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VAMOS DE ESTRENO * Viernes 14 de noviembre de 2025 *

14 noviembre 2025 Deja un comentario

España.  Guionista: Paul Urkijo Productor: Ander Sagardoy, Xabier Berzosa y Ander Barinaga-Rementeria Música: Maite Arroitajauregi y Aránzazu Calleja Fotografía: Gorka Gómez Montaje: Elena Ruiz Dirección de arte: Izaskun Urkijo Género: Fantástico
Reparto: Yune Nogueiras, Ane Gabarain, Elena Irureta, Iñake Irastorza, Xabi «Jabato» Lopez, Erika Olaizola, Elena Uriz, Manex Fuchs
Sinopsis: Montañas vascas, siglo XVII. En plena caza de brujas, Kattalin (Yune Nogueiras) huye de su marido, abandonando el caserío en mitad de la noche. Perdida en la negrura del bosque, siente una presencia que la persigue. En su camino, se topa con tres mujeres que, mientras lavan la ropa junto al río, comparten cuentos de miedo y habladurías del pueblo. Para su asombro, Kattalin acabará convirtiéndose en parte de esas mismas historias.
Paul Urkijo es un viejo conocido de Proyecto Naschy. Ya con sus cortometrajes llamó la atención de Serendipia por su factura y por su rico imaginario. Ahora, la carrera del vasco ya es una realidad con tres largometrajes que han recibido excelentes comentarios de crítica y público. Todos ellos han profundizado en el folklore y la tradición vasca estando ubicados en el pasado, donde se ha nutrido el director de ese rico saber popular para fabular con sus historias en las que la brujería y el diablo siempre estan presentes. Pero se diría que ha sido con Gaua donde Urkijo se ha arremangado y ha penetrado hasta las orejas en la magia negra y el satanismo, montando un film que culmina con un akelarre, una misa negra, tal y como se ha representado en obras e ilustraciones de aquella época, pues en Gaua está  la iluminación de interiores de los maestros holandeses y las pinturas negras de Goya. Todo con tal de trasmitir al espectador las sensaciones de estar presentando tableaux vivents de las ilustraciones de misas negras y reuniones de brujas tantas veces  vistas en libros y tratados de magia.
Y todo ello al servicio de una película amena que podría asemejar una de aquellas de episodios, los que cuenta cada bruja, pero que no lo es, pues en todas las historias tiene un protagonismo especial Kattalin, la protagonista, frágil y a la vez fuerte, que quiere huir de su brutal marido y escaparse de ese sofocante patriarcado, todo lo cual conseguirá mediante sortilegios, pócimas y remedios milenarios atesorados por las sabias del pueblo y, finalmente, uniéndose al sabbath nocturno de las brujas y los brujos de Gaua, donde la noche es para los de la noche.
Paul Urkijo diríamos que con Gaua ha conseguido plasmar su ideario fantástico más tenebroso, reflejar la libertad del individuo como criatura nocturna en contraste con la encorsetada y temerosa de Dios sociedad que vive y obra de día. En la superficie. Ha vuelto a realizar una gran película que, como todas las buenas, disfrazada de cine fantástico ofrece al espectador la enseñanza de que el mal y el bien no siempre tienen los límites tan marcados.
Actores jóvenes como Yune Nogueiras, que precisamente debutó en 2020 con Akelarre de Pablo Agüero, se mezclan en el reparto junto a veteranos como Ane Gabarain, Elena Irureta e Iñake Irastorza, todo ello al servicio de una narración que no tiene ningún agujero y que culminará con un crescendo casi operístico.

DIE MY LOVE (Lynne Ramsay, 2025)

USA. Duración: 118 min. Guion: Lynne Ramsay, Enda Walsh, Alice Birch. Libro: Ariana Harwicz Música: Raife Burchell, Lynne Ramsay, George Vjestica  Fotografía: Seamus McGarvey  Compañías: Black Label Media, Excellent Cadaver, Sikelia Productions. Distribuidora: MUBI Género: Drama
Reparto: Jennifer Lawrence, Robert Pattinson, Lakeith Stanfield, Sissy Spacek, Nick Nolte
Sinopsis: Una pareja joven y enamorada, cargada de ilusiones (Grace y Jackson), se muda de Nueva York a una casa heredada en el campo. Grace intenta encontrar su identidad con un nuevo bebé en ese entorno aislado. Pero al redescubrirse a sí misma tras un periodo de desmoronamiento, no lo hace en la debilidad, sino en la imaginación, en la fortaleza y en una impresionante e indómita vitalidad.

Ocho años han pasado ya desde el estreno de En realidad, nunca estuviste aquí, Lynne Ramsay se prodiga poco, pero nunca ha dado puntada sin hilo. Inició su carrera al final del siglo XX con Ratcatcher, una ópera prima que ya la revelaba como una directora con un universo propio. Cuando este siglo ha cumplido ya su primer cuarto, estamos en condiciones de decir que la escocesa es una de las cineastas más interesantes del siglo XXI. Su cine se aparta de los códigos establecidos por la narrativa clásica, no se apoya en los diálogos ni en la exposición explícita de la historia, trabaja lo sensorial trazando historias en las que lo que construye el relato son las imágenes, los detalles vívidos, la música y el diseño de sonido. Asidua del Festival de Cannes, siempre ha conquistado el corazón de la crítica profesional. Siempre hasta el estreno de Die my love, aquí la radicalidad de sus modos ha sentado el disenso, mientras algunos la consideran su obra más madura, otros han visto un absoluto dislate en el que ha sucumbido a la voluntad de su protagonista, Jennyfer Lawrence, a la sazón productora de la cinta. Y aunque no es una película fácil, no había razón en los aspavientos, al fin y al cabo esta historia de amor y desquiciamiento es coherente con los presupuestos de su directora.

La maternidad tradicionalmente se ha visto como uno de los pilares más sólidos de la sociedad. El amor de una madrecita del alma querida siempre estuvo fuera de toda duda. Madre no hay más que una y se caracteriza por su entrega y su amor incondicional. Y, por supuesto, es el objetivo vital de todas las mujeres, excepto de las desnaturalizadas. Pero los mitos no son para siempre, desde que las mujeres han optado a roles de responsabilidad hasta en las artes creativas y han empezado a hacer oír su voz, la maternidad ha dejado de ser sacrosanta y han empezado a proliferar relatos que hablan de sus aspectos menos idílicos, por citar alguno, ahí está en clave de thriller psicológico la Salve María de Mar Coll, y también dentro de los parámetros del género, pero con mucho humor, Amy Adams nos regalaba un retrato feroz en Canina. Grace, la protagonista del último film de Ramsay, está un punto más allá de la depresión postparto, su vida se ha desnortado, no tiene problemas con el bebé sino con todo lo demás, como le confiesa ella misma al psiquiatra. Su relación con Jackson (Robert Pattinson, genial en su réplica  a Lawrence) siempre fue pasional, y los encuentros sexuales entre ambos eran constantes, el embarazo y la llegada del hijo (sin nombre, es un detalle) lo interrumpe todo, y se va sumiendo en la soledad. Así pues, la película trata sobre la manera en que una mujer se redefine a partir del nacimiento de un hijo y de la soledad que este proceso conlleva. El aislamiento maternal ya estaba en Tenemos que hablar de Kevin (2011), pero si el personaje interpretado por Tilda Swinton guardaba su tensión en su interior, Grace, al redescubrirse a sí misma tras un periodo de desmoronamiento, no lo hace en la debilidad, sino en la imaginación, en la fortaleza y en una impresionante e indómita vitalidad. Sin duda el personaje se beneficia de la enérgica impetuosidad de Jennyfer Lawrence cuya interpretación merece un aparte propio.

Los ojos violetas de Liz Taylor fueron en 1958 los de Maggie Pollitt, una mujer joven y hermosa, frustrada por la falta de intimidad con su esposo, que lucha contra la mendacidad y la opresión social en el sur de Estados Unidos. «¿Sabes cómo me siento? ¡Me siento todo el tiempo como un gato en un tejado de zinc caliente!«. También vemos a Lawrence, con sus acuosos ojos claros, gatear entre las hierbas antes y después del nacimiento del bebé, primero atrayendo a Jackson hacia ella, para ser ignorada por él después del natalicio. La insatisfacción personal hace reaccionar a ambos personajes femeninos, pero la deriva de Grace es más errática. Y más dramática. Lawrence, como la Taylor, se muestra como una actriz de personalidad arrolladora, capaz de abrirse en canal prestando su carnalidad al personaje. La deriva de Grace en manos de la ganadora del Óscar en 2012 (con sólo 22 años), tiene algo de hipnótico, nos fascina y nos abruma como esas escenas de accidentes mostradas en cámara lenta. Frente a una cámara exigente e invasiva, su interpretación es física y extrema, pero dista mucho de darnos un personaje plano por exceso, al contrario la actriz (junto con el trabajo de la directora) obra con esmero para extraer de Grace una inocencia infantil que nunca resulta condescendiente. Los destellos de ira y violencia de Lawrence se equilibran con su sutil sentido del humor en escenas clave. Lawrence se desnuda física y emocionalmente, entregándose por completo a Grace, y formando un excepcional tándem con Ramsay. Así, visceral, desgarradora y con un humor muy negro y muy ácido, Die my love impacta como un mazazo gracias a la visión implacablemente sombría de la vida doméstica.  «¡Pues salta del tejado, salta! ¡Los gatos pueden saltar de los tejados y aterrizar sobre sus cuatro patas sin hacerse daño!«, sólo queda luchar por ser, aunque eso implique no permanecer más en el tejado. Grace definitivamente huye hacia adelante.

