Archivo
Charlando con Jack Taylor
Un día de julio de 2013 tuve ocasión de realizar un sueño: reunirme con George Brown Randall, norteamericano nacido en Oregón el 21 de octubre de 1936. Pienso que con ese nombre no sabrán quien es pero, ¿Y si les digo que más tarde se dedicó a la actuación bajo el nombre de Grek Martin? Vaya, tampoco. Y no me extraña, ya que ese es el nombre artístico que tuvo durante su estancia en Méjico. Pero tras aterrizar en Madrid un caluroso día de agosto de 1961, decidió quedarse y proseguir su profesión en España con el nombre de Jack Taylor. Ahora sí, ¿verdad?, pues el entrañable Jack Taylor me contó muchas cosas durante el transcurso de la conversación que mantuvimos. Su proverbial amabilidad, de la que ya habíamos escuchado hablar, rebasaba todo lo imaginado y fue generoso a la hora de contarnos anécdotas. Vivencias que él mismo les cuenta, tal y como hizo conmigo, y que únicamente les trascribo tal y como él las narró. Espero que disfruten tanto como lo hicimos todos los presentes en esa velada en Badalona, que además de agradecer al propio Jack y a su representante, José Marzilli, hay que agradecer efusivamente a la organización del festival Cryptshow y al magnífico restaurante Can Frai, que además de ofrecernos unas delicias culinarias finas, finas, también dispone de un personal de lo más amable. Y sin dejar de lado al amigo Eduardo Gión, ya que esta entrevista fue rodada con intención de formar parte de su documental El espanto surgió de Profilmes, que por razones ajenas está, digamos, esperando reiniciarse.
Apaguen sus móviles, les dejo con Jack Taylor.
Estuve en Los Angeles e hice televisión, pero en seguida me dí cuenta de que no tenía nada que hacer porque no era tan alto como Rock Hudson ni tenía el tipo de Marlon Brando. Entonces pensé, bueno, ¿Dónde me puedo ver? Estaba pensando en Italia, pero no tenía dinero, así que me fui a Méjico y me contrataron para una película que se llamaba… bueno, no recuerdo el título pero era sobre Joaquín Murrieta[1], el poeta bandido, con Carlos Thompson, me acuerdo muy bien, el hermano de Linda Christian[2].
Luego por mi tipo, supongo, que no tenía nada que ver con el tipo típicamente mejicano, hice allí dos series para la televisión norteamericana[3] y luego comencé a trabajar en español. Hablaba muy poco cuando llegué a Méjico, y en seis meses estaba hablando más o menos. Aprendí en la calle. Iba al Mercado Central, compraba los cancioneros, y con las letras de las rancheras aprendí español (risas). Luego me llamaron para hacer otra película en español y después Federico Curiel me llamó para Nostradamus[4]. Más tarde estuve haciendo teatro, porque en Méjico no importa si tienes acento o no. Hice Anastasia y luego una comedia musical con la que vinimos a España. Y lo que había sido un gran éxito en Méjico fue un fracaso total aquí. Pero es curioso, mi compañero de camerino era un tenor de diecinueve años que se llamaba Plácido Domingo. Era octubre de 1961.
Yo quiero mucho a España. Me siento muy feliz aquí y siempre digo que es mi segunda patria, pero cuando llegué a Madrid el 29 de agosto de 1961 con ese calor… ¡Había una sola persona en toda la Gran Vía! Pensé ¿Dónde me he metido? Era un país gris, hasta cierto punto, porque Méjico por aquel entonces era como París al lado de Madrid. Era un poco chocante pero, aquí estoy.
En seguida me salió un contrato para hacer una película francesa, después una italiana y pensé “me quedo. Ya está”. Así de fácil. La vida de un cómico, ya sabes. Hay futuro en todas partes solo hay que saber aprovechar el momento.
El primer western que hice[5] fue con Leo (León Klimovsky), un ser maravilloso. Hace una semana estuve con su viuda, Erika (Szel), que trabajaba como script en todas sus películas. Leo era un hombre muy culto, muy respetuoso, un gran director. Hizo películas menores, digamos, pero Leo tenía la facilidad de que si le dabas unos metros de película te hacía un largo ¿me entiendes? y por eso trabajó tanto. Le guardo un gran cariño.
Personalmente no me gustan los western. Yo nací en el oeste pero no me gustan los western (risas), pero estaban muy de moda aquí. Se rodaba sin sonido. Yo en Méjico estaba acostumbrado a rodar con sonido y en mitad de una escena comenzó Klimovsky a dirigirme y paré, porque no sabía que hacer. Con George Martin me acuerdo que rodamos una pelea y, no recuerdo si fue culpa mía o suya, pero le pegué sin querer y en una escena casi me ahoga en un abrevadero (risas).

Efectivamente, este fotocromo original (coloreado, tal y como se hacía antes) muestra el momento abrevadero)
Paul Naschy fue el precursor aquí del movimiento este de películas de terror. No lo inventó, por supuesto, pero fue el primero. Antes había habido películas que habían hecho incursiones en este género, pero lo que a mí me tocó en esa época lo comenzó Paul.
Él estaba completamente entregado a su personaje y al género. Lo tomaba muy, muy en serio. Lo vivía. Y era un gran profesional.
Me acuerdo bien de todos mis directores. Carlos Aured también era un gran artesano. Todos estos directores cumplían muy bien su cometido y tengo la suerte de haber sido amigo de todos, de Leo, de Carlos, de todos. A todo ese cine lo que le faltaba era dinero, por supuesto, pero con lo poco que había se hizo mucho. Todas estas películas eran modestas, digamos que eran de serie-B, pero lo curioso es que de más de una película de serie-A nadie se acuerda, pero de estas sí.

Imagen de distribuidora para exhibidores con una imagen de Rina Ottolina, que porta Jack Taylor, y que, naturalmente no se utilizó en la época.
Por ejemplo, La venganza de la momia (1973) es muy lujosa para la época. Está muy bien. Rodamos en el Castillo de Viñuelas. Hay secuencias con Helga Line que rodamos en la antigua embajada de Santo Domingo. Estuvimos en el Puente de Londres rodando, y al ver la película terminada vi un autobús cruzando el puente (risas).
Por cierto, sobre la protagonista, Rina Ottolina, el padre se llamaba René, la hermana Rona y el perro Runa, me parece (risas).
Hice un western con Amando de Ossorio, La tumba del pistolero (1964). Me acuerdo que Ossorio se enfadó mucho conmigo. Estábamos haciendo El Buque Maldito (1974) y yo me equivoqué después de una jornada muy larga, y me dijo: “me sobran actores”, porque estaba pensando en sus muñequitos. Por eso hice Serpiente de mar (1987), porque soy libra y no puedo tener enemigos. Hice una actuación de dos minutos, pero lo más curioso de esta película es que estaba Ray Milland [6] y hablaba español. Me contó que cuando tenía quince años viniendo en un barco de Alejandría se le había infectado el brazo y se lo querían cortar. Lo desembarcaron en Almería y un médico lo recogió en su casa, donde estuvo unos seis meses curándose. Así aprendió español.
En El Buque Maldito hay un momento, cuando los templarios surgen del mar, que es impresionante. Yo no sé como un director de ahora no retoma esos personajes y hace algo con ellos, porque es una buena idea.
De La noche de los brujos me acuerdo muy poco. Recuerdo que estuvimos cerca, en Madrid, en una selva de plantitas. Un fondo como un cuadro de Rousseau, y me acuerdo de una secuencia donde estábamos en mitad de un riachuelo.
Todos los rodajes se hacían en español y luego se doblaban. Hasta hace muy poco tuve que ser doblado, pero es que en aquella época se doblaban hasta las películas argentinas.
Yo tengo una idea muy particular sobre estas películas de género. Pienso que eran una manera de engañar la censura. Supongo que ver un monstruo corretear detrás de una chica en minifalda por un cementerio no era algo sumamente erótico, no lo sé, pero era una manera de mostrar un poquito más. Creo que algo había.
Os voy a contar una cosa. Cuando vine a España en pleno verano del 61 me fui al cine Fuencarral con una camisa de manga corta y no me dejaron entrar. Pregunté el porqué y me dijeron que “usted puede tocar algo con el brazo desnudo”. Esa era la mentalidad.
Las cosas han cambiado.
Sobre las dobles versiones que se rodaban para el extranjero con desnudos, no creas que afectaban menos a los hombres. Hay alguna película por ahí dirigida por un señor recientemente fallecido de la que hay cuatro o cinco versiones que… (risas). Después hablamos de eso. Sí, había dobles versiones, pero la doble versión por entonces era un poquito más de pierna o un poco más de seno. Con o sin sostén, digamos.
Es curioso trabajar mostrando algo de tus encantos o desnudo. Estás trabajando, estás actuando, no estás pensando ¡Dios mío!
Hice ocho películas con Jesús Franco en un periodo de diez años, pero hay películas por ahí de Jesús Franco con Jack Taylor que yo no he hecho. Son trozos y cosas así. Hay una película de la que hay cuatro o cinco versiones, tal y como te he comentado[7]. Hasta una versión porno, que yo no hice. Era un truculento (risas). Pues esa película nunca se terminó y no me la pagó. Después dijo “Jack me hizo esta película gratis”. Gratis si, porque no me pagó. Y lo digo en broma y con mucho cariño.
Estuvimos en Madeira y me dio 50 escudos para comer, y media hora después me los pidió prestados.
Durante el rodaje de El conde Drácula (1970) me parece que Christopher (Lee) y Herbert (Lom) nunca se vieron, si recuerdo bien. Yo sí trabajé con Christopher. Esta se hizo en inglés. Herbert Lom era un caballero muy correcto, muy profesional, pero tuvimos muy poco contacto, y con Christopher igual. Con Christopher Lee he rodado dos o tres veces, no me acuerdo[8]. Soledad Miranda murió poco después. Con María Rohm he trabajado mucho [9]. Era buena película porque había un productor detrás, Harry Alan Towers, que cuidaba los guiones. Porque había un guión, ya que muchas veces en las películas de Jesús no había guión. Un buen rodaje, si.
Vampir Cuadecuc (1971) de Pere Portabella, el gran amigo Pere, me gusta muchísimo. Es una gran película. Un making off pero una película en sí. Incluso se puede decir que me gusta más Vampir Cuadecuc que El conde Drácula. Sí, es una gran película. Me ha entrado un poco de emoción porque me acuerdo tanto, tanto, tanto de Soledad Miranda. En una escena ayudando a colocarla en el ataúd… yo estaba muy emocionado cuando rodamos eso.
José Ramón Larraz es un gran amigo mío, le quiero mucho y le tengo un gran cariño. Hice tres cosas con él: Goya (1985), que fue donde le conocí, es una serie en la que hice de duque de Wellington. Y después hice dos películas, Descanse en piezas (1987) con la famosa Dorothy Malone, y Al filo del hacha (1988). No eran muy buenas películas en realidad. No me gustaban mucho.

Jack Taylor durante la presentación del libro Spanish Horror junto al autor Víctor Matellano y José Ramón Larraz, José Lifante, Paul Naschy, Antonio Mayans y Saturnino García.
Viaje al centro de la tierra (1977, Juan Piquer Simón) era muy divertida, con Pep Munné, Kenneth More… bonita película. Me encanta también Mil gritos tiene la noche (1982, Juan Piquer Simón), tuvo mucho, mucho éxito fuera de España, sobre todo en Estados Unidos.
Yo creo que aquellas películas tienen un valor. Hay público todavía para estas películas. Yo me acuerdo hace diez años que estuve en Miami y un fan, un admirador, me dijo “quiero mostrarte algo”, y me llevó a una nave inmensa donde tenía todas las películas españolas de género. Todas las mías estaban allí y no se encontraban en España, porque en aquel entonces en España no interesaban y se burlaban mucho de, bueno, no quiero decir de quien, posiblemente de todos nosotros por haber hecho esas películas. Y después rodé con Polanski, con Milius… y pensaron, bueno, a lo mejor no es tan mal actor como habíamos creído (risas).
Viciosas al desnudo (1980, Manuel Esteba) es una película puramente alimenticia con Silvia Solar, que trabajó conmigo (o yo con ella) en La tumba del pistolero y luego en una película que hicimos en Italia, que no recuerdo como se llamaba[10].
Con lo que vi durante el rodaje de Autopsia (1973, Juan Logar) tuve suficiente. Para esta película, y creo que nadie lo ha dicho, utilizaron tres cadáveres de verdad. Presenciar una autopsia no era nada para mí porque cuando estaba estudiando y necesitaba ganar dinero trabajé en una funeraria y estaba acostumbrado a ver esas cosas pero… era muy desagradable. La rodamos en la morgue del Hospital San Pablo, que ahora es el Museo Reina Sofía.
¿He hecho de todo, eh?
Voy a ser sincero. Hubo un momento en que me molestaba que se me reconociera solo por el cine de terror, pero ahora no. En un momento pensé, bueno, si solamente me recuerdan por esto… pero no, soy muy feliz de haber hecho estas películas.
Hice también varias cosas para televisión española, con muy buenos directores que tenían una calidad que no tenían muchas películas. Es una pena que ahora que la programación es tan pobre no saquen estas cosas ¿Por qué no pasan otra vez series como Los libros, El quinto jinete, Cuentos y leyendas…? Ahí estaban Martínez Lázaro, Páramo, Alfonso Hungría… buenísimos directores. Y se hacía como cine de verdad.
