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Archive for the ‘CINE FANTÁSTICO Y DE TERROR ESPAÑOL’ Category

Póster y tráiler de ‘El vestido’, retorno de Belén Rueda al cine de terror

18 diciembre 2025 Deja un comentario

Ya está disponible el tráiler final y el cartel oficial de El vestido, película que supone la gran vuelta al cine de terror de Belén Rueda (El orfanato, Mar Adentro, Los ojos de Julia) y llegará a la gran pantalla el 13 de febrero de la mano de AF PICTURES

Sinopsis: Alicia y su hija Carla se mudan a una vieja casa en busca de un nuevo comienzo tras un divorcio difícil. Sin embargo, pronto descubren que la casa guarda una historia oscura, una cadena de tragedias que parecen repetirse generación tras generación. Carla, que lucha por encontrar su lugar en el mundo, comienza a notar que algo en la casa no está bien. Su madre, cada vez más paranoica, empieza a temer que su hija sea la causante de los eventos extraños que suceden a su alrededor. Pero la verdad es aún más aterradora: Alicia es la que está perdiendo el control… o peor aún, nunca lo tuvo.

Belén Rueda interpretará a Alicia que junto a su hija Carla (Vera Centenera) se mudan a una nueva casa y descubre que varias familias que la habitaron sufrieron desgracias inexplicables, especialmente las niñas que vivieron allí. La clave parece estar en un antiguo vestido azul que conecta a Carla con el fantasma de una niña que vivió en la casa hace décadas.

Le acompañan en el reparto Elena Irureta (¿Quién es quién?, Ocho apellidos marroquís, Patria – serie tv-) y Belén Écija (La agencia -serie tv-, Caída libre). La película está dirigida por Jacob Santana.

El vestido es una producción de AF Films junto con Forgotten 2 Entertainment SL en asociación con E-Media Canary Project y Match Point, cuyas ventas internacionales están a cargo de Film Factory. AF PICTURES distribuirá la película en España con estreno exclusivo en cines.

EL VESTIDO13 de febrero en cines.

Se rueda: ‘Tarántula’

15 diciembre 2025 Deja un comentario

‘Tarántula’ es la primera producción del sello navarro de cine de género Midnight Fear Factory, realizada en coproducción con El Estudio y basada en la obra teatral homónima de Tirso Calero.

Hiba Abouk (“El Príncipe”, “Madres”, “Eva y Nicole”), Fele Martínez (“Tesis”, “Los amantes del círculo polar”, “Machos alfa”) y Nuno Gallego (“Élite”, “Olimpo”, “Animal”) son los protagonistas de este thriller dirigido por el prestigioso guionista de ficción Tirso Calero, con guion basado en su obra teatral homónima Tarántula.

En Tarántula se cuenta la historia de Sara, una exmodelo que, por culpa de un accidente, quedó ciega. Un día, al regresar a su lujosa casa, sufrirá la peor pesadilla de su vida cuando un atracador entra en la vivienda y asesina a su marido.

La película, cuyo rodaje comenzó el pasado 8 de diciembre, está dirigida por Tirso Calero, guionista con amplia experiencia en ficción televisiva (“Amar es para siempre”, “Bandolera”, “Cuéntame cómo pasó”) que regresa a la dirección de largometrajes tras Blockbuster.

Rodada íntegramente en Navarra, supone la primera producción bajo el sello Midnight Fear Factory. Un proyecto impulsado por 39 Escalones Films, que pretende potenciar los rodajes en Navarra, mediante películas de género muy exportables internacionalmente.

La producción corre a cargo de Midnight Fear Factory, la marca de cine de género de 39 Escalones Films, con base en los estudios de Lekaroz, en pleno Valle del Baztán (Navarra). 39 Escalones Films, productora y distribuidora fundada en 2011, ha llevado a los cines —en algunos casos con estrenos en más de 150 salas— títulos icónicos como la saga Crepúsculo, Pulp Fiction, La historia interminable, Dirty Dancing, Reservoir Dogs… entre muchos otros. Como productora, 39 Escalones Films suma dos nominaciones a los Premios Goya, además de numerosos reconocimientos.

Tarántula es una coproducción de MIDNIGHT FEAR FACTORY con EL ESTUDIO, compañía creada en 2020 y con sedes en Ciudad de México, Madrid y Los Ángeles, liderada por el productor y CEO Pablo Cruz. Entre sus producciones destacan las series “Luis Miguel” o “Timbiriche”, documentales como “Lali: la que le gana al tiempo” y largometrajes como “Voy a pasármelo bien”, “Yo no soy esa” o “Voy a pasármelo mejor”, que han consolidado a la empresa como una de las productoras más activas del mercado hispanohablante.

El rodaje, actualmente en marcha en Navarra, se desarrollará en el mes de diciembre. Tras su filmación, la película iniciará su fase de postproducción a lo largo de 2026, con estreno en salas previsto para el segundo semestre de ese mismo año.

Cartel y primeras noticias de ‘La ahorcada’ de Miguel Ángel Lamata

15 diciembre 2025 Deja un comentario

Presentamos el cartel oficial y primeras imágenes de ‘LA AHORCADA’ un thriller sobrenatural dirigido por Miguel Ángel Lamata, protagonizada por Amaia Salamanca, Eduardo Noriega y Cosette Silguero y que llegará a los cines el próximo 24 de abril.

Sinopsis: Rosa Martín (Amaia Salamanca), una cantautora de nombre artístico ‘La ahorcada’, se suicida en el jardín de Fran (Eduardo Noriega), un hombre al que amaba y que la trató como un mero objeto sexual. El fantasma de ‘La ahorcada’ se queda en la mansión de Fran, negándose a ser ignorada y dispuesta a darle una lección. Su obsesión acabará convirtiendo la vida de Fran y su familia en un auténtico infierno.

La ahorcada es una historia de amour fou, obsesivo, oscuro y hasta destructivo, narrada en clave de terror.

Miguel Ángel Lamata dirige su séptima película tras títulos como ‘Los futbolísimos’, ‘Nuestros amantes’ o ‘Tensión sexual no resuelta’, y su primera aproximación al cine de terror puro. En palabras de Lamata, “es una película sobre las contradicciones en las que todos incurrimos en temas emocionales, en las obsesiones que nos generan y en sus consecuencias. Una película que se mueve sobre la fina línea que separa nuestros sentimientos más nobles de nuestra dimensión más oscura”.

Con guion de Mayte Navales basado en su novela homónima (editada por NdeNovela del Grupo Planeta), una obra gótica contemporánea, perturbadora y emocional; para su autora “el tema central de la película es el dolor que causamos y sus consecuencias. Ese dolor nunca desaparece. La película habla sobre el frágil corazón humano: de cómo entregarnos a un amor loco nos puede llevar a perder la razón y puede que la vida”.

Amaia Salamanca (‘Siempre es invierno’, ‘Muertos SL’, ‘Bienvenidos a Edén’) y Eduardo Noriega (nominado al Goya por sus papeles en ‘El Lobo’ y ‘Abre los ojos’) protagonizan esta historia paranormal entre una cantautora frustrada y un hombre al que pedirá cuentas desde el más allá. La joven Cosette Silguero (‘Los protegidos: un nuevo poder’, ‘Los futbolísimos y el misterio del tesoro pirata‘, ‘La Moderna’) como hija de Noriega será la encargada de enfrentarse a ese fantasma fruto del amor tóxico.

Completan el reparto Norma Ruiz (‘La Moderna’, ‘Yo soy Bea’), Anastasia Fauteck (‘Los futbolísimos y el misterio del tesoro pirata‘,’Velvet Colección’), Veki Velilla (‘¡García!’) y Raúl Sanz (‘Montecristo’), y la colaboración especial de Cristina Gallego (colaboradora de ‘El intermedio’) y Emilio Buale (‘El hoyo’, ‘Detective Touré’), entre otros.

Rodada en diversas localizaciones de las provincias de Teruel y Zaragoza, La ahorcada cuenta con un destacado equipo técnico de profesionales como Teo Delgado (‘Torrente 5’, ‘Flores de otro mundo’) como director de fotografía; dirección artística de César Macarrón (ganador del Goya por ‘La gran aventura de Mortadelo y Filemón’); música original de Fernando Velázquez (ganador del Goya y un Feroz por ‘Un monstruo viene a verme’); vestuario de Arantxa Ezquerro (ganadora de un premio Goya por ‘La virgen roja’); maquillaje y peluquería de Patricia Reyes (ganadora de un Gaudí por ‘Los últimos días’); sonido directo de Elena Cordech (nominada al premio Gaudí por ‘Casa en llamas’, ‘Seis días corrientes’ y ‘No matarás’) y montaje de Nacho Blasco (nominado al Goya por el montaje de ‘La estrella azul’).

La ahorcada es una producción de El árbol y el ruiseñor AIE, Bemybaby Films (Miguel Ángel Lamata y Raúl García Medrano) e Imposible Films (Marta Esteban), que cuenta con la financiación del Gobierno de España, ICAA, con la participación de RTVEAragón TVCrea SGRAvalia Aragón SGR y Caja rural de Teruel, y con el apoyo de Gobierno de AragónAyuntamiento de ZaragozaDiputación de Teruel y Ayuntamiento de Teruel

De su distribución en cines en España y de las ventas internacionales se encargará Filmax.

‘LA AHORCADA’ se estrena exclusivamente en cines el 24 de abril de 2026.

‘Eloy de la Iglesia, adicto al cine’ llegará a los cines el 25 de diciembre

11 diciembre 2025 Deja un comentario

Tras emocionar en su estreno mundial en el Festival de San Sebastián, formar parte de Sitges Documenta y alzarse con el Premio del Público en la Semana del Documental Vasco, Eloy de la Iglesia, adicto al cine, dirigido por el doble ganador del Goya Gaizka Urresti, llegará a los cines el día de Navidad, el 25 de diciembre, convirtiéndose en una de las últimas citas imprescindibles del año para entender la figura de uno de los cineastas más valientes y necesarios de la Transición. El documental compite además en los Premios Forqué 2025 como Mejor Largometraje Documental, y Urresti asistirá a la gala de los 31 Premios Forqué, que tendrá lugar el próximo sábado 13 de diciembre.

La película, producida por Altube Filmeak, Urresti Producciones y Allmura Films reconstruye el universo íntimo, político, incómodo y profundamente humano de Eloy de la Iglesia: un autor que hizo del cine -realista, fantástico, marginal y libre- su refugio, su forma de resistencia y su única adicción verdadera. “Lo único que nunca me ha fallado es el cine”, dejó escrito. Ese vínculo feroz es el punto de partida del acercamiento directo, sin filtros, con el que Urresti revisita la figura del director vasco a través de quienes compartieron con él rodajes, conversaciones, vida e investigación, y de quienes han estudiado su obra como una pieza esencial para entender la España de la Transición y sus sombras.

Entre las voces que acompañan esta reconstrucción se encuentran: José Sacristán, María Luisa San José, Fernando Méndez-Leite, Marisol García Morcillo, Luis E. Parés, Pedro Olea, Claudia Gravy, Carlos Aguilar, Eduardo Fuembuena, Ángel Pardo, José Luis Garci, Fernando Guillén Cuervo, Josetxo San Mateo, Alejo Loren, Pedro Moreno, Gaspar Noé y Verónica Luján, nombres del cine y la crítica que conocieron de primera mano la obra y la figura de Eloy. Un mosaico generoso que aporta memoria, afecto, contradicción y perspectiva histórica.

La crítica ha destacado su relevancia y su urgencia: “Uno de los documentales más necesarios del cine español contemporáneo” (35 Milímetros); “Apasionante documental” (El Correo); “Honesto y, por momentos, brillante. Una auténtica joya para los cinéfilos” (Nueva Tribuna); “El legado de un cineasta incómodo y necesario” (Los Lunes Seriéfilos). Un consenso que se suma a la gran acogida del público en su recorrido festivalero, consolidando la película como una pieza esencial para reivindicar la obra y el legado de un director que filmó -y vivió- con una radicalidad única.

EL DIRECTOR |

Gaizka Urresti es director, productor y guionista con una consolidada trayectoria en el cine documental y de ficción. Ha dirigido 17 cortometrajes con más de 100 premios nacionales e internacionales y ha sido nominado en cuatro ocasiones a los Premios Goyaobteniéndolo en dosMejor Cortometraje de Ficción por Abstenerse agencias (2014) y Mejor Largometraje Documental por Labordeta, un hombre sin más (2023).