La forma en que Ramsay explora la maternidad va mucho más allá de lo superficial, adentrándose en los matices emocionales y físicos que acompañan este proceso. No idealiza ni demoniza, sino que muestra la ambivalencia de sentimientos. Y es que Die my love no pretende ser entendida, por eso no vacila a la hora de complicar la línea temporal del relato, llegando a tener por momentos un aire onírico de irrealidad, Die my love lo que busca es ser sentida emocionalmente en nuestro interior. Después de todo habla de amor, en palabras de la propia Ramsay: “en el corazón de esta historia está la complejidad del amor y cómo puede cambiar y transformarse con el tiempo. Mi objetivo era mantenerlo con los pies en la tierra, humano, espontáneo y divertido a veces, capturando los momentos que parecen pequeños pero que tienen mucho peso. Esta película es para cualquiera que haya estado en una relación: hay angustia y belleza en la vulnerabilidad”. Estamos ante una obra que desafía los convencionalismos, presentando un retrato valiente y sincero de la maternidad y la identidad femenina, dejando una huella imborrable en quien se atreve a mirar más allá de la superficie.

 

Diario de Serendipia en Sitges 2025: Tercera cápsula

13 noviembre 2025 Deja un comentario

Hoy tenemos cosas importantes. Nos tenemos que decidir entre Gaua, la última película de Paul Urkijo y We Bury the Dead y, sabiendo que más adelante habrá pases de prensa en Barcelona de la cinta del  vasco, nos decidimos por la del australiano, aunque su protagonista, Daisy Ridley haya anulado su presencia en el festival en el último momento. Pero hay más: animación, cine para toda la familia y el reencuentro con el maestro Mariano Baino. 

Serendipia comienza el día en Tramontana con We Bury the Dead, que como Oficial Fantàstic Competició, pasea al espectador por un paisaje apocalíptico tras un catastrófico experimento militar que diezma la población de Tasmania, lugar en el que se encontraba el marido de Ava (Daisy Ridley). Pero tras producirse unos escalofriantes efectos no esperados cuando algunos de los cadáveres muestran signos de vida, Ava decide unirse a una “unidad de recuperación de cadáveres” con la esperanza de encontrarlo todavía con vida, muerto o… revivido.  Narrada desde el dolor y la esperanza de la protagonista, We Bury the Dead añade un enfoque original y emocional al tema de los zombis mostrándolos como lo que fueron antes de morir: seres humanos. Así que olvídense de devoradores de cerebros pues, como suele suceder en tantos y tantos relatos de no muertos, los peores de la función son los vivos. Hilditch se instala en una perspectiva humanista, el motivo del regresado de la muerte le sirve para reflexionar sobre qué nos da carta de naturaleza, cuál es la esencia que nos define, y qué supone la muerte en nuestra existencia. El dolor y el humor se aúnan en su retrato y, paradójicamente si se quiere, cuando más lírico se muestra, más sobrecogedor resulta. Parte de la crítica lamenta, de hecho, que no descarte todos los tópicos, y, en ocasiones, seguramente la motivación de avanzar en la trama, caiga en una imaginaria más gastada y que en algunas ocasiones los revividos sean más agresivos,  tengan peor aspecto y anuncien su llegada con un escalofriante crujir de dientes. A Serendipia, sin embargo, le pareció una película suficientemente calibrada, que maneja bien sus ingredientes y regala algunas imágenes poderosas para la memoria, como ese cadáver en vida dando sepultura a los suyos. Y es que ya nos sentíamos atraídos por el director de la función, el australiano Zak Hilditch que ya había demostrado pericia a la hora de caminar por parajes apocalípticos, tan solo hace falta recordar la magnífica Las últimas horas (These Final Hours, 2014), con la que el director participó en una edición anterior del festival.

Kenichiro Akimoto (Foto: Serendipia)

Buen comienzo de jornada y corriendo a l’Auditori para ver la primera participante en la sección Anima’t que Serendipia se iba a meter entre pecho y espalda. All you need is Kill (Kenichiro Akimoto) es, por supuesto, una cinta de animación, en esta ocasión procedente de Japón que adapta una novela de 2004 de Hiroshi Sakurazaka que se adaptó al manga en 2014 y, ese mismo año, se convirtió en un film de imagen real en Estados Unidos como Al filo del mañana (Edge of Tomorrow, Doug Liman, 2014). La historia, como en el manga y el filme, gira en torno a un bucle temporal que obliga a su protagonista a revivir la misma batalla cada vez que muere. La diferencia radica en el tono: lejos de resultar reiterativo o agotador, Akimoto logra dotar de ritmo y curiosidad a cada nuevo ciclo. La repetición se convierte en aprendizaje, y el aprendizaje en desesperación, pero también en humor. Hay momentos en los que morir se vuelve casi cómico, mientras que en otros el dramatismo se impone con crudeza. Una obra de ciencia ficción bélica muy imaginativa, que equilibra acción y reflexión sin perder su espíritu de entretenimiento. No defraudó las expectativas, tampoco, por lo que hace relación a su apartado visual.

Con un rodaje que duró cuatro años, según detalló su director que presentó la proyección, All you need is Kill tiene una animación 3D para los fondos, aunque para los personajes se decanta por un dibujo lineal que aleja visualmente al film de los animes más habituales. Las líneas duras y los trazos que esquivan las redondeces alejan a los personajes de los estereotipos estéticos del manga comercial, lo que les otorga una personalidad diferenciativa, casi acercándolos al cómic occidental. Una cinta interesante, como todas las que Serendipia disfrutó provenientes de Japón en esta 58 edición. Pero no podíamos demorarnos a relamernos, tocaba abandonar la sala grande y cambiar radicalmente el tercio.

Coralina Cataldi-Tassoni y Mariano Baino (al fondo) presentando su película en Tramontana (Foto: Serendipia)

Vuelta a Tramontana para ver la esperada por Serendipia Astrid’s Saints, tercer largometraje (o segundo, según como se mire) del director de culto Mariano Baino tras Dark Waters (1993). Un film cuyo rodaje se ha prolongado durante 14 años y que es un cuento de hadas con santos y oraciones en vez de duendes y brujas, un tanto abstracto, en el que está esmerada la puesta en escena. Cada uno de los planos que dan cuenta de la acción y su escenario tiene pleno sentido narrativo (o poético), el duelo de Astrid se escenifica en un universo hierático formado por un sistema de cuevas, auténticas catacumbas, iluminadas con velas y en las que la iconografía cristiana tiene todo el protagonismo, la partitura y los efectos de sonido, partes también de la narración, hacen el resto. Astrid (una gran Coralina Cataldi-Tassoni), una madre afligida por la muerte de su hijo, deberá desentrañar los misterios que la unen a otras madres en duelo, a sus hijos, y también a los jóvenes santos a quienes todas ellas adoran. Desgarradora exploración de la psique de una mujer atravesada por la pérdida que, a través del realismo mágico, encuentra su equilibrio entre lo sobrenatural y el sufrimiento terrenal. Una conmovedora historia sobre la fe y el poder de la oración.

Una pieza de orfebrería que requeriría de más de un visionado para apreciarla por completo. En este espacio habremos de limitarnos a esbozar la somera explicación de su esencia que un primer contacto con ella nos deja como fondo de paladar. Casi experimental, la cinta no se apoya en la acción y el diálogo, el esfuerzo compositivo se centra en la fuerza de las imágenes convenientemente sazonadas con un diseño sonoro tortuoso y atormentado (obra de la propia Cataldi, que a la par es coguionista) que da razón de una deriva mental, la de la protagonista y su conflicto. No estamos ante una peripecia, ante un obrar en el mundo, sino que los recovecos de esa casa-cueva que sirve de escenario son una prolongación del profundo laberinto que atraviesa la mente de la protagonista. Así, no quedará claro si los encuentros con otros personajes, todas mujeres atravesadas por la pérdida de sus vástagos, se da más allá de su imaginación, la película flirtea continuamente con la irrealidad y la atmósfera surreal. No avanza el filme fundamentándose

en el diálogo, repetimos, pero ello no significa que no haya verbo: las palabras brotan incesantes de la voz de Astrid, repetidas y repetitivas, como una tonadilla infantil, quizás mejor como una letanía religiosa, como si tratará con ello de conjurar la acción de lo sobrenatural para resucitar a su niño. Resucitarle para salvarle. Resucitarle y salvarse ella. Pero en el sentido profundo que tiene la salvación para un creyente, como consecución de la bienaventuranza, la felicidad humana máxima, en la Gloria. El uso de la imagenería hagiográfica no es una mera cuestión estética, va más allá, desde su función como secuenciación de lo relatado (cada santo un día, un episodio), hasta su significación en el subtexto que fluye bajo la superficie de las imágenes. Baino sigue siendo una especie de Igmar Bergman experimental que se interroga sobre el valor de la fe y la posibilidad de obtener respuesta trascendente, si el sueco nos abocó al silencio de Dios, el italiano nos instala en la duda, pero una duda que, inversa a la de Hamlet, no impide actuar. Y es que, circular y reiterativa, como un laberinto minimalista, en el centro de la reflexión está la espiritualidad femenina (no en vano Cataldi es pareja y musa, pero también coautora). Astrid lleva la práctica de la fe hasta su manifestación más extrema, como aquellas muradas medievales, mujeres que elegían ser emparedadas en los muros de la ciudad para obtener el beneficio del diálogo con lo divino, Astrid con su hábito de eremita se arroga el Don del Martirio y ejercerá sobre ella misma el sufrimiento como acto de caridad suprema capaz de vencer la mortalidad y poner en su lugar la redención.

Astrid’s Saints es un drama litúrgico que extrae belleza del horror. Críptica, desgarradora y edificante a partes iguales, bien está que haya sido seleccionada en un festival de cine fantástico. Porque está más allá de las categorías estanco, pero, desde luego, como la fantasía, está diametralmente enfrentada a cualquier vocación de realismo. Una Noves Visions de las de antaño que satisfizo por completo a Serendipia, despertándole el deseo de repetir sesión (aunque es consciente de que eso será muy difícil). Bravissimo film!