En los últimos cinco años he rechazado algún trabajo, no voy a decir cual, porque muchas cosas que he aceptado eran puramente alimenticias, voy a ser sincero, pero cuando uno puede decir que no, no es que dé una gran satisfacción, pero si puedo quiero ser más selectivo. Y ahora estoy trabajando probablemente más que nunca. Acabo de estrenar Hijo de Caín (2013, Jesús Monllaó), una película que me gusta mucho hablada en catalán y español; creo que en septiembre sale Presentimientos (2013, Santiago Tabernero). Y claro, Wax, que está muy bien y que está en montaje ahora. Está un pelín retrasada porque había que esperar un montador, pero están en ello, y es una película que disfruté mucho haciéndola y (Víctor) Matellano ha hecho un buen trabajo. Es una película muy clásica tipo Hammer y disfruté inmensamente interpretando al Dr. Knox, que tiene unos gustos culinarios un poco extraños. Espero que guste. Lo pasé muy bien haciéndola y hay un buen trabajo de maquillaje y dirección. Estoy deseando ver la copia final.
Y hay una cosa en la parrilla que vamos a ver si sale. Lo importante es seguir trabajando. Me han preguntado ¿has pensado en jubilarte? Y no, me quiero caer muerto delante de la cámara.
Humildad, amabilidad, profesionalidad y elegancia: JACK TAYLOR.

Jack Taylor con Serendipia tras la entrevista ¡Más contentos que unas castañuelas! (Foto: David ‘Cinephone’ Cornado )
[1] La película es El último rebelde (1958, Miguel Contreras Torres) y Jack Taylor todavía se hacía llamar Grek Martin.
[2] Mejicana como su hermano, quería estudiar medicina pero se encontró con Errol Flynn que se la llevó a Hollywood, donde realizó una extensa carrera. Se casó con Tyrone Power y es la madre de Romina y Taryn Power.
[3] Al menos una de ellas fue en Captain David Grief , serie basada en narraciones de Jack London en la que, todavía como Grek Martin, interpretó un episodio de la segunda temporada, The Terrible Solomons (1960)
[4] Aunque Jack Taylor trabajó en Méjico con otros directores como Alfonso Corona Blake, es con Federico Curiel con el que más rodó, interviniendo en un total de 6 películas, tres de ellas pertenecientes a la serie dedicada a Nostradamus, donde tenía un personaje fijo, Igor: La maldición de Nostradamus (1960), Nostradamus y el destructor de monstruos (1962) y Nostradamus, el genio de las tinieblas (1962) y tres títulos más pertenecientes a la serie dedicada a Neutrón: Neutrón, el enmascarado negro (1960), Los autómatas de la muerte (1962) y Neutrón contra el Dr. Caronte (1963).
[5] Fuera de la ley (1964).
[6] Y por cierto, Taryn Power, de la que hemos hablado antes.
[7] Aquí conocida en DVD como El ataque de las vampiras (Les Avaleuses, Female Vampire…) 1973.
[8] Y a nosotros también nos pilla desprevenidos. Sabíamos del film de Jesús Franco y su “altenativo” Vampir Cuadecuc, de Pere Portabella fuera de esos, Eugenie (1970) otro filme de Jesús Franco.
[9] Sin escarbar mucho en Sex Charade (1969) y en Eugenie (1970) ambas de Jesús Franco.
[10] Posiblemente se refiera a Mercancía humana (Agente Sigma 3- Missione Godwhater, 1967, Gian Paollo Callegari).
Marián Salgado: la niña mala del Fantaterror
Marián Salgado podría haber sido uno más de los muchos niños actores que ha dado nuestro país, pero tenía una particularidad única, ya que lejos de ser un niño o niña cantora a la usanza de Marisol o Joselito, o simplemente un adorable infante encantador y sonriente como Pablito Calvo, Marián, vaya usted a saber porqué, se especializó, posiblemente sin pretenderlo, en hacer de niña mala. Provista de unas de las miradas más bordes y malas que se han podido ver en la pantalla y de una de las risas más maléficas, su figura ha brillado en dos películas (y en una muy especial labor de doblaje) las cuales dan fe de que Marián sabía, y muy bien, helarte la sangre en las venas con una simple mirada. Pecosa y con el pelo castaño, su imagen es popular para el aficionado principalmente por La Endemoniada (1975) , película de Amando de Ossorio que protagoniza totalmente, a pesar de contar con queridas actrices de la talla de Lone Fleming o María Saly. También su intervención en ¿Quién puede matar a un niño? (1975, Narciso Ibáñez Serrador) es sencillamente inolvidable. Por estas dos películas entra con honores en el pequeño panteón de figuras del Fantaterror. Y no, no se equivoquen, no piensen que su corta edad la convierte en más inofensiva que sus compañeros de viaje… Así que estamos más que contentos de haber podido hacerle esta entrevista que tan amablemente nos ha concedido.
La idea de entrar en el mundo del cine no es algo que surgiera de la mente de Marián, fue una idea «Absolutamente de mi madre, la mamá de la artista, ya se sabe…» Sin antecedentes familiares en la profesión, comienza su carrera en 1972 desde la televisión, donde hace un papel en la serie, Hora once, que fue seguida, tres años después, por su colaboración con Amando de Ossorio en La endemoniada.
Pero Marián antes fue la voz de Linda Blair en El Exorcista (The Exorcist, 1973, William Friedkin) ¿Como? Pues sí, fue escogida para doblarla: «Hice un casting. La selección la hizo la productora de El Exorcista y Fernando Rey fue el director» . Marián se encargó de la voz normal, no de la poseída, cuyo doblaje realizó Mimí Muñoz. El director se encargó de que no viera ninguna escena escabrosa.
Ossorio ya tenía una buena filmografía a sus espaldas en la que había tocado varios géneros, pero La noche del terror ciego (1972) y sus secuelas le aseguraron un lugar en el cine de terror con unos personajes, los esqueléticos templarios, que han convertido esos filmes en películas de culto en todo el mundo. Precisamente el año en el que rueda La endemoniada, retomaría los personajes por cuarta y última vez en La noche de las gaviotas.
La Endemoniada se suma a la moda del cine de posesiones satánicas que El exorcista había desatado en 1973 y que tantas películas con mayor o menor fortuna generó, como Exorcismo (1975, Juan Bosch) en España o El anticristo (L’Anticristo, 1974, Alberto de Martino) en Italia, por poner dos ejemplos. La endemoniada tiene en común con estos dos títulos que la posesión no viene directamente de un demonio, como es el caso del film de Friedkin, sino de un ser maléfico, en este caso un bruja. Pero lo que sí que tiene en común la película de Ossorio con El exorcista es que el mal se refugia en una inocente niña. Y es ahí donde entra Marián: «Recuerdo una despacho enorme y un casting en el que sólo estaba yo» Ya desde el principio con El exorcista flotando en el ambiente: «Sé que en la rueda de prensa sí se habló de eso, pero no olvides mis once años, me fijaba en otras cosas».
Marián es elegida y pronto se mete en un rodaje en el que deberá hacer invocaciones, decir muchas barbaridades e improperios (especialmente al cura que interpreta Julián Mateos), acuchillar (fuera de campo) a un bebé y devorar su brazo e incluso intentar seducir y castrar a Daniel Martín, novio del personaje interpretado por Lone Fleming ¿quizás algo fuerte para una niña de once años? «Trabajar ya era fuerte para mi edad, nada me parecía raro.Todo salía de una manera espontánea: leías el guión, ya sabías quién tenías que ser y ya está. El tema de la castración me fue ocultado claro, y yo no hacía más que preguntar ‘Pero ¿qué es lo que le corto?’ y nadie quería contestar» (risas).
Pero no todo fue tan fácil, ya que hay cosas que no se le han olvidado del rodaje como «Las escenas de noche por el frío» que en parte se aliviaban con «la bolsa de agua caliente que llevaba mi madre, lo más demandado por los actores en las frías noches de rodaje» También conserva un recuerdo especial de la escena en «la que se me ve comiendo el brazo de un bebé, el sabor de la tinta roja en la boca …repulsivo».

El bizarro final de la película con gran parte del reparto: Fernando Sancho, Julián Mateos, Marián, Ángel del Pozo y Lone Fleming (Archivo Marián Salgado)
Marián tuvo como compañeros a actores y actrices históricos en el cine español como Julián Mateos, Tota Alba, María Kosty, Kali Hansa, Daniel Martín y Fernando Sancho, y aunque la relación «En realidad fue buena con todos, quizás fuera mucho más cercana con Ángel del Pozo y Lone, por supuesto. Siempre fue mi mejor amiga y ahora la tengo a mi lado siempre que la necesito, pero ya sabemos que Lone es una hada con todo el mundo». En cuanto a Amando de Ossorio, Marián no se puede quejar ya que «A mi me prestaba especial atención, claro que, ¿era lógico no?»
Marián tiene que lucir el repugnante aspecto de la bruja, Madre Gautère, que interpreta Tota Alba, por lo que las sesiones de maquillaje «Eran largas pero no molestas gracias al cariño de los maquilladores, con Ramón de Diego al frente». Ramón de Diego es un maquillador de extensa carrera y todavía en activo que, entre otras muchas labores, es responsable de haber convertido en convincente monstruo de Frankenstein al actor José Villasante para la película El espíritu de la colmena (1973, Víctor Erice). Los efectos especiales son artesanales pero ingeniosos, aunque alguno chirría, como la escena de la levitación de la niña «Es tan evidente, Ayy ese armario… supongo que todos os habéis dado cuenta»
La joven actriz, que se pudo doblar a sí misma, tuvo oportunidad de ver la película en la época en el cine «La vi en el estreno. Entonces había descanso, ya sabes, ‘visite nuestro bar’. Salí a tomar una coca-cola y a una señora que me vio por la escalera del cine casi le da un infarto.
Hace años que no he visto la película. Es como un hijo que no cumple las expectativas, pero le quieres».
Tras su experiencia con Ossorio, rodaje que duró 43 noches (que alternaba con trabajo en el teatro) y que le supuso 50.000 pesetas, Marián Salgado entra a formar parte de un proyecto que, aunque requiere menos de su atención al tratarse de un papel mucho más pequeño, pasará a la historia del cine español al tratarse de la segunda película de Narciso Ibáñez Serrador: ¿Quién puede matar a un niño?
«Un día apareció en mi casa un ayudante de Chicho. Él quería verme, así de sencillo. Esperando en una salita, él paso por delante, me miró, me hizo pasar a su despacho y lo primero que dijo fue ‘Tú serás la niña que mata al viejo’ no hubo un comentario más. No hubo ninguna posibilidad de diálogo, no hice pruebas. Nada. Dijo eso y se acabó hasta el rodaje… No tenía el guión, ya sabes que apenas digo una frase, era un papel más de efecto. Creo que me escogió por mis pecas, no me digas porqué pero estoy segura».
También se trató de un rodaje en el que Marián no sabía a ciencia cierta de qué iba la película «No , recuerdo que sabía lo que escuchaba hablar a otros, tenía una ligera idea pero nada más. La verdad es que lo que recuerdo de Chicho es más su forma de hablarme a mi. Me concentré mucho en eso. En la memoria retengo pequeños detalles, yo me fijaba mucho en las personas que componían el rodaje, algunas muy curiosas. También guardo un cuaderno con la firma de los actores y una dedicatoria de Chicho muy especial. He visto la fecha de algunas firmas: 24 de Septiembre de 1975, yo tenía doce años ¿ha llovido no?».
Aunque la participación de Marián en ¿Quién puede matar a un niño? no es muy prolongada, si que protagoniza una de las escenas más duras del film, aquella en la que mata a un anciano a golpes de bastón, momento en el que es increpada por el protagonista (Lewis Fiander). Posteriormente ayuda a subir y bajar el cadáver del anciano cuando es convertido en una macabra piñata ¿Cómo explicó el director a Marián lo que quería de ella?: «Mi parte se rodó en poco tiempo, quizás un par de días. Me hizo llamar y muy despacio me explicó lo que quería. Le importaba mucho ese primer encuentro con el protagonista, quería causar impacto. En mi escena no hubo más que un problema, se hacía en inglés y yo sólo tengo una frase, un ligero cambio en el texto que yo había aprendido y el que decía el protagonista. Como yo lo que hacía era repetir su frase se lo dije a Chicho, me miró muy fijamente y llamó a una mujer preciosa que no recuerdo que hacía ahí exactamente, pero le cayó una buena (risas) cosas de Chicho. Chicho no era paciente…no, nunca lo fue con nadie, tenía las ideas tan claras que creo que no podía aceptar que no se le entendiera. Yo personalmente le recuerdo con mucho cariño, me trató muy bien.
No
recuerdo el rodaje con especial cariño, pero por mi. Yo siempre fui una niña solitaria, me gustaba mas mirar que hablar, así que no hice amistad con nadie. Paseaba por el pueblo esperando mi escena, nada más. Apenas hablé con los demás pero les recuerdo con simpatía.
En esta ocasión Marián no vio la película en su época en el cine: «No, la vi al tiempo, supongo que por mi edad. No sé, ni fui al estreno. Volví a ver la peli hace años. Es curiosa, extraña, muy de Chicho. Quizás ahora me gusta menos que la primera vez que la vi.
Después «Hice más de cien programas de tv; pertenecí al cuadro de actores de la cadena Ser; hice mucho doblaje; varias obras de teatro; canté coros de zarzuela y escribí cuentos para la revista AMA…» pero más películas de terror «¡Noooo, me dan pánico!»
Y poco a poco abandonó la actuación «En realidad el espectáculo me abandonó a mi. Tenía una edad difícil, 13, 14 años y no había papeles para mi, así que busqué otros caminos.
Gracias por removerme la memoria y sobre todo por mantenerme en la vuestra».
No, Marián. Gracias a ti por compartir estos recuerdos y momentos y por cedernos un poquito de tu tiempo.
