Inicio > Cómic y Manga, CINE FANTÁSTICO Y DE TERROR ESPAÑOL, LA BIBLIOTECA DE BABEL > Hector Caño edita Supersonic Man y otras de sus obras en tapa dura

Hector Caño edita Supersonic Man y otras de sus obras en tapa dura

Eneasbeat es el seudónimo de Héctor Caño, un dibujante, guionista, editor, estudioso y teórico del cómic que lleva 14 años creando y editando páginas y páginas repletas de aventuras protagonizadas por personajes propios, muchos de ellos claros homenajes a creaciones universales que han poblado de fantasía los sueños de muchos lectores.

Licenciado en Humanidades y Master en Antropología Aplicada, además de Doctorado en Filosofía en diversas universidades, Caño ha realizado comics, cortometrajes y audiovisuales. Muchos como para resumirlos en tan corto espacio. Algunos de ellos con trazos que homenajean desde el Manga a los superhéroes, creando en ese campo un universo particular habitado por personajes como los Super-Freaks, grupo conformado por sosias de actores reales que fueron devorados por sus personajes (Bela Lugosi, Johnny Weissmuller, Adam West, Leonard Nimoy…) Eneasbeat también ha escrito, dibujado y editado novelas gráficas, como la denominada trilogía americana, compuesta por Clubd-La Eneida (2008), Providence Dream (2009) y El cine de los pobres (2010), y es autor, además, de varios libros sobre cómic.

En 2010 crea a Anteros XX, personaje que protagoniza The Book of Flesh (2010) otra novela gráfica en esta ocasión con guión de Ferran Brooks, y en 2012 junta a todos sus superhéroes, incluidos los Super-Freaks en el voluminoso tomo Legion Cosplay. Crisis en Tierra Alpha, según el autor “una fiesta donde todo el mundo está invitado“, y por cuyas páginas “desfilarán Drácula, Billy el Niño, Hércules, Sherlock Holmes…” además de… Supersonic Man.

Y es que Héctor Caño recupera así el personaje que creó el director cinematográfico Juan Piquer Simón para su película de 1978, protagonizada por el primer superhéroe español, primero introduciéndolo en las aventuras de sus propios personajes y más tarde como protagonista de su propio comic book, del que hasta ahora Caño ha publicado cuatro números.

Pues bien, todas estas nuevas aventuras de Supersonic Man, junto a una amplia muestra de los trabajos de Caño pueden adquirirse, a un precio más que ajustado, en tres tomos que reúnen lo más destacado de la obra de Eneasbeat. Tres voluminosos tomos que resumen varios años de trabajo al margen de la industria y que muestran más que cualquier currículum la personalidad del autor.

Uno de los tomos, Marcha Zombie: orígenes, está compuesto, en su mayoría, por encargos y colaboraciones, con algunos trabajos guionizados por Ferran Brooks. El cómic que da título al libro está realizado como contribución a la Marcha Zombie de Madrid y es quizás su pieza más comercial y convencional en cuanto a guion. Si cuesta encontrar en esta historieta el estilo detallista del autor, es porque decide dibujarlo “con un estilo deliberadamente tosco” como explica él mismo, trabajando sin boceto previo y utilizando rotuladores de trazo grueso. Así que, si bien el guion no era tan enrevesado u original como en otras ocasiones (estamos hablando de zombies y si no está todo dicho, poco queda ya por decir), sí que ofrece visualmente un resultado más fresco, más ágil. Ideal para la historia que está tratando. El libro contiene, como hemos señalado, más historias, y además de muertos andantes, por sus hojas circulan asesinos en serie y, claro, superhéroes, como Anteros XX, una creación propia que ya conocen los seguidores del trabajo de Eneasbeat.

El segundo de los tres tomos a reseñar, La eneida y otras historias, es el más personal del autor y reúne algunas de las novelas gráficas realizadas, tal y como cuenta el mismo Héctor en el prólogo del tomo, durante las vacaciones estivales de la universidad. En todas las historias que comprende este volumen, Clubd (El Club Diógenes no existe), La Eneida, Providence Dream y El cine de los pobres, puede leerse entre líneas y sentir lo que vivía el autor en sus propias carnes mientras realizaba su obra. Su niñez como lector apasionado de tebeos, una afición que continúa alimentando su fantasía, como la de tantos otros, pues afortunadamente el cómic ha dejado de ser considerado, al contrario de cuando éramos niños, una lectura infantil (o juvenil) para pasar a formar parte, con casi total normalidad, de la vida de los lectores adultos. Leemos las aspiraciones y la incomprensión de sus personajes. También el enamoramiento y la ruptura. La alegría y la tristeza. La soledad. Y uno cree percibir todo esto porque la sensibilidad de lo narrado desborda las viñetas y aunque la acción de sus cómics se desarrollan en Idaho o Providence, son historias que podrían haber sucedido en tu ciudad. En tu calle. En tu bloque.

Y finalmente el tomo estrella, el que hizo que muchos nos acercáramos a Eneasbeat llamados por su conexión con el cine fantástico español. Supersonic Man Compendio contiene todas las páginas que Héctor Caño ha dedicado al personaje, con una inmejorable calidad de impresión y de papel que resalta el trazo más trabajado y el cariño con el que ha tratado al personaje. Cada uno de los episodios contiene una introducción en la que Eneasbeat explica las circunstancias de cada aventura e incluso el significado de las mismas para quien no ha sabido entenderlas, pues el Supersonic Man de Héctor Caño es un homenaje al personaje de Piquer Simón, sí, pero también a los personajes olvidados del cómic español e incluso al actor que dio vida al personaje, José Luis Ayestarán. Además de un pescozón a la industria y al fandom de nuestro país, compuesto por grupos y grupúsculos, familias y entidades dotadas de la facultad de la autofelación.

El tomo Supersonic Man Compendio, finalmente, es todo un regalo para los que pensamos que Héctor Caño ha realizado el mejor Supersonic Man que podría haberse creado. En un tomo que termina dejando al personaje en lo más alto, tanto en guion como en dibujo, dejándonos con la miel en los labios, pero también con una sonrisa de satisfacción.

Y es que a Héctor le mueve la pasión. Y de eso sabe mucho. Personalmente sus ambiciones y objetivos son otros y la labor que realiza la hace por amor al medio. Por eso mismo se apoya, a la hora de difundir su trabajo, en los que como él y sin ningún tipo de pretensiones más allá de la satisfacción personal y el amor hacia lo que hacen, escriben sobre sus pasiones. Pues los que hemos hecho fanzines y ahora escribimos en blogs o páginas web, siempre al margen del sistema, sabemos de lo que habla.

Hace muy poco leí una despectiva opinión, bueno, más bien afirmación, sobre la supuesta escasez de valor del trabajo de aquellos que escriben sobre cine a cambio de una acreditación en un festival o un pase de prensa, poniendo como ejemplo a seguir a su compañero, que tan solo se mueve o relaciona con los demás cuando hay ganancias de por medio, aunque sea pisando proyectos ajenos.

Pero tanto Héctor como nosotros sabemos que la pasión da sus frutos, sobre todo cuando no se esperan, pues el que hace algo por amor, sencillamente por amor, ya se siente premiado con el itinerario. Incluso aunque lo que escriba nunca se publique. O la película que ha rodado tan solo se vea en festivales minoritarios. O no se vea. O no se termine. O no se comience.

“¡Que la fuerza de las galaxias sea contigo!”

  1. No hay comentarios aún.
  1. No trackbacks yet.

Deja un comentario