HISTORIAS IMPÚDICAS. PROGRAMA ERÓTICO DE BIGAS LUNA
En 1977, sin ningún largometraje estrenado todavía, Bigas Luna acepta realizar cortometrajes de corte erótico realizados en Súper-8 para consumo doméstico en venta por correo.
Junto a Fernando Amat, Bigas Luna crea el sello Cine Promoción y con un reducido equipo conformado por, entre otros, Pep Cuxart a la producción, que más tarde ejercerá el cargo en Bilbao (1978) y Caniche (1979); Rosa Fernández como ayudante de dirección; la por entonces esposa del director, Consol Tura, en vestuario, y que continuaría trabajando para su marido en sus siguientes proyectos; y contando con la fotografía del prestigioso Tomas Pladevall y Pedro Aznar, este último responsable asimismo de la de Bilbao y Caniche, Bigas Luna dirigió un total de doce cortometrajes: Coctel internacional, El ídolo, La mora, La deportista, Esquí, La roulotte, El espejo, El desayuno, París-Hollywood, La millonaria, La guitarrista y Mona y Temba.
Se trataba de inocentes cortometrajes de unos diez minutos de duración en los que las actrices se despojaban de la ropa, varios de ellos con una pequeña excusa argumental y acompañamiento musical seleccionado por el propio director. Entre
las protagonistas destaca Linda Lay, actriz que participo en varias películas dirigidas por Iquino; o Rosa Raich, que también intervino en el primer largometraje de Bigas Luna, Tatuaje (1978), además de starlettes de la época como Sarima, Pilar Matus, Maica Tihenen, Jennie o Nicola Brown.
Lejos de ser obras meramente alimenticias, estas pequeñas historias muestran ya en gran parte el universo temático del director, pues en ellos profundiza por primera vez en el sexo y el erotismo, que a partir de Bilbao, su segunda película, conformará un hilo conductor en su carrera. Bigas Luna, definió la experiencia de rodar estos cortometrajes como “cojonuda, muy divertida y además muy difícil. Teníamos que hacer películas que teóricamente hicieran trempar, pero en las que no se podía ver nada (…) Ahora las veo como películas cómicas.” (Martí Font, J. M.: “Bigas Luna. El erotismo es una tontería”, Star, número 51, 1979)
Algunos retazos de estos cortometrajes, concretamente de La millonaria, pueden verse en Bilbao. Y no solo eso, también en uno de ellos, Cóctel Internacional, se muestra el cuadro de una colegiala que más tarde formará parte del mobiliario del hogar de Leo (Àngel Jové) y María (María Martín) en el mismo filme.
En 1984 once de estos cortometrajes fueron reunidos en forma de largometraje y editados por Uros Films en VHS y Betamax para su alquiler en videoclubs con el título Historias Impúdicas. Programa erótico de Bigas Luna, en cuya carátula se mostraba una imagen del propio director y las fundas de los Súper-8 de los que quedó, de manera inexplicable, excluido uno de ellos, Mona y Temba[1].
Recientemente se intentó mediante un ripeado remasterizado del propio VHS autorizado por los descendientes del director pero tuvieron que retirarse por problemas y discusiones respecto a los derechos de los mismos.
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