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Diario de Serendipia en Sitges 2024: Palmarés y conclusiones

28 noviembre 2024 Deja un comentario

Ya solo queda ofrecer el acertado palmarés, que de manera casi unánime ha premiado El baño del diablo (The Devil’s Bath) de Veronika Franz & Severin Fiala por estar situada a una distancia abismal respecto a sus competidoras. Un film que no satisfará a los que les ha parecido Smile 2 la mejor película de terror del año, o a los que les pareció estupenda la ¿olvidada? ganadora de la edición anterior, pues en el film de los austríacos, el horror es muy real pero no por ello menos efectivo. O ¿no es terrorífico que la protagonista del film tenga que hacer lo que hace para que su religión la premie con su buscada muerte? o ¿No son terroríficos los secretos y mentiras de una sociedad que llega a enfermarla? o ¿no son bellas las naturalezas muertas que aguardan en el bosque, que más que disuadir representan una promesa de paz?

Pues eso, que este año y sin que sirva de precedente, Serendipia se muestra muy de acuerdo con el premio del jurado y de la crítica. Incluso con el del público, con su galardón a la muy resultona Strange Darling de JT Mollner 


PALMARÉS COMPLETO


 

SECCIÓ OFICIAL FANTÀSTIC A COMPETICIÓ 

Jurad: Lisa Dreyer, Stephen Thrower, Christophe Gans, Fred Dekker, Carlota Pereda

Mejor película de la SOFC

El baño del diablo (The Devil’s Bath) de Veronika Franz & Severin Fiala 

Premio especial del Jurado de la Sección Oficial Fantàstic

Exhuma de Jang Jae-hyun

Mejor dirección de la SOFC 

Soi Cheang per Twilight of the Warriors: Walled In 

Mejor interpretación femenina de la SOFC

Kristine Froseth per Desert Road   

Mejor interpretación masculina de la SOFC

(ex-aequo) 

John Lithgow per The Rule of Jenny Penn

Geoffrey Rush per The Rule of Jenny Penn

Mejor guion de la SOFC (patrocinado por Caixabank) 

Aaron Schimberg per A Different Man 

Mejores efectos especiales, visuales o de maquillaje de la SOFC

Equips de Digital District & Machina Infinitum per Else

Mejor música de la SOFC 

 Die Hexen per Fréwaka

Mejor fotografía de la SOFC

Giovanni Ribisi per Strange Darling

 

NOVES VISIONS 

Jurado: Olivia Cooper-Hadjan, Rebecca de Pas, José Enrique Monterde

Mejor película de la sección Noves Visions

A Desert de Joshua Erkman

  Mejor dirección de la sección Noves Visions

Grazia Tricarico per Body Odyssey 

Mejor corto Noves Visions Petit Format 

Say Wuff! de Fabian Podeszwa

 

JURADO MÉLIÈS DE PLATA

Jurado: Victoria McCollum, Marysia Nikitiuk, Álex Mendíbil

Premio Méliès de Plata a la mejor película de género fantástico

Animale de Emma Benestan

Premio Méliès Corto europeo de género fantástico

Meat Puppet de Eros V

 

ANIMA’T 

Jurado: Bill Kopp, Verónica Buide, Juanjo Sáez

Mejor largometraje de animación de la sección Anima’t

Memorias de un caracol (Memoir of a Snail) de Adam Elliot

  Mejor cortometraje de animación de la sección Anima’t

Free the Chickens de Matúš Vizár 

 

ÒRBITA 

Jurado: Douglas Buck, Roxana Ramos, Mar Canet

Mejor pel·lícula de la sección Òrbita

Zero de Jean Luc Herbulot 

 

BLOOD WINDOW 

Jurado: Douglas Buck, Roxana Ramos, Mar Canet

Premio Blood Window a la mejor película

Mi bestia de Camila Beltrán 

 

JURADO DE LA CRÍTICA

Jurado: Llorenç Esteve, Paola Franco, Sergi Sánchez

Premio de la crítica José Luis Guarner a la mejor película SOFC

El baño del diablo (The Devil’s Bath) de Veronika Franz & Severin Fiala

Premio Citizen Kane para el mejor director revelación

Thibault Emin per Else  

Mejor cortometraje de la SOFC

Chew de Félix Dobaire  

 

PREMIOS BRIGADOON

Jurado: Nerea Torrijos, Ivan Villamel, Meritxell Civil

Premio Brigadoon Paul Naschy al mejor corto

Céntrico de Luso Martínez

 

