitalizar sus contenidos y darle un tono cercano al del fanzine. Pero como es sabido por todos, la revista no tarda en degenerar cambiando de rumbo y dirigiéndose hacia adolescentes y jóvenes «normales».
Pero no pasa nada, seguíamos teniendo 2000 Maníacos, cuyo número trece representa otro hito en la historia del fanzine al tratarse de un especial porno que cuenta con un nuevo grupo de colaboradores que se suman a los ya existentes, como Jaume Balagueró, Casto Escópico, Fausto Fernández, Ramon Freixas y Antonio Trashorras, firmas que no se alejarán del fanzine. Sin duda 2000 Maníacos extrae el cine porno de los guettos logrando que películas de Traci Lords y otras divas del género más húmedo puedan comprarse en tiendas dedicadas a cine de terror y fantástico tipo Gorgon, entonces, y Freaks, ahora, antes de que la pornografía en general estuvieran a disposición de todo el mundo en kioscos y tiendas de todo a 100. Este número trece es también el último realizado en fotocopias, ya que a partir del próximo, (enero/junio de 1994) cambiará el formato pasando a tener lujosas tapas en color brillante y el interior editado con imprenta, enriquecido todo ello con la llegada de más maniáticos, como Jordi Costa y Txema Millán.
El 16 (abril de 1995) es un tocho con lomo y 116 páginas que conmemora los 100 años de cine de terror, ejemplar que coproduce el Patronato Municipal de Cultura de Donosti y que cuenta con firmas invitadas como las de José A. Molina Foix, José Mª Latorre y Román Gubern, junto Carlos Aguilar, Hernán Migoya y los habituales de la publicación. Un auténtico choque de trenes que se supera con nota. El nexo con el Festival de cine de terror de Donosti se completa, además de con el fanzine anual, con la publicación diaria de Donosti-13 , que realizan al menos en dos ediciones del certamen.
Eran pues buenos tiempos para 2000 Maníacos, cuyos colaboradores comienzan a ser reclamados por editoriales. En Editorial Midons muchos de ellos pudieron ver, por primera vez, editados libros con su nombre. La colección Serie B la inauguró el propio Manuel Valencia con su primera Videoguía X, que fue seguida por un buen puñado de libros sobre asesinos de cine, directores de cine de terror, mad doctors, super héroes y mucho más. El propio editor de 2000 Maníacos volvió a publicar en esa colección dos títulos más: Videoguía X (Vol. 2) y Traci Lords, junto a Eduardo Guillot. Midons lanzó otras colecciones, entre ellas Cult Movies, una serie de pequeños libros monográficos sobre un film.
En paralelo con Midons , algunos colaboradores de 2000 Maníacos también escribieron para Editorial Glenat, en cuya colección Biblioteca del Dr. Vértigo, Manuel Valencia publicó Breve historia del cine X, escrito en colaboración con Sergio Rubio.
Ambas editoriales también confiaron una revista al equipo maníaco : Glenat en 1996 la revista mensual Invasión! , que constó de siete números y que tenía como director a Manuel Romo. Y Midons Mundo Canalla en 1997, bimensual y ya con dirección de Manuel Valencia, aunque también tuvo corta vida (siete números y un anuario).
Además de en esas dos editoriales, Manuel Valencia ha visto publicados otros libros a lo largo de los años: Sangre, sudor y vísceras. Historia del cine gore (La Máscara, 1996) junto a Eduardo Gillot; Pornomanía (Ed. 2000 Maníacos, 1999); José Luis López Vázquez. Confesiones de un pícaro (Mostra de Valencia, 2002) y junto a Paco Gisbert, Exxxpaña. Historia del cine porno español (FICEB, 2005).
Sin dudad los años 1995, 1996 y 1997 estuvieron repletos de trabajo para Manuel Valencia y el equipo de colaboradores de 2000 Maníacos, que aunque no se dejó de editar, si se resintió severamente su cadencia de salida: el número 17 sale en septiembre de 1995 y el siguiente, el segundo y último especial cine X, en marzo de 1997. A partir de ahí y durante una temporada el fanzine pasará a ser anual coincidiendo con La Semana de cine de terror de Donosti, al principio con monográficos como los de Jean Rollin / Brigitte Lahaie (número 19, octubre de 1997) y el de Bill Pympton (número 20, noviembre 98) y posteriormente con números más «normales» y variados.
Con el número 21 (noviembre 99) celebran el décimo aniversario del fanzine y comienza a maquetar Álex Zinéfilo, ganando visualmente número a número.