LONE FLEMING: A PROPÓSITO DE MARIÁN SALGADO Y LA ENDEMONIADA
De La endemoniada no recuerdo mucho. Lo que más recuerdo sobre todo era mi amistad con Marián. Ella pasaba personalmente por un momento difícil y estábamos bastante tiempo juntas, que duró un tiempo largo después de la película. Hasta que de pronto desapareció. Del rodaje no recuerdo especialmente gran cosa, como éramos bastantes actores, es difícil de recordar. Creo que mi papel allí era un poco soso, jejeje. Sin mucha carne. Amando estaba muy encima de Marián, ya que era un papel difícil, y lo hizo fenomenal.
Besos Lone.
Increible Hit-Girl de Medicom Toy
Ya les hemos hablado de Kick-Ass 2, el cómic y la película. Pero hay algo muy especial para los enfermos coleccionistas que a más de uno lleva por el camino de la amargura que se llama merchandising. Y si viene de Medicom Toy, les aseguro que el daño es mucho más grande.
Les presento el modelo de Hit-Girl que todavía se encuentra en pre-venta y que sin duda voy a tener que disfrutar solo en fotos.
¿¿¿Es o no es espectacular???
Chloe Moretz vuelve con Kick Ass 2 y Carrie
Estamos tan contentos de que Chloe Moretz (ahora Chloë Grace Moretz) siga aceptando hacer cine fantástico y en general gamberro, que no cabemos en nosotros en goce. Desde que descubrimos a este violento y adorable piojo en Kick Ass (2010, Matthew Vaughn) nos quedamos totalmente prendados de ella. Si, ha ido creciendo y parece que comienza a destacar su prominente bizquera pero… ¡A quien le importa! Chloe no deja pasar cuanta película fantástica cae en sus manos y si ya tuvimos ocasión de verla como vampira en Déjame entrar; como adolescente malencarada con profundos cambios de metabolismo en Dark Shadows y sobre todo como Isabelle en La invención de Hugo, la mejor película que Serendipia vio durante el pasado año, pronto tendremos ocasión de disfrutar de su presencia en la revisión de Carrie (que ya saben en que novela y de quien está basada) y también Kick Ass 2, que por lo que hemos podido ver en el trailer parece seguir fielmente la trama del cómic de Mark Millar y John Romita Jr.
Si el director de la primera entrega de Kick Ass no se cortó en la forma de mostrar a la violenta Hit Girl cuando solo era una pequeña y molesta niña, esperamos que ahora, que ya está bien crecidita, sigan mostrándola igual de sorprendentemente hábil con las armas blancas. Sí, ya sabemos que para el Sr. Trueba (que comparte características visuales, aunque de forma menos favorecedora, con nuestra Chloe) somos unos iletrados por leer y ver semejantes imbecilidades pero… la carne es débil y nos gusta mucho tipo de cine. Y de cómic. Y de literatura.
Incluso el «gilipollas» de Spiderman nos gusta y lo seguimos mes tras mes.
Y, por supuesto, también nos encanta Chloe.
Así que con la excusa de compartir el cartel y el trailer de Kick Ass 2, no nos resistimos a incluir un nuevo álbum fotográfico de nuestra nínfula favorita ya a sus 16 años y repleta del encanto.
María José Cantudo nos habla de cine de terror
Se tiende a limitar a varios actores y actrices españoles encasillándolos en roles que, sin bien forman parte de su carrera, no deberían delimitarlos tanto. Se limita la, en muchos casos, extensa carrera de un actor a uno o dos títulos que, si bien han transcendido por causas más achacables a la época que España vivía entonces, no fueron los únicos en los que participaron. Marisol, por poner un ejemplo, sigue siendo recordada (y limitada) por muchos como la adorable niña cantora de azules ojos, cuando una vez hecha mujer interpretó filmes tan fantásticos como La corrupción de Chris Miller (1973, Juan Antonio Bardem), Los días del pasado (1978, Mario Camús) o la invisible Caso cerrado (1985, Juan Caño).
Pero todo va a peor cuando hablamos de las denominadas actrices del «destape». Si bien varias de ellas no pudieron acceder a retos mayores por limitaciones en su interpretación, si había algunas que si bien al principio disfrutaron de gran popularidad luciendo sus encantos para el hambriento varón ibérico deseoso de ver lo que le habían prohibido durante tanto tiempo, luego vieron que les costaba salir de ese encasillamiento, ya sea por la memoria del público, como por únicamente recibir ofertas relacionadas con ese tipo de cine. Afortunadamente no es el caso de la protagonista de nuestra entrevista, María José Cantudo, nacida en Andújar (Jaén), una áctriz que ha demostrado su valía en varios campos y con la que en este artículo repasaremos una de las facetas menos conocidas de su carrera: el cine de terror.
EL ESPANTO SURGE DE LA TUMBA (1973, Carlos Aured)
Sin duda es una de las películas más recordadas del Fantaterror español: Zombies, brujería y gotas de gore en un guión de Jacinto Molina que, como su alter ego Paul Naschy, protagonizó con un doble papel. En ella los brujos medievales Alaric de Marnac (Naschy) y su compañera Mabille De Lancré (Helga Liné), son revividos en pleno siglo XX iniciando un reino de terror en el que incluso los muertos volverán a caminar. Si bien la intervención de María José es pequeña, su imagen zombificada ha quedado como una de las más populares del film, siendo reproducida en carteles, carátulas de video e incluso camisetas. Y lo más curioso es que, como nos cuenta la propia actriz, su intervención en el film fue poco más que casual: «Yo tenía escasamente 16 años , estaba recién llegada de mi pueblo e hice ésta película porque necesitaba ganar dinerillo, para costearme mis estudios de arte y decoración y pagarme la residencia. Me pidieron que llevara un camisón y al final se lo presté a Emma Cohen. En ese momento no era consciente del proyecto en el que estaba metida, nunca pensé que se iba a convertir en una película de culto en todo el mundo. Sólo pensaba en no cogerme una pulmonía para no gastarme el poco dinero que me pagaban. De Luis Ciges te puedo decir que veía a un señor muy serio y cuando levantaba la hoz para degollarme pensaba; «este hombre es capaz de hacerlo…¡ayy dios mío ayúdame!…»
La interpretación de zombie parece que no le fue muy difícil ya que «Cuando salíamos del agua, sí que era un espanto porque era pleno invierno, en la sierra de Madrid y no podíamos ni movernos del frío. Pareciamos unos auténticos zombies, por lo que no nos costó mucho trabajo meternos en el papel.
(La película) «Nunca la vi, ni antes ni ahora. Tengo el dvd en casa, me lo dio un amigo, pero aún no lo he visto. Lo que si que sé es que me van a traer una camiseta de EEUU con mi imagen , lo cual me hace mucha gracia. Para algo sirvieron las penalidades y el frío que pasé en el rodaje, ja ja. También soy consciente de la que la película se sigue viendo en multitud de festivales y paises y que en EEUU ha salido una versión en dvd muy buena y con mi imagen en la caratula.
En este rodaje conocí al , para mí, mejor maquillador del mundo, Julipi. Era el maestro de los maestros. A mí me enseñó y me dijo cómo me debería de maquillar, porque hasta entonces no le había prestado atención a ese tema. Aunque no era la protagonista de la película, él siempre quiso maquillarme a mi, porque decía que tenía una cara, según él, muy especial y bonita. Gracias maestro, por sacarme guapa de zombie, je je. Luego tuve la suerte de ser maquillada por él en muchas otras ocasiones, desde aquí mi más sincera admiración hacía este gran profesional».
Respecto al tema de la doble versión, más ligera de ropa, para su exportación: «Bueno, en aquella época yo no sabía mucho de ese tipo de cosas, porque nunca pensé en dedicarme al mundo del cine, pero todas las actrices del momento lo sabían porque era obvio.
No quiero olvidarme de decir que este rodaje, en especial, fue muy difícil. Las sesiones eran muy difíciles y muy largas».
AUTOPSIA (1973, Juan Logar)
Este extraño y psicotrónico film es bastante raro de ver. En él, Juan Luis Galiardo interpreta a un corresponsal de guerra que al ver la muerte de tan cerca decide realizar un reportaje sobre la fragilidad de la vida. Para ello, además de hacer un montón de entrevistas a personajes de la época como Ángel Nieto, Félix Rodríguez de la Fuente, Emilio Romero o Palomo Linares, decide presenciar una autopsia. Una autopsia real que desde la pantalla se nos ofrece con todo lujo de detalles.
María José Cantudo es uno de los personajes «de ficción» del film, que mezcla el documental, la ficción y culmina con el mondo.
«También fue de los primeros de mi carrera, parece ser que en mi primera étapa me acompañó el género fantástico. En esta película no pude doblarme porque empezaba otra rapidamente y nunca la pude ver. Las demás en las salas de montaje y doblaje sí las veías antes del estreno, pero en esta ni eso. Tengo una copia en vhs pero a ver si un día me pongo y me hago una maratón de mis trabajos que no he visto. Fue una época que trabajé mucho y seguido y tenía que estudiar arte y decoración , que era para lo que había venido a Madrid y no tenía tiempo de nada.
Respecto a las escenas de autopsia finales: Pues la verdad es que no me acuerdo. Como yo no participaba en ninguna escena de la autopsia , no sabía lo que en el montaje final se iba a ver, pero sí era consciente de que iban a salir escenas de la autopsia real y de pensarlo se me ponían los pelos de punta. Yo creo que eso fue muy importante para que no quisiera verla.. je je».
También María José nos cuenta una pequeña anécdota del rodaje: «Había una maquiladora que había maquillado a una novia de Manolo Otero, y en ese momento yo estaba saliendo con él y la señora me tenía una manía horrorosa. Pero al final se convirtió en mi maquilladora, que siempre pedía en muchas películas. Se llamaba Lola Merlo».
LAS ALEGRES VAMPIRAS DE VÖGUEL (1975, López Tabernero)
Una comedia terrorífica que aún puede verse con agrado. Gamberra y repleta de vampiros, señoras ligeras de ropa y humor agropecuario, contó con, además de María José Cantudo, Ágata Lys, con la que volvería a coincidir en otro de los films que revisamos en este artículo, El huerto del Francés (1978, Jacinto Molina). De este rodaje María José guarda buenos recuerdos:
«¿Cómo no voy a tenerlos?, si estaba embarazada y me casé en esa película. Anécdotas hay muchas. Una muy graciosa era que cuando tenía que meterme en el ataud y me clavaban la estaca, no pudieron hacer un plano de cuerpo entero porque al estar tumbada, el niño no paraba de moverse. Me daban bocadillos para que el niño se calmara y dejara de moverse, pero ni por esas… Manolito, era a sus cuatro meses de gestación , muy movidito , así que como esa te podría contar muchas. Me fui un viernes , me casé un sabado y volví el domingo para rodar el lunes. Otra anécdota fue que hubo una actriz que le dijo al director que si me quitaba el baile de flamenco que hago, ella haría un striptease, y al final el director prefirió mi baile. Yo hubiese preferido que me dejasen tranquila, porqué tenía unos vómitos horrorosos. Por cierto que el primer director fue José María Elorrieta y luego, no recuerdo muy bien porqué, lo acabó Pérez Tabernero. Hace poco la vi en el canal 8 Madrid y me trajo muy buenos recuerdos, porque en esa época yo aún no tenía claro lo de dedicarme al mundo del cine. Por lo tanto me importaba un bledo que me quitaran o no escenas. Porque mi objetivo era trabajar para sacar adelante a mi hijo.»
SECUESTRO (León Klimovsky, 1976)
Este film de acción que contó con Paul Naschy de protagonista y guionista (junto a Antonio Fos), adaptaba la historia real de Patty Hearst, una rica heredera que fue secuestrada en 1974 por el Ejército Simbiótico de Liberación. Poco después se captaron imágenes de ella atracando bancos junto a sus captores. Todo un caso de síndrome de Estocolmo extremo que ha pasado a formar parte del pop más delirante ya que, por ejemplo, tras su paso por la carcel interpretó varias películas para John Waters.
«Fue una película rodada en mi pleno boom de cine. Klimovsky en esos momentos estaba muy considerado para éste tipo de películas y esta la hacía la Paramount, y para mi era bastante importante que una productora como ésta la distribuyera. Yo creo que quedó estupenda. Quizá no la he vuelto a ver desde el estreno, pero también tengo una copia que habrá que añadir a ese maratón, je je. Te darás cuenta de lo poco aficionada que soy a volver a ver mis trabajos. En ese momento la historia de Patricia Hearst estaba muy de actualidad y buscaron a la actriz de más actualidad de esos momentos para interpretarla, y tuve la suerte de que me eligieran a mi».
EL HUERTO DEL FRANCÉS (1978, Jacinto Molina)
Sobre esta película escrita, dirigida e interpretado por Paul Naschy, ya hablamos largo y tendido en este artículo. Basada en hechos reales acaecidos en Andalucía, en ella se narran los asesinatos cometidos por Andrés Aldije «El Francés» y su compinche, que con la excusa de partidas clandestinas en las que se jugaba mucho dinero, eliminaban, desplumaban y enterraban a su víctima en el huerto que El Francés poseía. María José es en este film una amante que queda embarazada de Aldije y que acabará descubriendo todo lo que se cuece en el huerto.
«Cuando me ofrecieron la película, en esos momentos pasaban por mis manos muchos guiones. La elegí porque me atrajo mucho esa historia, que mi abuelo contó en alguna ocasión cuando yo era pequeña, y él me animó a hacerla. La verdad es que he trabajado en varias ocasiones con Paul Naschy y era el propio Paul quien pedía que me convencieran para estar en su reparto, porque decía que era su actriz fetiche y ni te imaginas los rebotes que se cogía cada vez que rechazaba participar en una película suya, no me lo perdonaba, me ponía de vuelta y medía y cuando nos volviamos a ver yo le decía: ‘hombre Paul, no te enfades pero no puedo hacer todas tus películas’ y así estábamos en un tira y afloja. Pero le tengo un gran cariño y me halaga que sus rebotes fuesen por tenerme en sus producciones. Hace poco participé en un documental que hicieron de Paul, El hombre que vió llorar a Frankenstein, y que se presentó con mucho éxito en el Festival de Sitges, donde conocí a su hijo Sergio, un chico estupendo, pero que aún tiene una promesa sin cumplir conmigo y es mandarme el dvd del documental. Espero recibirlo pronto, para tener un gran recuerdo de su padre».