En contraste con la oscuridad del film italiano, la luminosidad de La leyenda de Ochi (The Legend of Ochi, Isahia Saxon) nos esperaba, a continuación, en nuestra estancia en Tramontana, otra incursión de Serendipia en una pieza perteneciente a la sección Oficial Fantàstic Competició que igual que la anterior la satisfizo por completo. Y es que Serendipia es una entidad cinéfaga de gustos eclécticos. También somos un ser contradictorio, como todo aquel que se precie, capaz de dejarse llevar y sorprender por lo moderno y, a la vez, pensando en clásicos como El ladrón de Bagdag de 1940, pronunciar boutades tales como que, llegado cierto punto en la vida mejor sería encerrarse en el refugio de la propia colección y repasar en bucle aquellas obras de las que el resto no son más que notas a pie de página. Las chanzas son sinceras y nunca carecen totalmente de verdad, pero la temperancia es un grado, el «nunca demasiado» délfico es la luz guía de Serendipia y por eso mantiene intacta su capacidad de disfrutar de operas primas como La leyenda de Ochi que, salvando las distancias, como la cinta de Michael Powell, está imbuida del sentido de la aventura.

La simbología de la aventura está ligada a lo extraordinario y el riesgo, también a la incertidumbre que nos mueve a la búsqueda del sentido. Su origen latino, adventura, significa «lo que ha de venir», lo que implica un futuro ignoto y, por extensión, cualquier suceso fuera de lo común. Representa una experiencia emocionante que puede involucrar peligro y una meta importante, está en la raíz del viaje del héroe definido por Joseph Campbell que describe un patrón común en muchos mitos e historias, donde un personaje sale de su mundo ordinario para enfrentar desafíos en un mundo extraordinario, y regresa transformado. Esa es la estructura narrativa de La leyenda de Ochi. Veamos de qué iba la cosa: Yuri (Helena Zengel) ha sido educada para temer a las criaturas del bosque conocidas como Ochi. Sin embargo, cuando descubre a un bebé Ochi abandonado por su manada, se embarca en un peligroso viaje para reunir a la criatura con su familia. A medida que Yuri se adentra en el bosque, se enfrenta a peligrosos desafíos y aprende relevantes lecciones sobre el valor, la amistad y la importancia de proteger la naturaleza. Relato de encuentro entre una criatura formidable y un humano inadaptado a su grupo, transita terrenos ya circulados por obras anteriores, rápidamente nos viene E.T., el extraterrestre a la memoria, pero también La historia interminable y, aunque sólo sea por el diseño de la criatura, los Gremlins de Joe Dante, quien, por cierto, estaba en la sala. Pero que tenga esos puntos en común con obras precedentes, no la convierte en una de esas meras péliculas nostálgicas tan en boga, y aunque, como señalan algunos, aspectos de su trama como la relación fracturada de Yuri con sus padres no quedan suficientemente fundados, La leyenda de Ochi brilla con luz propia porque en su espíritu, en su alma conductora, están inscritos modos narrativos de un cine de otras épocas, de aquel que fue capaz de crear mundos improbables, pero totalmente creíbles y fascinantes. La pieza de Isahia Saxon es cine de otro tiempo, de aquel que tenía fe ciega en las aventuras que narraba y, así, era capaz de transferir al espectador la magia recreada por sus imágenes. El aspecto visual es casi un personaje más, justo aquel que nos permite abandonar con la mente el patio de butacas y sentir que atravesamos la pantalla y somos parte de la historia. Nos conecta con nuestro asombro infantil. Y si evoca con autenticidad tiempos más sencillos y mágicos es porque nos invita a un mundo imaginario que nos resulta tangible gracias al uso de efectos prácticos tan distintos a la frialdad de los generados por computador.

Creados mediante una combinación de animatrónica, marionetas y actores disfrazados, los Ochi son una maravilla del cine. Pasamos la mayor parte de la película con el pequeño Ochi cuyos movimientos oscilan entre lo adorable y lo feroz, todos ellos completamente creíbles. Cada respiración y expresión suya están tan llenas de energía que a veces resulta fácil olvidar que esta criatura es una marioneta que cobra vida gracias a siete hábiles titiriteros, y no un animal real. Y no sólo es lo que afecta a las criaturas, la recreación del espacio en el que transcurre la aventura es igual de fabulosa. La ficticia isla de Carpathia, envuelta en niebla, está también magníficamente recreada.  El matte painting, los decorados artesanales y la fotografía de estilo retro de Evan Prosofsky se combinan para crear un escenario que parece a la vez hiperrealista y de otro tiempo.  Si faltara algo, donde no puede llegar lo visual ni el guion literario, lo pone la banda sonora de David Longstreth. La música es parte integral de la narrativa, ya que el idioma ochi es en sí

mismo una forma de música, lo que permite que la banda sonora y el idioma se complementen a la perfección. La suma de todos estos elementos técnicos, artesanales, arte en sí mismos, elevan la película a la atalaya en la que permanecen las leyendas. Un prodigio. Y fantasía con moraleja, pues al deseo humano de doblegar la naturaleza a su voluntad, le enfrenta la necesidad de que el objetivo colectivo sea aprender de su sabiduría. Cuenta con la participación, siempre bienvenida, de actores de la talla de Willem Dafoe y Emily Watson cuya presencia no hace más que redondear esta película que encandiló, tal y como nos dijo, incluso a Joe Dante. Y es que el director de Matinee también sabe mucho de la necesidad de la mentira del cine como vehículo revolucionario que nos permite creer en que un mundo diferente es posible.

Y felices y con el cántico de los Ochi todavía en la cabeza, Serendipia se retiró a sus aposentos pues el festival de Sitges no ha hecho más que comenzar y es necesario reservar energía para las jornadas que restan.

 

Mientras tanto, hordas de Zombis  han invadido la Blanca Subur: se celebra una nueva Zombi Walk y Sitges está lleno de devoradores de carne. Les dejamos con el spot de este año:

Categorías: Sitges Film Festival

Diario de Serendipia en Sitges 2025: Segunda cápsula

12 noviembre 2025 Deja un comentario

El festival ya ha despegado y hoy Serendipia verá algunas cosillas con más ingrediente fantástico, bastante más, que lo que vio ayer. Hoy viernes habrá más variedad y habrá tiempo para el despiporre sangriento, la comedia  e incluso la experimentación, pues ya teníamos muchas ganas de ver cómo se desenvolvía nuestro amigo Indi, protagonista de ‘Good Boy‘, por el cine de terror. También habían llegado al festival presencias tan agradables como la de Joe Dante o Barbara Crampton y por haber… hasta presentábamos dos libros. Un día cargado, que se dice. Vamos con él. 

Serendipia comienza la jornada en l’Auditori, donde verá una película perteneciente a la sección Oficial Fantàstic Competició muy relacionada con la temática de esta edición del festival, el binomio humor-terror, pues Death of a Unicorn es una comedia con tintes fantásticos que se inicia cuando los protagonistas de la trama, un padre (Paul Rudd) y su hija (Jenna Ortega), atropellan a un animal que resulta ser un mitológico unicornio de cuerno multicolor,  cuando se dirigen a un retiro de fin de semana en la mansión de su multimillonario jefe (Richard E. Grant). De manera casual se darán cuenta de que el cuerno y su sangre tienen unas propiedades curativas que el avaro jefe buscará explotar. Pero con lo que no contará es que el gracioso unicornio revive y… es una cría cuyos padres andan buscando. Opera prima de Alex Scharfman, el film cuenta con una eficaz banda sonora de John y Cody Carpenter y la participación de la muy popular Ortega. Su mucha fantasía y su, todavía más, hemoglobina de mentirijilla la convierten en un bocado ideal para un entorno festivalero. No puede faltar nunca una cinta que combine los efectos casi gores y el humor para todos los públicos en las pantallas suburenses, interludios para no pensar demasiado y dejarse llevar por su diversión trivial. Así, Serendipia la puso en relación con Hay algo en el granero (2023) una curiosa película de producción noruega dirigida por Magnus Martens que pudo verse en la Edición 57 en la que el ser fantástico de aspecto entreañable que acaba desatando un festín de sangre era un gnomo. La película de 2023 tuvo más fortuna que la presente, pues fue distribuida en los cines de nuestro país de la mano de A Contracorriente Films, mientras que la película de Scharfmen está disponible en plataformas desde el 20 de octubre, donde se lanzará directamente sin pasar previamente por cines más allá del circuito de festivales.

Aún con la sonrisa perfilada en los labios por el negro humor de Death of a Unicorn, Serendipia se dirige a Tramontana para ver más humor, en este caso salvaje, de la mano, o mejor decir zarpa, de Primate, una clasicona propuesta de Johannes Roberts, un director británico que en su  carrera, que lleva lo que va de siglo, se las ha visto con vampiras, arañas o tiburones y que ahora lleva al espectador al interior de la adinerada casa de los protagonistas, donde hay un encantador chimpancé. Allí se nos presentará a los jóvenes protagonistas, el  chimpancé será contagiado de la rabia al ser mordido por una mangosta y… Voilà! ya tenemos servido el terror. Lo que diferencia Primate de otras propuestas similares es que para el mono se ha desechado utilizar efectos digitales y se ha preferido contar con un pequeño actor ataviado con un disfraz con unos resultados desiguales. Pero lo importante es la cuenta de cadáveres que hará este simio asesino al modo de un slasher, con mucha sangre y diversión, convirtiendo Primate en una de las favoritas entre el público más desprejuiciado. Primate tendrá estreno en salas de la mano de Paramount.