Muchos más números después, con una lista de colaboradores que puede llegar a ser eterna (a los nombrados hay que sumar, y me dejo muchos, a Sandra Uve, Rubén Lardín, Frank Lasecca, Sergio Colmenar, el Abuelito, Charly Álvarez, Gerard Fdez. ‘Ordel’, el Sr. Ausente, Exhumed Movies…), y a pesar de tener cadencias locas de salida (hay años en los que salen tres números, otros en que dos y en algunas ocasiones, uno por año), pues bueno, a pesar de todo ello, el 2000 Maníacos sigue ahí y goza de tan buena salud que en 2014 cumple 25 años, acercándose también a los cincuenta números. Y como si fuera para demostrar su lozanía, le han salido los colores. Vale, en otros números ya había algunas páginas a color, pero ahora el fanzine es como un visión psicodélica. Tanto que hay quien dice que algunas de sus imágenes contienen droga disuelta y que, si se lamen, el efecto que puede causar es que el afectado pase, de forma irreversible, a formar parte del mundo maníaco.
Y para terminar esta merecida limpieza de sable, ¿Qué mejor que unas palabras del propio Manuel Valencia? Para nosotros es todo un honor el que haya querido contestar la entrevista que le hemos hecho, así que, sin más zarandajas…
Con ustedes Manuel Valencia
-¿Cómo se te ocurre lo del fanzine
Hacía un programa en una radio libre de Valencia donde hablaba de cine, rock, cómics y fanzines. No veía ninguno que me gustase del todo y decidí, directamente, hacerlo. Así nació el “2000 Maníacos” en el verano de 1989.
-¿Pensaste que tendría la duración y trascendencia que tiene?
No, claro que no. Mucha gente comienza a hacer fanzines para luego dar el salto a revistas, radio y televisión. Lo utilizan como un trampolín donde comenzar. A mí es un formato que siempre me ha encantado, con el que he aprendido y crecido, complementario a mi trabajo como periodista y guionista en televisión. Hacer el fanzine me sigue divirtiendo, por eso sigo. El día que me aburra lo dejaré.
-¿Cual fue la tirada del número uno?
100 ejemplares en fotocopia. Los vendí uno a uno a mis primos, que tengo unos cuantos, y a los amigos. Costaba 100 pesetas de las de antes.
-¿En qué numero te diste cuenta de que se vendía bien?
Comenzó a crecer a partir del número 7. Fue poco a poco, nunca muy de golpe. Del nº 9, un especial “Tutto Italia”, ya tiramos 500 ejemplares.
-¿Se reeditarán al menos los 10 primeros?
Nunca se sabe. Prefiero seguir editando nuevos números a reeditar los antiguos, pero es una idea que siempre está ahí. Posiblemente, posiblemente…
-¿Como comenzó eso de mezclar terror con porno?
Desde el principio. Son géneros apasionantes, mutantes, que te permiten descubrir grandes joyas olvidadas y pasar ratos memorables. ¿Qué más se le puede pedir a una película?
– Hubo y hay quien rechaza la mezcla de terror, porno y despiporre. ¿Qué opinas sobre quien critica esa mezcla y que no sea un fanzine más «académico»?
Lo respeto, pero la filosofía del “2000 Maníacos” es instruir y divertir.
– ¿Había algún tipo de rivalidad en el fandom en los primeros tiempos?
Siempre la ha habido. En los primeros 80, en los 90, ahora… Antes, muchos faneditores ni se hablaban. Es algo divertido lo de las rivalidades… (risas). Algún día deberían reunirnos a todos en un festival… (más risas).
-“2000 Maníacos” ha sido escuela de muchos y punto de partida de escritores que ahora se dedican profesionalmente a la escritura o crítica. ¿Ha habido muchos ingratos?
No demasiados. Pero darle mucha importancia a algo como un fanzine es un poco absurdo. Hay gente que se lo toma todo demasiado en serio. Prefiero quedarme con todos los amigos que han estado ahí. ¡Y los que siguen!… Sin ellos, el “2000 Maníacos” no sería posible.
-¿Que entrevista es la que más ilusión te ha hecho?
Bufff… No sé. Ha habido muchas: Ray Harryhausen, Jesús Franco, Ginger Lynn, Ron Jeremy, Mario Salieri, Tobe Hooper, Álex de la Iglesia antes de rodar “Acción mutante”, Santiago Segura cuando hacía cortos, Carlos Aured, José Mª Ponce, Screaming Mad George, Sam Raimi, Bruce Campbell, Peter Jackson, Guillermo del Toro, José Luis López Vázquez, Rocco Siffredi, Juan Piquer Simón… Imposible quedarme con una sola entrevista.
-¿Y la que te gustaría conseguir?
Con Lon Chaney, pero como no sea con un tablero ouija difícil lo veo.
-¿Qué época del fanzine recuerdas con más satisfacción?
Todas las épocas han sido muy divertidas. La de los primeros años noventa estuvo muy bien. Éramos jóvenes y nunca teníamos resaca.