Naschy cuenta en su autobiografía que hubo problemas entre las actrices protagonistas, especialmente con Ágata Lys: «Por mi parte jamás he tenido ningún problema con ninguna actriz. Tal es así que me propuso ir sola en los créditos antes del título, para que aceptase su película y yo le dije que no, que iría en primer lugar pero acompañada de los actores que él quisiera. Si hubo algún problema, que yo no recuerdo, te puedo garantizar y darte mi palabra de honor que no fue por causa mía, y te vuelvo a repetir que desde que empecé en esta profesión nunca tuve deseos de trepar ante ningún compañero, ni hacerme notar ni ser mas que nadie, todo lo contrario, quise pasar de puntillas para no meterme nunca en ningún conflicto de ese tipo».
Aunque por otro lado, tal y como nos cuenta María José, algunas escenas eran muy verosímiles: «Hay una escena en la que me peleo con una actriz y la verdad es que se me quedaron las uñas de la actriz clavadas en el cuello, nunca vi una escena más verídica… me dejó el cuello como un santo Cristo. Todo sea por el buen cine….»
El film está repleto de escenas impactantes. Una de ellas, la del aborto, fue muy atrevida para la época y está protagonizada por nuestra protagonista: «Muy dura, date cuenta que yo me casé embarazada y me quedé casi sin puvertad y juventud por ser madre. Para mí fue muy duro ese rodaje, creo que esa escena está muy lograda».
OTRAS CUESTIONES SOBRE CINE
«He hecho algunas películas de terror y según el publico, tanto de aquí como de EEUU y muchos paises, sobre todo Alemania, son las mejores, por lo tanto , para no llevarles la contraria a tanto público, que como sabes es el que tiene la última palabra, escojo las mías. Pero reconozco que mi favorita como actriz es El huerto del francés. Creo que eran unas películas que con el poco presupuesto que había, eran muy dignas y taquilleras, de hecho esas películas tenían mucho éxito fuera de nuestras fronteras y aún lo siguen teniendo. Ahora son películas de culto y hay festivales dedicados a ellas. Era un buen cine, taquillero y que divertía a la gente, no todas tenían la misma calidad pero yo intenté hacer las mejores. Este tipo de cine ahora, y a pesar de tener mejores medios, es inviable hacerlo, es una pena…
Acabo de estrenar la película Ventanas en el cuerpo, donde hago una colaboración con un personaje muy duro y que me ha gustado mucho hacer. Es un proyeto de bajo presupuesto de un director novel, en homenaje a la figura de los médicos rurales de los años 50 y me encanta haber ayudado, dentro de mis posibilidades, a un proyecto muy bonito, con un resultado final digno».
Ha sido toda una satisfacción que María José Cantudo haya encontrado un hueco para recordar esos rodajes y contarnos todas estas cosas en una entrevista que supongo le habrá parecido de las más atípicas que le han hecho, pero que ha contestado, tal y como ella dice, encantada. Lo dicho, una satisfacción y un honor que desde aquí le agradecemos encarecidamente.
De Carla Dey a Carmen Serret: un viaje por el cine «S» y de terror de los ochenta
El denominado cine clasificado «S» que «por su temática o contenido pudiera herir la sensibilidad del espectador» nace para proteger al españolito y advertirle de que lo que se disponía a ver era algo diferente a lo que se le había acostumbrado durante los cuarenta años anteriores. El público demandaba ver lo que la dictura y sus organismos le habían prohibido durante tanto tiempo y que habian podido atisbar algunos viajando a Perpignan, donde cada fin de semana podian verse cosas que, en nuestras salas estaban más que prohibidas o en el «mejor» de los casos, cortadas. Así que en 1976, con el caudillo enterrado bajo una enorme losa, comienza una tímida apertura en la que se suprime la censura previa en los guiones que da paso al año siguiente a la abolición de la censura, pero como ya se estaban estrenando films que podrian espantar a los de siempre, como es el caso de El último tango en París (1972, Bernardo Bertolucci) o varios ejemplos del castizo «destape», que encumbró a recordadas divas como Agata Lys, María José Cantudo o Barbara Rey, se decide crear una nueva clasificación, la «S», que engloba tanto films políticos como de terror, pero muy especialmente eróticos. Primero con el estreno de producciones foráneas como es el caso de las primeras en estrenarse en enero de 1978, Emmanuelle (1974, Just Jaeckin) y Emmanuelle II, la antivirgen (1975, Francis Giacobetti). En cuanto a producción española, la primera película que recibió tal clasificación fue Una loca extravagancia sexy (1978) de Enrique Guevara, y la última en recibirla No me toques el pito que me irrito (1983) de Richard Vogue (que no es otro que el amigo Ricard Reguant, que ya nos contó parte de sus batallitas en esta entrevista).
Pronto ven los avispados productores españoles que se trata de un buen negocio, ya que cualquier film, por malo que fuera, por el hecho de tener una «S» colgada en su cartel parecía interesar mucho y dar substanciosas prevendas, además de recibir su subvención, tal y como explican Joe Krankol y Tomás Pérez Niño en el libro E»s»paña erótica: «Los productores y directores españoles podían acogerse a la ayuda oficial que representaba el 15% del rendimiento bruto en taquilla, así como a los créditos cinematográficos. Las «S» recaudaban como media unos más que aceptables 30 millones de pesetas (…)»
Así que a partir de 1980 los productores españoles se meten de lleno en el género, destacando sobre todos ellos el avispado Ignacio F. Iquino, que con el exito La caliente niña Julieta (1981) abre el portón a otros directores como Carlos Aured o Jesús Franco que ven una forma de seguir rodando y tener mercado, así como a otros directores y actores que debutan con unos filmes de rodaje veloz, poco presupuesto y guiones picantes que mezclan comedia o terror con erotismo, mezclas de géneros que hacían más digerible este tipo de cine a las sufridas (o no) esposas a las que su marido llevaba al cine (por aquello de poner en práctica lo visto…) Pero en 1982 el filón termina cuando Pilar Miro decreta el final de esta clasificación y la puesta en marcha de las salas X. El cine S sigue en vigor durante unos pocos años más, concretamente hasta 1985, cuando se estrena el último film con tal clasificación, La mansión de los muertos vivientes de Jesús Franco, en el que ya predomina el terror. A partir de entonces este lucrativo negocio, que por supuesto daba mucho trabajo, se viene abajo dejando un total de 425 filmes con la clasificación «S», de los que 285 eran extrajeros y el resto españoles o realizados en régimen de coproducción.
CARMEN SERRET ERA UNA JOVEN ACTRIZ DE ESA GENERACIÓN:
«Desde que era una niña adoraba el cine. Cuando me preguntaban que quería ser de mayor siempre respondía «ACTRIZ». Iba a un colegio de monjas y eso no les gustó nada, hasta el extremo de que me invitaron a que dejara el cole. Tenia por entonces 12 años.
Mi madre fue Vedette de revista y estaba muy relacionada con ese mundo aunque ya no ejercía. Su nombre artístico era Carmen Duwal. Trabajo con Aladi, Mari Samtpere, Paco Martinez Soria, etcétera, y Paco en una baja de la obra «Guardame el secreto Lucas» me hizo una prueba para sustituir a la que hacia de hija suya. Le gusto mucho mi interpretación y trabaje con él 10 meses.




Liane, la diosa de la jungla… ¡Era alemana y estaba en top less!
Sin lugar a dudas la saga de Liane es toda una rara avis del cine por el cóctel explosivo y marciano que la conforma: un guión apto para todos los públicos junto a una protagonista menor de edad y en top less. Vayamos por partes.
La historia que nos narra es heredera de otras tarzanas femeninas, muchas de ellas provenientes del mundo del comic book. La que sin duda es la más famosa es Sheena, creada por Will Eisner y Jerry Iger, que tan bien encarnaron para televisión la fascinante Iris McCalla en los años cincuenta y ya en este milenio la playmate Gena Lee Nolin. Esas historias eran muy populares porque daban la oportunidad de mostrar la mayor cantidad de epidermis femenina que permitiera el escueto y coqueto bikini de leopardo que acostumbraban a llevar.
Posiblemente Liane es la más inútil de todas estas heroínas selváticas, ya que carece de carácter y fuerza para sobrevivir en la jungla, limitándose a bailar, encaramarse a los árboles y ser feliz con una tribu de risueños aborígenes que son retratados con un grado de inteligencia alarmantemente bajo. Pero este personaje sí tiene una particularidad que la distingue de todos los demás: que la actriz, Marion Michael era retratada en top less en plenos años cincuenta y que era menor de edad, lo que dió un aura escandaloso al film que se estrenó en Estados Unidos para mayores de edad y en el círculo nudie y grindhouse, muchas veces compartiendo cartel con Plan 9 from Outer Space!!!!
La protagonista, Marion Ilonka Michaela Delonge, nació en 1940 en Alemania, en una zona que ahora pertenece a Rusia y debutó en el cine con el primer título de la trilogía dedicada a la amazona serlvática, Liane, Das Mädchen aus dem Urwald (1956, Eduard von Borsodi), estrenada tres años después en Estados Unidos como Liane, Jungle Goddess. Marion tuvo que superar una criba entre 12.000 aspirantes, demostrando los que la seleccionaron su indiscutible buen gusto. Inició así una carrera que no le dió muchos más éxitos, y que quedó casi truncada cuando tuvo un accidente de coche durante el rodaje de Bombas sobre Monte Carlo (Bomben aun Monte Carlo, 1960 Georg Jacobi). En 1965 se alejó del cine aquejada de una depresión, volviendo contadas veces a actuar para televisión. En 1996 se produjo un musical basado en su vida, Liane, en el que la homenajeada participó.
Marion Michael falleció en 2007 por un ataque al corazón.
Realmente la actriz es un ser delicioso, pero las películas no dan mucho de sí: un argumento del todo ligero y blanco en el que nuestra amiga se enamora de un expedicionario interpretado por el entonces popular Hardy Krüger, que haría fortuna brevemente en el cine americano, especialmente bélico. A lo que sumamos un buen puñado de imágenes de archivo de lo más ridículas y preferentemente mostrando anatomía femenina; danzas rituales de baratillo; tribus con cerbatanas y en medio de todo ello nuestra Brigitte Bardot selvática que es recuperada y llevada a la civilización, previo corte de cabellera y occidentalización en su vestimenta (con unos ajustados y diminutos shorts, eso sí). Allí será presentada a su abuelo (como si del argumento perverso de una película de Marisol se tratara) y tendremos, por supuesto, al villano de turno interpretado por Reggie Nalder, un actor recordado por varios papeles, entre ellos el del inolvidable vampiro Mr. Barlow en la serie de televisión Salem’s Lot (1979, Tobe Hooper). Al final Liane vuelve a su habitat natural, donde volvemos a encontrarla en el siguiente film de la saga, Liane, die wiebe Sklavin (1957, Hermann Leitner), esta vez en régimen de co-producción con Italia y que también conoció estreno en Estados Unidos bajo el título nada engañoso de Jungle Girl and the slaver o el más claro aún, Nature Girl and the slaver. En este ocasión, nuestra amiga luce un top-less al que le han tapado los pezones, pero en compensación nos ofrece unos bailes supuestamente africanos que acercan el personaje al burlesque. Más de lo mismo: se repiten incluso imágenes de archivo; otro occidental al que Liana le pone los dientes largos (en esta ocasión Adrian Hoven); aborígenes poco menos que estúpidos; números musicales; retorno a los shorts y todo ello con trama de mercado de esclavos por medio. En el film Marion está más adulta, a pesar de tener 17 años unicamente.
El último título de la saga, Liane, die Tochter des Dschungels (1961, Hermann Leitner y Eduard von Borsody), no es más que un refrito de los dos anteriores aunque saltándose la parte desarrollada en la ciudad, así que se puede (y debe) puntualizar que realmente la saga se compone de las dos primeras pero, en plan completista, podemos sumararla al figurar en la filmografía y estrenarse en la época.
Ya hacia el final de la vida de la actriz, se rodó para televisión Liane, film musical en clave biográfica que contó con la colaboración de Marion y que no debe de tener desperdicio…Es posible que con estos datos lo último que tengan ganas de hacer es echarle un vistazo a esta película, pero si no es así, sepan que, naturalmente no se estrenaron en nuestro bendito país pero, en todo caso, en este enlace podrán verla gratis, en inglés y de forma legal.
http://www.archive.org/details/liane_jungle_goddess
Chloe Moretz vuelve al terror de la mano de Tim Burton y Dark Shadows
El incansable Tim Buton se encuentra rodando Dark Shadows, largometraje inspirado en la exitosa serie televisiva de igual título creada por Dan Curtis. La serie se mantuvo desde 1966 a 1971 durante 1225 episodios de treinta minutos de duración, dando lugar también al largometraje de turno, Sombras en la oscuridad (House of Dark Shadows, Dan Curtis 1970). Así que, como es normal en una serie de estas características, el actor protagonista, el canadiense Jonathan Frid (que también interviene en la versión de Burton) basó toda su fama en el personaje del vampiro Barnabás Collins, que sepultó practicamente toda su extensa carrera teatral. Únicamente se ha publicado, cuando se escribe esto, una imagen que muestra la estupenda selección de personajes y los actores que los interpretan.