SGAE NOVA AUTORIA

Jurado: Jaume Balagueró, Aina Clotet, Francesc Gener

Premios SGAE Nova Autoria: Millor direcció-realització

(ex-aequo)

Blava Terra de Marine Auclair

DARU/N de Benjamin Hindrichs

Premios SGAE Nova Autoria: Mejor guion

Benjamin Hindrichs per DARU/N

Premios SGAE Nova Autoria: Mejor música original 

Yuliya Protasova per De-sastre 

JURADO CARNET JOVE

Jurado: Ángela Sánchez, Arnau Querol, Borja López, Ignacio Garriga, Marina Figueras

Premio Jurado Carnet Jove a la major película SOFC

El baño del diablo (The Devil’s Bath) de Veronika Franz & Severin Fiala

Premio Jurado Carnet Jove a la mejor película Sitges Documenta

Grand Theft Hamlet de Pinny Grylls & Sam Crane 

 

PREMIOS DEL PÚBLICO

Gran Premio del Público a la mejor película de la SOFC 

Strange Darling de JT Mollner 

Premio del Público Panorama Fantàstic

Handsome Guys de Dong-Hyub Nam

Premio del Público Sitges Collection

Dead Talents Society de John Hanchiang Hsu

Premio del Público Focus Asia

Dead Talents Society de John Hanchiang Hsu

Premio del Público Midnight X-treme

Die Alonde Lowell Dean


CONCLUSIONES


Ya finalizó una nueva edición del festival de cabecera de Serendipia. Terminaron las carreras entre película y película, entre sala y sala, algunas con un lapso de tiempo tan escaso que ocasionaron alguna que otra aparatosa caída de Serendipia. Recordado será, por los que lo vieron, su aterrizaje forzoso en el Prado. También pases de películas a duermevela, confusión de argumentos entre títulos, aturdimiento en algunas sesiones e incluso, nos les engañamos, alucinaciones visuales en l’Auditori. Vamos, lo habitual en este festival, en el que no es raro empalmar cuatro o cinco títulos. Habrá quien diga que nos quedamos cortos o que exageramos, pero Serendipia lo vive así. Y no crean por ello que esto es una queja, muy al contario, forma parte de la magia y encanto del festival y de su extensa programación. Una programación para todos los gustos (más o menos).

Hubo una sala nueva, l’Escorxador, pensada para aliviar la falta de el Cinema Retiro, cerrado por profundas reformas, que buena falta le hacen Lástima que en l’Ercorxador estuviera, comprensiblemente, vetada la prensa, lo que impidió a Serendipia compaginar retrospectivas o pases alternativos en su agenda. Pero no todo es posible.

También, en esta edición ha habido un gran nivel de invitados: directores, actores, figuras míticas, otras en alza, todas plenas de amabilidad y con las que hubo algún momento emotivo. No hizo falta, como sucedió en otras ocasiones (la edición 51, si no nos equivocamos) aquella especie de guardia pretoriana que llevaba a los invitados casi en volandas para que nadie se acercara. No, no es necesario y queda demostrado. Pero de ley es denunciar la presencia de ciertos cazadores de autógrafos profesionales que lo único que buscan es material para  poner a la venta y que llegan a atosigar a los invitados, tanto que no es de extrañar que a veces se nieguen a parar cuando un fan de verdad desea obtener de ellos un recuerdo para toda la vida. Eso no está bien y por culpa de ellos quizás todo cambie en un futuro. Y, la verdad, esa posibilidad restaría mucha magia al festival que tanto queremos.  

Tan solo queda agradecer a todos los responsables el que los soñadores tengamos esta burbuja temporal que nos aleja durante 10 ocupados días de los horrores cotidianos y de los noticiarios, y a esos voluntarios y responsables de sala que hacen tan bien su trabajo y que lejos de ser controladores y severos vigilantes son ayudantes, siempre dispuestos a atender a los espectadores.

Ahora sí, esto se ha terminado un año más, 38 películas vistas, alguna rueda de prensa y encuentros (los pocos que pueden programarse entre pase y pase) y ya son 15 años los que Serendipia, con ProyectoNaschy.com acude acreditado al Sitges Film Festival. Y espera acudir, al menos, a 15 más, así que…

¡NOS VEMOS EN SITGES DEL 9 AL 19 DE OCTUBRE DE 2025 PARA CELEBRAR EL 48 SITGES FILM FESTIVAL!

