El Festival de Sitges siempre será una fiesta: primer avance de la programación 2011
Siempre una de las grandes incógnitas en estas fechas es saber cuál va a ser el leit motiv del Festival de Sitges, que en las últimas ediciones giró en torno al aniversario de alguna película. Y por ahí se barajaban, como siempre, las hipótesis: ¿Quizás La Naranja mecánica que cumple cuarenta lozanos años? ¿Que tal Tiburón que inauguró esa magnifica iniciativa que es el Phenomena en Barcelona justo treinta y cinco años después y en el mismo cine que vio su estreno un diciembre de hace tanto?
Pues no, no había que ir a mirar tan lejos, aunque si iban bien los tiros que apuntaban a Kubrick y a Spielberg: se celebra este año el décimo aniversario de Inteligencia Artificial, ideada por el primero y producida y dirigida por el segundo. Criticada en su estreno esta película que nos cuenta la historia de un niño robot de última generación, tan desarrollado que hasta tiene sentimientos y crisis de identidad, actualmente es vista por las nuevas generaciones como película de culto, con la excelente interpretación del prodigio Haley Joel Osment en el papel protagonista como nexo que les hace conectar al ser este de su misma quinta.

Pero este año Sitges riza el rizo y no se queda sólo en la película, al contrario ésta no es más que una excusa para reflexionar con buen cine sobre un tema que ahora es candente: el de la inteligencia artificial, el de la robótica, que junto a la ingeniería genética son los temas estrellas en el mundo científico y los que más dilemas éticos ofrecen al mejor estilo Frankenstein: la posibilidad de crear vida a nuestra imagen y semejanza cual si hubiéramos llegado a ser dioses sin dejar, todavía, de ser mortales.
Y esa reflexión está presente desde la inauguración que en esta 44 edición recae sobre La ópera prima de Kike Maíllo, Eva, ciencia ficción española de primer nivel, y que protagoniza además otra efemérides: la de ser la primera vez que se inaugura el festival con una película rodada en catalán y en su versión original.
Según sus creadores, “EVA narra la historia de un regreso, de un reencuentro, de una pérdida”, quienes la han visto ya antes de su premier mundial nos advierten que mezcla melodrama, ciencia ficción y terror todo ello apoyado en un argumento solvente y unos efectos especiales espectaculares. Se trata, pues, de un fantástico distinto al de hace treinta años, más abierto al eclecticismo y a la difuminación de los límites entre géneros, y por el que ya apostaba decididamente Ángel Sala, director del Festival, hace un año en su libro Profanando el sueño de los muertos. Este nuevo fantástico es el que está convirtiendo a nuestro género favorito, y que tantos habían considerado hermano menor, en el más rico actualmente y el que más puertas está abriendo al cine. De hermano menor a género de prestigio gracias a su apertura hacia el mestizaje, está demostrando que lo fantástico es la base de la ficción, que es casi tanto como decir la base del cine. Su abundante presencia en Cannes no es más que un ejemplo de la consolidación de estos nuevos aires por los que se adentra el Festival de Sitges con Ángel sala a su cabeza.
Y si de nuevo cine fantástico había de nutrirse, en Sitges no podía faltar la esperadísima Mientras duermes de Jaume Balagueró, que no es sólo otra película de terror española más. No es terror gótico como lo fue El Orfanato (2007, Juan Antonio Bayona), tampoco terror documental (falso documental, mejor) como Rec (2007), simplemente juega en otra liga y lleva al siempre inquieto director catalán a hurgar en ese terror que puede esconder lo más cotidiano. En perfecto tándem con Luis Tosar (Celda 211), Balagueró nos retrata a un anodino portero, esa figura que pasa desapercibida para los inquilinos pero para quien ellos, los inquilinos, no tienen ningún secreto hasta el punto de que podrían manipular sus vidas, hacer que sus existencias se convirtieran en pesadillas. Como el protagonista de una oscura pesadilla Luis Tosar nos va a hacer saber qué es el miedo, qué la maldad. Y Balagueró nos vuelve a llevar por un camino que ya transitó con su episodio televisivo, de la serie Películas para no dormir, Para entrar a vivir (2006).
¿Alguien podrá dormir después de verla? Los fanáticos de Sitges somos gente curtida y encima disfrutamos sufriendo, pero por si necesitásemos un poco de humor para compensar, ahí va a estar la Zombiewalk. El 14 de octubre (a dos días del cierre del festival) las calles de la Blanca Subur se llenarán de nuevo de traviesos muertos vivientes y este año, además, puede que anden a ritmo de salsa porque la película que ha sido elegida por el staff para el evento es la cubana Juan de los muertos (2011, Alejandro Brugués), una locura a lo Zombieland (2009, Rubén Fleischer) pero con ritmos más calientes. Y quien esto escribe está esperando ya verla, porque promete, promete, promete.