Como director de largometrajes ha firmado títulos como El último guion. Buñuel en la memoria (2008), Bendita calamidad (2015), Arizmendiarrieta, el hombre cooperativo (2018), Aute Retrato (2019) y Labordeta, un hombre sin más (2022), que fue el documental más visto en salas ese año y se alzó con los premios Goya y Forqué a Mejor Documental.

Como productor cinematográfico, además de sus propias películas, ha producido varios cortometrajes y siete largometrajes de otros autores, entre ellos Chevrolet (1997) de Javier Maqua, El regalo de Silvia (2003) de Dionisio Pérez, Vida y color (2006) de Santiago Tabernero, El hombre que quiso ser segundo (2014) de Ramón Alós, Incierta gloria (2017) de Agustí Villaronga y recientemente Goya 3 de mayo de Carlos Saura.

También ha sido guionista de casi todos sus proyectos, escribiendo en solitario o en colaboración con otros autores, como en el caso de Chevrolet, dirigida por Javier Maqua.

VAMOS DE ESTRENO * Viernes 14 de noviembre de 2025 *

14 noviembre 2025 Deja un comentario

España.  Guionista: Paul Urkijo Productor: Ander Sagardoy, Xabier Berzosa y Ander Barinaga-Rementeria Música: Maite Arroitajauregi y Aránzazu Calleja Fotografía: Gorka Gómez Montaje: Elena Ruiz Dirección de arte: Izaskun Urkijo Género: Fantástico
Reparto: Yune Nogueiras, Ane Gabarain, Elena Irureta, Iñake Irastorza, Xabi «Jabato» Lopez, Erika Olaizola, Elena Uriz, Manex Fuchs
Sinopsis: Montañas vascas, siglo XVII. En plena caza de brujas, Kattalin (Yune Nogueiras) huye de su marido, abandonando el caserío en mitad de la noche. Perdida en la negrura del bosque, siente una presencia que la persigue. En su camino, se topa con tres mujeres que, mientras lavan la ropa junto al río, comparten cuentos de miedo y habladurías del pueblo. Para su asombro, Kattalin acabará convirtiéndose en parte de esas mismas historias.
Paul Urkijo es un viejo conocido de Proyecto Naschy. Ya con sus cortometrajes llamó la atención de Serendipia por su factura y por su rico imaginario. Ahora, la carrera del vasco ya es una realidad con tres largometrajes que han recibido excelentes comentarios de crítica y público. Todos ellos han profundizado en el folklore y la tradición vasca estando ubicados en el pasado, donde se ha nutrido el director de ese rico saber popular para fabular con sus historias en las que la brujería y el diablo siempre estan presentes. Pero se diría que ha sido con Gaua donde Urkijo se ha arremangado y ha penetrado hasta las orejas en la magia negra y el satanismo, montando un film que culmina con un akelarre, una misa negra, tal y como se ha representado en obras e ilustraciones de aquella época, pues en Gaua está  la iluminación de interiores de los maestros holandeses y las pinturas negras de Goya. Todo con tal de trasmitir al espectador las sensaciones de estar presentando tableaux vivents de las ilustraciones de misas negras y reuniones de brujas tantas veces  vistas en libros y tratados de magia.
Y todo ello al servicio de una película amena que podría asemejar una de aquellas de episodios, los que cuenta cada bruja, pero que no lo es, pues en todas las historias tiene un protagonismo especial Kattalin, la protagonista, frágil y a la vez fuerte, que quiere huir de su brutal marido y escaparse de ese sofocante patriarcado, todo lo cual conseguirá mediante sortilegios, pócimas y remedios milenarios atesorados por las sabias del pueblo y, finalmente, uniéndose al sabbath nocturno de las brujas y los brujos de Gaua, donde la noche es para los de la noche.
Paul Urkijo diríamos que con Gaua ha conseguido plasmar su ideario fantástico más tenebroso, reflejar la libertad del individuo como criatura nocturna en contraste con la encorsetada y temerosa de Dios sociedad que vive y obra de día. En la superficie. Ha vuelto a realizar una gran película que, como todas las buenas, disfrazada de cine fantástico ofrece al espectador la enseñanza de que el mal y el bien no siempre tienen los límites tan marcados.
Actores jóvenes como Yune Nogueiras, que precisamente debutó en 2020 con Akelarre de Pablo Agüero, se mezclan en el reparto junto a veteranos como Ane Gabarain, Elena Irureta e Iñake Irastorza, todo ello al servicio de una narración que no tiene ningún agujero y que culminará con un crescendo casi operístico.

DIE MY LOVE (Lynne Ramsay, 2025)

USA. Duración: 118 min. Guion: Lynne Ramsay, Enda Walsh, Alice Birch. Libro: Ariana Harwicz Música: Raife Burchell, Lynne Ramsay, George Vjestica  Fotografía: Seamus McGarvey  Compañías: Black Label Media, Excellent Cadaver, Sikelia Productions. Distribuidora: MUBI Género: Drama
Reparto: Jennifer Lawrence, Robert Pattinson, Lakeith Stanfield, Sissy Spacek, Nick Nolte
Sinopsis: Una pareja joven y enamorada, cargada de ilusiones (Grace y Jackson), se muda de Nueva York a una casa heredada en el campo. Grace intenta encontrar su identidad con un nuevo bebé en ese entorno aislado. Pero al redescubrirse a sí misma tras un periodo de desmoronamiento, no lo hace en la debilidad, sino en la imaginación, en la fortaleza y en una impresionante e indómita vitalidad.

Ocho años han pasado ya desde el estreno de En realidad, nunca estuviste aquí, Lynne Ramsay se prodiga poco, pero nunca ha dado puntada sin hilo. Inició su carrera al final del siglo XX con Ratcatcher, una ópera prima que ya la revelaba como una directora con un universo propio. Cuando este siglo ha cumplido ya su primer cuarto, estamos en condiciones de decir que la escocesa es una de las cineastas más interesantes del siglo XXI. Su cine se aparta de los códigos establecidos por la narrativa clásica, no se apoya en los diálogos ni en la exposición explícita de la historia, trabaja lo sensorial trazando historias en las que lo que construye el relato son las imágenes, los detalles vívidos, la música y el diseño de sonido. Asidua del Festival de Cannes, siempre ha conquistado el corazón de la crítica profesional. Siempre hasta el estreno de Die my love, aquí la radicalidad de sus modos ha sentado el disenso, mientras algunos la consideran su obra más madura, otros han visto un absoluto dislate en el que ha sucumbido a la voluntad de su protagonista, Jennyfer Lawrence, a la sazón productora de la cinta. Y aunque no es una película fácil, no había razón en los aspavientos, al fin y al cabo esta historia de amor y desquiciamiento es coherente con los presupuestos de su directora.

La maternidad tradicionalmente se ha visto como uno de los pilares más sólidos de la sociedad. El amor de una madrecita del alma querida siempre estuvo fuera de toda duda. Madre no hay más que una y se caracteriza por su entrega y su amor incondicional. Y, por supuesto, es el objetivo vital de todas las mujeres, excepto de las desnaturalizadas. Pero los mitos no son para siempre, desde que las mujeres han optado a roles de responsabilidad hasta en las artes creativas y han empezado a hacer oír su voz, la maternidad ha dejado de ser sacrosanta y han empezado a proliferar relatos que hablan de sus aspectos menos idílicos, por citar alguno, ahí está en clave de thriller psicológico la Salve María de Mar Coll, y también dentro de los parámetros del género, pero con mucho humor, Amy Adams nos regalaba un retrato feroz en Canina. Grace, la protagonista del último film de Ramsay, está un punto más allá de la depresión postparto, su vida se ha desnortado, no tiene problemas con el bebé sino con todo lo demás, como le confiesa ella misma al psiquiatra. Su relación con Jackson (Robert Pattinson, genial en su réplica  a Lawrence) siempre fue pasional, y los encuentros sexuales entre ambos eran constantes, el embarazo y la llegada del hijo (sin nombre, es un detalle) lo interrumpe todo, y se va sumiendo en la soledad. Así pues, la película trata sobre la manera en que una mujer se redefine a partir del nacimiento de un hijo y de la soledad que este proceso conlleva. El aislamiento maternal ya estaba en Tenemos que hablar de Kevin (2011), pero si el personaje interpretado por Tilda Swinton guardaba su tensión en su interior, Grace, al redescubrirse a sí misma tras un periodo de desmoronamiento, no lo hace en la debilidad, sino en la imaginación, en la fortaleza y en una impresionante e indómita vitalidad. Sin duda el personaje se beneficia de la enérgica impetuosidad de Jennyfer Lawrence cuya interpretación merece un aparte propio.

Los ojos violetas de Liz Taylor fueron en 1958 los de Maggie Pollitt, una mujer joven y hermosa, frustrada por la falta de intimidad con su esposo, que lucha contra la mendacidad y la opresión social en el sur de Estados Unidos. «¿Sabes cómo me siento? ¡Me siento todo el tiempo como un gato en un tejado de zinc caliente!«. También vemos a Lawrence, con sus acuosos ojos claros, gatear entre las hierbas antes y después del nacimiento del bebé, primero atrayendo a Jackson hacia ella, para ser ignorada por él después del natalicio. La insatisfacción personal hace reaccionar a ambos personajes femeninos, pero la deriva de Grace es más errática. Y más dramática. Lawrence, como la Taylor, se muestra como una actriz de personalidad arrolladora, capaz de abrirse en canal prestando su carnalidad al personaje. La deriva de Grace en manos de la ganadora del Óscar en 2012 (con sólo 22 años), tiene algo de hipnótico, nos fascina y nos abruma como esas escenas de accidentes mostradas en cámara lenta. Frente a una cámara exigente e invasiva, su interpretación es física y extrema, pero dista mucho de darnos un personaje plano por exceso, al contrario la actriz (junto con el trabajo de la directora) obra con esmero para extraer de Grace una inocencia infantil que nunca resulta condescendiente. Los destellos de ira y violencia de Lawrence se equilibran con su sutil sentido del humor en escenas clave. Lawrence se desnuda física y emocionalmente, entregándose por completo a Grace, y formando un excepcional tándem con Ramsay. Así, visceral, desgarradora y con un humor muy negro y muy ácido, Die my love impacta como un mazazo gracias a la visión implacablemente sombría de la vida doméstica.  «¡Pues salta del tejado, salta! ¡Los gatos pueden saltar de los tejados y aterrizar sobre sus cuatro patas sin hacerse daño!«, sólo queda luchar por ser, aunque eso implique no permanecer más en el tejado. Grace definitivamente huye hacia adelante.

La forma en que Ramsay explora la maternidad va mucho más allá de lo superficial, adentrándose en los matices emocionales y físicos que acompañan este proceso. No idealiza ni demoniza, sino que muestra la ambivalencia de sentimientos. Y es que Die my love no pretende ser entendida, por eso no vacila a la hora de complicar la línea temporal del relato, llegando a tener por momentos un aire onírico de irrealidad, Die my love lo que busca es ser sentida emocionalmente en nuestro interior. Después de todo habla de amor, en palabras de la propia Ramsay: “en el corazón de esta historia está la complejidad del amor y cómo puede cambiar y transformarse con el tiempo. Mi objetivo era mantenerlo con los pies en la tierra, humano, espontáneo y divertido a veces, capturando los momentos que parecen pequeños pero que tienen mucho peso. Esta película es para cualquiera que haya estado en una relación: hay angustia y belleza en la vulnerabilidad”. Estamos ante una obra que desafía los convencionalismos, presentando un retrato valiente y sincero de la maternidad y la identidad femenina, dejando una huella imborrable en quien se atreve a mirar más allá de la superficie.

 

‘El Convento’ tendrá su estreno mundial en el Mórbido Film Fest de México 2025

31 octubre 2025 Deja un comentario

El Convento, dirigida por Ángel M. Chivite y Luis Galindo, con guion de Jesús Córdoba, tendrá su estreno mundial en el Mórbido Film Fest, que celebra su 18ª edición hasta el 9 de noviembre en Ciudad de México. Seleccionada entre los 53 largometrajes procedentes de 47 países, la película inicia su recorrido internacional con una première mundial dentro de la Sección Global, la muestra dedicada a reunir lo mejor del cine de género de todo el mundo.

La proyección tuvo lugar el sábado 1 de noviembre, a las 19:30 horas en Cinépolis Diana (Ciudad de México), con la presencia de los directores y del fundador y director del festival, Pablo Guisa. Tras la sesión se celebraró un encuentro con el público.