 

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Diario de Serendipia en Sitges 2024: Décima cápsula

28 noviembre 2024 Deja un comentario

Bueno, pues los días se sucedieron rápidamente y el festival llegó a su fin. Este año Serendipia ha decidido no terminar, como es habitual, en el Prado con Seven Chances, pero casi. Visitamos todas las sedes para despedirnos una por una hasta el próximo año, si Nyarlathotep quiere. Así, de buena mañana y tras un buen madrugón vio la película de clausura Nunca te sueltes de Alexander Aja en l’Auditori. A continuación la comedia involuntaria Luna, de la Oficial Fantàstic Competició en el Tramontana; Vampyros Lesbos (que no Las vampiras) de Jesús Franco en el Prado; terminando el día en nuestra sala favorita, Tramontana, con el documental 2073.

Nunca te sueltes (Never Let Go, Alexander Aja) es una cinta postapocalíptica protagonizada por Halle Berry, como una angustiada madre que junto a sus dos hijos gemelos viven en una cabaña en el bosque bajo el influjo de un espíritu maligno. Necesitan estar conectados en todo momento, aferrándose los unos a los otros, llegando incluso a atarse con cuerdas. Pero, cuando uno de los niños se pregunta si el mal es real, los lazos que los unen se rompen, desencadenando una aterradora lucha por la supervivencia. Estamos, obviamente, ante otra película producto de la pandemia, que, demuestra que el mal puede manifestarse de diversas formas para cazar a sus presas. Con un buen grado de intriga y misterio, Nunca te sueltes que el director definió como «un cuento de hadas realmente oscuro«, consigue su propósito de entretener y repartir algunas reflexiones sobre el dolor, la cordura, la rebelión y la redención, y también pone al espectador en el mismo brete en el que termina el más pequeño de los niños ¿será todo real o producto de una paranoia de la madre? ¿Habrá algo más allá de los límites del hogar?

Ya nos advirtieron sobre Luna (Alfonso Cortés-Cavanillas). Nos dijeron que estábamos locos si queríamos verla, que el público de los dos pases anteriores desertaba de las salas y en algunas partes del film reía a mandíbula batiente. Nos dijeron muchas cosas, pero no nos convencieron de desistir en nuestra convicción de ver Luna. Es más, Serendipia tuvo aún más ganas de verla pues, el humor involuntario es una de las últimas fronteras que le quedan al buen cinéfago, así que, decidido: nos encaminamos al Tramontana para ver Luna.

Y mal comenzamos, pues una película producida por La Caña Brothers y La Caña Sisters ya cuesta tomársela en serio. Pero cuando Serendipia comenzó a ver a buenos actores como Roberto Álamo, Asier Etxeandia o Greta Fernández dando botecitos en la luna, perdidos en el espacio con su banderita rojo y gualda prendida del brazo,  todo fue un venirle a la cabeza la película El astronauta (Javier Aguirre, 1970) con un genial Toni Leblanc; o aquella Pandeirada Sideral que cantaban los inefables reyes del rock tuno Zapato Veloz y que decía algo así:

Hay un gallego en la Luna, Luna.
Hay un gallego en la Luna, Luna.
Hay un gallego en la Luna
que ha venido del Ferrol.

Pá calentar las marcianas sí.
Pá que votaran a Fraga sí.
Y al cabo de una semana
el planeta conquistó.

Así, así se sentía Serendipia viendo a los terrícolas españoles dando botecitos por la luna sin ningún objetivo. Yendo a ninguna parte. Entre ellos un niño que no tarda en morir; una influencer gilipollas (vamos, lo que viene siendo un/una influencer); y otros personajes que verán, desde la luna, como un cometa chocará contra la superficie de la Tierra y cómo se quedarán, además, a causa de un accidente, sin nave con la que regresar al maltrecho planeta azul.  Pero… saldrá la bondad, la solidaridad, los chinos, que hasta en la luna se encontrarán, y el inmortal espíritu del capitán Moscardó, que poseerá a uno de los bravos astronautas haciendo que se sacrifique dando su vida por otros, harán el milagro. Serendipia no sabe si fue a causa del film, o por ese final apoteósico con canción de Nino Bravo incluida, pero el caso es que al terminar de ver Luna descubrió que tenía un escandaloso derrame en su ojo izquierdo. Tampoco es que el film de Alfonso Cortés-Cavanillas fuera tan, tan malo, ¿no?… ¿o si?

Por fortuna en el Prado nos esperaba material conocido, muy conocido. Vampyros Lesbos (1971) es una de las películas más populares del prolífico Jesús Franco. Protagonizada por una Soledad Miranda (aquí Susan Korda) perfecta, que consigue encoger el corazón de todo aquel o aquella que tenga sangre corriendo por sus venas. Mágica. Su argumento es otra vuelta de tuerca a Drácula, pero en clave femenina. La película, que también es generosa en momentos disparatados, consigue enganchar también gracias a su banda sonora, que mezcla jazz y psicodelia con sitar y que ha conseguido gran popularidad, ya no solo entre los fans del cine de terror español, si no también entre los modernos durante los años noventa, cuando tuvo gran predicamento.