En este blog no nos cansamos de repetir que el cine de terror está viviendo un buen momento en toda Latinoamérica, si el año pasado disfrutábamos, de producciones uruguayas, argentinas y mexicanas, este año le ha tocado el turno a Cuba, Brasil (Trabalhar cansa, de Marco Dutra y Juliana Rojas) y nuevamente Argentina.
Desde el país del tango y el Rojo Sangre, nos llega el documental La mujer del Eternauta (Adán Aliaga) sobre el cómic del mismo título, porque la no ficción también tiene cabida, sobre todo cuando se estudia una realidad tan terrorífica como fue la dictadura de Videla. Esta película además nos permitirá profundizar en la relación cómic-cine que tendrá su parte importante durante el certamen al colaborar el Ficómic, colaboración que ya se inició durante el pasado Salón del Cómic de Barcelona con la exposición Zombies, ni muertos ni enterrados, veremos qué sorpresa nos depara esta nueva colaboración.
Y en el campo de las colaboraciones hay que destacar la que ya se inició el pasado año con la Filmoteca de Cataluña, que este año se materializará con un ciclo sobre Bigas Luna paralelo al festival y uno posterior en el que podrán volver a verse las cintas proyectadas en la sección Seven Chances.
El Festival de Sitges es estresante, como dice Ángel Sala y como yo pude confirmarlo en carnes; pero también es intenso, una experiencia única en la que todo cabe, la ficción, el documental, las óperas primas, las retrospectivas, las nuevas y viejas visiones. Hay secciones para todos los gustos: Brigadoon, siempre descubriendo nuevos talentos entre el fandom más cercano al público; el Midnight X-treme del que surge el premio del jurado joven (colaboración con el Carnet Jove) y la animación que esta vez irá más allá de las proyecciones del Anima’t. Precisamente una de las películas que más expectativas despierta es Les Contes de la Nuit (Michel Ocelot) largometraje de animación en 3D que representó a Francia en la Berlinale.
El 3D irrumpió de lleno con Avatar (2010, James Cameron), apenas un año después ya se oyen voces de su fracaso. Pero, ¿Realmente ha fracasado? ¿No será que al convertirse en moda demasiados se han apuntado al carro? ¿El problema no serán las películas rodadas en 2D y reconvertidas artificialmente a 3D? Las tres dimensiones no se agotan en los efectos de feria, en lanzar objetos a los espectadores, aunque muchos lo hayan entendido así y por ello estén matando una perspectiva que puede darle al cine nuevos campos de investigación de la imagen. EL 3D exige por parte del director pensar los planos en las tres dimensiones con las que tiene ocasión de jugar. Cuando así se hace se logra una atmósfera que la imagen plana que conocemos no puede ni soñar. En su 44 edición, el Festival tendra uno de sus focos en la análisis del 3D y sus posibilidades: desde la de sembrar inquietud como ocurre en la excelente The Mortician (Gareth Maxwell Roberts) hasta la divertida (aunque no todos la califican así) producción hongkonita 3D Sex and zen: Extreme Ecstasy (Christopher Sun Lap Key).
Mucho y bueno podremos disfrutar en la bella Sitges desde el 6 de octubre hasta el 16. Además de los títulos nombrados están confirmados ya: Emergo del novel director catalán Carlos Torrens, película que cuenta con Rodrigo Cortés (Buried, 2010) como guionista, The Turin Horse (Bèla Tarr), The Yellow Sea de Na Hong-jin (Corea), Grave Encounters (The Vicious Brothers) y la esperada Burke and Hare de John Landis, inspirada en el popular cuento de Robert Louis Stevenson basado en un hecho real del que ya existe un excelente film de Val Lewton, El ladrón de cadáveres (The Body Snatcher, 1945), bajo la dirección de Robert Wise y con la soberbia actuación de Boris Karloff. La versión de Landis que se proyectará en Sitges, tendrá una presentación muy, muy, especial, según ha afirmado enigmáticamente Ángel Sala en la rueda de prensa.

John Landis ya ha estado en otras ediciones del Festival de Sitges, como en esta ocasión en la que entregó a Paul Naschy el premio Máquina del Tiempo
La programación está ya muy avanzada pero aún no está cerrada, eso se espera que sea sobre agosto, pero no era el principal objetivo hoy. Hoy se trataba de desvelar el Leit Motiv y, cómo no, la imagen que representará al festival. Si el año pasado teníamos a dos encantadores gemelas, esta vez contaremos con doble cartel, en uno aparentemente se retrata a un hombre y en el otro aparentemente a una mujer:


Y digo aparentemente porque no lo son. Se trata de los Geminoides diseñados por el profesor Ishiguro, esto es, clones cibernéticos. Si cada cual tuviera el suyo podría mandarlo al trabajo y mientras tanto dedicarse al dolce fare niente donde más nos apeteciera. ¿Sugerente, no? ¿Pero todo se acaba ahí? El profesor Ishiguro estará en Sitges dando una clase magistral y allí podrá preguntársele que posibles efectos adversos podría tener convertir la tierra en un gran mundo de dobles. El tema del doble ha intrigado desde siempre a la literatura fantástica y por ende al cine desde sus propios inicios, siempre para plantearse la dualidad bien y mal; siempre uno de los gemelos es malvado, desde el Hyde de Stevenson al gemelo de El Otro (The Other, 1972) de Robert Mulligan. Estos geminoides, ¿Sólo se limitarán a reproducir un programa instalado en ellos? ¿No cabe la más remota posibilidad de que acaben desarrollando su propio pensamiento como lo hizo el ya mítico Hal 9000 de Kubrick? Todas esas incógnitas nos trae la Inteligencia Artificial.
Como en un círculo mágico el cartel remite al Leit Motiv y viceversa, y lo hace de un modo más inquietante y complejo que otros años. Aunque parezca siempre imposible, como los juegos olímpicos, está será la mejor edición de todos los tiempos.
Allí estará Serendipia para vivirlo, disfrutarlo y compartirlo. Hoy de momento ya se ha entusiasmado con la presentación (y el cava que ha venido después). Porque allí estaba esta mañana… ¿o acaso estaba su doppelgänger?

¿Serían capaces de reconocer a este ser dual que les escribe?
Últimos comentarios