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Cyptshow cumple la mayoría de edad entre libros y películas

 

El niño se nos ha hecho grande. Lo recordamos arrogante, altanero, con muchas cervezas de más y ganas de que la noche no termine. Pero trabajador, muy trabajador y minucioso en lo suyo. Han pasado los años y más o menos, sigue igual, aunque no beba tanto y le hayan salido algunas canas. E incluso vástagos, que alguno hay. Y, al igual que algunas familias, ha crecido, pues Cryptshow se ha abierto a nuevas incorporaciones. Sangre nueva. Ya se sabe, «La sangre es vida». Así que felicitamos a este, uno de los festivales de cabecera de Serendipia porque felicitarlo, es felicitarnos a nosotros mismos, pues no en vano, hemos crecido juntos. Nos hemos hecho grandes juntos. Y lo celebramos como mejor se puede hacer, formando parte de sus actividades, disfrutando desde las butacas del entrañable Círcol. Aplaudiendo y apoyando al festival con el que arranca el verano. El festival que abre la temporada, el que se pilla con más ganas. El Cryptshow. 


Confieso que el que Cryptshow dedicara la temática este año al Antropocentrismo me dejó un tanto perplejo. Uno, es consciente de que hay que variar e intentar ser original en las propuestas, procurando salir del círculo vicioso de vampiros, hombres-lobo o ciencia ficción pero… me cuesta pensar en películas relacionadas con el tema. O libros… En todo caso, cualquier excusa es buena para reunirse en Badalona en una nueva cita con el fantástico y el terror en el que es uno de los mejores festivales de cortometrajes del género y que, además, es de los más originales a la hora de ofrecer propuestas y actividades a sus asistentes.

CRYPTSHOW LITERARI

(Foto: Cryptshow)

El Criptshow siempre ha tenido especial dedicación por la literatura fantástica, una dedicación que ha aumentado y de desarrollarse durante una mañana, ha pasado a ocupar una jornada completa. Así, la tarde/noche del sábado 29 de junio estuvo protagonizada por escritores, guionistas, lectores y dibujantes de cómic, en un encuentro que tuvo lugar en el porche del Hostal Solimar. Una velada durante la que se desarrollaron diversas charlas como la titulada L’eròtica a la literatura fantàstica catalana. Tumult a la “Bella Xona», que es como se llama la nave interestelar protagonista de la obra Urbàs i Org: La sang dels Déus, escrita por David Gómez Simó, que narra los viajes por el espacio profundo de la nave interestelar La Bella Xona y su tripulación, en lucha permanente contra el poder hegemónico de la Corporación Tinell y el Concilio Hechicero Estelar, que, además de con el autor, contó con la escritora Sònia Boj y Lluís Rueda ejerciendo de moderador, como también lo hizo de la siguiente, Traducciones en el Terror y la Ciencia-Ficción en catalán, un oficio de autor con Jordi Dausà i Mascort y Lluís Delgado. Finalmente, la charla La ilustración como marca de estilo editorial (cubiertas y viñetas ingeniosas), contó con la presencia de Marina Vidal, Albert Monteys y Toni Benages

Como es habitual, Diego López presentó su más reciente número, el 38, del fanzine El Buque Maldito y se realizó la presentación oficial y las bases para participar en el I concurso de relatos Cryptshow/El Biblionauta, finalizando el acto con un Recital poético  a cargo de Marçal Font y el músico y saxofonista Ferran Besalduch.


CRIPTSHOW FESTIVAL (Cine y música)

