Archivo
Muere Anna Massey: Entre el frenesí y el pánico
No sé si formará parte de mis numerosas perversiones, pero desde que ví El fotógrafo del Pánico (Peeping Tom, 1960 Michael Powell), Anna Massey formó parte de mi catálogo de actrices que, si bien no tienen una belleza que entre dentro de los cánones al uso, tienen algo que me cautiva. Hay que decir que, naturalmente la película es fascinante, como lo es el ver al chico mono Karl Böhm totalmente enloquecido. Un Karl Böhm que poco antes estaba haciendo suspirar a muchas mujeres del mundo deseando haber sido ellas y no Romy Schneider la que compartiera
el trono (y el catre) con el Kaiser Franz Joseph en Sissí (1955 Ernst Marischka) y todas sus secuelas. También es fascinante ver lo moderno y sórdido que se ve el tema de las fotografías eróticas que se vendian de tapadillo. Sorprendente es también la perversión que demuestra cuando no se resiste a fotografiar a la modelo con cicatriz . Irresistible es la danza de la preciosa pelirroja Moira Shearer, actriz que ya nos dejó boquiabiertos en Las zapatillas rojas (The Red Shoes, 1948) o en Los cuentos de Hoffmman (The Tales of Hoffman, 1951) también de Powell. Perverso es ver como el padre del fotógrafo (interpretado por el mismo Powell) experimenta con su hijo hasta hacerle enloquecer protagonizando un «Gran hermano» sin «edredoning». Fascinante es, en resumen por infinidad de cosas que un cinéfilo inteligente (o alguien sencillamente inteligente), sabrá ver mejor que yo, pero… también me fascina Anna Massey, que uno no se imagina de pareja de Böhn, ya que es el patito feo en un film repleto de modelos y bellezas. No es débil pero parece un pájaro asustado. Es inteligente y sabe ver la diferencia y el dolor en el personaje que interpreta Böhn. Lo entiende perfectamente porque quizás ella se siente igual. Y… la veo bella, con esa mirada entre triste y curiosa, con ese cuello (¡Qué cuello más largo!) y con esa sencillez y mirada repleta de inteligencia. Por eso cuando ha fallecido me han venido imágenes de ella en esta y otra de mis películas favoritas, donde tiene una muerte no mostrada que nos resulta más dolorosa que el famoso extrangulamiento/violación con la que Hitch nos obsequia en otro momento de la película.
Anna Massey era una gran actriz. Una señora de la interpretación que llevaba los genes en la sangre ya que esta británica era hija de los actores Adrianne Allen y Raymond Massey (que los fans del fantástico recordamos por El caserón de las sombras (The Old Dark House, 1932 James Whale) y La vida futura (Things to Come, 1936 William Cameron Menzies) .
Nacida en 1937 debuta en el teatro a los 17 años, en 1955 a pesar de que no haber recibido formación en arte dramático. Ya les he dicho, cuestión de genes. En 1958 entra en el mundo del cine de la mano de John Ford con Un crimen por hora (Gideon’s Day), pero es en 1960 cuando interpreta uno de los papeles que le hicieron espacio en mi corazón (y en el de muchos /as): El fotógrafo del pánico (Peeping Tom), otra de las obras maestras de Michael Powell. Entre otros papeles destacados cabe resaltar su actuación en El rapto de Bunny Lake (Bunny Lake is missing, 1965 Otto Preminger), junto al gran Laurence Olivier y, por supuesto su interpretación como la camarera cockney Bubs en Frenesí (Frenzy, 1972 Alfred Hitchcock). Sin olvidar sus intervenciones en la producción Amicus, La bóveda de los horrores (The Vault of Horror, 1973 Roy Ward Baker), El maquinista (The Machinist, 2004 Brad Anderson) o Los crímenes de Oxford (The Oxford Murders, 2008 Álex de la Iglesia), por poner tres motas en una larguísima carrera.
La actriz trabajó tanto en el cine como en el teatro, aunque su carrera se desarrolló especialmente en televisión, obteniendo gallardones que incluyen el de Commander of the Order of the Brithish Empire en 2004, otorgado por la reina por su contribución al arte dramático.
Escribió su autobiografía Telling Some Tales en 2006 y falleció el 3 de julio a los 73 años de un cáncer.
Quedará siempre viva en nuestra memoria su Helen, superviviente del enloquecido y roto fotógrafo snuff Mark Lewis, pero no del sádico y cabrón Robert Rusk, interpretado deliciosamente por Barry Foster en el film de Hitch.



Últimos comentarios