Producida y dirigida por Tim Burton, a partir de un guión de Seth Grahame-Smith,entre los protagonistas podemos ver a Johnny Depp como Barnabas Collins, Helena Bonham Carter como la Dra. Julia Hoffman, la joven Chloe Moretz como Carolyn Stoddard, Eva Green como Angelique Bouchard, Gulliver McGrath como David Collins, Bella Heathcote como Victoria Winters, Ray Shirley como la Sra. Johnson, Jackie Earle Haley como Willie Loomis, Jonny Lee Miller como Roger Collins y Michelle Pfeiffer como Elizabeth Collins Stoddard (en la serie, este personaje lo encarnaba la legendaria Joan Bennett) . También intervienen Christopher Lee, Alice Cooper y el mentado Jonathan Frid.
Dark Shadows empieza en el año 1752, cuando Joshua y Naomi Collins zarpan de Liverpool, Reino Unido, para iniciar una nueva vida en América junto a su joven hijo Barnabas. Pero incluso un océano tan vasto no es suficiente para escapar a la misteriosa maldición que ha supuesto una plaga para su familia. Pasan dos décadas y Barnabas (Depp) tiene el mundo a sus pies, o por lo menos la ciudad de Collinsport, Maine. Barnabas es rico, poderoso, el dueño de Collinwood Manor y un inveterado playboy… hasta que comete el grave error de romper el corazón de Angelique Bouchard (Green). Angelique, que es una bruja en todos los sentidos de la palabra, le condena a un destino peor que la muerte: le convierte en un vampiro y después le entierra vivo. Dos siglos más tarde, Barnabas es liberado inadvertidamente de su tumba y emerge en el muy cambiado mundo de 1972. Vuelve a Collinwood Manor para descubrir que sus grandes fincas están en ruinas. Los restos disfuncionales de la familia Collins no han quedado mejor parados y cada uno de ellos esconde oscuros secretos. La matriarca Elizabeth Collins Stoddard (Pfeiffer) ha convocado a la psiquiatra residente, la Dra. Julia Hoffman (Bonham Carter), para que la ayude con los problemas que aquejan a su familia. También residen en el feudo el inútil hermano de Elizabeth, Roger Collins (Jonny Lee Miller); su rebelde hija adolescente Carolyn Stoddard (Chloe Moretz); y el precoz hijo de 10 años de Roger, David Collins (Gulliver McGrath). El misterio se extiende más allá de la familia, hasta el conserje Willie Loomis, representado por Jackie Earle Haley, y la nueva niñera David, Victoria Winters, representada por Bella Heathcote.
El estreno de Dark Shadows está previsto para el 11 de mayo de 2012.
La serie, tal y como he comentado, fue muy popular en Estados Unidos, , lo que motivó la atención de las revistas especializadas de la época como Famous Monsters o Monsters of the Movies o el inevitable merchandising.
… Y como somos fans de Chloe Moretz, una de las intérpretes del film de Tim Burton, aprovechamos para mostrar una buena selección de imágenes de esta prometedora actriz.
Desde entonces el tiempo ha corrido que es una barbaridad, como podemos ver en esta galería fotográfica:
¡Serendipia se casa!
Si ven que últimamente publicamos poco, no piensen que es producto de la vagancia, no. Serendipia se ha embarcado en otro proyecto conjunto que es el de casarse consigo mismo. Con todo el boato que ello conlleva y claro… tiempo. Tiempo es el que nos falta (sobre todo para dejar de ser independientes, si alguna vez lo hemos sido). En todo caso, superado el «trance», nos vamos a Sitges a pasar una «terrorífica luna de miel» en la que esperamos encontrarnos con todos ustedes y poder brindar por todas esas cosas que tanto nos gustan.
Como de normal tenemos poco, la invitación tampoco lo era, así que se la dejo publicada para que juzgen. Naturalmente están todos invitados a pasarse por ahí y vernos superar el trance pero, eso sí, en un marco envidiable: Basílica Gótica, música de órgano y dos monstruos totalmente nerviosos y (sigh!) enamorados y unidos para siempre. Ahora que el mundo se hunde, nosotros queremos hacerlo juntos, en las ciénagas, en los castillos en llamas, devorados por los zombies o donde nos pille…
Pasen y vean:
Exterior (frente)
Interior (abierto)
Parte trasera.
Esta parte es la que más ha gustado a los familiares más clasicones. Pero… tampoco es tan normal como aparenta, no: La figura que sale es un centro de tarta original que hará su segundo servicio. Fue comprada por Ebay en Estados Unidos y es de principios de los años 50. Toda una bonita pieza que costó el mismo precio e incluso más bajo que los engendros que circulan en Barcelona, todos ellos con un diseño horripilante y como de una modernez que asusta. Y si se fijan, esos marcos orientales que rodean la entrañable escena delatan mi pasión por Bruce Lee, ya que están extraídos de el cartel de El furor del dragón (aunque otros similares decoraron varios de sus films). Canelita fina y detalle freak.
Ya les dije que eramos todo, menos normales, bueno, como ustedes.
Un abrazo a todos y hasta el Festival de Sitges y más allá!!!
Elle Fanning: Se confirma como estrella en Super-8
Con tan solo 13 años, Elle Fanning tiene una filmografía que para sí quisieran muchas de las denominadas estrellas, ya que su carrera se inicia desde los dos años, en varios papeles en los que interpretaba los personajes de su hermana Dakota, también actriz, cuando debía mostrar menor edad.
Hija de padres deportistas y con ascendencia irlandesa y alemana en sus genes, esta actriz, que nos ha sorprendido en el film que, sin duda la elevará al estrellato, Super-8, ha actuado en diversas series televisivas como C.S.I (Miami y New York), House o Mentes criminales, así como puesto voz a personajes en películas de animación (My Neighbor Totoro de Miyazaki o Astro Boy de David Bowers). Pero es en el cine en el que ha destacado, primero en pequeños papeles y más tarde con actuaciones de más peso en Un cruce en el destino (Reservation Road, 2007 Terry George), El curioso caso de Benjamin Button (The Curious Case of Benjamin Button, 2008 David Fincher), Babel (2006, Alejandro González Iñárritu), Phoebe in Wonderland (2008, Daniel Barnz), Somewhere (2010, Sofía Coppola), Whe Bought a Zoo (2011, Cameron Crowe) y Twixt Now and Sunrise (2011) de Francis Ford Coppola, un film basado en un sueño del director que tenemos muchas ganas de ver, en el que Elle interpreta a una fantasma llamada V y que cuenta entre sus personajes con Edgar Allan Poe, interpretado por Ben Chaplin.
Así que, si hace bien poco aplaudimos la aparición de Chloe Moretz en Let Me In (2010, Matt Reeves) y Kick Ass (2010, Matthew Vaughn), con Elle Fanning tenemos a otra joven actriz que sin duda dará mucho que hablar.
… Y si, ya sé que hay muchas fotos pero es que Elle, además de buena actriz es realmente mona.
Macarena y el terror: «Te vas a enterar de lo que es el miedo»
Pocas actrices saben ser tan polivalentes y hacer todo tan endiabladamente bien como Macarena Gómez. Ideal sufriendo, gritando, insultando (con qué contundecia dice aquello de «eres un hijo de…») y asesinando pero, también ideal en registros dramáticos y por supuesto en comedia, donde goza de gran popularidad por La que se avencina, serie que Tele 5 está retrasmitiendo continuamente en sus canales alternativos como si de Los Simpson se tratara.
Pero Macarena es mucho más que todo eso: es una actriz sobradamente preparada que tiene muy claros sus objetivos y que (casi) siempre dice sí a lo que le ofrecen mientras le aporte algo, por diminuto que parezca. Trabaja en lo que quiere y disfruta haciendolo, pero siempre con los pies en el suelo (excepto quizás menos cuando contesta esta entrevista, como ella misma nos cuenta al final de la misma).
Para mí ha sido un placer preparar esta entrevista, repasarme su filmografía y tener la suerte de haber contado con su colaboración de una forma tan rápida.
Con ustedes… Macarena Gómez:
– Estudias ballet clásico, pero a los 14 años decides cambiar el rumbo y hacerte actriz. ¿Como decidiste esto?
Yo de pequeñita era ya muy teatrera. Organizaba todo tipo de espectáculos en casa, en la playa, en el colegio… ¿por qué? no sé. Creo que viene de mi padre al cuál, aunque es médico, le hubiera encantado ser actor. Igualmente la danza es una forma de expresión. Cuando bailaba actuaba, tenía que sentir la música, meterme en el papel del personaje que estaba bailando. Era muy diferente bailar un Paquita que un Lago de los Cisnes. Fue entonces cuando descubrí que me apasionaba interpretar.
– ¿Hay antecedentes familiares en el cine?
En mi familia no existen antecedentes. El único artista que había era Antonio Pereira, mi tío escritor.
– ¿Porqué escogiste estudiar interpretación en Londres?
Siempre me han gustado mucho los idiomas y especialmente viajar y conocer otras culturas. Así que cuando ya supe que querría estudiar arte dramático me informé sobre las mejores escuelas en países anglosajones. Decidí que Londres era lo más apropiado. Pero previamente me fui un año a EE.UU. a aprender bien el inglés. Fue la mejor decisión: aprender interpretación y perfeccionar mi inglés al mismo tiempo.
– Por cierto, hablas inglés perfectamente ¿Como es que no has aprovechado para rodar más en el extranjero? Y hablando de esto ¿Por qué en tus films rodados en inglés como Dagon o Romasanta te ha doblado otra persona?
¡Lo mismo me pregunto yo! No he sabido explotar bien el hecho de que hablo inglés. Bueno, aunque mi primera película, Dagon, como bien has dicho la rodé en inglés… ¡Pero ahí no estoy doblada! En Romasanta creo que sí me doblaron. Aunque no haya rodado mas pelis en inglés, saber el idioma me ha beneficiado mucho….Cuando viajo a EE.UU. o a otros festivales de cine internacionales he podido conocer a mucha gente de la industria y relacionarme con ellos gracias al idioma. Normalmente cuando hay que promocionar una peli en el extranjero me llevan a mí de entre los actores del elenco porque saben que sé defenderme en inglés.
– Tras un episodio en la serie Canguros en 1994, marchas a Londres, ¿no? Ya que no vuelves a rodar TV ni cine en 6 años y en 1999 vuelves y te instalas en Madrid. Tu primer trabajo en el cine es en Dagon, la secta del mar (2001, Stuart Gordon) un film de terror y con un papel destacado, trabajando con el gran veterano Paco Rabal ¿Como fue el rodaje?
Yo nunca he hecho Canguros. Ya sé que aparece en todos mis curriculums (si tu sabes como borrar esa información te invito a que lo hagas) pero no es cierto.
Con Paco Rabal coincidí muy poco, apenas unas horas en la recepción del hotel. Yo no compartía ninguna escena con él. El rodaje para mí fue un sueño, ten en cuenta que era la primera película que rodaba en mi vida. Antes que eso lo único que había hecho era dos pequeñas apariciones en dos series de televisión.
¿Alguna anécdota del rodaje de Dagon?
¿Una anécdota? ¿Recuerdas la escena en la que estoy en la cama con tentáculos? Pues bien, esa escena se rodó durante 8 horas durante las cuales yo no me pude mover debido al mecanismo que se habían inventado para acoplarme los tentáculos…así que me tuvieron que hacer un agujero en el colchón y colocarme una palangana para poder orinar…
– ¿Qué tal con el equipo americano?
Todo el equipo (que yo recuerde) era catalán, excepto el director.
– ¿Conocías la literatura de Lovecraft, autor en el que se basa el film?
Nunca había leído nada de Lovecraft.
– Poco después impresionas a todos con tu inolvidable interpretación de la drogadicta Susi en Padre Coraje (2002, Benito Zambrano). Es magistralmente creíble ¿Como lo preparaste?
Es curioso…a las 2 semanas de empezar dagón comencé el rodaje de Padre Coraje. Imagínate, durante más de un mes estuve cogiendo aviones de Sevilla a Barcelona para poder compaginar ambos rodajes. Yo estuve muy nerviosa durante este rodaje pues me imponía mucho trabajar a las órdenes de Benito y especialmente con el gran Juan Diego…Para interpretar a La Susi tuve que documentarme muy bien. Leía libros de medicina sobre los efectos de las drogas, fui a conocer gente a centros de desintoxicación, pasé horas y horas observando a putas y drogadictos en la calle montera…La calle montera es el lugar perfecto para inspirarse a la hora de crear personajes. De allí también salió La Canija de Carne de neón.
También he de decirte que muchos de los figurantes de Padre Coraje eran yonkies de verdad, y con ellos hablé mucho y me explicaron muchas cosas.
– Con tu segundo corto, Nieves (2003, Alberto Palma) obtienes dos premios de interpretación en Badajoz y Málaga. Haz intervenido en muchos cortos ¿Que opinas de actuar en cortometrajes, una labor que, en casi todos los casos no es retribuida?
Me apasiona hacer cortos. Gracias a ellos he interpretado a personajes muy complicados que han supuesto retos para mí. Yo me dedico a esta profesión porque me encanta, aunque no me paguen en un corto estoy haciendo algo que me gusta, que me hace enormemente feliz. Los cortos me han permitido conocer a directores que luego me han llamado para su primer largo: Paco cabezas (Carne de neón) y Eduardo Chapero-Jackson (Verbo). Por otro lado, muchos directores me han conocido y luego me han llamado para trabajar gracias a que han sido jurados en festivales en los que participaban mis cortos, como por ejemplo Chus Gutiérrez (El Calentito).
– Precisamente uno de tus últimos trabajos, Carne de neón (2010, Paco Cabezas) está basado en un corto del mismo director. ¿Que tal fue este trabajo?
Maravilloso, Paco y yo somos muy buenos amigos, nos conocemos muy bien y él sabe todo lo que puede sacar de mí como actriz. Los rodajes con directores amigos siempre se hacen más llevaderos porque existe complicidad.