Con esta, mi película favorita de Jesús Franco, del que aguanto bien pocas, la verdad sea dicha, Serendipia tuvo una experiencia curiosa hace unos años. Yo leía que era fantástica y que tenía una estupenda banda sonora, así que cuando pude hacerme con una copia beta de Las  vampiras y la vi… no entendí para nada la pasión que desataba. Ni el film, ni su música, ni Soledad Miranda. Y es que hay que tener en cuenta que Las vampiras, que así se llamó la versión de Vampyros lesbos que se estrenó en su época en España tiene tantos cortes que tuvieron que poner una anodina banda sonora de archivo. Tampoco se entendía nada (menos aun) y las escenas de Soledad Miranda estaban suprimidas, por el tema de los desnudos, así que cuando finalmente pude recuperarla completa lo entendí todo: se trataba de otra película totalmente diferente.

Una vez disfrutada Vampyros lesbos y nuestra estancia en el palco del gallinero del Prado, nos encaminamos, ahora sí, a por la última del festival, 2073 (Asif Kapadia) un falso documental que juega a proyectarse en un futuro cercano con un mundo en el que se han cumplido la mayor parte de los anunciados desastres: cambio climático, contaminación, ciudades repletas de cámaras para vigilar a los disidentes, control policial mediante drones, grandes diferencias entre clases… todo lo que ya está sucediendo, jugando así, como hemos comentado, a la falsa ficción o realidad ficcionada como advertencia y concienciación de lo que se nos viene encima si no lo evitamos. La lástima es que, como es de esperar, tras enumerar todos los desastres que están por venir, no ofrece soluciones. Quizás porque no las haya.

Y ahora, les dejamos con el único making of que ha realizado este año el equipo de Quim Crusellas, un merecido homenaje a todos los que hacen posible, con su dedicación y trabajo bien hecho, que cada año se celebre el Festival de Sitges.


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Diario de Serendipia en Sitges 2024: Novena cápsula

28 noviembre 2024 Deja un comentario

Ya es viernes en la Blanca Subur y Serendipia va a su encuentro con el Fantaterror y el cine de terror español más añejo con un programa doble: el estreno de Exorcismo (Alberto Sedano) que participa en el certamen dentro de la sección Sitges Documenta, y Último deseo (1976) el clásico de León Klimovsky que ha remasterizado Severin. Una sesión que lleva a Serendipia a su adorado cine Prado. Ya por la tarde nos esperaría una sesión órbita (Cloud) en l’Audori y, nuevamente en el Prado, una sesión (muy) especial, The Soul Eater. Hoy no habría Oficial Fantàstic Competició para Serendipia. Hoy jugará sobre seguro.


VIERNES 11 DE OCTUBRE


Exorcismo (Alberto Sedano) es una excelente y bien documentada película documental sobre el cine de terror español, en especial, el que ya en Democracia se hizo bajo la clasificación ‘S’. En sus casi dos horas de duración, hay espacio para todo lo más importante, incluido un necesario preámbulo histórico que sitúa al espectador en una época, la de la dictadura del General Franco, en la que la censura hizo que los productores y directores se las ingeniaran para poder vender mejor sus productos en el extranjero. Ejército e Iglesia componían las juntas de censura que vigilaban la moralidad de los españoles, pero que se mostraron más liberales con las copias de películas españolas que se vendían al extranjero, permitiendo que existieran las dobles versiones, con escenas picantes y de desnudo para exportar.

Exorcismo también se detiene en la edad de oro de las coproducciones (años sesenta y en especial setenta) hasta llegar al erotismo que todo lo invadió con la muerte del dictador. Así, se creó la clasificación ‘S’ que reunía bajo su sello todo aquello que pudiera, en opinión de la industria, herir la sensibilidad del espectador. Básicamente sexo, violencia y contenido político.  El documental toca muchas teclas y resulta muy didáctico, aunque Serendipia detecta algún error, como el de calificar la escena de costura de La residencia como trasgresora por su banda sonora, cuando es bien sabido que esta cambió en la versión española. O la escena de Una vela para el diablo en la que Aurora Bautista se auto flagela con ramas de espino tras ver a unos niños y chicos bañarse desnudos. Otra de esas escenas que fueron aligeradas en el montaje español. Ciertamente peccata minuta con el resultado final que ofrece el documental, que concede cierto grado de dignidad hacia el tan denostado cine ‘S’ español al que tiene reservado la última media hora del documental, posiblemente el mejor que se ha hecho sobre el cine de terror español de los años 70 y 80. Esa última media hora se centrará en esas producciones ‘S’ como Sexo sangriento (Manuel Esteba, 1981), Escalofrío (Carlos Puerto, 1978), Más allá del