Para sus directores, “la selección en el Mórbido Film Fest ha sido una de las noticias más gratificantes para nuestro equipo. Para una obra como la nuestra, formar parte de un certamen de referencia en Latinoamérica y reconocido internacionalmente constituye un honor inestimable. Esta participación contribuirá al crecimiento de la película y nos proporcionará un impulso decisivo.”

“La historia, ambientada en un pequeño pueblo de Navarra, recibe así un reconocimiento especialmente significativo. Desde el inicio consideramos a los países latinoamericanos, y en particular a México, un territorio natural para esta película, y esta invitación al Mórbido confirma plenamente esa convicción,” añaden Chivite y Galindo.

La película, producida por Elcon Films  (productores Ángel M. Chivite y Luis Galindo), Eterno Pictures (productora Patricia González), Mother Superior Films (Uruguay, productor Ruben Montedónico) y Teleaut Produzione (Italia, productora Viviana Caló), y con la producción ejecutiva de Ignacio García Cucucovich, se estrenará en España en 2026.

Las ventas internacionales están a cargo de FilmSharks, bajo la dirección de Guido Rud. “Nos enamoramos del proyecto hace tiempo y estuvimos tras él durante un buen periodo, en una puja con muchos competidores, lo que lo convierte en una joya difícil de conseguir”, declaró Guido Rud, CEO de la compañía, a Deadline. “Tuvimos la suerte de cerrar el acuerdo; ya hemos recibido varias ofertas, porque el subgénero de las Dark Nuns (monjas oscuras) siempre resulta atractivo cuando está bien dirigido y producido.”

UNA HISTORIA ENTRE LA FE Y LA OSCURIDAD

Ambientada en el siglo XVIII e inspirada en hechos reales, El Convento es un thriller de época con elementos de terror que explora la frontera entre la fe y la oscuridad. Dos jóvenes ingresan en un convento de clausura, un lugar concebido para la devoción y la penitencia, pero tras cuyos muros sagrados se oculta una verdad que pronto convertirá su fe en miedo.

“La idea nació hace años, al visitar un convento de clausura y contemplar el retrato de su fundadora. Fue el punto de partida para imaginar un lugar donde nada es lo que parece y donde un secreto oscuro aguarda entre los muros”, explica Luis Galindo.

“Descubrimos la historia real de Las monjas satánicas de Corella, ocurrida en Navarra hacia 1750, y vimos su paralelismo con nuestra historia. La película se construye sobre esa base, entre lo histórico y lo fantástico, mostrando cómo la fe puede convertirse en el escenario del horror”, añade Ángel M. Chivite.

El Convento combina el rigor del thriller con la tensión del terror psicológico. Ambientada en pleno Barroco, evoca la luz y el contraste de los grandes pintores de la época para crear una atmósfera de fe y oscuridad. La historia se narra desde la mirada de Lucía, una joven novicia fascinada por la madre superiora Sor Águeda, en contraste con Ana María, una muchacha rebelde cuya llegada pondrá en peligro el frágil equilibrio del convento.

LAS VOCES DEL CONVENTO

El equipo artístico está encabezado por Ana Álvarez (Suspicius MindCha Cha ChaLa madre muertaBrujasGalMía es la venganza), que interpreta a Sor Águeda, madre superiora del convento, una mujer enigmática, de mirada intensa y devoción incuestionable. La actriz reconoce que El Convento “me ha dado la oportunidad de hacer un personaje muy diferente en mi carrera. Eso es un regalo que cualquier actor disfruta muchísimo. La película es una caja de sorpresas, y que esté seleccionada en este festival también, porque es el mejor de su género en Latinoamérica.”

La acompañan María Mercado (AwarenessLa red púrpuraTú no eres especialLa cazaLa princesa Paca), en el papel de Lucía, una novicia de profunda fe y carácter disciplinado; y Nahia Bergasa (ValeriaLa víctima, Valeria), como Ana María, una joven rebelde que ingresa en el convento forzada por su familia.

Completan el elenco Alessandra Borgia (La casa GucciQuerido FidelRosanero), como Sor Augusta, la anterior abadesa; Alfonsina Carrocio (La sociedad de la nieveSangre VuldalakOtra historia del mundo), como Sor Joaquina, seguidora fiel y violenta de Sor Águeda; Vanesa Baldonado (CensuradaLoca OliviaBrigada Policial), como Sor Adriana, ama de llaves obediente; y Mentxu Vicente, actriz teatral (La casa de Bernarda AlbaLa Reina de Hielo), como Sor Claudia, la monja que duda y se arrepiente.

El equipo técnico está formado por Iñigo Hualde Usoz en la dirección de fotografía y Gabriele Angeletti en la dirección de arte. La música es obra de Hernán González Villamil, con montaje de Niccolò Andenna y sonido a cargo de Danel Ciuarriz y Federico Moreira. El vestuario corre a cargo de Gabriela Eraso, el maquillaje y la peluquería de Katia Chivite, y la dirección de producción de Rosa G. Loire.

LOS DIRECTORES 

Luis Galindo Martínez (Tudela, 1976) es licenciado en Producción Cinematográfica y TV por la escuela TAI y Máster en Postproducción Digital por CEI. Ha trabajado en más de treinta largometrajes y series con directores como Álex de la Iglesia, Carlos Saura, Montxo Armendáriz o Gracia Querejeta. Dirigió los cortometrajes Mata a tu viejo y Un viaje sucio, el documental Que aproveche y el corto de terror Me debes uno, seleccionado en más de treinta festivales internacionales.

Ángel M. Chivite Gil (Cintruenigo, 1967) es licenciado en Realización Audiovisual y Fotografía Creativa por el CEV. Ha trabajado como jefe de producción en películas de José Luis Garci (El abueloYou’re The One,Historia de un besoTiovivo), además de dirigir el largometraje Bloggers (2017). Es creador y director del Festival de Cine Fantástico y de Terror El Cuervoy del Festival Gradual de Murchante.

Vuelve la nostalgia otaku con «Lum, foc, destrucció!»

Ya era hora de reconocer el legado del gran universo de «Dragon Ball». El estreno de “Llum, foc, destrucció!”, en la plataforma 3Cat, lo ha logrado de forma excepcional. Una serie documental con el objetivo de emocionar a todo fanático/a del mítico anime, adentrándonos en un viaje nostálgico para recorrer un hito imborrable: la llegada de Dragon Ball a la Televisión de Cataluña.

15 de febrero de 1990, es la fecha en la que se estrena el anime en TV3 sin grandes expectativas. En poco tiempo, la serie de animación basada en el cómic del genio mangaka Akira Toriyama, se convierte en un éxito inesperado que inicia todo un movimiento cultural y social dentro de la escena catalana.

La docuserie, dirigida por Oriol Estrada Rangil y Benet Román, explora cómo el catalán llegó a convertirse en la lengua habitual del manga y el anime, impulsado por el impacto del doblaje y el éxito masivo de la serie entre los más jóvenes. Un fenómeno que impactó a varias generaciones, desde el descubrimiento de la cultura japonesa, pasando por conflictos políticos y el nacimiento de un evento de masas como es hoy en día el festival Manga Barcelona.

Una producción que se relata siguiendo una cronología de la época, a través del testimonio de profesionales del sector y de fans indiscutibles de la serie de animación. Resaltando la presencia de caras conocidas como el presentador y guionista Jair Domínguez, la cocinera Maria Nicolau, o los integrantes del grupo musical ‘Els Amics de les Arts‘, entre otros.

«Llum, foc, destrucció!«, la historia de un anime que cambió el país, ya disponible en 3Cat.

Tráiler y póster de ‘Los Muértimer’

Dirigido por Álvaro Fernández-Armero, este relato de misterio, terror y humor fúnebre cuenta en su reparto con Víctor Clavijo, Alexandra Jiménez, Fele Martínez, Belén Rueda y Pepe Lorente, además de los jóvenes actores Diego Montejo, Iratxe Emparan, Melani, Adrián Checa y Bruna González. La película es una producción de Telecinco Cinema y Pokeepsie Films (Banijay Iberia) y será distribuida en cines por Paramount Pictures Spain.

LOS MUÉRTIMER, la nueva película producida por Telecinco Cinema (Ghislain Barrois y Álvaro Augustin) y Pokeepsie Films (Banijay Iberia) (Carolina Bang y Álex de la Iglesia) con la dirección de Álvaro Fernández-Armero (‘Ocho Apellidos Marroquís’, ‘Si Yo Fuera Rico’, ‘Sentimos las Molestias’), presenta su tráiler ante su estreno en cines el 14 de agosto de la mano de Paramount Pictures Spain.

Víctor Clavijo, Alexandra Jiménez, Fele Martínez, Belén Rueda y Pepe Lorente integran su reparto principal junto a los jóvenes actores Diego Montejo, Iratxe Emparan, Melani, Adrián Checa y Bruna González.

Con guion de Jelen Morales, la película es un relato de misterio, terror y humor fúnebre basado en la exitosa trilogía de cómics LOS MUÉRTIMER de la joven ilustradora francesa Léa Mazé, nominada a los prestigiosos Premios de la Industria del Cómic Will Eisner de Estados Unidos y presente en la selección del Festival Internacional de Cómic de Angoulême. El filme, rodado durante siete semanas en diversas localizaciones de Vizcaya, narra la historia de cinco amigos que descubren una trama de robos de joyas en un cementerio sin que ningún adulto los crea.

LOS MUÉRTIMER es una producción de Telecinco CinemaPokeepsie Films Pokeepsietxea, con la participación de Mediaset EspañaMovistar Plus+Diputación Foral de Bizkaia y Mediterráneo Mediaset España Group y la distribución en cines de Paramount Pictures Spain

SINOPSIS

Nico (Diego Montilla) es un chaval de quince años inteligente e introvertido que sufre acoso escolar porque sus padres son propietarios de la única funeraria del pueblo. Con la esperanza de conseguir un amigo, participa en un programa de intercambio cultural. Sólo hay un problema: el chico de intercambio resulta ser una chica, Gabrielle (Iratxe Emparan), una francesa de espíritu desafiante acostumbrada a todo menos a vivir rodeada de muertos.

Cuando Pol (Pepe Lorente), el tallista de lápidas, les cuenta una de las muchas historias misteriosas que oculta el cementerio, deciden investigar. El hallazgo de un cadáver y unas joyas robadas va más allá de lo que esperaban. Cuando regresan con los padres (Alexandra Jiménez y Víctor Clavijo) al lugar de los hechos todo ha desaparecido y por supuesto no les creen. A partir de entonces, Gabi y Nico reciben amenazas y son perseguidos justo en el momento en el que estaban siendo acosados por sus abusadores habituales, Marc, Sofía y Raquel (Adrián Checa, Bruna González y Melani), lo que les obliga a huir todos juntos.

Ahora que ellos también sufren el terror de sentirse amenazados, no les queda otra que unirse a la investigación. Gabi, Nico, Marc, Sofía y Raquel forman una extraña pandilla dispuesta a descubrir la verdad, aunque eso signifique entrar de lleno en el sombrío mundo adulto que les espera.

Cryptshow pasará ‘Memorias del ángel caído’ con la presencia de su director Fernando Cámara

Fernando Cámara estará presente en el Cryptshow Festival con Memorias del ángel caído (1997), su sorprendente e inquietante ópera prima como codirector, realizada junto a David Alonso
Tras la proyección de la película habrá un coloquio con el director y con el compositor de la banda sonora, Javier Cámara

Memorias del ángel caído es una de esas rarezas fascinantes que se adelantaron a su tiempo. Con una puesta en escena elegante, un guion laberíntico y una atmósfera cargada de inquietud, el filme nos invita a adentrarnos en una trama donde el género religioso y el thriller se dan la mano con un terror simbólico y profundamente político. Con un reparto de lujo encabezado por Carmelo Gómez, Emma Suárez y Karra Elejalde, esta joya maldita del fantástico español quedó casi sepultada por el olvido, pero resiste el paso del tiempo con una fuerza insospechada. Una película que apela a la razón y a la fe, al dogma y al misterio, y que nos recuerda que, a veces, las verdades más oscuras se esconden entre las paredes sagradas.

La proyección forma parte de la sección Mi primera vez, un espacio que inauguramos en 2023 con la recuperación de la película Fotos y la presencia de su director Elio Quiroga, y que continuó con la cinta de culto y prácticamente perdida Atolladero, de Óscar Aibar, en la pasada edición. En esta tercera edición, y siguiendo con la voluntad de recuperar y poner en valor películas imprescindibles de la cinematografía fantástica española, celebramos otra ópera prima fascinante.