¡Qué diablos! Entre tanta propuesta enrevesada y relamida que busca el fantástico casi en el trasfondo, también apetece ver a una bestia desatada con hidrofobia matando adolescentes o unicornios asesinos. Y para entender este contraste tenemos el siguiente film, Mother’s Baby, una propuesta algo más elevada, pero con una  conclusión de serie B que no pensamos desvelar, faltaría más.  Veamos su trama: Julia (Marie Leuenberger), una directora de orquesta de 40 años, y su pareja, Georg (Hans Löw), ansian tener un hijo cuando el Dr. Vilfort (un inquietante Claes Bang al que muchos recordarán por el polémico Drácula de la miniserie de Netflix), les ofrece una esperanza. De hecho, Julia se queda embarazada tras pasar por un tratamiento en la clínica del médico especialista en fertilidad. El parto no sale según lo planeado y se llevan al bebé inmediatamente, dejando a Julia sin saber qué ha pasado. Cuando se reúne con el niño, Julia se siente distante. Tanto que empieza a dudar de que sea realmente su hijo.

Johanna Moder (Foto: Serendipia)

Dirigida por la austriaca Johanna Moder, esta coproducción entre Austria, Alemania y Suiza que participó en el festival dentro de la sección Oficial Fantàstic Competició, incide en los miedos femeninos, en especial la depresión post-parto, de manera que si no tuviera el final que tiene, Mother’s Baby sería, tal y como lo definió su directora en la presentación, «una historia terrorífica, no un film de terror«. Moder se ha enfrentado a su tercer largometraje como directora y guionista para lanzar una inteligente crítica a los desequilibrios de la conciliación que todavía persisten en nuestra época en una espiral de alucinaciones y descubrimientos macabros. En su film seremos testigos de procedimientos médicos normales que son muy anormales, así como protocolos inhumanos. Todo lo cual viene subrayado por una banda sonora que lleva al espectador a que vea que tras tanta normalidad, algo no marcha como debería y que algo oscuro va a suceder.

Y de los miedos maternales a los miedos animales. Good Boy (Ben Leonberg) es un experimento que queríamos ver desde el momento en el que supimos de ella, pues está protagonizada por un simpático perro, Indy, que, interpretándose a sí mismo, se enfrentará a todo lo que acecha en la noche, y más cuando junto a su dueño Todd (Shane Jensen), se muda a una casa en el campo que, para sorpresa de nadie, resultará estar encantada. El cachorro, atormentado por visiones de la muerte del anterior propietario, deberá luchar contra unas fuerzas malignas que intentan arrastrar a su dueño al más allá. La película está muy bien interpretada por su perruno protagonista, que francamente, debería haber accedido a alguno de los premios a esa categoría del festival, como lo fue en el SXSW 2025, dónde fue galardonado con el «Howl of Fame» (Aullido de la Fama). Pero tras la buena interpretación del animal también está la pericia del debutante Leonberg que declaraba: «para conseguir escenas en las que parece que Indy está enfadado o asustado, lo que ocurre en realidad es que Indy está colocado de tal forma, con la mirada fija en la cámara o fuera de la pantalla, y mi mujer y yo estamos detrás de la cámara diciendo cosas como ‘bocadillo de jamón’, que no significa nada para él, para que incline la cabeza ligeramente. Y como es muy inteligente y está muy centrado, intenta entender lo que queremos. Si coges ese material, lo editas, lo iluminas correctamente, añades la música siniestra, el diseño de sonido, quitas las voces reales, sugieres al público a través del poder del cine que esto da miedo, la audiencia hace los números: el perro está asustado. Pero el perro solo está intentando entender. La narración hace que te asustes, y el público lo proyecta en el personaje. Ese efecto es el motor que impulsa gran parte de la película». La magia del cine y los códigos compartidos se alían para sumarle un significado aterrador a las imágenes, las expectativas del receptor se proyectan sobre lo mostrado y determinan la interpretación final. Así, conocer de antemano que en toda la tradición las mascotas implicadas en un relato de terror no llegan más allá del primer acto, añade una tensión y una angustia que atrapan la atención y las ganas de saber más. Eso estuvo en buena medida bajo el éxito viral del lanzamiento del primer trailer, después de tres años de rodaje.

 

La inquietud por la suerte de Indy, que llevó a unos registros históricos de la búsqueda en Google sobre si el perro muere o no al final, se tradujo en más de un millón de visualizaciones en apenas 24 horas. Esta extraordinaria acogida llevó a IFC Films a cambiar radicalmente su estrategia, pasando de un estreno limitado a una distribución amplia en cines. Y, sin embargo, las mismas expectativas generadas, la idea preconcebida en los espectadores por la propia viralidad, han sido responsables de la tibieza en la recepción del filme una vez visto al completo. Todos tenían claro, crítica especializada incluida, que Good Boy era el fénomeno de la temporada, una cinta de terror con la originalidad de ser contada desde un punto de vista novedoso, la mirada de Indy, y eso y nada más es lo que todo el mundo estaba dispuesto a ver. Pero, Good Boy no es sólo original en el punto de vista, porque no es una mera historia de hogar máldito, la gracia final está en su giro final que nos revela a la cinta como un auténtico drama de final agridulce. Cualquier juntaletras que se precie es consciente de que el final debe resultar sorprendente, pero no impuesto, el lector debe tomar conciencia de que esa sorpresa estuvo siempre ante sus ojos desde el planteamiento del conflicto. Así ocurre en la opera prima que nos ocupa, la secuencia inicial es clave porque es la que va a dar sentido al final y la que va a permitirnos explicar la naturaleza de las visiones y pesadillas de Indy. Good Boy no es una pieza más en el tópico, al contrario, como ocurre, por ejemplo, en Relic el tópico está puesto al servicio de un tema mucho más humano y lacerante que una mera maldición sobrenatural. Y hasta aquí podemos leer sin caer en el spoiler, un sólo consejo, si ya vieron Good Boy y no le acabaron de pillar la gracia, si les decepcionó en parte, vuélvanla a ver. Y si no la vieron, olviden las expectativas propias y los comentarios a pie de sala de quienes la vimos antes. Muchos se (nos) equivocaron.

Debiera reflexionarse algún día sobre la paradoja de que los festivales son las únicas plataformas para poder ver ciertas películas que sin ellos quedarían en los trasteros de lo no compartido, pero, simultáneamente, por el afán de abarcar cuantos más títulos mejor, el público está demasiado sobreestimulado como para comprender en un sólo visionado lo que acaba de ver (también habría que hablar largo y tendido sobre la imperiosa necesidad de ser el primero en opinar y ser la estrella de las Redes Sociales).

fotos: Quim Crusellas

Y en esta segunda jornada se cumplieron los quince minutos de fama de Serendipia. Ello gracias a la oportunidad que nos ofrecía Fnac y el festival para presentar nuestros dos últimos libros. Dos monumentales trabajos: Siempre nos quedará Pekín y Japón Ibérico, ambos producto del encargo de nuestro amigo Quim Crusellas para su festival Nits de Cinema Oriental de Vic. Unos trabajos en los cuales hemos hablado de las sinergias y cinergias entre la historia y el cine de Hong Kong, China y Taiwan y el español y de la  historia y el cine japonés y la  española y hemos encontrado todo un universo de convergencias que han conseguido que completemos 400 páginas en cada uno de los tomos. Entrar en detalle sería largo y tedioso, pero queremos hacer constar que la presentación contó con el propio Quim, que hizo un pequeño prolegómeno y pasó el testigo a Josep Rodríguez, maquetador de ambos libros, que realizó una florida presentación y nos realizó algunas preguntas con las que intentamos no aburrir al respetable que se congregó, sin duda, esperando algún tipo de espectáculo al uso, a todos los cuales queremos agradecerles encarecidamente su calor y presencia, así como la confianza demostrada a los que se aventuraron a adquirir alguno de los dos libros o incluso ambos.

Ahora sí, con todo el trabajo hecho, Serendipia vuelve a casa…¡No! Pues hubo que celebrar y mojar como es debido nuestra presentación, alargándose la sobremesa hasta, eso sí, una hora prudencial de la noche, pues al día siguiente nos esperaba otra jornada cinéfaga.

Y finalmente un tráiler que hemos encontrado escarbando en los baúles del audiovisual del festival. Un spot alternativo que, que nosotros sepamos, no se vio en ninguna pantalla del festival y en el que conviven el bien y el mal. El payaso «bueno» y el payaso «malo» y que, dada su duración, afortunadamente no se utilizó, decantándose el festival por el que pudimos ver en la primera cápsula

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Diario de Serendipia en Sitges 2025: Primera cápsula

11 noviembre 2025 Deja un comentario

Había llegado el momento, ya era jueves día 9 de octubre. La nevera estaba llena, la ducha matinal había hecho su efecto y el bocadillo de media mañana ya estaba en la cartera. Serendipia estaba, ya acreditado, nuevamente en Sitges, con el festival listo para estrenar. Había nervios pero no tensión y la ropa olía a limpio. Ya eran la ocho y salimos del lugar que durante esta edición volvería a ejercer de hogar y en esta ocasión comenzaríamos por una sala que no habíamos pisado, Escorxador, cuarto espacio del festival. 

Especie de Tramontana en miniatura l’Escorxador es, sin lugar a duda, el peor espacio del festival. Pero no por la pantalla o por lo reducido de sus dimensiones, lo que llama la atención es que sus butacas tienen una inclinación que las hace muy incómodas. Pero no olvidemos que se trata de una solución que se ha hecho mientras El Retiro se encuentra en obras de remodelación. Unas obras que, según hemos podido saber de buena tinta, van a dejar una sala memorable,  moderna y con todos los adelantos. Ya tenemos ganas de que sea una realidad.