 Póster norteamericano de ‘Último deseo’

terror (Tomás Aznar, 1980), Animales racionales (Eligio Herrero, 1983), Morbus (o bon profit)  (Ignasi P. Ferré, 1983), Los violadores (Paul Grau, 1981), Secta siniestra (Iquino, 1982), Los ritos sexuales del diablo (J.R. Larraz, 1982) a los que se suman, naturalmente, un buen número de películas de Jesús Franco, filmes que lucían, todos ellos, una vistosa ‘S’ en el cartel. El documental se cierra con la llegada de la tan denostada e incomprendida Ley Miró y la irrupción de las Salas X, y da voz a diferentes actores, productores y directores del género, como Ricard Reguant, Jack Taylor, Carmen Serret, Carlos Puerto o Antonio Mayans; sn olvidar la presencia de algún heredero de todos aquellos directores, como Álex de la Iglesia; y estudiosos como David Gregory y Álex Mendibil, entre muchos otros.

Tras este, repetimos, estupendo documental llegó el turno de Último deseo, el film apocalíptico de León Klimovsky protagonizado por Paul Naschy, Nadiuska y Teresa Gimpera, entre otros, que luce genial con el lavado de cara que le ha realizado Severin, el sello videográfico que más está contribuyendo a la ruina monetaria de Serendipia.

Y ya por la tarde, es el momento de volver a vernos con viejos amigos, como son Kiyoshi Kurosawa, Alexandre Bustillo y Julien Maury. El primero ofreció con Cloud, una de las tres películas que estrenará este año, una efectiva sátira anticapitalista protagonizada por Yoshii (Masaki Suda), un tipo que gana dinero mediante la reventa online, efectuando pequeñas inversiones y obteniendo grandes ganancias, pero que al final sufrirá la venganza de todos los que ha apretado e incluso empujado al suicidio con sus implacables métodos. Por su parte los galos Bustillo & Mauri, habituales al festival de Sitges, ofrecieron Le mangeur d’âmes (The Soul Eater) una cinta muy diferente a las que ofrecen habitualmente a su público, con ciertos toques de folk horror. Su argumento versa sobre la desaparición de niños después de que sus padres se hayan matado entre sí con una extraña y truculenta muerte que les lleva al orgasmo. Un misterio algo alejado de los terrores habituales, pero que contiene grandes dosis de sangre y una misteriosa figura, el devorador de almas, protagonizando una trama que se alarga durante tres horas.

No vamos a cerrar esta edición del festival sin un momento para recordar a «los nuestros».

 

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Diario de Serendipia en Sitges 2024: Octava cápsula

28 noviembre 2024 Deja un comentario

Comienza a vislumbrarse el final de esta 57 edición del festival ¡ya es juernes! pero Serendipia no piensa bajar ni un ápice su media, así que cuatro películas esperan verle durante el día, tres de Oficial Fantàstic Competició (The Rule of Jenny Pen, Call of the Water y Planet B) y una de Órbita, (Maldoror). 


JUEVES 10 DE OCTUBRE


Serendipia tenía ganas de ver The Rule of Jenny Pen, principalmente por los dos talentos que la protagonizaban, pero también por su director, pues quedó impactado por su anterior película, Atrapados en la oscuridad (Coming Home in the Dark (2021). Y, para nada quedó defraudado, pues el actor y director neozelandés James Ashcroft había preparado una película bien distinta a la que ofreció, también en Sitges, tres años antes. Ahora nos presenta a un severo juez (encarnado por el gran Geoffrey Rush) que sufre un ictus que hace que termine (temporalmente, como no se cansa de repetir) sus días en una residencia de ancianos. El cascarrabias juez mira todo y a todos por encima del hombro, pero encontrará la horma de su zapato en otro interno (John Lithgow), un sádico jubilado que disfrutará haciendo el mal y visitando por la noche a los otros internos con su terrorífica marioneta de mano. Es como si el terrible asesino en serie Trinity, auténtica némesis de Dexter en la serie del mismo nombre y  también interpretado por Lithgow, se hubiera jubilado y estuviera interno en un geriátrico.