Recuperad esta maravilla en El Círcol y compartid la experiencia con dos de sus artífices: Fernando Cámara y Javier Cámara, que nos hablarán de su primera vez en el mundo del largometraje tras la proyección, y a quienes podremos preguntar todo lo que queramos saber sobre la película y su experiencia.

Memorias del ángel caído, Fernando Cámara y David Alonso. 103 min.
Una misa dominical acaba en tragedia cuando todos los feligreses mueren al mismo tiempo. Lo que parece un acto de fe convertido en suicidio colectivo esconde una antigua conspiración, una presencia que despierta y unos ángeles caídos que nunca se fueron.

La proyección será el viernes 4 de julio a las 21.30 h en El Círcol (Badalona)

XIXCryptshow Festival 
28 de juny · Literatura
3, 4 i 5 de juliol · Cinema i música
(Badalona)

La futurista ‘Idilia’ de los hermanos Sepúlveda, seleccionada en IFFNY

IDILIA es una historia distópica sobre el futuro de la humanidad, pero también una obra profundamente feminista, con una protagonista empoderada que toma decisiones desde la conciencia y la resistencia. Utiliza la ciencia ficción no como un espectáculo visual, sino como un espacio de pensamiento, una excusa para hablar de los conflictos más íntimos y universales: la identidad, la memoria, el poder, el arte y los límites del conocimiento.

Sinopsis: En un futuro no muy lejano, una asociación llamada IDILIA se dedica a reclutar niños con altas capacidades intelectuales. La finalidad de esta organización es, presuntamente, la de ofrecer alternativas para construir un futuro mejor. 30 años después de la llegada de esta fundación a España, Diana Leiva se ha convertido en todo un referente de esta corporación tras escribir un manifiesto que fue fundamental para que la humanidad legislara contra el mal uso de las Inteligencias Artificiales. Sin embargo, durante los últimos años, la mujer ha decidido recluirse en una de las habitaciones de IDILIA por voluntad propia.

La película IDILIA, dirigida por Javier Canales Sepúlveda y José Taltavull Sepúlveda y producida por Viejo Lobo Films, tras estrenarse mundialmente en la 31ª edición del FANT (Festival de Cine Fantástico de Bilbao) ha sido seleccionada en la categoría Feature del International Filmmaker Festival of New York (IFFNY) 2025, que se celebrará del 28 al 30 de mayo en la ciudad de Nueva York. Este prestigioso festival, recibió más de 500 postulaciones de cineastas de 89 países, seleccionando solo 57 proyectos por su excelencia artística, entre ellos IDILIA.

En IDILIA, los créditos iniciales se transforman en una pieza artística autónoma creada íntegramente con inteligencia artificialJosé Taltavull Sepúlveda y el artista visual Xim Izquierdo lideraron la creación de más de 5.000 imágenes estáticas y 1.800 clips animados usando herramientas como Midjourney, Runway, Kling y Topaz. El diseño gráfico fue realizado por Studio Roses, y la música original es de Ellian y Niño de Elche. La secuencia no solo introduce la historia, sino que extiende su universo temático: una sociedad futura que ha prohibido la IA. La intención fue usar la propia IA para hablar críticamente de ella, creando una experiencia visual y conceptual inmersiva.

IDILIA cuenta con un reparto de primer nivel encabezado por Norma Ruiz (‘La Fiesta’, ‘La que se avecina’, ‘Señor, dame paciencia’) y Andrew Tarbet (‘Exodus: Gods and Kings’, ‘The Promise’), acompañados por Eva Isanta (‘Aquí no hay quien viva’, ‘La que se avecina’), Raúl Prieto (‘La fiesta antidisturbios’, ‘Que Dios nos perdone’, ‘Madre’, ‘La chica de nieve’), Alfons Nieto (‘El cuerpo en llamas’, ‘El gran salto’), Catalina Solivellas (Nominada como Mejor Actriz Revelación a los Premios Goya 2013 por ‘Los niños salvajes’), Javier Coromina (‘[REC]’), Daniel Fuster (‘Loli Tormenta’), Borja Tous (‘Es Gegant des Vedrà i altres rondaies’) y Sandrine Penda (‘Ubu’, de Robert Wilson).

Desde el diseño visual hasta la narraciónIDILIA es una obra inmersiva y cuidada al detalle. La historia transcurre en una sola localización: el apartamento de Diana. Este espacio, concebido por el prestigioso estudio de arquitectura OHLAB, no es solo escenografía, sino un personaje más que refleja los valores de la organización IDILIA: introspección, sostenibilidad y pensamiento humanista.

La dirección de arte se complementa con las piezas cerámicas de Joan Català Roig, las obras visuales del artista Albert Pinya y los textiles artesanales de Sylvia Sánchez, elaborados con lana natural, aportando una estética circular y sensorial. El vestuario, a cargo de Carlos Marán y Marta Gil, junto con la colaboración de Rosa Esteva (fundadora de la firma Cortana), entre otros diseñadores de marca Española, combina sofisticación y lógica futurista para marcar el contraste entre los personajes. La propuesta visual se refuerza con el trabajo del diseñador Xim Izquierdo, referente nacional en el uso de la inteligencia artificial para crear más de 5.000 imágenes estáticas y 450 clips de vídeo que construyen el universo exterior de la historia. El diseño gráfico está firmado por el multipremiado Studio Roses, y la banda sonora original ha sido compuesta por Elias Fabré, quien ha trazado un mapa sonoro emocional para la protagonista. El tema principal corre a cargo del inconfundible Niño de Elche, aportando un cierre poético y desgarrador al film.

NOTAS DE LOS DIRECTORES


José Taltavull Sepúlveda:

«IDILIA es un thriller distópico/futurista que retrata la transformación profunda de una mujer. La película juega con las nuevas tecnologías, pero, al mismo tiempo, ensalza la interpretación actoral a través de miradas, diálogos y emociones.»

«Mucha gente nos pregunta si es la primera película de la historia en tener unos créditos hechos íntegramente con IA. Creemos que sí, aunque no lo sabemos con certeza. En cualquier caso, nuestro único objetivo era crear una secuencia que estuviese perfectamente integrada con la historia que queríamos contar.»

Javier Canales Sepúlveda:

«En un mundo donde las IAs avanzan a tanta velocidad, la línea entre la utopía y la distopía es muy fina. Nosotros quisimos hacer una película que plantease preguntas al respecto.»

«Nuestra idea era reflexionar, desde una única habitación, sobre cuestiones puramente humanas: la influencia de los medios, la importancia de los valores, el comportamiento de la ciudadanía y los gobiernos en tiempos de crisis. Son algunos de los temas que abordamos mediante el género del thriller futurista.»

FlixOlé celebra el centenario de Eugenio Martín con dos estrenos y una colección especial 

FlixOlé rinde homenaje a Eugenio Martín en su centenario con el estreno de dos versiones restauradas de sus filmes: Duelo en el Amazonas (1964) y La última señora Anderson (1971). Ambos títulos llegarán a la plataforma el próximo viernes, 9 de mayo, junto a una colección que recorre la obra del conocido como cineasta de todos los géneros.

El 15 de mayo se cumplen 100 años del nacimiento de este inclasificable autor con numerosos pseudónimos —Herbert Martin, Martin Herbert o Gene Martin— que firmó una de las filmografías más variadas del cine español. Así se recoge en el especial programado por FlixOlé, que incluye desde el spaghetti western que fascinó a Quentin Tarantino, El precio de un hombre (1967), hasta la recordada Pánico en el Transiberiano (1972).

Eugenio Martín hizo sus primeros pinitos como ayudante de importantes realizadores extranjeros, entre los que se encontraban Michael Anderson, Terence Young y Nicholas Ray. Ya como director, se sumergió en cosmos cinematográficos tan dispares como el fantaterror, el suspense, el western, la ciencia ficción e, incluso, el musical. A su facilidad de encarar cualquier registro se sumó el abanico de nombres que desfilaron delante de su cámara, y que abarcaba tanto estrellas españolas —Aurora Bautista, Alfredo Landa, Marisol, José Sacristán, Lola Flores, Ángela Molina, Julio Iglesias, Emma Penella y Rocío Dúrcal— como leyendas del star system europeo y hollywoodiense —Peter Cushing, Carroll Baker, Gina Lollobrigida, James Mason, Judy Geeson, Gillian Hills y Telly Savalas—.

Eugenio Martín fue una de esas voces que predicaron en el desierto y que terminaron por convertirse en autorizadas dentro de un cine de género que él mismo contribuyó a engrandecer, construyendo con un estilo propio todo un imaginario que alimentó la taquilla y sirvió de inspiración a los cineastas que le siguieron —Álex de la Iglesia, Víctor Matellano y el productor Enrique Lavigne, entre otros—. A pesar de la importancia que guarda en la historia del séptimo arte del país, su figura no ha contado con el reconocimiento que se merece; sí en clave internacional, donde se le considera un autor de culto.

Estrenos remasterizados, en exclusiva

En una época marcada por la estrechez presupuestaria, los atropellados rodajes y la falta de interés en la producción de este tipo de películas, Eugenio Martín se desenvolvió con soltura en el mercado internacional. Recurrió a la coproducción con otros países para sacar adelante proyectos como Duelo en el Amazonas, codirigido con Franz Eichhorn y protagonizado por el francés Pierre Brice y la actriz británica Gillian Hills. En el largometraje, dos amigos de un piloto desaparecido en la selva brasileña organizan una expedición para encontrarlo. En este peligroso viaje los acompañan tres individuos que intentan hacerse con una escultura de oro.

Serpientes, tribus aborígenes, paisajes arrebatadores, escenas de acción y romance se fusionan en una de las aventuras más entretenidas y emocionantes de los años 60 en la gran pantalla. Filmada con artesanía por Eugenio Martín, esta olvidada película, que en su estreno atrajo a más de un millón de espectadores a las salas, llega en exclusiva a FlixOlé tras haber sido remasterizada en sus laboratorios.

Y del cine de aventuras al suspense. La plataforma ampliará su listado de títulos dirigidos por Eugenio Martín con la incorporación a su catálogo de La última señora Anderson. Thriller psicológico con un reparto encabezado también por rostros internacionales, Carroll Baker y Michael Craig, junto a un José Luis López Vázquez que se pasea por Londres con un tupé y bigote de tono oxigenado.

La historia presenta a Arthur Anderson, un adinerado hombre que encuentra el cadáver de su esposa flotando en la piscina. Todo indica que ha sido un accidente. Sin embargo, con ésta ya son cuatro las mujeres que fallecieron en trágicas circunstancias después de contraer matrimonio con Arthur, quien ha cobrado grandes sumas de dinero de la aseguradora tras las defunciones. Mientras un inspector intenta esclarecer los hechos, una misteriosa y bella Julie Spencer aparece en la vida de Arthur.

La última señora Anderson demuestra la sofisticación del director con la puesta en escena, su trabajo con los actores y su habilidad para jugar con los códigos del terror y el suspense en una película con tintes de giallo italiano; no exenta de episodios humorísticos protagonizados por López Vázquez.

Colección Centenario Eugenio Martín

Los dos estrenos se incluirán dentro de la colección que FlixOlé ha programado para homenajear y reivindicar el legado del maestro del cine de género español. Un especial que recorre las diversas facetas e iconografías cinematográficas de Eugenio Martín. Comenzando por Pánico en el Transiberiano, un clásico del fantaterror español protagonizado por Christopher Lee y Peter Cushing donde la vida extraterrestre y los zombis coinciden en un mismo vagón.

Cuesta creer que su obra más celebrada surgiese de la necesidad de amortizar la maqueta de la locomotora que el propio director empleó en su rodaje anterior: El desafío de Pancho Villa (1971), un ejemplo del spaghetti western que firmó. Experto en las películas de vaqueros, rodó auténticos clásicos, ya disponibles en la plataforma: El hombre de río Malo (1971), con James Mason, Gina Lollobrigida y un Lee Van Cleef convertido en líder de una banda de forajidos; y El precio de un hombre (1967), una de las mejores películas del Oeste, según Quentin Tarantino, que dio a conocer a Tomas Milian por su papel de forajido.

Completan la colección el inquietante thriller Hipnosis (1962), en el que Eugenio Martín hizo gala de su sobresaliente narrativa visual al tiempo que se adentró en los misticismos de la ventriloquía; así como dos musicales producidos para aprovechar el tirón de dos estrellas del momento: Julio Iglesias, en La vida sigue igual (1969); y Rocío Dúrcal, con Las Leandras (1969).

