Otras realidades, por Porfirio
Porfirio es una mujer valiente y modesta a partes iguales, de una sensibilidad extrema con la que ha ido acumulando experiencias. En sus manos esas experiencias, que a otros les habrían parecido demasiado duras para ser soportadas, se convierten en relatos delicados que nos hacen pensar. Como esta serie de microrelatos que os presento y lleva por título Otras realidades. Espero que os gusten.
Realidad I
El pasillo es largo y estrecho. Hay cierto olor indescriptible en el ambiente, mezcla de humanidad y detritus.
Una mujer avanza. Lleva la cabeza ladeada y una lengua descomunal le cuelga babeante. Cuando llega a su altura, la mujer se abraza a ella lamiéndole la cara y le pregunta: ¿cuantos años hace que te has muerto?
Era su primer día.
Realidad II
El teléfono sonó a la hora acostumbrada. Con el gesto nervioso y culpable de quién sabe que está contraviniendo las normas, descolgó el auricular al primer timbrazo. La voz sonó ansiosa al otro lado formulando la pregunta que, aunque repetida, no se había convertido en rutinaria. Ella facilitó la información.
Había días alegres en que las noticias se contaban solas, sin embargo otros necesitaba de toda su pericia para dar el ánimo justo sin falsas esperanzas. Eso venía ocurriendo en la última semana.
A la mañana siguiente, Marisa fue engullida por una ambulancia que la trasladó al hospital general donde moriría dos días después.
Sor María ya no recibiría la llamada de la madre de la chica exactamente a las once de cada noche para preguntarle si había cenado.
Marisas tenía 16 años, medía 1,73 y pesaba 35 kilos.
Realidad III
Isabel da un brusco tirón mientras exclama: “-¡tengo que ir a Zaragoza! Estoy embarazada de mi tia Pura. ¡tengo que sacarme esta mierda de dentro!”
Sor María sujeta las manos de Isabel mientras caga en el inmaculado vater del Hospital psiquiátrico.
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