Pero vamos a por las películas, que es de lo que se trata. Y Serendipia comienza con una Noves Visions, The Infinite Husk, una económica producción norteamericana en la que los alienígenas, como aquellos ladrones de cuerpos, ocupan cadáveres humanos como si fueran cascarones. Desde ahí descubrirán las miserias y ventajas del ser un humano. Temas como el racismo o el machismo saldrán a colación y harán de esta pieza de cámara mucho más que una historia de invasiones alienígenas. Repetimos, con escaso presupuesto, pero con una inteligente puesta en escena y unos actores eficaces, su director y guionista, Aaron Silverstein, debuta en el largometraje con una obra que guarda puntos en común con Pi, fe en el caos (Pi, 1998) la también opera prima de Darren Aronofsky. Si el protagonista de Aronofsky busca las pautas de regularidad del universo y su apariencia caótica en los números, Silvernstein nos presenta unos personajes que indagan la naturaleza del lenguaje partiendo de la premisa de que no hay conocimiento fuera de él, así, encontrar el fundamento del lenguaje es tanto como descubrir la esencia de lo real, la explicación total del Todo. Ciencia ficción existencialista ambas cintas, las dos operas primas comparten también el haber utilizado para su desarrollo los mimbres del thriller, porque The infinite husk se viste de noir (como en su día Blade Runer) cuando nos muestra las calles de un L.A. turbio, el Los Ángeles de los márgenes y los marginados, contribuyendo en la creación de la atmósfera tensa (y densa) que requieren la trama y su subtexto. Hay una pátina de pesimismo en su exploración de la condición humana, pero no todo nihilismo es paralizante, en el caso que nos ocupa todo está pensado para dejar entrever que en lo sórdido se puede hallar la belleza y que en la deficiencia de lo humano puede tener cabida la esperanza. Paradójica en si misma, esta cinta pausada en su tempo (abundan unas larguísimas conversaciones punteadas de café) es enérgica y vibrante en su concepto. No fue un mal despertar para Serendipia, siempre es estimulante enfrentarse a una película que está concebida como acicate para el debate intelectual ¡A por más!

Nueva caminata de vuelta a l’Auditori, donde nos esperaba la película inaugural de esta 58 edición del festival, Alpha, la tercera película de Julia Ducournau y la que muestra a su directora y guionista como la creadora de complejos universos que es. La película nos presenta a Alpha (Mélissa Boros), una niña de 13 años que vive con su madre (Golshifteh Farahani) y cuyo mundo se derrumbará cuando aparezca con una A tatuada en el brazo. Ese tatuaje hará barajar en el argumento del film temáticas como la enfermedad (¿el Sida?); la adolescencia y los problemas sociales que atañen a las clases menos favorecidas, sirviendo como argamasa de todo ello la sangre. Mucha sangre.

Ducourneau se estrenaba en Sitges hace nueve años con una opera prima que le mereció una tripleta de premios (Dirección novel, Melies de plata, Mejor película Jurado Joven), Crudo (Raw, 2016), cinta en la que ya estaban los intereses temáticos que iban a definir a la cineasta como futuros rasgos de autoría. Lo que descubrió Sitges pareció confirmarlo Cannes al concederle en 2021 la Palma de Oro por su segundo largo, Titane (Sitges la relegó al fuera de competición), una obra que no concitó la unanimidad, pero sí fue respaldada por una aprobación mayoritaria de la crítica. No hay dos sin tres, Alpha también compitió este año (2025) por la Palma de Oro, pero esta vez recibió auténticos varapalos por parte de la prensa especializada. En este espacio no podemos hacer un estudio pormenorizado de los argumentos aducidos, pero sí podemos decir que lo que se le censura a Alpha es, en muchos casos, lo mismo que se le elogiaba a Titane, a saber, su extrañeza, la insondabilidad de las metáforas, su dificultosa estructura narrativa. La crítica profesional todavía se arroga el papel de crear y destruir ídolos (otra cosa es que tenga el poder de influencia que tuvo en el siglo anterior), por suerte, tampoco en este caso el juicio es unánime.  Mientras Nando Salvá (como botón de muestra) la define como «rotundo fiasco«, Ángel Quintana la considera «una película importante de una cineasta que no cesa de buscar nuevas formas para pensar y representar el cuerpo«. A Serendipia le gustaría hacer un análisis comparativo pormenorizado de las tres piezas de Ducorneau, pero tampoco este es el espacio para ello, baste una apreciación aproximada: la francesa, es una de esas directoras que juegan en liga propia, que no pueden ser comparadas con otros coetáneos, tiene un universo personal muy rico que indaga en cada cinta, como si se interrogara a sí misma, por eso en sus cintas hay afinidades temáticas y formales, aunque no siempre resueltas con el mismo resultado de acierto, pero nunca desdeñables. Tampoco Alpha debiera haber sido menospreciada. Como en Crudo, nos encontramos con esos ambientes adolescentes opresivos, como en Titane se explora el horror de la deformidad del cuerpo como manera de indagar los límites de lo humano, en las tres hay un destino final de todo el esfuerzo: al final lo único que vale es el amor, una premisa que ha ido cobrando cada vez más protagonismo, el cierre de Alpha lo evidencia, extraño y no sabemos si suficientemente fundado en la narración, pero sí que es bello, un vuelo hacia lo poético para concluir que el amor perdura incluso cuando los cuerpos se desmoronan.
Concluimos. Más un drama social, en el que Cronenberg se da la mano con de la Iglesia (con Eloy), el fantástico tan solo se muestra en los estragos que afectan a los infectados, con ese casi poético fin que nos propone, elementos que hacen que el film resulte sobrecogedor, doloroso e incluso duro y que confirman a Ducournau como una importante voz a tener muy en cuenta.

Las flamantes primeras filas del Tramuntana

Serendipia ya va calentando motores. Ya ha pasado por l’Auditori y l’Escorxador, ahora es momento de ir a la sala en la que es acogido con más calor, Tramontana. Allí puede sentarse en primeras filas, al contrario que en el resto de salas, donde la prensa es relegada a ponerse detrás, en la lejanía. Allí le esperan dos películas seguidas con las que dar la jornada por finiquitada en lo que a cine respecta, comenzando con otra Noves Visions, The True Beauty of Being Bitten by a Tick de Pete Ohs, director que ofrece, en su séptimo largometraje, una curiosa pieza de esas que encajarían a la perfección en un festival como Americana. El film nos cuenta la visita de una mujer (Zoë Chao) a la casa de campo de una amiga, donde espera recuperarse del dolor que le ha causado la muerte de su perro. Allí se encontrará, además, a una pintoresca pareja de invitados. Entre gastronomía de diseño no siempre gustosa y juegos, todo cambiará cuando ella sea picada por una garrapata. La acción se tornará inquietante, tragicómica, mezclando lo idílico y lo pesadillesco.

Remitida a una (¿supuesta?) cita de Baz Luhrmann, «Una vida vivida con miedo es una vida a medias«,  esta picadura de garrapata resulta inclasificable. Es la extrañeza la que te invade cuando abandonas la sala.  Recapitulando ideas y sensaciones puede llegarse a la conclusión de que lo que se acaba de ver es eminentemente una sátira, un cuestionamiento lúdico al culto contemporáneo al bienestar que se traduce en frases de autoayuda y superalimentos orgánicos, en la persecución de un Zen prêt-à-porter adaptado a una sociedad de consumo que se camufla con la apariencia de vida sana. Una sátira tejida con unas metáforas quizás no totalmente identificadas, empezando ya por el significado de la propia garrapata del título, preguntado sobre ello, Pete Ohs sólo esboza una respuesta imprecisa que tiene más de suposición que de definición: «Creo que son, sobre todo, trauma. Creo que son las cosas que nos pasan en la vida que no elegimos. Desafortunadamente, tuvimos que pasar por eso. Desafortunadamente, crecimos en esta época, en esta ciudad, en este pueblo, en este estado, en este país, y eso nos cambia. Nos perjudica bastante. Es un elemento con el que tenemos que lidiar y que puede frenarnos, destruirnos. No podemos deshacernos de él. En el mejor de los casos, encontramos algún valor en él, lo que nos fortalece y nos permite desenvolvernos mejor en el mundo a pesar del miedo. Para mí, eso es lo que representan las garrapatas«.  En cuanto al género al que se adscribe el filme, más allá de la comedia más o menos negra, flirtea con los recursos del terror, especialmente la creación de una atmósfera a la que contribuye la puesta en escena y la música, así un crítico la ha llegado a definir como «una especie de secta del bienestar al estilo de La Matanza de Texas», y podría añadirse que entra por momentos en una especie de body horror de bajo voltaje. Todo ello, siempre, muy lúdico y muy Queer. Si algo deja entrever la cinta es lo bien que se lo ha pasado su equipo haciéndola, quizás valga la pena referir brevemente cómo se procedió en su creación.

The True Beauty of Being Bitten by a Tick fue creada en colaboración por su elenco principal: como explicó Ohs durante el estreno en SXSW, se aislaron en una casa de campo donde escribían tres escenas a la vez, las filmaban, las analizaban y luego seguían adelante. No es plena improvisación, se partía de una escaleta, pero desde luego dista mucho de la mecánica habitual de un rodaje que deja poco margen a la variación del plan. Ohs llama a este método «Bubble Table» y su esencia vendría a ser dar más relevancia al proceso de creación que al resultado final, eso probablemente es lo que hace que esta película resulte huidiza e inconcreta, pero eminentemente divertida por cómo sus artífices transmiten la sensación de haberlo pasado pipa en su realización. No podemos por más que concluir que si el objetivo de la sección Noves Visions es hacerse eco de aquellas cintas que abordan el fantástico con modos alternativos, nunca un premio estuvo mejor dado que el que recibió nuestra garrapata en esta edición. 