 

Todos estos títulos, además de los estrenos, estarán disponibles en la colección que FlixOlé estrenará el próximo viernes, 9 de mayo, dedicada al irrepetible Eugenio Martín  

La plataforma está disponible en Smart TV, tabletas y teléfonos IOS y Android, Fire TV, Orange TV, ZapiTV, Amazon Prime Vídeo, Movistar Plus+ y a través del ordenador, además las películas se pueden descargar para verlas sin conexión a internet en cualquier dispositivo móvil


‘Caja de resistencia’ tendrá su estreno internacional en el Festival de Jeonju en Corea del Sur

El largometraje documental ‘CAJA DE RESISTENCIA’ de Concha Barquero y Alejandro Alvarado tendrá su estreno internacional en la 26.ª edición del Festival Internacional de Cine de Jeonju (Corea del Sur), dentro de la Competición Internacional. El film se podrá ver en la sala CGV Jeonjugosa 7 mañana 1 de mayo a las 21:30 y el 4 y 6 de mayo a las 14:30. El certamen tiene lugar en la localidad coreana de Jeonju desde hoy 30 de abril hasta el 9 de mayo.

Sinopsis: Tras su muerte, Fernando Ruiz Vergara dejó decenas de bocetos de películas que nunca pudo realizar. El cineasta andaluz sólo había dirigido un documental, ‘Rocío’, desgarrador y fascinante, maldito tras su censura judicial en los primeros años de la democracia en España. Desde entonces, sus proyectos permanecieron latentes en la imaginación y en el deseo. En ‘Caja de resistencia’ fabulamos con aquellos proyectos soñados para llevarlos al cine desde el presente, como un gesto de resistencia.

El Festival de Jeonju es uno de los certámenes más prestigiosos de la escena cinematográfica internacional, esforzándose en cada edición por ampliar el ámbito del cine como forma artística basada en nuevos métodos de expresión y en una imaginación sin fronteras.

‘CAJA DE RESISTENCIA’ es un film ibérico que retoma las películas inacabadas del cineasta censurado durante la democracia Fernando Ruiz Vergara. Se trata de una producción de las españolas Azhar Media y Alvarquero junto con la portuguesa Blablabla Media. Cuenta con el apoyo del ICAA (Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales) y Canal Sur Televisión. Además, el proyecto estuvo seleccionado en Docs-in-Progress del Festival de CannesZINEBI Networking European Coproduction del Festival de Sevilla.

Notas de los directores

«En 2010 conocimos a Fernando Ruiz Vergara en la aldea portuguesa donde se había exiliado después de la censura de su única película, ‘Rocío’. Este documental sobre la romería más popular de la península ibérica desmontaba las relaciones entre el poder religioso, político y económico en Andalucía. ‘Rocío’ fue secuestrada y censurada judicialmente en los primeros años de la democracia por señalar a uno de los autores de los crímenes fascistas tras el golpe militar de 1936 que desencadenó la guerra civil. En la actualidad, la versión original de ‘Rocío’ continúa prohibida en España».

«Fernando nunca más logró hacer otra película. Fernando falleció un año después de nuestro encuentro. Dejó atrás numerosos guiones, notas deslavazadas y bocetos de películas que quedaron para siempre en su imaginación. Aquellos proyectos inacabados parecían hablarnos directamente, sus planteamientos nos resultaban todavía vigentes. Pronto empezó a cobrar fuerza en nosotros un impulso, retomar las películas soñadas por el cineasta».

La cinta ha sido galardonada con el Premio Doc España en la 69.ª edición de la SEMINCI (Semana Internacional de Cine de Valladolid), el Premio al Mejor Film en la 31.ª edición de L’Alternativa (Festival Internacional de Cine de Barcelona), el Premio del Jurado Joven en la 14.ª edición de Márgenes (Festival Internacional Cine de Madrid), Mención Especial del Jurado en la 21.ª edición del Festival de Cine Europeo de SevillaMención Especial del Jurado en la 3.ª edición de Cinema24 (Semana del Cine de Córdoba); ‘CAJA DE RESISTENCIA’ también ha participado en la 30.ª edición del Festival Jóvenes Realizadores de Granada dentro de la Competencia Internacional, la 66.ª edición de ZINEBI – Festival Internacional de Cine Documental y Cortometraje De Bilbao dentro de la sección Beautiful Docs, la 30.ª edición del Festival Caminhos do Cinema Portugués de Coimbra dentro de la Competencia ‘Outros Olhares’, y la 11.ª edición de Porto/Post/Doc Film & Media Festival dentro de ‘Sessões Especiais’.

«LOS SIN NOMBRE» nueva serie original Movistar Plus+ dirigida por Pau Freixas, se estrena completa el 26 de junio

«LOS SIN NOMBRE» nueva serie original Movistar Plus+ dirigida por Pau Freixas, se estrena completa el 26 de junio

Sinopsis: Claudia, una mujer que pierde a su hija Ángela de forma traumática para descubrir, años después, justo cuando empieza a recuperarse del trauma, que puede que su hija aún siga con vida. «Mamá, soy yo, Ángela. ¡Por favor, ven a buscarme!». Esta es la frase estremecedora que Claudia escucha por teléfono y que le dará esperanzas. Claudia recurrirá entonces a Salazar, el inspector que llevó el caso tras la desaparición, y a Laura, la joven a la que Ángela, una niña especial con un extraño don, salvó la vida tras un grave accidente de tráfico. Juntos seguirán la pista de la pequeña a través de misteriosos lugares que esconden una verdad aterradora.

El BCN Film Fest acogió este pasado domingo el preestreno de «LOS SIN NOMBRE», nueva serie original Movistar Plus+ en colaboración con Filmax. El thriller de seis episodios adapta la novela de Ramsey Campbell.

Al encuentro asistieron el director Pau Freixas, el guionista Pol Cortecans, el productor ejecutivo Fran Araújo (Movistar Plus+), la productora ejecutiva y adjunta a la dirección de Filmax Laura Fernández, y parte del elenco principal: Miren Ibarguren, Milena Smit, Susi Sánchez y Eva Santolaria. 

Pau Freixas, creador y director: «Los sin nombre’ es un thriller con pequeños toques sobrenaturales y, aunque podríamos decir que plantea si los milagros existen, de lo que realmente habla la serie es de la necesidad de las personas de creer en algo».

Fran Araújo, productor ejecutivo en Movistar Plus+: «Los guiones de Pol son adictivos y llenos de personalidad, y la visión de Pau sobre la historia nos cautivó desde el primer momento. Tiene todos los ingredientes que buscamos en una serie: punto de vista, ambición artística y deseo de llegar a un gran público».

HISTORIAS IMPÚDICAS. PROGRAMA ERÓTICO DE BIGAS LUNA

En 1977, sin ningún largometraje estrenado todavía, Bigas Luna acepta realizar cortometrajes de corte erótico realizados en Súper-8 para consumo doméstico en venta por correo.

Junto a Fernando Amat, Bigas Luna crea el sello Cine Promoción y con un reducido equipo conformado por, entre otros, Pep Cuxart a la producción, que más tarde ejercerá el cargo en  Bilbao (1978) y Caniche (1979); Rosa Fernández como ayudante de dirección; la por entonces esposa del director, Consol Tura, en vestuario, y que continuaría trabajando para su marido en sus siguientes proyectos; y contando con la fotografía del prestigioso Tomas Pladevall y Pedro Aznar, este último responsable asimismo de la de Bilbao y Caniche, Bigas Luna dirigió un total de doce cortometrajes: Coctel internacional, El ídolo, La mora, La deportista, Esquí, La roulotte, El espejo, El desayuno, París-Hollywood, La millonaria, La guitarrista y Mona y Temba.

Se trataba de inocentes cortometrajes de unos diez minutos de duración en los que las actrices se despojaban de la ropa, varios de ellos con una pequeña excusa argumental y acompañamiento musical seleccionado por el propio director. Entre las protagonistas destaca Linda Lay, actriz que participo en varias películas dirigidas por Iquino; o Rosa Raich, que también intervino en el primer largometraje de Bigas Luna, Tatuaje (1978), además de starlettes de la época como Sarima, Pilar Matus, Maica Tihenen, Jennie o Nicola Brown.

Lejos de ser obras meramente alimenticias, estas pequeñas historias muestran ya en gran parte el universo temático del director, pues en ellos profundiza por primera vez en el sexo y el erotismo, que a partir de Bilbao, su segunda película, conformará un hilo conductor en su carrera. Bigas Luna, definió la experiencia de rodar estos cortometrajes como “cojonuda, muy divertida y además muy difícil. Teníamos que hacer películas que teóricamente hicieran trempar, pero en las que no se podía ver nada (…) Ahora las veo como películas cómicas.” (Martí Font, J. M.: “Bigas Luna. El erotismo es una tontería”, Star, número 51, 1979)

Algunos retazos de estos cortometrajes, concretamente de La millonaria, pueden verse en Bilbao. Y no solo eso, también en uno de ellos, Cóctel Internacional, se muestra el cuadro de una colegiala que más tarde formará parte del mobiliario del hogar de Leo (Àngel Jové) y María (María Martín) en el mismo filme.

En 1984 once de estos cortometrajes fueron reunidos en forma de largometraje y editados por Uros Films en VHS y Betamax para su alquiler en videoclubs con el título Historias Impúdicas. Programa erótico de Bigas Luna, en cuya carátula se mostraba una imagen del propio director y las fundas de los Súper-8 de los que quedó, de manera inexplicable, excluido uno de ellos, Mona y Temba[1].

Recientemente se intentó mediante un ripeado remasterizado del propio VHS autorizado por los descendientes del director pero tuvieron que retirarse por problemas y discusiones respecto a los derechos de los mismos.


[1] Respecto a este cortometraje, el propio Bigas Luna lo describió en la misma entrevista para la Revista Star 51: “Un día apareció una pareja para ofrecerse porque hacían un número sexi en un cabaret. Querían que los viera por si me interesaba rodar una película con ellos. Primero me mandaron una foto, ella era una tía rubia y larguirucha, bastante fea. Él era un negro de Ghana. Fui a verlos al hotel donde se hospedaban, una pensión de mala muerte en las Ramblas. Cuando llegué a la habitación y me abrieron la puerta resultó que ella tenía anginas, estaba con la bata de boatiné puesta y unos magníficos rulos le coronaban la testa. La habitación era un cuartucho lleno de paquetes desordenados, la radio y la televisión funcionaban al mismo tiempo, a un lado una nevera y la cocina. El enorme negro llevaba una camiseta de Olot. Un panorama encantador. (…) Él puso en marcha una casette de la que salió una música y una voz que decía; “Mona y Temba, the most exciting show in the world…” y se pusieron a actuar. Ella con la bata y los chufos y él tal cual. Yo estaba en un rincón absolutamente hipnotizado, con la piel de gallina. Por un lado tenía ganas de reír, mientras por otro aquello me llegaba al fondo. Se me ocurrió filmarlo tal como yo lo había visto. Quedé con ellos un domingo por la mañana. Tan solo con los focos y un angular filmé la misma escena, incluso dejé puesta la televisión por la que salía un programa deportivo. Su número era muy simple, se desnudaban y al ritmo de una música africana se abrazaban”

Ceremonia Sangrienta, mucho más que un cuento de terror

Ella es una prueba más de que la libertad absoluta de la criatura humana es horrible[1], así habla Alejandra Pizarnik sobre Erzsébet Báthory, considerada durante largo tiempo responsable del asesinato de 650 muchachas, razón por la cual figura entre los peores criminales de la historia. La atormentada poetisa argentina vio en esa aristócrata perversa la corporización de sus fantasías. La condesa sangrienta, publicada por primera vez en el número uno de la revista Testigo (Buenos Aires, enero-marzo de 1966), es una de las composiciones clave de Alejandra Pizarnik, sus páginas construyen un retrato perturbador en el que se mezcla la narración descriptiva con apuntes ensayísticos impregnados de lirismo poético. Pizarnik fue deslumbrada por la leyenda de la loba de los Cárpatos, le atrajo su claustrofóbica vida criminal, su ser monstruoso, el círculo erótico y voraz de mujeres brujas que armó a su alrededor. Y su ansia de mantenerse joven, en la que vio expresada un perfecto pretexto para ahondar en su obsesión con la muerte o la locura: “Nunca nadie no quiso de tal modo envejecer. Por eso, tal vez, representaba y encarnaba a la Muerte. Porque, ¿Cómo ha de morir la Muerte?”[2].