Grandes interpretaciones tanto que, como veremos, serían merecedores del gran premio, todo ello en una nueva historia desarrollada en residencias geriátricas, al parecer, la nueva casa de (nuestro) terror tras las fraternidades y las fiestas de Halloween. Y es que la generación del Baby Boom se acerca a su senectud. Y eso sí que es terrorífico.

En Par amour (Call of Water, Élise Otzenberger) Sarah (Cécile de France), interpreta a una mujer de cuarenta años que vive una situación límite y al borde del agotamiento. Sus hijos de 9 y 5 años ocupan todo su tiempo y su marido está constantemente en viajes de negocios. Pero lo sobrenatural terminará de redondear su situación después de que su hijo mayor, Simon, desaparezca unos minutos en la playa y se vuelva extraño: pasa horas en su baño (no, no es eso que están pensando)  y busca el contacto con el agua a la menor oportunidad. Lo que le sucede es algo que solo una madre será capaz de creer y comprender.

Planète B (Aude Léa Rapin, 2023) es una imaginativa, pero para nada descabellada, parábola situada en un futuro cercano en el que los elementos incómodos son hacinados en cárceles virtuales, a las que los presos van en forma de avatar, mientras sus cuerpos se encuentran en animación suspendida. Un gran hermano penitenciario para un Estado policial. Entre los protagonistas del film, uno de los grandes nombres del cine galo, Adèle Exarchopoulos

Y Serendipia finaliza el día con Maldoror, película que se basa en el mediático caso de Marc Dutroux que asoló Bélgica en los años noventa. Un true crime de manual aunque su director, Fabrice du Welz, quiso alejarlo de esa popular vertiente cinematográfica y, sobre todo, televisiva que tan en auge se encuentra hoy en día. Nuestro Sergi López se pone en la piel del brutal secuestrador de niñas, pues la plana mayor de los actores belgas se negó a encarnar al criminal. Tan sensible se sigue mostrando la sociedad ante el caso 40 años después.

La cinta de du Welz muestra, al modo Ciudadano X (Citizen X, Chris Gerolmo, 1995), la acción desde el punto del vista del investigador, con los habituales problemas burocráticos entre cuerpos policiales que consiguieron que la detención del monstruo se prolongase, lo que ocasionó que dejará más cadáveres por el camino. Bien narrada, consigue trasmitir la sordidez de los hechos.

Y nuevamente, la jornada concluye y el cine deja paso a otras actividades festivaleras, como visitas a la King Kong Area y a la casbah de la playa, que incluye la obligada parada en el 79 la tienda de nuestro amigo Joan Castelló y en Imagen Death del entrañable Javier Perea. Serendipia aprovechó también para hacer una búsqueda, infructuosa, de un lugar en el que comprar el último número de El Jueves, lectura imprescindible para emprender el viaje de vuelta que ya se otea en el horizonte. Pero antes, aún queda mucho y buen cine.

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Diario de Serendipia en Sitges 2024: Séptima cápsula

28 noviembre 2024 Deja un comentario

Cuatro películas más, cuatro. Tres de ellas Oficial Fantàstic Competició (Fréwaka, Sanatorium Under the Sign of the Hourglass y Else) y una Noves Visions (Pepe). Todas ellas bien diferentes. Todas ellas interesantes…pero más raras que los ratones coloraos. Vamos, pues, con ellas.

Folk horror irlandés con Fréwaka (Aislinn Clarke), una película repleta de imaginería religiosa católica y también magia y sortilegios, que serán la razón de ser de la anciana a la que la protagonista, Shoo (Clare Monnelly) va a cuidar en una remota aldea. Shoo sobrevive a una traumática infancia marcada por el integrismo religioso de su madre, que termina suicidándose en soledad. Así que la vida y costumbres de la anciana no la cogerán desprevenida. Es agorafóbica, pero ella asegura que no sale al exterior porque fue secuestrada la noche de bodas por unos seres del folklore irlandés. La estudiante de enfermería necesita dinero, pues su pareja pronto a a ser madre. Atmosférica e inquietante, Fréwaka utiliza todos los recursos del cine de terror de casas encantadas, pero a ello cabe sumar la extrañeza de esos ritos ancestrales y sus sortilegios. 

Buen inicio, de largo es la menos críptica. A continuación comenzó el sindiós con Sanatorium Under the Sign of the Hourglass, una cinta de animación stop-motion que era pura carne de Noves Visions, pero que en Oficial Fantàstic Competició se presentó, para sorpresa de Serendipia. Dirigida por los hermanos Quay, Sanatorium… es un fantasmagórico viaje a un remoto sanatorio completamente decadente que resultará ser un mundo flotante a medio camino entre el sueño y la vigilia, con su propia noción del tiempo y siete historias reunidas en un extraño aparato que contiene la retina de su propietario y que, una vez al año, cobra vida. Extraña y no apta para todos los gustos, el film está basado en una novela del polaco Bruno Schulz.