Y Serendipia cierra su completo primer día con un film mucho más convencional, perteneciente a la sección Oficial Fantàstic Competició, La virgen de la Tosquera: una coproducción realizada entre Argentina, México y España que adapta dos relatos de Mariana Enríquez y que está dirigida por Laura Casabé. En el film, Natalia, Mariela y Josefina son tres inseparables amigas que viven en las afueras de Buenos Aires y están locamente enamoradas de Diego, su amigo de la infancia. En el verano caluroso de 2001, tras el estallido de violencia que terminó en una profunda crisis económica y social, aparece Silvia, más mayor y más mundana, que cautiva a Diego. Natalia, decidida a reconquistar a Diego, pide ayuda a su abuela, Rita, que realizará un hechizo que no funcionará. Feminidad, pubertad, celos, deseo, drogas, angustia existencial…todo con el ropaje de  comedia juvenil, de relato de crecimiento,  pero con un trasfondo y un tono tenebrosos.

El corralito argentino de 2001, las protestas masivas y violentas que provocó y la profunda crisis socio-político-económica que se derivó de todo ello, con el aumento drástico de la pobreza como consecuencia más lacerante, despertó en el país una conciencia de pesadumbre, amargura y conflicto dejando como poso una impresión de terribilidad existencial. Y ese desconsuelo social es el marco referencial de la obra de Mariana Enríquez en la que se fusiona lo cotidiano con lo macábro. Considerada reina del terror en su país, su colección de cuentos Los peligros de fumar en la cama aborda temáticas que van desde lo sobrenatural al terror de vísceras, con elementos tópicos tradicionales, como fantasmas y rituales, pero siempre con un enfoque contemporáneo y local. A esa serie pertenecen los dos relatos que adapta Casabé con fidelidad y personalidad a partes iguales, así, cualquier espectador atento descubre el sustrato literario, la naturaleza propia de los relatos breves, pero a la vez puede apreciar que todo viene servido con los recursos puramente cinematográficos, con especial esmero en la fotografía, que, de hecho, fue reconocida por el jurado de la Sección Oficial con el galardón a esta categoría. La autora de Los que vuelven (2019) siempre se ha definido por la combinación de lo sobrenatural con la crítica social, y esa sigue siendo la carta de naturaleza de La Virgen de la Tosquera, una cinta que se mueve en un terreno a caballo entre el terror psicológico y el terror social. El tópico narrativo de las aristas de la pubertad, de la adolescencia como momento de doloroso despertar al mundo y al sexo, cobra en manos de Casabé (con la cooperación en el guión de Benjamín Neishtat) un desasosiego perverso que culmina en una explosión de violencia y punición. No son pocos los que han querido ver en esta película una Carrie suburbial y más argentina que el mate, pero en la que la protagonista no es víctima sino victimaria. Efectivamente, Natalia no es la muchacha marginal e inocente, objeto de acoso por parte de sus compañeras, que era Carrie, al contrario, es la líder de su grupo, es audaz y segura de sí misma, pero un mal asumido síndrome de abandono, el distanciamiento de Diego, pero ya antes la ruptura y marcha de los padres, va minando su estabilidad emocional y acaba siendo un volcán en erupción. Podríamos decir que la protagonista de La virgen de la tosquera es la heroína del relato y, a la vez y simultáneamente, la antagonista malévola. El trabajo de Casabé aporta, sobre la exposición del despertar de las adolescentes, un toque femenino que impregna de mayor realismo (y perversidad) al retrato. Películas como La virgen de la tosquera hablan en favor de la iniciativa Woman in fan en la que está empeñado el festival, las mujeres tienen mucho que aportar a los lugares comunes del fantástico. Al menos algunas.

Así de ecléctica resultó la primera jornada de Serendipia en Sitges. Cuatro películas con las que comenzar este festival de entre las cuales quizás destacara Alpha, pero acompañada de una tríada de curiosas películas cada una a su estilo. Serendipia, como ente bimembre que es, tiene un juicio dual sobre lo visto, de una parte ninguna sería una clara apuesta a caballo ganador, no acabaron de parecerle redondas en ese momento, pero de otra, la reflexión a posteriori sugiere que fueron piezas interesantes que tal vez merecerían un visionado pausado, algo imposible en la vorágine infernal que es Sitges. Pero esto tan solo acababa de empezar,  en el mañana siguiente habían cuatro películas más esperando su turno, con las expectativas puestas en Good Boy, pero eso lo contaremos ya en la siguiente cápsula.

Por cierto, el spot oficial de este año dedicado al humor-terror, al principio dejó un tanto frío a Serendipia, pero con la repetición, el chascarrillo acabó por convencerle.

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Éxito rotundo del primer fin de semana en TerrorMolins 2025

11 noviembre 2025 Deja un comentario

El primer fin de semana ha marcado el inicio de la programación del 44º TerrorMolins, después de un viernes de inauguración fulgurante con entradas agotadas del cortometraje Stomach Bug de Matty Crawford, y la película Disforia de Christopher Cartagena, acompañados por el director, reparto y otros miembros del equipo, que protagonizaron una sesión con el Teatre de La Peni lleno hasta los topes y un público expectante.

Sábado y domingo, el festival mantuvo un ritmo intenso y una gran afluencia de asistentes a las sesiones de cortometrajes Sección Ç-Trencada, las dos sesiones de la Sección Oficial y el muy esperado TerrorKids—, que contó con la presencia de numerosos cineastas de todo el mundo. Entre ellos, el búlgaro Kourosh Ahari (Kukeri), el belga Mathieu Mortelmans (Corps étranger (Foreign Body)) o el portugués Fernando Alle (Borbulha (Pimple)), entre otros. También se celebró la Sesión Familiar, con Sketch. Cuidado con lo que dibujas y el cortometraje Súper Z, presentado por su director, Marc Dalmau.

Gran afluencia de asistentes en la entrada del Teatre de La Peni (©Joan Gosa)

Las proyecciones fuera de competición ofrecieron algunos de los momentos más concurridos del fin de semana, con Together (Michael Shanks, 2025), protagonizada por Alison Brie y Dave Franco, y The Long Walk (La larga marcha) (Francis Lawrence, 2025), adaptación de la novela de Stephen King. Ambas sesiones llenaron la sala, con cerca de 400 espectadores por película. El primer tramo del festival culminó el domingo por la noche con la proyección de Gaua, la nueva película del cineasta alavés Paul Urkijo Alijo (ErrementariIrati), quien visitó Molins de Rei para presentar esta fábula de folk horror sobre brujería y criaturas de la noche en la Euskadi del siglo XVII, en una sesión totalmente sold out.

El J-Horror, hilo conductor de la edición

La sesión retrospectiva de Ringu (The Ring), el clásico de Hideo Nakata de 1998, fue uno de los momentos más esperados del fin de semana. La proyección rindió homenaje a una de las obras más influyentes del cine de terror moderno y contó con la presentación de Gloria Fernández y Enrique Garcelán, fundadores de CineAsia, quienes contextualizaron el género del J-Horror y explicaron qué supuso este fenómeno y cómo ha perdurado con el paso del tiempo. En los próximos días, el festival propone un recorrido por los nuevos espacios y revisiones del terror japonés con largometrajes como New Group (Yûta Shimotsu, director de Best Wishes to All), Kinki Chiho no Aru Basho ni Tsuite (About a Place in the Kinki Region) (Kôji Shiraishi, autor de Sadako vs. Kayako) o Missing Child Videotape, que renuevan el espíritu del género con historias que exploran mitos, tensiones sociales y miedos contemporáneos.

TerrorMolins solidario

El pasado domingo por la mañana, niños y niñas de todas las edades llenaron el espacio de La Peni, desde la Pista —donde pudieron participar en diferentes talleres y actividades de creatividad— hasta la sala del Teatro, con la sesión TerrorKids. Esta proyección, destinada a menores de entre 6 y 12 años, ofreció una selección de cortometrajes de terror especialmente pensada para este público. La sesión contó con la visita de la dramaturga letona Krista Burāne, directora de dos de los títulos proyectados Durvju burvis (Wizard of the Door) y Manai mammai nav bail (My Mommy Isn’t Afraid)), quien compartió con los pequeños espectadores las claves de su obra.

Como cada año, TerrorKids tiene un carácter solidario: los beneficios de la sesión se destinan íntegramente a AFANOC, la asociación que acompaña a niños con cáncer y sus familias. Como novedad destacada de esta edición, se suma un álbum de cromos ilustrado por los alumnos de la Escuela Joso, disponible en las taquillas del festival. Los ingresos recaudados con su venta también se destinarán íntegramente a AFANOC, mientras los niños pueden descubrir los espacios más emblemáticos del TerrorMolins coleccionando cromos terroríficos y muy divertidos.

Àlbum de cromos “Atrapa els chibi” (©Víctor Blancas)

La programación continúa

El festival sigue a lo largo de la semana sin bajar el ritmo y hasta el sábado, con el grand finale de la mítica Maratón de 12h, de la que quedan las últimas entradas. Desde el lunes, la programación ofrece sesiones dobles e individuales de largometrajes, con los estrenos españoles de Kinki Chiho no Aru Basho ni Tsuite (About a Place in the Kinki Region) y Missing Child Videotape, así como títulos como Monkey’s Magic Merry Go Round, Geomeun sunyeodeul (Dark Nuns), Marshmallow Bramayugam.

El cineasta invitado Brandon Christensen presentará personalmente sus films Night of the Reaper Bodycam el jueves 13 a las 20:30 h, mientras que el viernes 14 a las 17 h se celebrará el estreno catalán de Clown in a Cornfield, de Eli Craig, dentro de la sesión TerrorJove, presentada por los Programadores Jóvenes. La sesión de clausura, con el cortometraje Confession, de Mai Nakanishi, y la película La frecuencia Kirlian, contará con la presencia del director argentino Cristian Ponce en el festival para cerrar la semana. Además, la semana incluye conferenciasmasterclassescharlassesiones para escuelas y los pitchings de los finalistas al Premio al mejor proyecto de producción de un cortometraje de terror en lengua catalana, cuyo proyecto ganador se dará a conocer el jueves 13 al mediodía.