Pizarnik no fue la primera en acercarse a la figura de la Báthory, de hecho supo de su existencia gracias a la poco ortodoxa biografía escrita y publicada cuatro años antes (1962) por la surrealista olvidada, Valentine Penrose, obra que fascinó a la argentina. En su abordaje, Penrose, se acerca a la legendaria condesa descendiente de Vlad Tepes como expresión de su propia voluntad de mirar de frente el misterio del mal: “Valentine sondea el furioso caos del deseo y revela que el erotismo es energía vital que desborda los límites de la razón[3]. Aunque deponga el juicio de valor, la surrealista no absuelve a la sangrienta condesa, porque su novela es también una reflexión sobre el poder: al tiempo que defiende la soberanía del deseo, pone en evidencia los abusos de la impunidad. Obra celebrada por sus colegas surrealistas como el acontecimiento anunciado por Bataille en su ensayo Las lágrimas de Eros (un año antes de la publicación de Penrose), la biografía de este personaje cruel supone un intento de vencer a las religiones patriarcales que han sometido al eterno femenino, pero, sobre todo, y junto al texto de Pizarnik, consigue elevar lo transmitido por las leyendas al estadio de los mitos que solo la literatura puede forjar.

En la misma década que ambas autoras, se arrebataba Jordi Grau por la figura de Erzsébet Báthory. La idea de retratar su vida le llegó a Grau durante su estancia, en 1964, en el festival de Karlovy Vary (República checa), en el cual participó con su segundo largometraje, El espontáneo. Allí le hablaron por primera vez de la trágica historia de la condesa y visitó las ruinas del castillo en el que vivió, situado en Čachtice (Csejte), actual Trenčín (Eslovaquia), y en cuya habitación en la torre fue emparedada en vida tras su condena en el juicio celebrado en Bytča (actual Eslovaquia), por torturar y asesinar a 650 doncellas. La historia conmovió al director, que la describió como “la expresión patética del deseo de superar, no ya la muerte, sino el final de la juventud, la belleza, del atractivo vital que para muchas mujeres, es la razón -confesada o no- de la propia existencia[4] . De esta fascinación llegaría Ceremonia Sangrienta (1973), que habría sido el primer acercamiento cinematográfico a la figura, si el azar y el desinterés de las productoras hispanas por el género de terror, no lo hubieran impedido.

Fue la producción Hammer, Countess Dracula (Peter Sasdy,1971) la que arrebató a Grau el honor de ser el primer cineasta en llevar a la alimaña de los Cárpatos al cine. La primera encarnación de la Báthory en la pantalla, como Elisabeth Nádasdy [5], correspondió a una excitante Ingrid Pitt, que no pudo gozarse en España hasta mucho más tarde y solo en formato doméstico. La producción británica daba el pistoletazo de salida a sucesivas adaptaciones, unas más fieles que otras. Tras la de Grau, en el mismo año de su estreno, llegaba Cuentos inmorales (Contes immoraux, 1973) de Walerian Borowczyk que contó, en su segmento dedicado a la sangrienta, con Paloma Picasso. Emitida en televisión dentro del espacio Cine de medianoche el 20 de septiembre de 1985, siete millones de españoles se quedaron estupefactos al ver a la hija del excelso pintor sumergirse en una bañera rebosante de sangre, uno de los mayores índices de audiencia conquistados por el programa. Torturas, lesbianismo, culto a la sangre y Transilvania de fondo. No se puede imaginar cóctel más atractivo para los amantes del terror.

Paloma Picasso tomando un reparador baño.

No es de extrañar que Jacinto Molina tampoco dudara a la hora de colocar a la Báthory en su propio muestrario de monstruos e iconos. Ya en forma de chupasangres, creó a su Condesa Wandesa Dárvula de Nadasdy[6], interpretada por Patty Shepard en La noche de Walpurgis (León Klimovsky,1971) y, más tarde, Julia Saly en El retorno del hombre lobo (Jacinto Molina, 1981), en esta ocasión como “Elisabeth Bathory”.

Con el nuevo siglo llegan tres producciones eslovacas: Bathory (Juraj Jakubisko, 2008), Blood Countess (2008) y Blood Countess 2:  The Mayhem Begins de Lloyd A. Simandl, estas dos últimas ya en clave sexploitation. Al año siguiente, 2009, llegaba al   Festival de cine fantástico de Sitges la producción alemana La condesa (The Countess, 2009), dirigida y protagonizada por Julie Delpy (que también compuso la banda sonora). En este su tercer trabajo como directora, Delpy vuelve a su tema recurrente, el desamor, la suya es una revisión en clave de tragedia griega y logra un filme de terror oscuro y austero, que refleja con honestidad la época y la salpica de sorprendentes momentos gore. En una posición diametralmente opuesta nos encontramos con la cinta rusa Lady of Csejte (Andrei Konst, 2015), Konst no se acerca al vampirismo, siquiera hace hincapié en los baños de sangre, y nos ofrece un retrato de la Báthory como simple aristócrata cruel. La narración, realmente, se centra en dos hermanos gitanos que buscan a su hermana mayor supuestamente secuestrada por la condesa. Es la producción más reciente basada en las tropelías de la aristócrata húngara por lo que hace referencia al cine, pero no podemos desdeñar la recreación que hizo Lady Gaga en la quinta temporada de la televisiva serie American Horror Story, generosa en sangre y sensualidad.

Tantas aproximaciones[7] y, sin embargo, ninguna ha indagado sobre la Erzsébet real y su auténtica peripecia histórica. El personaje ficcionado ha desplazado al real, a esa Erzsébet Báthory de Ecsed nacida el 7 de agosto de 1560, hija de un matrimonio endogámico, y que antes de cumplir los seis años sufría ataques de lo que se puede considerar hoy en día epilepsia (precisamente por causa de esa práctica de contraer nupcias entre personas de la misma ascendencia). La misma que recibió una formación que muchos varones de la época no poseían: leía y hablaba perfectamente el húngaro, el alemán y el latín. Con once años fue prometida a su primo, cinco años mayor que ella, Ferencz Nádasdy, con el que se casaba cuatro años después en una ceremonia a la que acudieron más de 4500 invitados, incluso se invitó al emperador Maximiliano II. Su esposo la mayor parte del tiempo estaba combatiendo en alguna de las muchas guerras de la zona (empalando a sus enemigos), lo que le mereció el apodo de «Caballero Negro de Hungría». La muerte temprana de Ferencz (por una súbita enfermedad), la dejó en una situación peculiar: señora feudal de un importante condado de Transilvania, metida en todas las intrigas políticas de aquellos tiempos convulsos, pero sin ejército con el que proteger su poderío, a lo que hay que sumar su pertenencia y apoyo a la iglesia luterana en pleno terreno católico. ¿Sangrienta? En el registro epistolar de su correspondencia con su esposo figura el intercambio de información sobre las maneras más apropiadas de castigar a sus sirvientes, pero esta era una práctica habitual de los nobles feudales de esa Europa del este sumida aún en el medioevo. ¿650 asesinatos? Narrémoslo en presente. A través de un pastor protestante local, llegan a la corte historias de que la condesa practica la brujería (explícitamente, la magia negra), y para ello utiliza la sangre de muchachas jóvenes, rumores que solían verterse sobre judíos y disidentes. El rey de Hungría, muy interesado en esos feudos, ordena al conde palatino Jorge Thurzó —enemistado con ella—, que tome el lugar con sus soldados y que realice una investigación en el castillo. Con esta trama es muy fácil deducir que, la mujer poderosa que figura en el Guinnes de los récords como la mayor asesina de la historia, probablemente fuese víctima de una conspiración. En lo único que coinciden la leyenda y la historia es en su final: tras un juicio en el que los testimonios de sus sirvientes fueron sonsacados mediante tortura (considerados sus cómplices, debían someterse a ese proceso habitual) y en el que no se la dejó declarar, fue condenada a ser emparedada en sus dependencias del castillo de Csejte.

Lo que la leyenda escribe, pocas veces es derrotado por la historia[8]. También Jordi Grau fue seducido por el mito, pero en su caso al menos hay un intento de humanizar a la protagonista, a la vez que de denunciar las fraudulentas prácticas en los juicios de supuestos casos sobrenaturales. Ceremonia Sangrienta no es únicamente un cuento de terror, tiene una proyección de más largo recorrido. Y es que Grau, estimulado por lo que sabía de la condesa, se documentó sobre las supersticiones populares de las que se aprovechaban los poderosos. Tampoco se quedó sólo con el relato oral, en Roma, preparando la banda sonora de la coproducción hispano-italiana Historia de una chica sola (1971), llegaron a sus manos las actas del proceso contra la Báthory, lo que definitivamente despertó su interés en llevar la historia al cine. En ese momento, y no antes, escribe el primer guion.

Nuestro director se había formado en el documental, esos fueron sus inicios, que nunca dejó de lado, e incluso había dirigido una pieza en la que se mezclaba la ficción y el falso documental, con momentos en los que el propio director entrevistaba a algunas de las actrices que interpretaban a chicas de compañía. Estamos hablando de Chicas de club (Cántico) (1970), un trabajo de encargo que Grau convierte en un juego metacinematográfico que enlaza muy bien con su faceta más experimental. El barcelonés acababa de ser apartado del rodaje de Tuset Street (1968)[9] por desavenencias con la diva y protagonista Sara Montiel, cuando Juan Huarte (que ya le había producido Acteón en 1965) le encargó que convirtiera en película la experiencia que él (Huarte) tenía en locales de alterne. Y el ahínco que puso Grau en la encomienda fue tal que Chicas de Club fue seleccionada para representar a España en la edición de 1970 del Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary, en la que sería su segunda vez en el festival checo el cual, como hemos dicho, fue el detonante indirecto de Ceremonia Sangrienta.

Juan Huarte era responsable de la productora y distribuidora X-Films, fundada a mediados de los 60, con interés por el cine de autor. Además de a Jordi Grau, produjo varios cortometrajes a unos jóvenes Angelino Fons, Claudio Guerín, Chumy Chúmez y José Luis Garci, entre muchos otros. Al asociarse con José María González Sinde, que haría de responsable estratégico y económico, X-Films se abrió a un cine más comercial. Y Ceremonia Sangrienta sería la primera apuesta de González Sinde en 1973.

Edmondo Amati

En 1973, el cine de terror español e italiano copaban los mercados internacionales, con lo cual Los vampiros, título provisional de aquel primer guion que escribiera Grau en el 71, ya no era una apuesta descabellada para los productores españoles. Y ahí es cuando Star Films entra en el juego, reactivándolo como posible coproducción con Italia y enviando el guion a Edmondo Amati de Fida Internazionale. Pero cuando Jordi Grau viajó a Italia a hablar con el productor, resultó que este estaba interesado en hacer una cinta de terror, sí, pero “como La noche de los muertos vivientes, pero en color”, por lo que Amati le ofreció modificar el guion de Los vampiros para aproximarlo a lo que deseaba. Una labor que se demostró imposible a pesar de que puso al guionista Sandro Continenza a su servicio. De vuelta a Madrid, Star Films se alió a X-Films y con la italiana Luis Films se inició, por fin, el rodaje de Ceremonia sangrienta.

Rodada en soberbias localizaciones, en su mayor parte españolas, como el Castillo de Castilnovo (Segovia) y en Nuevo Baztán (Madrid), e interiores en Estudios Ballesteros, Ceremonia sangrienta posee una mimada ambientación y decorados de Cruz María Baleztena, con una atmosférica partitura del prolífico Carlo Savina. Pero si algo destaca es el tratamiento que se le da al tema en el guion, en el cual, además de Grau y Sandro Continenza, también participó Juan Tébar[10]: el barcelonés desplaza la acción a tres siglos más tarde y la protagonista (Lucía Bosé) no es la condesa sangrienta, sino su descendiente. Está casada con el marqués Karl Ziemmer (Espartaco Santoni), el cual trata despóticamente a las supersticiosas gentes de Cajlice, un pequeño pueblo de la Europa central del que es señor el marqués. Cuando la Erzebet  Báthory decimonónica crea descubrir que la sangre de doncellas, efectivamente, puede mantener su piel más tersa, se proveerá del líquido vital de varias jóvenes con la colaboración de su sádico marido y de su vieja nodriza (Ana Farra), versada en las artes oscuras. Esta trama, en el guion, se entrelaza con la creencia de los supersticiosos habitantes del pueblo en la existencia de los vampiros, lo que sirve al director para reproducir, lo más fielmente posible,  los procesos judiciales por vampirismo. Procesos que escondían, de hecho, los mezquinos intereses de jueces y jurados, quienes aprovechaban las condenas para apropiarse de tierras, fincas y bienes de los inculpados.

