VAMOS DE ESTRENO * Viernes 24 de enero de 2025 *

FLOW, UN MUNDO QUE SALVAR (Flow, Gints Zilbalodis, 2024)
Letonia/Bélgica/Francia. Duración: 83 min. Guion: Matiss Kaza, Gints Zilbalodis Música: Rihards Zalupe, Gints Zilbalodis Compañías: Dream Well Studio, Sacrebleu Productions, Take Five Género: Aventuras
Sinopsis: Un gato se despierta en un mundo cubierto de agua, donde la raza humana parece haber desaparecido. Busca refugio en un barco con un grupo de otros animales. Pero llevarse bien con ellos resulta ser un reto aún mayor que superar su miedo al agua. Todos tendrán que aprender a superar sus diferencias y adaptarse a este nuevo mundo en el que se encuentran.

“adj. Dicho de algo como una cualidad, una conducta, etc.: Puro y sin mancha ni defecto”. Así define el diccionario de la RAE el vocablo ‘acendrado’, el que mejor define la animación de Flow, exquisita y pulida como un metal precioso recién bruñido. Los fondos tienen tal grado de precisión y verismo que se diría que estamos ante una fotografía de corte naturalista, pero con una carga onírica que pocas veces puede lograrse con la imagen real. El tono ideal para una fábula postapocalíptica que ensalza el valor de la amistad, de las afinidades electivas como fuerza subversiva contra lo establecido, como medio para restablecer la paz social frente a los discursos de odio, tan vinculados a los relatos identitarios que priman lo propio en detrimento de todo aquello que se considera ajeno y, en calidad de ello, invasor. Gints Zilbalodis apuesta por lo simbiótico como único vehículo posible para alcanzar un nuevo equilibrio que revierta los efectos de la actuación mercantilista de los humanos que puede estarnos empujando al colapso. Desde su representación del reino animal, lo que busca es deslegitimar todo darwinismo social, poniendo al cooperativismo como remedio que impida la catástrofe o, al menos y en el peor de los casos, contribuya a paliar las consecuencias de la explotación desaforada de los recursos naturales y la consiguiente desigualdad en el reparto de la riqueza. Y todo esto en Flow se enuncia de modo sutil, sin subrayados ni sermones.
La palabra ‘sermón’ viene del latín, sermo, sermonis, vocablo que exactamente significa conversación, palabra trabada o entablada entre uno y otro. Zilbalodis rehúsa toda moralina y lo hace hasta el punto de apostar por la supresión de los diálogos en su narración, obteniendo como efecto un uso adulto de la animación en la línea de lo que consiguiera Pablo Berger en su Robot Dreams, pero utilizando representaciones todavía menos antropomórficas para sus personajes. El letón opta por retratar el orden natural desde su propia peculiaridad idiosincrática, algo que no sólo evidencia la ausencia de palabra, sino también el movimiento que anima a los protagonistas para el cuál el autor ha partido de estudios muy detallados, basados en grabaciones de vídeo realizadas en casa para los perros los gatos, y en el zoo para los demás animales. El resultado es un cuadro en el que lo humano está ausente o, de aparecer, es mero vestigio de un pasado, no sabemos cuán reciente, que parece causa de la catástrofe que ha transmutado al mundo. Y, sin embargo, Flow es una cinta eminentemente humanista, en el sentido más estricto del término. El humanismo definió al Renacimiento frente al teocentrismo medieval, toda una corriente de pensamiento centrada en el principio de que las necesidades de la sensibilidad y de la inteligencia humana pueden satisfacerse sin tener que aceptar la existencia de Dios y la predicación de las religiones. La renacentista fue (y es) la versión más positiva del antropocentrismo, su planteamiento más revolucionario, liberador e integrador a partes iguales. Algo de esa filosofía subyace en Flow, pues buscar un retrato fiel del orden animal ha servido, paradójicamente si se quiere, para hacer posible expresar, en el comportamiento y actitudes naturales de los personajes, defectos y virtudes humanas y muy humanas. Como reconoce el propio autor: “Cada una de las personalidades de estos animales refleja un aspecto del individuo enfrentado a la vida en sociedad”. La posibilidad de redimirnos, de poner término a las adversidades que nosotros mismos hemos causado, está en nuestras propias manos, tal como los animales del filme logran ponerse a salvo apoyándose en sus limitaciones y temores, uniéndose a otros tan imperfectos como ellos en un viaje que tiene lo mismo de iniciático como de restaurador del buen orden común. Los problemas que causamos sólo los podremos solventar profundizando, ahondando y redundando, en nuestras propias contradicciones.