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TerrorMolins 2025: Más allá del susto con ‘Disforia’

8 noviembre 2025 Deja un comentario

El Festival de Cine de Terror de Molins de Rei ha inaugurado esta noche su 44ª edición, que este año pone el foco en el terror japonés bajo el lema “J-Horror, más allá del susto”, coincidiendo con el 25º aniversario de Ju-On, uno de los títulos más icónicos del género. El Teatre de La Peni ha acogido el estreno en España de Disforia, ópera prima de Christopher Cartagena, tras su premiere mundial en el Fantastic Fest de Texas. La película narra la historia de un joven matrimonio que, huyendo de la inseguridad de la ciudad, se traslada con su hija pequeña a la casa de campo familiar con la intención de venderla. La desaparición del padre y la aparición de una misteriosa visitante desencadenan una espiral de tensión que convierte el entorno familiar en una pesadilla.

El equipo de Disforia en el escenario del Teatre de La Peni (©Joan Gosa)

La sesión ha contado con la presencia del director Christopher Cartagena, las actrices Claudia Salas, Fariba Sheikhan, Noah Casas, el actor Eloy Azorín y otros miembros del equipo de la película, que la han presentado antes de la proyección. El director ha dedicado unas palabras de agradecimiento al público por haber «escogido como plan de viernes asistir a un festival de género». Explicó que la película trata sobre la maternidad, la salud mental, sobre el miedo a desaparecer, como sociedad y como individuo, y ha querido dedicar el filme a su madre. Se ha podido ver el cortometraje Stomach Bug, del británico Matty Crawford, una de las piezas más celebradas de la temporada.

También se ha presentado al público el spot oficial de la 44ª edición, producido por Arriate Estudio, con dirección creativa de María Luquero, animación de Nacho Rodríguez y Raúl Madplane, y música de Joan Vilà, que también han licitado en el escenario a presentar la pieza. Han explicado que, con el concepto del kintsugi (práctica de reparación de cerámica utilizando oro), que es central en el spot, se sintetiza visualmente el leitmotiv de este año y rinde homenaje al terror japonés y su inquietante atmósfera.

Los cortometrajes y la animación en el centro del terror

El sábado 8 de noviembre, el festival dará el pistoletazo de salida con la Sesión Familiar, donde se proyectarán la película Sketch. Cuidado con lo que dibujas y el cortometraje Súper Z, presentado por su director Marc Dalmau.

Por la tarde, las sesiones estarán dedicadas a los cortometrajes, con Ç-Trencada, la sección centrada en obras en catalán o de producción catalana, y dos sesiones de la Sección Oficial, que contarán con la presencia de equipos de varios cortometrajes para presentar sus trabajos.

Entre los títulos más destacados se encuentran Corps étranger (Foreign Body), estreno en España de un thriller atmosférico premiado en el Fantastic Film Fest de BruselasDream Creep, estreno en Cataluña del corto aclamado en Sundance y Palm Springs; o El fantasma de la Quinta, una pieza de animación sobre los últimos días de Goya. La apuesta por la animación como lenguaje del terror continúa con obras como Judy1964Mi juego o Underground Invaders. Desde el ámbito local, Fumigón y otras propuestas como Good Luck (estreno europeo) o Kukeri (estreno internacional) demuestran la variedad y la fuerza creativa de esta edición.

Del terror infantil a la pesadilla japonesa 

El domingo 9 de noviembre comenzará con TerrorKids, la tradicional sesión solidaria en colaboración con la AFANOC, con cortometrajes competitivos adaptados por edades y un ambiente inclusivo pensado para toda la familia. En la Pista de La Peni, distintos talleres de manualidades y espacios de lectura recibirán a los más pequeños entre los cinéfilos, que podrán dar rienda suelta a su creatividad e imaginación.

Por la tarde, la sesión retrospectiva recuperará el clásico japonés Ringu (The Ring), y las sesiones fuera de competición incluirán Together, el impactante body horror australiano protagonizado por Alison Brie y Dave Franco, y The Long Walk (La larga marcha), adaptación de Stephen King dirigida por Francis Lawrence, dos de los títulos internacionales de terror más destacados del último año.

El fin de semana culminará con la presentación de Gaua, la nueva película del cineasta alavés Paul Urkijo Alijo (ErrementariIrati), quien visitará Molins de Rei para presentar esta oscura fábula de folk horror sobre brujería y criaturas de la noche.

Exposición en Ca n’Ametller (©Joan Gosa)

El ataque del J-Horror en Ca n’Ametller

Inaugurada el 6 de noviembre, la exposición ¡EL ATAQUE DEL J-HORROR! puede visitarse en Ca n’Ametller hasta el 16 de noviembre. La muestra reúne ilustraciones de los alumnos de tercer curso de Ilustración de la Escola Joso, dirigidos por Miki Edge, que rinden homenaje a los carteles clásicos del cine de terror. Una misteriosa fuerza del J-Horror parece haber poseído sus obras, atormentándolas con espíritus, monstruos y una inquietante esencia nipona.

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VAMOS DE ESTRENO – Viernes 7 de noviembre de 2025 –

7 noviembre 2025 Deja un comentario

BUGONIA (Bugonia, Yorgos Lanthimos, 2025)

Irlanda/UK/USA. Duración: 118 min. Guion: Will Tracy, Jang Joon-hwan Música: Jerskin Fendrix Fotografía: Robbie Ryan Compañías: Element Pictures, Fruit Tree, Square Peg, CJ Entertainment, Fremantle Media North America. Distribuidora: Focus Features, Universal Pictures Género: Ciencia ficción.
Reparto:  Emma Stone, Jesse Plemons, Aidan Delbis, Stavros Halkias, Alicia Silverstone
Sinopsis: Dos jóvenes conspiranoicos secuestran a la poderosa presidenta de una gran compañía, convencidos de que se trata en realidad de una extraterrestre decidida a destruir el planeta Tierra.

Bugonia la nueva película dirigida por Yorgos Lanthimos, quinta del director protagonizada por Emma Stone, es un remake del film surcoreano Salvar el planeta Tierra (Jigureul jikyeora!, 2003) de Jang Joon-hwan), pero lo cierto es que cuesta menos imaginarse a sus dos protagonistas si se sitúan en Estados Unidos, un país donde hasta el presidente no duda en soltar increíbles bulos sin despeinarse. Tan solo hace falta recordar aquel que decía que en Springfield los emigrantes se comían las mascotas de los ciudadanos. Así, es fácil imaginarse a los dos protagonistas de Bugonia, Teddy (Jesse Plemons) y Don (Aidan Delbis), auténticos ejemplos de white trash que como especialista y alumno, respectivamente, piensan que algunos de los mayores ejecutivos de las grandes empresas del país son alienígenas que  han venido de la galaxia de Andrómeda para terminar con los humanos, comenzando con las abejas. Así que juntos idean un plan, aparentemente sin fisuras, que consistirá en secuestrar a una de estas ejecutivas, Michelle (Emma Stone) para obligar al emperador de Andrómeda a retirar sus tropas invasoras de la Tierra. Este delirio irá in crescendo, con todo un tour de force interpretativo por parte de Stone, que si en otras películas de Lanthimos ha tenido que forzar la máquina, aquí deberá raparse la cabeza y llenar su cuerpo de pringosas cremas.

El film de Lanthimos entra en la comedia, pero una comedia  que también nos recuerda a nuestra Platillos Volantes de Óscar Aibar, por el tono y por esos dos pobres diablos que la protagonizan, pero también por el desenlace, que por supuesto, no pensamos desvelar. En Bugonia no tan solo es presa de las torturas del director Emma Stone, también se verá expuesto a los sádicos jueguecitos de Lanthimos el compositor, Jerskin Fendrix, que ya compuso las partituras de Pobres criaturas (2023) y Kinds of Kindness (2024) , leyendo los guiones sin haber visto ninguna escena de las películas. Para Bugonia, Lanthimos ideó algo más retorcido, no le proporcionó el guion, dándole a Fendrix solo cuatro palabras clave: «Abejas. Sótano. Nave espacial. Emily calva». El juego se extendió al público asistente a las proyecciones en Los Ángeles, pues todo calvo o todo aquel que se dejara afeitar la cabeza entraba gratis a ver la cinta. Una locura (o no), una comedia (o no), un divertido film (eso si), con buenas interpretaciones y una trama que no permite al espectador retirar sus ojos de la pantalla hasta el final de los títulos de crédito. 

La cinta, que formó parte de la Sección Oficial del Festival de Venecia, ha participado en la sección Perlak del Festival de Cine de San Sebastián y en la sección Sitges Collection del Festival de Sitges.

 

‘Bambi, la venganza’ llegará a los cines el 14 de noviembre

6 noviembre 2025 Deja un comentario

Bambi, La Venganza, la nueva entrega del Poohuniverse, da una nueva vuelta de tuerca al personaje de Bambi en este universo cinematográfico, que reinventa este cuento clásico en una versión mucho más oscura y violenta. Con una atmósfera cargada de tensión, en esta nueva película del ‘Universo Infantil Retorcido (Twisted Childhood Universe)’, el Bosque se transforma en un sombrío escenario de horror.

Scott Jeffrey (Firenado, Kingdom of the Dinosaurs, Spider in the Attic), productor de la saga del Poohuniverse junto con Rhys Waterfield y actor de Winnie The Pooh: el bosque sangriento, ha sido el encargado de dirigir la película en cuyo reparto están Megan Placito dando vida a Wendy, Martin Portlock (A Cold Grave, Fluorescent Sky) en la piel de Peter Pan, Kit Green dando vida a Campanilla, Peter DeSouza como Michael, Kierston Wareing interpretando a Roxy y Nicholas Woodeson.