Por su parte Else (Thibault Emin) es otra muestra de body horror (y de Noves Visions fuera de sección), con cuerpos que se fusionan con objetos a causa de una extraña epidemia. Más terror pandémico. Más extrañeza, tanta que Pepe (Nelson Carlo de los Santos Arias), la historia de un hipopótamo contada por él mismo después de morir, asemeja un cándido cuento infantil. Y algo de eso hay, aunque hay que reconocer que la película resulta fascinante y es imposible apartar la vista y dejar de seguir las peripecias de Pepe, uno de los hipopótamos  que el narco Pablo Escobar pasó de contrabando de África a Colombia para su zoo privado. Realismo mágico y mucho, mucho humor, con partes de documental y crítica social.

Después de tanta rareza, Pepe, el manso Pepe, se alza como una melodía relajadora y cautivadora. Les dejamos con el tráiler, para que se crean que no nos hemos inventado nada: Pepe existió y su peripecia vital pudo verse en Sitges.

 

 

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Diario de Serendipia en Sitges 2024: Sexta cápsula

28 noviembre 2024 Deja un comentario

Nueva jornada y reencuentro con nuestro querido Nacho Vigalondo, esta vez en Oficial Fantàstic Competició, con Daniela Forever. En la misma sección también compiten Meanwhile on Earth y Night Silence, tres películas que Serendipia se zampó en l’Auditori una detrás de otra en formato mini-maratón, cerrando la jornada en su querido Tramontana con Noves Visions y She Loved Blossoms More.


MARTES 8 DE OCTUBRE


A Serendipia Nacho Vigalondo siempre le ha parecido un tipo de talento y divertido. El argumento de sus películas siempre parece haber salido de una idea nacida en un bar. Una pequeña semilla que se va ampliando hasta formar un guion completo y luego, una película. Pero con esa idea descabellada (que alguien borracho pueda pilotar en los límites de un parque infantil un kaiju en Tokio o el funcionamiento de una Bat-bola) Vigalondo construye divertidas películas, casi juegos. Únicos. Y eso es lo que ha vuelto a hacer con Daniela  Forever. Con aires neoyorkinos a lo Woody Allen, el asunto que nos plantea Vigalondo es la superación de la pérdida, pero con una terapia muy particular: Tras la muerte de su pareja en un accidente de tráfico, Nicolas (Henry Golding) se apunta a una terapia experimental mediante el sueño lúcido. Ese tipo de sueño en el que se es consciente de estar soñando. Así, y contradiciendo a los doctores, Nicolas volverá a reunirse y vivir, en sus sueños, con Daniela (Beatrice Grannò). Definida por Nacho Vigalondo como su película más española, «por cómo respira y deja que los personajes desfilen por la ciudad«, lo cierto es que, a pesar de que la acción se desarrolla en Madrid, se trata de un Madrid un tanto irreal, muy neoyorkino, como ya hemos comentado antes. A lo que también contribuye el estar rodada en inglés y con actores protagonistas foráneos y no muy conocidos, que están respaldados por otros españoles como Aura Garrido, Nathalie Poza o Rubén Ochandiano, para que no olvidemos, aunque cueste, donde se desarrolla la acción. La película no fue muy bien recibida, como lamentablemente es habitual cuando se trata de Vigalondo, pero Nacho, no hagas caso y tu sigue con lo tuyo y como lo haces, aferrándote a tus descabelladas ideal e imaginando que «cada película puede ser la última, para quitarme ambiciones relativas al prestigio o la  taquilla, y dedicarme a la película como si fuera mi último mensaje al mundo«.

Y mientras tanto, en la Tierra, Serendipia volvia a l’Auditori y se sumergía en otra fantasía, Meanwhile on Earth  (Pendant ce temps sur Terre, Jérémy Clapin) en la que la animación y la imagen real, disciplina de la que proviene el director (¿Dónde está mi cuerpo?), se mezclan para narrar la existencia de Elsa (Megan Northam), aficionada a dibujar y que trabaja cuidando ancianos. Su hermano es astronauta y se ha perdido durante su última misión. Todo cambia cuando una inteligencia extraterrestre contacta con ella y le ofrece devolver a su hermano si, a cambio, ella hace un encargo muy especial. Y difícil. Muy difícil.