-¿De qué número estás más orgulloso?
Hay varios especiales que están muy bien. El “Tutto Italia”, el primer especial porno cuando apenas había bibliografía publicada en España, el de Brigitte Lahaie y Jean Rollin, México… Y este último nº 44, porque ha sido el primero a todo color y me encanta el look, tan zorrón, kitsch y setentero.
-Corta y colorea, fotocopias, imprenta y ahora totalmente a color. ¿Era necesario?
Claro. Hacerlo todo así, totalmente a mano, incluso cuando había que escribir los textos con máquina de escribir, era un proceso larguísimo. Imposible hacerlo así hoy en día. El fanzine sólo podría tener 10 páginas.
– Por cierto, ¿aún sigues pensando que es un fanzine y te gusta denominarlo así a pesar de que es una publicación editada a todo lujo?
Sí, claro que es un fanzine. Un fanzine no tiene porqué ser una cutrez espantosa hecha en fotocopias en blanco y negro. Hay que aprovecharse de la tecnología, ¿no? Lo importante es seguir siendo fiel a uno mismo.
-¿Hasta dónde piensas llegar con “2000 Maníacos”?
¿Te refieres hasta cuándo pienso seguir haciéndolo?… Pues mientras que siga divirtiéndome. El día que me aburra lo dejaré.
-¿Que dirías a los que dicen que te repites mucho y que “2000 Maníacos” no aporta nada?
¿Por qué tengo que decirles nada?… Lo bueno es que hablen de uno, aunque sea para mal.
-En estos tiempos de blogs y páginas web, ¿Tiene cabida un fanzine de papel?
Claro, ahora más que nunca. El papel es algo que no desaparece. El día que se produzca el apagón tecnológico el papel seguirá ahí.
-¿Se han notado bajadas en ventas?
Proporcionalmente, no creo que hayamos bajado más que muchos periódicos o revistas. De este último nº 44 hemos hecho una tirada de 700 copias, lo que no está nada mal. Y vamos camino de agotar la edición.
-¿Cómo va la relación con el festival de Donosti?
Estupendamente. Con Josemi Beltrán, el director, hay muy buen rollo y una relación de confianza total. También con todo el equipo del Patronato de Cultura, que trabajan siempre por encima de sus posibilidades, luchando con presupuestos ajustados y haciendo de La Semana de Terror de Donosti un festival imprescindible y tremendamente lúdico, enmarcado en una ciudad increíble. Ya estamos trabajando juntos en el nº especial del “2000 Maníacos” que presentaremos en la edición de este año. Será a finales de noviembre.
-¿Cómo nació esa relación?
En 1992, cuando era director el gran José Luis Rebordinos y había gente detrás como Sara Torres. Nos encargaron el especial “Tutto Italia”. A partir de ahí, todos los años hemos colaborado con La Semana de Terror. Es un auténtico placer trabajar con ellos.
– ¿Editar “2000 Maníacos” puede dar para vivir?
No. Pero tampoco es la idea. El fanzine nació como un hobbie, y como tal tiene que seguir.
-No mueves mucho tu película “Manolín”…
No es que no la mueva, es que está totalmente parada.
¿Y eso?… Yo ya tengo curiosidad, la verdad. Porque… ¿existe, no?
(risas)… Claro que existe. Se estrenó en el Festival de Cine Español de Málaga, y se ha visto en varios festivales nacionales. Hemos tenido ofertas para editarla en dvd, pero estamos esperando al año que viene. En 2014, “2000 Maníacos” cumple 25 años, y preparamos un súper nº especial del fanzine que irá acompañado de nuestra primera película. Ese será el momento de “Manolín”.
-Aún es pronto pero… ¿habrá un especial cuando se alcancen los 50 números?
Esperemos que sí, ¡pero antes nos toca el 25 aniversario!
-¿Nos recomiendas una película, un libro y un fanzine?
Una película: “He who gets slaped” (1924), con Lon Chaney. Una barbaridad.
Un libro: “Noctuario”, de Thomas Ligotti, editado por Valdemar. Una delicia.
Un fanzine: “Exhumed movies”. Una locura.
– Muchas gracias y añade lo que quieras.
Que el “2000 Maníacos” no existiría de no ser por todos los maníacos, todos nuestros colaboradores, un puñado de buenos amigos que siempre han estado ahí, escribiendo y apasionándose por las películas de serie B y Z, de monstruos y de porno. Ah, que todo el que quiera puede comprar el “2000 Maníacos” en tiendas de cómics, y si no lo encuentran, pedírnoslo directamente en nuestro feisb o en el mail pipoelpayasoborracho@yahoo.es. ¡Y 2000 gracias por la entrevista!
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