Lírica y comprometida a partes iguales, así es Flow. Un binomio que se alcanza en un grado que, tal vez, la imagen real no hubiera permitido. En palabras de Zilbalodis: “Tengo la impresión de que me permite explorar el subconsciente más profundamente que si hiciera una película de imagen real. La animación no se ve tan afectada por las barreras culturales o lingüísticas: puede ser mucho más universal y primaria. No creo que deba considerarse como un registro aparte del cine, porque no es más que otra técnica narrativa”. Como las mejores cintas de su admirado Hayao Miyazaki, el último largo del letón aúna profundidad temática y brillantez visual, maneja los mecanismos básicos de la aventura y los envuelve con una pertinente pátina de espiritualidad, en una combinación y proporción que la hacen madura, pero asequible. La idea se expresa y se capta gracias a la imaginería que emplea. Casi se diría que estamos ante un anime a la occidental, porque los conceptos y los símbolos están arraigados en nuestra tradición, pero son empleados con una capacidad de penetrar en la realidad más actual desde el misticismo más ancestral a la que sólo los nipones nos tienen acostumbrados. Por sus fotogramas se pasea el Leviatán, monstruo marino por excelencia, serpiente marina de cuerpo semejante a la ballena que ha expresado el poder del caos como fuerza de la naturaleza, y que aquí, en la cinta, es referencia directa al mundo de lo maravilloso y lo terrible. También nos informa simbólicamente de la naturaleza del cataclismo en curso. Se ha alcanzado un punto de ruptura, y la gigantesca criatura subraya la dimensión absolutamente extraordinaria de los acontecimientos que se desarrollan ante nuestros ojos. Su agonía en el desenlace, indicaría así la posible vuelta de la normalidad, pero su reaparición post-créditos advierte de la naturaleza cíclica de los desórdenes y dificultades. La vida humana es dialéctica. Y lo es tan bellamente como Flow es un canto al tenso equilibrio entre contrarios que es la existencia.
BODEGÓN CON FANTASMAS (Enrique Buleo, 2024)
España/Serbia. Duración: 88 min. Guion: Enrique Buleo Música: Sergio Bertran Fotografía: Gina Ferre Compañías: Cuidado con el Perro, Quatre Films, Sideral Cinema, This and That Productions Género: Comedia
Reparto: Jordi Aguilar, Eduardo Antuña, Enric Benavent, Patty Bonet, José Carabias, Ferran Gadea, Cristina García, Bianca Kovacs, Carmen Gloria Martínez, Pilar Matas, Nuria Mencía, Fernando Sansegundo, Consuelo Trujillo
Sinopsis: Rodeados por viñedos y tierras de cereales, los habitantes de un pueblo de La Mancha pasan sus días con normalidad. Unos, los vivos, luchando contra los aprietos de la vida. Otros, los fantasmas, lidiando con los sinsabores de la muerte
Enrique Buleo, director y escritor de este Bodegón con fantasmas nos ofrece cinco historias en las cuales el costumbrismo, fantastique y humor negro se dan la mano. Cinco historias que retrotraen al espectador al mejor J. L. Cuerda y, por supuesto, al más desternillante Azcona. También entra por su propio pie en el humor de la Manchuela que tantos buenos ratos nos ha hecho pasar.
Las cinco historias que conforman Bodegón con fantasmas son perfectas parábolas del absurdo que tienen como fondo la muerte. Una muerte que carece de importancia y que se desarrollan en un pueblo casi fantasma. Un pueblo en el que el tiempo parece haberse congelado, con protagonistas muy humanos, feos, normales, solitarios. Que confían en la ouija o en la ley de atracción y que mientras, mueren y son olvidados.
Todo en una saludable obra que nos congratula con el humor español, y con el fantastique cañí, que tantas buenas obras dejó en los años cincuenta y sesenta y que en la actualidad tan estancado se encuentra poblado por comedietas amables de medio pelo que parecen clones unas de otras ya desde el propio póster.
Enrique Buleo ofrece una historia poliédrica con una estética muy kitsch protagonizada por Consuelo Trujillo, Pilar Matas, Fernando Sansegundo, Eduardo Antuña, Enric Benavent, Jordi Aguilar, Nuria Mencía, Pepe Carabias, Bianca Kovacs y Patty Bonet, entre otros.