– Con Platillos volantes (2003, Óscar Aibar) demuestras que estas dotadísima también para la comedia, que ahora te está haciendo tan popular gracias a la televisión. ¿Nos cuentas algo sobre esta peli basada en hechos reales? Por cierto, estupendo el look 60’s /retro
La verdad es que Platillos Volates me dio la oportunidad de hacer comedia por primera vez. Yo desconocía que tuviese ese don para la comedia. Lo mejor de rodar esa peli fue conocer a Jordi Vilches, grandísima persona y el actor con quién mejor me siento trabajando. Con una mirada nos lo decimos todo. También coincidí con él en El Calentito, pero estoy deseando volver a trabajar con él.
– En Romasanta (2004, Paco Plaza) haces un papel sin acreditar como una víctima del hombre lobo ¿Como diablos te metiste en ese proyecto?
Yo era amiga de Paco, no había ningún papel para mí, así que me ofreció hacer este cameo como algo anecdótico. Me encanta que los directores cuenten conmigo, aunque sea para hacer una figuración. Me divierte.
– En 2006 ruedas con Jaume Balagueró Para entrar a vivir, una magnífica película de televisión que tuvo mala suerte y en donde haces un soberbio trabajo con una actuación muy física y un rodaje que aparenta haber sido muy duro ¿Nos cuentas algo sobre el trabajo con Balagueró?
Te diría que es una de las películas más redondas que he hecho. Disfruto mucho haciendo películas de acción, donde lo físico tenga un peso importante. Yo soy una actriz muy física gracias a mi base de bailarina. Yo quería hacerlo todo, incluso me daba rabia que me pusieran una doble. Al final conseguí que la doble solo hiciera la caída por la tubería de un piso al otro. El resto de los golpes, caídas por las escaleras, etc…lo hice yo. Sí, más de una vez tuvo que venir la fisio a mi hotel.
– ¿Alguna anécdota? ¿Daba tanto miedo en verdad Nuria González como en la película?
¿Algo anecdótico? Bien, muchos de los sustos eran reales. El ayudante de dirección se escondía y me asustaba cuando yo menos lo esperaba. Por cierto, Nuria no tiene nada que ver con su personaje en la peli. La verdad es que hizo un trabajo extraordinario
Aunque la peli no tuvo el lanzamiento en televisión que se esperaba, si que es cierto que se alquila mucho en los video clubs. Creo que de hecho es la más alquilada de todas mis películas.
-Has vuelto a rodar con Balagueró los cortos Miedo (2010) y Sr. Rosso (2007) (realizada con dos móviles) ¿Para cuando un trabajo largo con él?
Si quieres te doy su teléfono y se lo preguntas a él…Algún día llegará….
– Sexykiller, morirás por ella (2008, Miguel Martí) es todo un homenaje para tus fans, una película en la que eres la protagonista absoluta y donde además de killer, estás tremendamente sexy. Gracias a la película obtuviste el premio de interpretación en Fantasporto 2009. ¿Nos lo parece o realmente da la sensación de que lo pasaste de miedo haciendo esta película?
La más divertida sin duda alguna. Me permitió hacer el gamberro. Al ser protagonista el personaje tiene más recorrido por lo que pude jugar todo lo que quise con él. Y especialmente me gané la gran amistad de su director y de la persona que luchó por levantar el proyecto.
– ¿Te gusta el Festival de Sitges? El año pasado estuviste muy presente con dos cortos (Merry Little Christmas y Quédate conmigo) y un largo (Carne de neón). ¿Cuantas veces has acudido? ¿Qué te parece?
Creo que llevo 9 años seguidos yendo. De los festivales españoles es mi favorito. En ese festival todos somos iguales, seas quien seas, e independientemente del peso de tu película. Empecé yendo con Dagon, Para entrar a vivir, Sexykiller, Carne de neón…este año iré con Verbo…y entre medias he ido con muchos cortos, o si no de espectadora
-¿Te gusta el cine de terror? ¿Con que película recuerdas haberlo pasado más mal /bien? ¿Algún título favorito?
Me encanta el cine de terror, y mira que luego lo paso mal en casa… ¡Soy incapaz de pasear por un pasillo a oscuras! Mi peli favorita es Rosemary´s Baby. Y la peli que más miedo me ha dado en mi vida fue E.T. , claro que la vi con 4 años…fue algo traumático…desde entonces no la he vuelto a ver.
– No podemos cerrar esta entrevista sobre tu carrera en conexión con el cine de terror sin hablar del estupendo corto Quédate conmigo (2010) de Zoe Berriatúa que vimos recientemente y que nos encantó ¿Nos cuentas algo de este corto?
Zoe es un gran amigo que cuenta conmigo en todos sus proyectos y yo creo ciegamente en él. Así que cada vez que me llama para hacer algo digo que sí con los ojos cerrados, incluso sin haber leído el guión. Para Quédate conmigo me llamó un viernes a las 12 de la noche diciendo que al día siguiente a las 8 a.m. quería rodar conmigo porque Madrid estaba nevada. Yo puse el despertador sin saber qué iba a hacer….pues bien, este corto fue el resultado.

De izquierda a derecha, Zoe Berriatúa director de Quédate conmigo junto a sus protagonistas, Pablo Turégano y Macarena Gómez en una encantadora foto familiar.
– ¿Algún proyecto futuro relacionado con el terror?
Siento decepcionarte, pero por ahora no
– Ya solo queda darte las gracias por el tiempo que nos has dedicado y por tu trabajo, del que somos perdidos admiradores. Añade lo que quieras.
Ha sido todo un placer. Me ha llevado tiempo pues soy muy lenta dándole al teclado, pero la he hecho entre mis pausas mientras me tiro en paracaídas… ¡Evidentemente no he respondido en caída libre! Interesantes preguntas que nunca antes me habían hecho.
Macarena es mucha Macarena y por fin he podido cumplir mi deseo de publicar esta deliciosa entrevista, que está repleta de interesantes contestaciones y que además respondió en tiempo record. No podemos más que darle mil veces las gracias por su amabilidad y… naturalmente esperamos no perdernos Verbo este año en Sitges.
Desde el principio yo lo tenía muy claro: Quería ser actor. Conversación con José Ruiz Lifante (1ª Parte)
José Ruiz Lifante forma parte de esa casta de actores todo terreno que, a pesar de los pequeños papeles con los que intervienen en las películas en las que actuan, son recordados y pasan a formar parte de la memoria colectiva. ¿Quién no conoce fisicamente a José Ruiz Lifante? Visto en infinidad de películas de todo género y de todo tipo: desde pequeñas producciones de género para sesión doble, a grandes clásicos del cine español de Berlanga, Jorge Grau o Bardem. De producciones extranjeras a multitud de series televisivas. De las prestigiosas tablas del teatro a cortos de directores noveles, José Lifante se atreve con todo.Y figura particularmente en el corazón de los fans del cine de terror por sus interpretaciones en importantes películas del Fantaterror, pero muy concretamente en No profanar el sueño de los muertos, el gran clásico de Jorge Grau.
Tuvimos ocasión de conocer a este actor durante la proyección, organizada por el fanzine El Buque Maldito, de uno de sus films, La perversa caricia de Satán , y no pudimos evitar abordarlo y pedirle la entrevista que os ofrecemos. Una extensísima entrevista que demuestra el cariño, la vitalidad, la amabilidad y… paciencia de este actor.
Así que, nos orgullece presentaros la primera de las dos partes en las que os ofrecemos esta larga entrevista, con la que además celebramos las 100.000 visitas a nuestro blog. Gracias a todos y… ¡¡a por las 200.000!!
Con ustedes… José Ruiz Lifante, Actor:
LOS INICIOS
– ¿Que hace que un licenciado en Filosofía y letras e Historia del Arte termine dedicándose a la interpretación?
Desde un principio, yo lo tenía muy claro: quería ser actor.
A los catorce años me matriculé en el “Institut del Teatre” de Barcelona. Obtuve el Título de Arte Dramático y el carné profesional. (El del sindicato vertical: «Teatro, circo y variedades»).
Continué mis estudios en la “Escola d´Art Dramàtic ADRIÀ GUAL” y empecé a estudiar la carrera de Filosofía y Letras, (Hª del Arte), en la Universidad.
En la “Adrià Gual” tuve profesores excepcionales: Ricard Salvat, Carme Serrallonga, Mª Aurèlia Capmany y otros… Mª Aurèlia me decía siempre que la inteligencia es como un saco que tenemos que llenar. Y me puse a llenarlo. Estudié Hª del Arte porque me pareció lo más adecuado para desempeñar mí trabajo.
Lo que luego aprendí es que el saco nunca se acaba de llenar…
– ¿Qué películas recuerda de su niñez?
Yo tuve la suerte de que a mi madre le gustaba mucho el cine. Me hizo un “voyeur”. Me llevaba una vez a la semana. Veíamos un programa doble, los miércoles, a la salida del colegio. Y los sábados por la tarde, iba con mis amigos a ver dos películas más.
Recuerdo muchas imágenes de las películas que vi. Imágenes, que con el tiempo he ido situando en el archivo de mi memoria:
Imperio Argentina, Amparo Rivelles, Bette Davis, Elizabeth Taylor, Catherine Hepburn, Aurora Bautista, Sarita Montiel… Fernando Fernán Gómez, Conrado San Martín, Miguel Ligero, Jorge Negrete, Robert Taylor, Henry Fonda, Alan Ladd…
Títulos como Jezabel (1938, William Wyler), Ivanhoe (1952, Richard Thorpe) y casi todas las del “Oeste” y la “Guerra de Secesión”.
Sabíamos más de la historia de los E.E.U.U. que de la española.
… La colonización cultural…
¿Recuerda alguna de terror? ¿Cual le impresionó especialmente?
Sí, recuerdo algunas películas de terror:
Las de Fu Manchú, Los crímenes del museo de cera (House of Wax, 1953 André de Thot), El péndulo de la muerte (Pit and the Pendulum, 1961 Roger Corman), que para mí eran películas normales. Eran películas de miedo; como las había de aventuras, de amor, de dibujos o musicales (nunca llegué a entender porqué se ponían a cantar mientras estaban hablando). Vamos, de todos los géneros.
Me impresionaban todas las películas, las vivía apasionadamente sentado en mi butaca, sin pestañear, inmóvil. Con el tiempo he observado que cuando me muevo en la butaca algo falla en la pantalla: el ritmo, la música, la interpretación, la historia; algo falla. Si no me muevo, la cinta es estupenda.
– Tras diversos trabajos en el teatro se muda a Madrid y se centra en el cine ¿Como llega a ese mundo?
Sí. Estaba trabajando en teatro. También había hecho algunos cortos y varias películas.
Jordi Grau me volvió a contratar para hacer el personaje de Martin en su película No profanar el sueño de los muertos (1974). Se tenía que rodar en Roma, Manchester y Barcelona. Cuando terminamos los exteriores en Italia y en el Reino Unido vinimos a España para rodar el interior del hospital, donde termina la película, pero el estudio de Barcelona todavía continuaba ocupado y nos trasladamos al estudio Cinearte de Madrid donde concluimos el rodaje. Durante esa etapa madrileña me propusieron varios trabajos nuevos y me quedé en Madrid para terminarlos. Más y más películas. Me plantee dos años de prueba; en ese tiempo continué trabajando en un ambiente que me gustaba. Y así hasta ahora.
EL TERROR
– Una de tus primeras películas es el film de episodios Pastel de Sangre (1970). Interviniendo en el episodio dirigido por Jaime Chávarri, “La Danza”, uno de los más valorados del largometraje. ¿Algún recuerdo de aquella película? Con Chávarri volverías a rodar muchos años después (1996) el film Gran Slalom.
Fue mi primer contacto con Jaime Chavarri, director preparado, con mucha clase, que me proponía una película de terror a medio camino entre lo onírico y los dibujos animados. Fue un rodaje entrañable: La maravillosa Romi, la pareja del director Jacinto Esteva Grewe, era modelo y hacía publicidad. Yo había coincidido con ella en aquel Boccacio de la Barcelona de los años 70, de Regás. El sorprendente Luís Ciges, con el que volvería a rodar tantas veces… Muchos recuerdos, unidos a Josep Mª Forn, que producía la película y a los otros tres directores Joan Vallès, Emilio Martínez Lázaro y Francesc Bellmunt.
-En 1972 protagoniza el montaje teatral de Drácula que adapta Carlos Ballesteros. Un proyecto curioso ya que es la primera adaptación que se hace desde la de 1943 por Enrique Rambal. Aunque si bien la antigua fue un éxito no se puede decir lo mismo de esta. ¿Es verdad que parte de las críticas negativas fueron porque contenía humor? ¿Nos puede contar más detalles de este Drácula teatral?
Fue una idea de Carlos Ballesteros. Estábamos representando “El embrujado” de Valle-Inclán, en el Teatro Moratín. Pensó que yo era el Drácula idóneo para su montaje. Y nos pusimos a trabajar. Él tenía hecha la adaptación de la novela de Bram Stoker y la dramaturgia del espectáculo. Tenía diseñado el decorado.
Sabíamos que Enrique Rambal había montado Drácula en 1943 con su espectacular estilo, para un público adicto. Buscamos la documentación que hubiese del montaje, maquetas, fotografías, diseños… y no encontramos nada. Sólo una revista que hablaba de la sorprendente aparición en escena de Drácula-Rambal, muy de acuerdo con la estética de sus montajes.
Carlos buscaba otra aproximación al espectador. Puso en marcha algo que nunca se había utilizado hasta entonces en nuestros escenarios. Pensando en el primero plano del cine, que aproximaba el personaje al público, le pidió a Blas Martí que rodara varías películas, de pocos minutos de duración, que se proyectarían, en una gran pantalla sobre la embocadura del teatro, intercaladas durante la representación. Los actores debíamos sincronizar nuestras acciones escénicas con la película proyectada. El efecto fue sorprendente. Ahora nos parece normal ver la cara del actor ampliada en una pantalla digital, pero en 1972 era impensable. El ingenio se adelantó a la técnica.
