Ciclo dedicado al Fantaterror en la Filmoteca de Madrid
Por si no fueran suficientes los actos anunciados en memoria de Paul Naschy en Lozoya, la Filmoteca de Madrid programa un fantástico ciclo dedicado al Fantaterror español que no tiene desperdicio y que cuenta con la colaboración de Carlos Aguilar, con una selección que, al igual que la mostrada por Ángel Sala en su libro Profanando el sueño de los muertos, tiende a ampliar los límites del Fantaterror español.
Este ciclo comenzará a proyectarse en mayo y se prolongará durante los próximos meses estivales. De momento la programación de este mes es sencillamente genial, combinando grandes clásicos de todas las épocas, que se tendrá oportunidad de ver en pantalla grande junto a rarezas que más de uno descubrirá. Títulos como: El hotel eléctrico (1905 o 1908, Segundo de Chomón), todo un título pionero; El sexto sentido (1929, Nemesio M. Sobrevila); El
destino se disculpa (1944, Sáenz de Heredia) una comedia con toques fantásticos que en la época se promocionó como «una fantasía occidental»; La torre de los 7 jorobados (1944, Edgar Neville) otra comedia costumbrista con toques expresionistas; El huesped de las tinieblas (1948, Atonio del Amo) que tiene como protagonsita a Bécquer, tanto como Parsifal (1951, Daniel Mangrané y Carlos Serrano de Osma) a Wagner; El cebo (1958, Ladislao Vajda) maravilloso film con un estupendo psicho killer pederasta encarnado por Gert Froebe; el archiconocido clásico Gritos en la noche (1961, Jesús Franco); La barca sin pescador (1964, José María Forn); La llamada (1965, Javier Setó) considerada por algunos como la mejor película sobre fantasmas, superior incluso a The Uninvited (1944, Lewis Allen); El sonido de la muerte (1965, José Antonio Nieves Conde) una inverosímil «monster movie» con monstruo… invisible, aunque con una más que visible Soledad Miranda que pronto Jesús Franco convertiría en leyenda; Fantasía 3 (1966, Eloy de la Iglesia), selección de tres cuentos populares «infantiles» ; Fata Morgana (1966, Vicente Aranda) o la Escuela de Barcelona y el terror ; la eclosión de Paul Naschy en el fantaterror con La marca del hombre lobo (1968, Enrique López Eguiluz); La esclava del paraíso / Sharaz (1968, José Mª Elorrieta) de la que en el cartel de su estreno se atribuía su dirección a Joe Lacy; ¡Dame un poco de amooor…! (1968, José María Forqué) o una fantasía psicodélica a la española y La residencia (1969, Narciso Ibáñez Serrador), otro de los títulos señeros que no podía faltar .
Felicitamos a la Filmoteca de Madrid por acoger esta amplio ciclo que seguro hará más llevaderos los calores del verano a los habitantes del foro.
Para fechas y horarios no duden en consultar el programa de la Filmoteca.
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