Night Silence (Cisza Nocna, Bartosz M. Kowalski) es una muestra, una de las dos que pudimos detectar en esta edición, de que envejecemos. Y cada vez es más palpable la preocupación sobre lo que el futuro nos depara. Y no deja de ser sorprendente como, mediante los múltiples lenguajes del fantástico, se tratan temas como la muerte, la pérdida, la maternidad o, en este caso, la senectud. La acción de Night Silence se desarrolla en una residencia de ancianos, un entorno que puede causar pavor y más si se desarrolla en un gran caserón repleto de secretos y silencios. Cabe destacar que el director, el polaco Bartosz M. Kowalski, ya había impactado al público con su crudo retrato de la infancia en Playground (Plac zabaw, 2016), así que ahora parece cerrar un círculo con su incursión en la vejez, aunque en este caso sea de manera menos descarnada y recurriendo más al goticismo fantástico.

Finalmente, la producción indie griega, She Loved Blossoms More (Yannis Veslemes), adentrará al espectador en la locura y en el sinsentido, capitaneado por tres hermanos que quieren construir, en un armario Art Decó, una máquina del tiempo para evitar la muerte de su madre. Una Noves Visions de manual que terminó con la escasa cordura que le quedaba a Serendipia, que agotado y en estado de duermevela, vio y también soñó está extraña producción griega.

Quedémonos mejor con el recuerdo de Daniela Forever y Night Silence, con cuyo tráiler cerramos esta cápsula.

 

 

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Diario de Serendipia en Sitges 2024: Quinta cápsula

28 noviembre 2024 Deja un comentario

Se abre una nueva semana y Serendipia se enfrenta a un maratón en Tramontana compuesto de cuatro películas seguidas: dos pertenecientes a la sección Oficial Fantàstic Competició (Canina y Sister Midnight) y dos Noves Visions (Your Monster y Love Me). A lo loco. A lo loco. A lo loco se vive mejor. 


LUNES 7 DE OCTUBRE


Canina (Nightbitch, Marielle Heller) es una amable comedia, que a veces se torna negrísima, sobre lo complicado que es ser madre e intentar llevar una vida laboral. O, sencillamente, una vida. Y es que para la protagonista (magnífica Amy Adams), el horror es la maternidad. Una constante pesadilla que intentará compaginar con lo que queda de «su vida», que parece haberse diluido en favor de su hijo, centro de toda su existencia. Muy inteligente y bien narrada, el film consiguió emocionar a más de una que sabía de lo que se estaba hablando en la pantalla.

Y de ahí a una recién casada frustrada ante lo que se le viene encima. Pero no una recién casada «normal», pues Sister Midnight (Karan Kandhari), una producción británica, arranca desde un matrimonio concertado en India  en el que el hombre parece no querer enfrentarse a su nueva situación, teniendo ella que correr con todas las tareas e incluso a tomar la iniciativa en el tema sexual. Con toques de comedia naif y de cartoon hasta que, de pronto, todo se vuelve tremendamente macabro y el tono del  humor se torna negro. Dos propuestas, como vemos, algo atípicas en el Festival de Sitges y que juntas, consiguieron que, prescindiendo de su calidad, Serendipia se preguntará si el festival en el que estaba todavía era el de cine fantástico y de terror.

Sigamos, ahora con Noves Visions, y la cosa sigue siendo terriblemente amable. Your Monster (Caroline Lindy) trae a la mente el cuento de La bella y la bestia, con una Melissa Barrera que tras una ruptura amorosa y en plena crisis, entablará una relación amistosa, primero, y amorosa después, con un monstruo que se oculta en el armario de su vieja casa familiar. Toda una comedia romántica de aires indies y con toques de El fantasma de la ópera que será la tercera muestra de empoderamiento femenino de la jornada. Simpática y correcta, sí pero… ¿Noves Visions? pues, en un más difícil todavía, Serendipia vivirá una nueva historia de amor con Love Me, un romance protagonizado esta vez por una boya y un satélite, el último que queda activo alrededor del globo terráqueo, pues ha habido una gran guerra que ha terminado con la vida en la Tierra, ¿les parece descabellado?, pues eso es lo que nos cuenta el matrimonio Sam y Andy Zuchero, que se aventuran a debutar en la dirección con esta historia que tuvo cierto éxito en su estreno en Sundance. En el reparto dos estrellas contemporáneas: Kristen Stewart, que no duda en apuntarse a un bombardeo cuanto más extraño mejor, y Steven Yeun.

Y finalizamos la jornada. Sin duda, una de las más extrañas que Serendipia ha vivido en el Sitges Film Festival. Pero oigan, ni tan mal.

 

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