Reunidos en un libro programas de mano y carteles españoles clásicos de cine fantástico y de terror: Spanish Posters & Art From Classic Monsters Films
Desde niño siento fascinación por el cine, particularmente por el fantástico, y también por los carteles con los que las distribuidoras nos tentaban a entrar en aquellas salas repletas de sueños.
Entiendo, y mucho, al adicto personaje (que no es otro que la representación del mismo director), que desde los fotogramas de Arrebato siente una fascinación sobrenatural, que parece que solo entendemos él y yo, por el álbum de cromos de Las minas del rey Salomón. Cuanta satisfacción sentí, años después, cuando comprobé en un documental sobre el Sr. Zulueta que ese álbum siguió siempre formando parte de su vida hasta el final.
Yo eso lo entiendo. Lo entiendo como amor por retazos de otra era, vivida o no, que uno se resiste a olvidar o que no se resigna a no haber vivido, ya sea con un tacto, un olor o un color concreto, sensaciones que pueden trasladarnos a esos tiempos y esos momentos.
Pero dejen que les cuente:
En mi barrio había dos cines cercanos: el Maragall y el Ducal, este último algo más vejete y pequeño. Ambos de programa doble y alfombrados con cáscaras de pipas por la tarde y bocadillos de carne rebozada y agua de litines por la noche. Y como mi padre se pasaba media vida en ellos y conocía a los dueños, si algún cartel me gustaba lo pedía y me lo daban. No saben lo emocionante que resultaba eso. Incluso a veces me daban, además del que había pedido, guías y fotocromos de otras películas.
La condición era que ese niño gordo, pecoso y tímido debía pedirlo personalmente…
Así que como niño discreto que era les pedí pocos, pero entre los que no pude resistirme a pedir, aún conservo tres como los tesoros que son: el de la reposición de los setenta de Abbot y Costello contra los fantasmas (Bud Abbott Lou Costello Meet Frankenstein, 1948 Ch. Barton) (que me encantó porque fue la primera vez que vi a esos actores de los que tanto me habló siempre mi padre, Lon Chaney y Bela Lugosi, en pantalla grande); El viaje fantástico de Simbad (The Golden Voyage of Sinbad, 1973 Gordon Hessler) (que me dejó fascinado por las criaturas de Harryhausen y por Caroline Munro, aunque, naturalmente por distintas razones) y La venganza de la momia (1973, Carlos Aured), una de esas piezas de terror español que tan buenos ratos nos siguen dando.
El que muchos años después Ray Harryhausen me rubricara uno de esos carteles y hubiera visto en persona a Caroline Munro y dialogado con Jack Taylor y Paul Naschy , protagonistas de alguna de esas películas, representa todo un reconocimiento y guiño de que no andaba equivocado.
Lo que intento decirles es que sigo teniendo pasión por los carteles y por las películas.
Que no se me ha pasado, vaya. Pero les sigo contando, y ahora ya vamos a lo del libro:
Al ser mi padre vendedor de antigüedades en rastros y mercados, siempre tuve inculcada la pasión por el coleccionismo. Y me entró el gusanillo por juntar programas y folletos de cine, pequeñas piezas de propaganda que daban en la puerta de los cines y que por entonces, finales de los setenta, resultaban muy económicos y eran tratados como un objeto de colección de serie B. Para mí tuvieron su antecedente en los recortes de las carteleras de periódicos y revistas .
Pero…esos pequeños programas de cine me robaron el corazón.
Y, como ya les he dicho, eran muy baratos entonces. Una peseta, dos pesetas, cinco, veinticinco y si costaban la prohibitiva cantidad de quinientas… ya era una pieza maja, maja. Me encantó comprar y reunir programas, primero en una caja de puros y luego en álbumes… cuantos pudiera conseguir.
Y lo más bonito es que pude sufragar mi colección y contribuir a la economía familiar comprando lotes y vendiéndolos, además de poder ampliar mi colección cambiando los repetidos o los que me interesaban menos.
Ahora coleccionar programas es tan prohibitivo que he conocido «coleccionistas» que los compran como inversión. Hay incluso quien los colecciona sin que les guste el cine. No lo entiendo. Yo me imagino la programación que anunciaban en su parte trasera y me siento virtualmente en la sala… Y además, como adoro el cine no solo adoro el objeto en sí, sino lo que la película representa.
Han pasado más de treinta años desde que inicié la colección y estos pequeños amigos siguen conmigo. Son mi herencia. Pero como no soy celoso estoy más que contento de compartir mi colección con todos ustedes, ya que durante este mes saldrá a la venta un libro que recopila, a todo color, una parte de la colección, concretamente la dedicada al cine fantástico. El libro ha tenido que publicarse en Estados Unidos y ha tenido que ser otro apasionado de ese cine impreso, Philip J. Riley, el que lo haya editado. Durante unos años Riley estuvo a cargo del archivo de Forrest J. Ackerman (¡Mi sueño y el de muchos de ustedes!) , trabajando con Mr. Scifi en persona, y fue quien encontró en el guardarropía de la Metro el auténtico sombrero que lució Lon Chaney en London After Midnight, santo grial de cine fantástico. Un tipo magnífico al que, cuando le comenté virtualmente de forma casual que tenía esta colección y que me encantaban esas pequeñas cosas, se entusiasmó, confío en mí y me propuso editar con una parte de ellos, este libro.
Philip J. Riley lleva publicando libros sobre cine desde lo años setenta y es responsable de la reconstrucción fotográfica de películas perdidas de nuestro mutuo actor favorito, Lon Chaney, como la nombrada London After Midnight y A Blind Bargain, es un especialista en cine fantástico clásico y no podría haber conseguido a alguien más indicado que él para que valorara esas pequeñas piezas de arte, a las que hemos sumado algunas muestras de carteles aportadas por coleccionistas.
Más de 200 imágenes a todo color entre programas de mano, fotocromos, carteles y merchandising español y sudamericano. Todo de época cubriendo el periodo que va desde Caligari a 2001 de Kubrik y en edición bilingüe. Un festín para los sentidos que espero que les encante y que podrán adquirir desde finales de julio en la tienda Freaks de Barcelona, en Amazon y en la propia web de la editorial, que también hace envíos a Europa.
Espero que les gusten tanto como me gustan a mi. Son historia. Son cine. Son bonitos.
Un volumen que estará ya prontisimo en mi biblioteca, y, aconsejo, en la todos los amantes del cine del mundo mundial!!!!