La dramaturgia de Carlos Ballesteros, en un principio, era fiel al estilo de la novela. Ensayamos una pieza de terror. Pero cuando puso en pié el espectáculo empezaron a surgir problemas técnicos. Los cambios de los catorce decorados se hacía eternos, los ruidos eran incontrolables, los efectos musicales estaban calculados para intermedios rápidos. Los actores no llevábamos micrófono. Era una lucha contra elementos hostiles y una falta de costumbre de montajes tan complicados.
Carlos Ballesteros y el empresario Jorge Martín, pensando que el público no estaba acostumbrado al teatro de terror y en la cantidad de problemas que surgían, decidieron introducir ciertos elementos cómicos en el texto para aligerar el espectáculo y ganar tiempo en los cambios. Y así se hizo, un poco sobre la marcha.
Recuerdo que yo, vestido de Conde Drácula y con un candelabro encendido en mi mano derecha, bajaba una inmensa escalera desde un primer piso hasta el centro del escenario. Justo en el momento de salir a escena el regidor me avisó.- “¡Cuidado, Pepe, la escalera no está sujeta, la aguantan tres hombres por debajo!”. No les había dado tiempo a encastrarla en la plataforma. Y yo salí a escena. Puse el pié en el primer peldaño y la escalera cedió unos veinte centímetros… El público aplaudió mi espectacular aparición, y no advirtió que estuve a punto de despeñarme y romperme la crisma.
Lo que no ocasionó ningún problema fueron las proyecciones. Entraban en el momento exacto. Producían un efecto asombroso. Me gustaría encontrar el paradero de esas películas.
– En 1974 Jorge Grau rueda No profanar el sueño de los muertos, que se rueda en Manchester, Dovedale, Derbyshire (Inglaterra), Cineccittá (Italia) y Madrid (Cinearte). ¿Como llega este proyecto a tus manos? ¿Conocías La noche de los muertos vivientes (Night of the Living Dead, 1968 George A. Romero), film en el que en principio se basaba?
Jordi me había contratado en 1972, para interpretar a un guardia civil en su película Pena de muerte, con Marisa Mell, Fernando Rey y Espartaco Santoni. Fue una buena experiencia. Yo tenía un asesor, un Comandante de la Guardia Civil, una persona muy culta y preparada, que me indicaba el comportamiento de mi personaje en las distintas situaciones del film. Tal vez mi forma de asimilar sus indicaciones como director y las del Comandante como asesor le indujeron a llamarme para su nueva película.
Fue un regalo. El guión me interesó desde un principio. La juventud inconformista, el ecologismo, la drogadicción, la testarudez del sistema…Era una historia lógica, todo tenía una explicación coherente. Los muertos vivientes no aparecían porque sí. Una máquina anti-insecticida producía ciertos efectos sobre los seres elementales: los recién nacidos y los recién muertos.
He comprobado que cuando los espectadores se creen una historia aceptan todo lo que se les proponga.
Un sueño. Como cuando Jordi Grau, en Cineccitá, en una pausa del rodaje me llevó al estudio donde Fellini había rodado Amarcord: allí estaba el “Rex” flotando en su mar de plástico negro. O, como cuando encontramos en el cementerio de Derbyshire la tumba de “Little John”, el gran compañero de “Robin Hood”… Inolvidable.
– ¿Fueron muchos días de rodaje en Inglaterra? ¿Hubo buena conexión con el equipo italiano?
Estuvimos rodando dos semanas en Italia y otras dos en Inglaterra. Y sí, había muy buena armonía con los equipos, tanto actores como técnicos.
¿Recuerdas al maquillador Gianetto di Rossi?. Un técnico infinitamente popular para los fans por sus obras en memorables películas de Luico Fulci como Nueva York bajo el terror de los zombi (Zombi 2, 1979), El más allá (E tu vivrai nel terrore – L’aldilà, 1981) o Aquella casa al lado del cementerio (Quella villa accanto al cimitero, 1981).
El maquillador Gianetto di Rossi era muy bueno. Diseñó un maquillaje especial para Martin ya convertido en muerto viviente: unas contusiones en la cabeza, tres arañazos, en diagonal en el rostro y el ojo derecho desprendido. Al final el efecto del ojo se anuló por un problema de tiempo en la realización. Pero el maquillaje es muy convincente.
¿Como estaba la tecnología en lentillas? ¿Se veía con ellas?
(…) Eran una verdadera tortura. En aquel momento las lentillas eran rígidas, molestaban y producían ciertas molestias en la córnea. Nos las quitaban cuando dejábamos de rodar para que pudiéramos descansar. El efecto era estupendo.
-En la película tu personaje no solo mata a su esposa (Jeanine Mestre) sino que también casi lo consigue con su cuñada (Cristina Galbó) ¿Que recuerda de estas actrices? ¿Crees que pasaron miedo durante el rodaje?
Dos estupendas compañeras en aquella ocasión. Lo pasábamos bien durante el rodaje. No creo que tuvieran miedo.
Con Cristina no he vuelto a coincidir…y lo siento. Cristina empezó la película después de un grave problema familiar, que al principio le mantuvo un poco al margen. Al cabo de un tiempo la convivencia se normalizó.
Con Jeannine sí he vuelto a coincidir y a trabajar. Siempre con buenas vibraciones. Es una mujer preparada y emprendedora. En 2010 representamos la obra de Francisco Nieva “Tórtolas, crepúsculo y…telón” (Premio Max 2010) en el C.D.N. dirigida por el propio Nieva con gran éxito en el Teatro Valle-Inclán. Sólo pudo verse en Madrid.
– ¿Tuviste relación con el mítico Arthur Kennedy? ¿Nos cuentas algo de él?
Los sábados por la tarde me daban dinero para comprarme el tebeo “Hazañas bélicas” y para ir al cine con mis amigos. Por la pantalla del cine Manila* de Barcelona habían pasado tantas aventuras, tantos acontecimientos, tantos actores y actrices: un mundo mágico. Aquel actor que había visto cabalgando por prados y pueblos del oeste, luchando y solucionando problemas lo iba a tener a mi lado. No podía creérmelo. Trabajar con un actor mítico, para mí, como Arthur Kennedy era impensable. Cuando me lo presentaron le estreché la mano, le saludé y prometo que mis rodillas temblaban.
Fue ejemplar trabajar con él: su profesionalidad, su actitud, su atención. Una escuela admirable.
* (Situado en la calle Sant Pere Més Baix 28, el cine Manila, con 1477 localidades, cerró en febrero de 1969 tras 27 años de exhibir sueños en programa doble con complementos que, desde 1942 incluyeron las populares «varietés»)
– Jorge Grau cuenta que se tomó muy en serio a los muertos que salen en la película: Tanto en como debían moverse como su aspecto, revisando infinidad de fotografías forenses. ¿Es cierto que teníais una profesora de movimiento escénico?
Sí. Aprendimos a movernos, a desplazarnos, a respirar, a emitir sonidos. La rigidez. La reacción retardada. La mirada….
– ¿De qué eran las vísceras que os echabais al gaznate? ¿Eran reales? Hay cierto higadillo que muerde Fernando Hilbeck que parece todo menos falso.
Sí. Recuerdo que tuvieron la gentileza de ofrecernos un menú: podíamos elegir entre hígado de cerdo ligeramente sofrito, jamón york o lacón frescos, convenientemente ambientados. ¡Muy rico!
– También tenías como compañero de correrías a Joaquin Hinojosa como zombie recién salido de una autopsia.
Sí. Magnífico. Era otro maquillaje espectacular.
-Todos los participantes en este film coinciden en que está tan bien realizado que por eso se sostiene y se mantiene tan bien en la actualidad.
Jordi Grau es muy meticuloso. Siempre programa los efectos en sus películas. El resultado ahí está. Hay películas que te atrapan; ésta es una de ellas.
¿Que piensa de que su imagen forme parte importante del cartel de la película en muchos países como en Italia, Francia o Alemania?
¡Qué voy a pensar! El exhibidor tiene la película en sus manos y la lanza al mercado como mejor le parece. Es algo que se escapa de nuestro control. No tenemos derechos sobre el film, como en otros países.
– Yo fui uno de los niños que vio No profanar… en mis terrores favoritos. Al día siguiente en mi clase no se hablaba de otra cosa, en especial de la imagen del destripamiento de la telefonista, que interpretó Isabel Mestres. ¿Es cierto que la película fracasó en los cines españoles porque se estrenó el 20 N de 1975? (mientras en la película unos salían de sus tumbas otros, por suerte, marchaban para no volver…)
Yo estaba en Argentina rodando Tiempos duros para Drácula (1976, Jorge Darnell) en noviembre del 75, cuando se estreno No profanar… en Madrid. Mal momento. Todos estaban pendientes de la agonía del dictador y la película no atrajo al público…
Pero cuando Narciso Ibáñez Serrador la presentó en su programa de televisión el impacto fue brutal. Lo notábamos por las reacciones de la gente de la calle. Creo que colocó la película en el lugar que le correspondía. ¡Gracias, “Chicho”!
No profanar…, entre otras, tiene una virtud: está hecha en serio.
La secuencia de la telefonista, la primera aparición de la guapísima Isabel Mestres en el cine comercial, es sobrecogedora. Y a pesar de su aparatosidad, de la terrorífica situación, los espectadores no se mueven en sus butacas, están petrificados.
– ¿Ha sido invitado a muchos lugares para hablar de esta película? ¿Le gusta que se le reconozca como uno de los actores de esta película de Jorge Grau?
¡Claro que sí! Para mí es un honor.
-¿Que opina de que se haya convertido en película de culto entre los aficionados al cine de terror de todo el mundo?
En No profanar… se invirtió muy poco dinero para lanzarla al mercado. Si ha conseguido esas cotas de reconocimiento mundial debe de ser por sus propios valores.
– ¿Todavía guarda el guión original? ¿Contratos? De ser así son como el santo grial de los fans.
No. Lo siento mucho.
– ¿Como fue su relación con Jorge Grau? Colaboró con él en varios films: En 1973 Pena de Muerte (con Marisa Mell, Fernando Rey, Máximo Valverde y Espartaco Santoni… ¡¡Todo un reparto heterogéneo!!); y después El secreto inconfesable de un chico bien (1976) y La siesta (1980).
Sí, he trabajado mucho con Jordi. Aun que siempre hubo una primera vez. Jordi conoce muy bien la mente del actor. Tiene un libro sobre interpretación, muy interesante, y sabe como tratarnos, como proponernos lo que quiere. Tengo mucha complicidad con él. Después de cada “toma” le miro y ya sé por dónde van los tiros.
A Jordi Grau tengo varias cosas que agradecerle. En sus películas siempre me ha dado personajes distintos, tal vez por yo soy un actor todo-terreno…No sé. Pero la galería de personajes tan dispares que muestro en sus cintas da una idea de lo que es la creación conjunta. Él piensa un carácter y yo lo materializo. Es un trabajo apasionante.
Jordi me trajo a Madrid. Llegué en 1974 acabando No profanar… y aquí establecí mi residencia. Me desplazo a otras Comunidades cuando me contratan: Catalunya, Valencia, Andalucía, Galicia… “Si tu me dices ven, lo dejo todo”.
Los actores no podemos guardar nuestros trabajos en un ordenador. O los hacemos aquí y ahora, o no los haremos nunca jamás.
YA PUEDEN LEER LA SEGUNDA PARTE DE ESTA ENTREVISTA CLICKANDO AQUÍ.
«Con lo que más se disfruta es con lo que menos dinero se gana»: Entrevista a Emilio Linder.
Emilio Linder es uno de esos actores todoterreno y una cara familiar en todas las áreas de la actuación:Puede recordarse como presentador en televisión del programa De película, en cintas de terror de Piquer Simón, en films eróticos de la transición, en infinidad de series de televisión… pero repasando su abultada filmografía vimos que había todo eso y mucho más, así que cuando tuvimos la ocasión de contactar con él y hacerle una entrevista no lo dudamos.
El resultado no podía haber sido más satisfactorio: Emilio Linder es una persona vital, optimista y colaboradora, que aunque siempre está ocupado con proyectos -aunque siempre menos de los que le gustaría- hizo un hueco para contestar el abultado cuestionario que le enviamos, y de tal forma, que hemos preferido no completar ni añadir demasiados datos para que sea él, el protagonista, el que nos cuente y repase su carrera.
Es una gran satisfacción ofrecer esta entrevista que esperamos que os guste tanto como a nosotros.
Tu carrera en el cine comienza fuerte en 1980 con El gran secreto (P. Mario Herrero) y La mano negra (Fernando Colomo) compartiendo cartel junto a grandes nombres del cine español como Francisco Rabal, Emilio G. Caba, Charo López, Manuel Alexandre ¿Que significó esto para un actor principiante? ¿Como conseguiste estos papeles?
Bueno, pues no era tan principiante ya que mi carrera como actor había empezado en 1977, cuando dejé (sólo profesionalmente, claro) la música y participé en series como El Juglar y la Reina de Julián Mateos, Escrito en América de Miguel Picazo, Los Desastres de la Guerra de Mario Camus y en teatro en Satán Azul, y luego estuve un año de gira (78 – 79) por España y Europa con Flowers y Salomé, con la Lindsay Kemp Company. Vamos, que no fue tan difícil conseguir esos papeles, con los que disfruté y seguí aprendiendo mucho, claro.
¿Como das el salto al floreciente cine erótico? ¿Que opinas de ese cine? ¿Alguna anécdota?