Grau despoja a la narración de todo contenido sobrenatural, acercando la historia a la crónica negra con unos crímenes producto de la mente enferma de la marquesa, de su soledad, de sentirse no deseada por el marqués, el cual busca la emoción en la caza y más tarde en la joven y ambiciosa Marina (Ewa Aulin), personaje que precipitará el final de la historia. Haber trasladado la acción al siglo XIX le permite mostrar el enfrentamiento dialéctico entre la razón y el oscurantismo y cómo los poderosos se valen de este último en favor de sus propios intereses. La superstición, como dijo Karl Marx de la religiones, es el opio del pueblo: merma su voluntad y lo hace manipulable. Un más que interesante abordaje, el de Ceremonia Sangrienta, que sólo se verá debilitado por el poco desarrollo de la trama interna de los personajes. Su perfil psicológico está apenas hilvanado, de ahí que el desenlace resulte precipitado y se le acaben viendo las costuras al guion.

Este último apunte no anula el buen hacer en la puesta en escena. La pericia es manifiesta ya desde el brillante arranque del film, Grau nos sumerge dentro de la acción in media res, sin preámbulos discursivos previos: acompañando los créditos iniciales la imagen nos transporta a una procesión nocturna de antorchas, con un punto de vista de la cámara a ras de suelo y un ángulo contrapicado, los procesionarios se despliegan simétricos a ambos lados del plano frontal, un punto de vista en el que se seguirá insistiendo intercalado con planos cortos a la altura de los ojos presentando personajes y detalles relevantes durante toda la secuencia, hasta que concluye esta con un diálogo plano-contraplano entre la visión de un ataúd exhumado y de los congregados vistos desde la perspectiva del cadáver[11]. Un inicio de impacto que marcará el tono del relato. Una descripción pormenorizada del cuidadoso trabajo de planificación excedería las dimensiones de este trabajo, por eso vamos a centrarnos en dos ítems destacados: la querencia de Grau por significativos montajes internos; y el crescendo del rojo sanguíneo hasta su estallido en la escena del baño en sangre de Erzebet, con una Lucía Bosé que reluce en todo su esplendor.

La sangre es la vida” brama Renfield desde su encierro en Carfax en el Drácula de Stoker, fuente de eterna juventud la supondrá Erzebet, sugestionada por las insinuaciones de su nodriza, que la incita a recurrir a las artes de su antepasada para solucionar sus cuitas. Y el bermellón del fluido vital discurre por la cinta con una presencia que va aumentando progresivamente como un in crescendo musical. El rojo destaca en la paleta cromática de colores cálidos de la fotografía del filme, salpicando aquí y allá los planos e incrementando su dramatismo conforme avanza la trama. Dos son los momentos álgidos en los que revienta el color de la incandescencia: el banquete de recepción a las autoridades que intervienen en el primer juicio por vampirismo; y la ducha de sangre en la escena más icónica. En la primera, invitados por el marqués, los notables departen sobre qué puede haber de verdad, y qué de superstición en la creencia en el vampirismo, mientras degluten una carne que rezuma sangre y que Grau retrata en plano detalle. El rojo es opresivo en esa escena, abigarra los planos que la componen, desde la decoración de la sala y la mesa, hasta el significativo vestido rojo de la marquesa, engalanada toda ella con joyas de rubíes incrustados (las piedras que alejan a los vampiros). Toda una premonición de lo que va a suceder a partir de ahí: la escalada de violencia y la degradación moral de Erzebet. La marquesa, tímidamente al principio, se va aproximando a una convicción de que el contacto con la sangre inocente rejuvenece sus carnes, con prácticas que cada vez tienen más de ritual y que ascienden progresivamente en su crueldad, hasta culminar en un éxtasis de perversión cuando la sangre desciende sobre ella a modo de lluvia limpiadora y envilecedora, a partes iguales. Un filtro rojo aumenta la intensidad del momento, reforzando el dramatismo cromáticamente. Grau lo interpone entre el objetivo y el rostro de la Báthory, reforzando lo que revela la expresión de la actriz: su entrega definitiva a la voluptuosidad del mal practicado en beneficio propio. Es un primer plano el que nos muestra su deleite, a partir de él la cámara retrocede hasta un plano largo que nos descubre que, en verdad, la estamos viendo a través de un espejo, montaje interno al servicio de subrayar el sentimiento que recorre al personaje. El espejo retrata el alma, el cambio interno que se produce en el sujeto que se refleja en él. Y Grau acudirá a este recurso con profusión, no por razones esteticistas, sino con la intención de desarrollar la narración sin descuidar las motivaciones que mueven a los implicados en ella.

Hasta quince desdoblamientos del plano a través del uso del espejo se pueden contar en Ceremonia Sangrienta. Cada uno de ellos nos retrata la situación anímica de los personajes en relación al momento de la trama en que se hallan, anticipando sus acciones futuras. Erzebet es el carácter nuclear de la función, por ello es a quien más acompaña el cristal azogado, pero no falta tampoco su uso para caracterizar a su esposo. Son tres los montajes principales que describen la psicología de Karl Ziemmer, todos ellos en relación con Marina, la joven que a la postre resultará rival de la marquesa. Estamos en el principio de la película, la primera en ser compuesta por la imagen espejeada es Báthory, la hemos visto emplazada en el eje de simetría, flanqueada por rosas rojas y enmarcada por las velas del suntuoso candelabro, que la iluminan en el primer plano como a una madona en su altar. La transición entre esta presentación y la de su partenaire es dada sobre las velas: ella las apaga y funde a negro, a continuación se abre la cámara sobre la acción simétrica de él, que enciende las velas en su alcoba de la posada, acciones ambas transcurridas sobre la superficie reflectada. Vemos al marqués desde dos ángulos, en escorzo, a la izquierda, y frontalmente, a la derecha, en el espejo donde comparte plano con una Marina instalada en el cuadrante superior derecho, usando la profundidad de campo. La dirección de la mirada del galán incide sobre el punto en el que se halla la joven, espacio en el que se situará la cama cuando la muchacha abandone la estancia, toda una declaración sobre las intenciones del personaje. Más tarde, en la misma noche en la posada, Marina regresa a la habitación, y si en su primer contacto el espejo se situaba a la derecha, ahora está emplazado en la izquierda, ofreciendo un rico juego de imágenes multiplicadas del marqués en la profundidad de campo (hay otro espejo en la pared opuesta), situadas en la esquina superior derecha sobre la doncella. Y es que a la derecha está ese marqués depredador. Recurrir a los reflejos permite mostrar los rostros de ambos, juego de miradas que no habríamos visto de otro modo, pues la chica permanece de espaldas en el centro del primer plano de la imagen. Y ello agudiza el sentido de la relación entre los dos, una relación en la que se entremezclan el deseo carnal y el ansia de dar (y recibir) muerte. Cuando la cinta se acerque a su desenlace, volveremos a encontrarnos con una Marina que blande su feminidad lozana y joven ante un espejo. El protagonista la ha llevado al castillo después de que ella se haya revelado como mujer ambiciosa de lujos, en las dependencias privadas, se probará las sedas de su rival y coqueta se dirigirá a admirarse en una luna de azogue. Todo esto lo vemos, sin embargo, a través del espejo del salón que sobredimensiona la escena en un juego finito de imágenes múltiples. Imágenes que allí, en la profundidad de campo, muestran a la pareja en su momento de mayor proximidad y distancia. Entre ellos y el espectador un reloj se aproxima a la medianoche. Es hora de morir y de matar.

Ewa Aulin y Lola Gaos

Porque el conflicto de Erzebet es su consternación por los estragos del tiempo sobre su piel y su belleza, ella es la que ocupa mayor metraje de reflectancia en la cinta. Enemigos a la par que aliados, los espejos son vitales en su día a día. La observamos en su mirarse y remirarse en su espejito de mano, como la madrastra de Blancanieves, atenta hasta el último detalle que pueda confirmarle que sigue siendo bella. En un momento decisivo de su evolución, la vemos contemplarse ensimismada en su fiel accesorio mientras su sirvienta la peina, en un descuido, esta última la pincha con una aguja de moño y ella reacciona violentamente asestándole un golpe con el objeto que guarda los secretos de su rostro, es tal la fuerza que imprime que hiere a la muchacha y la sangre de esa herida manchará sus vestidos y su mano: será la primera vez que descubra los efectos de la sangre virgen en su piel[12]. Pero Grau, sobre todo, nos muestra a la protagonista en grandes lunas en las que su reflejo da cuenta de su estado y su situación, en unos planos de riquísima y compleja composición. El director juega con su posición en el reflejo para significar su condición emocional y sus fuerzas, resulta magistral su uso del recurso para mostrar su caída en la depravación que supone, a la vez, su momento de mayor fuerza. El plano nos la ubica en el vértice inferior izquierdo de la imagen, desde un ángulo picado que la empequeñece, y, sin embargo, en el reflejo queda situada en el vértice superior derecho, invirtiendo el ángulo de la cámara, que pasa a ser un contrapicado que la agranda. Brillante juego de diagonales que se bastan para enunciar  en su mismo diálogo la coincidencia (la identidad, de hecho) del momento de mayor ruina moral con el apogeo de su máximo poder. Una intensidad dramática del reflejo que sólo será superado en el último montaje interno. Confesados sus crímenes, en un arrebato pasional más para enaltecerse que para exculpar a Karl, es condenada a pasar sus últimos días emparedada en vida en sus aposentos del castillo, con la única atención de su nodriza (a la que han arrancado la lengua por ser cómplice) que le hará llegar los alimentos a través del pequeño resquicio que da a los pasillos. En la última secuencia partimos del gesto de la nodriza introduciendo el plato de las viandas, la cámara entra en el recinto de la emparedada y va desplazándose hacia la izquierda, se pasea sobre los restos de platos que se amontonan en distintos estados de descomposición hasta acercarse lateralmente a Erzebet y pararse finalmente frente al espejo, desde ahí, un zoom nos encierra en su rostro, el postrer reflejo de la dama en el mismo espejo que nos la había presentado aún hermosa al inicio. Ahora la imago que devuelve la superficie acristalada es el retrato de la máxima decrepitud. Quiso derrotar a la vejez, pero la muerte la ancla a ella para la eternidad. La vanidad no triunfa. Ni siquiera cierra el film su vicisitud, Grau decide cortar el plano tenebroso y abrir a exterior día con una vista de las ventanas tapiadas que la sepultan, sobre ellas se imprimen en rojo los créditos finales. La cámara que la había situado en el centro de la narración es la misma que le niega decir la última palabra sobre su fatalidad.

Jorge Grau y su actriz Ewa Aulin

Lo que no se lograba en el trabajo del arco de transformación de los personajes, la profundidad psicológica, se consigue con creces en el lenguaje de la imagen. Jordi Grau obtiene mejor nota como director que como guionista. Y es esta capacidad de dominar la sintaxis de los planos la que lleva a Ceremonia Sangrienta a elevarse por encima de la media de las producciones de terror españolas de su época.

Las cintas de esta índole solían recaudar más en el mercado foráneo que en el nacional. Para hacer de Ceremonia Sangrienta un bocado aún más apetecible para sus posibles compradores extranjeros, no se reparó en gastos a la hora de seleccionar a los actores principales. Contó con la participación de estrellas internacionales como la milanesa Lucía Bosé (Báthory), quien tras contraer matrimonio con el torero y poeta Luis Miguel Dominguín, se había instalado en España y desarrollaba su carrera a caballo entre nuestro país y su Italia natal. O la sueca Ewa Aulin (Marina), la cual cinco años atrás había despegado una prometedora carrera con Candy, de Christian Marquand, y que ya había trabajado con Lucía Bosé en La contrafigura (La controfigura, Romolo

Los protagonistas de Ceremonia Sangrienta: Lucía Bosé, Espartaco Santoni y Ewa Aulin

Guerrieri, 1971)[13]. Anecdótico, pero no tanto, es señalar que Aulin se retiró de la escena ese mismo año, con tan solo 23[14].  Después de unos inicios prometedores (estrenó seis películas en un mismo año) se alejó de los paltós declarando que: “Actuar es un negocio duro, grosero y desgarrador…” Y Las razones de su amargura hunden sus raíces en su pase por el cine de Grau, pues la tríada protagonista la completó el playboy Espartaco Santoni. El galán no hacía honor a la máxima griega de que lo bello es bueno, su catadura moral no estaba a la altura de sus gracias físicas, durante el rodaje de la cinta que nos ocupa, no perdió oportunidad de ejercitar sus artes de Casanova y su principal víctima fue la actriz sueca, a quien forzó literalmente y presumió de ello en sus memorias (ni que decir que sin atisbo de remordimiento). Vale la pena reproducir el pasaje en el que se jacta de su conducta:

Durante el rodaje de la película con Ewa Aulin y Lucía Bosé, pude conocer mejor a esta última. Entablamos una simpática amistad. Era un ser muy especial y le tomé mucho aprecio.