Llega el momento del cine. De las cervezas y el colegueo en una edición marcada por la vuelta de Atolladero a la pantalla grande. Una labor que José Miguel Rodríguez, miembro de la organización y responsable de la sección ‘Mi primera vez’, se tomó muy en serio, a pesar de que Óscar Aibar, director del film, le advirtió de la complejidad de la operación, pues el productor era reticente a mover la única copia manejable existente. Pero se produjo la magia y esa noche Atolladero se proyectó en el Círcol. Pero antes llegaron los cortos, y no nos referimos a los miembros del consistorio de Badalona, sino al cine en pequeño formato que ya desde las 10.30 horas llenó la pantalla de terror y fantasía: desde sesiones para todos los públicos; a una destinada a los adolescentes; y de ahí a una sesión especial Final Girls Berlin Film Festival, a los que se suman, por supuesto, los cortometrajes que formaban parte de la Sección Oficial a Competición, que se distribuyeron en cinco sesiones que tuvieron lugar durante el viernes y sábado. Entre ellos destacamos excelentes piezas de animación como la española In Half, un mórbido cuento onírico de Jorge Morais; o el vasco To Bird or not to Bird de Martín Romero, una deliciosa y pesimista historia con trasfondo ecologista; la breve gamberrada gore en stop-motion británica Demons in the Closet (James Smith); o el extraño O Cacto (Ricardo Kump), proveniente de Brasil, lugar del que también llegó Cáustico (Wesley Gondim), un sangriento y extraño relato protagonizado por dos mantis humanas. También hay lugar para el humor, como en el chiste de ciencia ficción Un pequeño paso, de Nacho Garvía y Jorge Moratal; para la humorada zombi con la vasca Mundu berri bat de Mikel Alvarez Sarriegi o la agridulce, que no exenta de humor, Mère-Grand, del canadiense Francis Fortin. Finalmente, y ya en forma de terror puro y duro destacamos La calima, de Isaac Berrocal, muy indicado para las temperaturas que se avecinan; la cinta catalana sobre posesiones diabólicas Et trencaré la sang de David Conill, y el excepcional Ratón de biblioteca de Javier Yañez Sanz, basado en un manga de Amagappa Shoujogun. Todas ellas seleccionadas piezas que van desde los 24 minutos al sketch de segundos.
PALMARÈS CRYPTSHOW 2024 
Menció especial per Co-haunting de Pepe Rico, Adrián Carande i Paula Sánchez
Millor banda sonora per Ahora vuelvo de Paulino HuertasGabe Ibañez
Millor efectes especials per Evil Dinner de José Murzia
Millor efectes visuals per Ivania de Luigi Abanto Varese
Millor fotografia per  Gangrene de Ignacio Gil Toresano 
Millor interpretació per Javier Callejo per La ley del más fuerte i María Vázquez per Céntrico
Millor guió per Céntrico de Luso Martínez
Millor direcció per Raúl Monge per La ley del más fuerte
Millor animació per The mole d’Alexey Sukhov
-I per acabar, el gran premi, el XVIII Premi Serra Circular ès per Sincopat de Pol Diggler
Largometrajes hubo menos que en otras ocasiones, pero igualmente bien seleccionados. La habitual noche oriental del sábado contó con The Truth About Tokyo Poltergeist (2024) de Keisuke Toyoshima, en una sección del festival que cuenta con la colaboración del festival Nits de Cinema Oriental de Vic. La sección Mi primera vez, que se estrenó el año pasado durante la mañana del domingo con Elio Quiroga y su iconoclasta Fotos (1996), ha pasado a ocupar un lugar más apropiado, la del viernes noche, tal y como se ha demostrado este año con el pase de Atolladero (Óscar Aibar, 1995), en una sesión que contó con una buena afluencia de público, que tras el pase del film participó en el posterior Q&A con el director hasta agotar el tiempo.
Atolladero cumple todas las condiciones para ser considerada una película maldita, pues su simple existencia puede considerarse todo un milagro cinematográfico. Tras participar en el festival de Sitges y llevarse dolorosos palos por parte de una crítica que no comprendía el fenómeno que se estaba produciendo con la eclosión de nuevos directores surgidos del cómic y la cultura alternativa que con el fantástico y el cine de género por bandera se lanzaron a hacer sus propias películas, se estrenó en escasos cines, y en el caso de Madrid, tal y como relató el director, en sesiones golfas. Sin edición doméstica, a pesar de que la película ha tenido algunos pases en televisión, verla resulta ser toda una aventura. Hasta ahora, pues pronto vendrán buenas nuevas y Atolladero podrá figurar en las filmotecas más selectas, las de ustedes, donde ya está también Fotos.
A Óscar Aibar se le vio encantado, contando algunas cosas que pueden leerse en su muy recomendable «novela» Making of (Random House, 2008) y otras que le fueron preguntadas por el respetable. El director, definió la peripecia del protagonista de la película como la suya propia, con un muchacho de barrio en un mundo de gente corrupta que quería hacer algo diferente pero al que no le dejaron hacerlo. «El cine era mi vida, pero como contar lo que pasaba en mi barrio no me interesaba, me inspiraba en el cine y en lo que me gustaba para hacer el mío«. Formando parte de una generación que «Queríamos comernos el mundo. Romperlo todo. Yo era un insensato que pensaba que todo era posible«. Pero resultó ser una experiencia iniciática, un viaje por la vida y la muerte que le llevó a dejar el cine y emprender una  larga travesía por el desierto que, a su vuelta, se transformó en una carrera estable en una sociedad que, ahora sí, estaba preparada para tomarse en serio nuevas formas de hacer cine y abordar el de género. Y Aibar se muestra optimista sobre lo que le sucedió entonces pues, como señaló «si la película hubiera tenido éxito me habría convertido en un subnormal«, mirándola como una obra que se contagió de los sentimientos y las experiencias que le sucedieron durante el rodaje, de manera que le resulta, vista hoy, una película «honesta con lo que sentía y quería contar» realizada por «aquel joven que ya no soy al que miro y me hace pensar ‘Qué valiente era’«.

José Miguel Rodríguez y Óscar Aibar en pleno Atolladero (Foto: Serendipia)

Finalmente, esta edición de Cryptshow se cerró con una nueva experiencia metacinematográfica de la mano del músico Agustí Busom, que acompañado de Jordi Farreres a la batería y percusión y José Luque a cargo del Tshugaru Shamisen,  instrumento de cuerda japonés, pusieron música al film 狂つた一頁 (A Page of Madness, 1926) de Teinosuke Kinugasa, un viaje experimental a la locura que a pesar de ser recibido con entusiasmo por la crítica japonesa, fue relegado tras su estreno y dándose por perdida hasta 1971, cuando el director encontró una copia casi completa (faltan 20 minutos de metraje), en su propio cobertizo, dentro de unas latas de arroz. Con escasa iluminación y unos decorados cubiertos de pintura plateada, que le dan un fantasmal brillo, A Page of Madness no tenía intertítulos, contando con la colaboración en salas cinematográficas de un Benshi, que narraba e interpretaba lo que sucedía en la pantalla, una experiencia que Busom quiso recrear con el actor Xavier Carreras consiguiendo una aplaudida performance que resultó ser un perfecto colofón para esta décimo octava edición del Cryptshow.

Foto: Jordi Izquierdo

¡Nos vemos en Cryptshow 2025!

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