La cinta cuenta con una trayectoria impecable que arrancó con el estreno mundial en la Sección Oficial a competición del Festival de Sitges, cosechando las primeras grandes críticas y recibiendo una calurosa acogida por el público. El estreno internacional tuvo lugar en el Festival de Varsovia para volver de nuevo a España como película de inauguración de Abycine y recibir allí el Premio Asociación de Periodistas. Posteriormente se alzó con el Premio Blogos de Oro al mejor largometraje en la Semana del Cine Fantástico y de terror de San Sebastián y recientemente en Rizoma recibió la Mención especial del jurado compuesto por la Ana Rujas, Jaume Ripoll y José Manuel Zamora, tras su paso por El Festival de Gijón (FICX).
Bodegón con fantasmas es una producción de AmoraFilms (Alejandra Mora), Cuidado con el perro (Alicia Yubero, Juan Cavestany, Alvaro F. Armero), en coproducción con Sideral (Roberto Butragueño, Nuria Landete) y This and That (Snezana van Houwelingen).
SEPTIEMBRE 5 (September 5, Tim Fehlbaum, 2024)
Alemania. Duración: 90 min Música: Lorenz Dangel Fotografía: Markus Förderer Productora: Berghauswöbke Film y Projected Picture Works, Constantin Film y ERF Edgar Reitz Filmproduktion Productores Ejecutivos: Martin Moszkowicz, Christoph Müller Productores: Philipp Trauer, p.g.a., Thomas Wöbke, p.g.a., Tim Fehlbaum, p.g.a., Sean Penn, John Ira Palmer, p.g.a., John Wildermuth, p.g.a. Guion: Moritz Binder, Tim Fehlbaum, Alex David
Reparto: Peter Sarsgaard, John Magaro, Ben Chaplin, Leonie Benesch, Zinedine Soualem, Georgina Rich, Corey Johnson, Marcus Rutherford, Daniel Adeosun, Benjamin Walker, Ferdinand Dörfler
Sinopsis: La historia gira alrededor de Geoff (John Magaro), un joven y ambicioso productor que se esfuerza por demostrar su valía a su jefe, el legendario ejecutivo de televisión Roone Arledge (Peter Sarsgaard). Junto con la intérprete alemana Marianne (Leonie Benesch) y su mentor Marvin Bader (Ben Chaplin), Geoff toma inesperadamente los mandos de la cobertura en directo. Ante el cambio de temática y narrativa, con plazos que se agotan, rumores contradictorios difundidos por doquier y la vida de los rehenes pendiendo de un hilo, Geoff se enfrenta a decisiones difíciles y sus propios conflictos éticos.
Los trágicos hechos que sucedieron durante los Juegos Olímpicos de Munich de 1972 sirven de fondo para la acción de este electrizante thriller que narra como se consiguió retrasmitirlos en directo en unos tiempos en los cuales las cosas no eran, ni de lejos, tan fáciles como resultarían hoy. Lo que muestra Septiembre 5 es la historia de una retrasmisión que cambiará para siempre la cobertura de noticias en los medios de comunicación y que no ha dejado de influir en el tratamiento que se da a las noticias de actualidad, incluso con sus sombras, pues los hechos fueron cubiertos de tal manera que incluso el canal norteamericano ABC, que era quien consiguió realizar la hazaña, fue responsable de trastocar la primera acción que intentó la policía alemana para terminar con el secuestro.
Enfocar la historia desde el punto de vista de los periodistas es una opción que tenía clara el director del film, Tim Fehlbaumt, «Estamos constantemente en el estudio de televisión, casi como en una obra de teatro, y únicamente vemos los trágicos acontecimientos que se desarrollan ante nosotros a través de los objetivos de las telecámaras«. Algo que que ha Fehlbaumt le interesaba mostrar y contrastar con la forma de hacerlo en la actualidad, «Este enfoque parecía especialmente pertinente en el mundo actual: con la llegada de la retransmisión en directo y la disponibilidad instantánea de imágenes y vídeos, la forma de procesar los acontecimientos ha cambiado radicalmente. Las imágenes ejercen una enorme influencia: moldean la opinión pública, movilizan a la gente e incluso pueden inducir a adoptar decisiones políticas.»
Pura historia, una historia no demasiado conocida pero no por ello carente de importancia, lo narrado y la forma de hacerlo en Septiembre 5 consigue trasmitir la sensación de urgencia y la tensión de los hechos al espectador, captando su atención y no soltándolo hasta la conclusión del film, que invita a su reflexión.
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