Ewa Aulin no dio pie a que me hiciese ilusiones desde el principio. Cada vez que llegaba el momento final de la estocada, enseguida me cambiaba el tercio. Hasta que una noche, después de cenar, le pedí que me invitara a una copa en su cuarto. Habíamos bebido hasta por los codos y nuestro comportamiento erótico llamó la atención de toda la gente del restaurante. Ewa aceptó y, durante el trayecto, continuamos con los besos y los manotones. Mi cuerpo entero respiraba deseo y no veía el momento de llegar a destino.

Una vez frente a su habitación, ella me dijo:

-Mejor no, estoy muy cansada.

Intentó cerrar la puerta en mis narices, pero yo le di un tremendo empujón que la hizo caer sobre la alfombra. Cerré la puerta y me abalancé sobre ella. Forcejeamos. Yo terminé rasgando sus ropas y haciendo jirones sus bragas. Luego separé con fuerza sus piernas y le introduje mi sexo. Sus uñas se clavaron en mi espalda y, de a poco, comenzó a acariciarme.

Pasamos mucho tiempo amándonos hasta que, de repente, ella se levantó furiosa y se largó a insultarme. Había enloquecido repentinamente y yo, sin saber qué hacer, hui semidesnudo de su cuarto.

Al día siguiente recibí un llamado de Ibrahim Mussa, su agente en Roma, que era además su amante, pidiendo una explicación a mi conducta. Antes de colgar furioso, le dije en italiano: “¡Va fanculo!”.[15]

No cabe añadir más comentarios, salvo señalar que su canalla conducta no es óbice para afirmar que su encarnación del Señor Marqués Karl Ziemmer es poderosa y representa, más que posiblemente, su mejor trabajo ante las cámaras.

No sólo los protagonistas estuvieron atinados en su interpretación, también los secundarios bordaron sus papeles. Entre ellos destacan la magnífica Lola Gaos ejerciendo de bruja, un rol breve pero de gran relevancia para la trama (como curiosidad este personaje se llama Carmilla); y la veterana y convincente Ana Farra como la nodriza. Esta última fue un rostro habitual en el denominado Fantaterror español, intervino en El retorno de Walpurgis (Carlos Aured, 1973), El monte de las brujas (Raúl Artigot, 1973), El mariscal del infierno (León Klimovsky,1974), El extraño amor de los vampiros (León Klimovsky, 1975) y El colegio de la muerte (Pedro L. Ramírez, 1975). También puede verse a Loreta Tovar (como Dolores Tovar), otro de los rostros habituales del cine de terror español, que interpretaba un pequeño papel, especialmente reducido en la versión española, pues como era habitual, varias secuencias de Ceremonia sangrienta se rodaron en doble versión con desnudos femeninos para su explotación en el extranjero[16] como en Italia, donde se estrenó como Le vergini cavalcano la morte o Estados Unidos, donde recibió el nombre de The Legend of Blood Castle.

Espartaco Santoni, que se quedó con las ganas de producir Ceremonia sangrienta, quedó tan satisfecho con el trabajo con Jordi Grau que le ofreció rodar una película para él con total libertad de elección. El resultado fue Pena de muerte (1974), durante cuyo accidentado rodaje el director conocería la cara más desbocada y festiva del Donjuán, de la que tanto había oído hablar. Y ahí terminó su colaboración con el actor.

Ceremonia Sangrienta es una obra significativamente superior a otras de su mismo género y así es reconocido actualmente, sin embargo, no recibió por parte del público de su época la respuesta que merecía. Como escribió Jordi Grau en su autobiografía, Ceremonia sangrientasorprendió a la crítica y el público especializados” pero prácticamente fue ignorada por el resto de los críticos y espectadores, “tanto por los convencionales, como por los inquietos[17].

Estrenada en Barcelona  el 10 de septiembre de 1973 en los cines Atlanta y Bonanova en doble sesión junto a Mi querida señorita[18], y en el Edén con Más allá de la ley[19], Ceremonia Sangrienta no convenció al crítico de La Vanguardia, para el cual la historia que Grau narraba tenía “(…) más de extravagante que de interesante” señalando, con todo, y sin que por ello llegara a impresionarle, el fondo clasista que contenía la propuesta del director catalán: “Naturalmente, el filme, tal como está de moda, tiene también su «clave». Consiste en sugerir que siempre el que está arriba encima—, como la condesa-, puede bañarse en la sangre del que está abajo, porque para eso es el «poderoso». Tesis sin novedad alguna, pero que tiende a servir, con mayor o menor eficacia, una cierta tendencia demagógica”. Salvando de la quema, más que su trabajo, la buena voluntad puesta por Lucía Bosé para encarnar a su siniestro personaje. Y concluyendo que, “Los actores son movidos con no excesivo acierto, y en general el filme no puede decirse que esté destinado a las antologías[20]. Tras su estreno en Barcelona, llegó a las pantallas italianas en octubre, antes de desembarcar en los cines Montera y Vergara de Madrid el 19 de noviembre de ese mismo año, eso sí, individualmente y sin compartir cartel con otra película. Allí, tampoco convenció a Lorenzo López Sancho, crítico del ABC, que, a pesar de todo, resultó más atinado en su juicio que su colega barcelonés, extrayendo lo mejor del film y elogiando la labor del director: “Jorge Grau produce en Ceremonia Sangrienta algunas escenas que aportan novedad al género y que tienen esa fuerza dramática de las supersticiones antiguas. Las ceremonias procesales o el rito contra los vampiros provisionalmente muertos, se cumplen dentro de un orden plástico suntuoso, grave, sugestivo, y eso hay que apuntarlo a la fuerza que tiene Grau como poseedor de un lenguaje cinematográfico sólido y elocuente”. Las peores críticas se las lleva su reparto, pues a su juicio: “Son discretas, y no es posible añadir otros adjetivos, a las interpretaciones que Lucía Bosé y Espartaco Santoni hacen de sus muñecones a la hemoglobina, y Ewa Aulin, belleza provocante y sensual, aparece como una actriz sin personalidad y sin interés”. Concluyendo que “Ceremonia Sangrienta es un producto comercial decoroso, con algunas calidades superiores en las que Grau deja su huella. Pero Grau es digno de más ambiciosas empresas[21].

Tras esta decepción y la agotadora experiencia posterior con Santoni, Jordi Grau recibió una llamada efectuada desde un hotel de Madrid. Se trataba del productor italiano Edmondo Amati, y llamaba para ofrecerle, nuevamente, rodar una película “como La noche de los muertos vivientes, pero en color” aunque en esta ocasión ya traía con él un primer tratamiento del guion firmado por su amigo Sandro Continenza. Ese fue el germen de uno de los grandes clásicos del cine de terror: No profanar el sueño de los muertos (1974).  Pero esa es ya otra historia.

Montse Rovira y Carlos Benitez (Publicado previamente en el fanzine El Buque Maldito Nº 36)

NOTAS
[1] PIZARNIK, A.: Prosa completa, Editorial Lumen, 2001
[2] Ibidem
[3] PEÑAS, E. y MARTÍNEZ, L.: “Valentine Penrose, la surrealista que quiso comprender el misterio del mal” en Contexto y acción (CTXT), https://ctxt.es/es/20200501/Culturas/32228/valentine-penrose-surrealismo-roland-penrose-bathory-condesa-sangrienta-lurdes-martinez.htm
[4] GRAU, J.: Confesiones de un director de cine descatalogado. Calamar Ediciones, Madrid, 2014
[5] Nádasdy era, en realidad, el apellido del marido de Erzsébet, pero, contrariamente a lo que consideraran los guionistas británicos, ella nunca utilizó el apellido de su esposo, fue justo al revés,  Ferencz Nadásdy adoptó el apellido de ella por ser de una familia de más alta alcurnia.
[6] Este curioso apelativo hace referencia al nombre (Anna Darvula) de la supuesta anciana nigromante que habría instruido a la condesa en las artes oscuras y el uso de la sangre como regenerador de la juventud.
[7] El listado no es exhaustivo, se han referido solo las más relevantes
[8] Otro caso célebre y cercano que se puede referir es el de Enriqueta Martí Ripoll, conocida como La vampira del Raval, que tradicionalmente fue mostrada como secuestradora, proxeneta y proveedora de menores para la clase alta catalana y asesina múltiple de niños, amén de sacamantecas, pues se llegó a decir que preparaba ungüentos con la grasa de los desafortunados niños. Prosiguiendo esa creencia popular, se han escrito varios libros y artículos, pero una reciente y minuciosa investigación de Jordi Corominas, durante la cual recopiló todas las noticias de la época, llegó a la conclusión de que a Enriqueta Martí tan solo se la pudo acusar del secuestro de una niña y de estar, muy posiblemente, desequilibrada por la muerte, causada por la malnutrición, de su hijo de 10 meses. Una investigación que el escritor reunió en su libro Barcelona 1912. El Caso Enriqueta Martí (publicado en 2014 por Editorial Sílex).
[9] La cinta la terminaría rodando el también catalán Luis Marquina
[10] Al que los aficionados al Fantaterror recordarán por ser el autor del cuento que adaptaría Chicho Ibáñez Serrador en La residencia.
[11] Se trata de la ceremonia del caballo, que montado por un doncel virgen tenía por objetivo localizar tumbas de vampiros en cementerios. Cuando el caballo se detenga, marcará el lugar donde está enterrado el supuesto vampiro. Esta práctica tiene su origen en Bulgaria, donde para localizar un Krvopijac, que el nombre que recibían allí los chupasangres, sentaban a una joven virgen sobre un caballo negro y la paseaban por el cementerio. Allí donde no pisara el caballo, es donde se encontraría la tumba del vampiro.
[12] Este ítem es una constante que se repite en todos los relatos tradicionales sobre la condesa histórica.
[13] Película que, por cierto, contó con un guion de Sandro Continenza.
[14] Instalada en Italia, probó suerte en 1979 en el mundo de la música llegando a grabar un disco antes de retirarse definitivamente de los escenarios.
[15] SANTONI, E.: “No niego nada”. Memorias de Espartaco Santoni. El arte de la seducción. Confesiones de un moderno casanova, Consorcio de Ediciones Capriles, Caracas, 1990.
[16] Una práctica habitual, especialmente en el cine de terror español, tal y como narró el productor Josep Antón Pérez Giner, responsable del mítico sello Profilmes: “Se rodaban -paralelamente – algunas escenas «atrevidas» (en realidad ahora serian calificadas «para mayores de trece años») y se rodaban planos complementarios para intercalar o no, según la censura”.” (…)  En nuestras «dobles» versiones pocas veces mostrábamos el sexo de las mujeres y nunca el de los hombres, pero a la hora de rodar, los actores rodaban desnudos, aunque la cámara ocultara su sexo. Algunos actores tapaban sus «partes» con un trozo de tela que pegaban con minúsculo esparadrapo por «pudor». Si pedían en el Ministerio de Fraga Iribarne y compañía la destrucción de las tomas prohibidas (estilo Inquisición Franquista) se ordenaba al laboratorio que destruyera una segunda toma y se conservaba la buena para enviar al extranjero”. (Benitez, C.: “Las dobles versiones en el cine de Paul Naschy” Proyecto Naschy, 12 de marzo de 2011. https://proyectonaschy.com/2011/03/12/las-dobles-versiones-en-el-cine-de-paul-naschy/
[17] GRAU, J.: Opus cit
[18] Película de Jaime de Armiñán en la que, junto a su interpretación en El bosque del lobo (Pedro Olea, 1970) y La cabina (Antonio Mercero, 1972), José Luis López Vázquez demostró su valía más allá de la comedia.
[19] Más allá de la ley (Al di là della legge, Giorgio Stegani, 1968) es uno de los muchos Spaghetti Westerns rodados en régimen de coproducción. En este caso, además de Italia participaron Alemania Occidental y Mónaco. Rodada en Tabernas (Almería), contó con la presencia de Lee Van Cleef y Bud Spencer, entre otros.
[20] M.T.: “Ceremonia sangrienta”. La Vanguardia, sábado, 15 septiembre de 1973, página 43
[21] LÓPEZ SANCHO, L.: “Grau es mejor que Ceremonia Sangrienta”. ABC, jueves, 22 de noviembre de 1973, página 92