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Archive for 20 agosto 2014

En un patio de París, dormir más todavía

No saber nada, no enseñar nada, no querer nada, no sentir nada, dormir, dormir más todavía, tal es hoy mi único deseo. Charles Baudelaire, prólogo a Las flores del mal.

en_un_patio_de_paris-cartel-5657Antoine Le Garrec (Gustave Kervern) es insomne, lleva mucho tiempo durmiendo muy poco, e incluso cuando duerme sueña que no puede dormir. El spleen, angustia vital, melancolía sin causa, se ha adueñado de él y un buen día abandona el escenario (es un cantante de medio pelo) sin rumbo definido. Como Baudelaire sólo ansía dormir, como él deambula por la ciudad, vaga por las calles, cual flâneur, sin objetivo ni expectativas, abierto a lo que la casualidad depare. Es casualidad que en la oficina de empleo le ofrezcan una vacante de portero, como lo es que quien tenga que aceptarle en el puesto sean Mathilde (Catherine Deneuve) y Serge (Féodor Atkine), una pareja de recién jubilados que se enfrentan a su nueva realidad de desocupados con distinta actitud. Es Mathilde quien lo escoge porque le inspira calma, a ella, que se ha sumergido en la vorágine de una ONG enfocada a resolver el calentamiento global y no tiene respiro. Cuando la evolución de una grieta haga que Mathilde tema que el edificio entero se derrumbe, nace la amistad entre ellos. Una amistad entre seres que amenazan ruina más que el viejo edificio en el que interactúan. Estos son los personajes que destacan en el mosaico de En un patio de París

En un patio de París es una comedia agridulce que poco a poco va deslizándose hacia el drama, sin negarnos un tenue halo de esperanza en su final. Pierre Salvadori, su director, vuelve a conducirnos a esa mirada que se entretiene en los márgenes, con esos personajes inadaptados que, sin embargo, intentan sobrevivirse con todas sus fuerzas, tratan de salir de su condición a pesar de sus deficiencias. Y todo ello retratado con mucho humor y mucha ternura. Una producción de modesto presupuesto, pero muy rica en matices que nos cuenta una historia de perdedores que, sin embargo, no están totalmente perdidos. No todos ellos al menos.

Manguera.-Dans-la-cour

Por ese patio de escalera pululan toda una serie de personajes bizarros (en su sentido francés que poco a poco ha ido desplazando el significado castellano):  un ex futbolista drogadicto que roba bicicletas y las almacena en el patio común, un vecino con un trastorno compulsivo que no puede lidiar con el desorden, un inmigrante, captado por una secta, y su perro que ocupan el taller de los bajos… Dentro de un imaginario que está a medio camino entre Happiness (1998, Todd Solondz) y La maladie de Sachs (1999, Michel Deville), todos ellos comparten la misma soledad y la misma necesidad de atención. Antoine es el catalizador, no está ya para sí mismo pero sí para ellos, él se diluye poco a poco en su cotidianidad pero el resto, especialmente Mathilde, seguirán adelante más reconfortados pues el tamiz de Antoine les ha servido para recuperar convicciones igual que esas macetas que se consumían han pasado a ser jardín por obra y gracia del portero.

en un patio

Dans la cour, el título original, hace más justicia a la película que su trasvase al castellano, que concreta con su genitivo el lugar de la acción quizás para indicar al seguidor de tendencias y modas que se encuentra, si, de nuevo ante un film francés. Ese patio vecinal no se ubica espacialmente por mucho que esté afincado en la capital gala. Esa comunidad es universal igual que lo es esa grieta que obsesiona a Mathilde. El edificio que aglomera a los personajes (prácticamente el único escenario del filme) es un microcosmos transportable por analogía a todo mundo humano contemporáneo. El edificio, como nuestra civilización, ha envejecido y, aunque no amenace ruina, ha empezado a agrietarse igual que se resquebraja nuestra confianza en el mundo occidental, con la fuga de valores y derechos que está arrojando su crisis. Los miembros de esa comunidad están fuera de lugar, como desubicado está el hombre de hoy ante un orden burocrático del que no se acaba de vislumbrar el centro. Todos podemos sentirnos exhaustos como Antoine («sólo quiero limpiar, dormir y no pensar»), pero Salvadori no nos deja ahí, no trata de engañarnos pero nos muestra una salida. Pues, del mismo modo que nos identificamos con el protagonista, todos podemos todavía ser Mathilde y embarcarnos en un nuevo proyecto que nos haga vivir. Una pequeña esperanza queda aún. Eso sí, la esperanza es lo único que quedó encerrado en la caja de los males que nos trajo Pandora.

Categorías: VAMOS DE ESTRENO

El gurú de los efectos visuales, Pablo Helman, ofrecerá una masterclass en Sitges 2014

Pablo Helman, una de las figuras clave del cine fantástico de las últimas décadas, visitará la 47ª edición de Sitges – Festival Internacional de Cine Fantástico de Catalunya para protagonizar una masterclass. Helman (Buenos Aires, 1959) es el supervisor de efectos visuales de Industrial Light & Magic y ha trabajado codo con codo con Steven Spielberg y George Lucas.

Salvar al soldado Ryan, El mundo perdido, La guerra de los mundos, Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal, La amenaza fantasma o El ataque de los clones forman parte de la larga lista de títulos dirigidos por Spielberg y Lucas en los que ha trabajado Pablo Helman. Sus inicios se remontan a principios de los años 80, como autor de músicas para un canal de televisión de Los Ángeles, época en que se iniciaba la revolución digital en el cine, un momento que Helman vivió intensamente.

pablo helmanA partir de su trabajo en la serie de televisión Star Trek: The next generation, fue requerido para trabajar en Digital Domain, la empresa de efectos visuales y animación fundada, entre otros, por el director de cine James Cameron. Helman trabajó en grandes éxitos como Apolo 13 o Independence Day, dirigida por Roland Emmerich, que también estará este año en Sitges para recoger su Gran Premio Honorífico. Fue en ese momento que la empresa de George Lucas decidió integrarlo en Industrial Light & Magic, trabajando estrechamente con el director de efectos visuales Stan Wilson hasta la muerte de éste.

En la actualidad, sus últimos trabajos los ha realizado en los films Las tortugas Ninja (producida por Michael Bay) y Piratas del Caribe 5. Pablo Helman está considerado como uno de los mejores del mundo en su especialidad y compartirá con el público del Festival sus experiencias y diversos temas de interés como la captura digital de actuación de actores en el set, la relación entre la tecnologia y el arte, la creación de los personajes, o los diversos modelos de producción, así como imágenes inéditas y material de su trabajo como mano derecha de Spielberg y Lucas.

Categorías: Sitges Film Festival
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