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VAMOS DE ESTRENO * Viernes 27 de octubre de 2023 *

MAMACRUZ (Patricia Ortega, 2023)
España. Duración: 84 min. Guion: Patricia Ortega, José F. Ortuño Música: Paloma Peñarrubia Fotografía: Fran Fernández Pardo Compañías: La Claqueta PC, Pecado Films Género: Comedia dramática
Reparto: Kiti Mánver, Pepe Quero, Inés Benítez, Silvia Acosta, Loles Gutiérrez, Mari Paz Sayago, María José Mariscal, Paula Díaz, Úrsula Díaz Manzano
Sinopsis: Cruz (Kiti Mánver) es una abuela que lleva muchos años, décadas ya, sin saber lo que es un orgasmo. Ella, devota de sus creencias religiosas, no le daba importancia ni tampoco se lo había planteado… hasta que un día navegando por Internet empieza a sentir de nuevo deseos y sensaciones que ya creía extinguidas. Pero, ¿Cómo compaginar sus creencias con este nuevo despertar sexual y sensual que ha llegado de pronto a su vida?

Cuando decimos de algo o de alguien que es una cruz, nos referimos a que resulta una pesada carga que nos toca soportar y sufrir. Obviamente, en esta aplicación del término pervive la raíz cristiana de nuestra cultura: la cruz por excelencia es aquella en la que fue clavado el Cristo hasta su muerte y, como tal, es sinónimo de dolor y sufrimiento. O, lo que es lo mismo, de Pasión. Pero Mamacruz, que es como se presenta la protagonista a sí misma porque así es como la llama su nieta, no es una carga para nadie (quizás sí para ella misma), al contrario, es una mujer humilde que ha consagrado su vida al cuidado de los suyos y que, como única distracción, se dedica a vestir los santos de su parroquia gracias a sus dotes con la costura. Ahora, ya abuela, con su hija viviendo en Viena (donde ha ido a labrarse una carrera como bailarina), aunque está al cargo de su nieta y sigue ocupándose de su marido, algo empieza a moverse en ella, se diría que un aburrimiento doméstico que se ve acompasado por los pertinaces ronquidos de su esposo. Cuando una noche, sin pretenderlo, acaba en una Web porno, todo su microcosmos girará, sin vértigo pero sin pausa, emprendiendo un viaje de autorreconocimiento que la llevará a encontrar su cuerpo y a liberar su alma.
Mamacruz, la tercera película de Patricia Ortega, es el retrato de una de esas tantas mujeres buenas que han vivido una vida entera con la sensualidad dormida. Pintado, además, con el trazo fino del intimismo bien entendido y rematado con el delicado barniz de un humor costumbrista e inteligente. El guion, coescrito con José Ortuño (Ánimas, The Extraordinary Tale), mima la construcción psicológica de sus personajes, ninguno queda sin al menos ser bosquejado, y eso mismo permite rebasar el límite de lo individual para remontar el relato hasta la crónica social y cultural. Mujer de misa diaria y altar en la mesilla, esta “mamacruz” expresa el sentimiento de aquellas que, tocadas con una devoción genuinamente ingenua, se han dejado guiar por otros que establecen las pautas y valores que ocultan las inquietudes personales de su alma, igual como el corsé oculta las curvas de su cuerpo. Porque la cruz como signo apunta al sufrimiento, pero, en verdad, morir en ella fue, sobre todo, un acto de amor; tomar la comunión es recibir la calidez de un cuerpo en nuestro seno; y ser fiel de la pasión de Cristo es rendirse a un abrazo como la sunamita, y sus pechos como dos corzos, se rinde a los brazos de Salomón según el Cantar de los cantares. Ortega sabe extraer todo el sensualismo que subyace a la imagenería cristiana, o mejor católica, para armar un retablo que ilustra cómo lo que encarcela no es el canon sino quienes lo dispensan, y deciden, así, que una Dolorosa no puede tocarse con flores ni perfilar sus labios con carmín. Lo que es bueno para la mismísima Santa María, es extensible a toda madre. Y es que Mamacruz es también un ensayo sobre lo que supone la maternidad, sobre cómo, de generación en generación, las madres han inculcado en sus hijas la misma abnegación que han ejercido sobre sí mismas. Como si estuviera escrito que las mujeres deben renunciar a sus deseos para cumplir con sus deberes. Como si toda mujer-madre tuviera que atar en corto a toda mujer-hija. Sólo la reconciliación con el propio cuerpo, permite la reconciliación con la propia hija. Y a la inversa. Mamacruz es un canto a esa liberación que libera a todos a su paso: la protagonista con su crecimiento devuelve el ánimo a sus allegados, incluido ese marido que también parecía haber enterrado su deseo en el desaliño cotidiano. Nunca es tarde para descubrirse. Para destaparse.