F&P Media estrenará en cines próximamente varias esperadas entregas de la saga del Poohuniverse, además del citado Assemble. Las siguientes películas que llegarán a las las pertenecientes al Universo Infantil Retorcido son: Pinocho Unstruck Awakening Sleeping Beauty. #Staytuned

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Las lecturas de Serendipia: ‘Colecciones Monstruosas’ de Vicente Pizarro

6 noviembre 2025 Deja un comentario

COLECCIONES MONSTRUOSAS
Vicente Pizarro
Diábolo Ediciones, 2025. Tapa dura, 17 x 24. Color


Durante los años cincuenta y especialmente en los sesenta se produjo en Estados Unidos una moda entre los niños por los monstruos. Varios fueron los factores que hicieron que niños de toda América se aficionaran a ver películas de monstruos y coleccionar todo lo relacionados con ellos. Entre estos factores figuran la comercialización de las primera maquetas de montar, una afición en auge, que en lugar de aviones de combate ofreció a la chiquillería la oportunidad de tener en su estantería al monstruo de Frankenstein o Drácula. Otro de los factores que influyeron fue la llegada a los kioscos de Famouns Monsters of Fimland, una revista que, eminentemente visual, utilizaba un lenguaje muy cercano a lo que se darían en llamar Monsters Kids. Ambos inventos fueron copiados y llegaron los monstruos articulados de Mego y otros que harían las delicias de aquellos niños. También fueron los años en los cuales los cómics de terror copaban los kioscos y las películas de invasiones alienígenas llenaban las carteleras de los cines de barrio. Desgraciadamente, también se vivía una guerra fría que trajo a los mismos hogares y colegios norteamericanos la posibilidad de un cataclismo atómico.

En España hubo que esperar a los años setenta para que cómics como Dossier Negro, Vampus, Rufus y Vampirella, que adaptaban las publicaciones Warren, llegaran a nuestras manos. Pero llegaron y seguidos de una pléyade  de imitaciones que colmaron nuestros kioscos. Había, por tanto, interés en los cómics de terror. Y siempre hubo afición por el cine de terror. Los monstruos de la Toho llegaban a nuestras pantallas y los niños no tenían problema para entrar en los cines de sesión doble y ver esas películas, junto a otras como la saga de El planeta de los simios y los vestigios de la Hammer, además del cine de terror español, con lúgubres templarios esqueléticos y hombres lobo a la cabeza. Sí los monstruos gustaban a los niños y las primeras colecciones de cromos llegaron a las librerías y kioscos.

Vicente Pizarro ya nos ha hablado de la afición a los cromos y coleccionables que tuvimos los niños de los setenta y los ochenta en algunos deliciosos libros, también publicados por Diábolo, como ¡Andá!, la merienda…Las deliciosas colecciones de nuestra niñez, ¡Andá!, la merienda…Más Deliciosas colecciones de nuestra niñez y ¿Quieres un chicle? Regalos y sorpresas con sabor extralargo de los que ya hemos hablado aquí, y ahora se atreve con un libro monográfico sobre las colecciones dedicadas a los monstruos y al terror. Y, desde luego, hay más de las que, personalmente, pensábamos. Desde Frankenstein y el hombre lobo, una rara avis de 1946 publicado por Fher, hasta La Pandilla Basura a finales de los ochenta, pasando por Hippy Monsters y su reencarnación en los ochenta, Punky Monsters, sin olvidar colecciones de películas y series e incluso los gore cromos de La mansión del Terror y Efectos Especiales. Y no solo cromos, también figuras de pastelitos y otros artículos.

Pizarro, además, completa su volumen con otros objetos relacionados con los monstruos con apartados dedicados a los juguetes, barajas, juegos de mesa, baratijas de kiosco, helados… y en general todos los objetos relacionados con monstruos desde los setenta a los noventa y más allá. En total un completísimo volumen con interesantes textos explicativos y, como es norma en Diábolo, cientos de imágenes reproducidas a todo color. Un libro, en general, del todo recomendable para los que ya peinamos (si hay pelo) canas y los que comienzan a sacar panza por la edad, pues sus objetos y colecciones cubren tres décadas.


‘Five Nights at Freddy’s 2’, protagonizada por Josh Hutcherson, ya disponible el nuevo tráiler en español

6 noviembre 2025 Deja un comentario

Ya disponible el nuevo tráiler en español de Five Nights at Freddy’s 2, la esperada secuela del éxito de terror de Blumhouse. Dirigida nuevamente por Emma Tammi y protagonizada por Josh Hutcherson, Elizabeth Lail y Piper Rubio, la película promete llevar el horror animatrónico a un nuevo nivel. Five Nights at Freddy’s 2 se estrena en España el 5 de diciembre, exclusivamente en cines.

En 2023, Five Nights at Freddy’s, el fenómeno de terror producido por Blumhouse, basado en el exitoso videojuego creado por Scott Cawthon, se convirtió en la película de terror con mayor recaudación de todo el año.

Sinopsis: Está a punto de empezar un nuevo capítulo de horror animatrónico. Ha transcurrido un año desde que fuimos testigo de la pesadilla sobrenatural en la pizzería de Freddy Fazbear. La historia de lo que ocurrió allí ha ido adquiriendo la talla de leyenda local, e incluso ha dado pie al primer “Faszfest”. El exguarda de seguridad Mike (Josh Hutcherson) y la agente de policía Vanessa (Elizabeth Lail) han ocultado la verdad a Abby (Piper Rubio), la hermana de 11 años de Mike, acerca del destino de sus amigos animatrónicos. Pero cuando Abby decide reconectar con Freddy, Bonnie, Chica y Foxy, desatará una serie de acontecimientos aterradores que revelarán oscuros secretos sobre el verdadero origen de Freddy’s, desencadenando un horror que llevaba décadas escondido y olvidado.

Regresan al reparto de Five Nights at Freddy’s 2 Theodus Crane, como Jeremiah, y el legendario Matthew Lillard, como William Afton. Los nuevos personajes están interpretados por Freddy Carter (las series “Sombra y hueso”, “Pennyworth”), Wayne Knight (Jurassic Park/Parque Jurásico, la serie “Seinfeld”), Mckenna Grace (la franquicia Los CazafantasmasAnnabelle vuelve a casa) y el icono del cine de terror Skeet Ulrich (Scream: Vigila quién llama, la serie “Riverdale”). Vuelve a dirigir Five Nights at Freddy’s 2 la aclamada Emma Tammi, y el guion es del creador del videojuego, Scott Cawthon.

Producen la película el fundador y director ejecutivo de Blumhouse, Jason Blum, y Scott Cawthon, que ya produjeron la primera película. La dirección ejecutiva corre a cargo de la directora Emma Tammi, Beatriz Sequeira, Christopher Warner, Russell Binder y Marc Mostman.

La primera entrega de Freddy’s alcanzó los 80 millones de dólares el fin de semana de su estreno en 2023, batiendo todos los récords, y recaudó casi 300 millones de dólares en todo el mundo.

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Póster de ‘La asistenta’ adaptación de la exitosa novela de Freida McFadden

6 noviembre 2025 Deja un comentario

A menos de dos meses del estreno en cines de La Asistenta, ya tenemos nuevo póster que respira la esencia de la portada del libro, pero con la presencia de Sydney Sweeney y Amanda Seyfried

La Asistenta se ha convertido en uno de los mayores fenómenos literarios de los últimos años, capaz de enganchar, irremediablemente, a lectores de todas las edades, desde adolescentes hasta los más seniors. Y no es de extrañar, pues cualquiera que haya leído alguno de los libros de Freida McFadden, coincidirá en que son increíblemente adictivos.

¿Estará la película, dirigida por Paul Feig (CazafantasmasUn pequeño favor), a la altura de lo que se espera de ella? De momento no contamos con críticas, pues aún no se ha enseñado a la prensa, pero la autora del libro pudo verla en un pase exclusivo y estas fueron sus palabras: “Tuve la suerte de ir a un preestreno de La Asistenta ¡y me encantó! Nada más terminar, me giré hacia mi marido y le dije: ¡Dios mío, creo que es mejor que el libro! Han conseguido reflejar todo lo que los lectores aman de la novela. Las interpretaciones de todos los actores son simplemente increíbles (Casi) me dieron ganas de escribir otro libro de La Asistenta (¡Casi!) Lo único malo es que no sé cómo voy a aguantar hasta su estreno para volver a verla”

Sinopsis: Una joven (Sydney Sweeney), con un pasado complicado comienza a trabajar como asistenta en la lujosa casa de los Winchester, interpretados por Amanda Seyfried y Brandon Sklenar. A medida que se adentra en la vida de la familia, descubrirá secretos oscuros que pondrán en peligro su seguridad, pero quizá ya sea demasiado tarde…

La Asistenta se estrenará, solo en cines, el próximo 1 de enero.

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‘Return to Silent Hill’: Teaser trailer y póster

6 noviembre 2025 Deja un comentario

Disponible el teaser trailer de RETURN TO SILENT HILL, adaptación a la gran pantalla del videojuego SILENT HILL 2 de Konami. Christophe Gans vuelve a ponerse tras las cámaras después de dirigir la primera entrega de SILENT HILL. La película está protagonizada por Jeremy Irvine y Hannah Emily Anderson.

Próximamente solo en cines.

RETURN TO SILENT HILL trae de vuelta a la gran pantalla la icónica franquicia de terror. Cuando James recibe una misteriosa carta de su amor perdido, Mary, se siente atraído por Silent Hill, un pueblo que antes le era familiar y ahora está sumido en la oscuridad. Mientras la busca, James se enfrenta a criaturas monstruosas y desentraña una aterradora verdad que lo llevará al límite de su cordura.

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