El “salto” al “floreciente cine erótico” se debió a que, en esos maravillosos y esperanzadores años de la “transición” había unas referencias de cine “S” extranjero como Historia de O, Bilitis, Emmanuelle, o nada menos que El último tango en París y además los cachés eran muy buenos y tentadores, razones más que suficientes para que muchos actores y actrices españoles “cayéramos en la tentación”. Yo sólo intervine en 7 u 8, ya que en el 82, creo, se legalizó el cine X y el S dejó de hacerse. Y anécdotas muchas. Las más cachondas, claro, son las que ocurrían al finalizar las sesiones de rodaje, en el que todo, por supuesto, era “fingido” y actuado y después del rodaje, ya no… A buen entendedor… Y las películas eran bastante malas, salvo pocas y honrosas excepciones.
Resulta sorprendente que no te encasillaran en el cine erótico y que saltaras de este tipo de cine al cine comercial y a la televisión ¿Alguna vez tuviste algún problema, a nivel profesional, por haber interpretado este tipo de cine?
No, ninguno. Quizás, entre otras razones, porque ya había más “cosillas” en mi currículum anterior y porque mi trabajo actoral en esas películas no estaba tan mal…
A inicios de los años ochenta comienza tu colaboración con Juan Pique Simón, actuando en Mil gritos tiene la noche. Actualmente es un film de culto que ha sido editado lujosamente en DVD en Estados Unidos. ¿Que recuerdos tienes del rodaje y del director?
Los rodajes de las películas de Juan Piquer eran muy especiales, en el mejor sentido de la palabra. Había en ellos una magnífica sintonía entre todo el equipo, que es algo imprescindible para lograr un producto de calidad. Y esto, por supuesto, no era casual, sino que era una de las prioridades de Juan el conseguirlo. Era una gozada muy divertida y enriquecedora trabajar con amigos y profesionales de esa magnitud.
Por cierto, ¿Te gusta el cine de terror?
Sí, me gusta. No es mi género favorito como espectador, aunque he disfrutado mucho con varias películas, obras maestras del cine. Pero como actor disfruto y, paradójicamente, también me divierto mucho en los rodajes.
También colaboras en otros films del director como Los nuevos extraterrestres (1983), Guerra sucia (1984), Slugs (1988) -donde te prepararon una muerte de lo más repugnante-, La Grieta (1990)y La mansión de Cthulhu (1992) ¿Nos cuentas algo sobre ellas?
Insisto, lo paso bien en los rodajes. El día que se rodó mi muerte en Slugs, p. ej., en un restaurante de La Moraleja, mientras se preparaba la secuencia, repugnante, por cierto, en el mejor sentido también, de pronto descubrí que, en una mesa estaba sentada nada menos que Silvana Mangano, relacionada con los Escrivá, productores de la peli, preparada para hacer un “cameo”, con el que empezaba la secuencia. Y claro, me acerqué y estuve charlando con ella un rato inolvidable.
¡Vayan!, ¡Vayan y vean en el minuto 1 de este video la repugnante muerte de nuestro amigo Emilio Linder en Slugs!
¿Que tal fue el rodaje de La Grieta, film repleto de efectos especiales?
Pues el más claro y mejor ejemplo de la maestría de Juan. Vamos, resumiendo, esos efectos especiales tan bien conseguidos, en una película americana hubieran supuesto un gasto de producción cien veces mayor y, seguramente, no hubieran sido tan convincentes y creíbles. Todo se rodó en un plató y una piscina, creo recordar… El rodaje fue una gozada, con esos actorazos, entre los que estaba R. Lee Ermey.
También intervino el televisivo Pocholo, ¿ Daba señales de estar tan desquiciado como demostró más tarde?
No, para nada, aunque ya era un poquito especial…
Compaginando rodajes con el cine «S» interpretas Mi conejo es el mejor (1982, Ricardo Palacios), junto a Lina Romay, un primer acercamiento al universo Jesús Franco, junto a quien rodaste varios films ¿Que recuerdas de esos rodajes? ¿Te gustó rodar con Jesús Franco y Lina Romay? ¿Son tan caóticos y divertidos los rodajes como aparentan?
Esta pregunta prefiero no contestarla, por razones que te contaré personalmente…
Has tomado parte en una buena cantidad de films coproducidos con Estados Unidos, supongo que rodados en inglés, ¿Te ha ayudado esto a la hora de conseguir trabajo en este tipo de films?
No es que me haya ayudado, sino que era imprescindible. Además, había que ser bilingüe, ya que se rodaban con sonido directo y no admitían tener que doblarte. Estaban obligados a contratar personal artístico y técnico español y actores españoles que hablaran inglés y en esos años éramos aún menos que ahora…
Has actuado junto a actores muy populares como Tom Berenguer, Rod Taylor, Britt Ekland, Peter O’Toole, Donald Sutherland o Anouk Aimée ¿Tienes alguna anécdota de los rodajes que compartisteis?
Tengo muchas e inolvidables. Aquellos rodajes eran maravillosos y muy enriquecedores (en todos los sentidos…). Y te preguntabas por qué aquí no tenían esa “estrategia” de mimar a los actores, una cuestión de sentido común, ya que, cuanto mejor te tratan y más te dan mejor te portas y más aportas. “Personal coach”, atención constante, doble de luces y un largo y maravilloso etcétera… En Wings of Fame, (1990, Otakar Votocek) p. ej., el primer día de rodaje me preguntaron si me apetecía tomar una copita después de comer. No entendí por qué me lo preguntaban, pero contesté que me gustaba el cognac y al día siguiente me encontré una botella de Napoleón Gran Reserva en mi camerino… Y un día, en el mes de octubre, rodando en Cannes una secuencia en un muelle, en la que me metían una hostia y me caía al mar, por supuesto con dobles y especialistas, el dire, Otakar, maravillosa persona, muy cortado, me preguntó si yo estaría dispuesto a no ser doblado y caerme al mar para rodar un plano mucho mejor y más realista, y yo dije que por supuesto. Rodamos la primera (y única) toma y, al salir del agua, había como diez personas esperándome con mantas, calefactores y más cosas. Está claro, ¿no? Y con Peter O’Toole tuve una casi amistad muy divertida y varias anécdotas, como las que ocurrían al ponernos a fumar al lado de los que nos criticaban por viciosos… Y con mi amigo Donald Sutherland también, como cuando fuimos juntos a un conciertazo (de James Brown, creo) en la sala Jácara y la gente flipaba… Dos maravillosas personas, humildes y generosas…
Otro film de terror en el que tomaste parte es Leviatán (Monster Dog, 1984 Claudio Fragasso) film protagonizado por Alice Cooper ¿Hizo muchas barrabasadas? ¿Es tan bella Victoria Vera al natural como en cine?
Alice Cooper, maravillosa persona también, estaba en un proceso de “recuperación” y recuerdo que tenía siempre a su lado una caja de Coca-Cola y se bebía una botella tras otra. Y Victoria es una de las personas más bellas, por dentro y por fuera, que he conocido en toda mi vida…
Has tomado parte también en rodajes para directores italianos bien reconocidos para los seguidores del cine de género como son Bruno Mattei (Scalps, Venganza India) y Andrea Bianchi (Comando Mengele) ¿Que tal fueron los rodajes? Tengo entendido que el de Bianchi se rodó en Uruguay.
En Comando Mengele (1987) no rodé en Uruguay, sino en España. Hace tantos años, que ya no recuerdo muchos detalles. Y lo que recuerdo de los rodajes de Scalps (1987) y de otros “spaghetti westerns”, es que también eran muy divertidos. Era como jugar a ser cowboys y cobrando (bien, por cierto…). Aún conservo buenos amigos que hice durante aquellos rodajes en Almería.
Por cierto, gracia al cine has viajado mucho ¿ Has llegado a instalarte en el extranjero?
Estuve a punto de instalarme en dos oportunidades: rodando Wings of Fame en Amsterdam me enamoré profundamente de esa ciudad, a la que volví y seguiré volviendo muchas veces y de sus habitantes y luego me ocurrió lo mismo con Berlín, donde íbamos cada año a la Berlinale, con el De Película. Pero por diversas circunstancias nunca tomé la decisión de hacerlo…
¿Cual sería la película que te hubiera gustado hacer? ¿Hay alguna que te hayan ofrecido que te arrepientas de no haber interpretado?
Pues hay muchas en las que me hubiera gustado estar, claro, pero no me arrepiento de no haber trabajado en ninguna, ya que tampoco he rechazado muchas…
¿A que crees que se debe de que seas solicitado por tantos directores extranjeros?
Últimamente no estoy muy solicitado por directores extranjeros, ya que llevo muchos años sin trabajar fuera de España. Pero en la época en que sí lo estaba, quizás fuera porque mi “método” de trabajo sintonizaba más con el suyo que el que predominaba aquí todavía, ya muy “anticuado” y porque hablaba inglés, claro. Pero estas dos razones siguen existiendo, creo. A buen entendedor… Como decía Ortega y Gasset, el hombre es el hombre y sus circunstancias y las circunstancias me están haciendo pensar en volver a intentar trabajar fuera…
En cuanto a la televisión, además de presentar el programa De película (1988-1991), has participado en infinidad de series (prácticamente en las más importantes de los años 90), en algunas muy populares como Al salir de clase, Más que amigos, Hospital Central y últimamente en Amar en tiempos revueltos ¿Que opinas de televisión y de las series en general? También has sido presentador.
Las series (y la televisión, en general) son, por lo general, los trabajos mejor remunerados y que te “mediatizan”, dos factores imprescindibles, lamentablemente, si quieres participar en proyectos más enriquecedores, pero en otro sentido, como el teatro. O sea: el participar en una serie de éxito, además de ser, casi siempre también, un trabajo reconfortante y un entrenamiento muy bueno y muy constante, te proporciona esa “paz espiritual” (o económica…) que propicia que la energía y la creatividad estén en pleno rendimiento. Por lo general, con lo que más se disfruta es con lo que menos dinero se gana y viceversa… Vamos, que estoy respondiendo, creo a la siguiente pregunta.
Has tomado parte en cortos, ¿Que opinas de ellos? ¿Crees que puede ser un buen punto de partida para nuevos talentos?
Lo es, desde luego. Siempre (y últimamente mucho más) se han hecho, porcentualmente, muchos mejores trabajos en cortos que en largos y la razón es, como decía Rilke, que para que un trabajo creativo pueda convertirse en una obra de arte, es imprescindible que lo que te motive para llevarlo a cabo no sea el que vaya a gustar o ser rentable, sino que sea lo que realmente quieras decir y transmitir…
Has utilizado otros nombres artísticos, algunos de lo más exóticos como Neivi Trempat, ¿a que es debido, sobre todo este en concreto?
Neivi Trempat creo que fue el nombre de un personaje de alguna de aquellas pelis de los 80. Y los otros se deben a que mi apellido real es Lindner y es muy complicado tener un apellido así en España. En las pelis extranjeras lo ponían bien, pero en los trabajos españoles era siempre Linder y, como era este mi país de residencia, me “adapté” y así “perduró”. O sea que mi “nombre artístico” fue, es y seguirá siendo “Emilio Linder”.
Repasando tu carrera veo que puedes decir algo que no todos los actores de este país pueden decir, y es que prácticamente no te ha faltado nunca el trabajo y que has podido compaginar todo tipo de cine sin complejos ni tonterías ¿Crees que esto es debido a tu ductilidad como actor y a los idiomas? ¿Cual es el secreto?
Bueno, como todos los actores (y todos los artistas), repito lo que dijo una vez Fernán Gómez, algo así como que el verdadero éxito es que puedas sobrevivir tantos años trabajando y ganándote la vida como actor. Y yo le añadiría que, además, es una bendición de la que no muchas personas disfrutan. Pero también he tenido rachas difíciles, como todos. Siempre que tocamos este tema, tan común entre artistas, recuerdo un anuncio que salió, creo que en los años 70, en un periódico de Los Ángeles: “actriz con DOS OSCARS busca trabajo desesperadamente”, publicado nada menos que por Bette Davis, que atravesaba una situación realmente desesperada… Yo no he ganado ni un Oscar, pero sí algún que otro premio y ahora, dadas las circunstancias, las cosas tampoco están muy a mi favor. Pero mira por dónde, como dijeron ya muchos genios, Einstein entre ellos, en las crisis se crece, te superas a ti mismo sin quedar superado. Es cuando aflora, por necesidad, lo mejor de cada uno… Y estoy poniendo en marcha varios proyectos teatrales muy apetecibles y con muy buena pinta. Ya veremos…
Muchas gracias de verdad y desde el corazón y la cabeza, Carlos y Montse, por darme esta magnífica oportunidad de explayarme y decir y recordar tantas cosas tan reconfortantes, tan “justificantes” y tan “auto-sanadoras” o terapéuticas.
Y con esto dejamos a Emilio, siempre ocupado, impartiendo cursos de interpretación, actuando tanto en producciones independientes de directores como Ramón Alfonso (Kalte) como para directores consagrados como Benito Zambrano (La voz dormida), pero sin dejar de buscar incansablemente trabajo, actuando en El Caldero de Cobre recitando poemas de Don Francisco de Quevedo y de otros grandes de la poesía, como Lope, Benedetti, Gil de Biedma, Borges… y con lo que surge a partir de ellos, hablando sobre la mujer, la amistad, la familia, las crisis, el amor y todos estos «temillas» que rigen nuestras vidas…
Gracias a tí Emilio y a tu amabilidad, ya que da gusto contar con la colaboración de un tan consagrado actor que no duda en darnos un poco de su tiempo recordando su ya prolongada carrera en el cine y en el teatro, carrera que sin lugar a dudas todavía tiene mucho que ofrecernos.
…. Y para terminar algún cartel y un poco de memorabilia terrorífica Linder / Pique Simón:
Últimos comentarios