Kiti Mánver pone su cuerpo al servicio de la trama, es por ello por lo que construye un personaje con el que podríamos mismamente tomar un café. O varias rondas de chupitos. Un cuerpo no lozano, pero que igualmente merece ser lucido. Como el de Emma Thompson en Buena suerte, Leo Grande de Sophie Hyde. En ambas películas se explora la sexualidad madura de la mujer y en ambas se canta a la libertad que nos deja la aceptación afirmante de nuestro propio físico. La Mamacruz de Mánver vive la adolescencia que, seguramente, no pudo tener y nos enternece con su capacidad de absorber cada nuevo estímulo. Primero con reservas, si no con auténtico remordimiento. Poco a poco aprende a irse soltando, a desviarse de la senda que había seguido, hasta que culminará gloriosa mientras repican las campanas para llamar a misa. No hay más ni mejor templo que nuestro yo carnal. Mamacruz camina hacia la autonomía y Mánver nos la dibuja feliz en su proceso, aunque sepa llorar cuando es debido. Tanto la actriz como la película nos dan noticia de que, mientras nos quede tiempo, por poco que sea, vale la pena gozar la vida.
Y así es Mamacruz, una comedia sin momento dramático. Porque la vida los tiene, pero cosidos a los episodios ordinarios e incluso a los felices. Una película que sabe hacer de la mujer el centro sin enarbolar banderas ni pronunciar soflamas. Atípica como todo aquello que se aparta de los modelos fijados. Un trabajo personal y auténtico que merece la mejor de las suertes. ¡Que el boca oreja cumpla su misión!
HYPNOTIC (Robert Rodriguez, 2023)
USA/UK. Duración: 92 min. Guion: Robert Rodriguez, Max Borenstein Música: Rebel Rodriguez Fotografía: Pablo Berron, Robert Rodriguez Compañías: Solstice Studios, Studio 8, Double R Productions, Hoosegow Productions, Ingenious Media Género: Thriller.
Reparto: Ben Affleck, Alice Braga, William Fichtner, Hala Finley, JD Pardo, Dayo Okeniyi, Jeff Fahey, Tony Amendola, Stacey Travis, Cristian de la Fuente, Kelly Frye, Derek Russo, Jackie Earle Haley
Sinopsis: Decidido a encontrar a su hija desaparecida, el detective Danny Rourke (Ben Affleck) se ve inmerso en un laberinto mientras investiga una serie de asaltos a bancos que desafían la realidad y que le harán cuestionarse sobre todo y todos los que le rodean. Con la ayuda de Diana Cruz, una vidente superdotada, Rourke persigue y, al mismo tiempo, es perseguido por un espectro letal, el único hombre que él cree que tiene la clave para encontrar a su hija. Pero acabará descubriendo mucho más de lo que esperaba.
Hypnotic deja bien claro que es una película de Robert Rodríguez. Es cine fantástico, terreno en el cual el director se mueve como pez en el agua y, como en otros de sus films, reivindica, sin soflamas ni (demasiados) folklorismos, su sangre mexicana y la de buena parte del reparto. Un país que también sirve de marco para la acción. Así que, por esa parte, lo cierto es que sale bien parada. Y es que el cine norteamericano parece asumir que, además de diversidad sexual, es un país multiétnico y que los norteamericanos de origen hispano (casi el 20%), también necesita ver modelos de su propia raza en la pantalla.
Ben Affleck está como se espera, armado con una mandíbula calcárea de tipo duro, pero también de buen padre, pues será la desaparición de su pequeña hija la que servirá como arranque para la acción, en la que tendrá un gran protagonismo la manipulación de la voluntad mediante los poderes hipnóticos.
En definitiva, sencillo y efectivo, Hypnotic es un agradable, y a veces un tanto enrevesado, thriller de carácter fantástico que requiere atención por parte del espectador, sobre todo en su segunda parte, durante la cual la acción, con sus giros y tirabuzones, se precipitará hasta su, -al tanto-, escena post-créditos.
RETRIBUTION (Nimród Antal, 2023)
USA/España. Duración: 91 min. Guion: Andrew Baldwin, Chris Salmanpour. Historia original: Alberto Marini Fotografía: Flavio Martínez Labiano Compañías: Studiocanal, Kismet Media, Atresmedia Cine, Ombra Films, The Picture Company, Vaca Films Género: Thriller.
Reparto: Liam Neeson, Jack Champion, Embeth Davidtz, Matthew Modine, Arian Moayed, Emily Kusche, Lilly Aspell, Noma Dumezweni, Jerry Kwarteng, Christian Koerner, Nedy John Cross, Michael S. Ruscheinsky
Sinopsis: Matt Turner (Liam Neeson) es un exitoso hombre de negocios americano que vive en Berlín y hace lo que puede para conciliar su flamante carrera financiera con sus responsabilidades familiares. Al llevar a sus hijos a la escuela una mañana, Matt recibe una llamada telefónica de una voz misteriosa: hay una bomba bajo su asiento que detonará a menos que complete una serie de labores específicas, y lo haga rápido. Atrapado en el coche en una carrera a toda velocidad por la ciudad, Matt ha de seguir las instrucciones de este desconocido, que cada vez entrañan más peligro, en una carrera a contrarreloj para proteger a su familia y resolver el misterio que se extiende a lo largo de un día.
Sin resultar especialmente original, nos llamó la atención el argumento de este thriller por ser similar al de una producción española de reciente factura, El desconocido (2015), primer largometraje de Dani de la Torre con Luis Tosar al volante. Y no es casualidad pues, efectivamente, Retribution se basa en la misma historia, escrita por Alberto Marini, que se utilizó en la cinta de de la Torre, solo que se sustituye Berlín por Madrid y Liam Neeson por Luis Tosar. Pero ya les adelantamos que el espectador no gana con el cambio. Muy al contrario, lo que en el film de Dani de la Torre es virtud, en el de Nimród Antal se torna en torpeza. Mientras la original nos resultó interesante y eléctrica, esta nos ha parecido aburrida y sin gancho.
Retribution está protagonizada por Liam Neeson, que de un tiempo a esta parte ha apostado por el cine de acción con trepidantes y entretenidas películas como Sin identidad (2011), Non-Stop (2014), Una noche para sobrevivir (Run all Night, 2015) o El pasajero (The Commuter, 2018), todas ellas dirigidas por el catalán Jaume Collet-Serra, que aquí ejerce de productor.
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