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Diario de Serendipia en Sitges: Año de la pandemia. Primera cápsula
Año atípico. Con una pandemia de por medio y unas circunstancias totalmente extraordinarias bajo las cuales Serendipia ha celebrado, como ha podido, su undécimo festival de Sitges acreditado. Hay ganas de cine en el ambiente. Hay ganas de fantástico y de festival. Los ojos de más de uno brillan de entusiasmo: “se ha podido hacer”. Y es que las cosas no estuvieron del todo claras durante estos meses. Vivimos, más que nunca, de un día para otro. Casi de prestado, así que hay que aprovechar, más que nunca, los buenos momentos. Buscarlos, crearlos, vivirlos. Me cruzo con el director del certamen, Ángel Sala, y me pregunta que qué tal lo veo. “Raro, con una sensación extraña”. “Pero se ha podido hacer”, me responde. Sí, con las restricciones y zonas especiales asignadas para prensa; escasez de invitados y colorín; así como una alarmante falta de afluencia de público en general. Pero aquí hemos venido, como siempre, a lo que hemos venido: a rendir pleitesía al cine.
Serendipia inaugura su primera jornada en el Festival de Sitges 2020 con Archenemy, una historia muy indicada para estas circunstancias. Una historia que nos habla de héroes y de la búsqueda de la luz. En ‘el barrio’ donde se desarrolla la acción de Archenemy todos buscan su manera de sobrevivir, ya sea vendiendo drogas o ‘stories’ para redes sociales. Cada uno tiene su historia, pero la más extraña es la de un borracho, un sintecho que dice ser un viajero interdimensional atrapado en nuestra realidad ¿será cierto, serán tan solo delirios derivados del alcohol? No lo sabremos hasta que averigüe la misión que le ha traído a esta dimensión en esta nueva propuesta de Adam Egypt Mortimer, de quien ya pudimos ver en Sitges sus dos anteriores filmes, Some Kind of Hate (2015) y Daniel Isn’t Real (2019). En Archenemy se vale de la animación para mostrar al espectador los recuerdos/delirios cósmicos de Max Fist, el viajero de otras dimensiones, con un dibujo de línea clara que nos recuerda el imaginario de los hermanos François y Luc Schuiten, especialmente el que idearon para su obra más reconocida, la Trilogía de las Tierras Huecas (Caparazones, Zara y Nogegon). Tanto Mortimer como los belgas nos presentan mundos inventados a través de los cuales se nos ofrece un conjunto de reflexiones que nos permiten iluminar nuestra realidad desde el escapismo del fantástico y, a la vez, meditar sobre nuestra condición. Y todo como metáfora de esa búsqueda de una existencia más luminosa, lucha en la que, quien más, quien menos, estamos enfrascados y con la que escapar de nuestra sucia y gris realidad. Recibida con opiniones dispares sobre su valía, fue unánime que uno de sus principales méritos es la interpretación del carismático Joe Manganiello en el papel de ese superhéroe antiheroico que viene a rescatar al mundo de la ambición de quienes pretenden convertirlo en su coto privado de dominación. Más allá del desacuerdo, sigue habiendo consenso sobre que Adam Egypt Mortimer es una de las voces más interesantes del panorama fantástico actual.
Malnazidos fue la película escogida para inaugurar el festival de Sitges, una película de zombies que va mucho más allá, pues ante todo es una cinta de aventuras con mucho de comedia. Lo que en principio podría tomarse como una idea descabellada, ubicar un ejército de zombies, en la Guerra Civíl española, se convierte en un escenario totalmente creíble por la manera en la que sus directores, Javier Ruiz Caldera y Alberto de Toro, han enfocado la idea, llevándola al campo del humor. En Malnazidos, al igual que sucedía en la que vemos como su directa inspiración, La Horda (La Horde, Yannick Dahan y Benjamin Rocher, 2009), dos grupos rivales, al parecer, irreconciliables, tendrán que unir fuerzas ante un enemigo común e idéntico en ambas cintas: los zombies. Así, tendremos a un capitán del bando nacional y un soldado raso carente de ideología política que deberán convivir y superar las naturales desconfianzas junto a un sargento republicano, un comisario político anarquista y una joven miliciana, ‘la matacuras’, entre otros, en un variopinto grupo contagiado del espíritu Bruguera, en su
forma y en algún homenaje directo, como en el nombre del capitán que interpreta Miki Esparbé, Jan, un detalle sin duda responsabilidad de Javier Ruíz Caldera, director de Anacleto: agente secreto (2015) y de, precisamente, Superlópez (2018) basada en la obra más celebrada de Juan López Fernández, Jan. Una cinta entretenida cuyo estreno se producirá en enero de 2021.
La producción canadiense Vicious Fun es una comedia negra dirigida por Cody Calahan protagonizada por un crítico/freaky de cine de terror que se encontrará en el lugar y en el momento equivocado cuando accidentalmente entre a formar parte de una especie de terapia de grupo de asesinos en serie. Buenos gags y en general un buen rato en una cinta para ver y celebrar, preferiblemente, en compañía. Película inaugural de la sección Panorama Fantástico, es un film totalmente festivalero, con sus personajes caricaturescos y su buen ritmo.
Por su parte Península (Train to Busan 2, Sang-ho Yeon) la esperada secuela de Train to Busan tiene bastante en común con Malnazidos, pues ambas son, principalmente, películas de acción en las que los zombies pasan a un segundo plano, lo cual no significa que la película no tenga sus momentos de tensión protagonizada por unos muertos vivientes (o infectados) de lo más hambriento y ágil. La acción se desarrolla cuatro años después de la infección que ha convertido Corea en un erial apocalíptico en perpetua cuarentena. Los países han dejado de aceptar refugiados y los supervivientes que quedan son culpabilizados como responsables de la catástrofe humanitaria.
Una digna continuación dirigida de nuevo por Yeon Sang-Ho que incide en los momentos melodramáticos pero repleta de acción que demuestra que, como suele suceder, en los momentos de crisis los humanos son los peores enemigos de si mismo. Todo un cruce del espíritu de Mad Max con el ritmo del thriler coreano y con zombies como fondo, que nos resultó más disfrutable de lo que hacían prever los comentarios negativos vertidos en redes sociales antes de su proyección.
Aunque nos mantenemos y nos mantendremos cada día más alejados del colorín, o si prefieren, glamour, los cócteles y las alfombras rojas, nuestro amigo Quim Crusellas y su equipo son los que mejor saben captar la esencia del día a día que el festival desea difundir en sus making of, aunque dándole pequeños guiños a la clase de tropa y otorgando al conjunto un magnífico sentido del humor. Este año han sido menos, tan solo cuatro, pues los eventos diarios daban para poco más.
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